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Palabras del Arzobispo
IGLESIA LOCAL
PRESEMINARIO. AUDIENCIAS
VARIAS.
REUNIONES PREPARATORIAS DEL CELAM. VISITA PASTORAL A PARROQUIA REINA DE LA PAZ, COL. GUADALUPE. CONFIRMACIONES EN PARROQUIA NTRA. SRA. DE CANDELARIA, CUSCATLÁN – 344 – La semana comprendida del 28 de noviembre al 4 de diciembre, en el Seminario San José de la Montaña, se llevó a cabo el Preseminario con los jóvenes provenientes de las diferentes parroquias de la Arquidiócesis que han expresado su deseo de ser sacerdotes y, con el objetivo de ingresar al Seminario durante el año 2017, han participado durante todo el año de las charlas preparatorias que cada mes se impartieron en el Seminario San José de la Montaña. Se finalizó el Preseminario con un retiro espiritual de toda la semana. Estuve con ellos el día 1 de diciembre y me dio mucho gusto ver la cantidad de jóvenes –alrededor de 50– que con mucha alegría están deseosos de entrar al Seminario, por lo que les animé a hacer su mejor esfuerzo y les dije que siempre estamos orando por sus vocaciones. Quiero agradecer a todos sus oraciones por las estas.
Reina de la Paz, en cuyo atrio nos esperaba el Señor Párroco, Rvdo. Padre Fabio Antonio Hernández, OFM, los Señores Vicarios Parroquiales, Padre Tomás O’Nuanain y Padre Juan Pablo López, junto al Diácono Ricardo Blondel Sánchez Fonseca, acompañados todos de numerosos feligreses. Fue una jornada muy intensa en sus actividades, pero también de mucha alegría y satisfacciones. Felicito la excelente labor pastoral que se desarrolla en esa querida parroquia y agradezco de corazón al Párroco, como también a los Padres Vicarios, al Sr. Diácono, a las hermanas religiosas del Buen Pastor y a todos los agentes de pastoral por la grandiosa actividad que realizan, es verdaderamente digno de todo elogio. Muchísimas gracias, Dios les recompensará.
Durante los días 29 y 30 de noviembre, en mi despacho recibí la visita de sacerdotes y personas laicas que deseaban comunicar a este servidor algunas inquietudes pastorales o personales. Es siempre muy agradable la visita de nuestros sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos, que con tanta bondad nos visitan. Los días 1 y 2 de diciembre tuvimos la visita de Su Excelencia Mons. Juan Espinoza Jiménez y el Pbro. Leónidas Ortiz, Secretario General y Secretario Adjunto del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), respectivamente, con el fin de preparar y coordinar los detalles logísticos de la próxima XXXVI Asamblea Ordinaria del CELAM, que se realizará en nuestro país del 9 al 12 de mayo de 2017. Por eso es necesario reunirse previamente, para preparar los detalles de la Asamblea de los Obispos de Latinoamérica. Se escogió a El Salvador como Sede para la próxima Asamblea en honor a Monseñor Romero, pues estaremos celebrando su centenario de natalicio, y además porque celebraremos el 75 Aniversario de la fundación del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), que nació aquí en El Salvador, en 1942, en honor al centenario de la erección de la Diócesis de El Salvador. Estamos muy felices, en verdad muy dichosos por ambos acontecimientos y por eso tendremos en nuestro país el próximo año tanto la Asamblea del CELAM como la reunión del SEDAC. Primero Dios todo saldrá bien y será de mucho provecho espiritual para nuestro país. El 3 de diciembre, a partir de las 9:00 a.m., en compañía del Secretario de Visitas Pastorales, Rvdo. Padre José Filadelfo Pérez Sorto, realicé la Visita Pastoral a la querida Parroquia
Mons. José Luis Escobar Alas (al centro), Arzobispo de San Salvador, momentos antes de ingresar al templo parroquial de la Reina de la Paz, de Colonia Guadalupe
El 4 de diciembre visité la Parroquia Nuestra Señora de Candelaria, en el departamento de Cuscatlán, para presidir la Santa Misa dominical de las 4:00 p.m. y conferir dentro de ella el Sacramento de la Confirmación a un grupo de 200 jóvenes que durante el año se prepararon con la Catequesis Presacramental para la Confirmación. Concelebraron conmigo el Párroco, Padre Pedro Alfonso Aranzamendi Zetino y el Padre Luis Coto, párroco de la Iglesia de San Juan Bautista, en Cojutepeque. Fue una celebración muy solemne y con una gran participación; el hermoso templo fue colmado por los padres, padrinos, otros muchos familiares y amigos de los confirmandos. Felicito a la querida parroquia de Nuestra Señora de Candelaria por esa celebración tan grandiosa, bella y llena de fe. Felicitamos de corazón, igualmente,
a los 200 jóvenes que se confirmaron y les agradecemos a los Catequistas y todos los que hicieron posible tan hermoso acontecimiento. A continuación les comparto algunas ideas sobre la Liturgia de la Palabra de la Santa Misa de este Tercer Domingo de Adviento: Gaudete in Domino Semper (Estad siempre alegres) leemos en la antífona de entrada; por lo que este domingo ha sido desde hace siglos conocido como el domingo Gaudete. Alegría propia del Adviento. La PRIMERA LECTURA, precisamente, tomada del Libro de Isaías, nos habla de esa alegría que el mundo simplemente no puede entender por ser contraria a su lógica del dinero, poder y fama: El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa... se alegrará con gozo y alegría (Is 35, 1-2). El profeta quiere animar al pueblo que sufre destierro en Babilonia. Les anuncia que el día de la liberación llegará. No deben desesperar cayendo en desidia. Deben ser fuertes porque Dios está con ellos: Digan a los cobardes: Sean fuertes, no teman; ahí está su Dios (Is 35, 4). La Buena Noticia es que Dios trae el desquite. Cualquiera pensaría que se trata de un día lleno de venganza; pero para Dios su venganza es el amor, el recrear la creación. Ese día dice el profeta: Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como ciervo el tullido, la lengua del mundo cantará (Is 35, 5); y los rescatados del Señor vendrán a Sión con cánticos, alegría perpetua, gozo y alegría: pena y aflicción se alejarán (Is 35, 10). El pueblo no debe desconfiar porque: El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente (Sal 145, 6). El Señor es fiel con los pobres, los huérfanos, las viudas, los oprimidos, los ciegos; en fin, es fiel con los ninguneados de la sociedad porque ha hecho opción preferencial por los pobres. La SEGUNDA LECTURA, tomada de la Carta de Santiago, habla de esperar la venida del Señor con paciencia; poniendo como ejemplo al labrador que espera el fruto sin perder la cabeza; o a los profetas, que soportaron todo tipo de sufrimientos sin protestar. La espera debe ser activa: trabajando por el Reino, anunciando la Buena Nueva, justo como los profetas que cumplieron su misión en todo momento. El Reino se hará presente en la medida que trabajemos en su realización.
(pasa a la página 6)
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Parroquia Santa María de la Encarnación
La Misión Permanente ha iniciado Con un grupo de más de setenta y cinco misioneros, la parroquia Santa María de la Encarnación ha puesto en marcha la Misión Permanente desde este 4 de diciembre. Los hermanos y hermanas salieron a dos grandes sectores de dicha parroquia llevando el Anuncio del Reino y así preparar el Camino del Señor. La Liturgia de la Palabra de ese domingo impulsó más dicha Misión, misma que ya estaba programada para que se realice durante las cuatro semanas del mes de diciembre. Posteriormente se ofrecerá unas charlas de iniciación a las personas visitadas para luego hacer un retiro, a manera de que renazcan en ellos la fe. Además se les
Grupo de misioneros que han echado a andar la Misión Permanente en diferentes sectores de San Marcos
incorporará a la vida parroquial. El padre Edgar Winter, párroco, animó a las y los misioneros −entre ellos muchos jóvenes y adultos− a que llevaran a Jesucristo a todas las casas del territorio parroquial, de la misma manera con que
bondadosamente la Santísima Virgen María nos lo dio a nosotros. Las experiencias de preparación han animado más a los hermanos para salir a predicar la Palabra.
