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La igualdad en «Galería Córdoba En contra de la física

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Manualidades

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La igualdad en «Galería Córdoba»

Beatriz García Medina

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El pasado martes 24 de noviembre realizamos la primera dinámica para dar por comenzado el taller sobre igualdad y violencia juvenil en la sala de estudio de la «Galería Córdoba», de la Residencia de Estudiantes La Aduana, en la cual participaron cinco de los menores que forman parte del grupo azul.

El taller estaba formado por tres dinámicas diferentes y cada una de ellas estaba organizada cronológicamente en días distintos, para que los participantes pudieran alcanzar individualmente determinados objetivos relacionados con la sensibilización y la concienciación en el tema principal del taller.

Los menores se han mostrado interesados por la actividad en todo momento, prestando atención a los contenidos que se ponían sobre la mesa y aportando ideas y diversidad de opiniones en los debates realizados al final de cada dinámica. En ellas han tenido que desarrollar la creatividad, la imaginación, el pensamiento crítico y la empatía, debido a que algún compañero ha considerado oportuno sincerarse y expresar su propia historia relacionada con violencia.

El tema ha sido bastante amplio, ya que se ha hablado y trabajado sobre la igualdad entre hombres y mujeres, igualdad entre menores en los distintos ámbitos de su vida diaria, violencia de género, violencia familiar, violencia en la escuela o violencia doméstica. Esto ha ayudado a nuestros menores a conocer diferentes tipos de malos tratos que pueden encontrarse, además de saber identificarlos y pararlos a tiempo. A su edad, el más común o el tema que más se ha tratado en el taller ha sido la violencia de género y en la escuela. Por violencia de género, según la ONU, se entiende: «todo acto de violencia sexista que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psíquico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o privada». Por otro lado, la violencia en la escuela, también denominada bullying, que según Mar Sevilla Martínez1 significa «la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio».

Algunos de los relatos escritos por los alumnos fueron en primera persona, siendo los principales afectados ellos mismos, mientras que en el resto

1 Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Ha trabajado en la edición impresa de Diario Médico escribiendo sobre salud pública y en Diariomedico.com, sobre información científica y de tecnología.

de los casos comunicados han sido simples espectadores, en los cuales eran conscientes de lo que pasaba en su entorno, pero no estaban involucrados en el problema, debido a que las víctimas eran terceras personas de su contexto cercano.

La primera actividad se trataba de escribir de forma individual una carta anónima relatando una historia que estuviera relacionada con la igualdad o violencia en cualquiera de sus vertientes. Debían contar un problema real o ficticio en primera persona y mostrar su estado ante esa situación que, supuestamente, estaban viviendo. Más tarde se recogerían los relatos y se volverían a repartir aleatoriamente, sin que coincida cada carta con su autor. En ese momento en el que vuelven a tener en su propiedad uno de los problemas plasmados en el folio, debían añadir una solución que optarían como correcta, de manera anónima también, intentando de ayudar lo máximo posible al compañero. Nunca se supo quién escribió la carta y quién la respondió. El objetivo era que cada uno de ellos se expresara, tuviera la oportunidad de escribir sobre algo por lo que estuvieran pasando y que necesitaba contarlo; o, simplemente, inventar una historia sobre un tema común en la sociedad de hoy en día como es la igualdad. Además, se pretendía que desarrollaran su lado empático, que fueran capaces de ponerse en la piel del otro y ser capaces de ayudar. En esta actividad conocieron más casos que ocurren en el día a día y que posiblemente desconocían. Para poner fin a la dinámica se realizó un breve debate, en el que se habló sobre cómo se habían sentido escribiendo las diferentes historias, y también se preguntó si conocían algún caso similar de su entorno.

El jueves 26 de noviembre de 2020 continuó el taller con una actividad de role-play. Esta actividad se basa en personalizar un papel determinado, dando voz a la persona o a la situación que se describe en el contexto a interpretar. Creamos diferentes casos relacionados con igualdad en menores y, en parejas, tuvieron que representar en forma de teatro dichas situaciones. Para algunos comenzó siendo vergonzoso al tener que interpretar una chica transexual, debido a algunas ideas machistas y tránsfobas que tenían. Otros captaron el objetivo de la actividad desde el principio, y crearon un role-play con diálogo, donde podíamos ver claramente el papel de cada uno y la problemática que definían.

Y, por último, pusimos fin al taller el pasado martes 1 de diciembre de 2020, con una sesión artística en la que debían representar en una cartulina a libre disposición lo que supone o significa para cada uno la igualdad o violencia de género. Como resultado obtuvimos dos cartulinas en las que dibujaron y expre-

saron su visión del 25N los menores de la «Galería Córdoba».

Este taller ha sido muy gratificante y satisfactorio para nosotros los educadores, pero donde en realidad ha calado y hemos obtenido los mejores resultados han sido en los alumnos, ya que han comprendido mejor a qué nos referimos como hablamos de igualdad entre sexos, o de la importancia del patriarcado que vivimos en la sociedad actual. Han sabido identificar el peligro que conlleva la muerte de un gran número de mujeres al año, y han aprendido a detectar algunos signos o características más significativas del comienzo de malos tratos, para ser capaces de evitarlos.

En conclusión, la educación es el arma más poderosa que tenemos para frenar comportamientos negativos o conductas disruptivas. Cuanto más temprana sea la edad en la que enseñemos estos conceptos, más fácil será educarlos en igualdad y respeto a la mujer. Paso a paso conseguiremos que en un futuro celebremos con orgullo el 25N al conseguir todos los objetivos pendientes en la vida de las mujeres para vivir con igualdad de derechos y condiciones en todos los ámbitos de sus vidas.

Mi nombre es Beatriz García Medina y tengo 21 años. Vivo en Córdoba y actualmente estoy terminando mi grado en Educación Social. He realizado mis prácticas en la Residencia Escolar la Aduana en la cual he aprendido mucho en cuestión de un mes. Los alumnos me han transmitido muchísimo aprendizaje y emociones nuevas. Cuando finalice esta etapa formativa, comenzaré un máster sobre psicología y me plantearé el estudio de unas oposiciones.

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