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Nota de Tapa

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Desde el lote

Desde el lote

de un equipo”. Y agrega que han generado buenas relaciones. Una de sus tareas fuertes es, en la parte administrativa, ayudar a su madre con el tema de los seguros, vialidad, temas cada vez más complejos y una de las grandes preocupaciones de los contratistas. ¿Cómo transportar las máquinas de un campo a otro? Una vez, en esta revista, un contratista contó que si pudiera tener un superpoder, le gustaría “ser ese que tiene la mano grande, para agarrar la cosechadora y los equipos y ponerlos de un campo a otro”.

Tecnologías

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Consultada sobre las tecnologías que la han sorprendido o le llaman la atención, Rosso Divito apuntó a la agricultura de precisión. Digamos a todo lo que tiene que ver con la recolección y gestión de los datos.

Al principio, cuando Florencia era chica, recuerda que

“había la máquina que se podía tener”, hoy, por suerte, a costa de esfuerzo y dedicación, tienen también la que pueden tener pero han ido sumando nuevas tecnologías, con mayor capacidad y autonomía.

“Saber te permite proyectar y mejorar la eficiencia”, dijo. Y destacó: “Lo que me toca más de cerca es el piloto automá -

“El tico, porque cuando teníamos máquinas sin piloto, que yo era más chica y las manejaba, cuando llegaba a la cabecera y giraba y miraba para atrás, no podía creer que esa viborita había dejado, yo pensando que había hecho una pasada perfecta”, relató.

Hoy, aprieta un botón y todo se acomoda y queda perfecto. “Antes se peleaban para ver quién era el mejor sembrador, y me acuerdo que mi papá decía de fulano o mengano, hoy, ya no se habla de eso porque los pilotos hacen su parte”, bromeó.

Justamente, hablando de personal, Rosso Divito contó que le preocupa conseguir gente que quiera trabajar en el campo. “Preocupa el tema, pero estamos bien, está arrancando una nueva camada de chicos más jóvenes, nativos tecnológicos, pero se están formando, y tenemos gente de hace muchísimos años, hoy el equipo está armado, pero siempre hace falta conseguir gente nueva para algo que surge”, apuntó.

Fue hija, se crió entre fierros y animales. Aún embarazada se subía a la máquina, después con el “huevito” al costado. Como mamá, casi querer queriendo repite esa linda historia. “Sin darnos cuenta les inculcamos el amor por el trabajo, por lo que hacemos, el sacrificio. Siempre les charlo que hay que trabajar y con amor, y creo que ellos van aprendiendo”, contó. Y agregó: “Hay días que son lindos, pero otros que renegamos, pero siempre trato de mostrarles que uno se puede superar”.

“Uno de mis desafíos es enseñar a mis hijos el respeto por lo que hacemos, agradeciendo lo que la vida nos dio”, aportó Florencia. “A mí me encanta y creo que ellos lo disfrutan, a veces vamos los domingos al campo porque estamos en siembra o cosecha y hay que ir y yo les propongo hacer algo distinto, hacer un pic-nic, un asado, como para que para ellos también sea llevadero”, cerró.

Diagnóstico de AAPRESID

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