Rocío Palacios

ESTÁ BIEN ESTAR BIEN

El otro día en un grupo alguien sabiamente nos compartía:

- este año he decidido ser amable conmigo mism@. Todas nuestras cabezas asintieron, sabíamos de lo que hablaba. Ese es un gran paso.

Empezando esta nueva década y miran do a nuestro alrededor nos encontramos con múltiples opciones para experimentar una mejoría en nuestro bienestar. Día a día se incrementan de una forma exponencial la variedad de opciones y aproximaciones a ese bienestar, que abarca mil formas diferentes de llamar al camino de encuentro con nuestro Ser Esencial. Una búsqueda de un estado de paz y plenitud que nos llama como una canción de fondo constante. Todo nos apoya a que encontremos nuestra vía, somos afortunados.

Sin embargo aún queda integrar más de un entendimiento para anclarlo como la prioridad de cada uno de nuestros días. Ha de ser simple, no depender de logros, ni de condiciones que están por llegar en un futuro que parece alejarse a medida que damos paso hacía él, hablamos de un estar bien que es el resultado de una elección hecha cada mañana al despertar y que optamos por sostener, de manera consciente durante el día, mientras llevamos a cabo todas nuestras actividades. Merecemos comprometernos con nosotros mismos y ofrecernos la posibilidad de alinearnos amablemente en cuanto nos sea posible cada vez que salimos de esa alineación, algo que sucederá con total seguridad.

Compruebo constantemente en las sesiones, talleres y grupos que facilito que somos más leales de lo que somos conscientes a nuestros sistemas familiares y en esa lealtad está implicada una promesa oculta de nunca vivir una mejor vida que ellos e incluso reproducir lo que ya fue vivido por otros, sin saber que eso es lo que estamos haciendo.

Cualquier cosa, menos sentirnos bien y experimentar que en esa vibración sencilla nos llega lo bueno de la vida sin esfuerzo, por mera resonancia.

Si nos sintiéramos bien sin más, no estaríamos cumpliendo uno de los requisitos esenciales para pertenecer a nuestros sistemas o incluso al mundo que percibimos, eso sería ser diferentes, salir de la conciencia buena de esos sistemas, en los que estar

mal, padecer algo, y vivir malestar, enfado o contrariedad permanente nos garantiza la pertenencia, es en definitiva una de las condiciones, por decirlo de algún modo, de pertenecer a ese club que garantiza, creemos, nuestra supervivencia.

Es por ello por lo que me encuentro muchas veces en los grupos, talleres y se siones con esa lealtad invisible a la falta de bienestar que mantiene frenados los beneficios de todas las acciones, proce sos profundos de transformación, prácticas espirituales consistentes y demás herramientas evolutivas verdaderamente orientadas a la autoresponsabilidad y la introspección amable.

Compruebo también que es necesario que nos alcance el mensaje de alguien de entre nuestros ancestros diciéndonos:

- Está bien que estés bien, es más, por favor, vive una buena vida en nuestro nombre, de ese modo, todo lo que pasó tendrá un sentido y habrá servido para algo. se vuelve un detonante de transformación a su alrededor, sin dogmas, sin doctrinas, sin hacerse notar, solo por estar bien, lo lleva consigo a donde quiera que va y al ser algo profundo y no depender de lo externo; se mantiene en ello y cuando se desalinea conoce cómo volver .

“Elijo como me quiero sentir” es un acto de libertad radical y sé por experien cia personal que las oportunidades se alinearan y los profesionales del bienestar oportunos se pondrán al alcance.

Hagamos de nuestro estar bien nuestra práctica más consistente, es una invita ción sencilla que tiene muchas consecuencias deseables.

Yo, como todos, estoy en ello, nos en contramos en el camino, te deseo bienestar de todo corazón. █

Así podemos comprender que estábamos identificados con sus destinos difíciles y que por más que hiciéramos lo posible por mejorar nuestra salud, nuestro estado emocional, mental y espiritual, nuestras relaciones o nuestra profesión, no sabíamos la causa por la cual no estaba fun cionando, no queríamos separarnos del grupo, siendo diferentes de ellos al vivir bien.

Quien recibe el mensaje de autorización sigue pertenecien do a su sistema familiar y también a la Vida. Al vibrar ese Sí a estar bien,