El guapileño 189 2013

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Diputada Elibeth Venegas

Patrocinado por Grupo del Sol

Tiene destacadas iniciativas

Grandes pintores de Limón

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PAGINAS 30, 31, 32, 33 y 34

AÑO XVII N Número 189 N 2013

El Periódico de la provincia de Limón

Más de diez páginas de información

Homenaje a Castillo

¢200

¡Hasta siempre, don Rogelio! PÁGINA 28

Don Rogelio Alvarado (qdDg).

La Juan XXIII cumple medio siglo El empresario guapileño José Alberto Castillo ha sido un gran ejemplo de superación y de compromiso con la comunidad así como de trabajo exitoso y digno. Recientemente recibió un reconocimiento por parte del Banco de Costa Rica y un premio por parte de la Cámara de Insumos Agropecuarios. En esta edición, un especial sobre sus grandes emprendimientos personales y empresariales. (En la foto aparece junto a su papá, don Édgar Castillo).

Clonar a dos Johnnys Dr. Johnny Fung, Limón PÁGINA 36

PÁGINA 28

Luchar contra la adversidad Dr. Edwin Solano PÁGINAS 44-45

Padre David Eduardo Solano


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El Guapileño

Los verdaderos amigos Todos, en estos tiempos de cambio, de una manera u otra, hemos experimentado el enfrentarnos con una niñez y adolescencia muy diferentes a las que nosotros como padres, abuelos, tíos o maestros, vivimos alguna vez. Las siguientes directrices nos pondrán al día con respecto a cómo ser más flexibles con los jóvenes y niños que nos rodean. Recordemos, sinembargo, que los adultos a POR FLORYBETH SOLÍS cargo debemos mantener una posición firme en cuanto a reglas y límites claros con ellos y ellas tanto en el hogar como en los centros educativos y hasta en los lugares públicos que visiten. Las relaciones entre compañeros son sumamente importantes para los adolescentes. Veamos: 1. Las amistades proporcionan a los adolescentes oportunidades para desarrollar habilidades para resolver conflictos. Los adolescentes pueden aprender como terminar una pelea y todavía ser amigos. 2. Los amigos proveen diversión y emoción a los adolescentes con su compañía y recreación. 3. Los amigos también se dan consejos entre sí. Los adolescentes hablan de muchos temas y problemas con sus compañeros adolescentes. 4. La lealtad es un aspecto valioso cuando se trata de

Pan de amor POR FLORYBETH R SOLÍS

amistad. Los adolescentes están siempre buscando aliados leales que puedan ayudarles en la escuela o en su vecindario. 5. Las amistades también proveen estabilidad durante tiempos difíciles de tensión nerviosa o transición. Es de mucha ayuda para los adolescentes tener amigos que estén viviendo las mismas experiencias y que pueden disminuir las ansiedades de los momentos difíciles.

Una buena ensalada Ingrediente g s: - Un paquete coditos u otra pasta corta cocinada evitando que quede muy suave - Dos pepinos pelados, sin semillas y cortados en tuquitos - Tres o cuatro huevos duros picados - Una o dos latitas de maíz dulce, o una lata grande - Una cebolla picada fino - Un chile dulce mediano picado fino - Culantro picadito al gusto - Jugo de limón al gusto - Mayonesa al gusto - Sal

-¿Qué pasa cuando los jóvenes no tienen amigos? Los adolescentes sin amigos tienden a sentirse más solitarios e infelices. Ellos suelen tener niveles muy bajos de rendimiento escolar y también tienen baja auto estima. Conforme ellos crecen, ellos corren más riesgos de dejar la escuela e involucrarse en actividades delictivas. a. Las amistades cambian en la medida que los jóvenes se convierten en adolescentes. b. Ellos se movilizan mucho más que cuando fueron niños, de manera que pasan más tiempo con sus amigos sin la supervisión de los padres. c. Durante los años de la adolescencia, habrá más contacto con compañeros de sexo opuesto. d. Durante los primeros años de adolescencia, muchas veces grupos pequeños de amigos o camarillas se forman, lo cual ayuda a aaumentar la confianza en los adolescentes y les da sentido de identidad. Como padres, es importante estimular las amistades entre adolescentes. Es de vital importancia conocer a los amigos de sus hijos y comunicarse abiertamente con ellos respecto a los cambios en las relaciones y amistades con sus compañeros adolescentes.

Preparación: Mezcle todos los ingredientes en un tazón y refrigere hasta el momento de servir. El recipiente que use debe mantenerse tapado con plástico, papel de aluminio o con tapa hermética. A esta ensalada usted puede añadirle hongos, zanahoria rallada, coliflor o brócoli en florcitas o lo que usted desee. Otra variación: pasta, manzana picada, rodajitas de salchichas, maíz dulce. El resto igual a la anterior. Consultas al 2710-0523

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Don José Alberto Castillo me inspira CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A Editor de El Guapileño

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osé Alberto Castillo era un muchacho de pueblo. De hecho, era tan distante y remoto su pueblo que cuando terminó la escuela, debió esperar un tiempo porque no había un colegio cerca. Tenía poco más de 20 años cuando decidió empezar un negocio en una pequeña parcela del ITCO (hoy IDA), convertida en una próspera comunidad. Era un muchacho de una familia enorme, y un rosario a de hermanos, que había estudiado en la Escuela Técnica Agrícola de Santa Clara de San Carlos gracias a una beca, y cuyas aspiraciones no iban más allá de ser funcionario de alguna transnacional bananera o bananera del Estado. Pero la vida lo puso en esa colonia agrícola, y con poco más de 20 años, ya era el Presidente de la Asociación de Desarrollo del Comité de Deportes y la Junta Edificadora f de la Iglesia Católica. Empezó su almacencito en un galerón de ocho metros de ancho por ocho metros de largo, r en el que la gente chocaba la cabeza contra las monturas por la poca altura del techo. Arrancaron en un lote fiado y con tres cajitas de productos que Castillo podía cargar en sus manos. Empezó al lado de quien fuera su compañero de trabajo en el antiguo ITCO, Juan Bonilla y a los días se les unió Salvador Saborío, quien había sido aliado de luchas comunales. Hoy, casi 35 años después, tienen una corporación con más de mil quinientos trabajadores y muchas empresas. Llevan bienestar y desarrollo a toda la Zona del Caribe, el norte de Costa Rica, el sur de Costa Rica, y todas las zonas rurales del país. Me imagino que usted tiene sus ejemplos de gente que surgió con base en el trabajo, a la fe, la perseverancia. Así como la historia de Castillo, me gusta la de don William Hayden, quien fue Gerente del Banco Nacional, quien de niño vendía chances para mantener a sus hermanos, la de mi abuela Francisca que caminaba muchos kiló-

metros para ir a la universidad, la de mi abuelo Joaquín, que mantuvo a todos sus hermanos mientras crecían.. De Castillo aprendo todos los días la importancia de creer en los sueños, aprender a esperar a decidirse y esperar…De Castillo aprendo que el miedo es un cáncer, que igual valen el gerente y los choferes, que las manos que dan siempre están llenas, y que el ser humano está por encima de los negocios. Este texto que usted acaba de leer es el prólogo de un libro sobre la historia de su esfuerzo, del Colono, y su gran ejemplo que me ha ayudado a ser una mejor persona. Lo publiqué hace nueve años, pero la historia de lucha de don José Alberto Castillo sigue intacta en mi memoria, en mi conciencia, en mi espíritu de lucha de todos los días. Por eso, ahora le hacemos un merecido homenaje al más grande empresario guapileño de todos los tiempos. A finales f del año pasado, recibió dos reconocimientos, y asistí a ambas actividades. La primera fue el que estuviera en la cátedra bancaria anual del Banco de Costa Rica, junto a dos titanes, Ramón Mendiola, gerente general de Florida Bebidas, y George r Durman, gerente general de Durman. Cuando escuché a José Alberto Castillo, suelto, fresco, desenvuelto, pensé que ahí, en la tarima principal del centro de convenciones del Hotel Herradura, estaba hablando de su esfuerzo de casi 35 años, aquel muchacho proveniente de una familia humilde de Guápiles, que de niño cortaba hojas a la orilla de los ríos de Guápiles, para venderlas en una carnicería, que estuvo entre los primeros estudiantes, quiero decir, de la primera generación de mi único colegio, el Colegio Agropecuario de Pococí, que empezó en una estructura de pocos metros en Cariari de Pococí, cuando lo despidieron del antiguo ITCO, del antiguo IDA, hoy INDER, donde era un técnico. Desde antes, Castillo había demostrado que era un verdadero líder. Lo que demostró después fue una gran capacidad de trabajo en equipo, una importante capacidad como líder de un equipo de emprendedores, y que tiene algo así como un don especial: lo que pasa por sus manos se convierte en oro. Sin embargo, r no ha dejado de ser la misma

El ingeniero Santos Aguilera muestra el premio a la productividad 2012 otorgado por la Cámara de Insumos Agropecuarios a don José Alberto Castillo, en una actividad en hotel Suerre, Guápiles, con colaboradores y productores piñeros del país. También fue invitado a la cátedra bancaria anual del Banco de Costa Rica 2012. persona sencilla, sin aspavientos, que saluda por igual a todos y todas, que es considerada con el prójimo. La segunda actividad en la que lo vi, ffue en la entrega de un reconocimiento anual que realiza la Cámara de Insumos Agropecuarios. Un premio por su productividad. De nuevo, habló suelto, desenvuelto, tranquilo, orgulloso r de su trabajo, pero llano, uno más entre todos, con una palabra clave en su mensaje: la palabra servicio. Su éxito ha radicado en que sus empresas le brindan un servicio a los demás. No ha abandonado sus raíces. No ha abandonado a su pueblo. Vive aquí, entre nosotros, en el nuevo distrito de La Colonia, donde hay una gran cantidad de colaboradores de sus empresas. Ahí vive, cerca de su gente.

Tampoco ha abandonado las raíces de su negocio. Está cerca de los agricultores, como al inicio, como cuando arrancó hace casi 35 años, aquí en Cariari. He estado cerca de él pocas veces en la vida. Lo he saludado pocas veces. Estuve en su oficina sólo en dos ocasiones, hace varios años. Pero basta con estar en Guápiles, basta con recorrer las zonas rurales del país, para entender que su esfuerzo sigue teniendo la misma base moral, de esfuerzo, sacrificio, trabajo en equipo, confianza en Dios y un gran talento, que es el gran don que Dios le dio, el talento de llevar adelante empresas que primero nacen en su cabeza y que después se convierten en estructuradas de personas, siempre exitosas.


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Extracto del libro de Camilo Rodríguez

¿De dónde viene José Alberto Castillo? CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A El Guapileño

La solidaridad de José Alberto Castillo

VIRGINIA AGUILAR BARBOZA

Educadora y e ex diputada Especial para El Guapileño

“Destaco en José Alberto Castillo dos característic í as: primero el compartir; entender que el esfuerzo r de otros r debe ser compensado con calor humano y beneficio; segundo, la solidaridad con quienes ponen sus esfuerzos r para mejorar r r, para salir adelante”.

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scribir acerca de alguna persona que admiramos resulta, sin duda, algo placentero para expresar aquellas cualidades que hacen de esa persona un ejemplo a imitar. Sin embargo, r esa satisfacci f ón también conlleva el riesgo de no presentarlo en sus dimensiones reales. Por lo valioso del trabajo a de quien les voy a hablar, me someto a esta prueba, con la seguridad de que sus actuaciones son y serán gran ejemplo para las generaciones actuales y ffuturas.

Allá por los años 80, a través de un amigo común: don Edgar Guzmán, tuve la oportunidad de conocer a ese roble de nombre José Alberto Castillo. Un castillo de verdad, grande protector y majestuoso por su solidaridad con las causas nobles y con los proyectos de mejoramiento de nuestros pueblos. Un administrador y líder nato, no sólo en sus empresas, sino en lo más importante: su familia donde al lado de su esposa Magda Ramos, ha sabido formar con el ejemplo, cuatro hijos con grandes valores y de gran calidad humana. Sencillo en su actuar, trabajador t como pocos, perseverante y con una gran visión, don José Alberto al cabo de los años, ha sabido juntar a ideas y voluntades para poner en marcha cantidad de proyectos, que hoy mueven fuertemente no sólo la economía de la provincia de Limón, sino parte de nuestras provincias vecinas; Alajuela y Cartago. Centenares de limonenses, gracias a su visión, hoy encuentran la forma de ganarse la vida en las empresas del Colono. No exagero al decir que la obra económica y social de don José Alberto ha sido, a la larga, r uno de los mayores motores de desarrollo de nuestra provincia en el último decenio. Su prestigio a nivel nacional ha influido para que importantes empresas hayan decidido

arraigarse en la zona Atlántica, trayendo inversión y por ende mayores fuentes de empleo, factor fundamental para mejorar las condiciones sociales de los habitantes de esta rica y productiva región del país. Su aporte se siente también en la ayuda permanente que brinda a centros educativos, hogares de ancianos, albergues para niños, centros de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos. Y qué decir de su labor como Presidente del equipo Santos. Institución que nos ha dado grandes alegrías, fortaleciendo en nosotros la identidad guapileña, al colocar muy en alto, el nombre de nuestra querida ciudad. Si me preguntan ¿Cuáles ingredientes han hecho crecer este Castillo hasta niveles que quizás ni el mismo imaginó? Contestaría básicamente dos: - El compartir; entender que el esfuerzo de otros debe ser compensado con calor humano y beneficio. - La solidaridad con quienes ponen sus esfuerzos para mejorar, para salir adelante. La diferencia de don José Alberto con muchos otros empresarios es el amor a su pueblo y a su gente. Siempre compartiendo en forma generosa lo que Dios le ha dado.

Nació envuelto en la mantilla que se reserva para los mejores. Cuando, hace más de cincuenta años, una legendaria a partera de nombre doña Nidia, vino desde Jiménez para ayudar a traer al mundo, nunca se imaginó que en sus brazos lloraba una criatura, que, en pocas décadas, se convertiría en uno de los más importantes soportes económicos, sociales, y laborales del cantón de Pococí, la provincia de Limón, la Zona Norte y el país. Nació donde ahora está la panadería el Chumino, en Guápiles Centro, el 5 de junio de 1955, en el hogar de don Edgar Castillo Madriz y Doña Dinorah Calvo Jiménez. Era un hogar muy humilde con once hijos. Su casa estaba detrás de una cantina de don Juan Carvajal (padre adoptivo de su madre). Ese negocio era administrado por su padre. Recién nacido parecía tan frágil, que sus padrinos don Miguel y doña Rosa Madrigal (padres del ganadero Guido Madrigal), lo llevaron a bautizar de emergencia r y le pusieron el nombre de José Alberto. Fue a la escuela Central de Guápiles. “Cuando salí de la escuela, todavía no había colegio en Guápiles. Pero lo abrieron al año siguiente. Me quedé un año sin estudiar. Entre al colegio porque don Reinaldo Jiménez, que era el director de la escuela y después fue diputado, le habló a mi papá para que me pusiera a estudiar porque había sido un buen alumno en la escuela. “Soy parte de la primera generación de estudiantes que se graduaron en el Colegio Técnico Profesional Agropecuario de Pococí. Cuando salí del colegio, me puse a buscar trabajo. Jovencillo, jamás pensé en ser empresario. De hecho, cuando salí del colegio l me fui a buscar trabajo en Standart Fruit Company, en la Caja Costarricense del Seguro Social, llené como diez solicitudes, pero no me llamaron de ningún lugar. “Gracias a Dios, el Director del Colegio Agropecuario de Pococí, don Juan Guillermo Pereira, nos consiguió un cupo en la Escuela Técnica Agrícola de Santa Clara, San Carlos. Consiguió un cupo para Eugenio Fernández, Luis Solano, Luis Gerardo Sandi, que es finado, y para mí. “Había que pagar 250 colones por mes. Era mucha plata. Don Francisco Rojas era diputado de la zona, y me consiguió una beca de 400 colones por mes, que era toda la plata del mundo para mí. Pagaba el estudio y me quedaba plata para los gastos. Así que estudie gracias a don Reinaldo, a don Francisco Rojas y a don Guillermo Pereira.”


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EXTRACTO DEL LIBRO DE CAMILO RODRÍGUEZ

¿Cómo empezó Grupo Colono, en 1978? CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

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brieron el 23 de diciembre de 1978, y durante diciembre y enero vendieron mucho, 85 mil y 62 mil colones respectivamente, lo que significaba dinero suficiente para levantar cabeza. Pero luego las ventas bajaron. “Pasaban hasta tres horas sin que nadie llegara al negocio. Entonces decidimos dar servicio a domicilio. Se tardaban dos horas de Cariari a Guápiles, bien cargad r os de productos, y nos tocaba ir a San José, por la carretera vieja con todos los productos y volver el mismo día. “Estábamos solteros y vivíamos en el negocio. Dormíamos en el negocio. El inicio fue muy difícil. Recuerdo que tenía un camión Willys. Luego compré un Datsun. Costaba 35 mil colones. Solo pude dar mil quinientos de prima. Lo llené de productos para el negocio y me lo traje. Cuando cruce la línea, apenas al lado del Reventazón, la panza del carro pegó y me quedé justo en el medio de la línea. El camión no se movía ni para atrás ni para adelante. Y en eso escuché el tren y vi sus luces que se acercaban. No sé cómo, apenas pudo pasar el camión, que fue a dar al otro lado del camino, jodido, con un día de salido de la agencia y ya averiado y fflojo.” Debido a la persecución política, Castillo fue despedido del ITCO, y entonces ambos socios, Bonilla y él, debieron redoblar esfuerzos, pues en ese momento empezaron a depender exclusivamente del negocio. Tenían más de un año de tratar de sacar a Castillo del ITCO, pero el peso de la gente (la comunidad de Cariari habían enviado una carta con 800 firmas f , en la que lo apoyaban), lo sostuvo en puesto hasta abril de 1980. Querido por la comunidad presidente de la Asociación de Desarrollo de Cariari y de la Unión de Asociaciones de Desarrollo, Castillo, para ese tiempo regidor de Pococí, tenía que demostrar su habilidad innata para hacer negocios.

Vocación para el éxito Suinfluenciaenelmundo m empresarial resulta ejemplar para muchos. Él siempre responde que la fórmula del éxito es trabajo y más trabajo, sin duda hay otros elementos que juegan un papel vital, en el caso de una persona que según su amigo Mario Soto, gerente de Empresarios Guapileños, es capaz de levantar cualquier empre-

José Alberto Castillo junto a don Édgar, su papá. sa enferma, y ha generado mucha riqueza gracias al apalancamiento financiero, la visión de los negocios y buen equipo de trabajo. “Mi equipo de trabajo es muy importante. Uno nunca sabe mucho, pero si es esencial escuchar a los que saben, a las personas que han reunido el conocimiento y la experiencia que uno necesita para el éxito de las empresas. Los empleados son muy importantes. Son el soporte de la empresa. Hay que invertir en ellos. Se merecen parte de las utilidades, porque han generado la confianza que nos da el prestigio”. Castillo, además, tiene una característica sublime, ha apoyado incondicionalmente a los hermanos, quienes lo apoyan con sus actividades en sus empresas. Uno de sus hermanos encabe a za los Auto Repuestos El Colono, otro de sus hermanos tiene camiones, el mayor de ellos trae de Estados Unidos todos los camiones del Grupo Colono, y se encarga de las reparaciones, y un

cuarto hermano está al frente de una empresa del Grupo Colono que distribuye lubricantes y productos Texaco. Además, su ex asesor personal Carlos Mora, cuenta que le montó una ferretería en Coronado a una de sus hermanas, y una empresa de suministros de oficina, en Guadalupe, a otra de sus hermanas.

El hombre de confianza Además, su papá, don Édgar, a el famoso Abuelo de El Colono, es su hombre de confianza, su firma ha sido la autorizada para muchos de sus cheques y él, personalmente ha realizado grandes gestiones importantes desde siempre. De nuevo,, se nota la unidad familiar. Don Édgar tuvo un gesto bellísimo con Castillo, cuando vendió su casa en Guápiles, le prestó los 300 mil colones que le pagaron. Y eso era más dinero que lo que le habían prestado en el banco. Gracias a la sensibilidad y el sentido de solidaridad a de Castillo, el

Colono también le ayuda mucho a la comunidad. Castillo mantiene un albergue r de alcohólicos, comandado por Doña Ana Ligia Araya de Leiva y brinda el soporte económico más significativo para el funcionamiento del Hogar CREA de Guápiles, y del Hogar Crea de Limón. En todos los pueblos donde esta afincada alguna empresa del Colono, se le ayuda al hogar de ancianos, a la cruz roja, a la iglesia. Por ejemplo, a finales del 2003, Castillo le dio más de 40 millones a la iglesia católica, que reportó como parte de su contribución comunal a la hora de pagar impuestos. “No lo escriba. Uno nunca contribuye con la comunidad para que la gente lo sepa”, dice Castillo, (pero m caso porque al fin y al no le hacemos cabo, su éxito va de la mano con la generosidad y su entrega a Pococí, a Limón, a toda la zona del Caribe y el Norte del país. Él, más que nadie en la zona, demuestra que la providencia paga bien a los que más dan). Algo fundamental es la confian-

za de su personal, y la empatía entre él y su gente. “En todas las empresas, todo el mundo maneja firmas. Nadie me ha hecho ninguna chanchada. Cada uno siente que la empresa es de él. Se ha ido creando un equipo bajo esa línea”. “Hay una lista gigantesca de toda la gente que ha confiado en nosotros. Hay una gran cantidad de amigos, de personas que nos han apoyado y nos han ayudado. Lo que el Colono ha hecho se debe a esas personas. En los momentos más duros, sobre todo en la parte financiera, ha habido personas que siempre estuvieron conmigo. Mi gratitud siempre estará presente y estoy comprometido a corresponder a través t del tiempo, representándolos bien”. Castillo guarda tesoros y joyas cuyo peso le han dado gran valor a Pococí. Dios lo premia con una vida plena, y una familia linda, unida y humilde. Bien para todos y alegría para su corazón. Castillo es de los mejores empresarios. O el mejor.


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ANTORCHA DE JUEGOS CENTROAMERICANOS

Visitará cantón de Pococí EL GUAPILEÑO Foto Eduardo r Solano R.

El 6 de febrero, el alcalde de Pococí, Emilio Espinoza Varg a as, realizó una reunión en el despacho de la Alcaldía Municipal, con personeros de Cruz Roja, Bomberos,Tránsito, miembros la Fuerza Pública, y los responsables de Juegos Centroamericanos; Lorena Obando y Amura Hidalgo, quienes dieron a conocer todos los detalles de esta actividad, de suma importancia para nuestro cantón. Pococí ha sido escogido entre 15 cantones seleccionados para el recibimiento de la Antorcha Olímpica que saldrá desde Paso Canoas el 17 de febrero. A Pococí, le corresponderá recibirla el jueves 21 de manos del señor alcalde de San José Johnny Araya, proveniente de San Carlos. Este año Costa Rica organiz r a a través t de la Municipalidad de San José los Juegos

Centroamericanos, evento deportivo que se realizará por primera vez en nuestro país. Don Emilio Espinoza se mostró muy complacido por la escogencia de nuestro cantón para recibir la Antorcha Olímpica y desde ya, se organiza una gran fiesta para celebrar dicho acontecimiento, la organización r estará a cargo del comité organizador de Fantasía Navideña, que posee amplia experiencia en este tipo de eventos, encabezados por la periodista Grace Hernández Miranda. El día 21 de febrero se espera tener diferentes actividades y sorpresas, para vivir este acontecimiento en el Parque de Guápiles, a partir de las 3 pm. Con un recorrido de la Antorcha Olímpica m con los atletas del cantón, por los alrededores de Guápiles. La llegada al parque y acto protocolario será a las 7 p.m., luego las actividades continuarán… Acompaña este evento tan importante para Pococí…

Gran recibimiento y recorrido de la Antorcha Juegos Centroamericanos 21 de febrero 2013

Participa con tu familia De esta gran fiesta deportiva Pococí es grande, su gente es noble… Juntos digamos presente a este evento único en el cantón… Invita Municipalidad de Pococí

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Cuarto logo que utilizó El Colono.

