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SUPLEMENTO ESPECIAL
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MAÍZ
El todopoderoso busca consolidarse
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CRECIMIENTO EXPONENCIAL
Maíz, el supercultivo para agregar valor y dar vida a muchas regiones productivas Ha sido de los que más tecnologías incorporó y de los que más usos tiene pensando en el agregado de valor. Carne, leche, bioenergía, biomateriales, son algunos de los negocios que se mueven alrededor de este cultivo estrella.
Las exportaciones de maíz y sorgo en 2019 aportaron USD 6.660 millones, 60% más que hace 4 años.
Durante la campaña pasada la cadena del maíz y el sorgo aportó 20% de la rotación de cultivos extensivos (el 43% de las gramíneas), siendo el cultivo más federal, que permite agregar valor en origen. El 92% se hizo en siembra directa, se incrementaron las dosis de fertilización los últimos cuatro años, también el muestreo de suelos con 30% de los productores que ya lo hace. El maíz es el cultivo más tecnológico de la Argentina (46% de los productores siembra maíz con alta tecnología) y esto ha permitido incrementos de rinde. Las últimas cuatro campañas, el área de maíz creció 61% y la producción 63%. Y esta campaña, por
primera vez en 23 años, la producción de maíz supera a la de soja. “El gran aumento de la producción incrementó la contribución económica del maíz y el sorgo a la
La cadena de maíz y sorgo aportó 20% de la rotación de cultivos extensivos (el 43% de las gramíneas). economía argentina en 2019, con exportaciones que contribuyeron con 6.600 millones de dólares, un 60% más que hace cuatro años”, repasó Agustín Tejeda Rodríguez, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Y agregó: “Mientras la
economía argentina total tuvo caída del 4% estas economías crecieron casi 50% en su producto bruto, y si sumamos el resto de los eslabones, e incluimos carne y lácteos, el maíz ampliado la contribución es mayor, el 16% de las exportaciones totales de Argentina y casi el 4% del PBI”. Con el 38% del maíz de Argentina, Córdoba es líder en la producción del cereal, seguida por Buenos Aires con 25% y Santa Fe con 15%. Gonzalo Agusto, Economista Jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, ponderó la importancia que tiene el maíz para la economía de la provincia. “Es uno de los motores de la economía de Argentina y de
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Agustín Tejeda Rodríguez, Bolsa Bs.As.
Córdoba, con elevada inversión debido a su alto requerimiento tecnológico, con un gran aporte a la sustentabilidad productiva, generando empleos y múltiples usos y con un importante ingreso de divisas”, resumió. En Córdoba, los últimos cinco años aumentó el área de maíz un 69%, llegando a los 2,7 millones de hectáreas (el segundo mayor valor en la historia). Mirando la sustentabilidad, el cambio en la participación
En la campaña 2019/20, por primera vez en 23 años, la producción de maíz superó a la de soja. del maíz dentro de las rotaciones también es importante, porque mientras que hace 10 años por cada hectárea de maíz había 4 de soja, hoy la relación es 1 a 1,5. Otro dato interesante es que Córdoba transforma el 35% del maíz que produce. Alberto Morelli, presidente de Maizar, destacó: “El año pasado, el complejo maicero, incluyendo las cadenas de carne bovina, aviar y porcina, y la de lácteos, aumentó sus exportaciones más de 37% frente al 2018, siete veces más que las exportaciones totales de la Argentina (5,4%)”. Y agregó: “Las divisas por esas exportaciones, que fueron a 150 países, generaron más de 10.600 millones de dólares, casi el 16% de todo lo que despachó el
país”. Morelli también destacó que los múltiples productos agroindustriales que derivan del maíz y del sorgo generan más de 735.000 puestos de trabajo distribuidos equitativamente en la mayoría de las regiones del país. El futuro “Mirando hacia el futuro, el potencial es enorme, las cadenas del maíz y el sorgo presentan las mayores posibilidades para incrementar la producción de alimentos, energía y nuevos bienes y servicios, sobre la base de formas más sostenibles de aprovechamiento de los recursos naturales”, apuntó Tejeda. Para el referente de la Bolsa de Buenos Aires, “el desafío de hacer frente a una de las crisis sanitarias y económicas más importantes de la historia, sin perder de vista los grandes retos que la humanidad ya enfrentaba con anterioridad a la pandemia: demanda de alimentos creciente, impacto en el medio ambiente y recursos naturales”. Por eso, consideró que “es imperativo transitar el camino hacia una sociedad más sostenible y equitativa”. “Estamos en el final de una campaña agrícola que, en el caso del maíz, es la segunda más importante de la historia argentina, y lo hemos logrado pese a los riesgos implícitos que trajo la pandemia, para los que armamos con inédita
Alberto Morelli, presidente de MAIZAR.
