S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXVI Nº 6018
ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 12 de agosto de 2018
Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María
La Asunción de la Virgen (c. 1625), Alonso López de Herrera
– 15 de agosto –
La Asunción de la Virgen es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una Madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos. La maternidad divina de María fue el mayor milagro y la fuente de su grandeza, pero Dios no coronó a María solo por eso, sino por sus virtudes: su caridad, su humildad, su pureza, su paciencia, su mansedumbre, su perfecto homenaje de adoración, amor, alabanza y agradecimiento
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IGLESIA LOCAL
Palabras del Arzobispo
Audiencias varias. Misa de Envío a la Peregrinación a la Cuna de San Romero. Ordenación Sacerdotal de dos nuevos sacerdotes arquidiocesanos. Misa de Clausura de la Peregrinación en Ciudad Barrios. Vísperas del Divino Salvador, Procesión y La “Bajada”. Solemne Eucaristía de la Fiesta del Divino Salvador del Mundo – 412 – El lunes 30 y el martes 31 de julio, recibimos a un buen número de personas que con tanta bondad habían pedido venir a hablar con este servidor. Ese martes 31, entre otros, tuve la inmensa alegría de recibir al Maestro Luis Molina, de Cojutepeque, amigo personal de nuestro Beato Monseñor Romero, a quien con tanto amor ha compuesto una hermosa obra musical para que sea cantada el día de la Canonización de Monseñor Romero. Yo le felicité, le agradecí y le prometí que presentaríamos dicha obra musical el día de la Canonización y además en otras ocasiones también en honor a nuestro Santo. Dios sabrá recompensarle con creces al Prof. Molina y a sus colaboradores todo lo que hacen por San Romero. También tuve el agrado de recibir al hermano menor de Monseñor Romero, don Gaspar Romero, me visitó acompañado de algunas Hermanas Carmelitas de Santa Teresa. Las hermanas que tuvieron la dicha de cuidar a Monseñor Romero. Fue una visita también muy hermosa en la que hablamos mucho del Santo, y también sobre la petición que nos hace el Vaticano de una Reliquia de Monseñor Romero que se exhibirá en la ceremonia misma de la Canonización. Agradezco de corazón a don Gaspar y a las Hermanas Carmelitas de Santa Teresa, su gran bondad para con la Iglesia y su gran amor para nuestro Santo Romero. Que Dios les pague a ambos todas sus bondades. El día 2 de agosto a las 5.00 a.m. tuvimos la santa Misa en la Cripta de Catedral junto al cuerpo de nuestro Santo Monseñor Romero, para dar inicio a la peregrinación a su lugar de nacimiento, Ciudad Barrios. Tuve el honor de presidir dicha celebración, concelebraron conmigo el señor Cardenal Monseñor Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador; Monseñor Miguel Ángel Aquino, Obispo de Santa Ana; Mons. Oswaldo Escobar, OCD, Obispo de Chalatenango, el señor Encargado de Negocios de la Nunciatura, Mons. Carlo María Donati y un buen número de sacerdotes. Hubo la presencia de un gran número de personas, todos participaron con gran fe y devoción, fue una celebración muy linda en honor a nuestro Beato Monseñor Romero. Inmediatamente después de la santa Misa comenzó la peregrinación, este servidor sólo pudo acompañarlos hasta Ilopango, pero lo hice con mucho gusto. El día 4 de agosto a las 10:00 a.m. en nuestra iglesia Catedral tuve la dicha de conferir el Orden Sacerdotal a dos de nuestros diáconos: Juan Carlos Cuéllar y Jorge
Alberto Alvarenga, dentro de una Eucaristía muy solmene. Concelebró conmigo un buen número de sacerdotes y participó una gran cantidad de fieles. La majestuosa Catedral se embellecía aún más con la presencia de tantas personas al punto de llenarla completamente. Felicitamos de corazón a los nuevos sacerdotes, el Padre Jorge Alvarenga y al Padre Juan Carlos Cuellar por su ordenación y les deseamos todas las gracias divinas necesarias para el ejercicio de su ministerio pastoral con los mejores frutos. Felicitamos también a sus familias y nos congratulamos todos con ese gran don de Dios para su Iglesia, dando las gracias al Santísimo. Ese mismo día, después de las ordenaciones viajé a Ciudad Barrios para participar de la Santa Misa que tendría lugar a las 4:00 p.m. en el atrio del Templo. Presidió la mencionada Eucaristía Su Eminencia el señor Cardenal Gregorio Rosa Chávez. Concelebramos Monseñor Miguel