Vuela. Vuela…Ahora vuela! …Ya no hay cadenas. Vuela y vuela alma fugitiva de la noche, Sombra alada de la madrugada. Una luz se abre de la más recóndita oscuridad, y susurra tu nombre entre las hojas... La luz te aclama, tú te vas, el viento te envuelve.. Y en un remolino de rosas secas, de tierra, tú te elevas. Y parece que no siempre es primavera… Se apaga la luz que te ilumina, y en tus ojos ya no brilla el azul del mar. ¿Donde estas? Quiero preguntar… Las palabras no me salen, mi lengua se retuerce… ¿Donde vas?....Y nadie puede responderme. Camino sin mirar, y arden mis ojos… Quiero llorar hasta secarme, como las Rosas de tu jardín, secarme así, un poco con vos. Oigo voces ajenas que no me llegan, que como pájaros en vano, y sin sentido vuelan... Veo bocas que se mueven, y dibujan sonidos que no me alcanzan… Como el rocío tenue por la mañana, es agua insulsa que no moja, no besa, ni riega, ni empapa… Veo rostros que nunca vi, habitando tu última morada. Y me pregunto: ¿Donde estaban? Cuando había que sacarte al jardín, ponerte al sol, regarte como una flor, hacerte enojar y hacerte reír… ¿Donde estas? Quiero preguntar... ¿Hay flores Rosas a donde vas? ¿Y quien te sacara a pasear por el rosedal? ¿El alma vuela? ¿O aun necesitas la silla de ruedas? Tu nombre me sabe a flor y se me escapa de la boca. Te busco, y te nombro entre las sombras. Como las raíces al agua, como la luz a la mañana. Pero tu voz se apaga, te haces Mar… Te haces agua clara, tan clara, Como la luz de tu mirada. Te escurrís… Te evaporas… Quiero un último abrazo, Dame un beso, tómame la mano! Y déjame dormir, otra vez, las tardes Otoño soleado. como un niño, en tu regazo. 12/09/1994
Gabriel Acevedo ® 2014