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velocidad protocolos sanitarios, reorganizamos operaciones, reordenamos la logística, en medio de la caída de los precios internacionales y las incertidumbres externas por el mayor proteccionismo”, graficó Morelli. “La nueva campaña se ve promisoria en lo que se refiere a superficie, su resultado físico dependerá de las variables climáticas y de inversión en tecnología, sin embargo, la próxima siembra se llevará adelante en el marco de la pandemia, que atenta contra nuestra salud, nuestra economía y condiciona el estado anímico de la población en general”, apuntó el presidente de Maizar. Y concluyó: “Así y todo, haremos lo que hacemos todos los años: sembrar, cosechar y agregar valor. Producir es nuestro trabajo, lo que sabemos hacer y nos enorgullece”. “PREOCUPACIÓN POR HECHOS DELICTIVOS” “Vemos con profunda preocupación y condenamos los hechos delictivos que incluyen matanzas de ganado, la quema de campos y las roturas de silobolsas, la violencia nunca es el camino, y en este caso, además de bienes, destruye grandes cantidades de alimentos, cuando hay gente que pasa hambre”, lamentó Morelli. “Creemos que hoy más que nunca debemos estar unidos como Nación, trabajando todos por el bien común. Debemos canalizar nuestra mayor energía en resolver los problemas diarios y planificar el futuro desarrollo en un país que tendrá muy altos índices de pobreza, en vez de malgastarla defendiéndonos de planteos estériles y poco conducentes”, dijo.
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LA MIRADA DE LAS EMPRESAS
Confianza en los productores y en las tecnologías Los proveedores de insumos y maquinarias creen que los productores van a apostar a hacer un buen maíz aún en contexto de pandemia.
Las empresas confían que será una campaña promedio en cuanto a siembra de maíz.
A pesar de la pandemia, de las cuarentenas que se hacen más o menos duras en los distintos países, y dentro de ellos en las distintas provincias o distritos, la producción de alimentos no se detuvo ni se detiene. Y las empresas proveedoras de insumos y maquinaria para sembrar, proteger y cosechar el maíz confían en ello. “Entendiendo el contexto político en el cual los productores argentinos tienen que encarar la campaña de siembra (de maíz), pienso
que van a hacer lo que saben hacer que es producir alimentos, lo que traerá valor para toda la cadena,
Roncoroni (Precision Planting): “A pesar del contexto creo que los productores van a hacer lo que saben, que es producir alimentos”. y esto beneficia a todos, con lo cual, cuanto más claras estén planteadas las condiciones, mejor y más
eficiente va a ser la producción agropecuaria”, resumió Juan Francisco Roncoroni, gerente comercial de Precision Planting. Y agregó: “Proyectar una campaña partiendo de condiciones inciertas es lo peor que podemos hacer como país para promover nuestro desarrollo”. En una misma línea, el gerente de marketing de Fertec, Esteban Giammalva, consideró que “más allá del contexto mundial complejo, creo que se ha invertido mucho en los cultivos de gruesa con la in-
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o negativos para maíces tardíos”. Sin embargo, a favor, tiene el interés por la exportación de carne, lo que tracciona al maíz.