Quinto logo que utilizó El Colono.

El logo ya modernizado. Farid Muñoz Solís, gerente de Mercadeo del Colono Agropecuario.

La renovación del logo del

COLONO CAMILO RODRÍGUEZ Y EDUARDO SOLANO

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Primer logo que utilizó El Colono.

Segundo logo que utilizó El Colono.

Tercer logo que utilizó El Colono.

Extracto de una charla del señor Farid Muñoz Solís, Gerente r de Mercadeo r del Colono Agropecua r rio

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oy hablarles del tema que desarrollamos en el 2012, para lo que es marketing es muy lindo trabajar en esto y gracias a Dios lo pudimos llevar a cabo. Se trata del cambio de imagen. Hoy, como pueden ver, está presente el nuevo logotipo de El Colono Agropecuario. Cuando hablamos de imagen, no nos quedamos en un logotipo. Imagen significa f muchas cosas. En este 2013, El Colono Agropecuario cumple 35 años de

El logo a propósito del 35 Aniversario. fundado. Pensando en eso, quisimos realizar un cambio que fuera verdaderamente positivo, que generó este logotipo que tenemos acá. El primer logo fue utilizado para ir a exponer a México, porque fue necesario. Luego, apareció la estrella azul, con cambios, con uno los primeros seis almacenes que tuvo El Colono en cada punta de estrella. Después de ahí, por el año 95, se sigue con un logo muy similar, en la parte de adentro tenemos un toro, un banano, un carretillo, un taladro, que representó en su momento a los negocios de la parte ferretera. La estrella azul sigue siendo el emblema principal. Para el año 2000, la empresa tomó la división como una oportunidad para dedicarse al campo agrope-

cuario, especializarse en negocios aparte de la línea fferretera. Para el año 2009, el logo varió sólo en las letras del cintillo. De División Agropecuaria, pasa a Colono Agropecuario. Desde hace tres años sostuve las primeras conversaciones con Cristian Castillo, subgerente general del Colono Agropecuario, sobre la necesidad de un nuevo logotipo para el cambio de imagen. Desde hace un año, tomamos la decisión de hacer el cambio. Para esto, tuvimos todo un proceso. El cambio fue bien pensado, bien estructurado y llegamos a lo que es el logotipo. Para a el estudio t de mercado que hicimos, tomamos en cuenta a nuestros clientes del sector de piña, banano, sector pecuario y de otros cultivos en todo el país, para

que el cliente nos diera su punto de vista, sobre qué opinan de El Colono Agropecuario, qué opinan de su imagen. Con el estudio, descubrimos que la estrella era y es sumamente importante. La estrella como tal estaba totalmente posicionada en el mercado. Veían la estrella azul e inmediatamente pensaban en El Colono. Ese ícono de la estrella no podíamos perderlo. Sin embargo, nosotros no somos azules, somos verdes, así que lo que hicimos fue simplificar la estrella, hacerla en color verde, no en azul, y darle unos matices modernos a la media luna, para que fuera fácil de reproducir en diferentes aplicaciones. Tiene una aplicación vertical y otra horizontal. Es muy importante comunicarles esto a ustedes. Porque es el cambio más significativo que tiene El Colono en imagen en más de 30 años. De ahí la importancia de que ustedes se identifiquen también con la imagen, y sepan que como parte del cambio del tiempo, muchos vamos a modernizarnos para el mercado. El primer Colono que rotulamos fue el de Parrita, a finales de diciembre, El Colono Agropecuario de Jiménez ya esta con esta rotulación. Los productos también, tienen sus cambios: Glifocol y Atila. A nivel de camiones, decidimos hacer una rotulación bastante importante. Como les decía, estamos en el 35 Aniversario a partir de enero. Todo el año 2013, este logo lo vamos a utilizar en referencia al 35 Aniversario. Tenemos un mensaje que simplifica un poco lo del cambio de imagen, que dice, “Los tiempos cambian… Las tecnologías avanzan…Nosotros evolucionamos…”.


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MEJORAMIENTO GENÉTICO EN GANADERÍA COLONO REAL

Castillo muestra su experiencia en ganadería O Resumen de la

conferencia r del empresar r io José Alberto Castillo sobre su nueva experi x encia como ganadero. r CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A Fotos de Eduardo r Solano El Guapileño i

Este convivio es para que ustedes se lleven un concepto de lo que se está haciendo y cómo se hace. Estamos trabaja a ndo por razas. La idea es que el mejoramiento continuo que se pueda hacer aquí, se adapte a todas las ganaderías, con material genético de calidad. Estamos por traer embriones de Francia, de la raza Charoláis, porque la gente está pidiendo según su necesidad. La ideal es ir introduciendo todas las razas para las necesidades de todas las ganaderías. También pensamos en la línea lechera, para suplir las necesidades de ese sector. Iniciamos hace cinco años con este proyecto. Hace cinco años, no teníamos ganadería, ni finca, ni mejoramiento genético. Lo que me mueve personalmente es hacer mejoramiento genético, porque a través de estos 35 años que vamos a cumplir con el Colono Agropecuario, he estado muy metido en el sector ganadero. Hace unos 25 años, tuve la oportunidad de ser ganadero, pero el crecimiento en el sector comercial hizo que no pudiera continuar. Pero me dije, “algún día me hago de una finca donde tenga un ganado para mejoramiento genético”. Como Colono Agropecuario, tenemos un gran compromiso con el sector ganadero de este país. El compromiso es hacer que esta actividad sea rentable. Si bien es cierto que la actividad ganadera se ha manejado de una manera muy artesanal en el pasado, en la inauguración de la Expo Pococí 2012, el mensaje que dio la Ministra de Agricultura, de aprovechar la tecnología, el mejoramiento genético, los pastos mejorados, iba en este sentido. Es lo que realmente se busca hoy: cómo producir más con menos tierra, con menos agua, en armonía con el ambiente e inclusive luchando contras las condiciones climáticas que han variado tanto, para alimentar a un mundo que crece cada día, cada minuto, cada hora… Precisamente si nosotros analizamos lo que ha venido pasando en el mundo, la mayoría de actividades le ha sacado ventaja a la ganadería. Veamos ejemplos: cómo los porcicultores sacan un

Conferencia de José Alberto Castillo en la Ganadería Colono Real.

torio de fertilización in vitro. Andábamos cinco ganaderos y nos dijimos, “¿por qué nosotros no montamos un laboratorio de fertilización in vitro en Costa Rica?” Desarrollamos la técnica, mandamos a los técnicos a capacitarse en Brasil, trajimos los equipos y empezamos con la tecnología de transferencia de embriones. Se seleccionan las vacas donadoras. Tenemos vacas donadoras que son de raza Gyr lechero y Brangus. Recogemos óvulos que son fertilizados con semen del mejor e toro. Con una pajilla se puede fertilizar 200 (doscientos) óvulos. De esos 200 óvulos, saco 40 (cuarenta) embriones y de esos 40 embriones tengo 15 preñeces. A una buena vaca donadora le podemos sacar hasta cien crías al año. Si a esas cien crías las tenemos con el mejor semen que hay de esa raza, con la transferencia de estos embriones obtenemos crías de alta calidad genética. Don Salvador Saborío í tiene un dicho muy interesante: “copiar lo bueno es doblemente bueno”. Lo que yo ando haciendo es copiar lo bueno. Lo que veo bueno en otros lados me lo traigo para acá. Hay que copiar del que sabe.

Entre las mejores j

José Alberto Castillo conversa con ganaderos en su finca. cerdo de cien kilos en cuatro meses, cuando antes lo sacaban en seis meses, y comiendo lo mismo. Igual con el pollo, antes lo sacaban en doce semanas y ahora lo sacan a las siete semanas con el mismo peso y gastando lo mismo. La ganadería tiene que competir con la carne de cerdo y con la de pollo. La ganadería se quedó produciendo de una forma tradicional, en forma extensiva, sin mejoramiento genético, sin mejoramiento de pastos, y realmente ahí la actividad dejó de ser rentable para mucha gente. Muchos se salieron.

Un proyecto y útil Yo me dije, “quiero montarme un proyecto que sea útil”. ¿Por dónde comenzamos? Lo primero es mejorar la genética. Luego, mejoremos pastos. Después, hagamos rotación, hagamos manejo, hagamos infraestructura y realmente démosle a la

ganadería el espacio que ella requiere. Hay que hacer los cambios de acuerdo a lo que hoy en día ofrecen las demás actividades, porque han cambiado, porque hay compañías muy grandes en banano, piña, arroz, hortalizas, vegetales, carne de cerdo, carne de aves. Pero casi nadie hace investigación en ganadería, y se hace muy poco por el mejoramiento genético. Cuando yo comencé aquí, dije, “voy a trabajar t con inseminación”, y me compré unas vacas y comencé a traer semen y a inseminar, pero resulta que a los días, me di cuenta que ya no es inseminación. Eso fue hace 25 o 30 años. Ahora es transferencia de embriones. ¿Y cómo es eso? Que a una vaca en sistema natural se le sacan los embriones y se le colocan a una receptora. La receptora es una incubadora. Nada más. Cuando tuve la oportunidad de ir a Brasil, vi un rótulo que decía, “dos millones de preñeces en fertilización en vitro”. Fui a ver el labora-

Y, definitivamente, nosotros en estos cuatro años nos pusimos a la altura y al nivel de las mejores ganaderías de Centroamérica. Lo hicimos trayendo mucho material de Estados Unidos. Hemos traído unos 300 (trescientos) embriones congelados de Estados Unidos. Hay que aprovechar la tecnología para reproducir lo bueno. Aquí, que andamos en 1400 (mil cuatrocientos) animales en el proyecto Colono Real, con 700 vacas receptoras, la meta es producir 500 (quinientos) animales de fertilización in vitro, para sacar un proyecto adelante vía volumen, porque si yo quiero vender un toro de este nivel en un precio que sea muy caro para el ganadero, no voy a poder venderlo o va a ser muy caro para el productor comprar un toro en $ 10.000 (diez mil dólares) o cinco millones de colones. Lo que yo ando buscando es cómo produzco calidad y en cantidad, porque eso permite vender un toro muy bueno y mejorar cada hato mucho más rápido que como se haría con un toro comercial, mucho más barato, pero de baja calidad genética. En vez de llevar un ternero de 120 ó 150 kilos, que lo van a pagar muy mal, mejor llevar un ternero de 230 kilos, que se lo van a pelear en la subasta. Y a la vez que ese ternero que iba a salir a los dos años, salga al año o al año y medio, como hizo la gente de los cerdos y la gente del pollo. ¿Por qué la ganadería no lo puede hacer si trabajamos con material genético de muy buena calidad? Esto es lo que estamos haciendo…

Estoy muy contento porque hay personas que han trabajado con material genético nuestro con muy buenos resultados. Lo bueno da bueno. Con lo bueno no hay pérdida. Es lo que he aprendido en la vida y es lo que he estado haciendo… Una vez que mejoremos genéticamente, hagamos el esfuerzo y mejoremos pastos, y metamos rotación y suplementamos con minerales. Así sacaremos adelante la actividad ganadera del país, y va a ser muy rentable. Ahora que las condiciones de precio se están mejorando, y se van a mejorar las condiciones de precios, porque no hay carne, en Latinoamérica hay un faltante de carne, se van a mejorar más las condiciones de precio en la ganadería. Hagámosla más productiva y rentable, para que realmente los ganaderos, nuestros clientes y amigos de toda la vida, tengan una mejor calidad de vida.

Finca de puertas abiertas Quiero ponerme a la orden de ustedes. Esta es una finca de puertas abiertas. Aquí todos son bienvenidos. Cada quien puede venir como si fuera yo. He dado instrucciones de que se les enseñe lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo. Aquí no hay secreto de nada. Y más bien ustedes me pueden dar consejos y me pueden ayudar a mejorar. Que lo que yo mejore aquí, va en cadena para todo el sector ganadero de Costa Rica. Es un proyecto modelo, para que realmente le demos valor agregado a la actividad ganadera, que produzcamos más con menos tierra y que trabajemos en armonía con el ambiente. Ahora viene la tecnología de carbono neutro. Nosotros aquí no cortamos un árbol. Sí les quitamos ramas bajeras y ttratamos los árboles enfermos. Un señor me comentó que cuenta con un hato pequeño, y que durante muchos años trató con muchas razas y toros, pero sin un resultado satisfactorio. Fue hasta hace dos años y medio que adquirió un toro de esta ganadería, y hoy día tiene una vacas Simbrah y Brahman, que las ha cruzado con el toro, logrando resultados asombrosos, con terneros de hasta 280 kilos con seis meses. Tengo dos toretes de 480 kilos con apenas un año. Todo el proyecto es supervisado por la Asocebú. El proyecto es de mejoramiento genético. Todo el ganado de aquí es puro, salvo las receptoras, pero todo animal que nace aquí es de mejoramiento genético. A los dos meses viene la gente de la Asocebú y los revisa. Pero no nos conformamos con eso. Nosotros, al destete, clasificamos los animales que no nos gustan para toros y seleccionamos muy bien los que vamos a dejar para vender después, para toros. Tratamos de no vender ningún toro o torete si no está listo para preñar. Aun así, si se diera el caso de que no preñara, que no saltara o no sirviera, que se ha dado el caso también, somos responsables de la reposición del toro, con la garantía que se da. Somos muy exigentes con respecto a los animales que vamos a vender para reproductores, porque sabemos que el ganadero hace un gran esfuerzo para comprar un toro y no le vamos a vender un animal que no va a cumplir como tiene que ser.


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Felicita al señor

José Alberto Castillo, Lídderr del Colono Agropecuario, con motivo del merecido reconocimiennto quue le l otorgó el Banco de Costa Rica, como Empresario Emprendeddor, deseándole que continúe cosechando éxitos.

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Los primeros trabajadores que tuvo El Colono Dos extractos del libro r del periodista y escritor Camilo Rodrígu d ez sobre r los orígenes de El Colono

HIPÓLITO CRUZ

Juan Bonilla, compañero en los orígenes de El Colono

En la cuna de El Colono

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

El Guapileño

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

El Guapileño

Llegó para construir uno de los primeros anexos en las instalaciones del primer Almacén El Colono y se quedó por muchos años. Hipólito Cruz Palma fue uno de los primeros empleados que contrataron José Alberto Castillo y Juan Bonilla, a solo meses de haber nacido El Colono. Cuando entró a trabajar t en El Colono ni siquiera se había integrado a la sociedad Salvador Saborío, r el tercer socio histórico. Ahora, tantos años después, el famoso “Polito” nos cuenta su historia. Nació en Santa Rosa de Guacimal, Puntarenas, en 1960. A los cuatro años lo llevaron a vivir a San Miguel de Monterrey, San Carlos, hasta el año 70. “Después nos fuimos a vivir a Guayabo de Miravalles, en Bagaces de Guanacaste, hasta el año 77, cuando llegamos a Cariari. “Me vine para acá con mis papas, Daniel Cruz y Luzmilda Palma. Todavía viven en Hojancha de Cariari. a “Llegué a El Colono recomendado por un tío, Jorge Cruz Matamoros. Realmente, mi tío recomendó a mi papá y Alberto Castillo fue a buscarlo. Mi papá le dijo que no podía ir a hacerle el trabajo que él necesitaba, pero que podía mandarme a mí. Lo que necesitaban era agrandar el negocio, hacerle un anexo. Yo soy carpintero y albañil, como mi papá. a Castillo se quedó viéndome a mí, como diciendo, “¿y ese? ¿Para qué servirá? Se echó al agua y me dijo que estaba bien”. El Colono recién nacido “Tenían T como dos meses de haber empezado. Estaban a solamente Alberto y Juan Bonilla. No estaba don Salvador Saborío, quien se sumó a la sociedad unos meses después. “Hice el agregado que ellos querían. Después me dejaron como bodeguero. Como quien dice, hice la bodega y me quedé adentro de una vez. Me fueron acomodando a lo que hubiera que hacer. “Lo que tenían construido originalmente era un espacio de cuatro metros por cuatro metros. Le hice un agregado de cuatro metros de frente, y otros tres metros. Quedó como de ocho metros por siete metros u ocho metros por cocho metros. “Al principio éramos solo nosotros tres, Castillo, Juan y yo. Ellos atendían al frente y yo me quedaba acomodando atrás. A cada instante había que hacerle un agregado. Cada vez que se compraba un material nuevo había que cons-

truir un pedacito más. Ya no pensaban en carpintero. Ya lo tenían adentro. “Después de mí, empezó a trabajar a Saúl Martínez, í y ya llegó don Salvador. También recuerdo muy bien cuando se integró Julio Bonilla, el hermano de Juan. “En El Colono pasé por todo. Pasé por repartidor, y andaba distribuyendo mercadería. d Dábamos servicio a domicilio. “Después trabajé en el área de vidrios, fue que me pusieron de instalador de vidrios. Iba medía, venía, cortaba, al final los llevaba para instalarlos. “Tambié T n me mandaban en carro a jalar madera para el depósito. Castillo hizo dos o tres t viajes, yo lo acompañé y después me mandó sólo”. “Entró don Gabriel Bonilla” “Estando ahí, en El Colono, vi como la empresa se fue haciendo más grande, poco a poco. Entró un señor que se llamaba don Juan, y también don Gabriel

Bonilla, que ahora está en Ticabán. Con el tiempo, la familia de El Colono se fue ampliando. “En 1985, se comenzó a construir El Colono número dos, en Pocora. Como yo era el carpintero, me mandaron a hacerlo. Aquello era un galerón viejo. Se remodeló. Después me pusieron a jalar mercadería. Enseguida, a que la acomodara y que me quedara ahí. Al final me dejaron de administrador. “Ese negocio era a medias entre los de El Colono y don Jorge Cruz, mi tío. Me quede ahí hasta finales del 93 a cargo r de ese negocio. “Alberto me pidió que me viniera para Sarapiquí con don Salvador Saborío. Me vine a montar inventario y todo el sistema de facturación. Era por unos cuatro meses. Me quedé tres años. Estuve ahí, en El Colono, hasta el año 96”. Foto. Extractos del libro del periodista y escritor Camilo Rodríguez Chaverri sobre los inicios de El Colono.

En los inicios de El Colono, al lado de José Alberto Castillo estuvo siempre Juan Bonilla. Juan Bonilla Sánchez nació el 7 de setiembre de 1949, en Abangares. Su papá, Alberto Bonilla Cordero, se dedicaba a la agricultura y su mamá, María Sánchez Lara, era ama de casa. “En un hogar de nueve hermanos, me crié en Abangares hasta la edad de 18 años. Estuve en La Escuela de Abangares, hasta Sexto Grado y no pude ir al colegio. “Empecé a trabajar t con ganado a la edad de los 10 años, en parte porque siempre he sentido atracción por ese mundo y en parte por la necesidad, que lo obligaba a uno. Empecé a trabajar t en fincas, viendo vacas, ordeñado y de todo. “A los 18 años me fui de Abangares a la zona sur, para seguir ganándome la vida. Trabajé en Coto 47, en la finca 52. Estuve tres años, volví a Guanacaste por una corta temporada, y me vine para Río Frio, cuando empezaban las bananeras. “Fui a dar a Cariari en 1972. Estuve trabajando con el Instituto de Tierras y Colonización (ITCO) del 72 al 76, los que hacía era ver unos toros que tenía la institución. Luego me pusieron a ver asuntos de parcelación. Pero, en general era la persona que sabía de ganado, y como tenían presente que conocía algo de ganado, y ya que el ITCO tenía esos toros para los campesinos, me dieron lo oportunidad para que trabajara la parte de asistencia técnica. “José Alberto Castillo era mi jefe inmediato. Él me dijo que por qué no poníamos un pequeño negocio que se llamara “El Colono”, porque, como Cariari se llamaba Colonia Kennedy, de esa manera la gente nos iba a sentir más cercanos”.

Arranca El Colono “Yo, Y como conocía algo de veterinaria, empecé con él a trabaja a r en el negocio. El negocio era lo mínimo, un cuartico, un cuatro por cuatro. Ahí atendíamos a la gente y también dormíamos. “Pasábamos un tiempo solos hasta que se integró don Salvador Saborío. En eso compramos una finca y me metí a administrar la finca. “Cuando vendimos las fincas, estuve un gran tiempo en El Colono de Ticaban. Me gusta mucho Ticaban. Hasta la ffecha, le caigo bien a la gente. Donde he estado siempre me han tratado bien. Me gusta mucho Ticaban porque estoy con la familia, y es donde me gano mis alimentos. “A Castillo siempre lo he admirado. Es un hombre inteligente, valiente, de muy buenos sentimientos. T Tengo que agradecerle demasiado a Dios lo que hemos hecho, y darle muchas gracias a don José Alberto Castillo y a Salvador Saborío, y a mi ffamilia. Estoy muy agradecido con la vida”, cuenta don Juan Bonilla


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Observador de El Colono JOSÉ MANUEL SALAZAR NAVARRETE

Ex Gerente del ITCO, IDA Escritor Especial para El Guapileño

“Desde la década de 1960 surgió r en Cariari una muy vigorosa r región de desarrollo. r Fue iniciada bajo el concepto de que a lla democracia política, concebida como un sistema de respeto t al sufragio, debe agregár r sele un fundament d to de firme democracia económica”.

