Revista de distribución gratuita - Año 12 - Nº 85 - Septiembre 2016
Esta revista es posible gracias al auspicio
del Gobierno de Mendoza
Pequeños conjuros
Editor Responsable: Editorial Ábrete Sésamo. Directora: Jimena Garay. Ilustración y Diseño: María Victoria Caruso. RR PP: María Inés Hernández. Web: Lorena Pouso. Colaboradores: Soledad Garay, Juan Osvaldo Camps, Dra. Mara Bastanzo,Gerardo Dalla Torre, Edith Mabel Russo. SI QUERÉS ANUNCIAR COMUNICATE: jimena@abracadabrarevista.com.ar
Abracadabra fue declarada de INTERÉS EDUCATIVO Por la h. Cámara de diputados de la provincia de Mendoza al recibir el PREMIO PREGONERO 2011 Por fomentar la lectura en los niños. Res. 481/11 Abracadabra también fue declarada: de INTERÉS EDUCATIVO por la dirección general de escuelas de la provincia de Mendoza Res. 0425/09 de INTERÉS LEGISLATIVO Por la h. Cámara de diputados de la provincia de Mendoza - Res. 1384/08 de INTERÉS PROVINCIAL Por la h. Cámara de diputados de la provincia de Mendoza - Res. 428/12
Collage creativo
Ayudá a tus hijos a convertir fotos en una obra de arte tan singular como su propia familia. Risas Familiares Necesitás: • Fotos de familia • Tarjetas postales, billetes y tarjetas de felicitación • Pedazo de cartón de 10 x 15 cm. • Crayones • Tela, trozos de papel u otros objetos de decoración • Tijeras de seguridad para niños • Pegamento Qué hacer: 1. Lea un libro sobre las familias. Hable acerca de su propia familia. ¿Qué similitudes y diferencias existen con la del libro? Utilizá palabras para describir las relaciones familiares, como la suegra, abuelos, primos, tías, o hermanos. 2. Decile a tu hijo que querés hacer un collage de la familia. Ofrecéle los materiales, pegamento, purpurina, dibujos, fotos de familia, bloc de notas, boletos de algún viaje, tarjetas, etcétera. 3. Invitá a tu hijo a organizar las imágenes , (cortarlas en diferentes formas y tamaños), y otras decoraciones en el cartón para crear un collage. Pegarlas con pegamento y dejar secar. 4. Colocá el collage en un marco y anímalo a decorarlo. Exponélo en un lugar bien visible en casa. Beneficios: • Construye vocabulario • Anima a la creatividad • Preserva los recuerdos e historias familiares.
Mimos para el alma
Educación Emocional: la educación del siglo XXI
Asistimos a cambios sociales y culturales que requieren de una preparación en los niños, superior a la puesta en acción hasta el momento. Una preparación que les permita afrontar situaciones sociales diferentes y sin precedentes. Las noticias que los medios difunden sobre la relación entre los menores y la drogadicción, el alcoholismo y la violencia son materia común. No es raro escuchar comentarios sobre la falta de responsabilidad en los niños, el poco respeto a sus mayores o las horas que pasan en un cyber, en detrimento de su rendimiento escolar. Desgraciadamente, cada vez menos niños reciben en el seno familiar, la contención necesaria para transitar por la vida debido a la soledad en la que transcurre su infancia. Este “abandono” tiene su arraigo en muchas causas: la situación económica que a menudo obliga a ambos padres a salir a trabajar; los embarazos no deseados, de madres y padres adolescentes que no se responsabilizan de sus hijos, la violencia intrafamiliar, por mencionar
sólo algunas . Por ello la escuela del siglo XXI pasa a ser un lugar crucial en la búsqueda y encuentro de paliativos a las carencias de los niños en sus aptitudes sociales y emocionales. Si bien, la escuela jamás suplantará la función de la familia, si puede complementarla, ya que desde el momento en que prácticamente todos los niños concurren a ella, ofrece un espacio en el que pueden brindarse lecciones de vida, llegando a todos los niños, transmitiendo herramientas vitales para afrontar situaciones difíciles de la vida, herramientas que sabemos necesitarán y por tanto utilizarán. Hoy por hoy las circunstancias cambian rápidamente, los valores, las modas, las costumbres, la economía, etc. Tenemos internet, drogas, pornografía, más