Roncorini, de Precision Planting.
corporación de tecnología y va a demostrar que se pueden buscar altos rindes”. Como dato de coyuntura, Matías Corradi, líder de Field View Cono Sur, apuntó que “el análisis del balance de la oferta y demanda mundial muestra un volumen de consumo global récord de 1,160 millones de toneladas, también traccionado por un consumo récord de 727 Mt para alimentos balanceados y su posterior conversión en proteínas animales”. Pero además de este dato alentador, Corradi ponderó que el cultivo tiene una fortaleza cada vez más estructural, que excede las coyunturas de los precios internacionales y también a las circunstancias económicas propias del país. Gustavo Turri, asesor privado de Siembra Neumática, recordó que “el maíz es uno de los cultivos más caros de implantar, por lo tanto es muy sensible a un cambio en las reglas del juego”, y por eso algunos creen que “ha perdido el ímpetu que tenía los últimos años versus la soja”. Para Turri, tomando todos los factores (también juegan clima y precios) “el panorama para la campaña actual es similar a la anterior y bien podría haber una leve disminución de entre 5 y 10% en el área de siembra”. Además, apuntó que “los análisis de rentabilidad supuestos dan positivo para la siembra de maíces tempranos y muy ajustados
Cómo lograrlo Consultados sobre la búsqueda de eficiencia y las herramientas para lograrlo, Roncoroni destacó que “las tecnologías que le permitan a los productores ser más eficientes, van a ser aquellas que les permitan tanto, el óptimo uso de los insumos como la mitigación de los potenciales factores que van a impactar en el rendimiento”. “Desde Precision Planting estamos enfocados en entender cada uno de los cultivos desde la
Turri (Siembra Neumática): “Los análisis de rentabilidad dan positivo para la siembra de maíces tempranos y muy ajustados o negativos para maíces tardíos”. agronomía, cuáles son los factores que más los afectan y a partir de esos descubrimientos, generar un conjunto de soluciones enfocadas entre otras cosas, en lograr una excelente uniformidad de nacimientos, una óptima distribución espa-
Turri, asesor de Siembra Neumática.
cial, poder capturar el potencial de cada ambiente sembrando la cantidad justa de semillas y aplicado la dosis exacta de fertilizante”, indicó Roncoroni. Para ello, cuentan con sensores en toda la sembradora que, ofrecen información de cada centímetro del lote en tiempo real poniendo la lupa en todo lo que ocurre dentro del surco para poder tomar las mejores decisiones en el momento de la siembra y no cuando todo esté terminado. “El maíz es el cultivo que mayores aportes de tecnología presenta, actualmente hay híbridos con siete modificaciones genéticas que le confieren al cultivar mejores características defensivas sobre los factores bióticos”, destacó Turri, quien también ponderó el uso de fertilizantes microgranulados. Turri también puso sobre la mesa los avances en tecnología para mejorar la calidad de siembra.
La fertilización es una de las claves del maíz.
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“En febrero del corriente año fue lanzado al mercado un nuevo sistema de siembra dotado de motores eléctricos para siembra variable”, recordó. Y agregó: “El sistema tiene particularidades como cambio de la densidad de siembra en los ambientes del lote, corte por línea individual de siembra en las cabeceras y compensación de siembra entre líneas en siembra en curvas o terrazas en curvas de nivel”. “Los estudios realizados muestran un significativo ahorro en semilla de maíz con este sistema, un dato alentador pensando que la semilla es el insumo de mayor incidencia en el costo de implantación del maíz, el segundo es el fertilizante, para ello se trabaja en un sistema para fertilización variable”, relató. En cuanto a lo nutricional, para Giammalva es fundamental hacer análisis de suelo previos, para cuan-
Giammalva (Fertec): “El manejo por ambientes es una ventaja en eficiencia y un ahorro de insumos importante”. tificar las necesidades en cada sector. “El manejo por ambientes representa una ventaja y una eficiencia grande porque estamos aplicando lo que planificamos y lo que el suelo y el cultivo demandan en cada sector y eso implica, además, un ahorro en los insumos”, dijo.
Giammalva, de Fertec.
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Una de las apuestas es a la agricultura de precisión y ajustes en el uso de insumos.
