Revista de distribuciĂłn gratuita - AĂąo 12 - NÂş 87 - Noviembre 2016
Esta revista es posible gracias al auspicio
del Gobierno de Mendoza
Pequeños conjuros
Editor Responsable: Editorial Ábrete Sésamo. Directora: Jimena Garay. Editora: Silvana Ponce. Ilustración y Diseño: María Victoria Caruso. RR PP: María Inés Hernández. Web: Lorena Pouso. Colaboradores: Dra. Mara Bastanzo, Dra. Graciela Ficcardi, Diego Martinez Cócola, Beatriz Actis.
SI QUERÉS ANUNCIAR COMUNICATE: jimena@abracadabrarevista.com.ar
Abracadabra fue declarada de INTERÉS EDUCATIVO Por la h. Cámara de diputados de la provincia de Mendoza al recibir el PREMIO PREGONERO 2011 Por fomentar la lectura en los niños. Res. 481/11 Abracadabra también fue declarada: de INTERÉS EDUCATIVO por la dirección general de escuelas de la provincia de Mendoza Res. 0425/09 de INTERÉS LEGISLATIVO Por la h. Cámara de diputados de la provincia de Mendoza - Res. 1384/08 de INTERÉS PROVINCIAL Por la h. Cámara de diputados de la provincia de Mendoza - Res. 428/12
Familia y sociedad Matrimonios homosexuales, familias ensambladas o monoparentales, solteros, forman las nuevas estructuras familiares. No importa cuál sea la constitución de una familia, sino el rol que ésta desempeña en la vida de un niño, en su estabilidad, en su conformación de valores, es decir, en su guía y acompañamiento en el recorrido de la vida. Es, sin dudas, el primer ámbito socializador y, dependiendo de la dinámica del núcleo del cual el niño forma parte, son los esquemas y patrones que va a reproducir. La familia que fomenta la violencia contribuye, pues, a una sociedad violenta. Es la encargada de enseñarnos cómo comportarnos y qué hacer en determinados momentos, por ende, su rol es muy significativo al ser un agente transmisor de valores que perdurarán
en la adultez. Allí radica su relevancia en la vida de una persona, dado que su función es la de formar niños con el fin de crear adultos emocionalmente equilibrados y con buenas relaciones interpersonales. Esta institución no sólo debe brindar al niño cuidados primarios, sino un hogar en el que pueda desarrollarse de manera integral para ser un adulto feliz y útil a la sociedad. Equipo Abracadabra
Mimos para el alma
Ya dejamos atrás los años en los que algunos padres y madres cuando sorprendían a sus hijos pequeños tocándose los genitales les gritaban: “¡No te toques!” y otras frases que, a menudo, no hacían otra cosa que provocar una sensación de angustia, tanto en los niños como en las niñas, quienes no imaginaban que pudiera ser malo, ya que les proporcionaba placer.
Mi hijo se toca los genitales ¿Qué hago? concepción, en donde las células masculinas y femeninas intercambiarán sus cromosomas con la información genética de cada una de ellas. Esta nueva célula será un embrión que irá creciendo en el vientre materno, desarrollando todos sus órganos y sistemas y será mujer o varón según sus cromosomas sexuales sean xx o xy respectivamente.
Actualmente la mayoría de papás comprenden que ésta no es la conducta apropiada, pero en muchos casos tampoco saben muy bien qué hacer en esta situación. Por un lado piensan que es normal que su hijo o hija juegue con su cuerpo y descubra el placer, pero por otro, no saben si este tipo de juegos va a ser perjudicial o debe tener un límite.
Es sabido que ya en el vientre materno, el bebé tiene actitudes, sensaciones y algunos sentimientos o emociones, no muy bien determinados aún. A su vez, las hormonas producidas por sus genitales ya desarrollados, influirán en su cerebro prenatal, determinando sus actitudes de género.
