Sistematización letrinas

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AFOPADI Asociación de Formación para el Desarrollo Integral SISTEMATIZACION

Los aportes de los proyectos de letrinas aboneras LASF, en la aldea Asaq’, San Ildefonso Ixtahuacán, Huehuetenango. 1


Noviembre 2010 1. INTRODUCCION Cuando empezamos a planear y ejecutar los proyectos de letrinas en la aldea Asaq’1 , nunca nos imaginábamos que algún día íbamos a querer sistematizarlos. Apenas estábamos entendiendo lo que era sistematizar y haciendo un primer experimento desde nuestros conocimientos limitados del tema para poner en papel toda la experiencia de Afopadi desde su origen2. Tarea titánica que nos llevó varios años en cumplir y que nos dejó “empachados” por cierto tiempo a pesar de nuestra convicción de la necesidad de este tipo de procesos para poder aprender de las experiencias y mejorar la calidad de nuestro trabajo. Viendo la gran aceptación que han tenido las letrinas, confrontados con la necesidad de encontrar una forma para combinar los procesos de formación para el crecimiento personal y la organización con necesidades más urgentes de las familias, y aprovechando la oportunidad de que una persona del equipo dedicara un tiempo específico a esta labor, finalmente nos atrevimos a seguir aprendiendo como sistematizar las diferentes experiencias de nuestra organización en las comunidades que tratamos de acompañar de la mejor forma posible en su búsqueda de una mejor vida. Pretendemos seguir sistematizando para entender cada vez mejor los procesos y las dinámicas que permiten o no alcanzar la construcción de nuestros sueños y los de las personas -­‐ mujeres y hombres, niños, adultos y ancianos – con los que compartimos una parte importante de nuestras vidas. 2. METODOLOGIA Y PROCESO En Afopadi nos esforzamos por construir y aplicar metodologías que devuelvan a la gente su dignidad, den alegría pero más que todo hagan que se apropien de los procesos, convirtiéndose en los principales actores.

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Asaq´ es el nombre original en Mam de la aldea administrativamente conocida como Casaca. Se supone que es una traducción fonética al español que no toma en cuenta el significado del nombre en Mam. La palabra Casaca tiene en español el significado de “mentiras, engaños”. Por esta razón y para fortalecer la identidad cultural preferimos usar el nombre original. 2 Mirando hacia atrás, caminando hacia adelante. Una sistematización, Afopadi, 2005. Documento no publicado.

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Sin embargo en este caso no hemos logrado que la sistematización fuera completamente participativa, por las siguientes razones: •

Todavía nos falta práctica en la elaboración de sistematizaciones, por lo que se fue tiempo en la planificación del proceso y la corrección/ampliación de la información recabada. El tiempo establecido ya no permitió devolver este documento a la comunidad para su validación, sin embargo pensamos hacerlo todavía.

Como no nos planteamos de antemano la sistematización de la experiencia, no contábamos con todos los documentos que nos hubieran servido. Por ejemplo no se ha recogido el sentir de la gente en relación a las letrinas ántes de iniciar con la ejecución de los proyectos, lo que nos limita en el sentido que los recuerdos pueden ser influenciados por la experiencia posterior. Como todos sabemos la memoria humana es poca objetiva y confiable. Sin embargo, allí es donde entra la experiencia de las personas que sistematizan (no solamente la experiencia técnica de sistematizar, sino la experiencia de haber participado del proceso y poder aportar entonces como parte de él) y su capacidad de ver más allá de lo que se expresa directamente en las entrevistas. Los diferentes pasos que se dieron fueron: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Elaboración de una propuesta de plan de sistematización por la persona responsable Corrección y validación del plan Elaboración de los instrumentos y materiales para las entrevistas y el taller Realización entrevistas y taller Revisión otros documentos Ampliación de la información de parte de participantes, equipo, promotor y miembro de la Comisión de Salud. 7. Análisis de la información. 8. Elaboración del documento. 9. Revisión y validación por el equipo. Quedan pendientes entonces la validación por los grupos y personas participantes de los proyectos y la devolución de la información a través de un producto adecuado (por ejemplo un video). Personas que participaron en la sistematización •

20 participantes de los proyectos (15 mujeres y 5 hombres): Taller con 18 participantes y 4 pláticas adicionales, 2 con familias que participaron en el taller y 2 con personas que no habían participado. 3


• • •

6 integrantes del equipo coordinador (3 hombres y 3 mujeres): un cuestionario por escrito y ampliación de la información en una reunión del equipo y pláticas personales. 1 promotor de letrinas: entrevista personal 1 miembro de la comisión de Salud: entrevista personal

3. OBJETO, OBJETIVO, EJE E IMPORTANCIA DE LA SISTEMATIZACION Objeto: Las diferentes experiencias de construcción de letrinas aboneras secas en Asaq’ entre 2000 y 2010. Objetivo: Descubrir si hubo elementos de la experiencia de participar en uno de los proyectos de letrinas que aportaron algo más a las familias que una mejora en las condiciones higiénicas, que aportaron al objetivo principal de Afopadi: el desarrollo de capacidades y actitudes que hacen posible la autogestión de su desarrollo de parte de la comunidad. Eje:

El crecimiento personal y grupal, y la organización experimentados a través de los proyectos de letrinas aboneras secas.