permisos, sexualidad prematura, culto de la imagen, consumismo, alcohol y demás tentaciones al alcance de todos los jóvenes, tentaciones que no existían en tal medida hace diez años. De este modo docentes y padres no pueden echar mano a sus experiencias o al “sentido común” para aconsejar y ayudar a sus hijos o alumnos, porque ellos nunca atravesaron situaciones siquiera parecidas, esto hace que los mismo adultos puedan sentirse confundidos y hasta atemorizados. Por tanto, estos cambios requieren de cambios en el sistema educativo para preparar al niño para un mundo totalmente distinto de aquel para el cuál fuimos preparados los adultos. No puede concebirse que la educación sin replanteos, prescindiendo de una Educación Emocional de los
niños, cuando el mundo cambió y cambia constantemente. El negar, desde su omisión, la Educación Emocional en el aula y sobredimensionar la disciplina, tal como se hizo y hace en la educación tradicional, constituyen acciones erróneas, que posiblemente sirvan de explicación al nocivo y creciente fenómeno social que padecemos. La inteligencia académica no ofrece prácticamente ninguna preparación para los trastornos o las oportunidades que tiene la vida. Sin embargo, aunque un CI elevado no es garantía de prosperidad, prestigio, ni felicidad en la vida; nuestras escuelas y nuestra cultura, se concentraba en las habilidades académicas ignorando la Inteligencia Emocional y Social. En otras palabras: siempre se enseñó sobre el mundo en sus diferentes aspectos (geográfico, 4
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histórico, simbólico, etc.) en tanto aquello que existe de la piel del niño hacia afuera; pero nunca para conocer y descubrir aquello que existe de su piel hacia adentro: sus emociones, necesidades y pensamientos. Dicha educación lo llevará a descubrir su vocación, sus gustos, sus habilidades, sus intereses, la persona que es y quién quiere ser, en fin, autodescubrirse. Lograremos, de este modo, cultivar la autoestima, base de la confianza en sí mismo y escudo protector que lo ayudará a reaccionar adecuadamente ante los desaciertos, las pérdidas, la vergüenza; inmunizándolo ante tentaciones que le permitan desestimar invitaciones a consumir drogas, alcohol o embarcarse en comportamientos riesgosos. Podrá manejar sentimientos dolorosos como la tristeza, la furia, el miedo, ganando una seguridad interior que le ayudará a enfrentarse al mundo en que vive, conquistando una mayor autonomía (libertad) sobre su vida, estableciendo lazos afectivos auténticos con sus pares y tutores.
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Hablar con los niños sobre sentimientos les ayuda a entender que es normal sentirse enojado o triste y también tener miedo. Cuando el niño puede identificar sus sentimientos, puede resolver sus problemas y elegir mejor. Igualmente, tolera mejor las frustraciones propias de la vida y se vuelve más libre para disfrutarla en una existencia plena, asumiendo compromisos y abnegando placeres efímeros y vacuos, que hoy abundan, en pos del cumplimiento de su proyecto personal. La buena noticia es que la vida emocional es un ámbito que, al igual que las matemáticas y la lectura, es aprendido y por tanto, puede enseñarse. El Coeficiente Emocional puede incrementarse mediante la educación y práctica desde las familias y escuelas. Es muy importante educar las emociones de los
niños cuando niños, pues en la adolescencia, se ponen a prueba todas las habilidades, hábitos y fortalezas que adquirieron durante la infancia. Numerosos estudios demuestran que los niños con capacidades en el campo de la Inteligencia Emocional son más felices, más confiados y tienen más éxito en la escuela. No menos importante es el hecho de que estas capacidades se convierten en la base para que se vuelvan adultos responsables, atentos, seguros de sí mismos y productivos. Actualmente existe un cuerpo creciente de experimentos que muestran de modo unánime que el desempeño académico de los niños se incrementa cuando los factores sociales y emocionales son tratados explícita y sistematizadamente.
