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Crear empresa “no es soplar y hacer botellas”: VILIV acompañamiento para las pymes
Crear empresa
“no es soplar y hacer botellas”: VILIV acompañamiento para las pymes
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La isla de Murano en Venecia, Italia, es históricamente conocida por la fabricación de los cristales más finos del mundo. Pero alcanzar ese nivel de posicionamiento solo fue posible luego de que sus artesanos en el siglo XIX protestaran para que se les reconociera el verdadero valor de su trabajo por parte de quienes comerciaban el cristal a un alto costo en toda Europa, mientras que ellos recibían un pago mínimo. Al ser negadas sus peticiones por parte de las autoridades, los artesanos los retaron a hacer su trabajo, indicándoles las instrucciones del proceso. Cuando evidenciaron que no lograron darle forma a ningún cristal por mucho que soplaran, los artesanos demostraron que su arte no era simplemente soplar y crear cristales de la nada, sino que se requería de una técnica aprendida y perfeccionada de generación en generación. Ahí nació el dicho: “no es soplar y hacer botellas”.
La historia de este adagio popular que, aunque es de origen italiano, tiene un amplio uso en Hispanoamérica, es una buena forma de ilustrar las múltiples implicaciones de emprender, especialmente en un momento coyuntural como el que vive el mundo: la pandemia y la post pandemia.
Emprender de forma exitosa no se logra al seguir un manual de instrucciones, sino que requiere una adecuada asesoría -la que los artesanos recibieron como herencia de generación en generación- para transformar una idea de negocio en una empresa viable y sostenible.
Ahora que nos encontramos en una etapa de reactivación económica, se ha vuelto frecuente escuchar recomendaciones de todo tipo para que las empresas se adapten a una nueva realidad. Sin embargo, no existen consejos genéricos que puedan funcionar de igual manera para las más de 1,6 millones de mipymes que hay en el país, sino que hace falta una asesoría específica para cada caso. Salir adelante bajo estas nuevas condiciones requiere de un acompañamiento personalizado que puede ser entendido desde la figura de un mentor, alguien que se ocupa de acompañar cada caso y no se limita a ofrecer un abanico de soluciones estandarizadas.
Impulsar la competitividad de las pymes es precisamente la razón por la que se creó VILIV, una empresa que al igual que muchos emprendimientos colombianos, nació en medio de la pandemia, posiblemente porque el destino la llevó a coincidir con un momento de la historia en el que su propósito era lo
que más necesitaban las pymes: un aliado que les ofreciera acceso a conocimiento personalizado y conexiones confiables con el ecosistema empresarial. Una alternativa para las pymes para fortalecer su presente y potenciar su futuro.
El logro de esta iniciativa está en gestionarlo todo de forma amigable mediante una plataforma web donde las empresas tienen la posibilidad de encontrarse para prestar y adquirir servicios, segmentando las áreas de conocimiento y el tipo de asesoría requerida, para que los líderes de las pymes puedan realizar una toma de decisiones acertadas en el momento justo, además de tener acceso a contenido útil en diferentes áreas.
Santiago Isaza, gerente de Seguros e Inversiones, es uno de los muchos ejemplos de emprendedores en busca de asesoría para su empresa. “Necesitábamos apoyo con nuestra estrategia digital y nos enteramos de que a través de VILIV podríamos contactar expertos en el tema. Al trabajar con VILIV nos dimos cuenta de que el verdadero valor de su acompañamiento estuvo no solo en entender nuestras necesidades para orientarnos, sino en facilitarnos las propuestas de expertos y ayudarnos a interpretar esas propuestas para escoger la que mejor se ajustara a nuestros requerimientos”.
Esta necesidad de Seguros e inversiones fue resuelta a través de Santiago Franco, ejecutivo comercial de Julius, una agencia de marketing digital que se convirtió en proveedor de VILIV y pudo acercarse a nuevos clientes: “VILIV maneja una tipología de clientes (pymes) que para nosotros no era tan fácil acercarnos y desde hace tiempo estábamos desarrollando una estrategia precisamente para lograrlo, así que decidimos hacer parte de su red de recursos. Para nuestra sorpresa, al cabo de unos días recibimos la notificación de que uno de nuestros servicios había
sido adquirido. Estamos muy contentos de que este vínculo nos esté entregando tan buenos resultados en tan poco tiempo”.
Ahora, Seguros e Inversiones hace parte de los cientos de empresas que confían en VILIV como facilitador de su proceso de evolución a través de una red con más de 200 proveedores, como Julius, que están en capacidad de ofrecer más de 300 servicios empresariales preseleccionados y curados.
Para Andrés Villegas, gerente de VILIV, la visión de su empresa es clara: “En VILIV estamos para respaldar a todos esos emprendedores valientes que con su trabajo y esfuerzo son uno de los principales motores de la economía de nuestro país y crean el 80% del empleo en Colombia. Nuestra aspiración es ser un aliado cercano para cualquier pyme, acompañándolos en la toma de decisiones mediante conexiones que los lleven a obtener resultados concretos y de corto plazo, que es lo que necesitan las pymes especialmente en este momento de reactivación económica, pero con visión de largo plazo”.
Aunque las condiciones de la economía mundial han cambiado en los últimos meses, el optimismo es una cualidad fundamental de quienes se arriesgan a emprender para identificar las señales de nuevas oportunidades en el futuro. Por este motivo, reconocer que durante agosto la cifra de desempleo se redujo a 16,8% luego de haber alcanzado 20,2% en julio es un comienzo auspicioso para ratificar el camino de reactivación económica y el aporte de proyectos como VILIV.
Dominar el arte de trabajar el cristal, así como el arte de hacer empresa, es un desafío para los valientes que se atreven a asumir retos, que tienen determinación y que construyen conocimiento cada día, porque saben que no se trata de un único gran reto, sino de múltiples pequeños retos que componen la cotidianidad y que ponen a prueba la constancia y tenacidad de quienes deciden enfrentarlos uno tras otro. En pocas palabras, crear empresa no es soplar y hacer botellas: crear empresa es valiente.