CAPITULO 2.- COMUNICACIÓN CON TUS SERES DE LUZ Cuando empecé mi camino de reconocimiento extrasensorial, los primeros en presentarse fueron los estados de consciencia a los que llamamos “ángeles”. Aunque los veía desde niña, no los identifiqué hasta mi cuarta década de vida en que la aceptación significó la apertura al conocimiento
de
muchos
otros
Hay un llamado que todos sentimos, reclámalo ahora, es tuyo el don
seres
multidimensionales. Aquí entran los arcángeles, las almas que han transcendido, los maestros ascendidos, los seres de otros planetas a quienes llamo cariñosamente “hermanos mayores”, y seres a los que debido a nuestra necesidad humana de explicarnos la causa de todo hemos nombrado como “seres mitológicos”, “hadas”, “duendes”, “dragones”, etc. Es fundamental escribir que no existe una escisión entre “seres de luz” y “seres de oscuridad”, sin embargo, para los fines pedagógicos de esta dimensión hemos decidido separarlos en un intento de nuestros cerebros de significar a los “seres de luz”, identificarlos, compactarlos en nuestra mente al tiempo de desarrollar herramientas cognitivas que nos permitieron sobrevivir durante toda la historia a las experiencias religiosas, políticas, sociales, económicas, etc. Seres de luz y seres de oscuridad son dos componentes de un mismo concepto, dos elementos de un todo, la misma esencia. La forma más fácil de saber quiénes son cuando se presentan, es preguntarles, aunque debo decir que frente al amor que recibes de ellos, el conocer su nombre se vuelve con el tiempo “no fundamental”.
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