De hecho, actuales descubrimientos corroboran que el 80% del éxito está basado en las habilidades emocionales. Esto es así, pues aquel niño que puede hablar de sus sentimientos, tiene a su disposición recursos expresivos y no necesita recurrir a comportamientos sintomáticos para hacer catarsis. Este es el conocido “poder curador de la palabra”, donde la persona al tener recursos simbólicos para decir lo que le sucede, evita exponer su cuerpo como vehículo de la emoción (evitando afecciones psicosomáticas como úlceras, asma, cutáneas, cáncer, obesidad, etc.), como también se hace innecesario la impulsividad (acting out), o el matoneo (bulling) para llamar la atención, ya que puede expresar su necesidad de afecto; pudiendo disponer de toda su energía para la consecución de sus objetivos, para aprender y lo más simple e importante: jugar y reír. En fin, la balanza de la educación debe ahora equilibrarse a favor del descubrimiento del propio mundo, aquel que existe de la piel hacia adentro. Lic. Lucas Malaisi Psicólogo. Autor del libro “Cómo ayudar a los niños. Educación Emocional”
Deporte
Preparados, listos, ya!
Cómo y en qué momento acercar a los chicos al deporte? Son dos buenas preguntas que se nos hacemos los papás Aquí las respuestas de especialista. Corren, saltan, trepan, gritan, dan vuelta carnero y parecen no parar nunca, movidos por una energía inagotable y la irresistible necesidad de jugar. Y esta bien que así sea, porque mientras los chicos juegan, están creciendo y desarrollando capacidades y destrezas de todo tipo. En lo que al cuerpo se refiere, se trata de habilidades locomotrices, (caminar, correr, saltar, galopar, rodar, trepar, subir y bajar) no locomotrices, donde se mueve solo una parte del cuerpo (balancearse, estirarse, inclinarse, girar, empujar, colgarse) y proyectivas, en las que se manipulan objetos (arrojar, lanzar, patear, batear) . Estimuladas paulatinamente, estas habilidades favorecen el desarrollo del sistema nervioso, sobre todo la coordinación y la lateralidad, y permiten un
aumento de las terminaciones nerviosas y de la fuerza muscular, además de mejorar la calidad de vida de los chicos. El cuerpo en movimiento En los primeros dos años se da el juego libre y los adultos solo deben estar atentos a minimizar los riesgos de accidentes. Hasta los 4 años, la motivación sigue siendo la recreación, pero se afirman progresivamente las habilidades motoras. Ya es posible que salten, tiren pelotas y anden en triciclos. De 4 a 7 años los chicos todavía siguen jugando y los padres deben permitir que lo hagan sin presiones. En este período, tienen mucha movilidad, pero poca concentración. Por eso comienzan a entender algunas reglas de juego aunque todavía no comprenden del todo el significado de la competencia. Es común ver a los chicos de esta edad correr todos juntos detrás de la pelota en lugar de mantener distintos
puestos en la cancha. Ese comportamiento es absolutamente esperable para esta etapa en que la mejora en la habilidad, la coordinación, el equilibrio y la velocidad permite pararse en un solo pie, patear una pelota y andar en bicicleta. El estímulo constante de las habilidades motoras, sumado al cambio corporal que se produce alrededor de los 8 años, marca el inicio de la actividad deportiva. ¿Qué deporte elegir? En la medida en que los chicos comprenden básicamente las reglas, pueden comenzar con el deporte que ellos elijan. Algunos pasan de un deporte a otro,
pero no hay que preocuparse ya que esto ayuda a que conozcan distintas disciplinas y hagan su elección. Solo hay que asegurarse de que serán entrenados por personal preparado. A la frecuente pregunta sobre la opción entre deportes individuales o colectivos, sin duda que los de equipo tienen la ventaja de fomentar la cooperación, la socialización y el desarrollo de la personalidad.