La Confirmación es el Sacramento con que se completa la obra del Bautismo 195 jóvenes del municipio de Candelaria y zonas aledañas, en el departamento de Cuscatlán, recibieron el Sacramento de la Confirmación de manos del señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar, este 4 de diciembre.
El Administrador Parroquial de Nuestra Señora de Candelaria, Pbro. Pedro Aranzamendi (izq.), se dirige a los fieles en presencia del señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas (centro), y Pbro. Luis Alonso Coto
El Administrador Parroquial de Nuestra Señora de Candelaria, Pbro. Pedro Alfonso Aranzamendi, junto a miembros del coro parroquial y muchos feligreses llegaron a la entrada de la ciudad para
ABAJO: Jóvenes esperan el momento de su Confirmación
recibir a Monseñor. Desde ahí le acompañaron hasta el templo.
Casi 200 jóvenes confirmaron su fe en la Parroquia Nuestra Señora de Candelaria
Durante la Misa Monseñor explicó a los jóvenes que “la Confirmación es el Sacramento con que se completa la obra del Bautismo, fortalece el don del Espíritu Santo y une a la persona como miembros de la comunidad”. Se invitó también a concelebrar la Eucaristía al Pbro. Luis Alonso Coto.
A nuestros lectores
DIRECTORIO
Pbro. Simeón Reyes DIRECTOR
Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:
2298-6268 o 7737-3760, y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col. Escalón, S.S.
o bien al correo electrónico: orientacion.semanario@gmail.com
Pbro. Carlos Chavarría SUBDIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
Efraín Caravantes
Efraín Caravantes
CORRECCIÓN Y DISEÑO
DISEÑO DE PORTADA
VOZ DEL PAPA
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Conoce la doctrina El Reino de Dios está próximo y ya podemos cristiana quien conoce experimentar su potencia espiritual Inspirado en el Evangelio del Segundo aproximado y de algún modo está ya presente la ternura de Dios
Domingo de Adviento, en el que Juan Bautista grita: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”. Francisco se preguntó durante el Ángelus del 4 de diciembre, ¿qué es este Reino de los Cielos?, y dijo que ciertamente se trata del más allá de la vida eterna, pero que “la bella noticia que Jesús nos trae y que Juan anticipa es que al reino de Dios no tenemos que esperarlo en el futuro: se ha
y podemos experimentar ya desde ahora su potencia espiritual”. El Papa explicó que Dios viene a establecer su señorío en nuestra vida de cada día; y que allí donde es recibido con fe y humildad germina el amor, la alegría y la paz. Y subrayó que “la condición para entrar y ser parte de este Reino es realizar un cambio en nuestra vida, es decir, convertirnos”. (Cf. News.va 4 dic 2016)
Catequesis
Cuando falta la esperanza falta la verdadera sonrisa Francisco salió a los pasillos del Aula Pablo VI donde lo esperaban más de 5 mil personas llenas de entusiasmo, este 7 de diciembre.
ayuda a afrontar las dificultades de la vida con decisión, porque el que cree sabe que Dios está a su lado.
El Papa fue derrochando palabras y gestos de afecto entre los peregrinos. Muchos de ellos le pidieron que bendijera a sus hijos, algunos pequeños vestidos de forma un poco original.
“Yo espero porque Dios está conmigo. Y esto lo podemos decir todos nosotros, cada uno de nosotros. Yo tengo esperanza, Dios camina conmigo y me lleva de la mano”.
Francisco comenzó un nuevo ciclo de catequesis sobre la esperanza. El Papa explicó que no hay que confundirla con el mero optimismo.
El 9 de diciembre será el día mundial contra la corrupción y el 10 el día por los derechos humanos. Por eso al concluir la catequesis el Papa pidió combatir la amenaza del primero y promocionar el segundo.
“Esto es muy importante porque la esperanza no defrauda. El optimismo sí. La esperanza no. ¿Está claro? Cuando estamos en la oscuridad, en las dificultades, no viene la sonrisa. Es la esperanza la que nos enseña a sonreír en ese camino para encontrar a Dios”. Francisco explicó que la esperanza cristiana
Jesús renueva el corazón sin maquillarlo
Esta ha sido la audiencia más folclórica de todas. Cantó un grupo de sacerdotes de Irak, una banda de Alemania y un coro de Galicia, en España, que se lanzó con una milonga. Tampoco faltó un grupo mexicano vestidos con trajes tradicionales. (Cf. Romereports.com 7 dic 2016)
“Todos somos pecadores, pero mira la raíz de tu pecado y que el Señor vaya ahí y la recree; y aquella raíz amarga florecerá, florecerá con las obras de justicia; y tú serás un hombre nuevo, una mujer nueva. Pero si nosotros: ‘Sí, sí, yo tengo pecados; voy, me confieso, dos palabritas, y después continúo así’, no me dejo re-crear por el Señor”. El Papa explicó que el cambio que necesitan los hombres no es algo externo que se realiza con maquillaje. Se trata de una transformación que nace desde dentro. (Cf. Romereports.com 5 dic 2016)
Partiendo del Evangelio del día, que se refiere a la oveja perdida con la alegría por el consuelo del Señor que jamás deja de buscarnos, el Santo Padre explicó que “Él viene como un juez”, pero como “un juez que acaricia, un juez que está lleno de ternura: que hace de todo para salvarnos”. La oveja perdida –comentó Francisco– “no se ha perdido porque no tenía una brújula en la mano. Conocía bien el camino”. Se ha perdido porque “tenía el corazón enfermo”, ofuscado por una “disociación interior” y huye “para alejarse del Señor, para colmar esa oscuridad interior que la conducía a la doble vida”: estar en el rebaño y escapar a la oscuridad. “El Señor conoce estas cosas” y “va a buscarla”. “La figura que más me hace entender la actitud del Señor con la oveja perdida –confesó el Pontífice– es la actitud del Señor con Judas”: cuando encuentra a la oveja perdida no la insulta, incluso si ha hecho tanto mal. En el huerto de los olivos llama a Judas “amigo”. Son las caricias de Dios: “Quien no conoce las caricias del Señor, ¡no conoce la doctrina cristiana! Quien no se deja acariciar por el Señor, ¡está perdido! Es éste el feliz anuncio, ésta es la sincera exultación que nosotros queremos hoy. Ésta es la alegría, éste es el consuelo que buscamos: que venga el Señor con su poder, que son las caricias, para encontrarnos, para salvarnos, como a la oveja perdida y para llevarnos a la grey de su Iglesia”. (Cf. Radiovaticana.va 6 dic 2016)
Francisco defiende a los pobres y marginados en el Global Forum 2016 El Global Forum 2016 reunió a directores ejecutivos de grandes empresas del mundo para hablar sobre “El Reto del Siglo 21: Forjar un nuevo pacto social”.
Francisco continúa hablando de conversión ante la llegada de la Navidad. En Casa Santa Marta, este 5 de diciembre, dijo que no basta con confesar los pecados sino descubrir y experimentar el perdón y su poder para transformar el corazón.