S

iento una profunda emoción al recordar los comienzos del asentamiento de Cariari y la importancia de lo que allí se inició. Miles de personas pertenecientes a los centenares de familias colonizadoras han prosperado ahí en decenas de millares de hectáreas. Aquel fue un proyecto que arrancó de cero- en el sentido de que era una extensa tierra fértil f en lo que sólo existía la selva virgenr y ha alcanzado a hacer realidad una muy vigorosa región de desarrollo. Desde los años de la década de 1960 surgió en Cariari una muy vigorosa región de desarrollo. Fue iniciada bajo el concepto de que a la democracia política, concebida como un sistema de respeto al sufragio, debe agregársele un fundamento de firme democracia económica, que a su vez de significación verdadera al muy básico principio de igualdad de oportunidades. Así pueden obtener resultados de asombrosos alcances, como los que se gestaron en Cariari. La tesonera labor de los colonos, aquel gran número de hombres y mujeres, de diversas edades, fructificó en el dinámico Cariari de hoy. Tales pioneros, con su perseverante trabajo, se situaron en muy por encima de la línea de pobreza, es decir de

ese promedio de bajo nivel de riqueza del que hablan los sociólogos, y la dejaron atrás. Eso es un estupendo logró de los colonos y de sus familias. Todos debemos alegrarnos de esa superación y sentir entusiasmo por los casos de mayor propiedad. El más impresionante de esos casos ha sido, sin duda, el nacimiento y progreso enorme de las empresas del llamado Grupo Colono. Recuerdo siempre con afecto y aauténtica admiración a los iniciadores de esa agrupación de negocios. Fueron tres: Salvador Saborío, don Juan Bonilla y el señor José Alberto Castillo. Este último fue muy joven empleado del ITCO (Instituto de Tierras y Colonización) a quien ttuve la suerte, por mi cargo de gerente general de la institución, de nombrar en un puesto de promotor social de la región cuando él tenía menos de veinte años de edad. Hace un cuarto de siglo ellos se asociaron e iniciaron actividades en Cariari; lo hicieron con un primer establecimiento al que pusieron el nombre de El Colono. Tal nombre perduró, hasta llegar a ser hoy una fuerte cadena comercial llamada Colono Agropecuario, símbolo del acierto de una válida política económica, cuyos simiente básica ha sido liberar y hacer que se pongan en marcha la vigorosa iniciativa y productividad que existen –aunque a menudo frustras y frenadas- en muchos de los hombres y mujeres m de un pueblo como el nuestro. r Yo voy a menudo a Guápiles y es por eso que con alguna frecuencia veo al señor Castillo. Es una persona admirable por su dinamismo y por su aparente juventud invariable. Mantiene un comportamiento siempre humilde y se caracteriza por servir siempre a la comunidad. Gran impulsor de causas sociales y de actividades deportivas, es sobre todo un portentoso hombre de negocios. Lo, mismo, palabra por palabra, merece con toda justicia ser dicho del señor Salvador Saborío, el otro gran impulsor del Colono. En la actualidad son ellos dos grandes gestores del cotidiano triunfo que hace del grupo un paradigma de habilidad y eficacia mercantiles. Además, los hijos e hijas de don José Alberto como de don Salvador toman parte en el inmenso reto de la administración y buena marcha de esa red de

Esta es la portada del libro que escribió y publicó el p periodista y escritor Camilo Rodríguez C Chaverri, hace nueve años, como reeconocimiento por el e esfuerzo emprendedor del empresario José Alberto Castillo. Camilo Rodríguez ha publicado ciento siete (107) libros.

El más impresionante caso de éxito surgido d de Cariari es, sin duda, el nacimiento y progreso enorme de las empresas del llamado Grupo Colono. Recuerdo siempre con afecto y auténtica admiración a los iniciadores de esa agrupación de negocios. Fueron tres: don Salvador Saborío, don Juan Bonilla y el señor José Alberto Castillo. Este último fue muy joven empleado del ITCO (Instituto de Tierras y Colonización)”

almacenes. El Colono, con sus tres decenas de muy solventes negocios, cubre en la actualidad toda la vertiente atlántica de Costa Rica, tal como se pone en evidencia con sólo citar algunos de los lugares en los que están pre-

sentes sus establecimientos: Puerto Limón, Bataán, Guácimo, Jiménez, Guápiles, Cariari, a Ticaban, Siquirres, Santa Cruz de Turrialba, además, Puerto Viejo de Sarapiquí, La Virgen, Río Frío, en la provincia de Heredia, enAlajuela, Santa Rita de Río Cuarto,

El Tanque, Chachagua, Catira,Aguas Zarcas, La Fortuna y Guatuso. En la mayoría de esas ubicaciones se habían establecido asentamientos con distribución de tierra a m muchos beneficiarios. No es necesario decir más que para patentizar la verdad de la afirmación que me complace tanto formular; que el Colono es evidencia de lo que es posible en virtud de un inalcanzable esfuerzo y una acertada administración y que es la mejor y más demostración de que la política agraria de este país fue en todo momento correcta y generadora de prosperidad.


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AGRO PRO CENTROAMERICA S.A.

FELICITA AL INGENIERO ALBERTO CASTILLO PRESIDENTE DEL GRUPO COLONO AL RECIBIR EL PREMIO ANUAL (2012) A LA PRODUCTIVIDAD OTORGADO POR LA CÁMARA DE INSUMOS AGROPECUARIOS DE COSTA RICA SOMOS CONOCEDORES DE SU ESPÍRITU EMPRENDEDOR, ENORME CAPACIDAD DE TRABAJO Y GRAN VISIÓN EMPRESARIAL, QUE LE HAN PERMITIDO VENCER TODOS LOS OBSTÁCULOS PARA COMENZANDO DE CERO LLEGAR A CONSOLIDAR SU GRAN EMPRESA. QUEREMOS DESTACAR DE FORMA MUY ESPECIAL QUE ESTE CAMINO AL ÉXITO SIEMPRE HA SIDO PARALELO A LOS VALORES HUMANOS QUE RODEAN A DON ALBERTO: NUNCA SE HA OLVIDADO SU ORIGEN HUMILDE Y HA PUESTO SIEMPRE SUS LOGROS AL SERVICIO DE SUS COLOBORADORES Y DE TODOS LOS SECTORES DE LA COMUNIDAD. SU ÉXITO HA PERMEADO A LOS QUE LO RODEAN. ESPERAMOS QUE MUCHOS OTROS EMPRESARIOS COSTARRICENSES SIGAN SUS PASOS, ASÍ TENDRÍAMOS UN MEJOR PAÍS.


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SANTOS AGUILERA, GERENTE COMERCIAL, ZONA ATLÁNTICA

Los criterios de la mano derecha

CAMILO RODRÍGUEZ Y EDUARDO SOLANO

O Extracto de una exposición sobre r El Colono Agropecuario, r de Santos Aguilera, una de las personas más cercanas r del empresario r José Alberto Castillo. O “A Castillo le gusta ese perfil mío, tranquilo, estudioso. Alberto es muy intenso, impulsivo, emprendedor r r. Esa unión iba a funcionar f bien. Llevamos 26 años de andar juntos”. Trabajo en ventas en El Colono desde hace 26 años. El Colono, por ser una empresa regional fundada en Cariari de Pococí, en 1978, como un simple agroservicio, realmente lo que ha hecho durante una gran cantidad de años, es traducir en acción comercial el sentimiento personal de un agrónomo extensionista, que trabajó para el ITCO en los años 76 y 77, tiempo en que el extensionismo era casi un deseo, y era un gran logro profesional el llegar a trabajar t en una agencia de extensión. Alberto (Castillo) metió muy fuerte este concepto de extensión, pero con el sentido comercial y de servicio, y entonces por una gran cantidad de años, él fue el actor directo para llevar sus pocos productos que tenía en su momento a los diferentes agricultores de ese tiempo, entre ellos, maiceros, yuqueros, ganaderos. Y jalaba productos dependiendo de la actividad o cosecha. Si había maíz, o si había yuca, o si había ganado. En banano no se participaba. Era muy pequeño para competir con grandes empresas. La empresa se fue haciendo grandecita. Yo llegué en diciembre de 1986. Alberto y yo ffuimos amigos y compañeros de estudio. Entonces, yo sabía cómo pensaba él y sabía más o menos lo que quería. Tuve una etapa en la que fui educador, por diez años. Tengo formación pedagógica. Me gusta la

En primer plano, Santos Aguilera. Atrás, su gran amigo, su líder y maestro, José Alberto Castillo. capacitación, t me gusta enseñar, y lo otros los costarricenses nos caracteprimero para enseñar es aprender a riza al revés. No somos puntuales. enseñar, y a Castillo le gusta ese per- “A la tica”, quiere decir “mañana”, fil mío, tranquilo, estudioso. Alberto, “más tarde”. Es parte de nuestra en cambio, es muy intenso, impulsi- idiosincrasia. Cumplir a tiempo en vo, emprendedor. Esa unión iba a aquel momento era un verdadero funcionar bien, y la verdad que sí ha desafío. En Cariari, en Guápiles, sido así, pues llevamos 26 años de había carreteras de lastre. En ese andar juntos. Eso es bastante merito- momento, todavía no estaba la carrerio para mí. tera a San José. Había que usar la Durante veinte años, el enfoque ruta por Pocora. Era algo bonito porfue vender, brindar servicio, buscar que era desafiarse el sólo hecho de productos, dar asistencia, dejar el salir de Cariari a San José a hacer producto en la finca. compras, y regresar en la tarde y Un día nos llegó la onda de que repartir el día siguiente, para cumplir toda empresa tiene su misión y a tiempo. visión. Y escribimos nuestra misión… La original está hecha de A tiempo y con calidad puño y letra de Alberto. Por ahí está en foto, como reliquia. En los ensaLe pusimos todavía una compliyos que hicimos, buscamos concre- cación de sentimiento: cumplir a tar lo que hacemos y entonces llega- tiempo con calidad. ¿Qué es calidad? mos al tema de la estrategia. Al final, La calidad fundamental, de la que un día Alberto tomó un papel y dijo, nosotros estamos hablando, es la “esto es lo que quiero”. calidad personal. Y con calidad perLa visión de nosotros dice así: sonal usted puede obtener todo lo Primera máxima, cumplir a tiem- que es calidad. Si usted es una persopo…Ese es un desafío que a nos- na de calidad, pues busca cosas de

calidad, se rodea de gente de calidad, da cosas de calidad y hace cosas de calidad. Entonces, sumamos un segundo valor de alta complejidad. Cómo cumplir a tiempo con calidad implica aspirar a estar relacionados con los principales líderes suplidores de productos del mercado, que para aquellos tiempos eran pocos. Siguiendo con la construcción de la visión. Otro elemento que no es difícil para nosotros es el de la amistad. El ideal fue lograr hacer de nuestros clientes amigos… Al agregar el valor de la amistad, con estos tres ejes era muy fácil cumplir el resto. Cumplir a tiempo con calidad, amistad y confianza, las necesidades de ustedes, colaboradores u la comunidad. Es una interpretación de lo que ustedes demandan en sus empresas día a día. Fuimos formateados por el sector del banano, porque el banano es una actividad que nos puso alta exigencia por la cultura de las multinacionales. Nosotros alcanzamos ese nivel. Por otra parte, una misión es una fotografía de cómo se quiere ver en un tiempo definido. Nosotros cambiamos el concepto de misión por compromiso. En el compromiso hay una serie de anotaciones, que en realidad son el complemento de la misión. Pero la misión es más filosófica. En cambio, el compromiso es más carnal. Así lo sentimos nosotros. Este es el texto original, que se redactó en los años 97- 98, hacia los 20 años de vida empresarial del Colono y dice así: Nuestro compromiso empresarial, en alianza con los principales fabricantes, líderes de la industria mundial de productos y manufacturas, es continuar en la búsqueda permanente de nuevos productos, tecnologías y servicios. Esta es una de las máximas nuestras: estar con los mejores, los que generan tecnologías, que hacen investigación, que hacen desarrollo, que hacen ciencia. Es así como nosotros decimos que para ser líderes o aprender de los líderes debemos estar con los líderes. Hoy esa máxima se sigue cumpliendo. Estamos siendo fieles a nuestro compromiso empresarial. Una máxima operativa del negocio es que para que El Colono esté bien, los primeros que deben estar bien son los productores. Nos debemos a los productores. La regulación excesiva de nuestro país, en lugar de meter el acelerador, es un freno. En países como

Panamá, un registro de un agroquímico tarda unos seis meses; en Nicaragua, tarda un año o poco menos… En nuestro país no sabemos. Es una realidad. Esto nos resta productividad. Es una preocupación permanente como proveedores. En El Colono, nos encanta tener amigos para siempre, que permitan construir relaciones verdaderas, en un marco de amistad, armonía y confianza, para lograr un crecimiento sostenido en beneficio f de nuestros clientes, socios, colaboradores, amigos y comunidad.

Interés por la comunidad Uno de los componentes más fuertes de la personalidad del empresario Alberto Castillo es su interés por la comunidad. Lo encontrarán en múltiples ocupaciones de orden comunal. De alguna manera queremos llevar este estilo y participación a otras partes del país, pero le toca a los gerentes nuestros de esas zonas el trasladar esa mística. Con esto, les he expuestos pilares fundamentales de nuestra forma de operar a como empres m a, como personas. Son mandatos constitucionales entre nosotros. Estos 34 años de El Colono han sido un largo caminar brindando aportes significativo f s al sector productivo. Para cumplir estos mandatos, tenemos una red de almacenes en la Zona Atlántica, Norte y Sur, que atienden negocios piñeros, con gente especializada, con unidades, así como relaciones comerciales establecidas en cada zona y a nivel nacional. Para cumplir a tiempo esas necesidades, pensamos que el respaldo es un sello de una marca mundial, pero también el respaldo es la marca personal, la marca Colono. Más que la estrella, más que el cambio de imagen, es la marca personal que Alberto le ha querido imprimir a su empresa… Alberto es un empresario que reinvierte sus utilidades para obtener más utilidades, para reutilizar sus utilidades y obtener más utilidades. A esto se le llama crecimiento, innovación y cambio tecnológico. Costa Rica es referente de la innovación tecnológica en la agricultura. El Colono hace un esfuerzo constante para cumplir a tiempo, con calidad, con amistad, con un entendimiento de lo que necesita el país de nosotros.


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El empresario José Alberto Castillo junto a su esposa, Magda Ramos, y sus hijos e hijas. De izquierda a derecha, Francini, la hija mayor; Christian (de pie), sub gerente general de El Colono Agropecuario, Pablo y Mariela. La foto fue tomada durante la cátedra bancaria del Banco de Costa Rica 2012, donde don José Alberto expuso sobre el éxito de tres décadas y media de El Colono, su emprendimiento empresarial más notable y más beneficioso para muchísimas comunidades. Además, Castillo siempre se ha caracterizado por ser un gran padre de familia.

AL EMPRESARIO JOSÉ ALBERTO CASTILLO

Le premian por su trayectoria CAMILO RODRÍGUEZ Y SARA CHAVERRI A

Participación de don José Alberto Castillo en la ceremonia de entrega del Premio a la Productividad 2012, otorgado por la Cámara de Insumos Agropecuarios. Castillo agradeció el reconocimiento. Aprovechó para destacar el espíritu de servicio, calidad e innovación de El Colono Agropecuario, así como su compromiso con el sector agrícola y pecuario del país.

JOSÉ ALBERTO CASTILLO

Orgulloso de La Colonia O Intervención de José Alberto t Castillo durante la celebración del nacimiento t del distrito de La Colonia, en Pococí. CAMILO RODRÍGUEZ Y EDUARDO SOLANO

Mi papá tenía aquí una finca y los pioneros lo saben. Cuando decidí venirme a vivir aquí, lo hice porque me gusta mucho. Siempre admiré este pueblo, por su gente, que es gente trabajadora y honorable, como lo son las familias Araya, Aguilar, Mejía, familias fundadoras de La Colonia. A través t de los años, en mis empresas, el tener gente de esta comunidad, me ha permitido darme cuenta que son personas trabajadoras y honestas, con gran sentido de responsabilidad, con gran capacidad intelectual y con gran capacidad de

Don José Alberto Castillo expuso con fluidez y con seguridad en la cátedra bancaria del Banco de Costa Rica. Sus participaciones pueden ser consideradas destacadas conferencias, tanto en esta cátedra bancaria como durante la entrega al Premio a la Productividad 2012, por parte de la Cámara de Insumos Agropecuarios. Tendremos resúmenes de ambas conferencias en la próxima edición, Dios primero.

SILVOTECNIA AGROPOLÍMEROS saluda y ffelicita al empresario

José Alberto Castillo Consideramos muy oportunos y muy m merecidos los reconocimientos recibidos por don José Alberto Castillo gracias a la iniciativa del Banco de Costa Rica y de la Cámara de Insumos Agropecuarios. Lo felicitamos por el Premio a la Productividad 2012, otorgado por la Cámara de Insumos Agropecuarios, y por ser parte de la Cátedra Bancaria 2012, del Banco de Costa Rica. Somos una empresa de distribución de polímeros para uso agrícola. Realizamos ensayos con El Colono Agropecuario en plantaciones del Caribe. Conocemos de cerca el gran espíritu de trabajo, de esfuerzo y de servicio al agricultor de El Colono

Agropecuario. Ponemos a la disposición de los productores agrícolas tecnologías, que le brinden herramientas efectivas y de bajo costo en dos áreas importantes. Trabajamos en la administración y buen uso del agua como elemento vital para la vida en el planeta, así como en el manejo y recuperación de los suelos como plataforma de producción. Estamos convencidos de que en un futuro cercano, la seguridad alimentaria y la producción agrícola dependerá en gran parte del buen uso y administración del agua y la conservación de los suelos. Estamos para servirles con nuestros productos, Hidrofix e Hidrokeeper. Nuestro teléfono es 8838-9311.

producción. La Colonia es el lugar más productivo de recurso humano del cantón. Quiero dejar un proyecto para San Rafael La Colonia, aprovechando que están los diputados y todo el concejo municipal y autoridades de otras instituciones. Es un proyecto que nos permita dejar a huella y yo quiero comprometerme como vecino, contribuir a desarrollar y ayudar a realizar este proyecto. Este proyecto lo necesitamos todos los que vivimos en este distrit to. Es la creación de una ciclovia que una a Guápiles con La Colonia. No podemos seguir arriesgando a las personas que viajan en bicicleta, o a pie, ni a los estudiantes. Realmente esta carretera es muy transitada, pasó a ser ruta nacional y tal vez en el futuro sea a cuatro vías. En Guatuso, hicieron una ciclovia y creo que diseñar aquí una ciclovia que abarque los siete kilómetros que van de Guápiles a La Colonia, para las personas que viajan en bicicleta, o a pie, y para los estudiantes que vienen a la escuela o al colegio, realmente es una gran necesidad. Agradezco al pueblo de La Colonia que me aceptó como un miembro más, como un vecino más. Así lo sentimos. Aquí estamos, en La Colonia, para servirles…


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DON SALVADOR SABORÍO, UNO DE LOS FUNDADORES DE EL COLONO

En los orígenes de Extracto del libro r del periodista y escritor Camilo Rodríguez Chaverri sobre la historia de El Colono “Me vine para la provincia de Limón, por necesidad económica. Me vine para hacer un ahorro, para estudiar. Emigré del Valle Central hacía la bananera. “Yo Y sabía que uno ganaba para economizar. Era ‘time keeper’. Ese fue mi primer trabajo. Eran términos que venían de afuera, y que correspondían a los tiempos de Mamita Yunai. “Empecé en finca Perdiz. Trabajé de ‘time keeper’ durante ocho meses. Después fui oficinista y asistente del administrador hasta que llegue a ser administrador. “En Perdiz fui asistente administrativo de Ovidio Duarte Pérez, quien era administrador y ahora a es el propietario de Desarrollo Campo Cinco, junto con Miguel Zúñiga. “Cuando eso no había televisores en la zona. Yo tenía un radio que le compré a uno de los generales, porque Perdiz era propiedad de dos generales retirados de la Segunda Guerra Mundial, de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, el general McKelwin y el general Stranatan. “Escuchábamos “La Voz de América” y la BBC de Londres. También tenía una cámara Polaroid instantánea, porque los hermanos nicaragüenses y guanacastecos, aprovechaban y mandaban fotos a la familia. Curiosamente el puriscaleño no es así. Y lo que más había en la zona eran guanacastecos, nicaragüenses y puriscaleños. “Luego, cambié la cámara y el radio por una moto para poder ir a los bailes. Yo entregaba la correspondencia de Santa Rosa. Todo llegaba a la oficina de Perdiz, y yo me dedicaba a distribuir. También fui colaborador del Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria. Iba a Santa Rosa, a Bananeras Oro…Lo

que había de Perdiz a Santa Rosa era un trillo por la montaña. “Los chiquillos no tenían miedo porque los llevaban donde mí para sacarles la muestra de sangre. A veces no se podía sacar sangre de las manos, sino de los pies. Me veían en la calle y se ponían a llorar. En 1971, en Finca Perdiz conocí a mi señora, Lidieth Aguilar Vargas, quien llegó de maestra, oriunda de San Juanillo de Naranjo. Yo tenía 20 años. En 1972 nos casamos, el 25 de mayo. Ya después compré un lote en La Emilia y construimos la casita ahí. En La Emilia vivimos diez años. De ahí viajaba primero a Perdiz, después a Fertica y posteriormente a la ffinca Productora Tropical, en Nájera”.

Comerciante y billarero “En Perdiz vendía relojes y tenía taller de reparación de relojes, porque mi papá fue relojero. Él me visitaba cada tres meses, para reparar los relojes que se me acumulaban, también vendía joyas y perfumes para ir haciendo una economía. “Cuando murió mi papá, vendí todo lo que era de relojería en 700 colones y le compré un pool a Evangelista “Lelo” Quirós en Guápiles. “En la finca me dieron permiso. Ya tenía la experiencia, porque había sido billarero en la Pulpería “El Recuerdo”, de don Antonio Castro Cruz, en el Barrio San José de Alaju a ela, para a ayudarme en los gastos de los pasajes. Mis abuelos me daban permiso con la condición de que no podía llegar después de las 9 de la noche. Si llegaba a las 9 y 10, Esta es una foto reciente de don Salvador Saborío, en su faceta de boyero, junto a Plácido Segura, otro gran boyero de la zona. mi abuela llamaba a don Antonio y le preguntaba que había pasado conmigo”. (q.d.D.g.), era el que tenía una canti- me invitaron a participar en política. “En Perdiz puse pool, dominó, Bandeco”. “Salí para trabajar en Fertica. na. Se llamaba la “La mosca chin- Fui regidor por Guápiles, aunque tratrecillo, tablero y naipe. Aquello era un pequeño casino. Apagaban la luz Estuve un año en ventas, en la bode- ga”. De ahí nos íbamos a pie, con la bajaba en Cariari. Estuve dos años a las 9 de la noche. Era la luz de la ga de La Rita. Entré a la bananera de carga al hombro, buscando en Productos Tropical y me metí en planta eléctrica. Y nos tocaba seguir 18 años y cuando salí para Fertica Cantagallo en la vega del río La política estando de administrador de la finca. Recuerdo que fue el primer con una lámpara Coleman de canfín. tenía 26 años. Me llamaron de Cobal, Suerte”. “No existían las pulperías que periodo en que fue electo un regidor Yo me quedaba hasta la 1 de la maña- para que administrara Productora Tropical. Así que pasé a ser el admi- hay ahora en la zona, sino una en El del Partido Comunista. Era don na, buscando hacer una economía”. a as Morales, un trabaja“También T alquilaba plata y cam- nistrador de Productos Tropical. Ahí Triángulo, que era de Efraín Berrocal, Eduardo Varg estuve durante dos años”. un señor que ahora es transportista p dor de Los Diamantes. Yo era regibiaba cheques para ganarme un por“Había comprado veinte hectá- en El Colono de Guápiles. Él nos dor por Liberación Nacional. centaje. Mientras tanto, mi señora “Conocí a Castillo en una asamdaba clases en Perdis en la mañana, reas en El Triángulo de Las Palmitas, daba fiado”. al otro lado del río La Suerte. Cuando blea cantonal de asociaciones de en la tarde, y en la noche”. desarrollo, en 1976. Yo era secretario g comunal y regidor g “Finca Perdiz era propiedad de eso se duraba de Carolina para aden- Dirigente de la Asociación de Desarrollo de bananera Cocorí, la razón social. Los tro dos horas y media a pie. Por donde Gerardo Brenes, mejor cono“Reinaldo Jiménez, Carlos Rita, representando a Perdiz y dueños, dos generales de la Segunda cido como Ñoño, Chupo Sánchez, López y Gerardo Quirós Villafranca Castillo era presidente de la Guerra Mundial, la vendieron a


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El Colono Asociación de Desarrollo de Cariari” a “Los dos quedamos en la directiva de la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo, junto a Rodrigo Fernández Castro, de Roxana; un señor Cordero Chinchilla, de la Colonia, don Guillermo, un señor de Jiménez...José Alberto Castillo iba por Cariari y yo iba por Rita, Gerardo Zúñiga era el promotor de DINADECO. Cuando eso, doña Mireya Guevara de Padilla era la encargada para todo el país”. “Castillo salió de la Escuela Técnica Agrícola de Santa Clara en San Carlos, y entró al ITCO, como administrador en Cariari. En eso estaba cuando nos conocimos”.

