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NOVEDADES
La historia del
Un reconocido restaurador inglés se encargará de poner como en sus mejores años a un Alfa 6C 1750 SS. Fue un deportivo de raza cuyo primer propietario fue Il Duce, apasionado por las competencias y los triunfos de aquella marca.
Alfa Romeode
Mussolini
que volverá a relucir: emblema del poder que puso en jaque a Ferrari
B
enitoMussolini tenía extrema debilidad por los Alfa Romeo. Eran su gran pasión: pedía que se los mostraran personalmente antes que salieran de la fábrica, opinaba e intercambiaba su parecer con los propios ingenieros de la casa Lombarda. Por supuesto fue propietario de varios modelos de los más exclusivos. Pero lo que más lo movilizaban eras las competencias de entonces. Su predilección por las carreras de la época hizo que se alzara con uno de los deportivos más espectaculares de aquellos tiempos, un llamativo Alfa Romeo 6C 1750 SS, un pura sangre que en 1929 no sólo triunfó en la tradicional competencia Mille Miglia, sino que de las 13 unidades que disputaron la prueba siete terminaron entre las diez primeras. Para Il Duce, las victorias de la Anónima Lombarda Fabbrica Automobili (denominación original de Alfa Romeo) pasaron a ser una
cuestión de Estado, a tal punto que en 1935 prohibió a cualquier otra marca italiana competir contra Alfa Romeo. Desde entonces, las relaciones entre el dictador italiano y un joven Enzo Ferrari, que más allá de ser el titular del departamento de carreras de Alfa Romeo buscaba consolidar una fábrica propia de deportivos, se volvieron más que tirantes. Aquella restricción caprichosa y absoluta jaqueaba sensiblemente los primeros pasos de lo que luego sería el Cavallino Ram-
pante. Ferrari no sólo transitó aquellos años a la sombra de Alfa, sino que también debió colaborar con el régimen Duce en la fabricación de piezas de motores para aviones con una empresa denominada Auto Avio Costruzioni Ferrari. Aquel emblemático Alfa Romeo 6C 1750 SS llegó a las manos del