“Quien no conoce la ternura de Dios no conoce la doctrina cristiana”, afirmó el Papa este 6 de diciembre en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, dedicada en gran parte a la figura de Judas.
C o m o invitado de honor, el papa Francisco cerró el evento con un discurso en el que agradeció a los presentes su atención especial a problemas mundiales como la guerra, la migración forzada y la pobreza. “Me gustaría ofrecer una palabra especial de agradecimiento por todo lo que están haciendo para promover la centralidad y la dignidad de la persona humana dentro de nuestras instituciones y modelos económicos y para llamar la atención sobre la difícil situación de los pobres y los
refugiados, que a menudo son olvidados por la sociedad”, dijo Francisco. El Papa también les pidió que busquen modelos económicos más creativos en servicio de los marginados e h i z o énfasis en la responsabilidad personal para atender los problemas globales: “Nuestro gran reto es responder a los niveles globales de injusticia promoviendo una responsabilidad local y personal, por lo que nadie está excluido de participar en la sociedad”. “La renovación, purificación y fortalecimiento de modelos económicos sólidos depende de nuestra propia conversión personal y la generosidad a los necesitados”. (Cf. Romereports.com 5 dic 2016)
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ditorial ¿Qué celebramos en Navidad?* Chesterton escribió que celebramos un trastorno del universo, una inversión de nuestras categorías mentales. Adorar a Dios significaba hasta la Navidad elevar los ojos a un cielo inescrutable que nos sobrecogía con su inmensidad; a partir de la Navidad, adorar a Dios significa volver los ojos al suelo, incluso acostumbrarlos a la luz mortecina de una cueva, para reparar en la fragilidad de un niño que gimotea entre las pajas. Las manos que habían modelado las estrellas se convierten, de súbito, en unas manecitas diminutas; la grandeza infinita de Dios se torna fragilidad de un niño recién nacido que se amamanta a los pechos de su Madre. Omnipotencia e indefensión, divinidad e infancia, que hasta entonces eran conceptos antípodas, se congregan de repente, formando una amalgama única que desafía las leyes físicas, que subvierte nuestras categorías mentales, que despatarra, en fin, el universo. A este despatarrarse del universo lo llamamos Navidad. (…) Y este trastorno o cataclismo del universo que los pastores descubrieron alborozados es el mismo trastorno o cataclismo que los hombres hemos celebrado durante siglos, con la misma conmovida exultación de aquellos pastores. En la Navidad reconocemos la reconciliación de Dios con el hombre, reconocemos que nuestra humanidad —frágil, inerme, diminuta— ha sido revitalizada por ese retoño del tronco de David que quiso hacerse como uno de nosotros, que quiso que la excelsitud anidara en el barro con el que estamos hechos; y, como esa unidad de Dios con el hombre debe hacerse sensible, cantamos y reímos y montamos belenes y nos reunimos con nuestros familiares, rememorando que el Niño
Dios fue acogido en una familia, como nosotros mismos lo fuimos. (…) La Navidad es, ciertamente, una fiesta entrañable, porque Dios se mete en las entrañas de nuestra frágil humanidad; pero no es una fiesta pánfila o merengosa, como los falsificadores de la Navidad pretenden, atiborrándonos de sentimentalismos hueros. Ese cataclismo del universo que acaeció en una cueva de Belén, trastornando las jerarquías establecidas, no fue sólo celebrado por los pastores; también Herodes lo celebró... a su particular manera. Y la ira de Herodes, revolviéndose como un áspid contra ese Niño que viene a quitarle el cetro, es trasunto de la ira de otro monarca de rango superior, que había conseguido que la criatura humana se envileciese con el pecado, y que, con perplejidad y ofendido pasmo, descubre que, pese a todo, Dios le concede una segunda oportunidad, metiéndose en sus entrañas, utilizando su naturaleza frágil y manchada como recipiente de su divinidad. La nueva alianza de Dios con el hombre, que se sella en la Cruz, se inicia en el vientre de una mujer; y el vientre de la mujer, donde se gesta nuestra vida inerme, se convertirá desde entonces en el epicentro de una batalla que se inicia en la Navidad y que se alargará, por los sucesivos crepúsculos de la historia, hasta que esa alianza se cumpla en plenitud, allá al final de los tiempos, con la compleción de las promesas parusíacas. Hasta entonces, las campanas de Navidad seguirán resonando como cañonazos en la noche, porque ese cataclismo que acaeció en una cueva de Belén es una batalla sin cuartel: «Pongo eterna enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya».
* Recopilado por el Pbro. Carlos Chavarría, Subdirector de Semanario Orientación, a partir del artículo “¿Qué celebramos en Navidad?” de Juan Manuel de Prada, articulista español
Seamos generosos en el perdón y justos en la condena Este es un principio de justicia consagrado universalmente: Nadie puede ser condenado sin haber sido oído y vencido en juicio. En estos momentos las conciencias más tioziggi@hotmail.com sensibles de El Salvador se estremecen, cuando más de 60 funcionarios y ex funcionarios son investigados por supuestos delitos contra el patrimonio del estado, que es teóricamente la propiedad de todos. Pero mucho ojo: cualesquiera sean los indicios, la culpabilidad no se puede establecer a la ligera o mediáticamente, al sesgar las informaciones en perjuicio de los indiciados. La ley señala los procedimientos para comprobar plenamente si Sigfrido Munés
alguien es culpable o inocente y quien adelanta juicios u opiniones condenatorias previas incurre en falta o delito al entorpecer la marcha de dichos procedimientos judiciales. En todo esto hay un elemento que debe tomarse en cuenta: el sufrimiento de las familias de las personas investigadas, cónyuges, hijos, hermanos, padres y demás seres cercanos, quienes merecen respeto y consideración. Por ejemplo, irrumpir en la celebración de una boda para efectuar capturas no fue el procedimiento más adecuado, ni el más cristiano y más bien habla de una absoluta falta de humanidad de quienes lo hicieron y de su poca capacidad para cumplir su misión decorosamente. Es de actualidad el caso del general Benítez, Exministro de la Defensa en el gabinete del expresidente Funes. El militar y diplomático al ser desaforado por la Asamblea Legislativa
está realmente recibiendo la oportunidad de defenderse en los tribunales en igualdad de condiciones que cualquier ciudadano y podrá destacar su buen nombre y prestigio al ser absuelto, si tal cosa ocurre. Mientras, el General es inocente. El subdesarrollo de un país no se mide solamente por las carencias materiales de sus ciudadanos, sino –y mejor– por la conducta de éstos ante las eventualidades cotidianas que puedan afectarles. Seamos, si es posible, muy desarrollados al destacarnos por la ecuanimidad y el respeto a la ley y a la dignidad de nuestros conciudadanos, sin importar su credo o filiación partidaria o religiosa. Sintamos la presencia de Jesús a nuestro lado y vivamos su Palabra. En Dios confiamos para que la justicia prevalezca en nuestro suelo.