Primer campeonato cantonal de futbol “Hicimos química y organizamos juntos el primer campeonato de futbol. Ese campeonato lo organizó la Unión cantonal de asociaciones de desarrollo. “La razón del campeonato es que cuando eso sólo participaban seis equipos del cantón en las eliminatorias de las terceras divisiones. Eran el Santos, el Pococí, el Cuadrante, el Alianza, el Independiente de Jiménez y la Selección bananera de Cariari a . Como quedaban todos los demás equipos por fuera, una inquietud de las asociaciones de desarrollo era promover el deporte. “Los transmitían por radio. “Coquí” Bolaños era el locutor de los partidos, y Miguel “Miguelón” Jiménez y Manuel Quesada también participaban en las transmisiones. “Con el futbol nos hicimos amigos. Trabajamos en los proyectos comunales de DINADECO. Hicimos una campaña para el Seguro Social y con lo que hoy se llama el IAFA (Instituto de farmacodependencia) y en ese entonces se llamaba el INSA. Bernardo Calderón era el promotor nacional de INSA y la esposa de Gerardo Zúñiga, Lina Samuels, era la promotora del INSA en el cantón”. “La unión cantonal dirigió una serie de charlas sobre prevención del alcoholismo y las enfermedades venéreas. Iba la trabajadora social Marielos Villalobos, y nosotros la acompañábamos a las fincas, los caseríos y las escuelas”. “Lo que queríamos era prevenir

y actuar, organizamos el campeonato de futbol y a los únicos equipos que no invitábamos fue a esos seis equipos que estaban a en las eliminatorias de las terceras divisiones. Eso inclusive nos trajo más de un reclamo en Guápiles. Además teníamos el trabajo de las campañas de prevención”.

Y nació BOCASO “ De esa finca le hablé hace un rato, era sólo mía, pero entramos en sociedad. No podía pagar la casa y la moto y tras t de eso mantener la finca, que realmente era un abra. Así que le propuse a Castillo venderle la finca y poco después nació la sociedad”. “Cuando fuimos a verla, primero me dijo que si me la compraba y que me pagaba a mil pesos por mes. Yo le dije que no me servía”. “Juan Bonilla era el asistente de Castillo, Castillo me dijo que Bonilla era un veterinario empírico y que quería entrar en la sociedad, porque era el que sabía de ganado. “Así nació BOCASO, que significaba a Bonilla, Castillo y Saborío. Realmente tenía que ser BOCASA, pero eso nos sonaba a mujer. Y por puro machismo, ves qué vergüenza, le pusimos BOCASO. “Empezamos a trabajar en BOCASO, pero Castillo, con el espíritu t que siempre lo ha carac a terizado, ese espíritu í de agresividad empresarial, empezó a decirnos que 20 hectáreas eran muy poquitillo. A los dos meses se le compraron 57 hectáreas a don Freddy Morales y familia, y como a los seis meses más le compramos 200 hectáreas a don Eduardo Salazar Elizondo. Todo era a puro empuje de que tengamos más” “Llegamos a tener casi las 300 hectáreas. Negociamos unas tierras con Carlos Murillo en Las Palmitas, 150 hectáreas o algo así, y después en Cariari, con Ulises Calvo, la finca La Chiquita, como de 30 hectáreas”.

Cuando nació El Colono El Colono nació el 23 de diciembre de 1978, pero yo no ingresé en ese momento porque era administrador de Finca Productora. Le dije a Castillo “háganlo ustedes” y seguimos como socios en la finca”. Seis meses después, en julio de 1979, me integre a El Colono, y para hacerlo hipotecamos la casa en Guápiles para poner el capital que se requería

para entrar. “Para hacerme socio de El Colono tuve que aportar 150 mil pesos. Parte del aporte fue una motocicleta, una Suzuki 185 amarilla, y una máquina de escribir. La moto pasó a llamarse “La rompe nubes”, y después la pusieron “El Gato”. Se le vendió al papá de Chico Otárola, el muchacho que es el administrador del tajo La Esmeralda y el compañero de Castillo en el auto cros”. “Don Édgar Guzmán Castro fue el padrino de El Colono y la madri d na, Doña Zoraida Cordero, su esposo, don Édgar le dio fiado un lote a Castillo. No preciso el tamaño del lote, pero era más para casa que para negocio. Después le compramos otro lote y otro lote…”. “Cuando empezaron, El Colono primero lo atendían sólo Bonilla y Castillo. En uno de los primeros años, el veinticuatro de diciembre pagamos aguinaldo a los empleados y lo que nos quedó para nosotros t era lo que se hiciera ese 24 después del mediodía y era muy poco porque lo que vendíamos era agroquímicos y productos de veterinaria, pero la gente lo que anda buscando para esos días es otro tipo de productos”. “Cuando fui candidato a regidor, en el 77, Castillo me apoyó. Me ayudaba en lo que podía. Como ganó Rodrigo Carazo, se lo cobraron porque recomendaron que lo quitaran. Cuando lo quitaron ya había nacido El Colono ”. “Hasta ese momento Bonilla estaba al frente del negocio y Castillo siempre se integraba después de salir del trabajo en el ITCO y los fines de semana. Como lo quitaron, a se pusieron los dos al frente del negocio. Dos meses fue lo que Bonilla duró solo. Con las prestaciones que le dieron a Castillo, 5 mil pesos, se invirtieron en el inventario”. “Y en junio del 79 entré yo. Entré porque como BOCASO era una sociedad tripartita, de partes iguales, ya me estaban dejando botado, porque lo que se necesitaba en la finca lo llevaban del negocio. Mi señora y yo no los podíamos alcanza. Castillo me dijo, “¿ve? Le dije que se viniera con nosotros”. “Como administrador de la finca bananera ganaba 6 mil colones al mes. Mientras tanto, Castillo y Bonilla se habían puesto un sueldo de dos mil pesos. A mí me tocó entrar ganando igual que ellos”.

“Éramos sólo Castillo, Bonilla, Saúl Montero y yo. Saúl fue el primer empleado. Hipólito Cruz fue el segundo empleado y llegó bajo la sombra de su papá, Don Daniel Cruz, a hacer una ampliación de bodegas, y se quedó”. “El Colono era un cuatro por cuatro. Era como una casa de pobre, a cómo van creciendo los hijos, se le van haciendo agregados”.

El Colono empieza a caminar “El adagio dice ‘para vender barato hay que comprar barato’ y comprar barato es negociar volumen. Por necesidad de progreso no se podía crecer en un solo punto. “Así fue como se pensó en poner un segundo almacén, y ubicarlo en Pocora. Una de las particularidades de El Colono es que va formando su propio personal. Hipólito Cruz pasó a ser el administrador de El Colono de Pocora, que era en sociedad con un tío de Polito, por cierto”. “El tercerAlmacén de El Colono lo pusimos en Ticaban por insistencia de don Gabriel Bonilla, quien era bodeguero en Cariari. “Y El Colono número cuatro fue el de Guápiles. Julio Bonilla Sánchez, hermano de Juan Bonilla, era agente vendedor en Cariari y ha sido el gerente desde el nacimiento de El Colono de Guápiles. “Así permanecimos hasta 1992. A principios de 1992 se inauguró El Colono de Puerto Viejo de Sarapiquí, con Mauricio Castillo al frente. Físicamente se abrió en enero, pero hace año y medio mandábamos mercadería desde Guápiles y Cariari a las bananeras de la zona. El mercado de Sarapiquí se abrió de Cariari. Jorge r Segura fue quien abrió la zona. “Ya Y cuando pensamos en tener un almacén en Sarapiquí, vine con Jorge Segura y con Don Gabriel Bonilla y dejamos buscado el terreno. En una segunda visita vinieron Santos Aguilera, Mauricio Castillo, Juan Bonilla, José Alberto Castillo y yo. “En ese momento, Mauricio era perito del Banco Nacional en Cariari. Antes, había sido perito del Banco Nacional en San Miguel, porque no había Banco Nacional en Puerto Viejo, sino en San Miguel. A él le tocaba ver desde San Miguel a toda esta zona. “El día de esta segunda visita todavía él era empleado bancario. Fue ese día que se le planteó que renunciara al banco. En el 91 se comenzó a construir y se abrió el 6 de enero del 92”.

De Cariari a Puerto Viejo j “Como mi esposa siempre decía que no pensaba dejar de dar clases porque era parte de su vida, yo pensé que para que se pensionará tenía que salir de Cariari. “Por eso, pactamos un cambio

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de barco. Mauricio Castillo pasó a capitanear El Colono de Cariari y yo me pasé para Puerto Viejo. El cambio lo realizamos el 25 de febrero de 1993. Aparte de mi objetivo de ayudarle a mi esposa a descansar, mi otro propósito era visualizar el crecimiento hacía el norte, hacía San Carlos. “Aquí me ha ido muy bien. Estoy muy agradecido con Cariari y con Guápiles, pero muy contento de estar en Sarapiquí”. “Estando aquí, creamos El Colono de La Virgen, hace seis años; El Colono de Río Frio, hace cuatro años; El Colono de Aguas Zarcas, el 18 de enero del año 2003, nacieron El Colono de El Tanque y El Colono de La Fortuna en diciembre del año 2003 y en diciembre de 2003 El Colono de Santa Rita de Rio Cuarto. Ya casi también El Colono agropecuario de El Muelle, que es el conocido como El Colono Agrovet”. “Para nosotros, algo importante para vender barato hay que comprar volumen. Lo que se busca es favorecer al cliente y que quede la ganancia justa que la dé la fábrica y no ha sacrificio del cliente”.

Las bases sólidas “Por mucho tiempo fuimos tres mosqueteros y las bases sólidas desde el inicio, y que han mantenido, han sido la honradez, el respeto, la sinceridad y el ttrabajo sin miramientos y sin horario, así como la solidaridad, entre socios como son los compañeros de trabajo y los clientes, lo que ha generado confianza y credibilidad, la que nos respalda con las casas comerciales”. “Hemos ido muy honestos. Hay que ser siempre honrados con las cuentas, pagar a tiempo o hablar a tiempo. Además, la gente que trabaja con nosotros se convierte casi en familia nuestra. Y hemos integrado a nuestras familias. Castillo ha integrado a sus hermanos, yo integré mi señora y a mis hijos. Eso nos bendice”. “Por ejemplo, j el papá de Castillo, don Édgar Castillo ha sido un embajador para El Colono. Él era el que abría los créditos y nos ha enseñado siempre el espíritu de trabajo, a la honradez, la actitud positiva”. “Desde el nacimiento de BOCASO, Castillo ha sido nuestro presidente, de hecho y de derecho. En una sociedad donde muchos mandan nadie obedece. “Y nos ha caracterizado el hecho de que contamos con gente con criterio, con creatividad y con ganas de superarse. a Siempre he dicho que prefiero parar toros que chucear bueyes. Que haya iniciativa es lo que nosotros buscamos, que los administradores tengan que ir más allá, que no sean simplemente jefes de personal. Para eso hay que predicar con el ejemplo”, finaliza Don Salvador Saborío. í


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Hotel Provincial El Guapileño

Nueva opción en la Zona Norte

estras instalaciones están equipadas confortablemente para su descanso y continuidad de su trabajo, con una acogedora decoración y gama de servicios. Servicios Generales: E caso de En d fall f lla de d los l sumini i istros t públi úblicos, conta t mos con: • Planta eléctrica Kipor KDE 30 ss. 60 Hz. • Calentadores de agua a gas Travomatic 100 Gls. • Sistema de bombeo de agua con capacidad para 10.100 litros con 2 bombas de 3 HP. • Computadora de escritorio con internet para uso exclusivo de los huéspedes (en la recepción). • Estamos a su disposición 24 horas. Pensando en su seguridad: • Circuito cerrado de televisión con 16 cámaras. • Amplio parqueo privado. • Procedimientos para evacuación y atención de emergencias. • La Asepsia la realizamos con productos altamente biodegradables certificados por Biotec con el concepto de armonía entre el ambiente y la gente. • Manejo de Residuos Sólidos y Líquidos Valorizables (Ley para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Nro.8839 – Reglamento Manejo de residuos ordinarios Nro.36093-S) Servicios adicionales: • Cámara de refrescos. • Snacks. • Venta V de Amenities. • Fotocopiado a color, en blanco y negro. • Servicio de escáner de Documentos • Servicio de fax. • Contamos con alianzas comerciales que ofrecen servicio de restaurante Express. Acogedoras y funcionales, especializadas en el sector ejecutivo. Todas ellas tienen a su disposición una gama de servicios y comodidades que le permitirán gozar de un descanso confortable y continuidad a su trabajo. Equipamiento: • Baño completo. • Cama matrimonial standar. • Aire acondicionado. • Televisión T por cable LCD 24¨. • Teléfono. T • Lámparas. • Juego de Muebles ( escritorio, silla, descansa maletas, cómoda y closet ). • Internet alámbrico e inalámbrico, alta velocidad 3Mbps. • Agua caliente en ducha y en lavamanos. • Detector de humo. • Caja Seguridad. • Amenities (Shampoo, jabón de baño) Servicios personalizados: (sin recargo, solicítelos en la Recepción) • Plancha de ropa y su respectivo aplanchador o base. • Secadora para cabello. • Cafetera eléctrica. • Carrito de servicio equipado (tazas, platos, vasos, cubiertos y azafate, según lo solicite). • Servicio despertador, ( su descanso es muy importante ) le despertamos a la hora que lo solicite. Tarifario: Todas nuestras tarifas de precios incluyen el impuesto de Venta. • Habitación Sencilla (Una Persona). • Habitación Doble (Dos Personas). • Habitación Triple (Tres T Personas). • Pregunte por nuestros Precio Corporativo Empresarial (Para uno o dos Ejecutivos).

Tiempo de estadía: • 22 horas, ingreso a las 14 horas y salida a las 12 horas del día siguiente. • (Previo Registro de Hospedaje) Niños (as) de 0 a 3 años, no pagan. • Niños (as) de 4 a 12 años paga un recargo. • Niños de 12 años en adelante, tarifa standar. Aceptamos: • T Tarjetas de crédito, débito, empresariales (Master Card, Visa). • Colones ¢ C.R , Dólares. $ USA y € EUR Euros (Tipo de cambio vigente). • No se aceptan cheques. • Para Tarifa Corporativa Empresarial, presentar: # Cédula Jurídica y nombre completo de la Razón Social de su representada.


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El Hotel Provincial es una nueva opción de la Zona Norte al servicio del sector empresarial Los empresarios Marco Lamugue y Yaksenia Pereira, fundadores y propietarios de Grupo Valle de Paz, que tiene ocho funerarias y cuatro camposantos, conversan con Alexis Barquero, fundador del Hogar Ángel de Amor, ubicado en La Rita. Grupo Valle de Paz donó una pantalla plana para los adultos mayores.

Ángel de amor recibe ayuda O Grupo Valle de Paz donó pantalla plana. CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A El Guapileño

Ubicación y Facilidades La estratégica ubicación del cantón número 10 de la provincia de Alajuela, San Carlos, en la hermosa Zona Norte se destaca por su crecimento y desarrollo, ofreciendo tanto empresarial como turísticamente sitios muy interesantes, con fácil acceso al Pacífico, Caribe, frontera norte y frontera sur, a traves de la Región Huetar Norte. El Hotel Provincial se ubica en el distrito cuarto de este cantón, Aguas Zarcas, punto convergente por sus fáciles conexiones con el resto de sus 12 distritos. Teléfono 2474-2102 | Fax: 2474-2103 | reservaciones@hotelprovincialcr.com | Aguas Zarcas, San Carlos

Los adultos mayores del Hogar Ángel de Amor, junto con los socios del Grupo Valle de Paz, y la pantalla plana que donó este consorcio de ocho funerarias y cuatro camposantos, que son especialistas en asociaciones solidaristas, sindicatos y cooperativas. Mayor información del Grupo Valle de Paz en los teléfonos 8303-7979 y 8815-6000. Aunque empezó en una porqueriza abandonada, el Hogar Ángel de Amor se ha convertido en una muy digna opción de albergue para adultos mayores. Ya tienen hasta esta hermosa capilla. Si usted desea colaborar, el teléfono del Hogar Ángel de Amor, en La Rita, es 7014-6154. Puede comunicarse con el fundador, Alexis Barquero.


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El Guapileño

ELIBETH VENEGAS

Diputada apoya obras en la provincia La legisladora Venegas Villalob V os desde principio de gestión en la Asamblea Legislativa se ha caracterizado por impulsar toda iniciativa comunalista a ffavor del progreso de la provincia de Limón. La diputada ha contribuido a impulsar y dar trámite durante el 2012, a varios proyectos de impacto social para la región Caribe. Entre ellos destacan los siguientes: inicio del proyecto EMPLEATE, A en la provincia de Limón; instalación del IMAS, Pococí; aumento del presupuesto para el IMAS en la zona Atlántica; instalación de la Escuela de Música, Pococí, Guácimo y Siquirres; Casa de la Justicia, Pococí; Centro Cívico, Pococí; cambio de modalidad de los Colegios Las Palmitas y Agroportica t deAcadémicos aTécnicos; Gestión para el fortalecimiento de los Centros diurnos del Adulto Mayor de Jiménez y Pococí; construcción r de la Cruz Roja, Guácimo; Delegación de la Guardia a Rural, La Marina; inclusión dentro del presupuesto de la construcción del puente peatonal, La Marina y del Colegio Técnico Profesional de Pococí; puente bailey, Tortuguero; Red de cuido, Guápiles; Oficina del MINAE, Guápiles; Término de la ruta 248 y 811, Guácimo; Dique Maravilla, entre otros. Para la legisladora su compromiso con la provincia se demuestra con las obras que ha apoyado e impulsado “siempre he tenido presente que llegué a este puesto, gracias al apoyo y a la confianza que las personas me han depositado, por lo que he tratado de corresponder llevando a cabo un trabajo responsable y comprometido con las causas sociales”.

La educación y la capacitación Convencida como educadora de la importancia de la formación y capacitación, Elibeth Venegas se ha avocado a los temas de educación como parte de su agenda de trabajo en la Asamblea. Ha apoyado la construcci r ón y aapertura de escuelas y colegios, tales como: Santísima Trinidad, San Antonio del Humo, La Unión, Escuela Las Floritas. Además del cambio de modalidad del Colegio Las Palmitas y Agroportica de académicos a técnicos. En este eje de trabajo, ha procurado la mejora de los derechos de los educadores, aapoyando el proyecto que reformó el artículo 70 de la Ley Integral del Sistema de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional, donde se exonera la cotización de los pensionados, de dos salarios base y en un 80% el tercer salario, beneficiando así, a 38 mil educadores, 21 mil de ellos pensionados de todo el país. Gracias a este proyecto los educadores del país, en especial los adultos mayores, pueden tener mayores ingresos y mejor calidad de vida; después de haber entregado su mística docente y vida a la fformación de miles de jóvenes y niños que han sido las generaciones que han forjado nuestra patria Asimismo, la legisladora ha respaldado la aprobación del fideicomiso que permitirá financiar la construcción de 79 centros educativos, donde se incluye aulas y adquisición de terrenos, así como 24 canchas de multiuso. La realización de estas obras beneficiarán a 35.000 estudiantes que actualmente se encuentran recibiendo lecciones en salones comunales, o espacios físicos deteriorados, sin pupitres, pizarras y otros implementos necesarios para la enseñanza y el aaprendizaje.

Empleo para jóvenes: Programa g EMPLEATE El programa “EMPLEATE” A del Ministerio de Trabajo, se implementará en la provincia de Limón y se instalará a en cinco municipalidades (Talamanca, Limón, Siquirres, Guácimo y

Pococí), í con lo que se abre una valiosa oportunidad para la inserción laboral de los jóvenes. La ventanilla EMPLEATE A brinda atención gratuita y personal para promover la inserción laboral de jóvenes entre 17 y 24 años que no estudian ni trabajan y se encuentran en condiciones económicas desfavorables. Con este proyecto se trata de cerrar espacio a la delincuencia, abriendo opciones a la inserción laboral.

Ventanillas Desde el año pasado, se ha impulsado este programa, ejecutándose un proceso que ha consistido en la ffirma de convenios por parte del Ministerio de Trabajo con las municipalidades y la capacitación impartida por el INA a representantes a de municipalidades, posteriorme r nte a gestores r de las ventanill a as y empresarios. El programa EMPLEATE A permite a los jóvenes que participen del proyecto capacitar t se en el INA en áreas donde existen posibilidades de conseguir empleo y percibir un ingreso desde 150 mil hasta 200 mil colones, otorgad r o por el Ministerio de Trabajo, con el propósito de brindarle apoyo y sostenibilidad durante el proceso de formación. Las personas interesadas pueden llamar al 2223-7689.

Casa de la Justicia La Casa de la Justicia en Pococí es un proyecto que brinda a la población la posibilidad de la resolución alterna de conflictos: la mediación, el diálogo y el respeto mutuo para encontrar soluciones sin la intervención del sistema judicial vigente. El proyecto consta de una inversión de $223.296,35 en la zona y se enmarca en el Programa “Gobernabilidad Democrática para Costa Rica” de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo, que se ejecuta con MIDEPLAN, la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio de Justicia y Paz. Dentro de las acciones próximas se desarrollará la estrategia de promoción de los métodos de resolución alterna de conflictos en la zona y la campaña local de promoción de los métodos de resolución pacífica de conflictos.

Una Noche de Amor Navideña Miles de sonrisas se han dibujado en los rostros de niños y adultos que asisten a la actividad navideña una “Noche de Amor”, organiz r ada por el despacho de la diputada Elibeth Venegas Villalobos. Personas procedentes de distintos lugares de la provincia Atlántica se han dado cita en el parque de Guápiles, con el fin de disfrutar de la actividad, la cual se realizó el pasado 8 de diciembre, por segundo año consecutivo despertando la ilusión navideña de las familias. En la actividad del año anterior, participaron aproximadamente dos mil niños y niñas, que por situaciones de lejanía con la capital no tienen posibilidades de asistir a las fiestas navideñas que se realizan en el área metropolitana, según comentó la legisladora V Venegas Villalobos. Contó con la transmisión en vivo por ExperTV Canal 33 y 36, lo que permitió que niños de todo el país disfrutaran de esta fiesta navideña, patrocinada por el sector público y privado. De acuerdo con los organiz r adores, la actividad se espera replicar en otros cantones de la provincia para los próximos años. Para el 2013, la diputada espera continuar impulsando y concluir varios proyectos en beneficio f de la población y aportar su trabajo para el desarrollo de la provincia.