Ángel Aquino, Obispo de Santa Ana, este servidor y una gran cantidad de sacerdotes de distintas partes del país. Participó una gran cantidad de fieles peregrinos, el parque de la ciudad se llenó y se embelleció de sobremanera con la presencia de tantas personas, todos con tanta alegría, amor y devoción a San Oscar Romero. Fue una celebración en verdad muy linda y llena de satisfacciones. El día 5 de agosto a las 3:00 p.m. en la Basílica de Sagrado Corazón tuvimos las solemnes Vísperas a la Fiesta en honor al Divino Salvador del Mundo. Tuve el honor de presidir la celebración, concelebró conmigo el señor Cardenal, Mons. Gregorio Rosa Chávez, el Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica, Mons. Carlo María Donati, y un buen número de sacerdotes. El bello y majestuoso Templo Basílica estaba completamente lleno de personas, entre estas el señor Alcalde Municipal y sus acompañantes. Nos predicó el Padre Jaime Paredes, brindándonos una hermosa reflexión. Inmediatamente después de las Vísperas inició la Solemne Procesión del Divino Salvador del Mundo con la participación de tantas personas, con el mejor espíritu de fe, de amor, devoción y gratitud al Divino Salvador del Mundo. Al llegar la solmene procesión a la Catedral, tuvo lugar la tradicional “Bajada”, presidió el acto siempre este servidor, me acompañaba y concelebraba conmigo S.E. Cardenal Rosa Chávez. La reflexión nos la dio, muy bondadosamente el señor Cardenal y fue ciertamente una reflexión muy linda. Todo el evento fue maravilloso; y muy
notoria la inmensa participación de las personas y con gran espíritu de fe. Bendito sea Dios. El día 6 de agosto, solemnidad del Divino Salvador del Mundo, patrono de nuestra nación, a las 9:00 a.m. como es costumbre, tuvo lugar la Solemne Eucaristía, la que tuve la dicha de presidir. Concelebraron conmigo el señor Cardenal Rosa Chávez y los demás Obispos de nuestra Conferencia Episcopal, el señor Nuncio en funciones y una gran cantidad de sacerdotes de todo el país e incluso de otros países. Participó gran número de hermanas religiosas y hermanos religiosos y muchísimas personas, fue una celebración verdaderamente apoteósica, sin duda porque tuvo la dichosa peculiaridad de ser una celebración a la vez de acción de gracias al Divino Salvador del Mundo por la Canonización de Monseñor Romero. La figura de nuestro Santo nos convoca y nos mueve a celebrar con gran fe y devoción tales acontecimientos. Me complace compartirles una pequeña reflexión para este Domingo XIX del Tiempo Ordinario, que a continuación propongo: Siguiendo Jesús con la catequesis del Pan de Vida provoca entre quienes le escuchan una contradicción cristológica. Se les pide creer y tener fe en el enviado de Dios. Una fe dada por Dios, sin cuya ayuda el ser humano es impotente para sobrellevar la misión que le ha sido encargada. La P rimera L ectura tomada del Libro Primero de Reyes relata un momento de crisis experimentado por el profeta Elías. Su carácter siempre fuerte al denunciar el pecado de idolatría, así como su lucha tenaz contra el falso profetismo, ahora aparece apocado, desanimado y casi sumido en frustración. Perseguido por la reina Jezabel que desea su muerte, Elías siente que su misión no está dando los frutos que esperaría; además, le invade el miedo haciéndole huir. En estas condiciones, pide la muerte: ¡Basta Señor! ¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres! (1Re 19, 4). Su clamor es escuchado por Dios que nunca abandona. Envía un ángel que le presenta un pan cosido sobre piedras y agua (cfr. 1Re 19, 6). Comió por petición del ángel y con la fuerza de aquel alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb (1Re 19, 8). Dios no le releva de su misión; en cambio, le da un alimento que robustece su cuerpo y espíritu para que siga adelante. El salmista alaba a Dios (pasa a la página 11)
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Reliquia de Monseñor Romero llega a Panamá para la JMJ 2019 La primera reliquia de primer grado perteneciente a Monseñor Oscar Arnulfo Romero que sale de El Salvador, tuvo como destino la Arquidiócesis de Panamá: un claro gesto de fraternidad entre las iglesias hermanas que cobra un sentido especial de cara a la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2019, ya que el papa Francisco visitará la catedral panameña en enero para reunirse allí con millones de jóvenes de todo el mundo.