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Encuentro preparativo de la XXXVI Asamblea General del CELAM
Palabras del Arzobispo (viene de la página 2) El EVANGELIO según San Mateo trae como figura central, una vez más, a Juan el Bautista. Esta vez, encarcelado en la fortaleza de Maqueronte, manda a sus discípulos a preguntar a Jesús: ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro? (Mt 11, 3). Jesús, citando a Isaías, le envía un recuento de los signos que realiza entre los que sufren. Signos de liberación y gozo que el Bautista no podía dejar de comprender: Los ciegos recobran la vista, los cojos caminan, los leprosos quedan limpios… (Mt 11, 4). Jesús aprovecha el momento para elogiar (o canonizar con su comentario, en opinión de algunos) a Juan. Dice de él que es más que un profeta; no es una caña agitada por el viento; no es un sabio buscando reconocimientos; no es un rico gobernante. Entre la humanidad nacida no hay nadie mayor que él. Las enseñanzas que podemos recoger de las Lecturas de este domingo son varias. Primero, la alegría no debe abandonarnos nunca. Cuando la situación económica, la salud u otra adversidad llegan a la vida, lo primero será confiar en Dios. De lo contrario, perderemos la calma y con ello la esperanza. Segundo, no debemos tener miedo. Jesús lo dice incansablemente: No teman. La cobardía, la debilidad no son propias de una hija o un hijo de Dios, porque estos tienen la certeza que Dios es Dios con nosotros: El Emmanuel. Tercero, con alegría, sin temor y con paciencia, debemos trabajar por el Reino. Serán innumerables las veces que veremos infructuosidad en nuestro trabajo; pero, eso no debe detenernos. Es preciso que los que nos rodean observen en nosotros signos que hagan creíble y presente el Reino desde el ahora. Una visita a un enfermo, consolar al que llora, enseñar al que no sabe, dar una limosna a quien la pida, serán formas de hacer sentir a otros que el Reino es una realidad. No son milagros como los de Jesús, pero son signos de misericordia para con los más necesitados. En esta Navidad hagamos obras que hagan palpable la Buena Nueva, sobre todo, entre aquellos que más lo necesitan, justo como lo hacía Jesús, que ayudó a ciegos, sordos, leprosos, por ejemplo. Sintámonos animados a cambiar nuestras actitudes egoístas. Que la alegría, el amor, la paz, la fraternidad, la tolerancia y el perdón sean nuestro nuevo estilo de vida, contagiando a otras y otros de esa alegría propia de los hijos e hijas de Dios. † Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador
Consolidado de ingresos y egresos Colecta 2015
Este 1 de diciembre, una delegación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) se encontró de visita en nuestro país, en un primer encuentro como preparación de la XXXVI Asamblea General que dicho organismo realizará en San Salvador el año próximo, en consonancia con el centenario del natalicio de nuestro Beato mártir, Mons. Oscar Romero. La comitiva estuvo conformada por Mons. Juan Espinoza Jiménez, Secretario General del CELAM y Obispo Auxiliar de Morelia (3° de der. a izq.); así como el Padre Leonidas Ortiz Lozada, Secretario Adjunto (2° de der. a izq.). Aparecen además en la gráfica, en el orden acostumbrado: Mons. Rafael Urrutia, Canciller de la Arquidiócesis de San Salvador; Mons. William Iraheta, Secretario General de la Conferencia de Episcopal (CEDES); Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador y Presidente de la CEDES; y Pbro. Simeón Reyes, Secretario de la CEDES. Además de conmemorar el centenario del nacimiento del Beato Romero, la Asamblea General coincidirá con los 10 años de la histórica Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, en Brasil; 20 años de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos y el 75° Aniversario de la fundación del SEDAC.
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Devoción guadalupana. Historia y popularidad Hay una nota excepcional en la devoción que nuestros pueblos tributan a la Virgen de Guadalupe. Se trata del testimonio escrito que da razón del origen de la devoción guadalupana, superando a toda otra devoción del género. El relato más famoso de las apariciones de la Virgen de Guadalupe se la debemos a Don Antonio Valeriano. Indígena nacido del maíz azteca, Antonio se ganó el respeto de los españoles que le dieron la dignidad de “Don”. Escrito en Náhuatl, hacia mediados del siglo XVI, su relato es conocido por sus dos primeras palabras: “Nican Mopahua”, enriquecido en el epílogo con la descripción asombrosamente bella de la imagen de la Virgen tal como la conoció el obispo Zumarraga. Cuando murió don Antonio, un discípulo suyo, Alva Ixtilxochilts, heredó sus documentos y los enriqueció en el correr del XVII, con tres nuevos elementos: el primero es un relato de trece milagros que la Virgen había operado en favor de algunos de sus devotos; el segundo, un testamento de Francisco Quetzalmamalitzin en favor de la difusión de la devoción a la Virgen de Guadalupe, y el tercero, muy precioso, nos “da la semblanza espiritual de San Juan Diego, cuya fama espiritual era ya muy grande a finales del siglo XVI. No fue sino a mediados del siglo XVII que todos estos documentos escritos en Náhuatl fueron fielmente traducidos al Castellano y dados a la imprenta para tener la primera versión moderna
de tan preciosas joyas la literatura devocional. El original de estos documentos se perdió, pero la traducción al Español existe y goza de la inapreciable garantía que le dio don Carlos Sigüenza y Góngora, muy apreciado entre sus contemporáneos, siendo él quien cotejó el original Náhuatl con el Español. Lazo de la Vega recogió todos estos documentos para la imprenta, dándoles su forma impresa definitiva, en 1649. Además de estos documentos, que emanan de testigos oculares contemporáneos de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, tenemos el documento de las averiguaciones que la autoridad eclesiástica mandó hacer en los años 16551666, para fundamentar debidamente la veracidad de los hechos. Este documento se conoce como “Las informaciones canónicas de 1666 y 1721”. La frescura de la narración, la riqueza de la fe y los colores de la devoción con que adornan los testigos sus relatos son tales que nos hacen revivir el presente de aquellos sucesos después de tantos siglos. Coronando a toda esta rica documentación escrita sobre tan bella devoción, tenemos el breve “Non est quidem” del papa Benedicto XIV (25 de mayo de 1754) con que aprobaba el ofi cio y la Misa que se elaboraron precisamente en honor a la Virgen de Guadalupe, confirmando solemnemente su patronato sobre la Nueva España y ordenando que fuera solemnizada la fiesta del 12 de diciembre. (Retomado de Semanario Orientación, 10 de diciembre de 2000)
Fiestas en honor a Nuestra Señora de Guadalupe Basílica, Antiguo Cuscatlán
¡Que Dios bendiga y María interceda por todos! – Mensaje del señor párroco de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, P. Antonio Manuel Cordero, CRS – Saludo con gran alegría a todos los hermanos, hombres, mujeres, jóvenes y niños que como peregrinos se acercan a visitar el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe, de parte de vuestro hermano en la fe, P. Antonio Manuel Cordero, somasco. La Congregación Somasca, desde 1922, en plena comunión con las fuerzas evangelizadas y evangelizadoras de nuestra parroquia ha hecho todo lo posible por difundir la devoción mariana bajo la advocación de la “Virgen de Guadalupe”; en conjunto con los Padres Antonio María Brunetti y Mario Casariego soñaron con hacer de este santuario un lugar de encuentro de los hijos de María y predilectos de Jesús. El 25 de junio de 2016 me fue consignada esta parroquia, fecha que será imborrable en mi memoria y me remonta al año 1976, cuando entraba al Seminario Menor para iniciar un proceso de discernimiento vocacional con la humilde Congregación de los religiosos Somascos presentes en Centroamérica desde 1921. Por aquellos años anhelaba servir como acólito en este bello santuario. Han pasado muchos años desde entonces y hoy me encuentro entre ustedes con esta misión de acompañar pastoralmente esta hermosa comunidad que cada año se prepara con una renovada y entusiasta fe para celebrar la fiesta de la Morenita del Tepeyac, “la Madre de Dios por quien se vive”, la madre de los pobres y olvidados, de los excluidos, de los tristes y los niños que ponen su confianza solo en Dios. Ella es parte de nuestro pueblo desde el año de 1953 en que se celebró el primer congreso guadalupano de la consagración de este santuario nacional y de la pontificia coronación de Santa María de Guadalupe. Un abrazo fraterno de bienvenida a cada uno de ustedes, a mis hermanos de Congregación y a nuestros obispos, que con cariño filial se acercarán este año a saludarla en su casa. ¡Que Dios bendiga y María interceda por todos!