ElibethVenegas Villalobos.


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Escuela Social Juan XXIII cumple 50 años M El papel fundamental dde esta institución en nuestra provi r ncia. CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

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En enero de 1963 nació la Escuela Social Juan XXIII, por inspiración del arzobispo Carlos Humberto r Rodríguez í e iniciativa del sacerdote Eduardo Aguirre García, un cura cubano, que se formó en la Universidad de Comillas, en Santander, España, y que tuvo un gran crecimiento espiritual en su estadía como sacerdote en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona a de Cuba, y por el santuario de Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona de Venezuela. El Padre Aguirre se vio obligado a salir de Cuba por la represión de la dictadura de Fidel Castro, vivió en Florida, Estados Unidos, en Venezuela, y llegó a Costa Rica porque ahí vivía una hermana de él, y le afirmó que no había un país más mariano que el nuestro. Después de colaborar en la

parroquia del Padre Benjamín Núñez, quien ya estaba trabajando en la formación de sindicatos desde la perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia, el Padre Aguirre sembró la semilla de la Escuela Social Juan XXIII en Ciudad Colón, donde alquiló una casa y empezó a fformar a los trabajadores bananeros del sur del país. También dio muchos cursos propiamente en las bananeras de Coto 47, Palmar Sur y Palmar Norte. Entre los profesores f que lo acompañaron destacan el mismo sacerdote Benjamín Núñez, con una vasta formación en sociología, así como don Guillermo Malavassi, quien fue ministro de Educación y es el pionero de la educación superior privada, y el mismo don Luis Alberto Monge, quien veinte años después llegaría a la presidencia de la república. El padre Aguirre se trasladó a Curridabat, donde oficialmente nació esta institución t de la Iglesia Católica. Le dieron la vieja casa cural, que él remodeló. Todo esto lo supe de viva voz del padre Aguirre, quien vive ahora, a sus 87 años, en el Hogar de Ancianos Carlos María Ulloa, donde antes fue capellán. Pasaron por esta institución otros sacerdotes, entre ellos, Monseñor Loría (ahora obispo de San Isidro de El General), Guido

Villalta (ahora vicario general de la arquidiócesis de San José), Francisco Hernández (ahora con un puesto importantísimo de Cáritas Internacional para América Latina) y en la actualidad, este joven y brillante cura, David Eduardo Solano. En total, la escuela ha ayudado a que nazcan unas mil asociaciones solidarista a s y en la actualidad le brinda asesoría directa a unas trescientas cincuentas asociones solidaristas.

Empléate A cargo r del sacerdote Francisco Hernández y ahora del sacerdote David Eduardo Solano, la escuela ha experimentado una transformación. Ahora, aparte de su importante trabajo en el solidarismo, la Escuela Social Juan XXIII incursiona en la asesoría de empresas en el tema de la responsabilidad social y acaba de arrancar en la implementación en sus instalaciones de un hermoso grupo de muchachas y mucha m chos que forman parte del programa “Empléate”, que ideó este gobierno para lo que se conocía como los “ni nis”, es decir, los muchachos que ni estudiaban ni trabajaban. Esta muchachada le ha inyectado luz, le ha inyectado energía, r le ha

Padre David Eduardo Solano. dado vida nueva a la Escuela Social exquisita inyección de energía tamJuan XXIII ahora que están cum- bién para mí. pliendo cincuenta años. La Escuela Social Juan XXIII Por ahora, es importante que en tiene la experiencia, el músculo y los Guápiles, Siquirres y Limón, tenga- recursos para crecer muchísimo en mos la oportunidad de que la Escuela este campo. El mejor ejemplo es el Social Juan XXIII pueda abrir gru- Centro Nacional de Capacitación, pos que aprovechen el programa único lugar en su estilo para el soli“Empléate”, gracias al cual los darismo y para la formación en genemuchachos y las muchachas que ni ral de los trabajadores en Costa Rica. estudian ni trabajan, pueden recibir Ahora, también se han puesto a una formación directamente para la altura de los tiempos al asumir el que consigan trabajo. Dicha forma- reto de asesorar a las empresas en ción les permite convertirse en auxia materia de responsabilidad social liares administrativos. El Ministerio empresarial. de Trabajo tendrá el gran reto de El Padre David, único cura con conseguirles r trabajo. formación vasta en sociología en Hace unos días, realicé el ttraba- este momento, tiene todos los arresjo de campo para la generación de un tos intelectuales y espirituales para documental de televisión sobre los llevar adelante el bello proceso que cincuenta años de la Escuela Social asumió en la Escuela Social Juan Juan XXIII. El contacto con la ilu- XXIII, ahora que la institución está sión, la alegría de aprender y las cumpliendo sus cincuenta años. Lo esperanzas de las muchachas y los instamos a seguir adelante, con muchachos de “Empléate” fue una visión y con fe.

Hasta siempre, don Rogelio M El sastre r que le puso

zapatos a todos t los niños descalzos de Pococí.

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

El Guapileño

Llegó a la zona en 1948, y tenía todo para convertirse en uno de los hombres más poderosos de Pococí,

pero ser patriarca del deporte y patrono de los atletas se lo impidió. Compraba bolas y tacos, y los tenía en su sastrería para cuando llegaba algún mocoso con talento y sin plata. Por eso, cuando la organización entera de los Juegos Nacionales Pococí 2000 decidió por unanimidad bautizar dichas justas deportivas con el nombre de este señor, no hizo otra cosa que justicia, pues lo colocó en el pedestal que merecía. Y lo hizo en vida de él. Ahora, casi trece años después, nos deja este gran hombre, con más de noventa años de edad. Es el gran emblema y el héroe del deporte en Pococí. Rogelio Alvarado Cubero era un muchacho de 27 años cuando su suegro, el famoso boticario Don Noé, propietario del botiquín San Roque, lo convenció de que se fuera para Guápiles. Ya era sastre, y empezó a hacer pantalones en la bodega del botiquín. Se involucró con el Pococí F.C., el histórico equipo de futbol del cantón. Y en 1962 fue electo regidor, en la administración de Francisco Orlich. En esta época obtuvieron los

recursos para la compra del terreno donde ahora está el Estadio Ébal Rodríguez, con el nombre de ese otro grande del deporte. Y también fue entonces cuando se construyó el camino a Cariari. Tiempo después inició la lucha por un colegio para el cantón, del que fue fundador. Cuando sólo existía el tren, don Rogelio iba y venía con el equipo Pococí F.C.. Pagaba el pasaje de los jugadores que no tenían dinero y hasta hizo en su casa un baño para todos, pues no contaban con camerinos. Su esposa y sus hijas tenían paciencia para lidiar con el desorden de 22 jugadores en la sala de su hogar. Cuando eran los Juegos Deportivos Nacionales, Don Rogelio cerraba su tienda durante 15 días para irse con sus pupilos al cantón que correspondiera. Fueron a San Carlos, Grecia, Limón, Pérez Zeledón, Cartago, Liberia y San José. También estuvo al frente de la edificación de las graderías del estadio, los vestidores, los túneles, las bancas para los jugadores y parte de

Don Rogelio Alvarado, que de Dios goce. la malla. Lo recuerdan frente a la plaza, donde estaba su sastrería, haciendo listas de los niños que jugaban bola descalzos. Al día siguiente, llegaban en el tren los cargamentos r de tacos y de zapatos para todos. Es una lástima que un hombre así de bueno, tenga que hacerse viejo

y morirse. Ojalá que Dios tenga una plaza de deportes en el cielo, y que al frente de esa plaza, don Rogelio tenga su sastrería. Un hombre así de bueno no tiene ni que presentarse ante San Pedro. Dios hizo el cielo para personas como él. Que descanse en paz, don Rogelio. Pococí tendrá que extrañarlo para siempre.


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Hay hombres que… Hacen camino al andar, con su ejemplo y espírit í u de lucha, siembran ideas, trabajo, hermandad y realidades

Ing. José Alberto Castillo Hombre trabajador, emprendedor, visionario A él nuestro respeto y admiración

Felicitacione c es


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ESPECIAL DE PINTORES

Negrín Hay un mundo de luz y de color en las obras de Ricardo Rodríguez Córdoba, “Negrín”, el pintor más importante de la negritud costarricense, y un gran personaje de la provincia de Limón. Su obra exuda dignidad. De sus manos surgen r negros valientes, altivos, elegantes… Negras bellísimas, coloridas, trabajadoras. Las obras de Negrín son una forma de reivindicación que el arte le concede a un pueblo incomprendido, r que ha sido víctima del prejuicio y la mezquindad. Negrín nació el 7 de enero de 1940

en Limón. Fue a la Escuela Sagrado Corazón de Jesús. Pinta desde que estaba en la escuela. A los 22 años ganó el primer concurso de pintura, que organir zó la municipalidad de Limón. Casi todos los otros pintores de este libro fueron alumnos o discípulos de él, o bien han sido alumnos o alumnas de sus discípulos. í Casi toda la obra pictórica que aparece en este libro proviene de un estilo que él impuso con su talento y con su liderazgo natural. Todos y todas, en esta obra, pueden decirle “El Maestro”.

Germán Mora nació en San José, el 15 de marzo de 1968, pero vive en Limón desde que tenía 6 años. En Limón cursó la primaria, en la Escuela María Inmaculada, y hasta cuarto año de la secundaria en el Colegio Diurno de Limón. Se graduó en el Colegio Nocturno Justo Antonio Facio, en San José. Tiene estudios en Arquitectura y Bellas Artes, pero no se graduó. Nunca se separó de Limón. Mientras estudió en San José, viajaba constantemente. Se dedica exclusivamente a la pintura desde hace 23 años, es decir, desde que tenía 19 años de edad. Su obra se caracteriza por dedicarse a la figura humana, sobre todo a la mujer negra; resalta la belleza de la mujer afrocaribeña. También le interesa resaltar aspectos típicos, folclóricos, del ser limonense.


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Germán Mora

Edgar “Nanny” Ramírez Edgar Ramírez, “Nanny”, nació en Limón el 29 de octubre de 1943. Hizo la primaria en la Escuela General T Tomás Guardia y concluyó la secundaria en el Colegio Nocturno r de Limón. Empezó a pintar en 1976. Se dedica a pintar y a cuidar a su mamá. Para él, es importante el uso del color. En su obra se rescata las costumbres limonenses. Su pintura es de corte popular primitivista. Le interesa seguir pintando las escenas antiguas del Limón de sus recuerdos..


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ESPECIAL DE PINTORES

Patricia Erickson Patricia Erickson nació en Filadelfia, Pensylvannia, Estados Unidos, el 7 de enero de 1948. Su niñez y su adolescencia transcurrieron en varios Estados de la Unión Americana. Después vivió diecisiete años en San Francisco, California. Llegó a Costa Rica en 1989. Primero vivió dos años en Nicaragua. La belleza del Caribe la atrapó. Al principio vivía en Moín y ahora vive en las orillas del Río Blanco, en La Marina, Guápiles, Pococí. Toda su obra gira alrededor de la negritud y el Caribe. Empezó a pintar porque sus amigos en Estados Unidos le pedían que escribiera sobre su experiencia aquí y fueron f saliendo pinturas en lugar de cartas. Más de veinte años después, sigue en ese trance mágico.

Vicky de Solano Vicky de Solano nació en Limón el 19 de setiembre de 1953, en Limón. Cursó la primaria en la Escuela Rafael Yglesias Castro de Limón y la secundaria en el Colegio Diurno de Limón. Se graduó como maestra de Educación Primaria en la Escuela Normal de Costa Rica, en Heredia, en 1973. Fue maestra durante 27 años en la Escuela General T Tomás Guardia, en Limón. Tiene diez años de pintar. Recibió lecciones con los pintores limonenses William Durán y Honorio Cabraca. Su obra se caracteriza por enaltecer el paisaje limonense.


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Carlos Herrera Carlos Herrera Alcázar nació en Limón, el 24 de enero de 1957, y murió el 3 de setiembre del 2007. Estudió en la Escuela de Cieneguita y en el Colegio Diurno de Limón. Fue soltero. Era una persona entregada a la pintura y muy hogareño. Laboró durante muchos años como repartidor de la empresa Coca Cola, después fue estibador y trabajador bananero. Falleció por causa de una leucemia. Sus pinturas exploran a el paisaje limonense. De acuerdo con lo que dice su madre, Doña María Alcázar siempre amó el mar de Limón, y eso es lo más importante en su pintura. También pintó casas viejas, potreros y bosques. La mayor parte de sus pinturas están fuera del país. Vendió muchas pinturas al cuerpo diplomático y a empresarios extranjeros. Cuando pintaba bodegones, se caracterizaban por la presencia de la fruta de pan, el ñampí, el chile panameño, el pescado y la tortuga. Siempre llevó a Limón en su caballete y en sus obras.

Honorio Cabraca Honorio Cabraca nació en Bambú, Talamanca, el 24 de abril de 1962. Estudió en La Escuela de La Bomba, Limón, y el Liceo Nuevo de Limón. Cursó un año de la carrera de Bellas Artes en la Universidad Nacional, en Heredia. Es alumno de Ricardo Rodríguez, “Negrín”, y se considera parte de su escuela. Vive V en la comunidad de La Bomba. Se dedica exclusivamente a la pintura desde los 19 años de edad. Su obra se caracteriza por el fuerte colorido de los días soleados y las noches de luna llena y fiesta f

caribeña. Es parte del grupo PACUNE (Patrimonio Cultural Negrín), que se formó hace unos veinte años.


ESPECIAL DE PINTORES DE

Alexis Mata Fernando Alexis Mata Pacheco nació en Cartago el 14 de agosto de 1952. Llegó a Limón siendo un niño. Su papá tenía un negocio en esta provincia. Estudió en la Escuela General Tomás Guardia y en el Colegio Diurno de Limón. Pinta desde 1962. Su obra destaca el esplendor de las playas del Caribe, la belleza de las mujeres afrodescendientes y las casas antiguas de Limón.

William Durán lliam Durán Vargas nació en Limón el 6 de noviembre de 1960. Estudió la primaria en la Escuela Balvanero Vargas Molina, en Cieneguita, y la secundaria en el Liceo Nuevo de Limón. Tiene 33 años de ser muellero, y 36 años de pintar. Dedica la mitad de su tiempo al arte. Da clases de pintura en su casa. Su obra se caracteriza por rescatar la cultura lúdica de Limón. Como pintor, persigue el alma del ser limonense. “Los artistas andamos siempre en busca. Mi pintura es muy variada, pero siempre está Limón en mis obras”.


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Clonar a dos Johnnys, Araya y Fung CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

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Tienen un bellísimo jardín con plantas medicinales.

Tienen un rancho o salón para actividades especiales.

Nacientes Palmichal CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

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En un solo día, lo llevan a ver cómo se beneficia café, cómo se hace queso y se ordeña, cómo se hacen tortillas… También puede comer un gallito en una hoja de plátano, ir a una huerta de plantas medicinales, visitar un invernadero de producción orgánica de hortalizas, un mariposario y una reserva silvestre que es propiedad de una comunidad. Hace ocho años, tuve en Radio Columbia mi primer acercamiento con el proyecto de la Escuela Ambiental y de Turismo Rural Comunitario Nacientes Palmichal. Después, hice una caminata de Palmichal a Alajuelita, por las montañas, e iniciamos en este lugar. Luego, tomando fotos de iglesias y pulperías, pasé dos veces por ahí. El proyecto me llama la atención y me parece muy útil como ejemplo para nuestra zona. Nació en 1991, como una iniciativa de la gente de Palmichal de Acosta, que quería proteger las nacientes que brindan el agua para las comunidades de Mora, Puriscal y Acosta. Cuentan con una reserva privada de vida silvestre de 42 hectáreas, para investigación de flora y fauna, para educación ambiental y aprovechamiento para el turismo nacional e internacional. La propiedad es de una asociación que se llama Asociación para el Desarrollo Sostenible de San José Rural (ADESSARU). La infraestructura que tienen permite brindar servicios de calidad. Cuentan con ocho habitaciones, con una capacidad máxima de 35 personas. La propiedad tiene un rancho para actividades, un aula

Tienen ocho cabañas, con una capacidad máxima de 35 personas. ambiental y servicio de alimentación. Es un sitio ideal para retiros, seminarios, encuentros, fiestas f familiares o empresariales, y sesiones de trabajo. También funciona como una oficina de reservas de turismo rural comunitario, en tanto apoya, promueve y comercializa otras iniciativas que existen en los cantones de Acosta, Mora y Puriscal. Por ejemplo, destaca una finca ganadera sostenible, a kilómetro y medio. Los visitantes pueden ir a ver cómo ordeñan, cómo hacen

queso artesanalmente, cómo se hace el manejo de los desechos, la producción de biogás y abono a orgánico. r Desde el terreno quebrado de esta finca, se ve todo hacia Puriscal. Es muy hermosa la historia de Nacientes Palmichal. Compraron la finca con una donación de una fundación alemana vinculada a la comercialización del café. La infraestructura la construyeron con una donación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Nacientes Palmichal es un gran ejemplo de propiedad comunitaria. Para el visitante, también se ofrece un tour para observar el proceso del beneficiado de café, y las visitas al refugio de vida silvestre. De camino al paseo por el refugio, se recorre un sendero con mariposas, con amplia variedad. Según estudios del Museo Nacional, hay 287 especies, de las cuales 240 son permanentes. Todo esto al lado del río Tabarcia a Están integrados a la Asociación Costarricense por el Turismo Rural (ACTUAR) que es una operadora de turismo, así como a Cooprena, que es el ente comercializador de tturismo rural comunim tario del movimiento cooperativo. Tienen un jardín de plantas medicinales, un calentador solar, así como la producción en invernadero de hortalizas orgár nicas. La asociación la conforman 58 personas de Palmichal de Acosta. Destaca la familia Azofeifa Monge, que ha sido la base, el pilar, el ffundamento y el puntal de esta iniciativa. Urgen muchos proyectos como este en nuestra zona. Se desea mayor información, puede llamar al teléfono 2418-4328.

Durante la presentación de mi libro número cien, Pintores de Limón, dijo el expresidente Abel Pacheco que había hombres a los que había que hacerles un monumento por su gran trabajo como empresarios, y que entre ellos estaba el empresario limonense Johnny Fung, quien a sus 38 años es gestor de catorce empresas y tiene la sensibilidad de patrocinar obras de interés cultural, como mi libro, y también de llevar adelante proyectos tan importantes como la campaña de limpieza de las playas de Limón. Estoy de acuerdo con hacerle un monumento a don Johnny, pero me parece vital hacer con él algo que luego mencionó en ese acto el escritor guanacasteco Santiago Porras: “a este Johnny hay que clonarlo”. Claro que sí. Hay empresarios y gente en general que hacen un trabajo tan extraordinario que sería muy bueno clonarlos. Aparte de Johnny Fung, clonaría al Alcalde de San José, Johnny Araya. Yo clonaría a Johnny Araya porque ha demostrado que la Municipalidad puede ser exitosa en su gestión. Como dice el mismísimo Don Alberto Cañas, el intelectual vivo más importante del país, “este Johnny Araya sí que hace cosas”. ¡Y lo dice la conciencia viva del PAC! Su labor se nota en los bulevares, en los parques, en la policía municipal en el centro de la capital, en el repoblamiento de San José. Se nota en los grandes edificios que tiene ahora la zona de La Sabana, y en todo el proceso de repoblamiento del centro. Una ciudad repoblada es una ciudad segura. Necesitamos 80 alcaldes como Johnny Araya para que las municipalidades puedan enfrentar los serios problemas que tienen. La municipalidad en Costa Rica es una institución caótica, decadente e inoperante. Pero no tiene por qué seguir siendo así, porque hay una demostración de que las cosas sí se pueden hacer, de que las obras sí se pueden ejecutar, y esa excepción es Johnny Araya. Antes de él, el Parque Morazán daba vergüenza, las calles no tenían ni aceras, las vías eran exclusivamente para los vehículos y nadie respetaba los derechos de los peatones, que compartían centímetros de espacio con los vendedores ambulantes, quienes eran reyes y señores de la capital. Eso se terminó porque San José ha tenido un Alcalde que es ejecutivo, que da gusto porque no deja las cosas para después, que hace uso de su autoridad, que nos da un gran ejemplo de productividad y de eficiencia… Y, tras de todo, tiene la humildad de admitir que todavía le falta mucho trabajo, que las soluciones están en proceso, que para resolver los problemas de San José se necesita tiempo. De ahí la inteligencia y la chispa de su excelente campaña “Johnny versus Johnny”. Ochenta alcaldes como Johnny Araya es lo que necesitamos. Y quinientos empresarios como Johnny Fung, un médico super joven, a quien la vida lo obligó a atender un restaurante de su papá, cuando él enfermó, y que a partir de un restaurante ha generado un emporio de trabajo y bienestar que es impresionante y que le estaba urgiendo mucho a mi querida ciudad de Limón, así como le sigue urgiendo la presencia de Johnny Araya a San José.



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El guardián de las orquídeas de Río Jiménez O En memoria de Andrés Guzmán Stein CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

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Andrés Guzmán Stein nació en San José, el 28 de julio de 1952, hijo de dos médicos, Andrés Vesalio Guzmán y María Gabriela Stein, quien fue la primera cirujana plástica del país. Fue parte de una notable familia de galenos. Su papá fundó la universidad UCIMED en el antiguo Chapuí, al lado del Hospital San Juan de Dios. Así como su papá hizo nacer esa universidad, él fundó la Escuela de Farmacia de este centro de estudios. Son muchos los logros médicos en su familia. Su papá, el doctor Andrés Vesalio Guzmán fue el primer médico que hizo una operación a corazón abierto en el país, con una máquina extracorpó r rea, que él diseñó con base en una máquina que usó en Estados Unidos. Su papá estudió Farmacia aquí, en la Universidad de Costa Rica, y estudió Medicina en Quebec, Canadá. Después estudió en Houston, Texas. Por su parte, nuestro personaje, Andrés Guzmán Stein, se fue a estudiar Medicina en Guadalajara, México, pero no terminó. Se vino a trabajar en el laboratorio Fide, que fundó su abuelo, el doctor Jesús Guzmán Centero. Él era la tercera generación. El laboratorio fue creado en 1939, en Cartago. Fue el primer laboratorio de inyectables del país. Y ahí, en el laboratorio fue donde don Andrés Guzmán Stein desarrolló todo su ingenio. Es el inventor del famoso producto Pañalito, una crema protectora contra la pañalitis en los bebés. Aunque venía de una familia acaudalada, por su carácter, prefirió empezar desde abajo. Inventó una forma de modificar el sistema de autoclave, con lo cual su laboratorio fue el primero que pudo esterilizar bolsas en lugar de botellas. También inventó la máquina llenadora del producto pañalito. Cuando empezó en la empresa, su padre, don Andrés Vesalio, más bien vivía de su consultorio. Entonces, fue en manos de Andrés Guzmán Stein que Fide se convirtió en el laboratorio exitoso y rentable que es. Sin ser profesional, sabía mucho de diseño, construcción de equipos, formulación de medicamentos. Estuvo al frente de Fide

Andrés Guzmán en su finca, en Río Jiménez, Guácimo.

Andrés Guzmán junto a su esposa, Marta Gómez, en China.

Esta fue la última foto que le tomaron con su gabacha, en su laboratorio.