Deberemos entonces abocarnos a lo que se llama educación sexual infantil, que estará presente en todo el desarrollo del niño desde el momento de su
Al nacer, la vida del bebé dependerá del pecho materno que calmará su hambre, dolores y ansiedades. En este momento, las mayores sensaciones se
concentran en la boca y se la denomina etapa oral. Cuando el niño o niña no tienen a mano el pecho materno por cualquier circunstancia, vemos que habitualmente se succionan el pulgar o algún objeto como el chupete. Esta actitud representa el inicio de sus fantasías, y sus primeros procesos mentales. Esta etapa dura aproximadamente un año, desde el nacimiento hasta el año. Sigue a esta etapa la denominada etapa anal, en la que todas sus sensaciones surgirán a partir de la eliminación o no de su materia fecal. Una vez que logra controlar esfínteres, deja los pañales y comienza a explorar el mundo que lo rodea a través de la deambulación: va de un lado para el otro, mirando, observando, y también tocando. En la edad comprendida entre los dos a cuatro años entramos a la etapa genital, en la que empieza a explorar sus
genitales y compararlos con los de sus padres, hermanos o hermanas. Hacia los 5 o 6 años, comienzan a tocarse ellos mismos y a sentir sensaciones generalmente placenteras. Los varoncitos descubrirán su pene y notarán que en determinadas situaciones, al tocarlo, se les agranda e hincha, causándoles sorpresa y diversión. En esta etapa los varones juegan con sus genitales y se comparan con las niñas que no tienen pene, pero se ha demostrado que las pequeñas ya tienen sensaciones vaginales. Saben que tienen un agujerito y un botoncito por encima que, a veces, también se le hincha o agranda. Es en esta edad que se les debe explicar que tienen vagina que es como un conducto o canal que va hacia adentro y comunica con un órgano muy importante para las 4
mujeres que se llama útero o matriz y sirve para alojar a los bebés, cuando sean más grandes. Se debe tener cuidado en este período ya que las niñitas suelen introducirse pequeños objetos dentro de su vagina, que les podrán causar infecciones o irritaciones manifiestas como flujo, mal olor, ardor, dolor o picazón. Esta situación hará que se rasquen lastimándose más o haciendo un circuito de tocarse-infectarse-irritarse-tocarse, fijándola como una conducta muy difícil de parar. Todas estas actitudes de tocarse, mirarse y compararse los órganos genitales son normales, pero en algunas circunstancias pueden hacerse muy frecuentes o repetitivas, llamando la atención de los familiares o maestros. Esto puede deberse a que el niño o niña está pasando por una situación de angustia y ansiedad, o por tener un factor irritativo externo, ya sean gérmenes u hongos, dermatitis, parásitos, y habrá que investigar la causa a través de una consulta con el especialista. Se recomienda que las 5
niñitas sean vistas preferentemente por una ginecóloga infantil, que hará un examen adecuado sin ocasionar traumas y con una correcta orientación diagnóstica. No es correcto hablar de masturbación a estas edades, ya que la
masturbación en el mundo del adolescente o del adulto tiene una serie de connotaciones que no son aplicables a esta temprana edad. Es aconsejable que los padres observen a sus hijos cuidadosamente, sin perturbar demasiado los genitales y/o zonas cercanas, para detectar signos de inflamación, cambios de color en la piel, hinchazones, lesiones por traumatismos, etc. Y es también fundamental, aprovechar estas circunstancias para entablar una buena comunicación, expli-
cándoles normas de higiene y cuidados especiales de esta zona tan valiosa de su cuerpo y también muy íntima y delicada. Cómo lavarse y secarse correctamente (especialmente las niñas), que aprendan a hacerlo por sí mismos y que no permitan que nadie los toque y que si esto les sucede algún día, no tengan temor de contarlo. Las mamás deberán tener en cuenta que los genitales de sus hijos deben ser cubiertos con ropa adecuada y de algodón, y para lavarlas no deberán usar detergentes ni lavandinas. Niños y niñas aprenden y viven su sexualidad como algo normal, en la medida en que los adultos también la asumamos con naturalidad, no como algo sucio o feo, sino como algo que forma parte del correcto proceso de crecimiento y que les va a permitir incorporar progresivamente una serie de actitudes, comportamientos e informaciones que les ayudarán a desarrollarse como seres sexuados sanos, y con capacidad de disfrutar, cuando sean adultos, de una vida sexual gratificante. Dra. Graciela Ficcardi Fellow Internacional en Ginecología Infanto-Juvenil, mat. 1