A través de trabajos del Inta Balcarce, tienen cuantificado que la misma dosis aplicada sobre el mismo cultivo, pero con diferente coeficiente de variación (de 15% a 50%), puede generar una diferencia en el ingreso neto del cultivo de hasta 100 dólares por hectárea en maíz, esto implica que hacer las cosas mal significa dejar de ganar mucho dinero”, resumió Giammalva. “Nuestros equipos cuentan con la posibilidad de tener un sistema de distribución con doble regulación tanto del ancho de labor como del patrón de distribución que garantiza coeficientes de variación por lo menos cercanos o incluso por debajo del 15% dependiendo de la calidad del fertilizante”, contó. “La respuesta del maíz a la aplicación de tecnologías es contundente, y en este punto las herramientas de agricultura digital tienen un rol central para potenciarlo en cada etapa del cultivo”, destacó Corradi. Y enumeró algunas de las mismas: “Ya desde el barbecho, pensando en el seguimiento y control de malezas, la tecnología puede ser una aliada porque con plataformas como Field
View se pueden obtener imágenes satelitales para conocer la variabilidad de la vegetación que hay en el lote”. También se puede tener un control de la densidad de siembra.
Corradi (Field View): “El cultivo de maíz tiene una fortaleza cada vez más estructural, que excede las coyunturas internacionales y locales”. “Una novedad para esta campaña es el lanzamiento de las Prescripciones de Semillas FieldView en versión Beta (versión de prueba) a la que accederán todos los clientes que tengan el Plan Plus, es una
Un sensor para saber qué pasa en el surco.
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Reducir la brecha: Podrían cosecharse 15 Mt extra
Corradi, de Field View.
herramienta que utiliza imágenes satelitales de entre tres y cuatro campañas, a la que, además, se le pueden sumar otras capas de información que tenga el lote para crear una ambientación automática que permite tomar decisiones sobre la selección de híbridos, densidad y fecha de siembra”. La confianza de las empresas en los productores es tecnológica, pero también por la capacidad de adopción de innovaciones que tiene el productor argentino, reconocido en el mundo por buscar la eficiencia a través de distintos caminos. La tecnología es uno.
La futura oferta de productos agrícolas dependerá en 9% de una mayor área cultivada, el 16% de una intensificación del uso de la tierra, y en 75% de un incremento de los rendimientos, ya sea por un aumento del potencial o por un cierre de brechas; esto es, que el rendimiento promedio del productor se acerque al rendimiento potencial, resolviendo las limitantes de nutrientes, malezas, plagas y enfermedades, explicó Juan Pablo Monzón, investigador del CONICET y el INTA. “La brecha de rendimientos se puede cerrar hasta 20%, porque la incertidumbre, los temas económicos y demás no permiten achicarla más”, agregó Monzón. Según Monzón, “para el caso del maíz, en la Argentina, sólo reduciendo la brecha, sin aumentar el área, podríamos pasar de 55 a 62 millones de toneladas”. Según el especialista, la Argen-
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tina puede incrementar más de 15 millones de toneladas la producción de maíz con la superficie actual, y dejó algunas conclusiones: el maíz tardío tiene mayor brecha que el temprano; en años de alto potencial, las brechas de rendimiento son mayores; y las zonas de mayor aplicación de tecnología tienen menor brecha. El profesor de fitopatología de la FAUBA, Marcelo Carmona, se refirió a las principales enfermedades fúngicas del maíz, a su manejo y a cuántas pérdidas causan. Como consideraciones finales, dijo que los cambios en el escenario ambiental y productivo del maíz provocaron una mayor predisposición a enfermedades, que pueden alcanzar del 10 al 40% de daños. “El híbrido tiene un protagonismo especial, juega un rol cada vez más importante en el manejo de las enfermedades. Es preciso discutir y afianzar una gestión integrada de enfermedades. Y la capacitación y el monitoreo son pilares para fortalecer en el medio técnico”.
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EL SECTOR ANHELA UNA LEY DE FERTILIZANTES
Nutrición: la clave en la búsqueda de altos rindes y bajo impacto ambiental Aumentar la producción es importante y se viene logrando, pero hacerlo de manera sustentable es clave. Los fertilizantes tienen un rol destacado. Una desgravación impositiva (difícil de lograr en el Congreso) sería una buena herramienta para lograrlo.
La genética ha demostrado que con fertilización responde.