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Dos nuevos sacerdotes en la Arquidiócesis Dos sacerdotes más para gloria y servicio del Señor hay en la Arquidiócesis de San Salvador desde este 4 de agosto. Por imposición de manos del señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar, recibieron el sacramento del Orden Sacerdotal en segundo grado los diáconos Jorge Alberto Alvarenga y Juan Carlos Miguel Cuéllar. Las bancas en la nave central principal de Catedral Metropolitana se vieron llenas en su totalidad con los familiares, seminaristas y amigos que acompañaban a los ordenados. Su familia más cercana ocupaba los primeros lugares. Luego de las lecturas del Evangelio los candidatos al sacerdocio fueron presentados ante
La reliquia, enviada por Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo Metropolitano salvadoreño, y entregada por Monseñor Rafael Urrutia, postulador diocesano de la Causa de Canonización de Monseñor Romero, es un micro fragmento de una costilla del obispo mártir, que le fue extraída mientras era atendido en el Hospital luego de haber recibido la bala que le quitó la vida, el 24 de marzo de 1980; y que por pertenecer al cuerpo del Beato adquiere la categoría de Primer grado. Por su parte, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá, recibió la reliquia y agradeció de corazón a la Iglesia salvadoreña, destacando que Monseñor Romero fue el primer patrón propuesto para la JMJ 2019 como ejemplo para los jóvenes del mundo. Asimismo, Monseñor Urrutia expresó que los jóvenes eran la esperanza de Monseñor Romero, al tener siempre un corazón abierto y solidario.
De izq. a der.: Mons. Edgardo Urrutia, Mons. Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá, y Pbro. Edwin Henríquez durante la entrega de las reliquias
Además de esta reliquia, para el mes de septiembre, se enviará el relicario que ha peregrinado por El Salvador compuesto por un trozo de tela con la sangre derramada por Monseñor Romero en el momento de su muerte (reliquia de segundo grado), así como un busto y una réplica de la mitra episcopal del próximo Santo. Recordamos que existen tres tipos de Reliquias: las de Primer grado son parte del cuerpo o sangre del Santo. La de Segundo grado es una pertenencia personal del Santo y las de Tercer grado son aquellas que han estado en contacto con alguna Reliquia de los grados precedentes. Las reliquias de primer grado son las de más difícil distribución porque en la actualidad no se permite la exhumación de los cuerpos de los Santos. (Cf. Vaticannews.va 1 ago. 2018)
El recién ordenado Pbro. Jorge Alberto Alvarenga Iraheta dirige unas palabras de agradecimiento al final de la Santa Misa de ordenación
Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, entrega el Cáliz a Juan Carlos Cuéllar
el señor Arzobispo, quien después de un breve interrogatorio predicó su homilía. En ella hizo énfasis en que ese día se recuerda la memoria de San Juan María Vianney, proclamado patrono de los sacerdotes. De él destacó su humildad, prédica y su capacidad para generar el arrepentimiento de los penitentes a través del Sacramento de la Confesión. Luego de eso continuó el rito como se acostumbra, los ordenados se postraron en el piso durante el rezo de las letanías; luego Monseñor hizo la invocación del Espíritu Santo e impuso sus manos sobre ellos. Ungió además sus manos y después entregó el cáliz y la patena. Por último los ordenados fueron revestidos con los ornamentos que presentaron sus padres, y luego de un abrazo del Pastor y de los demás sacerdotes presentes, tomaron su lugar en el altar para continuar concelebrando la Eucaristía, ya como sacerdotes.