Sana, sana
Infección urinaria ¿Qué es? Es el conjunto de síntomas que aparecen por la multiplicación de gérmenes en el tracto urinario. Éste está formado por el riñón y las vías urinarias. La orina se forma en el riñón, se traslada por los uréteres hasta la vejiga para ser excretada al exterior por la uretra. Los síntomas de esta enfermedad varían con la edad del niño, el lugar en que se desarrolle y la severidad de la infección. En niños mayores se puede distinguir entre Cistitis (infección limitada a la vejiga), cuyos síntomas son dificultad y ardor para orinar con aumento del
número de micciones; y Pielonefritis (infección más localizada en los riñones) que generalmente compromete el estado general del paciente y se manifiesta por fiebre, dolor lumbar, vómitos, dolor abdominal y malestar general. En el lactante y niños pequeños el diagnóstico es más difícil, y debe sospecharse infección urinaria en todo bebé con fiebre de causa no clara, falta de aumento de peso de un control a otro, orina de olor más fuerte o de color mas intenso que el habitual. Es una enfermedad frecuente en la infancia. Constituye la tercera causa de infección en pediatría luego de las
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infecciones respiratorias y digestivas. En las niñas es más frecuente que en los varones, así como en la adolescencia y en el inicio de las relaciones sexuales. Diagnóstico La infección urinaria se sospecha con un sedimento de orina patológico con más de 10 leucocitos, y se confirma en el urocultivo con el aislamiento de la bacteria. La muestra de orina debe ser recolectada en un frasco estéril (nunca en bolsa colectora), luego de haber realizado una buena higiene de la zona genital con agua y jabón., y enjuagar con agua hervida tibia para arrastrar los gérmenes de la zona. El frasco estéril debe abrirse en el momento en el que el niño orine. Puede reservarse a temperatura ambiente hasta seis horas o en la heladera menos de veinticuatro horas, para luego ser entregado en el laboratorio.
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Tratamiento Una vez que se sospecha la infección urinaria con el sedimento de orina, se realizará el urocultivo y posterior a ello se iniciará el tratamiento antibiótico con cefalexina que luego podrá adecuarse al resultado del cultivo. Una vez confirmada la infección, se profundizarán los estudios y el seguimiento correspondientes acorde a la edad del niño. ¿Por qué es importante el diagnóstico y el estudio de la infección urinaria? La infección urinaria puede producir daño renal y, tal vez, sea la expresión de una malformación preexistente de la vía urinaria. A través del estudio de los niños con esta enfermedad, el pediatra o el especialista podrán evaluar el riesgo de cada paciente en particular. Dra. Mara Bastanzo Médica pediatra MN 104500 MP
Educación
A través de la boca, tenemos el primer contacto con el mundo exterior. Con ella respiramos, comemos, sonreímos, nos comunicamos... y los dientes cumplen un papel primordial en todas esas funciones. Conozcamos mejor los cuidados que la boca demanda. Esperando al Ratón Pérez “Mami, ¿por qué tengo que cuidarme tanto los dientes si al final se me van a caer todos?” preguntó un brujito a su mamá, y con absoluta lógica. Los dientes de leche juegan un papel importante, entre otras cosas, porque tienen la función de guardar el espacio propicio para la salida de los dientes definitivos. Si se extraen antes de tiempo, los permanentes pueden salir
Una sonrisa llena de dientes sanos mal ubicados o torcidos. Por otra parte, la primera dentición es muy propensa a sufrir caries. A veces se cree que, porque son de leche, no producen dolor, cuando lo cierto es que, sin los cuidados necesarios, pueden generar molestias, inflamaciones e infecciones. Los dientes de leche comienzan a caerse entre los 5 y 6 años. En ese momento los papás deben estar especialmente atentos a la aparición del primer molar definitivo, que surge en la parte posterior de la boca y puede no recibir la higiene necesaria. En esta etapa es fundamental la visita al odontopediatra, por el riesgo potencial de que se produzcan caries en los primeros molares definitivos. Por eso es conveniente que la higiene bucal esté supervisada por los padres.