Importancia de la sistematización de esta experiencia: • •

Se logró transformar la falta de interés y en algunos casos resistencia inicial en gran aceptación. Afopadi está en la búsqueda de cómo reconciliar la necesidad de procesos profundos de crecimiento personal y grupal con proyectos que satisfacen las necesidades más inmediatas de la gente.

4. LA SISTEMATIZACION 4.1. La reconstrucción histórica La historia del equipo fundador-­‐coordinador Reconstruir el recorrido histórico con los y las integrantes del equipo coordinador no fue difícil ya que las mismas personas que estuvieron involucradas en los proyectos de las letrinas siguen trabajando en Afopadi. Para cotejar los detalles de los recuerdos disponíamos de algunos documentos elaborados más que todo por el equipo de Salud. 4


La situación inicial Cuando Afopadi nació, no se tenía una idea definida de lo que se iba a hacer, ni de qué manera exactamente. Pensamos que lo mejor era conocer primero a las personas y entender su realidad. Lo que sí teníamos claro era que no queríamos realizar intervenciones asistencialistas y que cualquier “proyecto” tenía que ser no tanto un objetivo en sí, sino un medio para lograr la organización y la formación de las personas participantes en él. Cuando Afopadi llegó a la aldea Asaq’, allá por los años 1993-­‐1994, nos encontramos con una comunidad parecida a otras tantas del altiplano Guatemalteco de ese entonces. Una comunidad habitada por más o menos 1,700 campesinos y campesinas indígenas Maya Mames que apenas lograban sobrevivir gracias a una agricultura de subsistencia -­‐ en gran medida dependiente de insumos agroquímicos -­‐ complementada con ingresos monetarios obtenidos a través de la migración temporal a las fincas y plantaciones de caña en la Costa Sur de Guatemala y en México. La organización comunitaria era casi inexistente debido a la represión contra los dirigentes comunales durante el conflicto armado. Había un Comité Pro-­‐Mejoramiento, del cual solamente tres personas mantenían un nivel mínimo de actividad. Supuestamente este Comité, elegido en Asamblea comunitaria, era la autoridad máxima de la comunidad, pero en realidad era solo un comité más entre los otros tantos que había relacionados con los proyectos impulsados desde diferentes organizaciones de desarrollo cuyo presencia se hizo sentir cada vez más fuerte. Entre las familias y hacia personas desconocidas reinaba un ambiente de desconfianza alimentado por las posturas contradictorias a favor de uno de los bandos del conflicto, las traiciones y las ejecuciones que hubo. Las casas de la aldea eran exclusivamente de adobe y reducidas de tamaño. Normalmente constaban de un único cuarto con un corredor, una cocina y un chuj o temascal. Algunas pocas casas contaban con una letrina de tipo pozo ciego. A medida que íbamos adentrándonos en la comunidad, después de haber ganado la confianza de la gente, nos percatamos que en muchos caminos había un mal olor y nos fuimos dando cuenta que en muchas casas se encontraban tiradas tazas para letrinas de pozo ciego que se usaban para gran variedad de destinos, menos para lo que estaban pensadas. Algunas se habían convertido en macetas, otras en nidos para las gallinas. Preguntando, las personas nos contaron que una institución del gobierno había regalado 60 tazas, pero que no habían sido instaladas porque solamente se habían entregado los materiales sin ningún tipo de acompañamiento. También este tipo de letrina es difícil de 5


instalar en Asaq’ por el tipo de suelo. Aunque en ese momento todavía estábamos en la fase de exploración de posibles caminos para nuestro trabajo con las comunidades, nos parecía que la letrinización podía ser un tema interesante para abordar. Primeros pasos para convertir una idea en realidad “” ¿ Cómo vamos a En el 1996, al haber definido que la agricultura orgánica sería comer nuestra propia una de nuestras prioridades y después de haberse dado cuenta de la existencia de letrinas que convertían los mierda? excrementos humanos en abonos orgánicos, Afopadi propuso al Comité Pro-­‐mejoramiento de Asaq´ impulsar un proyecto de letrinización de la comunidad con letrinas aboneras LASF. Al presentar la idea en una