Domingo 11 8:00 p.m. MISA SOLEMNE en el atrio del templo presidida por Mons. Gregorio Rosa Chávez Lunes 12 8:00 p.m. MISA SOLEMNE en el atrio del templo presidida por Pbro. Reynaldo Sorto
Colonia Las Delicias, Santa Tecla Domingo 11 4:30 p.m. Procesión (desde Residencial Pinares de Suiza) Lunes 12 7:00 p.m. MISA PATRONAL (quema de pólvora al finalizar)
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EN EL MUNDO
China
Ordenan en tres nuevos obispos con autorización del Vaticano En las últimas semanas se han realizado en China tres nuevas ordenaciones de obispos, todas con la autorización de la Santa Sede. La última se celebró el 2 de diciembre en la provincia de Xichang. Según se informó, los nuevos prelados son Mons. Giovanni Battista Wang Xiaoxun como Obispo coadjutor de Ankang, en la provincia de Shaanxi; Mons. Giuseppe Tang Yuange en la Diócesis de Chengdu, provincia de Sichuan; y Mons. Lei Jiapei en la Diócesis de Xichang, en la provincia de Sichuan.
en la ordenación de Mons. Lei Jiapei estuvo el obispo ilícito –no reconocido por el Vaticano–, Mons. Lei Shiyin de la Diócesis de Leshan. Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros. China permite el culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de China, y rechaza la autoridad del Vaticano para nombrar obispos o gobernarlos. La Iglesia Católica fiel al Papa no es completamente clandestina; aunque es asediada constantemente.
La más reciente ha sido la ordenación de Mons. Lei Jiapei, celebrada el 2 de diciembre. El Prelado se había desempeñado como coadjutor desde 1999 a raíz de la muerte del último obispo, Mons. Xie Chaogang.
Se calcula que en China hay entre 8 y 12 millones de fieles católicos.
Según se informó, entre los concelebrantes
(Cf. Aciprensa.com 6 dic. 2016)
Natividad de Giotto en el saludo navideño del Papa
Francisco eligió este año, para las tarjetas de saludos navideños, la imagen de la Natividad pintada al fresco por Giotto en la Basílica Inferior de San Francisco de Asís, en 1313. Así lo refirió el director de la sala de prensa del Sacro Convento, padre Enzo Fortunato. La afirmación bíblica que está junto a la imagen fue tomada de Isaías: “Nos fue dado un hijo... el Príncipe de la paz”. El Papa “miró hacia Asís porque Francisco fue quien inventó el pesebre”, explicó Fortunato. (Cf. Ansalatina.com 6 dic. 2016)
¿Vives el Adviento como “sonámbulo”? LOS ÁNGELES. El Arzobispo de Los Ángeles en Estados Unidos, Mons. José Gómez, alertó ante el hecho de que algunos católicos viven el Adviento como “sonámbulos” o aletargados, haciendo las cosas sin pensar, ante lo cual este tiempo de preparación para la Navidad permite “renovar nuestra conciencia de la presencia de Dios en nuestras vidas”. En su reciente columna titulada “Despertar y hacernos conscientes de la presencia de Dios” el también Vicepresidente del Episcopado de Estados Unidos explicó que para “despertar” hay que darse cuenta de que “Dios está en todas partes. También puede ayudar a tener conciencia de Dios servir a los demás mediante obras de misericordia. (Cf. Aciprensa.com 6 dic. 2016)
Cardenal Müller publica un libro sobre Benedicto XVI y el papa Francisco
Honduras
Evitar el despilfarro y vivir con lo necesario, especialmente en Navidad TEGUCIGALPA. “Evitar el despilfarro y vivir con lo necesario especialmente en Navidad, cuando tanta gente malgasta dinero incluso para lo superfluo”: es el llamamiento lanzado a todos los hondureños por el Card. Óscar Andrés Rodríguez, Arzobispo de Tegucigalpa. Durante la misa dominical en la catedral de la ciudad, el cardenal también se ha lamentado de “tanto odio y del sentido de desafío que hay en la sociedad” invitando a todos a una renovación espiritual. “Necesitamos que nuestras vidas cambian y se transformen, abandonando algunas actitudes, comportamientos y cambiando la forma en que vivimos”. El Card. Rodríguez he remarcado el hecho de que el mundo sigue siendo “inmerso en sus contradicciones, violando y haciendo caso omiso de la justicia, de la paz y de la hermandad entre los seres humanos”. (Cf. Ap.com/es 5 dic. 2016)
El cardenal Gerhard Müller acaba de publicar este libro sobre los dos Papas: Benedicto y Francisco. El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe dice que aunque son distintos, estos dos sucesores de Pedro no son contradictorios. “No es posible que haya dos personas totalmente iguales. Ningún obispo puede ser una copia de su predecesor. Tampoco los Papas”, expresó el Card. Gerhard Ludwig Müller. “Benedicto XVI y Francisco tienen una historia diferente, con biografías diferentes. Pero tienen en común que son obispos y sacerdotes con la misma fe y la misma mentalidad fundamental, la misma visión del mundo y del hombre. Pero la vida y la formación del sacerdote es distinta en Alemania y en Argentina”, manifestó. El cardenal Müller ha preparado los 16 volúmenes de las obras completas de Benedicto XVI. Por eso no necesita reflexionar mucho para mostrar los puntos concretos que tienen en común Benedicto y Francisco: “Benedicto ha escrito muchos libros, sus obras completas son un regalo para la Iglesia, para la Teología, para el encuentro de la Iglesia con la cultura moderna y con la Filosofía. Francisco conoce estos temas y subraya este superar las tensiones entre ricos y pobres, ya sea de bienes culturales o financieros”. “Benedicto y Francisco” es un libro de Teología sin miedo a entrar en cuestiones de actualidad. El libro recopila dos importantes trabajos sobre los dos Papas, otro sobre el significado de la laicidad, y un último sobre los criterios teológicos para la reforma de la Iglesia y de la Curia Vaticana. (Cf. Romereports.com 6 dic 2016)
Nicaragua
Obispos se reúnen con Secretario general de la OEA La iglesia en Nicaragua expresa preocupación por la realidad socio-política del país y está preparada para dar su contribución por el bien común. Estas son algunas de las conclusiones del encuentro que se ha celebrado este 2 de diciembre, entre Luis Almagro, Secretario general de la Organización de los Estados Americanos y algunos representantes de la Conferencia Episcopal del Nicaragua. Almagro ha terminado su visita a Nicaragua donde llegó hace unos días y ha tenido encuentros con varias categorías sociales: empresarios, diplomáticos, p o l í t i c o s y o rg a n i z a c i o n e s s o c i a l e s . Durante el meeting se habló sobre el desarrollo en el país de los recientes hechos políticos. En representación de la iglesia de Nicaragua participaron: el cardenal
Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua; Mons. Silvio Baez, obispo auxiliar de Managua; Mons. Pablo Schmitz Simon, OFM Cap, obispo del vicariato apostólico de Bluefields; Mons. René Sándigo, obispo de la diócesis de Juigalpa. (Cf. Larazon.es 3 dic. 2016)
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Un tiempo de espera Tercer Domingo de Adviento − 11 de diciembre − Origen de la Corona de Adviento La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar el fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor después el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas y enseñarles la fe católica. “Practiquemos el perdón todos los días, hasta que se vuelva una expresión perfecta y constante del amor de Dios a través de nosotros” TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. MONITOR: Nuestro auxilio es en el nombre del Señor. TODOS: “Que hizo el cielo y la tierra”. Amén. • Monición Ambiental (monitor o persona designada) “Como humanos nos cuesta mucho saber perdonar, poder disculpar con una sonrisa aquella ofensa que se nos ha hecho; pero como cristianos,
teniendo la fortaleza y la sabiduría del Espíritu Santo, tenemos la capacidad de perdonar con amor”. • Responsorio (lee la persona asignada) Piedad de mí Señor. TODOS: Piedad de mí Señor. Piedad de mí, Señor, en tu bondad; por tu gran corazón, borra mi falta. TODOS: Piedad de mí Señor. Que mi alma quede limpia de malicia, purifícame Tú de mi pecado. TODOS: Piedad de mí Señor. • Monición de la lectura (lee la persona designada) Si queremos vivir como cristianos verdaderos, debemos saber perdonar, aceptar a nuestros hermanos con sus virtudes y sus defectos, a vivir en armonía familiar y personal, sólo así alcanzaremos nuestro plan de vida. • Lectura (Isaías 35, 1-6a.10) (lee la persona designada) Palabra de Dios. TODOS: Te alabamos Señor.