Aprender jugando Se aconseja que los brujitos incorporen la tarea diaria de lavarse los dientes desde muy pequeños, a los 2 ó 3 años. Junto a la mamá o papá les resultará más divertido el ritual si se les plantea como un juego de morisquetas frente al espejo antes de irse a dormir. A partir de los 4 años ya pueden hacerlo solos, a la mañana y a la noche. En cuanto al cepillo de dientes, debe ser de cabeza corta, cerdas blandas, rectangular y acorde a la edad. Las pastas aconsejables son las que contienen flúor. ¿Por qué se producen caries? Las caries dentales producen la destrucción progresiva de los tejidos duros del diente. Las responsables de
este mal son las sustancias ácidas elaboradas por las bacterias que constantemente se forman sobre los dientes. El problema comienza por la placa, una capa pegajosa e invisible de bacterias dañinas. El azúcar, unido a la placa, forma ácidos que no están determinados por la cantidad de azúcar, sino por la frecuencia con la que son consumidas. Un diente con caries no se repara solo, el dentista es el encargado de curarlo: elimina la parte careada y la reemplaza por un material que reconstruye la zona dañada. Cuanto antes sea tratada, la restauración será más sencilla. ¿Cuándo visitamos al dentista? La primera visita se aconseja con la aparición de los dientes de leche, para recibir el asesoramiento adecuado 8
sobre la higiene bucal del bebé. Y a partir de los 2 años, el brujito se encuentra en condiciones de tener su primer control odontológico. Lo ideal es que la primera vez sea como un juego, para que los chicos se vayan familiarizando con el profesional, el consultorio y el instrumental. Si esta primera visita se les presenta como una situación traumática (dolor o infección) quedará registrada así por mucho tiempo y relacionarán la visita al consultorio dental con el miedo y el sufrimiento. El consejo sería entonces: ¡A cuidar los dientes de sus brujitos desde el comienzo! Diego Martinez Cócola Odontólogo - Mat. 1495
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Mimos para el alma
Cuidemos la piel de los primeros soles
La luz del sol es importante para la síntesis de la vitamina D a través de la piel, pero la exposición en exceso trae aparejados muchos inconvenientes, Veamos cómo lograr disfrutar, sin descuidar la salud de nuestros hijos. El sol emite radiaciones ultravioletas, más conocidos como rayos UV, que son los responsables de nuestro bronceado, de quemaduras y a veces de ampollas. El efecto perjudicial que el sol ejerce sobre la piel es acumulativo a través
de los años, o sea que no desaparece si se deja de tomar sol. Se debe recordar siempre que la piel “tiene memoria” y en algún momento pasará factura si fue maltratada. Los bebés menores de 6 meses deben ser resguardados de toda exposición a los rayos UV, ya que su piel es más delgada y es incapaz de producir melanina para protegerla. La dermis de un bebé es menos capaz de refrescarse por sí misma, y por eso una quemadura solar accidental a esta edad puede transformarse en una emergencia médica.
Algunas indicaciones que debemos tener en cuenta en el verano o en días de mucho calor: Hay que evitar que los niños se expongan al sol en el horario de riesgo: entre las 10 y las 16 horas, que es cuando los rayos del sol caen más perpendicularmente a la superficie terrestre. Lo ideal es vestir a los chicos con ropa adecuada: en lo posible, con colores claros y telas livianas, usar un sombrero o gorrito de ala ancha. Es recomendable también acostumbrar
a los más pequeños al uso de anteojos de sol con protección UV. Debemos cubrir su piel con protectores solares. A partir de los 6 seis meses colócale cremas protectoras con filtros o pantalla solar con alto factor de protección. Los filtros se miden en FPS (Factor de Protección Solar), cuanto mayor sea el número, mayor será la protección. Mientras el factor sea mayor a 30 FPS, el bebé estará bien protegido, ya que la diferencia en la protección entre un FPS 30 y otro FPS mayor a mínima. 10
Esto si se sigue el procedimiento de aplicarlo cada dos horas y luego de una inmersión prolongada, de lo contrario es preferible usar un factor 35 ó 45. Recuerda que lo ideal es usar siempre el mismo protector. Lo debes colocarlo por lo menos 20 minutos antes de la exposición solar y repetir la aplicación después del baño en el mar, piletas de natación o cada 4 horas. Las pantallas solares refractan los rayos ultravioletas y son muy efectivas ya que bloquean hasta el 90% de las radiaciones. ¿Qué sucede luego de la exposición al sol? Después de la exposición al sol es importante hidratar la piel para evitar la exfoliación, la irritación y la sequedad de la piel. El mercado ofrece una gran variedad de cremas hidratantes para después del sol. Es importante consultar con el pediatra acerca de qué productos utilizar, ya que en el mercado muchas 11
veces no existen los controles de calidad necesarios en los productos de venta libre, y es médico quien sabrá asesorarte acerca de lo mejor para el cuidado de tu bebé. Dra. Mara Bastanzo Médica pediatra MN 104500 MP 961
¿Es mi hijo un comedor selectivo?