Con sus tres hijos, Andrés Vesalio, Armando y Mariana. desde 1976. No más iniciando, se le quemó el laboratorio, en 1977, y tuvo que empezar de cero. Durante muchos años, le vendió productos exclusivamente a la Caja Costarricense del Seguro Social. Después, entró al mercado privado. Decía, “uno a veces tiene que aprender de los esfuerzos sin resultado”. Vender a la empresa privada se convirtió en su impulso al desarrollo. Ahora vende sus productos en Nicaragua, Panamá, Honduras y Guatemala. Pronto estarán en El

Salvador.

La finca de Río Jiménez Otra de sus pasiones era la finca, en Río Jiménez, Guácimo. Tenía plantaciones de madera. Dejó cuarenta hectáreas de teca y melina. Y tenía locura por las orquídeas. Al final de su vida, su colección constaba de cuatrocientas especies de orquídeas. Como ciudadano, creó el Grupo Amo Cultural, en Montes de Oca.

Los principios de este grupo son preclaros y excelsos. Buscar talentos donde nadie los ve. Impulsar la cultura en el cantón. Abrir y apoyar espacios artísticos. Incentivar el deporte y la recreación. Colaborar con las causas sociales. Fortalecer la alianza de las comunidades. Unir las manos en busca del desarrollo. Trabajar de la mano de la gente. No es lo mismo seguir la huella que dejar la huella. Aprendió a tocar piano, era un amante de la música clásica, amaba las obras de figuras tan disímiles como Chopin y Andrea Bocceli. Iba a los barrios marginales de Montes de Oca a ayudar a las familias más necesitadas. Dedicaba muchas horas a colaborar con esas familias en trámites t en las instituciones públicas. Una vez, se quedó varado con

sus hijos en Guanacaste. Pasaron la noche en el carro. Se cayó un puente. De madrugada, vieron una lluvia de meteoritos. Sus hijos no olvidan aquel momento, que fue mágico por la guía de su padre. Era un hombre con una gran sensibilidad, entre otras muchas cosas, porque se vio enfrentado a la dura prueba del alcoholismo, y salió adelante con mucha fuerza. Andrés Guzmán Stein murió con sólo 59 años, poco después de haber fundado el partido cantonal Avance Montes de Oca. Se lo llevó un cáncer de estómago. Hay un video bellísimo, tomado por uno de sus hijos, i la noche antes de irse para el hospital. Está don Andrés arreglando g la caldera del laboratorio. Él mismo tiene la herramienta en la mano, y hace gestos, imitando a su suegro, mientras conversa con dos de sus hijos. Poco antes de internarse en el hospital, le escribió a su hijo mayor, Andrés Vesalio, esta carta. Dice, “algunas veces los padres presionamos más a quienes más amamos. Eres un hijo muy bueno, compañero de mil batallas en el laboratorio, la política, la ffinca, y en los problemas de la familia. Que Dios te bendiga por ser así, y que te dé la fuerza para seguir siendo como eres. Gracias por ser mi leal compañero en las buenas y en las malas. Recuerda siempre a tus abuelos. No olvides de quien proviene. El Señor te iluminará en el camino para tomar las decisiones correctas”. Que Dios cuide de su familia, y que Dios tenga en su gloria a don Andrés Guzmán Stein, compañero comentarista en Panorama, de la Cámara Nacional de Radio.


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El gran ejemplo de Purdy Motor O La Fundación Quirós Tanzi T también hace un gran trabajo

ción en todas las áreas supera el 95 %, de acuerdo a periódicas encuestas de satisfacción. En el componente social, la empresa apuesta como su principal prioridad a la Gente Purdy, su público interno; con programas como Purdy oportunidades, un plan interno para colaboradores que trabajan Purdy Motor prepara mejorar la calisentó su primera dad de vida de las perMemoria de sonas. Dan acceso a Sostenibilidad, con las la educación a los acciones realizadas por colaboradores que no la compañía en lo que han terminado el colese refiere a su estrategia t gio, a través del prode sostenibilidad, e grama Purdy Cole. información con tres También el público componentes, social, externo es primordial económico y aambiental. para la empresa, por Desde el año 2007, lo que decidieron la empresa decidió tomar acciones con emprender el camino proyectos que aportade la sostenibilidad rán a la sociedad. como parte del negocio Ejemplo de ello es la y no sólo como acciofirma del Convenio Camilo Rodríguez nes filantrópicas aislacon el INA. Solo el Ch Chaverri, i editor. dit das. año pasado realizaron En el componente económico, donaciones por más de 14 millones la empresa reconoce su liderato inte- de colones en repuestos nuevos, que gral, por más de 56 años, en el mer- llegan a las manos de los estudiantes cado automotriz costarricense. para que aprendan con el propio Prueba de ello fue el crecimiento del material que van a encontrar en su 37% en ventas que presentó el 2012. mercado laboral. También realizaron En general, el promedio de satisfac- su programa de educación vial en

escuelas. Otro logro son las más de mil horas de voluntariado aportadas el año pasado por los colaboradores. En el componente ambiental la empresa confirmó que son tres ejes los que la definen. Primeramente con el plan de manejo de desechos. Durante el último año fiscal se reciclaron un total de 168 toneladas de materiales y procesaron 341 toneladas. El segundo eje e trata de las tecnologías automotrices limpias que introdujeron al país. El año pasado Grupo r Purdy Motor amplió su cartera de vehículos híbridos al traer al mercado otros dos modelos. El tercer eje ambiental de la compañía es obtener la certificación de empresa Carbono Neutro. Grupo Purdy Motor se convertirá en la primera empresa automotriz nacional Carbono Neutro. El trabajo para alcanzar esta meta se inició hace cuatro años. Es un proceso largo r que han desarrollado poco a poco para lograr aprobar las certificaciones del caso. La empresa se enfoca en un sistema de gestión de la información de los gases de efecto invernadero, para proceder a la verificación de una tercera parte en el primer trimestre del año. También han mejorado los niveles de ahorro energético, r gracias a las campañas de reducción de uso energético.

Don Javier Quirós Como dijo don Javier Quirós, presidente de Purdy Motor, “los que tenemos entre 50 y 60 años, vivimos una Costa Rica muy linda. Pero tenemos que hacer algo. No hay que culpar a al Estado de todo. Basta de palabrerías, que yo hago y no hago. Decidimos que tenemos que enseñar a lo que estamos haciendo, que no estemos metidos en una cuevita, para que la gente vea lo que hacemos, que esto no sea una paragüera. Tampoco es el sabor del mes. No es que se nos metió el patín de la ecología. Es una forma en que Purdy está viendo cómo proyectarse a la comunidad. Purdy ha recibido mucho del pueblo de Costa Rica, Hemos sido aceptados. La gente nos prefiere. Pero tenemos que tener un país con paz. Nosotros podemos vivir en la isla más linda del mundo, pero nada gano con vivir en esa isla, si no puedo poner un pie en el mar porque está lleno de tiburones que quieren comerme. Costa Rica es un paraíso. No lo apreciamos por lo que está pasando afuera. No podemos dejar que estos tiburones nos coman. Nos gusta, y El Purdy Cole y las Purdy oportunidades. Los chiquillos nacen con dos chips, el de la computadora y el eco-

lógico. Los chiquillos de los 80 y los 90 quieren carros eléctricos. El chip que no tienen es el chip de responsabilidad social. Hay que infundir en ellos el interés por la sociedad y que sigan interesados en el ambiente. Vamos a seguir luchando por ser CO2 neutro. Por lo que compensamos vía fincas y por lo que reducimos la contaminación. Que el gobierno entienda esos mensajes. Purdy está aportando. Costa Rica quiere ser C02 neutral para el 2021. Pero no hay que tener dobles discursos. El Estado tiene que aportar. Entre otras cosas, tiene que evitar la importación de carros usados que contaminen”. El ejemplo de Purdy Motor debe ser entendido y emulado por otras empresas. Es un gran camino a seguir. A esto se une lo que está haciendo la fundación Quirós Tanzi, con don Javier Quirós y su esposa, doña Mariela Tanzi, al frente de este bellísimo proyecto. Han donado miles de computadoras especiales para niños en decenas de escuelas públicas. Ahora, este esfue f rzo ha permitido que la Embajada de China consiguiera miles de computadoras, que se sumarán a esta iniciativa de la fundación, que le ha cambiado la vida a miles de niños y que es de lo más hermoso que he conocido en los últimos años.


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El Guapileño

RONALD SÁNCHEZ VÍQUEZ

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

El Guapileño

Me llamo Ronald Sánchez Víquez. Nací en Heredia, el 19 de enero de 1957. Crecimos en El Monte de la Cruz, por Las Chorreras. Mi papá se llamó José Sánchez Paniagua y mi mamá se llama Esmeralda Víquez Gómez. Papá compró una finca para tener ganado de leche. Pero papá le compraba la leche a otro señor, don Juvenal Hernández. El negocio era vender la leche casa por casa. Papá empezó con un caballo y cuatro lecheras. Vendía leche en Heredia, casa por casa. Nosotros somos nueve hermanos, siete hombres y dos mujeres. Yo soy el número cuatro, empezando del menor al mayor. Soy un año menor que Sergio, mi socio en la empresa, y siete años menor que William, mi otro socio en la empresa. Papá repartía leche desde muy jovencito. Iba a Heredia centro, a San Antonio de Belén y a Barrio Mercedes. Ahí conoció a mi mamá. Ahí no podía llegar nadie a marcar, que no fuera de Barrio Mercedes. Mi tío, cuñado de mi papá, cuidaba de él para que no le hicieran daño. Después de andar a caballo, se compró un pick up Chevrolet. Era gasolina. Papá le cambió el motor por uno Diseal marca Perkin. Papá, cuando estaba en el hospital, ya muy enfermo, recordaba lo duro de sus inicios. Dicen que la persona cuando está muriendo, se acuerda del pasado. A mi abuelo a lo culparon de que se había robado una vaca. Se lo llevaron para San Lucas. Al año se dieron cuenta de que no era culpable, pero mi papá ya estaba al frente de la casa. Cuando estaba en el hospital, se acordaba de eso. Sufría mucho. Tenía un tío que le decía que para que fuera hombrecito tenía que tomar guaro. Papá se acordaba de eso en el hospital. Tomó toda la vida. Fue muy bueno con nosotros, y nos enseño a ser honestos y trabajadores t a pesar de eso de que sufríamos mucho porque el tomaba. Papá se hizo cargo de la casa desde muy pequeño. Así como inicio trabajando desde muy temprana edad, también se inicio tomando licor. Papa era muy exitoso en los negocios que siempre hacia. Mamá también ha tenido una vida muy dura. Mamá quedó huérfana a los cinco años de edad. Eran cinco hermanos, dos hombres y tres t mujeres. Mamá quedó huérfana de padre y madre. Se crió con los padrinos, en Barrio Mercedes. Ahí fue que la conoció papá. Eran de lo más bonitos mi mamá y mi papá. Parecían unos muñecos. Parecían unos artistas. La gente nos molesta, que cómo salimos nosotros tan feos con papas tan lindos.

En el Monte de la Cruz Cuando mis papás se casaron, se fueron a vivir a la ffinca “El Gavilán”, como a setecientos metros del “El Bosque de la Hoja”, en El monte de la cruz. Mamá cuenta que ella se iba a ordeñar y se llevaba a mi hermano Noe Francisco, que le decimos

“Mi empresa es u

Nenqui. Mamá llenaba treinta botellas de leche. En un tarro, se traía la leche. Le decía a mi hermano, “soque Nenquito, que ya se está haciendo tarde y se está oyendo el león”. Ahí salía el león. Ahí crecieron mis hermanos mayores, William, José Luis, Noé Francisco (Nenqui), Ligia y Sergio r y yo. Mi papá se iba a vender leche y se quedaba a tomando en Los Ángeles de San Rafael de Heredia, en la Cantina de Lilo Hernández o en la de Tulio. Agarraba el caballo de él, le daba un cinchazo y le decía, “váyase para la casa para que laven los tarros”. El animal se iba solo para la casa. Cuando mamá, veía que venía el caballo sin papá, ya se ponía a llorar y a sufrir. Porque ella tenía que quedarse sola con nosotros pequeños y en la noche, El león llegaba a la casa. En una ocasión cayó en la cocina. El perro Danubio, que era muy bravo, le ladraba y lo corría. Lo subía a un palo. Mamá también sufría mucho porque en esas casas la pila para lavar ropa, quedaba hacia afuera. No estaban a la par de la casa. Mamá decía que de ahí, de la pila, salía una luz que venía y se le metía dentro de la casa, e iluminaba toda la casa. Eso fue en “El Gavilán”. De ahí nos fuimos para una finca que estaba más abajo. Mi papá llegaba a la casa tarde por la noche, se pegaba al pito del carro, y entonces nosotros estábamos durmiendo. Cuando se pegaba al pito, metía el carro al garaje, entraba a la casa, levantaba las camas de nosotros y las dejaba caer, para que nosotros fuéraf mos a lavar los tarros, las tapas y las lecheras. Eran las doce de la noche, en aquel Monte de la Cruz en que hacía tanto frío. Él lo hacía porque estaba tomado. Cuando estaba bueno era muy amoroso, al punto de que si en este momento volviera yo a nacer, me gustaría que él fuera mi papa de nuevo, porque realmente él cuando estaba bueno era muy cariñoso y especial con nosotros.

“Mi mamá nos protegía” g Mi mamá siempre se ha caracterizado como una madre que defiende a los cachorros. Como una leona que defiende a sus cachorros. Ella se metía y le decía a mi papá, que ella no dejaba que nos levantáramos a lavar lecheras, que le tocaba a él, como padre. Papá le pegaba a mamá. Mamá caía al suelo, y nosotros, como éramos tantos, la rodeábamos. En la casa acostumbrábamos tener cuadros de El Corazón de Jesús, San Martín de Porras, la Virgen de El Socorro…etc. Nosotros tomábamos las imágenes y rodeábamos a mamá, como cuando a una zorra la mata un carro, y los zorritos quedan alrededor. Le pedíamos a Dios que mamá no se muriera. Mi papá, cuando veía

eso, se asustaba y se aarrepentía. Papá tomaba guaro de contrabando, y lo ponía como loco. Otras veces, lo que hacíamos era levantarnos cuando oíamos que él venía, y nos metíamos con mi mamá debajo de una mata de mora. Papá pasaba para allá y para acá, y no nos encontraba. En otra ocasión llegó con los hermanos de él. Todos venían borrachos. No podía ver a mamá porque era para pegarle. Entonces mamá se escondía detrás de un ropero, que estaba en una esquina de la casa. Uno de los hermanos, de mi papá, tío Danilo; dijo que había que demandar a mamá porque nos dejaba solos, pero no decía nada de su hermano, mi papá, que llegaba con él, tan tomados los dos. Cuando mi mamá oyó que mi tío Danilo decía eso, ella salió detrás del ropero para reclamarle, para decirle que era una buena madre, que quien nos abandonaba por tomar guaro era mi papá. Me acuerdo cuando metía el carro en la garaje, y empezaba a tirar el menudo que andaba en las bolsas. Lo tiraba para arriba. Ahora pienso que a papá el guaro de contraba t ndo lo enloquecía. Sin guaro, papá era una persona muy buena, con buenos sentimientos.

Pero con guaro le cambiaba la personalidad. Mi mamá era una mujer muy luchadora. A pesar de todo eso que sucedía, siempre cuidaba todo, el negocio, la finca, y por supuesto nos cuidaba a nosotros. También cuidaba mucho a mi papá. Cuando él estaba de goma, ella nos mandaba a una pulpería, que estaba lejos, había que cruzar potreros. Nosotros le traíamos un trago, una cerveza y una sardina con chile. Con eso se curaba. Mamá le hacía una sopa de pollo, de esos pollos que andan sueltos en el potrero. Con eso se componía. Así lo hizo muchas veces, pero llegó el día que se cansó. Mamá era muy cariñosa con él. Pero papá era muy grosero cuando estaba borracho o de goma. Una vez, papá se fue para Guanacaste con los amigos, a tomar guaro, y dejaba el negocio botado. Mamá se levantaba, se venía con mi hermano mayor, William, que es socio mío. Se venían para San Rafael de Heredia a conseguir carro y chofer. Pero ella no dejaba el negocio botado, de ninguna manera. Un hermano de mi papá, Danilo, le decía a mi mamá que dejara botado el negocio a ver si ese hombre (mi

papá) se componía. Pero mamá sabía que lo que él quería era coger el negocio. Papá era la única persona que tenía carro en El Monte de la Cruz (En las Chorreras) en aquel entonces. Después, también tuvo Carlos Ramírez, pero vivía en otro sector. Entonces, papá siempre ayudaba porque, cuando había un enfermo o una mujer embarazada que iba a tener bebé, él era el único que tenía carro para llevarlos al hospital. Mi papá nunca dijo que no. Cuando murió papá, llegaron muchas señoras a decir que ese señor (mi papá) les regalaba leche cuando tenían a los hijos pequeños y no tenían cómo pagarla. Papa también en la Finca de Río Frio, siempre que la iglesia hacia fiestas, el regalaba un novillo gordo. Mamá, en el Monte de la Cruz, sembraba calas, hacía picadillo, hacía tortillas, tamal asado, y todo se lo vendíamos a la gente que venía n de San José y Heredia a pasear. Los molederos eran de ciprés y mamá los lavaba tanto que se veían muy aseados. La gente le compraba de todo porque le tenían confianza, y veían lo aseada que era. Todo esto lo hacía para comprarnos ropita y zapatitos


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una familia” vender leche con mi hermano William. Nos levantábamos a las tres de la mañana, a pesar de que todos los días me acostaba a las once y media, porque venía del colegio. Llegaba a las primeras casas, por la Cooperativa Victoria, bien agarrado del cajón atrás, pero dormido. Las señoras me despertaban, me decían, “muchacho, usted viene dormido”. Ese año fue muy duro. Papá vendió una finca en El Monte de la Cruz en cincuenta mil dólares. En ese tiempo, era un montón de plata. Vino a Grecia, compró una finca de café por Calle Carmona, en Grecia, otra en San Pedro de La Unión, Valverde Vega, y una tercera finca en Naranjo. También compró una finca para engordar ganado en La Rambla de Horquetas de Sarapiquí. Después del colegio, fui a la Escuela Técnica Agrícola de Santa Clara, en San Carlos. Ahí duré una semana. Ahí empiezan a reclutar a los estudiantes nuevos, y yo no aguanté. A la semana, me vine. Me vine pidiendo ride. Llegué y le dije a papá que no quería estudiar, que quería vender leche o hacer algún negocio. Pero papá me dijo que hiciera el esfuerzo de estudiar algo. Me fui para el ITAN, T en Zapote, estuve un año, y al año le dije a mi papá que no gastara dinero en mí, que yo lo que quería era hacerme un negocio de leche.

Un negocio g con un hermano

lindos para los domingos. Ahora que ella está mayor, nosotros le decimos, “mamita, usted lo que sembró ahora a usted le toca recoger”. Fui a la Escuela de Montecitos, sólo primer y segundo grado. Cuando mi papá se vio con todo ese problema del licor, toma la decisión de venirse para Grecia. Aquí seguí la escuela.

De Heredia a Grecia Nos vinimos para Grecia, y vivimos contiguo al Balneario Tropical. Papá compró esa casa. Ahí vivían la hermana y los papás de mi papá. Papá le compró esa casa a un hermano de él. Dijo que se venía para acá para dejar de tomar guaro. Pero vino, hizo amistades aquí y siguió tomando. Vendió el negocio de leche que tenía en Heredia y le compró un negocio de leche a Danilo, su hermano, en Grecia. Crecimos en Grecia. Estuve en la Escuela Simón Bolívar, de Grecia, y en el Liceo León Cortés Castro. Para el último año, estuve en el Colegio Nocturno de Grecia. Me pasé al Colegio Nocturno para ir a

Me metí a medias con mi hermano Sergio. r Conseguí cinco millones de colones, prestados, y mi hermano Sergio consiguió otros cinco millones. Papá nos prestó nueve millones al tres por ciento de interés mensual. Yo lo veía muy duro. Yo decía, “pucha, ¿por qué papá tan duro con nosotros?”. Pero ahora lo valoro. Pienso que nos enseñó a ser honestos y cumplidores. Estamos hablando de hace 36 años. Fue en 1976. Así empezamos. Pusimos el negocio en Palmares. a Yo fui casa por casa, a hacer un estudio de mercado. Pasé lista casa por casa, para ver cuánta leche necesitaban las señoras. Eran catorce tarros de leche. Esos catorce tarros de leche los fui a conseguir en Zarcero. Primero que todo, compramos un carro. Después compramos los tarros. Contratamos la leche en Zarcero. Así fue como nos iniciamos en el negocio de la leche. En ese tiempo, nos quedaban ciento cincuenta mil pesos por semana.para este tiempo el negocio de vender leche casa por casa realmente era muy bueno, cuanto al tiempo salieron las bolsas de leche, el negocio empezó a bajar las utilidades. Nos dimos cuenta que vendían la gasolinera de Herbert Hidalgo, en la Y Griega, camino a Sarchí. Pero no

teníamos la plata para dar el enganche. Le dijimos a Efraín Hidalgo que nos prestara medio millón de pesos. Nosotros decíamos que comprábamos la bomba y que, con el negocio de la leche, la íbamos pagando. Le preguntábamos al dueño de la gasolinera que cada cuanto daban aumentos en la utilidad del negocio. El nos conto, que hacía ya mucho tiempo que no aumentaban las ganancias. Pero en el momento en que compramos, nos dieron 0,60 céntimos de aumento por cada litro. Entonces, la gasolinera se pagó sola. Luego, compramos una finca en San Pedro de La Unión de Valverde Vega. Le compramos a mi papá. Quitamos el café. La pusimos a producir leche. Compramos cuatro ordeñadoras. La hicimos parecida a la que tenía la Cooperativa Victoria. No sirvió la finca porque ahí era muy seco. Le decían “Pueblo Seco”. Llegamos a la conclusión de que el negocio era vender leche, no producirla. Así que vendimos la finca. Cuando llegué a Palmares, conocí a mi señora. Ella vivía al frente del Cuerpo de Bomberos. Sin que ella fuera novia mía, ya yo tenía mucha confianza con mi suegra Noemí Vásquez. En un ratito le contaba a la que iba a ser mi suegra, cómo me había ido con la novia que tenía en Poás. Me acuerdo de dos hermanas de mi esposa, que eran muy simpáticas, Xinia y Eduviges. Mi esposa, Ana Cristina, era más seria. Pero fue la que me gustó. Le dije a mi suegra que la hija de ella me gustaba mucho, que iba a dejar la de Poás, para ser novio de la hija de ella. A ella, le daba risa. Pero era en serio. Cuando fui novio de mi esposa, le decía, “mi amor, yo tengo novia en Poás, pero yo la quiero más a usted, pero tengo que decirle a la novia de Poás que ya no voy a volver más”. Yo le decía, “esta semana le digo”. Y pasaba la semana, y yo iba a Poás, y le decía que no iba a volver, y ella se ponía a llorar. Me decía que seguramente la iba a dejar porque tenía una novia con mucha plata. Le decía que no, que era que no tenía tiempo. Así pasó como un mes, y ya la señora, la suegra me decía, usted no puede seguir así. Iba los sábados a Palmares y los domingos donde mi novia de Poás. Pero mi señora me puso en jaque mate. Que tenía que terminar de una vez por todas con la mu8chacha de Poas o mejor que no volviera. Tuve que tomar la decisión de dejar a la muchacha de Poas y quedarme con la que realmente amaba. Me casé de 24 años con “Anita” la de Palmares. Jalamos un año. Yo le decía a mi novia que íbamos a jalar cinco años, ella me contesto, que si quería que me fuera, y que volviera a los años, pero que no me garantizaba que iba a estar sola. Le dije que no, que verdaderamente no quería perderla a ella. Al año nos

casamos. Tenemos cuatro hijos, Mónica, Ronald Gerardo, María Gabriela y Noé Francisco. Siempre le digo a mis hijos, el día que ustedes se casen, tienen que casarse enamorados, así como yo me casé con su mamá. Tengo 31 años de casado, nunca he dejado de abrazarla y de decirle que la quiero mucho, la aprieto, le doy nalgaditas y le digo que todo eso es mío, y de paso, como mis hijos ven que yo hago eso, pasan mis hijos y le dan nalgaditas igual que yo. Volvamos ahora a la historia de mis papás. Cuando estuvimos grandes todos los hijos, mamá dejó a papá. Él sufrió mucho por ella. La quería mucho. Pero no podía dejar de tomar. Sabíamos que si dejaba de tomar, mamá lo iba a recibir, pero dejó de tomar hasta que se enfermó. Mamá dice, “fui de él y sólo de él y así me moriré”. Cuando papá estaba muy enfermo, tuvimos que internarlo en el hospital México, después de unas semanas de estas en el hospital, el nos pidió que lo lleváramos a morir donde mamá. Ahí murió. Mi mamá le dio el fin. Papa me pregunto dos veces, “Machito (porque así me dicen a mí, Machito), ¿de verdad estoy en la casa de Lala (que es como le dicen a mamá)?” Le dije que sí. Entonces estuvo tranquilo. Esa misma noche murió. Esa noche en que murió, papa le dijo a un amigo, que le decían “Chamaco, no hay que echarle agua a la leche. Es mejor un chorrito que no un chorrote”. Es decir, mejor un negocito bueno pero limpio, que un gran negocio, pero sucio, porque todo negocio sucio se termina. Luego de un rato de estar con papa, CHAMACO se fue para su casa, al rato el nos llama por teléfono y nos pregunta que si don Jose ya había muerto, yo le dije que sí, que hacía unos minutos había muerto, El me dijo que mi papa se había ido a despedir de él.