Campamento Juvenil de la Vicaría “Mons. Rivera” Los jóvenes participantes tienen edades que oscilan entre los trece años de edad hasta más de veinte y se comprometieron a integrar a más jóvenes al trabajo de la parroquia
Miembros de Pastoral Juvenil de las ocho parroquias que componen la Vicaría “Mons. Rivera” participaron de un campamento los días 28 y 29 de julio. La actividad se organizó bajo el lema Vida Nueva en Cristo a través del Espíritu Santo. Este año se buscó transformarla de un encuentro
El Campamento Vicarial incluyó además de momentos para la reflexión, retos, juegos de integración, Eucaristía y renovación de las promesas bautismales
tradicional a un “camping” de jóvenes en cabañas en El Refugio, Chalatenango. Los asesores espirituales que guiaron las y los jóvenes en sus reflexiones fueron Fray Rafael Menjívar, párroco de la parroquia La Divina Providencia, y el Pbro. Héctor Cruz, párroco de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe. Este último comenta que se buscó identificar primero cuáles son los problemas que aquejan a nuestros jóvenes, para luego ofrecerles un enfoque desde el Espíritu Santo y sus dones, como una herramienta para hacerles frente. El último día se realizó una Eucaristía en la parroquia Dulce Nombre de María, de La Palma. Al final de esta, las y los participantes aceptaron el reto de replicar en sus parroquias el trabajo que ahí se había iniciado y que busquen integrar a más jóvenes en la Pastoral de la parroquia.
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VOZ DEL PAPA
Ángelus: No hay que reducir la religión a la práctica de las leyes El papa Francisco explicó cuál es el auténtico sentido de la fe. Dijo que no consiste en contentar a Dios con obras, sino en creer en quien Él ha enviado, Cristo. Por eso, advirtió de una tentación común entre los creyentes. “Es una tentación habitual esta de reducir la religión a la práctica de las leyes, proyectando en nuestra relación con Dios la imagen de la relación entre el siervo y su amo”. Ante los 20 mil fieles que soportaron los rigores del calor romano, el Papa aseguró que, aunque en tiempos de Jesús muchos le seguían porque satisfacía sus necesidades inmediatas, Cristo vino para traer algo más.
EN EL MUNDO a i s e l g
(Cf. Romereports.com 6 ago. 2018)
Papa envía carta al Episcopado chileno y apoya sus decisiones para contrastar abusos Tras finalizar la Asamblea Plenaria Extraordinaria de los obispos chilenos, reunidos del 30 de julio al 3 de agosto en la ciudad costera de Punta de Tralca, para abordar el tema de la pederastia por parte de miembros de la Iglesia, el Santo Padre les envió una carta en la que enfatiza que las decisiones tomadas en esta Asamblea “ayudarán decisivamente” a contrarrestar el flagelo de la pedofilia y alaba la unidad del Episcopado “en el cuidado pastoral del pueblo sagrado de Dios” como un “ejemplo edificante”. El documento que la Conferencia Episcopal chilena ha publicado en su sitio web, fechado el 5 de agosto y escrito a mano por Francisco, está dirigido al presidente de los Obispos del país, Mons. Santiago Silva Retamales. En la carta,
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“Jesús ha venido a traernos algo más, a abrir nuestra existencia a un horizonte más amplio respecto a las preocupaciones cotidianas del alimentarse, del vestirse, de la carrera o similares”. Por eso, Francisco insistió en que Cristo no desea solo que la gente lo busque, sino que lo conozca, que tengan una relación de amor y de confianza con Dios para así poder llevar a cabo sus obras. “Él es el verdadero pan de vida, quiere saciar, no solo los cuerpos, sino también las almas dando el alimento espiritual que puede satisfacer el hambre más profunda”.
el papa Francisco expresa su propia evaluación sobre el documento “Declaraciones, decisiones y compromisos de los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile”, elaborado por los obispos al final de la Asamblea. Recibido y leído el documento “con cuidado”, Francisco asegura que está “impresionado por el trabajo de reflexión y discernimiento” y por las “decisiones tomadas” para luchar contra el abuso. “Pero lo que más me ha impresionado”, dice el Papa en su carta, “es el ejemplo de una comunidad Episcopal unida en el cuidado pastoral del pueblo fiel de Dios. Gracias por este ejemplo edificante ... porque ‘construye’ la Iglesia”. (Cf. Vaticannews.va 7 ago. 2018)
Por la carrera y el éxito se sacrifican a los hijos y no se tienen Este 1 de agosto, el papa Francisco alertó sobre los ídolos del mundo en una nueva Catequesis en la Audiencia General.