Pequeños conjuros
Se niega a probar nuevos alimentos: ¿es mi hijo un comedor selectivo? Nuestros pequeños tienen personalidad propia y, por eso, les pueden gustar sólo ciertos sabores, olores, texturas o colores. Este hecho puede alejarlos de algunos alimentos. ¿A quién le gustaban las espinacas a los cinco años? ¿Quién no ha dado “guerra” a la hora del almuerzo? Ahora son nuestros hijos los que se niegan a comer y nosotros quienes nos preguntamos: ¿qué puedo hacer? ¿Por qué no come alimentos que ni conoce? No se preocupen: les traemos diversos
consejos muy prácticos para manejar la situación. Comedor selectivo: ¿qué es? Los expertos utilizan el término “comedor selectivo” para describir a niños que comen sólo un número muy limitado de alimentos y que tienen una fuerte reacción negativa hacia otros no deseados. Según estudios realizados por expertos de universidades del norte de EE.UU y el Western Psychiatric Institute, en Pittsburgh, estos niños pueden ser exigentes comedores en la edad adulta si no se los estimula a probar nuevos alimentos en edades
tempranas. Es cierto que puede causar impotencia, agobio o preocupación ver que los niños apenas comen, ver cómo no salen del “menú” que ellos mismos han adoptado como “válido” (casi siempre, compuesto por alimentos no muy saludables en exceso). Pero… ¿se han planteado cómo se sienten los pequeños cuando esto mismo les sucede ante personas con las que no tienen tanta confianza como con los padres? En ese momento, no tienen tanta opción de salirse con la suya… No sólo debe preocuparnos la nutrición, sino
también el factor psicológico puesto que pueden sentir ansiedad al ver que son los únicos que no comen lo mismo que los demás y llegar a evitar el contacto con sus compañeros o incluso peor, fingir que han olvidado el almuerzo para evitar ese malestar. Como papis debemos dar el ejemplo y motivar a los peques a comer variado y equilibrado porque la falta verduras, frutas y otros alimentos en su dieta puede ocasionar problemas de salud en un futuro. 12
Las verduras: eternas rivales En momentos de desesperación pueden pensar que si los niños tienen hambre, comerán lo que les sirvan (aunque no les guste), pero así no los ayudan, sino que los perjudican, al crearles ansiedad. “Si comes dos cucharaditas más de puré puedes ir a ver la tele”: este tipo de “soborno” puede resultar también negativo, ya que pueden vernos como el enemigo al forzarles a hacer algo que para ellos es desagradable. Siete consejos útiles sobre alimentación infantil . Ser flexibles: tener en cuenta las preferencias de los pequeños (pero sin dejar que ellos impongan los menús). . No premiarlos con golosinas o dulces: puede crear futuros hábitos alimenticios perjudiciales para ellos.
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. No obligarlos, ni castigarlos o dejarlos sin postre: el postre es parte de su alimentación, no es una recompensa. . Acercarlos a los alimentos: una buena manera podría ser cocinar con ellos para que se familiaricen con los alimentos. . Nosotros, el modelo a seguir: lo esencial es que vean que no sólo les decimos que comer de todo es saludable, sino que lo hagamos. . Juntos es mejor que separados: las conductas alimentarias saludables se aprenden mejor en buena compañía.
. Asociar sabores: podemos cocinar los alimentos que no les gusten tanto junto con otros que sí. Se trata de un proceso lento, donde la imaginación, el cariño y la paciencia deben ser constantes, para crear en ellos la curiosidad y el interés por experimentar con nuevos sabores. La mejor recompensa será poder verlos comer de todo disfrutando de ello, así que ¡mucho ánimo!
“Lunáticos
Má, me contás un cuento?