De la leche al aceite Hicimos varios negocios de venta de leche. A mi me tocaba hacer la ruta. Tuvimos en San Ramón, en Alajuela, en Heredia, en Palmares. Yo hacía la ruta. Siempre me comunicaba con las doñitas, tenía una buena relación con ellas. La gente me quería mucho. Todavía me ven y me dicen “lechero”. Nosotros somos una familia muy unida, siempre nos ayudamos entre los hermanos, porque somos muchos, empezando de mayor a menor, somos: Willian, Jose Luis, Noé Francisco (Nenqui), Ligia, Sergio, Ronald (Que soy Yo) Freddy, Yadira Y y Roy. Eso es lo que mama Lala siempre nos inculco, que fuéramos a unidos y nos ayudáramos unos a otros. Mi mamá nos dice a nosotros, “ustedes (mis dos hermanos son socios míos y a mi) siempre le ayudan a los demás, y eso los bendice”. Yo sé que si hago algo mal, Dios me está viendo. Siempre oro por mis trabajadores y toda la gente que trabaja conmigo. Primero éramos socios sólo dos hermanos, Sergio y yo. Después de tener la gasolinera, compramos un

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camión cisterna, y luego otro, y un tercero, hasta llegar a cinco camiones. Cuando vimos que el transporte fue bajando, fue mermando, fuimos vendiendo los camiones a las gasolineras a las que nosotros les transporr tábamos. Ese dinero se agarró para hacer un lubricentro junto a otro hermano, William. Él trabaja ahí. Un día, llegó un señor, don Elías, que era el dueño de esta empresa que tenemos ahora, y le dijo a mi hermano Sergio que estaban vendiendo la mitad de esta empresa, Mi hermano Sergio viajo a Petro Canadá en Canadá para ver cómo era esta empresa de lubricantes, cuando mi hermano vino, me conto lo grande que era y que el vía que era una buena oportunidad. El que estaba vendiendo era don Jaime, el socio de don Elías. Nosotros llegamos aAlajuela, en Río Segundo, en un carrillo Mazda viejo, Todo desteñido. Una de las empleadas, que se llama Jackeline, dijo, “¿qué le pasa a don Elías trayendo estos socios, que apenas llegan con un carro viejo?”. Hablamos con el señor. No teníamos que darle toda la plata de una vez. Sacamos la plata del Banco de Costa Rica, y el resto lo fuimos haciendo a pagos. Luego con el tiempo le compramos a don Elías un 25 por ciento más. Ya teníamos el 75 por ciento de las acciones de la empresa Industrias del Petróleo Canadiense. S.A. Lo que hicimos fue ordenar la empresa y establecer mejores controles. Hace nueve meses, le compramos a don Elías el otro 25 por ciento. Esta empresa, Industrias del Petróleo Canadiense, ha sido una bendición de Dios. Cambió completamente la forma de trabajar de nosotros. Un tiempo, la gasolinera estuvo muy mal. Yo le digo a mis hermanos, “gracias a Dios que tenemos Industrias del Petróleo Canadiense”. Esta empresa es una familia más que un negocio. Yo abrazo a mis colaboradores, los quiero, los aprieto. Les doy un abrazo de hombros, a medio lado, como diciéndoles, “los quiero mucho”. Algo muy importante en esta empresa es la calidad de los productos. Nosotros nos diferenciamos de los demás por las bases de los lubricantes. Las bases se sacan del petróleo. Nuestras bases son 99.9 por ciento puras. Estas bases se obtienen de un doble proceso de hidrogenación. De ahí, se le agrega una buena gama de aditivos, y se fforma el lubricante. Las otras empresas no le hacen doble proceso dehidrogenación a las bases. Petro Canadá tiene patentizado ese doble proceso. Nosotros vendemos por calidad, no por mercadeo. Lo que más hace Petro Canadá en la empresa es invertir en estudios e investigación. Nosotros nos diferenciamos de los demás por la calidad del producto y el ttrato personalizado con nuestros clientes. Realmente mi empresa es una familia, todos los que ahí trabajamos, así lo vemos y nos gusta ser parte de las soluciones de nuestros clientes, más que un negocio es algo muy lindo que Dios nos regaló.


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El Guapileño

MAYNOR MOLINA

De lavaplatos a geren CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

El Guapileño

O Esta es una historia de esfuerzo y de lucha contra la pobreza. O La historia de superación personal de un líder solidarista.

M

e llamo Maynor Molina Murillo. Nací en el Hospital México, el 16 de diciembre de 1973. He vivido sobre todo en Grecia. De niño, crecí en San Carlos, Naranjo y Grecia. Viví primero en La Gloria de La Vieja de Venecia de San Carlos. Mis abuelos paternos tenían una finca en este lugar. La razón por la que mi papá se fue para allá es que en algún momento es que mis papás tenían algunos conflictos sentimentales. Estaban a punto de divorciarse. Me enfermé yo. Me hacía ffalta mi papá. Mi mamá me dio como opciones para una Navidad, un avión a control remoto, una bicicleta de carreras o irnos con mi papá, a San Carlos. Yo escogí a mi papá. Nos fuif a él. Cuando mos para donde estaba mi abuela murió, empezaron a surgir unos problemas entre mi papá y un hermano, así que él decidió vender e irnos. De ahí nos pasamos a vivir en San Juanillo de Naranjo. Vivíamos en unos baches, con piso de tierra. Veníamos a coger café ahí. Aunque era de tierra, mi mamá lo tenía limpiecito. Vivíamos en la finca de don Sergi r o Blanco. La esposa se llama doña Betty. Ahí cogíamos café todos, mi papá, mi mamá, dos hermanos de mi papá y yo. Recuerdo detalles desde muy pequeño. Dios lo hace todo bien hecho. Recuerdo detalles de mi papá desde que yo estaba muy chiquito. Y eso se debe a que mi papá nos duró muy poco. Mi papá se llamó Eddy Molina Araya. Murió cuando yo tenía ocho años de edad. Soy el hijo mayor.

Somos tres hijos de él. Tengo dos hermanas menores. Cuando papá murió, mi hermana menor tenía quince días de nacida. Ya viuda, veinte años después, mi mamá tuvo otra niña, que es más de veinte años menor que yo. Mi mamá se llama Ana Isabel Murillo Bejarano. Le tocó ser mamá y papá. Estando mi papá en el hospital, la situación de la casa estaba muy crítica.Yo estaba jugando futbol en la plaza de El Poro de Grecia, donde nos fuimos a vivir como unos dos años antes de la muerte de mi papá.

De portero a lavaplatos Yo quería ser portero. Quería

ser como “El Tiburón” Sequeira, que había sido portero de Puntarenas y ya era el portero de Heredia. Ese día, llegó un vecino a decirme que si quería ir a trabaja a r en “El Rancho de Tencha”, un restaurante que aún existe en El Poró. Le dije al señor que le iba a pedir permiso a mi mamá, pero él me dijo que mi mamá ya sabía y ya había dicho que sí. Me quité los guantes, me cambié la ropa y me fui. Al señor que me llamó le decíamos “Papito”. Cuando llegamos, el dueño del negocio, Jorge Álvarez, le dijo a Papito, “¿usted cree que nos sirva este carajillo? Yo lo veo muy carajillo”. Me pusieron a lavar platos y vasos. Yo no llegaba a las pilas. Me

ponían una caja de coca cola para que le llegara a los tubos. En el mostrador de afuera, me ponían una caja de Pepsi, que era una caja más pequeña. A los ocho años de edad, tuve r mi primer trabajo. Me decía Jorge, “¿usted sabe pelar papas?”. Yo le dije que sí. Me dijo, “pélese unas cuantas”. Yo le dije que si unas treinta. Me dijo que no, que pelara un saco. No sé si eso era explotación infantil. Pero si no me hubieran dado esa oportunidad, no le hubiera podido ayudar a mi mamá. Me daban doscientos colones por traá y domingos. Lo que bajar sábados hacía era lavar platos y vasos, y pelar papas.

Era una taquería. Ahora es un restaurante. Le daba cien colones a mi mamá, y con los otros cien colones pagaba todo lo que necesitaba en la escuela. Trabajaba sólo los fines de semana. Entre semana, iba a la escuela. Como no me alcanzaba la plata para comer en la escuela, iba y venía a pie, hasta la casa. Estaba en la Escuela Eulogia Ruiz, en el centro de Grecia. Caminaba de El Poro a Grecia ida y vuelta. Comía en la casa, para poder comprar en la pulpería “Santa Teresita” un boli de cinco colones. Trabajé diez años en “El Rancho de Tencha”. Aprendí a cocinar, aprendí a a salonear. Fui jefe de cocina, y al ffinal fui administra-


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nte de una empresa ban y cocinaban de gratis. Trabajaron ad honorem durante cinco años.

En la universidad

dor. En este tiempo pasaron muchas m cosas importantes. Jorge Álvarez, el hijo de doña Tencha, me daba una beca para estudiar en el colegio. Me daba mil quinientos colones. Me pagaba el salario y aparte a me daba el dinero para que yo estudiara. Estuve en el Liceo León Cortés Castro, en Grecia. Trabajaba siempre los fines de semana. Jorge puso un negocio en el mercado de Grecia, que se llamaba “El Poseidón”, una marisquería. Ahí cocinábamos Jorge y yo. También puso un negocio en el Polideportivo Griego. Pusimos un restaurante. Cuando terminé el colegio, y empecé la universidad, me puse un negocio de comidas rápidas para poder pagar la univer-

sidad. Se llamaba “El Rancho La Negra”, frente a la plaza de futbol de El Poró, a un costado de la iglesia. A mi mamá, sólo La Negra le dicen en El Poró. Con esa soda, se sostuvieron mi casa, mi universidad y una prima con dos hijos. A ella la dejó el marido, y trabajaba t conmigo en la soda. Mi mamá era la cocinera en la Escuela de El Poró y también trabajaba en la soda. Todavía trabaja en la escuela. Ahora es conserje. Ella y doña Chavela fueron las dos dirigentes comunales que consiguieron que se donara un terreno para la construcción de esa escuela. Cuando ya hicieron la escuela, doña Chavela y mi mamá limpia-

Estudié en el Instituto Tecnológico de Costa Rica durante un año. Ahí inicié mis estudios en Ingeniería Electrónica. Venía los fines de semana a la casa, y mi mamá nunca estaba. Mi hermana Anabel me contó que es que mi mamá lavaba y planchaba en casas, para que yo pudiera estar en la universidad. Así que decidí salir de la universidad, e ingresar a una universidad privada. Quería trabajar y estudiar al mismo tiempo. Salí como técnico en electrónica en el ITEC, Instituto Interamericano de Tecnología. Ya no me alcanzaba con la soda, que la habíamos puestos cuando yo empecé en el Tecnológico. Empecé a buscar trabajo. Me salió un trabajo en el casino del Hotel Aurola, pero a mi mamá no le gustó ese trabajo. Fui a una entrevista para una señora que andaba buscando un chofer. Me salió una oportunidad en una plaza interina en la UNED, en un proyecto que inició la universidad sobre la prueba de manejo del INA, de seguridad vial. Era como encargado de la matrícula, como coordinador de los exámenes con los tutores del INA. Trabajé un año en ese programa, que tenía sus operaciones en la Escuela República de Chile, en Barrio Luján. Algunas veces tenía que ir a Sabanilla, en la sede central. Viajaba en bus de Grecia, todos los días. Luego de un año, me sale una oportunidad para trabajar como técnico en electrónica, en una empresa en Barrio Cuba. Se llamaba Semicontec. Hacía componentes electrónicos para carros. Ahí trabajé cinco años. Me involucré en el Solidarismo. Fui tres años el tesorero de la asociación solidarista y un año el presidente. De ahí, renuncié, porque me salió una oportunidad en una empresa trasnacional que se llama Remec, que tampoco está ya en el país. La empresa me ofrecía un mejor salario, y lo que yo soñé toda mi vida, viajar, ir a capacitarme en el exterior. Estuve en San Diego, California, muchas veces, así como en San Francisco, también en California. Conocí Las Vegas y El Gran Cañón. También fui a Alemania.

Dirigente g solidarista

En mis primeros seis meses de trabajo, había unas cincuenta y cien personas. El gerente general me pide que inicie la asociación solidarista. Fui el presidente fundador. Fui el presidente durante ocho años. Cuando empezó la asociación solidarista, éramos cincuenta personas, y cuando salí, un año antes de que la empresa se fuera de Costa Rica, éramos dos mil trabajadores que estábamos en la asociación solidarista. Fui primer vicepresidente del Movimiento Solidarista Costarricense durante tres años, y estuve en APRONAC, que era la Alianza Pro Activa Nacional, que fue un grupo que iniciaron algunos dirigentes, para encaminar el TLC con Estados Unidos. También T fui el primer vicepresidente de ese grupo, como representante del Movimiento Solidarista Costarricense. En APRONAC, Ruiz, Bruno estaban Marco Vinicio V Stagno, Franco Pacheco, que fue el presidente. De Remec, pasé a laborar con la empresa Del Río, que hace artículos de cuero. Don Daniel Del Río, dueño de la empresa, un emprendedor de origen chileno, me dijo que tenía un trabajo para mí, pero en Parrita, en otra empresa, que se llamaba Forestica. Yo le dije que sí. Era una empresa que hacía tarimas y láminas de madera. Viví en Parrita año y medio. Después de ese año y medio, me vine para Grecia. Yo siempre pasaba al frente de PetroCanadá, que en realidad se llama Industrias del Petróleo Canadiense. Son los distribuidores autorizados, y exclusivos, de los productos de PetroCanadá para Costa Rica. Me vine para esta empresa por fe. Siempre decía que qué bonito sería trabajar cerca d de Costa Rica. En Parrita, no me sentía í bien porque les a las culebras, y había tengo miedo m mucha serpiente en Parrita. Había mucha palma africana en los alrededores, y salía mucha terciopelo. En Parrita había muchos problemas de trabajo. Yo le propuse a don Daniel del Río que contratáraá mos mujeres. Al principio, no querían en la empresa, pero los convencí. Hicimos un plan y nos funcionó muy bien. Las mujeres eran las más empunchadas y nunca faltaban al trabajo. En esa zona hay mucho licor y muchas m drogas.

Petro Canadá Vine a una entrevista porque

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me di cuenta que estaban necesitando a alguien. No sabía para cuál puesto era. Mandé mi currículum y me llamaron a una entrevista. Cuando vengo a la entrevista, me doy cuenta que andaban buscando un asesor de ventas para el sector de industria. Les dije que me gustaba lo que me ofrecían, pero que ganaba mejor donde estaba. Me voy otra vez para Parrita, y quince días después, me llaman de Petro Canadá para hacerme una contraoferta. r En esta segunda vez, me ofrecieron un puesto de asesor de ventas industriales. Acepté, pero ganaba mucho menos que en Parrita. Sólo que estaba cerca de mi casa. Decidí venirme. Empecé a trabajar a como asesor de ventas. Me tocaba trabaja a r en Limón, Guanacaste y San Carlos. Era hacer algo que nunca había hecho. Tenía que A lo largo r aprender de lubricantes. a de un año que estuve trabajando en ese puesto, siempre pensé que mi meta era ser gerente de ventas. Me dije, “tengo que lograrlo”. Después de un año de trabajar, me llama don Ronald, el presidente, y me dice que para enero del siguiente año, iba a cambiar mi puesto. Pensé en la gerencia de ventas, pero lo que me dieron fue la gerencia general. Esto fue hace cuatro años. Petro Canadá es la industria de lubricantes líder en Canadá. Son extractores de petróleo. Tienen tres mil estaciones de servicio, gasolineras, en Canadá. Canadá fabrica todos los productos lubricantes que vende en el mundo, en más de setenta países. Es una forma de mantener la calidad. Las operaciones están en Toronto, Canadá. La empresa es de tres hermanos, que se llaman Ronald, Sergio y William W Sánchez Víquez. El que inició con el proyecto fue don Elías González Sibrián. Él inició hace dieciocho años. Durante cinco años estuvo él con otros socios. Después, empezó a buscar a otros socios. Los hermanos Sánchez Víquez entraron hace trece años. Antes, vendían leche. Pero esa es otra historia. Industrias del Petróleo Canadiense S.A. significa una familia para mí. Es un lugar donde uno se siente bien. Trabajé a muchos años en trasnacionales, en empresas muy grandes, donde uno es un número, es un activo. En cambio, en esta empresa uno es un miembro más de esta linda familia. Para mí, es un paraíso laboral.


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El Guapileño

EDWIN SOLANO

Guapileño escribió un libro

O Cuenta la historia de Barrio México, donde creció r en medio de la pobreza. r CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A El Guapileño

-El Doctor Edwin Solano Alfaro, en su faceta de investigador, r escribió un libro sobre Barrio México, donde creció. El libro se llama “Voy V pa´l Barrio”. -Así es, escribí un libro sobre Barrio México, donde crecí, en medio de la pobreza. Esta entrevista sobre el libro puede permitirnos que podamos, de alguna manera, hacer que no sólo los habitantes de Barrio México sino de todo el país conozca ese barrio tan lindo, tan emblemático para el país. -Usted habla en este libro de muchas familias italianas, judías, alemanas. Habla del origen de ciertos nombres, habla de “El paso de la vaca”, “Peor es nada”, “El callejón de la puñalada”. ¿Qué es el Paso de la Vaca y por qué se llama así? -“El Paso de la Vaca” es un sector de Barrio México que abarca parte de la Calle 8 y nosotros creíamos que el “Paso de la Vaca” era un sector muy m pequeño que estaba entre la Avenida Tercera y la Avenida Quinta. Sin embargo, me di cuenta que el Paso de la Vaca es un sector mucho más extenso, llega casi al centro de San José, y comprende el Mercado Borbón y el Mercado Central. Según lo que pudimos investigar don Fabio Baudrit, un catedrático del derecho, relataba la historia más o menos de esta manera: e “en el sector de ´El Paso de la V Vaca´ había una familia de apellido Abarca que les decían ´los bueyes´, entonces vino un guatemalteco que hacía imágenes de iglesias y santos. Y este señor de la familia Abarca, que era una familia más o menos importante y pudiente de Barrio México, le pidió que le hiciera un pasito y se lo hizo, y le puso un buey y una vaca. Cuando le presentaron el pasito al viejo, dijo, ´o le ponen tetas a ese buey o no pago´. Tuvieron que ponerle tetas al buey. La gente decía que a ese portal de los Abarca no lo iban a consagrar porque en vez de un buey pusieron una vaca. Y la gente empezó a dar direcciones ´aquí por donde los Abarca, los de la vaca del paso´ y así se quedó, hasta que se le bautizó como ´El Paso de la Vaca´, a ese barrio. Esa es la historia. -¿Qué era “Peor es nada”? ¿Dónde estaba? -“Peor es nada” son los márgenes del Río Torres, la parte norte, uno de los sectores más pobres, más humildes de Barrio México. Fue donde la Cruz Roja hizo el primer programa de vivienda popular en Costa Rica, humildes las casitas,

pero con otra higiene, con otro tipo de construcción, y eso le permitió a familias pobres de Barrio México tener seguridad en el hogar. -¿Dónde estaba el “Callejón de la Puñalada”? -Estaba cien metros al sur de la emblemática Botica Solera, en dirección sobre Calle 8, hacia el Mercado Borbón. La historia tal y como está en el libro, es que en alguna ocasión, un señor de oficio panadero, se devolvió y le pareció ver a su señora abrazada con otra persona, y la apuñaló. Cuando levantó la frazada con la que se estaba cobijando la señora, ella estaba abrazada con su hijo, un niño. Todos los años se hacía un rosario en recordación de eso. Había a una gruta con un Niño Jesús de Praga. Era también gente muy humilde, muy pobre. Recuerdo la calle con unas grandes piedras. Ahí vivían unos facinerosos, y siempre daba miedo pasar el “Callejón de la Puñalada”, que comunica Calle Ocho con Calle Seis, la famosa Calle Seis en donde viviera el señor Alberto Cañas Escalante, toda una autoridad intelectual del país. -¿En el “Callejón de la Puñalada” vivía la muchacha del crimen de Colima? -Ahí vivía ella, sí. Hace pocos años nos dimos cuenta de que a los que acusaron a eran dos mexicanistas. Al muchacho que mataron era de la familia Arias. Le echaron la culpa a “Tabaq T uillo” y a otros, y al ffinal de cuentas se demostró que ellos no eran culpables.