• Reflexión y plática sobre el tema: “Adviento y la cultura del encuentro” (En recuadro a continuación) • Compromiso Familiar y Personal (monitor) La persona designada encenderá tres velas en total: dos de color morado más la rosada, o bien la de color rojo, verde o bien azul, más la rosada. Ahora todos pueden presentar peticiones y luego juntos rezamos: Padre nuestro, Ave María y Gloria. MONITOR: Bendigamos al Señor TODOS: hacen la señal de la Cruz mientras contestan: “Demos gracias a Dios” Apagamos nuestras velitas y nos damos un abrazo de paz. Oración Final (leerá persona designada) A quienes hemos participado en esta celebración, concédenos Señor tu perdón y tu paz, para que estemos siempre preparados a recibir dignamente a tu Hijo que llega. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMÉN. (Adaptado a partir de www.hombrenuevo.com.gt)
Adviento y la cultura del encuentro P. Edwin Henriquez, Párroco de El Divino Niño
¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor! La alegría va de la mano de la fe en Dios. Donde está Dios, allí hay: alegría, fiesta, cantos, música, oración y, por supuesto, caridad. Curiosamente el Salmo 121 está presente en la liturgia de la solemnidad de Cristo Rey y también en el inicio del Adviento. Esto no es casualidad, sino una conclusión: no puede estar triste un corazón que cree en Dios, que le alaba, que lo busca y que lo encuentra. Adviento nos recuerda un aspecto antropológico de nuestras relaciones personales, nos referimos a la cultura del encuentro. “Face to face.” Vernos cara a cara, estrechar las manos, compartir una amena plática, construir sueños, unir ideas, hacer planes, conocer la verdad, hasta discutir y debatir es saludable, etc. El Papa Fracisco es un apóstol de la cultura del encuentro. Basta ver las fotografías que giran en las redes sociales, pareciera que todo el que quiere puede acercarse a él y saludarlo. Hay una pequeña anécdota, poco conocida, pero que nos ilustra la importancia del encuentro en la vida de un hombre muy lleno de Dios y hondamente sensible a los grandes dramas del ser humano: la migración, los problemas matrimoniales, la crisis de la familia, la pobreza, el cuidado de la niñez, las guerras, el ateísmo,
entre otros. Resulta que cuando el Cardenal Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa en marzo del 2013 rápidamente se comenzó a preparar todo para que ocupará las habitaciones pontificias en el Vaticano, pero para sorpresa de todos, el Papa Latinoamericano decidió seguir viviendo en la casa de Santa Marta, donde estaba instalado desde el inicio del cónclave. La pregunta no tardó en llegar, fue un periodista quien se la hizo: Santo Padre, ¿por qué no está ocupando la habitación de los anteriores Papas? El papa Francisco contestó fríamente: “es que tengo un problema psicológico, no puedo vivir solo”. El tono de la plática cambió: el Papa estaba dando la respuesta con un todo de ironía, haciendo una broma. Y es que todo hombre y toda mujer tenemos ese problema psicológico, no podemos vivir solos, estamos hechos para la vida en común, para el encuentro, para el diálogo y la convivencia. Es que hablando se entiende la gente. El “yo” solo se descubre en ante la grandeza del “tu”. Ya lo decían los antiguos filósofos griegos “el hombre que vive solo o es un dios o es una bestia”. Para el encuentro hay que prepararse. No se darán las cosas de improviso o por arte y magia del destino, sino porque la persona se lo propone. En Navidad, Dios tiene el designio de bajar del Cielo a la tierra y elegir el camino que seguimos todos los hombres, ¡et verbum caro factum est! Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Y el recorrido,
el tiempo y los sucesos de ese recorrido de la salida de Dios está registrado en todo el Antiguo Testamento, desde Génesis 3, 15, y “el Señor Dios dijo a la serpiente: y a ti la descendencia de la mujer te aplastará la cabeza”. Esa promesa se cumplió en Jesus, el hijo de María. Dios viene en nuestra búsqueda, como el pastor deja las noventa y nueve ovejas en el aprisco y va en busca de la oveja pérdida. ¿Y el hombre qué hace? Lógicamente no estamos de brazos cruzados. En este tiempo se nos invita a buscar a Dios y encontrarle en el prójimo, de manera especial en los niños, los pobres, los enfermos, los encarcelados, en una palabra en los más necesitados. El papa Francisco nos invita a ir al encuentro de Dios encontrándole en nuestros hermanos, comenzando por casa, dejando a un lado las pantallas: el celular, la computadora, el televisor, y aprovechando al máximo el trato con personas en las horas de compartir los alimentos, las reuniones familiares, las visitas, etc., de todo esto deben ser ejemplo los papás. Así es como con alegría en el Adviento Dios y los hombres tenemos un encuentro cotidiano. Preparemos para tener tiempo para Dios, tiempo para los tuyos y tiempo para tu alma, para avanzar en tu salvación. Marana Tha, ¡ven Señor Jesús!