Al hablar de los peligros de la idolatría, Francisco recordó que “en la antigüedad” se les “hacían sacrificios humanos”, pero afirmó que también ahora ocurre. “Por la carrera se sacrifican los hijos, descuidándolos, o simplemente no teniéndolos; la belleza requiere sacrificios humanos; la fama pide la inmolación de sí mismo, de la propia inocencia y autenticidad”. “Los ídolos piden sangre. El dinero roba la vida y el placer lleva a la soledad. Las estructuras económicas sacrifican vidas humanas para fines mayores. Pensemos en tanta gente sin trabajo. ¿Por qué? Porque a veces sucede que los emprendedores de una empresa han decidido despedir a la gente para ganar más dinero”, aseguró. “Se estropean vidas, se destruyen familias y se abandonan a los jóvenes en manos de modelos destructivos”, denunció. “También la droga es un ídolo. Cuántos jóvenes arruinan su salud, pierden la vida, adorando a este ídolo de la droga”. (Cf. Aciprensa.com 1 ago. 2018)
Francisco hace histórico cambio en el Obispo lanza mensaje a 73 años de Hiroshima Catecismo de la Iglesia sobre la pena de muerte
A 73 años de la bomba de Hiroshima, el presidente de la Conferencia Episcopal de Japón (CBCJ), Mons. Joseph Takami, expresó su preocupación por la amenaza que representa la posesión de armas nucleares: “Mantengámonos siempre atentos a la situación en el mundo, especialmente en el este de Asia, y oremos para que los políticos continúen con un diálogo paciente para buscar los beneficios mutuos y la paz”. (Cf. Aciprensa.com 6 ago. 2018)
Papa Francisco reza ante la tumba de Pablo VI El Pontífice bajó este 6 de agosto hasta las grutas de la Basílica de San Pedro, para detenerse en meditación ante la tumba de Pablo VI, coincidiendo con el 40 aniversario de su muerte. El Pontificado de Pablo VI se considera crucial para la historia de la Iglesia Católica, principalmente porque concluyó el Concilio Vaticano II y marcó la doctrina sobre la vida y el matrimonio con la Encíclica Humanae Vitae. (Cf. Vaticannews.va 7 ago. 2018)
El papa Francisco ha autorizado la modificación del artículo 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la pena de muerte, declarando “inadmisible” la aplicación de esta condena en cualquier caso, y pide su abolición en todo el mundo. El texto que regía hasta hoy decía lo siguiente: “La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas. Pero si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana. Hoy, en efecto, como consecuencia de las posibilidades que tiene el Estado para reprimir eficazmente el crimen, haciendo inofensivo a aquél que lo ha cometido sin quitarle definitivamente la posibilidad de redimirse, los casos en los que sea absolutamente necesario suprimir al reo «suceden muy [...] rara vez [...], si es que ya en realidad se dan algunos»”. (EV 56)
El nuevo texto del artículo 2267 es el siguiente: “Durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima,
después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común. Hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves. Además, se ha extendido una nueva comprensión acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado. En fin, se han implementado sistemas de detención más eficaces, que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente. Por tanto la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que «la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona» y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo”.
En una carta explicativa dirigida a los obispos, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis Francisco Ladaria, señala que esta nueva redacción del Catecismo es la culminación de un proceso comenzado por San Juan Pablo II y continuado por Benedicto XVI, destinado a fijar el compromiso de la Iglesia Católica con la abolición de la pena de muerte. Aseguró que el nuevo texto sigue los pasos de la enseñanza de San Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium Vitae. (Cf. Aciprensa.com 2 ago. 2018)