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Algunos deportes que se practican en forma individual, en especial el tenis y la natación, requieren de los padres que se aseguren de que sus hijos serán entrenados por profesionales capacitados para enseñar a niños pequeños, para evitar que la presión del trabajo individual los demotive y lleve al abandono. Los profesores deben trasmitir los secretos de cada deporte, pero también valores (confianza en si mismo, compañerismo, solidaridad, juego limpio, respeto al rival, etc.) y estimular el esfuerzo personal y el placer de jugar. Los deportólogos recomiendan no incluir a los chicos en edades preescolares, en competencias formales porque no es necesario ni beneficioso someterlos a exigencias para las que no están maduros fisiológicamente y quizás tampoco comprenden las reglas deportivas. Algunos riesgos Un buen lugar para la práctica de deportes es la escuela, desde preescolar hasta secundario. Allí se garantiza una actividad adecuada, teniendo en cuenta los procesos motores de cada etapa. Además representa un sitio seguro, que cumple con las medidas de prevención necesarias. 7
También se cuenta con profesores de educación física debidamente preparados. Antes de comenzar una práctica deportiva, se recomienda una consulta con el pediatra, quien realizará un análisis clínico a fin de garantizar el óptimo estado físico del niño. Es importante aclarar que las patologías crónicas se benefician con el deporte, tomando los recaudos necesarios, no existe impedimento para la actividad deportiva para ningún chico. Para tener en cuenta: Es indispensable que los padres acompañen a sus hijos de manera serena y positiva, ayudándolos en los momentos de alegría y también tristeza. Tener en cuanta que cambiar de deporte a esta edad es previsible. Acordarse de que los padres no son entrenadores de sus hijos. Ellos sólo deben acompañar y disfrutar de sus logros. Rescatar siempre el placer de hacer deporte y la alegría de participar. Soledad Garay Prof. de Educación Física
Educación
Si bien no andan solos por las calles y avenidas, y siempre lo hacen de la mano de mamá y papá, ya es conveniente enseñarles ciertas normas de educación vial. El significado de cada color de las luces del semáforo, las sendas peatonales, la necesidad de cruzar por las esquinas y todos los consejos y recomendaciones que podamos darles los ayudaran a que, en el futuro, sepan conducirse adecuadamante y evitar cualquier tipo de acccidente. En la escuela, las maestros se ocuparán de continuar estas enseñanzas que hemos comenzado con ellos cuando circulamos por la ciudad. Posiblemente algunos padres se pregunten: No son aún chiquitos para aprender? Servirá realmente para minimizar las situaciones peligrosas? Los especialistas lo tienen claro. La educación es fundamental para reducir los accidentes de transito. Acaso
Educacion vial ¡Cuanto antes! no enseñamos a nuestros hijos a nadar antes de zambullirlos sin protección en una pileta? Y es importante que empiecen cuanto antes, ya que hasta los siete años son especialmente receptivos a la hora de aprender cosas nuevas.
. Aplicar su conocimiento de derecha e izquierda. . Descubrir la importancia de las normas y señales de transito, y saber distinguirlas: si indican peligro, prohibición u obligación, información, etcétera.