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Lo que no se conoce, no se acepta. Asamblea Comunitaria, la respuesta fue un rotundo NO. La gente no concebía como era posible pensar en usar sus heces y orines, considerados sucios y contaminantes, para abonar su milpa, con el valor emocional, espiritual y simbólico que ésta tiene todavía hoy en día – aunque muchas veces inconsciente -­‐para los y las descendientes de los antiguos mayas. Postura algo contradictoria ya que en la realidad la milpa muchas veces era el único lugar donde acudir para hacer las necesidades. Aún así, cuando se dio la oportunidad, cinco personas del equipo, dos del equipo coordinador y tres promotores comunitarios tomaron un curso en Cedescri sobre la construcción, el uso y el mantenimiento de las letrinas LASF. Este conocimiento se pudo poner en práctica en el 1999 cuando Afopadi compró un terreno propio y construyó una casa para uso del equipo, aplicando diferentes Tecnologías Apropiadas, con el objetivo de que nos facilitaran la vida pero también con la idea de darlas a conocer en la comunidad. Suscribíamos desde entonces ya la convicción de que el ejemplo es la mejor manera para inspirar a las personas a hacer cambios en su vida. La letrina abonera LASF de la casa, que también les servía a las personas que nos visitaban, fue la tecnología que desde el principio generó más interés y curiosidad, a tal grado que los y las visitantes nos empezaron a pedir apoyo para construir su propia letrina. 6


Los proyectos de Afopadi

En un primer momento, en el 2002, se decidió fortalecer la multiplicación a través del ejemplo, y se construyeron 10 letrinas en las casas de los promotores de Afopadi y algunas personas más cercanas de quienes sabíamos que las iban a usar correctamente.

El ejemplo y la demostración son muy efectivos para generar interés en ideas innovadoras.

Rápidamente se generó el efecto esperado y para el 2003 ya había otro grupo de 17 familias interesadas en construir su letrina. Antes de iniciar con la construcción se realizaron tres reuniones/talleres para formar a las familias sobre el uso correcto y el mantenimiento de las letrinas y explicar las condiciones tal como estaban recogidas en el convenio. De todas las familias llegaba uno o una representante porque de su participación en la formación dependía la entrega de los materiales de construcción. En ese momento se consideró que la formación sería suficiente para asegurar el buen uso de las letrinas. Para decidir sobre el lugar adecuado para la construcción de la letrina se realizaba una visita a cada casa. El proyecto de ASEDE En el 2002 una lidereza de la comunidad gestionó un proyecto de letrinas aboneras para 32 familias ante la Asociación para la Educación y el Desarrollo. ASEDE se comprometió a dar todos los materiales y enseñaba a las familias como construir su letrina. Dos familias pidieron que Afopadi ayudara con la construcción pagando un albañil ya que el esposo no estaba para realizar esa parte.

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En la medida en que Afopadi fue aclarando la filosofía en la cual descansaba su visión de desarrollo y su metodología de trabajo, la idea del uso personal y de su posterior promoción en la comunidad de diferentes aplicaciones de la tecnología apropiada fue instalándose como una parte evidente del trabajo. No hubo coordinación entre Afopadi y ASEDE en la fase de construcción del proyecto, pero una de las personas de Afopadi encargadas del programa de Salud fue a ver cuando se hizo una demostración de la construcción de las recámaras. Seguimiento y coordinación con otras organizaciones En Septiembre 2003 Afopadi decidió en conjunto con la Comisión de Salud de la comunidad realizar una evaluación del uso de las letrinas, no solamente de las letrinas construidas por Afopadi, sino también de las del proyecto de ASEDE. La Comisión de Salud convocó a las familias que participaron en el proyecto de ASEDE para informarles sobre la evaluación. Algunas familias se opusieron a estas visitas, pero la mayoría accedió participar en la investigación. Se dividieron todas las familias (57 en total) entre los y las promotores y promotoras de Afopadi y algunas personas del equipo coordinador para irlas a visitar una por una y se elaboró una hoja de monitoreo. Este trabajo arrojó los siguientes resultados: No todas las letrinas se habían terminado y estaban siendo usadas. A las que estaban en uso no siempre se les daba el mantenimiento adecuado. (no se limpiaban, no se removían) • Un porcentaje grande de las letrinas estaban muy húmedas hasta aguadas (no se les echaba suficiente cal o ceniza, no se tenía cuidado con los orines) Para ese entonces ya se había formado otro grupo para la construcción de una letrina, pero no nos pareció prudente introducir más letrinas antes de asegurarse del uso correcto de las existentes. Es necesario incluir en el proyecto no solamente un proceso previo de formación, sino también un seguimiento posterior. • •