Juegos g de los niños -Usted rescata un montón de historias universales que tienen que ver con los juegos de la niñez. -Es para hacer una comparación entre lo que hacíamos los niños en aquella época y lo que hacen los niños ahora. Hoy hay un sedentarismo que es dañino para los niños. Probablemente la obesidad que tenemos en Costa Rica tiene que ver mucho con eso. Íbamos a la escuela y en los recreos pasábamos m en constante movimiento. En nuestra casa, en los solares, contábamos con árboles de jocote, de mango, donde jugábamos y disfrutábamos. Hoy ya se ve poco eso. Recuerdo el solar de la familia Villalobos Solé. Yo le pedía a los amigos que hiciéramos la mejenga en ese solar porque estaba lleno de árboles de mango, de cas, de naranja y, entonces, además de las mejengas, nos hartábamos de todas frutas. También disfrutábamos cuando jugábamos en aquellas calles en las que casi no había carros, no como ahora que hay tanto carro. Nosotros mejengueábamos en la calle. A mí me gustaba mucho un juego que era el del niño caballo y el niño jinete. Jugábamos chócolas y chumicos. Como no había plata para comprar las famosas canicas, íbamos a conseguir chumicos negros. Otros chiquitos llegaban con aquellos coquitos que le hacían la boca agua a uno. Les compraban chumicos en bolsitas. En esa época, nosotros no podíamos,

Delio Villalta.

Cantar

pero de alguna manera hacíamos para jugar bolinchas. Tener una jupona de esas de las grandes era algo imposible. Dios guarde le quebraran a a uno una canica en esa época. Teníamos múltiples juegos que nos hacían liberar energía y no como ahora que los chiquillos están pegados a una computadora. No se da lo que se daba en aquellas épocas. Por eso lo rescato en el libro.

Pobrezas -Usted vivió tremendas pobrezas porque su papá era comerciante, pero eran doce hijos. Eran trece, pero ffalleció una. -Nos tocó pasar momentos muy duros, muy difíciles, pero yo los recuerdo de alguna manera como experiencias que me ayudaron mucho a tener templanza, que si había metas que cumplir, hay que tratar de conseguirlas, costara lo que costara. Recuerdo con mucho cariño y mucha tristeza, cuando el estómago me dolía porque no teníamos que comer en mi casa. Pienso en mi madre porque no era una, eran ocho, nueve bocas. Ella hacía una rifa y con la primera parte que le pagaban de los números, iba y compraba café, o hacía una olla de macarrones, que en aquella época eran tan baratos, o pasaba vendiendo ropita para meter el hombro para sacar adelante a la familia con mucho sacrificio. Recuerdo el invierno, que es la época más dura para los pobres, porque hay poco trabajo, se mete el agua a las casas y hace mucho frío, sobre todo para los niños. -Muchas veces ustedes se iban a la escuela sin comer -Muchas veces nos íbam í os a la escuela sin desayunar. Recuerdo que

muchas veces hacia el primer recreo, de las nueve de la mañana, ya la maestra me decía, “Solano, vaya al salón, que ahí está su mamá”. Ahí estaba mamá con una botella de vidrio, donde llevaba café para todos los que estábamos en la escuela. Después de que terminaba yo de chuparme el café, seguía mi hermano “Burguitos” y así el siguiente. Tengo grandes recuerdos de una mujer que fue luchadora, mi madre, y de la honestidad intachable tanto de papá como de mamá, que nos enseñaron a ser honrados a pesar de las pobrezas. Nos enseñaron que hay que ser honesto y ttrabajar mucho. -Usted me contó que se ganó un carro cantando, y eso lo heredó de su mamá. -Dentro de aquellas pobrezas, era muy refrescante oír a mi mamá en aquella batea, porque no teníamos pila, ella cantaba y tenía una voz muy linda y probablemente eso hizo que muchos de los hermanos míos, la gran mayoría, tengan una voz muy bonita. Mamá lavaba la ropa de todos nosotros en los lavaderos municipales, que estaban en Barrio México. Esto de la voz, más de una vez me sirvió porque recuerdo que en el colegio el director me llamaba y me decía, “Solano, mañana hay asamblea, usted tiene que cantar”. Me gustaba mucho la música española. En la escuela tuve un gran maestro de música, don Delio Villalta, que se había formado en Argentina. r -Y que fue jugador de Barrio México… -Del primer equipo de Barrio México. Nosotros creíamos que el equipo había llegado a primera división en 1963 y no es cierto. En 1963 subió el equipo de Barrio México, pero en 1928 ya el equipo había estado en primera división, con don

-Su mamá estuvo en la Corte Suprema del Arte, en el programa de Valenzuela -Ella estuvo con Jorge Valenzuela y le pusieron “La Estrellita Naciente”, porque tenía una voz tan preciosa y ellos creían que iba a crecer mucho más. Desgraciadamente después se casó y ya tuvo que dedicarse al montón de conejos, porque, como también lo describo en el libro, el lugar donde nosotros vivíamos era un callejón, era una entrada muy grande, el callejón de los Solano, y le decían “La conejera”. Ahí vivían todos mis tíos, los Solano. Cada tío tenía ocho, nueve o más hijos. Cada año aparecían tres, cuatro niños más. Por eso le decían “La conejera”. -Un hermano suyo, que es un año mayor que usted, a quien le dicen “Burguitos”, ffue fundamental en este libro. ¿Por qué fue fundamental? -Sí. Fue muy importante porque de alguna manera fue él el que propició que escribiera este libro. Una vez, íbamos de Guápiles hacia Barrio México, y él venía conmigo, y también venía mi esposa Marielos, quien es del barrio, y nos dimos cuenta que el barrio ya no era el mismo barrio donde nosotros habíamos disfrutado aquellas ricuras, aquellas bellezas. Me dice mi hermano Burguitos, parodiando a Luisito Rey, “mi barrio ya no es mi barrio”. Y nos dice ella, Marielos, “¿por qué no escriben algo sobre Barrio México?” Y de aahí salió esta “quijotada” de una persona que, sin ser escritor, lo único que quería es que no se perdiera esa historia tan rica, de esas familias autóctonas de Barrio México. -¿Cómo llevaron adelante la investigación para el libro? -Nos dedicamos a recorrer Barrio México él y yo, con nuestro íntimo amigo, Fernando “Urraca” Gallardo, quien también jugó en el equipo de Barrio México. Fue una excelente figura del balompié de Barrio México. Comenzamos a recorrer el barrio. Nos sentábamos en la sala de quienes habían sido pioneros para que nos contaran la historia, porque no se había escrito la historia de Barrio México. -Usted menciona en el libro la historia de la Sala Tasara -Eso fue algo espectacular. Le cuento la historia de porqué la rescato. En aquellas épocas de tanta necesidad, nos dábamos cuenta que en la calle 14, muy cerca de la Escuela República de Argentina, los fines de semana llegaba una cantidad enorme de carros de los más preciosos de la época y nosotros decíamos, “aquí vienen los millonarios, aquí vienen los ricos”. Así que nosotros cuidábamos los carros y nos daban algún dinero. Con los años, un hermano de mi esposa se casó con una hija de la familia Tasara y recogí toda la historia de lo que fue la Sala Tasara. En 1951, el Doctor Carlos Tasara


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sobre su barrio de la niñez Goldoni, que era microbiólogo, decide que en su casa de habitación, precisamente en la sala, comenzaran a hacer tertulias sobre poesía, sobre ópera, y pensó que eso podría extenderse. Entonces, hizo una sala en la parte de atrás, porque era una casa gigantesca. Era un auditorio donde los grandes artistas que llegaban al Teatro Nacional, luego iban allá, a la Sala Tasara o primero estaban en la Sala Tasara y luego en el Teatro Nacional. Estuvieron grandes artistas, y los grandes intelectuales de la época. Estuvieron Alejandro Aguilar Machado, Constantino Láscaris, Macaya Lahmann. -Usted ha contado que las fiestas de la alegría eran importantes para usted. -Al menos para mí lo eran, y por aquellas épocas que había mucha más pobreza que ahora y que había menos posibilidades de poder optar por una manzana o unas uvas, era la única manera de comer manzanas y uvas, que teníamos. Yo me acuerdo que esperaba la fiesta de la alegría porque era la única vez que teníamos un pequeño regalito y comíamos uvas y manzanas.

Medicina en la pobreza -En medio de la pobreza, usted decide estudiar medicina. ¿Qué significó eso? -Es una historia muy rica. Creo que Dios ha sido muy generoso, muy benevolente conmigo y creo que siempre he tenido una estrella. Cuando estaba chiquitillo, le hacía los mandados a los vecinos y, entonces, me decían que fuera y me comiera un gallo o me regalaban algo. Dentro de esos, había una familia que yo consideraba que eran millonarios, y después me di cuenta que era una familia de clase media, que vivían bien, pero nada más. Yo les limpiaba el techo, las canoas, el solar y cosas así. Cuando salí de la escuela, le dije a mi mamá que quería ir al colegio. Mi mamá me dijo que no, que con qué, que no había plata. Entonces, me puse a llorar y llegué llorando donde doña Lela, la abuelita de los Patiño Ramírez, í grandes amigos míos. Me dice la señora, “Chelito,

¿por qué está llorando?” (me dicen “ Chele” casi que desde que nací, y me dicen así por blanco). Cuando le contesté por qué estaba llorando, la señora me dijo, “no se preocupe, dígale a su mamá que aquí nosotros le compramos todo”, y así fue como entré al colegio. Ya yo sabía que la Municipalidad de San José daba unas becas de treinta colones por mes y la conseguí. Una de las grandes profesoras, doña Orietta Morales, me ayudó a conseguir la beca y a conseguir uniformes de los estudiantes que iban saliendo. Ella me los guardaba. Tengo un gran cariño por esa profesora. Un compañero que pasaba necesidades similares, me decía que si no me daba vergüenza que me vieran con una bolsa de ropa usada, que dejaban los estudiantes que ya habían salido, y yo le decía, “¿por qué me va a dar vergüenza si lo que están haciendo es ayudarme para que salga adelante?”. Cuando salí de quinto año, le dije a mi mamá, “mamá, yo quiero estudiar Medicina”. Me dijo “¿cómo, mi hijito, una carrera tan cara, si no tenemos a veces ni para comer?”. Pero yo con 17 años ya me había averiguado que la Universidad de Costa Rica daba becas y me había conseguido una beca de trescientos colones, beca que me permitía hasta meterle el hombro a mi papá. Eso me permitió ir por todos los corredores de la Facultad de Medicina con mucho sacrificio. A veces tenía que ir a la universidad a pie. No había la cantidad de dinero para irme en bus, y ni qué decir con respecto a comer. Muchas veces no tenía para comer en la universidad durante todo el día. Entonces, los compañeros, muy m solidarios, hoy colegas, me decían, “vamos, yo te invito al almuerzo”. Y ni qué decir de la ayuda de mi her-

mano Rodolfo, “Burguitos”; r mi hermano Roberto; mi hermano Walter, que ya trabajaba y tenía ropita buena. Me decían “te presto este pantalón para que vayás a la universidad”. -Su abuelita trabajaba en la casa de un doctor. r -El Doctor Carballo, siquiatra, hoy pensionado, tío de los Carballo Cruz de Guápiles, a quienes me encontré t aquí y les conté la historia. Vivía en La Sabana. Una vez, mi abuela le dijo que ella tenía un nieto que estudiaba Medicina, él le dijo que lo llevara a la casa. Cuando fui a hablar con el Doctor Carballo, me confesó que no le había creído a mi abuela, pero le dijo, “Herlinda, si usted tiene un nieto que estudia Medicina, tráigalo para conocerlo, aquí tengo unos libros viejos de cuando estudié Medicina en Argenti r na y tal vez le pueden servir”. Cuando mi abuela me dijo eso, yo le dije, “mañana mismo vamos y me traigo todo lo que puedo”. Ese día, llegué donde el Doctor Carballo y yo venía como loco porque traía libros que no había podido comprar. Papá no podía darme plata ni para sacar fotocopias. El Doctor Carballo me preguntó, “¿cuál es el libro que más va a utilizar usted el otro año?” Le dije, “Patología de Robinson”, y me dijo, “yo se lo regalo”. Y me regaló el libro. Fue el único libro nuevo que tuve durante toda mi carrera, porque, como era becado, la universidad me prestaba los libros durante el semestre, pero el único libro que tuve fue el que me regaló el Doctor Carballo. -Él tuvo otro gesto muy bonito cuando usted se graduó. -Cuando me gradué, hay otra cosa que guardo de él. A mí me tocaba que me diera el título el Doctor Rodríguez Aguilar, cardiólogo del Hospital Calderón, pero el Doctor Carballo, quien también entregaba títulos en esa ocasión, le pidió que lo dejara a él, le dijo que él me lo quería entregar. Entonces cogió mi título y me dijo, “este es el mejor título que yo entrego”. Yo le contesté, “gracias, doctor, porque usted ha sido partícipe de que yo pueda conseguir esto que nos ha costado tanto”. Y así fue como recibí mi título y me ffui para atrás, porque los graduandos teníamos detrás de nosotros un espacio

para que los familiares a , papá, mamá y una tercera persona estuvieran ahí, pero era tal humildad de mi mamá y mi abuela, que estaban muy atrás. Papá ya se había muerto, y ffue muy duro porque tres meses antes de que su orgullo se llenara porque iba a tener un hijo médico se graduara, tres meses antes falleció. Eso fue muy duro para mí. Cuando el Doctor Carballo me entregó el título, volví a ver para arriba y vi a mi abuela y a mi madre allá, paraditas en el paraninfo de Derecho de la Universidad de Costa Rica, y dije, “¿qué estoy haciendo aquí?”, y ya con el título conmigo, seguí recto para donde ellas y les dije, “vámonos de aquí, porque esto es mío, suyo y de usted”, les dije a mi mamá y a mi aabuela, que mucho me ayudaron, y les agregué, “y de papá, que tiene que estarme viendo”. Después había un fiestón con los graduandos, pero a mí qué me importaba, porque mi meta era graduarme como médico.

Superarse a pesar de todo -Usted me ha dicho que tuvo muchos sacrificios hasta para vestirse, para comprar ropa. -Ahh, Camilo, ojalá nosotros hubiéramos tenido la opción de poder comprar una camisita que nos costara diez, cinco colones en aquellas épocas de tanta necesidad, de tanta pobreza. No lo pudimos vivir, pasamos necesidades y hambres, pero, bueno, ahora los muchachos tienen la opción de ir al comedor de la escuela. Yo me acuerdo que, en el recreo grande, que era de quince minutos, la niña repartía los pedacitos de mortadela, los pedacitos de queso colorado en una tortilla, que daba la Alianza para el Progreso, o la leche en polvo, y muchos de mis compañeros decían, “¿para qué me van a dar esa cochinada?”, y yo decía, “dénmela toda a mí”. Recuerdo que mi maestra, la niña María Vicente de Guevara, quien era tan buena que Dios le permitió vivir más de noventa años, ella sabía del hambre mía y de otro compañero, y cuando sobraba mortadela, ella decía “Solano y Ramírez, vengan porque aquí está el otro pedacito de mortadela para uste-

des dos”. Con la leche era diferente, porque yo ni podía llevar el azúcar para echarle a la leche, mientras que otros llevaban sirope y eso le daba mejor sabor. Recuerdo a unos compañeros a los que uno les decía, “dame un poquito de sirope” y le decían no, no, no, pero bueno, ya pasó todo eso. -Una época muy dura era la Navidad. Usted dice que su hermano “Burguitos” no quería a San Nicolás. -Es una cosa que a veces no la entiendo yo muy bien. Cuando a nosotros nos llegaba un regalo de Navidad, era un maromero. Uno salía todo orgullo r so en la mañana del veinticinco de diciembre con el maromero y decía mi hermano, “yo le pedí un balón, un carro, una bicicleta pero a este viejo gordo (San Nicolás, Santa Claus) yo le pido y le pido y me trae un maromero, siempre un maromero”, que era un aparatillo de madera, que uno movía mientas caminaba. Veíamos al frente a esta familia, los Patiño Ramírez, con una pista de trenes que le daba la vuelta a todo el solar. Mi hermano decía “¿y este gordo qué, a estos sí les trae y a nosotros no?”. Un día, ya grandes, yo compré un San Nicolás, y cuando llegó a la casa “Burguitos”, r me dijo, “¿para qué compraste ese gordo que nunca nos trajo nada a nosotros?”. -Me llama la atención que en su libro usted rescata muchas fotos, la iglesia de Barrio Claret, la iglesia de Yglesias Flores, la iglesia de Barrio México, la casa de los Macaya, donde está ahora Coopeservidores, y cuenta que la Voz de la Víctor estaba por ahí. -Muy cerca estaba La Voz de la Víctor, una de las primeras emisoras con sentido profesional. Era de don Perry Girton. Era una emisora de las más importantes del país. También había un zoológico, no recuerdo si era donde don Perry o si estaba en la casa de los Macaya. Nosotros vimos ahí animales que nunca habíamos visto. Esa casa de estilo francés, de los Macaya, Coopeservidores la rescató y es patrimonio de Barrio México. Por dicha que la rescataron, como ahora están rescatando el edificio de la Botica Solera.


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El Guapileño

El Espino Blanco

CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A

El Guapileño

Wálter Coto Molina, ex diputado, ex presidente de la Asamblea Legislativa, doctor en Derecho graduado en Francia, destacado intelectual costarricense, creció en Santa Rosa de Turrialba, en medio de una familia numerosa y sencilla. De niño, tuvo que coger café y trabajar en el campo como un peón mayor de edad, para ayudar en la casa. Fue al colegio gracias al apoyo de la Iglesia Católica. Estudió en el Seminario Menor. Después, estudió Derecho en la Universidad de Costa Rica, con una beca. Por cierto, ya como diputado, creó el Fondo Nacional de Becas (FONABE). Cuando inició en la U, no tenía dinero ni siquiera para pagar hospedaje los primeros días, antes de que le llegara el dinero la beca. Durante semanas durmió en un poyo del Parque Nacional, curiosamente, frente al edificio de la Asamblea Legislativa, donde después sería presidente del primer poder de la república. Nada lo detuvo hasta que se doctoró en Europa. Igualmente, su espíritu rebelde lo llevó a ser dos veces secretario general del Partido Liberación Nacional, a pesar de que algunos líderes de la cúpula no lo apoyaban. Y la vida le ha alcanzado para ser empr m esari a o. Tiene tres hoteles en Turrialba, su pueblo. Yo ya había estado hospedado en dos de ellos, Wagelia Turrialba, en el centro, y Wagelia Dominica, en Barrio Domínica, a un kilómetro y medio de la ciudad de Turrialba. El primero fue fundado en 1987. Nació cuando todavía estaba en funcionamiento el ferrocarril y la intención era brindarles hospedaje a las familias que viajaban del Caribe al Valle Central. Fue pionero en la zona en este servicio. Ahora, tuve la dicha de conocer el tercer proyecto, el Wagelia Espino Blanco. Es un proyecto novedoso y muy bonito, pues integra la naturaleza al espacio del hotel. Como usted ve en las fotos, la recepción está abierta al bosque, es una plataforma en medio de la naturaleza. Las habitaciones no tienen luz, como parte del

El Hotel Wagelia Espino Blanco está literalmente integrado al bosque.

Las habitaciones son muy bonitas y muy cómodas. concepto del lugar. En las habitaciones hay lámparas recargables. r Sí hay electricidad en las áreas comunes, como el restaurante y el bar. Tiene senderos bellísimos, un spa, un anfiteatro también metido en el bosque y un mirador para apreciar el valle. De todo, lo que más me gustó, fue un sendero que tiene rótulos en madera, con poemas de los grandes escritores turrialbeños, entre ellos Jorge

Debravo, Laureano Albán y Marco Aguilar. Si usted desea vivir una experiencia diferen f te y especial, no dude en ir a W Wagelia Espino Blanco. La más linda experiencia que he vivido en muchos meses, la viví en ese lugar distinto, que tiene una vibra muy particular. Puede llamar al teléfono 2556-0616 o 8330-2357. La página web es www.wageliaespinoblancolodge.com.

Rivera del Irazú Respeto a los emprendedores, a la gente que hace una diferencia con base en el trabajo de mucho tiempo, el esfuerzo fecundo, las buenas ideas, el ingenio, la perseverancia y la innovación. Reconozco la grandeza de las personas que creen en sus sueños. Así he conocido a emprendedores y emprendedoras de todos los campos. Gracias a mi amigo Rogelio Benavides, conocí a Roy Rivera Gómez. Es hijo de dos campesinos, Jesús Rivera y María Teresa Gómez, quienes criaron a catorce hijos gracias a su espíritu emprendedor. Criaron a su familia f produciendo y vendiendo tomates en mercados. Literalmente es una familia de tomateros. Por eso, don Roy creció vendiendo platos con tomates majados. Los vendía en el vecindario, en Churuca (San Rafael de Oreamuno). Su mamá arreglaba los tomates de segunda. Les daba los tomates en platos a sus hijos pequeños. De cada tres platos que vendían, dos eran para la familia y uno para el vendedor. Así aprendió el arte r y los misterios del comercio. Como productor de tomate aprendió el valor del campo, su flora, su fauna, su agua y su paz, ingredientes que incluye en sus negocios este hombre que tiene exclusivamente la universidad de la vida. Después de ser tomatero, fue policía, pero no cualquier policía. Formó parte de la Unidad Especial de Intervención; donde se enfrentó con las barreras de la burocracia de los altos poderes de la república y sacó su espíritu negociador para convencer a los altos mandos de que era necesario tener una policía entrenada y bien pagada. Así, fue el líder del rescate de esta policía cuando estuvo a punto de desaparecer. Ahí aprendió la disciplina, que sumó a la sabiduría que le imprimieron en el espíritu don Chuta y doña María Teresa. Cuando se retiró de la policía, le dieron 287 mil colones de prestaciones r . Con esa plata, don Roy empezó solo, sin muletas ni padrinos, en el mundo de los negocios. Ha tenido dos especialidades: toma empresas en mal estado y las levanta, así como ha desarrollado grandes proyectos inmobiliarios en Cartago. Tuvo un minisúper, el primero de Cartago, una zapatería, una farmacia y una ferretería. Asume el reto de levantar una empresa que está en el suelo, y cuando a la

Roy Rivera el día de la bendición de obras en Rivera del Irazú, al otro lado del volcán Irazú, al norte de Cartago. Si usted desea mayor información, el teléfono es 8344-0049. reactiva, la vende. En su otro campo, el inmobiliario, es el fundador de Condominios Calzadas Coloniales. En el año 2008, en medio de la crisis inmobiliaria, asumió la difícil tarea de liderar el área de ventas. Ahora tiene en desarrollo un proyecto sostenible, respetuoso de la tierra, del agua y del ambiente, es decir, que no altera el relieve, como lo aprendió en el campo, en su niñez. Le impregna una orientación dirigida por el Feng Shui para mejorar la calidad de vida de las personas. Está ubicado entre los colegios COVAO, V Seráfico y Figueres Ferrer, a los pies del volcán más alto del centro del país. Se llama “Riveras del Irazú”. En este proyecto se respetaron las líneas naturales de la tierra, las curvas de nivel del terreno, y se protegerán los yurros naturales. Ahí no se permite el movimiento n violento del terreno. Roy Rivera está convencido de que todo trabajo debe tener algo especial que lo diferencie, distinga y sirva como ejemplo para las nuevas generaciones. En este caso, la idea de su proyecto es demostrar que sí se puede trabajar con sostenibilidad y con valores, los valores de su niñez en el campo. El proyecto tendrá un canopy, una cancha de futbol 5, un campo de minigolf, reutilización de aguas, lavacar, guardería y muchos servicios más. Estuve en la bendición de obras, el primer día de trabajo, y sentí un gran orgullo r por el trabajo de este gran emprendedor.




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