Aprender jugando Pedro y Lucía (de 5 y 6 años), como el resto de sus compañeros, son chiquitos para aprender complicadas normas de educación vial, pero no para asimilar unas nociones básicas que les serán muy útiles desde ahora:
¿Y cómo se enseña todo esto? Las maestros suelen hacerlo a través de divertidos juegos. A esta edad se distraen fácilmente, por lo que resulta recomendable enseñarles de forma práctica. Así, aunque aún no saben, Pedro y Lucía harán hoy una excursión: un pequeño recorrido por los alrededores del colegio que les permitirá reforzar todo lo aprendido sobre el terreno, sin darse cuenta. Si nuestros hijos no tienen esta posibilidad en la escuela, también pueden hacerlo con nosotros. Cualquier paseo puede servir de excusa para que experimenten por si mismos y aprendan animados por sus padres. Si, además,
. Reconocer su entorno habitual: domicilio, colegio, etcétera. . Conocer las normas básicas de circulación: semáforos, senda peatonal… . Ser prudentes cuando pasen por la vía pública: mirar hacia los lados antes de cruzar, respetar los semáforos, por aburrido que les parezca, y caminar sin correr o saltar.
acompañamos las acciones con alguna frase que llame su atención, nuestros hijos lo entenderan mejor: “Viene algun auto por la derecha? Y por la izquierda? Entonces, adelante”. Además, les resultará muy estimulante que los felicitemos cuando se comportan correctamente. Siempre vigilados A los cinco o seis años, un chico aún no conoce los peligros del tránsito y puede actuar de forma imprudente. No debemos, por lo tanto, sobrevalorar su capacidad para desenvolverse en la calle. Sin la vigilancia de un adulto, un chico es capaz de cometer las mayores imprudencias. Su campo visual es menos que el nuestro y su baja estatura le impide controlar todo el entorno. Por no mencionar que apenas distingue la derecha de la izquierda. 8
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Por mucho que el pequeño proteste e insista en andar como él quiere, vigilemos sus movimientos. Está es nuestras manos fomentar comportamientos seguros en su vida cotidiana que lo ayudarán a minimizar las ocasiones de peligro. ¿Qué hay que enseñarles? En la calle: Tienen que saber distinguir claramente la vereda de la calle, y caminar, de ser posible, por el interior de aquella. Debemos prevenirles de jugar junto a entradas o salidas de garajes, en zonas de tránsito de ciclistas, etc. Aunque aún no deban hacerlo solos, es importante que aprendan a cruzar la calle correctamente. Una forma divertida de enseñarles puede ser dejar que nos guíen por las calles más tranquilas, y nos demuestren asi todo lo que van aprendiendo. Esto nos dará al mismo tiempo una idea de si han entendido las normas. En la plaza: Aunque vayan siempre acompana9
dos, no podemos pretender que no se despisten jugando. Por eso es importante mostrarles claramente la zona por la que pueden jugar y cuáles son los límites que no deben traspasar. Esperando al micro escolar: Para los pequeños, esta es una ocasión como cualquier otra de jugar con sus compañeros. Algo inevitable, pero debemos tener precaución con el bullicio y los empujones que, de la manera más tonta y sin darnos cuenta, pueden traernos un serio disgusto.
Al salir del colegio: Es importante que no crucen solos la calle, aunque nos vean llegar y se mueran de ganas de correr hasta nosotros. Debemos establecer un lugar de espera fijo y evitar llegar tarde por si se ponen nerviosos y deciden moverse. Es recomendable, en cualquier caso, que aprendan cuanto antes la dirección de casa y unas pautas mínimas de actuación, por si llegan a perderse en este u otro momento. No moverse del sitio o buscar un policía que los atienda, por ejemplo, podrá sacarlos de más de un apuro. En casa: Que tal comprar libros y juegos enfocados a la educación vial? Así, los chicos aprenderan mientras dibujan, trabajan la memoria o simulan recorridos urbanos. Aunque también unos almohadones, una alfombra y unas sillas pueden servirnos (por qué no?), para improvisar el más divertido de los circuitos automovilísticos sin salir del living de casa. Juan Osvaldo Camps Especialista en Seguridad Vial, Prevención de Accidentes y Manejo Defensivo
Sana, sana
Varicela
Esta enfermedad es de origen viral, muy contagiosa, y produce una erupción típica caracterizada por manchas rojas que luego se transforman en vesículas. Esta enfermedad es de origen viral, muy contagiosa, y produce una erupción típica caracterizada por manchas rojas que luego se transforman en vesículas. Estas están presentes en todo el cuerpo y las mucosas (boca, conjuntivas, órganos genitales, etc.). Por su alta contagiosidad y los riesgos de complicaciones no es aconsejable que tu hijo enfermo esté junto a los mayores que no la padecieron. La varicela incuba en 14 a 21 días, lo habitual es que los síntomas aparezcan entre el 15 y 17 día posterior al contacto con otra persona enferma.