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Se decidió entonces empezar un proceso de seguimiento buscando los siguientes resultados: • Todas las letrinas bien terminadas y en uso. • Una persona encargada para cada letrina para vigilar el buen uso y mantenimiento adecuado. • Todos los miembros de cada familia saben usar la letrina correctamente. • Se les da un buen uso a los productos (heces y orines) de la abonera. El seguimiento constaba de las siguientes actividades: • Una visita mensual a cada familia por las promotoras y los promotores responsables, y rellenado de una hoja de monitoreo. • Apoyo de parte de los y las promotores/as para mejorar las letrinas y su uso. • Una reunión mensual con promotores y promotoras para compartir los resultados del monitoreo. • Supervisión constante del trabajo de promotores y promotoras. • Evaluación final Como preparación antes de arrancar con el seguimiento se elaboraron hojas de monitoreo3 y se realizó una reunión con promotores y promotoras para planificar las actividades y repartir las responsabilidades. También se tomó la decisión empezar una iniciativa de subvención de las bolsas de cal por un período de 8 meses con el doble objetivo de mejorar el secado de las heces en las recámaras y animar a las familias para cuidar mejor su letrina, ya que con la cal el mantenimiento es más fácil. Además se decidió premiar con dos meses más de cal subvencionada a las familias que lograran mejorar sustantivamente la calidad de uso y mantenimiento de la letrina. Las familias compraban su cal a Afopadi, pagando la mitad del precio de la bolsa, dinero con el cual se fue alimentando un fondo que más adelante sería el fondo semilla para el servicio comunitario de venta permanente de cal. La evaluación final del seguimiento que se realizó en diciembre del 2004 indicó una mejora significativa en el estado de las letrinas. 3

Véase anexo

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Las letrinas del centro de Formación.

Más o menos al mismo tiempo Afopadi invirtió en la construcción de 6 letrinas aboneras para el Centro de Formación Saq B´e que ya estaba en uso en el terreno de la organización para la realización de sus encuentros y talleres.

Antes de iniciar cualquier actividad la persona encargada tomaba el tiempo para explicar a los y las participantes sobre los beneficios y el uso correcto de las letrinas. En las paredes de las letrinas se colgó un rótulo con la misma explicación a través de imágenes. Al principio muchas veces encontrábamos que se tapaban las salidas para los orines o que las tazas se ensuciaban mucho, pero en la medida en que la gente se iba acostumbrando y más gente tenía su propia letrina en la casa, estos problemas disminuyeron considerablemente. El proyecto de Care En Septiembre del 2004 la organización Care, en una reunión con la Junta Coordinadora y la Comisión de Salud de la comunidad, en la cual participaba también uno de los responsables del programa de salud de Afopadi, ofreció un fondo para un proyecto de letrinas. Para Afopadi era importante involucrarse en el proyecto para impulsar la coordinación entre diferentes organizaciones y la comunidad, compartir la experiencia adquirida y asegurar la formación y el seguimiento por ser éstos, según nuestra experiencia, de suma importancia para que el proyecto tuviera éxito. Se llegó al acuerdo que Care aportaría los materiales de construcción para la base de la letrina (las recámeras) y el techo, la municipalidad pagaría a los albañiles, Acodim-­‐M como contraparte de Care sería la responsable de la supervisión y la formación y Afopadi se encargaría del seguimiento y apoyar a Acodim-­‐M en la formación. La comunidad aportaría los materiales locales y la mano de obra local y se encargaría de almacenar los materiales en una bodega adecuada. En la lista que una lidereza de la comunidad elaboró aparecían familias que ya tenían una letrina, por lo que se decidió involucrar a la Junta Coordinadora para hacer la depuración y proponer más familias en base a una lista de criterios objetivos. El proyecto que se presentó a Care incluía a más de 100 familias, de las cuales al final 98 entraron al proyecto.

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Entre las diferentes partes involucradas se acordó que era importante que se firmara un convenio4. Care hizo una propuesta a la cual Afopadi y la Comisión de Salud de Asaq’ hicieron varias observaciones. Antes de empezar con la construcción Afopadi realizó una primera capacitación en la cual se explicó el contenido del convenio y se platicó sobre las características de la letrina. Todas las personas participantes y los miembros de la Comisión de Salud firmaron el convenio, Care nunca firmó. Para asegurar la participación de las familias en la formación Afopadi decidió apoyar con una parte de los materiales para la construcción de la caseta de la letrina. En noviembre llegaron los primeros materiales, pero no vino lo demás, por lo que la Comisión de Salud estuvo insistiendo con Care, haciendo llamadas y visitas. Sin embargo los últimos materiales terminaron de llegar hasta en el mes de junio del 2005. En Marzo del 2005 se realizó la segunda capacitación en dónde se hizo una revisión del proceso, se evaluaron los conocimientos y se habló de la relación entre la letrina, la higiene y la salud y sobre el uso del abono. El fondo de cal A partir de la evaluación y buscando estrategias para mejorar el uso de las letrinas e involucrar a la Comisión de Salud, Afopadi decidió donar 5,000.00 Quetzales para el fondo de cal. Todos los dueños de una letrina podían inscribirse al fondo, pagando una cuota inicial de 10.00 Q que les daba derecho comprar su cal prácticamente a precio costo y participar en las reuniones para tomar decisiones al respecto. Las mismas reuniones se aprovechaban para seguir con la formación en torno a las letrinas pero también la aplicación del abono, la reforestación y otros temas que apuntaban más al crecimiento personal. La Comisión se encargaba de encargar la camionada de cal y vendarla una vez al mes.