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11 de diciembre de 2016
Misericordia et misera (II entrega) − Carta Apostólica del Santo Padre Francisco al concluir el Jubileo Extraordinario de la Misericordia − 5. Ahora, concluido este Jubileo, es tiempo de mirar hacia adelante y de comprender cómo seguir viviendo con fidelidad, alegría y entusiasmo la riqueza de la misericordia divina. Nuestras comunidades continuarán con vitalidad y dinamismo la obra de la nueva evangelización en la medida en que la «conversión pastoral»[3], que estamos llamados a vivir, se plasme cada día, gracias a la fuerza renovadora de la misericordia. No limitemos su acción; no hagamos entristecer al Espíritu, que siempre indica nuevos senderos para recorrer y llevar a todos el Evangelio que salva. En primer lugar estamos llamados a celebrar la misericordia. Cuánta riqueza contiene la oración de la Iglesia cuando invoca a Dios como Padre misericordioso. En la liturgia, la misericordia no sólo se evoca con frecuencia, sino que se recibe y se vive. Desde el inicio hasta el final de la celebración eucarística, la misericordia aparece varias veces en el diálogo entre la asamblea orante y el corazón del Padre, que se alegra cada vez que puede derramar su amor misericordioso. Después de la súplica inicial de perdón, con la invocación «Señor, ten piedad», somos inmediatamente confortados: «Dios omnipotente tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna». Con esta confianza la comunidad se reúne en la presencia del Señor, especialmente en el día santo de la resurrección. Muchas oraciones «colectas» se refieren al gran don de la misericordia. En el periodo de Cuaresma, por ejemplo, oramos diciendo: «Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados; mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas»[4]. Después nos sumergimos en la gran plegaria eucarística con el prefacio que proclama: «Porque tu amor al mundo fue tan misericordioso que no sólo nos enviaste como redentor a tu propio Hijo, sino que en todo lo quisiste semejante al hombre, menos en el pecado»[5]. Además, la plegaria eucarística cuarta es un himno a la misericordia de Dios: «Compadecido, tendiste la mano a todos, para que te encuentre el que te busca». «Ten misericordia de todos nosotros»[6], es la súplica apremiante que realiza el sacerdote, para implorar la participación en la vida eterna. Después del Padrenuestro, el sacerdote prolonga la plegaria invocando la paz y la liberación del pecado gracias a la «ayuda de su misericordia». Y antes del signo de la paz, que se da como expresión de fraternidad y de amor recíproco a la luz del perdón recibido, él ora de nuevo diciendo: «No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia»[7]. Mediante estas palabras, pedimos con humilde confianza el don de la unidad y de la paz para la santa Madre Iglesia. La celebración de la misericordia divina culmina en el Sacrificio eucarístico, memorial del misterio pascual de Cristo, del que brota la salvación para cada ser humano, para la historia y para el mundo entero. En resumen, cada momento de la celebración eucarística está referido a la misericordia de Dios. En toda la vida sacramental la misericordia se nos da en abundancia. Es muy relevante el hecho de que
la Iglesia haya querido mencionar explícitamente la misericordia en la fórmula de los dos sacramentos llamados «de sanación», es decir, la Reconciliación y la Unción de los enfermos. La fórmula de la absolución dice: «Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz»[8]; y la de la Unción reza: «Por esta santa Unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo»[9]. Así, en la oración de la Iglesia la referencia a la misericordia, lejos de ser solamente parenética, es altamente performativa, es decir que, mientras la invocamos con fe, nos viene concedida; mientras la confesamos viva y real, nos transforma verd aderamente. Este es un aspecto fundamental de nuestra fe, que debemos conservar en toda su originalidad: antes que el pecado, tenemos la revelación del amor con el que Dios ha creado el mundo y los seres humanos. El amor es el primer acto con el que Dios se da a conocer y viene a nuestro encuentro. Por tanto, abramos el corazón a la confianza de ser amados por Dios. Su amor nos precede siempre, nos acompaña y permanece junto a nosotros a pesar de nuestros pecados. 6. En este contexto, la escucha de la Palabra de Dios asume también un significado particular. Cada domingo, la Palabra de Dios es proclamada en la comunidad cristiana para que el día del Señor se ilumine con la luz que proviene del misterio pascual[10]. En la celebración eucarística asistimos a un verdadero diálogo entre Dios y su pueblo. En la proclamación de las lecturas bíblicas, se recorre la historia de nuestra salvación como una incesante obra de misericordia que se nos anuncia. Dios sigue hablando hoy con nosotros como sus amigos, se «entretiene» con nosotros[11], para ofrecernos su compañía y mostrarnos el sendero de la vida. Su Palabra se hace intérprete de nuestras peticiones y preocupaciones, y es también respuesta fecunda para que podamos experimentar concretamente su cercanía. Qué importante es la homilía, en la que «la verdad va de la mano de la belleza y del bien»[12], para que el corazón de los creyentes vibre ante la grandeza de la misericordia. Recomiendo mucho la preparación de la homilía y el cuidado de la predicación. Ella será tanto más fructuosa, cuanto más haya experimentado el sacerdote en sí mismo la bondad misericordiosa del Señor. Comunicar la certeza de que Dios nos ama no es un ejercicio retórico, sino condición de credibilidad del propio sacerdocio. Vivir la misericordia es el camino seguro para que ella llegue a ser verdadero anuncio de consolación y de conversión en la vida pastoral. La homilía, como también la catequesis, ha de estar siempre sostenida por este corazón palpitante de la vida cristiana. 7. La Biblia es la gran historia que narra las maravillas de la misericordia de Dios. Cada una de sus páginas está impregnada del amor del Padre que desde la creación ha querido imprimir en el universo los signos de su amor. El Espíritu Santo, a través de las palabras de los profetas y de los escritos sapienciales, ha modelado la historia de Israel con el reconocimiento de la ternura y de la cercanía de Dios,
Cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 24 noviembre 2013, 27: AAS 105 (2013), 1031. Misal Romano, III Domingo de Cuaresma. [5] Ibíd., Prefacio VII dominical del Tiempo Ordinario. [6] Ibíd., Plegaria eucarística II. [7] Ibíd., Rito de la comunión. [8] Ritual de la Penitencia, 102.
a pesar de la infidelidad del pueblo. La vida de Jesús y su predicación marcan de manera decisiva la historia de la comunidad cristiana, que entiende la propia misión como respuesta al mandato de Cristo de ser instrumento permanente de su misericordia y de su perdón (cf. Jn 20,23). Por medio de la Sagrada Escritura, que se mantiene viva gracias a la fe de la Iglesia, el Señor continúa hablando a su Esposa y le indica los caminos a seguir, para que el Evangelio de la salvación llegue a todos. Deseo vivamente que la Palabra de Dios se celebre, se conozca y se difunda cada vez más, para que nos ayude a comprender mejor el misterio del amor que brota de esta fuente de misericordia. Lo recuerda claramente el Apóstol: «Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia» (2 Tm 3,16). Sería oportuno que cada comunidad, en un domingo del Año litúrgico, renovase su compromiso en favor de la difusión, el conocimiento y la profundización de la Sagrada Escritura: un domingo dedicado enteramente a la Palabra de Dios para comprender la inagotable riqueza que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo. Habría que enriquecer ese momento con iniciativas creativas, que animen a los creyentes a ser instrumentos vivos de la transmisión de la Palabra. Ciertamente, entre esas iniciativas tendrá que estar la difusión más amplia de la lectio divina, para que, a través de la lectura orante del texto sagrado, la vida espiritual se fortalezca y crezca. La lectio divina sobre los temas de la misericordia permitirá comprobar cuánta riqueza hay en el texto sagrado, que leído a la luz de la entera tradición espiritual de la Iglesia, desembocará necesariamente en gestos y obras concretas de caridad[13]. 8. La celebración de la misericordia tiene lugar de modo especial en el Sacramento de la Reconciliación. Es el momento en el que sentimos el abrazo del Padre que sale a nuestro encuentro para restituirnos de nuevo la gracia de ser sus hijos. Somos pecadores y cargamos con el peso de la contradicción entre lo que queremos hacer y lo que, en cambio, hacemos (cf. Rm 7,1421); la gracia, sin embargo, nos precede siempre y adopta el rostro de la misericordia que se realiza eficazmente con la reconciliación y el perdón. Dios hace que comprendamos su inmenso amor justamente ante nuestra condición de pecadores. La gracia es más fuerte y supera cualquier posible resistencia, porque el amor todo lo puede (cf. 1 Co 13,7). En el Sacramento del Perdón, Dios muestra la vía de la conversión hacia él, y nos invita a experimentar de nuevo su cercanía. Es un perdón que se obtiene, ante todo, empezando por vivir la caridad. Lo recuerda también el apóstol Pedro cuando escribe que «el amor cubre la multitud de los pecados» (1 P 4,8). Sólo Dios perdona los pecados, pero quiere que también nosotros estemos dispuestos a perdonar a los demás, como él perdona nuestras faltas: «Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» (Mt 6,12). Qué tristeza cada vez que nos quedamos encerrados en nosotros mismos, incapaces de perdonar. Triunfa el rencor, la rabia, la venganza; la vida se vuelve infeliz y se anula el alegre compromiso por la misericordia.