El contagio se produce por las microgotas de saliva proyectadas, o por el aire que las transporta. El contagio se produce de persona a persona siendo el momento de máxima contagiosidad cuando las ampollas se rompen, ya que su contenido es una fuente importante de virus. Como dentro del cuerpo también se producen ampollas o vesículas, es fácil comprender que con la saliva o cualquier fluído corporal el niño también está contagiando.
Síntomas . Días 1 a 7 Grupo de manchas rojas que evolucionan a ampollas. Producen una intensa picazón. Las ampollas se llenan de un líquido opaco. La enfermedad se caracteriza porque las lesiones aparecen en brotes y cada brote, que por lo general son tres, duran entre dos y tres días. En cada uno de ellos la mancha roja se debe transformar en vesícula y luego en costra. Las lesiones están presentes en todo el cuerpo. Si bien al principio aparecen en el tronco y el abdomen, luego se generaliza a todas partes.
Lo que le pone el sello a la enfermedad es encontrar lesiones en el cuero cabelludo y en la mucosa bucal. . Días 6 a 10 Período de formación de las costras que se caerán después de varios días. En los últimos días de este período el niño está casi normal, si no fuera por las cascaritas nadie podría decir que estuvo enfermo. Después del décimo día el niño ya no contagia, siempre y cuando no tenga alguna ampolla sin romperse. 10
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¿Qué deben hacer mamá o papá? 1. Controlar la temperatura y darle algún jarabe para bajarla si es que la tiene elevada. En la varicela más que en ninguna otra enfermedad, las aspirinas están contraindicadas. Durante los períodos en que se encuentra sin fiebre ofrécele abundante cantidad de agua o jugos, ten cuidado con los cítricos, éstos pueden darle ardor. No olvides que dentro de su boca también hay muchas ampollas y que algunas seguramente ya se han roto. 2. Si tiene mucha picazón recuerda darle el antihistamínico que seguramente te indicará el pediatra. Es preferible no colocarle ninguna crema o loción sobre las ampollas ya que, además de favorecer a que se forme un emplaste, no permite ver si se produce una sobre infección bacteriana de las lesiones. 3. Para evitar las infecciones y las cicatrices por rascado es aconsejable cortarle las uñas bien pero bien cortitas. Si el niño se lastima por la noche colócale guantes, de hilo o algodón, sobre todo en el período agudo de la enfermedad que es cuando mas picazón hay. 4. Si la picazón persiste, puedes darle 11
un baño con agua tibia y en ella podrás colocarle maicena. También es útil preparar un té de manzanilla y colocarlo en el agua del baño ya que esto disminuye la picazón. Cuando es urgente la consulta al pediatra: . Cuando las lesiones que impresionan infectadas no curan. . El contenido de las ampollas se torna sanguinolento. . Si tu hijo esta más
decaído de lo habitual. . Si la fiebre persiste por más de 3 días. Prevención: En la actualidad existe una vacuna que se indica a partir del año de vida, evita la enfermedad o la puede presentar en una forma muy leve con número de
ampollas ínfimas. Para los grupos etáreos de riesgo , como los menores de 1 año o los mayores de 13 años de complicaciones se indica un antivírico como el aciclovir, al igual que los contactos de caso de varicela, por lo cual ante la duda se debe consultar con el pediatra de cabecera. Dra. Mara Bastanzo Médica Pediatra MN 104500 MP 9618
Aire libre