El seguimiento por la Comisión de Salud

Con los proyectos descritos no se pudo cubrir a todas las familias. Además desde la construcción de las últimas letrinas se habían conformado muchas familias nuevas quienes, por el alto grado de satisfacción de parte de las familias ya beneficiadas,

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Anexo

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estaban ansiosas por tener su propia letrina. En el 2008 la comunidad estaba conformada por más o menos 339 familias de las cuales 170 contaban con una letrina abonera.

Para Afopadi desde el principio estuvo claro que los proyectos no tenían que seguir ser impulsados desde Afopadi, sino que el proceso que se había seguido tenía que haber llevado al empoderamiento de la Comisión de Salud como representante de la comunidad para la gestión de nuevos proyectos.

En el 2008 Afopadi acompañó a la comisión de Salud en el proceso de elaboración y presentación de un proyecto para 53 letrinas aboneras. Lastimosamente este esfuerzo no ha dado frutos hasta ahora. La municipalidad de Ixtahuacan se encuentra en un estado de ingobernabilidad por un conflicto entre alcalde y concejales lo que les quita a las comunidades una de las fuentes de financiamiento más accesibles.

Letrinas construidas por iniciativa propia de las familias A partir del 2006 algunas familias empezaron a pedir apoyo para poder construir su letrina por cuenta propia, lo que significa una inversión bastante fuerte. Afopadi ha apoyado a estas familias, proporcionando la taza. En cambio se les ha pedido que participaran en las formaciones junto con las otras familias beneficiarias de los proyectos. La historia de las personas participantes de los proyectos Durante el taller y las entrevistas los y las participantes no dieron información muy diferente en cuanto al desarrollo del proceso. Por lo general los relatos no eran muy detallados, probablemente porque los y las participantes no tenían acceso a toda la información por no formar parte de todas las fases de planificación y ejecución de los proyectos. Algunos datos adicionales o diferentes que surgieron desde los y las participantes: •

Todos los y las participantes confirmaron que estaban de acuerdo con el proyecto de letrinas pero algunos mencionaron que tenían dudas sobre la funcionalidad, porque no conocían este tipo de letrina, solo conocían las de pozo ciego. 12


Una señora que no participó en el taller de sistematización mencionó que el listado que se presentó a Care era el listado de las familias participantes en el proyecto de alimento para niños menores de tres años que la misma organización impulsaba en la comunidad pero que al final no todas las familias fueron aceptadas para el proyecto de letrinas. Otra persona dijo en relación al proyecto de Care que las letrinas no fueron ofrecidos por la organización, sino que fueron solicitados porque la gente ya sentía la necesidad.

La historia de un miembro de la Comisión de Salud José Ortiz es promotor agrícola de Afopadi pero también integrante de la Comisión de Salud de Asaq’. Contó que antes de ser involucrada por Afopadi en el trabajo con las letrinas a través del fondo de cal, la Comisión solamente se dedicaba a dar seguimiento a la atención en la clínica por una ONG prestadora de servicios contratada por el gobierno. El fondo de cal se formó con un aporte de 5,000.00 quetzales de Afopadi y 10.00 quetzales de parte de cada familia. Con ese dinero se mandó a pedir una camionada de cal. Ahora la Comisión de Salud compra una camionada por año, pero se está viendo que ya no es suficiente. Un día por mes la Comisión de Salud se encarga de vender cal a las familias con una pequeña ganancia pero a menor costo que en el pueblo. Una vez al año las familias se reúnen para decidir qué se hará con el dinero. Se aprovecha para seguir con la formación con temas relacionados con las letrinas, la salud y la higiene, la agricultura orgánica, la reforestación o el agua. Para responder a las demandas de las familias que todavía no cuentan con una letrina, la Comisión elaboró un proyecto y lo trató de gestionar, pero hasta ahora sin éxito. Hay deseos de seguir gestionando en el año 2011, pero varias familias ya no quisieron esperar e hicieron el esfuerzo de construir su propia letrina, porque ya se siente como una gran necesidad. Para construir la recamara y la plancha las familias contratan a uno de los albañiles que trabajaron en los proyectos. Antes de dar la taza o prestar el molde Afopadi revisa la construcción. Estas familias ya están participando en el fondo de cal y acuden a las formaciones con las demás familias.