Conservar el suelo, aumentar los rindes y mejorar la producción mediante el uso de fertilizantes y el balance de nutrientes es costoso y requiere incentivos. Esos incentivos están incluidos en el proyecto de ley sobre conservación de los suelos agropecuarios elaborado en 2014 con gran consenso por un equipo de técnicos y profesionales de asociaciones como Fertilizar, Aacrea, Apresid y Ciafa, y analizado por asesores del entonces diputado nacional y hoy ministro de Agricultura, Luis Basterra. En ese proyecto, recordó Jorge Bassi, referente de Fertilizar, se planteó la desgravación impositiva del gasto en uso de fertilizantes como herramienta para promover la conservación de suelos como objetivo de mediano y largo plazo. Se proponía desgravar del monto imponible del Impuesto a las Ga-
El proyecto de ley de Fertilizantes de 2014 proponía desgravar del Impuesto a las Ganancias el gasto en fertilizantes. nancias el 100 % del gasto en fertilizantes, para lograr, a través de planes voluntarios de siembra, una mayor reposición de nutrientes. “Todos los productores agropecuarios pueden subirse, pero con ciertos requisitos: presentación de un plan de siembra y fertilización a tres años, con un cierto monto de inversión y un análisis del suelo de los lotes involucrados diseñado y suscripto por un profesional y el dueño de la tierra, de modo de involucrar a este directamente en la conservación del suelo”, dijo Bassi. Bassi señaló que “muchas veces,
enfocados en la productividad inmediata, no estamos viendo cómo proyectar al futuro la productividad del sistema agrícola, y mientras tenemos que sostener y mejorar la fertilidad de nuestros suelos”. La ventaja actual, dijo, es que sabemos cómo lograr una agricultura de alto rendimiento y bajo impacto ambiental. Las “tres patas” son la siembra directa, la rotación con gramíneas -con cultivos de cobertura, para cuidar el balance de carbono- y la reposición de nutrientes. Ensayos positivos A partir de mapas de evolución del contenido de fósforo extractable, potasio y zinc en la Pampa Húmeda y los resultados de una red ensayos en los que se compararon los rindes de campos “testigo” con otros de fertilizaciones promedio recomendadas por técnicos del INTA, en Fer-
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tilizar extrapolaron resultados. Según Bassi, se podría llegar a un aumento de 4 millones de toneladas en trigo, 9 millones en maíz y 8 millones en soja, en la que además habría una mejora de calidad. Nicolás Jorge y Santiago Rossi presentaron un estudio de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sobre la eficacia de la deducción impositiva para promover la conservación de suelos, en dos escenarios: desgravación del 50 y del 100% del gasto en fertilizantes del monto imponible de Ganancias. El estudio, explicó Jorge, recurrió a la base de datos de la Bolsa sobre productores de baja, media y alta aplicación de tecnología, y concluyó que, en el escenario de reducción del 50%, se obtendría un
aumento del 13 al 30% en el uso de fertilizantes, del 6 al 12% en el volumen total de cultivos y de 1.200 a 2.600 millones de dólares en el valor agregado agroindustrial, con impacto fiscal levemente negativo en Ganancias pero positivo en la recaudación total. En caso de una desgravación del 100%, los aumentos serían de 16 a 32% en fertilización, de 7 a 13% en la cosecha y de 1.300 a 2.900 millones de dólares en valor agregado, con una caída de entre 400 y 500 millones de dólares en la recaudación de Ganancias, más que compensada por el aumento en la recaudación total, con un saldo fiscal positivo de entre 160 y 335 millones de dólares. Para el maíz, los rindes mejorarían de 8,0 a 8,8 toneladas por hectárea,
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Jorge Bassi, de Fertilizar Asociación Civil.
mediante una duplicación de las dosis de nitrógeno y un aumento “significativo” de las de fósforo. Y para el trigo, pasarían de 3,0 a cerca de 3,5 toneladas por hectárea. “Los incentivos del proyecto de ley son los adecuados para aumentar las dosis de fertilización, y eso llevaría a mayores niveles de producción que compensan el costo fiscal con mayor producción e impuestos indirectos”, concluyó Rossi.