Esas Luces que titilan en el
cielo 12
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Si hay algo que caracteriza a nuestros niños, es su curiosidad por aquellos que los rodea y su inagotable capacidad de asombro. El cielo, las estrellas, la luna han sido desde siempre objetos de admiración, adoración y estudio tanto de grandes como de chicos. Actualmente los conocemos por la televisión, los dibujos animados, los libros, las revistas y hasta lo periódicos. Sin embargo, el verdadero precursor de esto fue un científico Italiano llamado Galileo Galilei quien en 1609 perfeccionó notablemente el telescopio que le permitió estudiar más en detalle y dar así inicio a la 13
astronomía moderna. Hoy, a 400 años de aquel evento y en honor a Galileo (considerado el padre de la astronomía moderna) se declaró mundialmente al año 2009 como El Año Internacional de la Astronomía. La astronomía no es una actividad para unos pocos. Contrariamente a lo que la mayoría de la gente presupone, la astronomía es sencilla, simple y relativamente accesible. Basta simplemente apuntar el telescopio hacia la luna y maravillarse con cada rincón de su superficie o por cita otro ejemplo. En esta época del año y en las primera horas de oscuridad podemos ver a simple vista a Júpiter bien arriba sobre
nuestras cabezas como una estrella muy brillante y si lo observamos con algún binocular o un telescopio podremos observar cuatro de sus lunas.
por la influencia importante sobre algunas actividades terrestres, como las cosechas, las siembras e incluso las mareas.
En definitiva, lo único necesario son ganas de aprender y dejarse maravillar por lo que nos rodea.
La astronomía nos abre un interminable mundo de posibilidades, de conocimientos, de asombros, de maravillas y al alcance de nuestros ojos.
Existen millones de objetos que pueden ser observados a través de un telescopio: estrellas, planetas, nebulosas e incluso galaxias iguales o más grandes que la nuestra.
Y por último y lo más importante, la astronomía es una excelente actividad para realizar en familia, con nuestros hijos y aprender juntos las bellezas de nuestro infinito universo.
La Luna, en general, es el objeto del cielo que más asombro provoca por su tamaño y cercanía con la tierra que permite disfrutarla al detalle y también
Gerardo Dalla Torre Cofradía Astronomica Cuyum contacto@cofradiaastronomica.com www.cofradiaastronomica.com
Má, me contás un cuento?
EL OSO
ROJO
Valentín es un nene muy bueno, más que bueno, en realidad es requebueno. Vive en Gualeguaychú, una ciudad de la provincia de Entre Ríos que es muy linda, más que linda, en realidad es requetelinda. Y esto ocurrió un día muy agradable, más que agrada... eh... el día estaba buenísimo. Volvía de la escuela como todas las tardes, con su guardapolvo y su mochila sobre la espalda. La mamá lo esperaba en la puerta con el mate en la mano y
con la mejor sonrisa. Dentro de la casa estaba la abuela, que había preparado bizcochos para que su nieto comiera cuando tomara la leche. Valentín las saludó con un beso y de inmediato se sentó a merendar, dispuesto, como cada día, a contarles tooooooodo lo que había hecho en la escuela (eso es algo que a las mamás y a las abuelas les encanta). Luego, como cada martes y jueves, se fue a su cuarto a jugar con plastilinas de colores, tranquilamente. ¿Ustedes se preguntarán por qué modelaba tranquilo los martes y los jueves? Bueno, les cuento: Esos días de la semana, Esteban, el hermano