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José no se siente satisfecho con el desempeño de la Comisión de Salud, dijo que solamente los y las integrantes que trabajan con Afopadi hacen el esfuerzo de dar vida a la Comisión y mejorar las condiciones de salud en la comunidad. También contó que hace unos tres años un sector de la comunidad quería construir letrinas lavables y desechar el agua sucia a un riachuelo. Pero al final se decidió que no era un buen proyecto porque no hay suficiente agua en la comunidad y además se iba a contaminar el riachuelo. Para José los aportes más importantes de las letrinas son los siguientes: hay más salud e higiene en la comunidad, ya no hay problemas entre vecinos y las personas tienen más privacidad. La historia del promotor de letrinas. Para contar su experiencia con las letrinas aboneras un día Alejandro Ramírez subió temprano a Asaq’ desde el pueblo de Ixtahuacán donde trabaja ahora en la municipalidad. Contó que fue contratado en el 2005 por Afopadi y la Comisión de Salud para supervisar el uso correcto de las letrinas del proyecto de Care. En el mismo año también fue elegido por la comunidad para formar parte de la Comisión de Agua, una de las comisiones más activas y comprometidas de la comunidad, según el equipo de Afopadi. Alejandro participó en los talleres preparatorios a los tres grupos de familias para manejar bien toda la información sobre el manejo y cuido correcto de la letrina. El primer año, Alejandro visitó dos veces a todas las familias con una letrina. La primera vez, muchas letrinas no se estaban usando como tal, algunas familias la usaban como gallinero por ejemplo. Algunas no estaban bien terminadas. De las que estaban ya en uso, muchas no estaban en buenas condiciones. Alejandro contó que hablaba con las personas, les explicaba qué estaban haciendo mal, les animaba para terminar la letrina, limpiarla, remover el contenido de las recamaras cada semana y usar suficiente cal y ceniza. La gente le decía que no habían entendido bien todo lo que se les explicó en los talleres o que habían faltado. También contaban que no les alcanzaba la ceniza y que no tenían suficiente dinero para comprar la cal. Por eso nació la idea del fondo de la cal. En la segunda visita se dio cuenta que ya todas las letrinas estaban en uso, pero todavía no todas de la manera correcta.

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Cuando realizó la última visita en el 2007, pudo observar que casi todas las letrinas estaban siendo usadas correctamente: no había moscas, ni mal olor, las familias usaban el abono y estaban contentas con sus letrinas. Las familias no se oponían a las visitas, estaban agradecidas con las explicaciones y el apoyo. También para Alejandro las letrinas aboneras ya dieron buenos resultados: hay abono, la comunidad es más limpia y ya no hay mal olor. Preguntándole, Alejandro contó que la idea de los inodoros lavables nació antes de que hubo letrinas aboneras, pero que con éstas ya no hubo necesidad de pensar en ese proyecto, que las letrinas aboneras son mejores porque no gastan agua y no contaminan. 4.2. Análisis de la información, observaciones y recomendaciones Vale la pena mencionar que para el taller de sistematización con representantes de las familias participantes en los tres proyectos, hubo dificultades para formar los grupos según el proyecto. La mayoría quería integrarse al grupo de Afopadi aunque solamente para tres de las personas participantes Afopadi había dado todos los “Fue una necesidad porque materiales junto con la formación y el seguimiento. En hubo problemas con los otros casos Afopadi se había encargado vecinos por usar los únicamente de la formación y el seguimiento y las terrenos de ellos para letrinas llevan el nombre de las otras organizaciones. defecar” Lo que pueda significar que los y las participantes han valorado la cercanía de Afopadi en la ejecución del “Necesitábamos hacer proyecto. nuestra necesidad así dentro de una casita para Motivaciones para participar en los proyectos que no nos vean”. En primera instancia las motivaciones por participar que afloraron fueron las que ya conocíamos: Ya no había donde hacer las necesidades, había mucha contaminación y mal olor. Un elemento que llama la atención es que se mencionan muchos conflictos entre vecinos por ensuciar terrenos que no eran propios, hecho que no nos era tan familiar. Muchos y muchas participantes 15


La letrina ciega se llena y termina, contamina. La letrina abonera es muy buena, no contamina, por eso preferimos este tipo” “Pensábamos si funcionaban o no, si podíamos hacer buen uso o no”

también mencionaron la falta de privacidad y el sentimiento de vergüenza como un motivo importante por querer tener una letrina, como también la incomodidad al tener que salir bajo la lluvia, soportar los mosquitos e ir lejos. Otra razón que según los y las participantes tuvo influencia fue la contaminación que provoca la letrina de pozo ciego y la posibilidad de tener abono orgánico, aunque existe la sospecha que son motivaciones posteriores, es decir que con la formación la gente se fue sensibilizando sobre la utilidad de la letrina abonera y le fue gustando este aporte de la misma. Sin embargo otras familias tenían dudas sobre la letrina abonera por el cuido que hay que darle y por la necesidad de comprar cal.

Algunas familias confirman haberse animado por otras familias que ya tenían su letrina.