(o Dueño y mascota)” A mi gata Luna le gusta dormir no menos de veintidós horas por día (aproximadamente). Sobre todo, en un almohadón que está encima de una silla en la cocina. Y a veces también en la pequeña cornisa que asoma sobre el jardín. Y es mejor que duerma, porque si no, anda todo el día con un humor de perros, o mejor dicho, con un mal humor de gatos. Ayer era un día de sol y yo estaba barriendo la cocina. Como corresponde,
quise correr a Luna del lugar en el que duerme habitualmente porque me llena de pelos la silla, la almohada y todo lo que está a su alrededor. Después el pelo vuela con el vientito y anda rodando por la casa como la paja en esas películas de cowboys que pasan los sábados a la tarde en la televisión. Además, cuando llega la tía Purita, antes de saludar siquiera, ya empieza a estornudar. Y estornuda y estornuda toda la mañana, y yo tengo que andar
detrás de ella alcanzándole pañuelos de papel. La verdad, es una situación bastante escandalosa. De vez en cuando, mi tía deja de estornudar, levanta el dedo y me acusa: “Vos y ese gato”. “Gata”, le digo yo, no sea cosa que Luna la escuche, y se ofenda. Ayer, cuando estaba barriendo la cocina y quise sacar a Luna de su lugar habitual, tuve que despertarla. Entonces se
rebeló, se negó a levantarse de la silla y me dijo con su lógica tan particular: -“Mire si me muevo y me canso. Si me canso y me estreso. Si me estreso y me enfermo... Piense: ¿no se da cuenta de que me puedo extinguir?”. Luna a veces dice cosas in-cre-í-bles. Es haragana, es caprichosa. Tiene muchos recursos para aprovecharse de mí. Eso sí: siempre nos hemos tratado de usted. Cada dos por tres me saca de las casillas, pero con el debido respeto. 14
El resultado de nuestra conversación -en fin, de su monólogo- fue no sólo que terminó acostada en el mismo lugar mientras yo barría su lluvia de pelos, sino que al rato se despertó y me pidió que le hiciera la leche. ¿Saben lo que es cocinar encerrado en la cocina, con una gata sobre los hombros –esto es algo que me ha sucedido demasiadas veces-, hambrienta como una leona en el desierto?... Si me negaba a su pedido, seguramente se iba a enojar. Pero no se enojó. Me miró con esos ojos lastimeros, seductores, que sólo ella puede tener, y me dijo: “¡Déle!. Se lo pido por el tigre que un día seré”. Logró confundirme. Pensé en ese momento en la evolución de las especies: en el mono que a través de miles de milenios llegó a ser hombre; en que todos los días vemos el cambio del huevo al pollito y del pollito al gallo, etcétera. ¿No podría ser Luna, acaso, dentro de unos años, la atracción de un zoológico o de un circo, convertida finalmente en un felino de gran porte, de tamaño 15
majestuoso...? Me sentí orgulloso, pensé: “No tengo un gato, ¡tengo un pichón de tigre! Es que toda mascota se parece a su dueño: mi gato sale aguerrido, como yo, que soy un hombre de convicciones firmes, o como dicen en el campo: ‘Hijo ‘e tigre, overo has de ser’ “. Al final siempre logra convencerme: la dejé en su lugar en la silla, le preparé la leche (tibia, con una gotita de miel, una hoja de menta y servida en un plato de cerámica que lleva su nombre). Pensé que tía Purita podría ver a Luna -de lejos-, en un futuro que imaginé glorioso: la tía sentada en una grada del circo o en un banco en el zoo y Luna, convertida en tigresa, durmiendo en su jaula veintidós horas por día, al menos. Quizás tía Purita no volviera a estornudar entonces un-estornudo-tras-otro, respetando las normas que guían el comportamiento de las señoritas educadas en los espacios públicos. Quizás pudiera, en mi caso, barrer la cocina, limpiar la cornisa ¡sin la nube de pelos de gato flotando como hojas llevadas por el viento! Después pensé mejor en Luna: no la deseé en cautiverio, la imaginé libre de la prisión del zoológico o del circo. La imaginé imponente con sus fauces
felinas, gozando de su libertad en Bengala, bajo el sol de la India, o andando bajo otra luna por las estepas de Siberia. La vi grandiosa en los confines de la patria, convertida en un tigre criollo: “Luna, la yaguareté”. Lloriqueé pensando en cuánto, en cuánto la íbamos a extrañar. Fue entonces cuando terminó mi ensueño: Luna, la gata, se estiró sobre su asiento, llevó lejos de sí con la patita el plato con la leche que acababa de tomar, bostezó un largo rato y me dijo: “¿No me rascaría detrás de la oreja derecha con su dedo pulgar? Y que sea en este preciso momento, mire lo único que le pido”. En ese instante quise, de veras, verla convertida en tigresa y que un día se fuera -al menos de vacaciones- a la selva misionera o a la estepa siberiana o adonde sea. ¡Sólo para poder descansar! Beatriz Actis Publicado en: Todas las lunas son mías. Colección LA FLOR DE LA CANELA Homo Sapiens Ediciones