Ritual de la Unción y de la pastoral de enfermos, 143. Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. Sacrosanctum Conciliumm, 106. [11] Cf. Id. Const. dogm. Dei Verbum, 2. [12] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 24 noviembre 2013, 142: AAS 105 (2013), 1079. [13] Cf. Benedicto XVI, Exhort. ap. postsin. Verbum Domini, 30 septiembre 2010, 86-87: AAS 102 (2010), 757-760.
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La Palabra de Dios para cada semana Is 35, 1-6a. 10; Sal 145, 6-10; Stgo 5, 7-10; † Mt 11, 2-11 Preparado por:
Pbro. y Dr. Luis Alonso Coto
Domingo 11 de diciembre de 2016 • 3º Domingo de Adviento • Ciclo “A” • Año impar
“¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”
El Adviento es el tiempo fuerte de la esperanza cristiana. Recordar que los textos de este tiempo de Adviento están escogidos para ayudarnos a preparar y celebrar la venida histórica y escatológica de Jesucristo. Así, las lecturas evangélicas dominicales se refieren a la última y definitiva venida de Cristo al final de los tiempos (1º domingo), a Juan el Bautista, que anuncia la venida de Cristo (2º y 3º domingo), y a los sucesos que preparan próximamente el nacimiento del Señor (4º domingo). El evangelista Mateo organiza sus relatos para poner de manifiesto su carácter de Buena Noticia para los cristianos de todos los tiempos. Se nos presentan diferentes opiniones sobre Jesús. Comienza con las preguntas de los enviados de Juan (Mt 11, 3); los maestros de la ley y fariseos (Mt 12, 24)... sólo los pequeños son capaces de acoger la revelación del Padre (Mt 11, 25). Mateo dedica especial atención a Juan, y tiene interés en presentarle como el precursor de Jesús, íntimamente unido a él (Mt 3, 1-17).
Algunas ideas clave del texto El pasaje que nos corresponde meditar hoy es un extracto de una sección más amplia que abarca Mt 11, 2-19 y que puede clasificar en dos partes: (1) Juan Bautista interroga a Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?”; Jesús responde sobre sus obras (11, 2-6) (2) Jesús se pronuncia sobre Juan Bautista: “Se puso a hablar de Juan a la gente” (11,7-11) † Por decisión del rey Herodes Antipas, Juan Bautista ha ido a la cárcel y está encadenado (ver 14, 3), a causa de sus palabras francas, de su actitud firme y por la fidelidad al mensaje de conversión que le fue encomendado de lo alto. Como profeta no da marcha atrás a pesar de las amenazas contra su vida. A partir de su situación personal y de
su conocimiento de las acciones de Jesús, Juan formula la pregunta decisiva, que desde entonces continúa siendo repetida muchas veces: desde su prisión en el desierto, Juan el Bautista lanza la pregunta ¿eres tú el que ha de venir o hemos de esperar a otro? ¿Por qué esta pregunta del que ha preparado el camino del Mesías? ¿Duda Juan de Cristo? † Jesús toma la palabra. No da una respuesta clara y directa a los discípulos del Bautista que le fueron enviados –el “sí” o el “no” esperado– sino que toma otra ruta. Su respuesta comienza con un doble imperativo: “ Va y a n a c o n t a r ” . L o s discípulos de Juan “enviados” se convierten nuevamente en “enviados”, pero esta vez de parte de Jesús. Las “obras” de Jesús son leídas desde la Palabra de Dios, y al revés, la Palabra de Dios se verifica en su cumplimiento en las obras de Jesús. ¿Cómo se verifica todo esto? La venida del Señor ha sido el comienzo del Reino de Dios en el mundo: Jesús mismo es el Reino de Dios, Reino de vida, de restauración, de consuelo y de salvación para todos los hombres, especialmente para los más pobres y necesitados del paso de Dios en sus vidas. Las obras de Cristo ya estaban anunciadas por los profetas del Antiguo Testamento, como en el caso del profeta Isaías capítulo 35 –en la primera lectura de este domingo–. Es la esperanza de toda la Humanidad de que el Señor intervenga aliviando los dolores del pueblo de Dios: dolores físicos, morales y espirituales, presentes en la sociedad, en la familia, en cada persona. Pero la obra de Cristo se realiza en la humildad, al contrario de la pompa y la vanidad de los personajes como Herodes, a quien sin embargo, las gentes “van a ver al desierto”, es decir, admiran por curiosidad. Por ello Jesús llama a no escandalizarse: en la
Lecturas de la Semana
• Del 12 al 17 de diciembre de 2016 • Lunes 12: Si 24, 23-31; Sal 66, 2-8; Gál 4, 4-7; † Lc 1, 39-48 Martes 13: Sof 3, 1-2. 9-13; Sal 33, 2-3. 6-7. 17-19. 23; † Mt 21, 28-32 Miércoles 14: Is 45, 6b-8. 18. 21b-26; Sal 84, 9-14; † Lc 7, 19-23 Jueves 15: Is 54, 1-10; Sal 29, 2. 4-6. 11-13; † Lc 7, 24-30 Viernes 16: Is 56, 1-3a. 6-8; Sal 66, 2-3. 5. 7-8; † Jn 5, 33-36 Sábado 17: Gén 49, 2. 8-10; Sal 71, 2-4. 7-8. 17; † Mt 1, 1-17
Biblia esa expresión equivale a “no topar o tropezar” en el camino hacia algo: y es que la sencillez de Cristo, en contraste con la propaganda, la vanidad del mundo, pueden confundir y desanimar a sus discípulos si éstos caen en la trampa de esperar de Dios cosas grandiosas, vistosas, espectaculares para realizar su obra. † En esta clave nos detenemos en la última frase que reposa con la mirada a los “pequeños” del Reino. Jesús dice expresamente “el más pequeño”, como quien dice “el más humilde” o el “principiante”. Por el solo hecho de haber pasado el umbral de los nuevos tiempos, el discípulo más sencillo del mundo puede considerarse afortunado (ver 13, 1617), ya que tiene el privilegio de saborear lo nuevo de Dios revelado en la obra de Jesús: la maravillosa comunión con el “Dios-con-nosotros”, el Redentor de los necesitados, el mediador del señorío de Dios, a quien el Bautista le preparó el camino.
Algunas preguntas para la reflexión y la acción • ¿Cómo apreciamos la obra de la salvación en el mundo? ¿Quizás esperando también nosotros ver cosas espectaculares? ¿Reaccionamos ante el ambiente del consumismo y su preparación superficial de la Navidad? • Estamos dentro del número de los que esperan la acción salvadora de Dios en el mundo, o tenemos la mentalidad de que en el fondo el mundo no necesita de la obra de Dios porque lo tiene todo a su alcance en la ciencia, la tecnología, la creación de riqueza? • ¿Seremos capaces en este Adviento de advertir, de darnos cuenta dónde está actuando el Señor, y dar testimonio de nuestra fe en un mundo cerrado en sus propias acciones y logros? Importante será poner nuestra atención en la manera sencilla de actuar del Señor en el mundo y desde nuestra experiencia y caminar en la fe promover la solidaridad y la caridad para con aquellos que sufren en el cuerpo o en el espíritu y que esperan la presencia del Reino de Dios que ya se acerca.