“Empezó a través de las otras familias que ya habían tenido el proyecto de letrinas de otras organizaciones, así se pensó en conseguir una letrina” “Nosotros pedimos porque vimos a nuestros compañeros que ya usaban letrina”

Conflictos, momentos críticos

Aún insistiendo en el taller y las entrevistas de sistematización los y las participantes no lograban identificar momentos de crisis en la ejecución de los proyectos. Solamente se mencionaron problemas en cuanto a la responsabilidad de Care en la entrega de los

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materiales. Para ellos y ellas los encargados de resolver esos problemas eran los y las integrantes de la Directiva del proyecto y la Comisión de Salud. Una posible explicación para esta falta –llamativa por ser rara-­‐ de conflictos podría ser que los proyectos no surgieron desde grupos organizados de forma independiente y no fueron los grupos que gestionaron los proyectos sino que la propuesta de las letrinas surgió desde las organizaciones externas. La responsabilidad de la ejecución no recaía sobre el grupo, sino sobre cada familia participante, la organización externa encargada y en menor grado sobre la Comisión de Salud cuando ya estaba involucrada. Aunque las personas estaban contentas con el proyecto de letrinas, de cierto modo no se sentían comprometidas en el logro del proyecto, no se sentían emocionalmente involucradas, porque de haber sido así probablemente sí se hubieran dado algunas fricciones. La falta de conflicto se podría considerar un hecho positivo, pero también puede ser un indicador de que se perdió una oportunidad para avanzar en la organización. Para Afopadi la ejecución de los proyectos conllevó dificultades a la hora de querer coordinar con otras organizaciones y con la municipalidad. Hay poca costumbre y voluntad de parte de las organizaciones presentes en el municipio para coordinar acciones tanto con otras organizaciones presentes como con las comunidades. Para la municipalidad los proyectos muchas veces son un medio que se usa para fines políticos y con mucha facilidad no se cumple con los compromisos. Pero para Afopadi valió la pena hacer el esfuerzo para asegurar que los proyectos de infraestructura, que son los más comunes por ser los más fáciles de ejecutar y porque responden más directamente a lo que la gente identifica como sus necesidades, tuvieran los procesos correspondientes de formación, monitoreo y seguimiento sin los cuales el éxito no hubiera estado garantizado. Entre los integrantes de la Comisión de Salud hubo fricciones por la falta de compromiso de algunos en relación a la atención a las familias con la venta de cal y en el proceso de gestión del proyecto para más letrinas, situación que hasta la hora no se ha logrado resolver. Es una situación que no solamente se da en esta comisión sino en varias.

La ausencia de conflictos no necesariamente es un factor positivo. Los conflictos, en vez de ser una amenaza, pueden ser una oportunidad para que las personas participantes en el proyecto crezcan y se fortalezca la organización interna del grupo y comunitaria. Sin embargo requiere de la organización acompañante una actitud constructiva y la voluntad de acompañar estos procesos difíciles, además de personas con las capacidades y herramientas necesarias. 17


Organización A través de los diferentes proyectos de letrinas no se logró mayor organización interna de los grupos. Cuando las organizaciones impulsoras de los proyectos se retiraron del municipio, los grupos de Care y Asede dejaron de existir. La forma en que la mayoría de las organizaciones de desarrollo llevan los proyectos a las comunidades tiene impacto en la falta de empoderamiento. Hay un cierto grado de sentido de dependencia en las familias Están a la espera de que lleguen organizaciones externas a ofrecer diferentes proyectos, no importa mucho cuales. “No se sabe por qué ya no sigue el grupo (de Asede), tal vez porque los trabajadores ya no llegaron. Algunas personas se fueron a otros grupos, otras no” “Es importante que las familias aporten. Lo primero es que las familias quieran, aunque es mejor si dan (las organizaciones)”

“Hacer un proyecto compartido, la mitad de la organización y mitad de las familias”

Por el otro lado, también ya se reconoce el papel de la organización comunitaria y la responsabilidad de cada familia en el desarrollo de la comunidad. Para Afopadi fue más importante vincular a la organización comunitaria con estos proyectos que fueron promocionados desde organizaciones externas que fortalecer el grupo en sí. El proyecto aportó a que la Comisión de Salud fuera reconocida de parte de la población como la responsable de vigilar por la Salud en la comunidad, lo que significó un gran cambio de actitud, ya que antes la población sentía muy poca responsabilidad propia en relación a la salud. Las familias hicieron saber que es necesario seguir con la formación porque siempre hay algunas letrinas que huelen mal. Sugirieron que se hagan llamados de atención en las Asambleas Comunitarias y que la Comisión de salud siga vigilando por el buen uso de las letrinas.

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“Divulgar en la Asamblea la idea de cómo mejorar las letrinas” “Es importante seguir con las visitas domiciliarias pero el problema es quien lo hace porque no se paga” “Es necesario las visitas, pero cómo hacer para que sigan, tal vez sería trabajo de la comisión de Salud.