mayor, se iba a su clase de computación y no lo interrumpía con sus preguntas y sugerencias poniendo cara de “yo soy grande y me las sé todas” o “dejame a mí, que yo la tengo clara”. Dispuesto a disfrutar el momento, Valentín apoyó la maderita que su papá le había preparado, destapó la latita repleta de plastilina y sacó la de color rojo. Mientras armaba esa bolita con la que siempre se comienza, recorrió con sus ojos el estante donde tenía expuesto como “adorno”, todo lo que había modelado hasta el momento y se dijo;
-Caballo, ya hice; dinosaurios... también; perros; jirafas... ¡Ah! ¡Y sé! ¡Un oso mochilero! Voy a hacer un oso mochilero que me lleve dos horas de trabajo (... ése era el tiempo que dura la clase de computación), ¡va a quedar fabuloso! Muy decidido, Valentín comenzó con el cuerpo gordo y panzón. Siguió con la cabeza, en la que marcó con la ayuda de un palito los dos enormes ojos. La boca medio abierta dejaba ver los filosos dientes que Valentín modeló con toda paciencia. Luego le puso las patas en las que, por supuesto, no se olvidó de colocar las garras, que perfeccionó hasta que quedaron como las de los osos de verdad. Sólo faltaba hacerle, con la ayudada del mismo palito, unas rayas en todo el cuerpo para que pareciera una gruesa pelambre y finalmente colocarle la mochila sobre el lomo. Tomando un poco de distancia para contemplar su obra casi lista, Valentín comenzó a amasar una bolita para armar la mochila, cuando el golpe de la puerta de entrada lo sobresaltó. Pensó: “El único que entra de ese modo es Esteban, pero... ¿Tan temprano?”
Su duda desapareció cuando escuchó la voz de su hermano que decía: -¡Hola todos! ¡Ya llegué! ¡La clase de computación terminó antes! ¿Dónde están? ¡Vengan a saludar al genio de la casa! ¡Adiós paz y tranquilidad! – dijo Valentín, mientras pensaba que el pobre oso quedaría sin pelambre y sin mochila hasta la próxima clase de computación. Lo estaba por guardar cuando Esteban entró de golpe en el cuarto y... -¿Cómo anda el escultor de la casa? Le dijo revolviéndole el cabello con la mano (cosa que a Valentín le molestaba soberanamente)-. ¿Qué hiciste hoy “Miguel Ángel”? A ver... -Todavía no lo terminé- murmuró Valentín, inclinándose sobre el modelado como para taparlo. -¡Pero no te hagas drama, hermano! ¡Acá vengo yo para ayudarte! -¡No necesito ayuda! ¡Dejame tranquilo!- suplicó Valentín. -¿Pero para qué están los hermanos? ¡Para ayudarse! ¡Vamos! ¡¡Mostrame! Valentín que ya tenía la mochila casi terminada, la colocó rápidamente sobre el lomo del oso diciendo: -¡Está bien! ¡Pero no lo toques! ¡No quiero que me ayudes! ¿Entendiste? -¡¡¡Oia!!! ¡Un oso rojo... y con alas!
¡Ése es mi hermano! ¡Nada de osos comunes! ¡Ésos los hace cualquiera! ¡Te felicito!- comentó Esteban socarronamente. Valentín le iba a explicar que no eran alas, que era una mochila que no parecía mochila porque estaba sin terminar, pero optó por decirle: -¡Sí! Es un súper oso con alas desplegables y lo pongo acá en la ventana, ¿ves? Así cuando no tenga ganas de escucharte, se va y listo... El hermano, agarrándose la panza y muerto de risa, se alejó. Valentín, bastante fastidiado, tapó la lata con las plastilinas, cerró la puerta de su cuarto y se fue a lavar las manos. Pasaron los días y... Aunque ni Valentín ni ustedes lo puedan creer, yo les puedo asegurar que por el cielo de Gualeguaychú, cada tanto, pasa un oso rojo volando, detrás de una bandada de palomas. Edith Mabel Russo