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ACOPI presente en la Comisión Consultiva para el Financiamiento Empresarial
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3. Analizar el contexto de la organización, evaluando en el componente ‘externo’ la tasa de contagio o ranking de la zona o región donde la organización tenga operando sus centros de trabajo, igualmente revisar los lineamientos técnicos y legales definidos para controlar la propagación del virus (por ejemplo, restricción vehicular, de ingreso al trabajo, a establecimientos, organización de turnos de días de trabajo, cierre de fronteras, entre otras), y después establecer la evaluación del componente ‘interno’ revisando los procesos y actividades que se tienen en la organización, caracterización de las personas y su estado de salud (edad, genero, pre existencias, circulo familiar, entre otros), inventario de instalaciones, capacidades tecnológicas para el trabajo remoto, ausentismo relacionado con síntomas generados por la COVID-19.
Luego, es esencial establecer una caracterización del nivel del riesgo de acuerdo al grupo de trabajadores, visitantes o demás, en función de la severidad o el potencial de daño que se puede desencadenar en caso del contagio de un trabajador, involucrando el análisis de elementos claves como la preexistencia que tiene el trabajador (obesidad severa, enfermedad renal crónica, diabetes, obesidad, asma), cuantas de estas se tienen al mismo tiempo, edad del trabajador, día de evolución tras ser caso positivo (para evaluar la probabilidad de transmisión), tipo de exposición de acuerdo a su vínculo familiar y medio de transporte usado para llegar a la empresa. El resultado que se espera es establecer el nivel del riesgo existente en los trabajadores de la organización de acuerdo con los elementos previamente mencionados u otros que promuevan la objetividad en la evaluación.
En el siguiente paso, se deben identificar las dife-
rentes situaciones de riesgo en función de las
áreas o procesos de la organización, iniciando con un inventario de áreas y procesos necesarios para cumplir con la misión de la organización (incluyendo aquí el medio de transporte usado por los trabajadores y el trabajo en casa), y después, para cada una de estas, autoevaluar, por ejemplo, si estas áreas y procesos cumplen con condiciones ‘bioseguras’, dentro de las cuales se podrá evaluar si se cuenta con ventilación natural, si el área o proceso permiten respetar el distanciamiento de dos metros, si se tienen controles de ingeniería para promover la separación entre áreas, si se tienen zonas de lavado de manos y de dispensación de alcohol gel al 70% mínimo, también consi4.
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6. derando factores como la aglomeración característica del área, si se tiene un contraflujo de entrada y salida, si se tienen definidas frecuencias de limpieza con virucidas establecidos, si se tienen células de trabajo implementadas, entre otros. Se sugieren metodologías adicionales como la propuesta por OSHA en la guía OSHA 3993 Worker Exposure Risk to COVID-19, en el que se establecen diferentes niveles de riesgo de acuerdo con la exposición de diferentes actividades.
Una vez se conozca el nivel de riesgo en función de las personas (trabajadores, clientes, proveedores, otras personas como parte interesada) y en función de las actividades y procesos de la organización, es clave valorar el riesgo, cruzando los resultados de los pasos B y C, obteniendo un panorama más claro y priorizado de los grupos de personas mas críticas y las áreas y procesos con mas alto nivel de riesgo.
Con un mapa de condiciones mucho mas claras y priorizadas, se deberán establecer controles priorizados de acuerdo con nivel del riesgo, adoptando así controles estipulados en la resolución 666 y demás elementos técnicos y normativos para reducir el riesgo de contagio de COVID-19, focalizando los controles de acuerdo con su eficacia y a los grupos con mas alta ponderación.
Es esencial considerar mecanismos de verificación de eficacia de las acciones implementadas, a través de indicadores de gestión (de proceso, resultado o estructura), inspecciones planeadas a las áreas, zonas o procesos críticos, o auditorías a la gestión del riesgo biológico por COVID-19.
De esta manera, el reto en esta tan llamada ‘nueva normalidad’ tendrá como ejes fundamentales entender que existen niveles de riesgo de exposición al riesgo biológico por contagio de COVID-19, que varían de acuerdo a características de las personas (trabajadores, terceros, visitantes, clientes, otros) y a la naturaleza de las áreas y procesos de la organización, analizados en el diagnóstico, sin embargo, el entender e implementar la gestión del riesgo para enfrentar y prevenir la COVID-19 en el lugar de trabajo es un vehículo seguro a la re activación económica, para generar esa confianza en el trabajador y en el cliente, en función de la bioseguridad que tienen como necesidad a ser satisfecha en estas épocas de pandemia, manteniendo el balance entre los tres elementos descritos para regresar a la normalidad de manera segura.
ACOPI presente en
Por: Rosmery Quintero Castro Presidente Nacional ACOPI
A mediados de septiembre el Presidente Iván Duque instaló la Comisión Consultiva de alto nivel para el Financiamiento Empresarial, a la cual fueron convocados como tres gremios empresariales: ACOPI, ANDI y FENALCO, así como 6 empresarios nacionales. Este grupo trabajó juiciosamente y presentó al Gobierno Nacional a finales del mismo mes un documento con las propuestas encaminadas a “SALVAR EMPRESAS Y EMPLEOS”, las cuales se resumen a continuación: 1. Crear unas líneas de crédito financiadas con recursos de redescuento con período de gracia de 2 a 3 años para créditos de mediano y largo plazo y un plazo para pago de 8 a 10 años.
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5. Una mayor simplificación y flexibilización de las líneas de crédito, incluso tener una línea única en Capital de Trabajo (Incluye factoring, confirming y rotativos de corto plazo), Reestructuración de pasivos y Capitalización empresarial.
Crear un mecanismo tipo FRECH para créditos de consumo.