“La organización ayuda a formar a la gente sobre muchos temas de salud y otros”

Un aporte importante de los proyectos de letrinas es el reconocimiento del papel de la Comisión de Salud como vigilante de la higiene en la comunidad y la responsabilidad de las mismas familias en el cuido de la salud. La salud ya no es responsabilidad exclusiva del gobierno y de las organizaciones, sino también de la comunidad como ente social y de las familias y personas individuales. Con otras palabras, las personas se están poco a poco empoderando de su propio bienestar, aunque siempre hay un sentimiento de que las organizaciones tienen la obligación de ayudar y regalar. 19


Importancia de la formación Todas las personas reconocían que la formación fue importante para el éxito del proyecto. Sin embargo, al preguntar qué ofrecía cada organización y qué aportó la familia, se mencionaban solamente los materiales y la mano de obra, nunca la formación. Probablemente tiene que ver con el hecho que la palabra “proyecto” tiene para las personas de las comunidades una connotación muy fuerte de “cosas materiales”. En un primer momento no se percibe la formación como un proyecto que mejora su vida directamente, aunque luego aparecen numerosas expresiones que muestran lo contrario. “Primero quiere paciencia la gente. Después cuando ya ven los resultados es cuando ya quieren poner de su parte”

“Los talleres son importantes para que aprendamos muchas cosas para el bien de nosotros”. “Los cambios han sido por la formación que recibimos. Las organizaciones nos han ayudado a cambiar ideas. “ “Si Afopadi sigue dando su apoyo en ofrecer la capacitación, lo recibiríamos”.

El promotor de letrinas manifestó que no es fácil lograr cambios en el pensamiento y la conducta de las personas, que primero quieren ver antes de involucrarse.

También las mismas personas reconocen que les fue difícil adaptarse a las letrinas por el mantenimiento que requieren y que fue gracias a la formación y las visitas de seguimiento que se logró que funcionaran las letrinas de forma adecuada.

“Nos costó como utilizarlo, porque no estábamos acostumbrados con esa letrina porque era diferente con las otras letrinas de otra forma”. “Nos costó adaptarnos porque nos habíamos acostumbrado a la letrina ciega, que no hacíamos su mantenimiento”

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Cambios provocados Las familias sienten que las letrinas aportaron para una mejora en la higiene y la producción de abono orgánico, logros que se habían previsto. Pero los hombres y las mujeres contaron también sobre otros efectos en los cuales no habíamos pensado con anticipación. Muchos de los y las participantes manifestaron una gran sensación de alegría por tener una letrina por la comodidad que ofrece. También se valora mucho la privacidad que da la letrina, el ya no tener que preocuparse por ser visto por otras personas.

“Nos sentimos bien, porque ya no nos cuesta, ya no hay que ir lejos” “Es una buena oportunidad porque se siente cómodo al hacer nuestra necesidad, no como antes.” “ya no tenemos pena para ir a hacer nuestras necesidades”

“Nos cambió la idea como educar a los niños de cuidar el medio ambiente porque las familias van creciendo, así poco a poco se van informando para una vida mejor, como manejar la basura en su lugar o quemarla. Porque produce enfermedades en los niños”.

Además se mencionó que las letrinas, a través de la formación acompañante, provocaron más conciencia sobre la importancia de educar a los hijos y las hijas en cuanto al cuido del medio ambiente. La letrina puede aportar mucho más que cambios “técnicos” en el campo de la Salud y la Agricultura. Ayuda a que la gente recupere un sentido de dignidad humana. Aumenta la autoestima de las personas, les da satisfacción, aprecian la comodidad, ya no sienten vergüenza, y aporta a la autosuficiencia y el sentido de responsabilidad. Sin embargo, este valor agregado depende en gran medida del acompañamiento dado. 21


4.3.

Conclusiones y recomendaciones Por un lado la sistematización confirmó que la formación y el seguimiento fueron indispensables para asegurar el logro de los resultados planteados. Son dos de los elementos fundamentales, junto con la organización y los aportes de las familias, que hacen la diferencia entre un proyecto paternalista y un proyecto que busca ir más allá de lo meramente técnico para estimular la construcción de una nueva visión de la vida en las personas. También se pudo comprobar una vez más que para la introducción de nuevas ideas, nuevas costumbres, es indispensable trabajar con ejemplos que poco a poco van convenciendo a las personas de su funcionalidad. Fue importante no buscar la institucionalización y el fortalecimiento de grupos de beneficiarios y beneficiarias, sino involucrar a la organización comunitaria. A pesar de que no se logró el grado de compromiso deseado de parte de la Comisión de Salud, hay que seguir por este camino, aprovechando cualquier iniciativa para fortalecer la autodeterminación de las personas y sus estructuras organizativas. Una sorpresa fue descubrir el gran impacto emocional que han tenido las letrinas. Los proyectos de este tipo pueden ayudar a elevar enormemente el sentido de dignidad de las personas, factor importante en cualquier proceso de verdadera liberación de los individuos y las comunidades.

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ANEXOS 23


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