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La sostenibilidad de la micro, pequeña y mediana empresa bajo modelos de confianza fundamentados en la bioseguridad

La sostenibilidad

de la Micro, Pequeña y Mediana empresa bajo modelos de confianza fundamentados en la bioseguridad

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Jorge Olave Molano

Gerente de Relacionamiento Institucional CONSEJO COLOMBIANO DE SEGURIDAD El 2020 sin duda alguna ha sido un año atípico para los diferentes sectores económicos en Colombia, trayendo consigo situaciones difíciles a nivel social, económico y de salud pública, lo que ha exigido a las organizaciones desarrollar resiliencia y capacidad de adaptación, fundamentadas en la reinvención, adaptación y preocupación por el bienestar de los trabajadores y de la comunidad en general. Cada organización ha sacado ‘sus mejores cartas’ para afrontar cada uno de los retos que ha traído consigo la emergencia sanitaria causada por la COVID-19 en Colombia: reingeniería de procesos, adaptación de estructura organizacional, optimización de costos y una de las más importantes medidas que es la implementación de actividades con estrictos fundamentos y medidas buscando el cuidado del trabajador, del proveedor, del cliente y de cada persona involucrada con la organización.

Para la micro, pequeña y mediana empresa, como motor económico de Colombia, y gran contribuyente al desarrollo del país, ha sido un enorme reto mantener el equilibrio entre la reapertura de las operaciones bajo el esquema técnico y legal de los protocolos de bioseguridad implementados por el gobierno de Colombia, el pago de los costos y gastos directos para su funcionamiento (materiales, materia prima, salarios y otros), y mantener la confianza del cliente para incentivar la compra, para así lograr la sostenibilidad de la empresa en tiempos de crisis, siendo clave entender que para lograr el equilibrio de este triangulo se deberá considerar:

Pago de los costos y gastos directos para su funcionamiento:

Entendiendo que la medida adoptada por las entidades gubernamentales para mitigar y controlar la transmisión de la COVID-19 entre los habitantes del país fue el confinamiento a través de cuarentenas periódicas durante muchos meses, con características y condiciones cambiantes, el acceso de los habitantes a consumo de productos y servicios llegó a disminuirse de manera súbita y drástica, generando una baja demanda de estos, y por ende reduciendo los ingresos y ganancias de las micro, pequeña, mediana empresa y afectando directamente la compra de materias primas para garantizar la producción, pago de servicios, renta de inmuebles e incluso pago de sa-

lario a trabajadores. Esta situación llego a afectar de manera negativa a las empresas, generando incluso cierres de algunas a lo largo del país.

Mantener la confianza del cliente para incentivar la compra:

A pesar de los múltiples esfuerzos por incentivar la demanda de productos y servicios, la compra de estos sufrió grandes caídas desde el inicio de la cuarentena y el aislamiento como mecanismos de mitigación del riesgo de contagio de la COVID-19. Múltiples causas pudieron haber generado este desincentivo de la compra, por ejemplo la incertidumbre frente a la inestable economía, frente a la pérdida de empleos en diferentes sectores, temor a contagiarse bajo cualquier mecanismo de transmisión, preferencia de la poca interacción con personas relacionadas con la prestación del servicio o venta del producto, o simplemente las restricciones en prestación de servicios o venta de productos de los sectores que no se encontraban dentro de las excepciones definidas por el Gobierno Nacional en marzo del 2020.

Reapertura de las operaciones bajo el esquema técnico y legal de los protocolos de bioseguridad:

La resolución 666 de 2020 estableció en abril del 2020 los lineamientos enmarcados en el protocolo de bioseguridad general para mitigar, controlar y realizar el adecuado manejo de la pandemia del Coronavirus COVID-19 en los lugares de trabajo, definiendo las ‘reglas del juego’ para la reapertura de los diferentes sectores económicos en lo que respecta a estándares de seguridad en torno a medidas para el lavado y sanitización de las manos, distanciamiento físico, manejo y gestión de los elementos de protección personal (énfasis en el tapabocas), limpieza de áreas, manipulación de productos químicos, gestión del estado de salud del trabajador, controles para el trabajo remoto y presencial, manejo de áreas de alimentación y otras áreas, medidas para el control del riesgo de contagio en casa, interacción con terceros, medidas administrativas en el manejo de trabajadores, y gestión de trabajadores con casos positivos o cercanía en el hogar. Adicional a las medidas estipuladas por la resolución 666, paulatinamente fueron siendo publicados diferentes protocolos de bioseguridad por sectores económicos con medidas muy específicas, por ejemplo, para el sector manufactura, minería, transporte, construcción, servicios, agrícola, entre otros.

Así, desde el Consejo Colombiano de Seguridad, como organización pionera y referente técnico en materia de seguridad, salud en el trabajo y protección ambiental, resaltamos la importancia de entender la gestión del riesgo biológico por exposición y contagio por COVID-19, exaltando la importancia que tiene analizar las diferentes situaciones de exposición, preexistencia, contacto / interacción, partiendo de establecer un contexto de la organización, y así tomar medidas de control focalizadas y priorizadas de acuerdo a los diferentes niveles de riesgo identificados. Así, entender la gestión del riesgo biológico por contagio por COVID-19 conlleva a analizar las siguientes etapas básicas:

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