La aprobación de las garantías sea automática para todas las empresas; apalancar financiamiento a partir de fondos de deuda; tener un fast track de mandamiento de pago de la factura electrónica como título de valor para mayor acceso al Factoring.
Crear incentivos para que los accionistas a través de la emisión de bonos convertibles en acciones (sin pago de capital ni cupones) a 3 años.
6. Acelerar el desarrollo de canales de financiación alternativos no concentrados en el sector financiero y basados en canales de origen digital (Banca Tradicional, Fintechs, Crowdfunding, E-Factoring, Digital Lending), así como regular el Open Banking y Open Data para entidades privadas y públicas. 7. Estimular el emprendimiento a través de la ampliación del alcance de la regulación de la financiación colaborativa (crowdfunding) a tipos de financiación más comunes en este ecosistema.
Frente a esto, el Gobierno Nacional lanzó en octubre, una agenda ambiciosa, denominada “12 productos de financiamiento empresarial: el despegue de la reactivación”, la cual propone acciones que habilitan recursos para las empresas, en los próximos dos años, por $ 8,26 billones a través de instrumentos de Bancóldex y respaldo para $ 10,75 billones con instrumentos del Fondo Nacional de Garantías, estos son:
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4. Crédito directo para las Pymes: A través de Bancóldex, podrán tener créditos de hasta $ 2.500 millones con hasta 3 años de plazo, una reducción de tasa de interés 5%, y períodos de gracia hasta de 6 meses. Además, podrán contar con garantías del FNG del 90% para pequeñas empresas y de 80% para medianas y grandes. Esta línea tendrá un cupo inicial de $400 mil millones, y será extendida en 2021.
Crédito para las microempresas: Economía para la Gente, con un cupo de $1,86 billones en los dos próximos años, para microempresas a través de las entidades microfinancieras no vigiladas, entidades no tradicionales (tales como las FINTECH).
Fondo de fondos: La respuesta para la capitalización empresarial, a través de un “fondo de fondos” gestionado por Bancóldex, las empresas podrán acceder a dinero para su capitalización, el cual pasará de $135 mil millones a $ 500 mil millones.
Fondos de deuda: más recursos para la reactivación. Bancóldex, a través del fondo de fondos, aportará recursos adicionales para Pymes y grandes empresas, del orden de los $3 billones.
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10. Foto: presidencia.gov.co/prens
Plazos largos y condiciones preferenciales en créditos de redescuento, se lanzará la línea Mipymes Competitivas con un cupo de $300 mil millones y plazos hasta de 7 años, periodos de gracia entre los 12 y los 18 meses y tasas de interés preferenciales; además, ofrece una reducción adicional en las tasas de interés, entre 20 y 40 puntos básicos, para proyectos verdes, empresas de economía naranja o empresas de Beneficio e Interés Colectivo (BIC). Esta línea tendrá cupos similares en los años 2021 y 2022.
Ampliación de la línea de capital de trabajo + inversión del FNG, El FNG extendió su línea de capital de trabajo dirigida a Mipymes hasta los $9 billones. A su vez, habilitó el uso de estos recursos para adquisición de activos fijos.
Refinanciación de pasivos: el impulso para las micro: Las microempresas tendrán una línea de respaldo del FNG por $ 500 mil millones para créditos que les permitirán reestructurar parte de sus deudas existentes.
Mejores condiciones y mayores montos para garantías microempresariales: se incrementa la cobertura de garantía para estas empresas del 80% al 90%. Así mismo, podrán acceder a créditos hasta por 40,3 millones de pesos (46 SMMLV), incrementando un 84% el monto máximo contemplado inicialmente para esta línea.
Fortalecimiento de las garantías para Pymes y grandes empresas: En las pequeñas empresas se amplió la cobertura de la garantía del 80% al 90% y para medianas del 80% de manera general, pero si pertenece a los sectores económicos más afectados será del 90%. Además, se extendieron los plazos máximos de crédito para todas las pymes de 36 a 60 meses. Línea de garantías para emisión de bonos: con un cupo de $1 billón 11. Línea para fondos de deuda, otorgará garantías por hasta $3 billones para financiar aquellos fondos que otorguen las mejores condiciones en términos de plazo y período de gracia para los deudores. 12. Garantía para financiamiento de facturas (confirming): El FNG implementó un producto dirigido a respaldar operaciones de financiamiento de corto plazo (hasta 180 días) para el pago de facturas (confirming) dirigido a empresas con desafíos de liquidez para honrar las obligaciones con proveedores y lograr la gestión oportuna de las cuentas por pagar. Tendrá garantía del 90% para micro y pequeñas empresas y 80% para medianas y grandes empresas. La línea cuenta con recursos por $250 mil millones de pesos.
Desde ACOPI expresamos nuestro agradecimiento al Gobierno Nacional por crear esta comisión y sobretodo, por darle el espacio al sector empresarial para hacer aportes. De igual manera, agradecemos a todos los empresarios y dirigentes gremiales que a través de su expertíz contribuyeron a que en menos de 5 días se construyera un documento con aproximadamente unas 40 propuestas que específicas con el fin de salvar empresas y empleo.
En la agenda del Gobierno Nacional hay instrumentos novedosos que se deben ir profundizando en su uso, tal y cómo lo hacen los países desarrollados, sin embargo, el que se estén considerando en nuestro país es un gran avance, por lo que esperamos que realmente sean asimilados de una manera apropiada por el mercado, el sector empresarial y la banca tradicional, para poder seguir mitigando el impacto de la pandemia y seguir recuperando empleo y tejido empresarial y social. Sabemos que faltan muchos aspectos por revisar, pero estamos convencidos que el Gobierno Nacional seguirá haciendo esfuerzos para adicionar a estos instrumentos de financiamiento, algunos otros mecanismos de cofinanciación para las Mipymes.