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ditorial Beato Oscar Arnulfo Romero Estamos a unos pocos días de conmemorar el ciento un aniversario del natalicio del Beato Oscar Arnulfo Romero. Esta celebración este año tiene el matiz festivo por la noticia de su pronta Canonización, el 14 de octubre. En este país histérico y polarizado, cada vez que se acerca un fecha de conmemoración de nuestro Beato, surgen de todas partes voces alabando o criticando la labor pastoral de Monseñor Romero. Muchas veces, tristemente, la constante en ambas posiciones es el afán por disgregar y separar la persona del Beato, formando una visión parcializada y antojadiza de nuestro Obispo y Mártir. Algunos nos quieren hacer creer que Monseñor Romero solo fue un hombre admirable, un gran estadista, un salvadoreño comprometido con la justicia social. Sin que esto deje de ser cierto, se les olvida que fue sobre todo un hombre de fe, que trató de buscar hacer la voluntad de Dios en todo momento. Muchas veces no se entiende que la persona es un todo integral, no puede ser disgregada o dividida, porque si lo hacemos estamos pervirtiendo y manipulando la realidad. Por supuesto que el Beato Oscar Romero fue un hombre admirable, ya que era coherente en su vida, sabía reconocer sus debilidades y sus fortalezas, pero sobre todo era dócil a la acción de la Gracia de Dios, esta es la razón por la cual podía vencer sus miedos y sus debilidades. Por tanto, además de ser un hombre admirable, era un cristiano coherente, capaz de reconocer la necesidad de las personas y compadecerse de su sufrimiento. Su vida de fe lo lleva a escuchar el llamado de Dios para servirle como sacerdote, así que, además, fue un gran pastor que celebraba su fe con devoción y piedad. Pero eso
no es todo, también fue un gran obispo que supo cumplir su misión de pastor en los momentos difíciles que le tocó vivir en la Iglesia de El Salvador. Además, tenía un profundo amor a la Eucaristía, la tenía como fuente y culmen de su fe. A partir del 14 de octubre, lo tendremos como Santo en los atares, intercediendo por esta Iglesia que tanto amó. Será un gran Santo. Por tanto, Mons. Romero fue un hombre, un cristiano, un sacerdote, un obispo admirable, un enamorado de la Eucaristía. No podemos sesgar a las personas, no podemos quedarnos solo con la parte que nos agrada. Esa manipulación de la figura del Beato ha llevado a polarizar las opiniones sobre su persona, ha conducido a la división, y todo eso es contrario a sus enseñanzas. No podemos ver a Monseñor Romero con una mirada ideologizada, sino que tenemos que aprender a verlo con la luz cristalina de la fe. Porque en la vida del Beato Oscar Romero la fe es un elemento fundamental y solo desde esa perspectiva se le puede entender íntegramente. Es la fe lo que lo sostuvo en los momentos de crisis, la fe en construir el Reino de Dios. Es la granítica fe de Mons. Romero la que lo convierte en un sacerdote fiel a su vocación, es esa misma fe la que hace de Monseñor un obispo valiente, es la fe en Dios la que hace que el Beato sea un hombre admirable. “Cuesta tanto llegar a ser plenamente humano que son muy pocos los que tienen la clarividencia o el coraje de pagar el precio…” (Morist West, “Las Sandalias del Pescador”). El Beato Oscar Romero estuvo dispuesto a pagar el precio, eso lo convierte en un Santo. Mons. Romero no solo fue un hombre admirable.
Por Pbro. Carlos Chavarría, Subdirector de Semanario Orientación
¿Es lícito el desarrollo de armas nucleares? El llamado “Club Atómico” estaba formado originalmente por los Estados Unidos, Rusia, China, Francia e Inglaterra, pero en los años recientes han surgido otros países que Sigfrido Munés tioziggi@hotmail.com aspiran a su membresía, como decir Corea del Norte, Israel e Irán. Las cúpulas político-militares aspiran a participar de este negocio, como negocios son todos los que se relacionan con el desarrollo, la venta y la compra de armamentos sofisticados o no, letales todos, porque están hechos precisamente para matar. ¿Y qué con el 5° Mandamiento de la Ley de Dios, que con toda precisión nos manda no matarás? Desde los tiempos del Antiguo
DIRECTORIO
Pbro. Simeón Reyes DIRECTOR
Testamento hasta el conflicto actual entre árabes y judíos han muerto muchos millones de personas no combatientes y siguen siendo destruidos orfanatos, escuelas y hospitales. Hombres y mujeres, sanos y fuertes, son entrenados en países ricos y pobres para aniquilar al enemigo, en vez de prepararlos para la paz que saque a millones de seres humanos de la miseria. Si los miles de millones de dólares que se destinan para la muerte se invirtieran en combatir la ignorancia y la desnutrición, una enorme sonrisa cubriría al planeta. El pasado 6 de agosto se conmemoró el 73° aniversario del ataque atómico a Hiroshima que mató en un instante a 140 mil hijos de Dios. Se dijo entonces, en 1945, que de esta
Pbro. Carlos Chavarría SUBDIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
manera se ahorraría vidas al acortar la guerra y el presidente Truman –con su característico acento de Kansas– justificó su letal decisión afirmando: “de esta manera morirán menos de nuestros muchachos”. El Dios de los cristianos es un Dios de perdón y misericordia, no es Señor de venganzas, y a todos nos da la oportunidad del arrepentimiento y propósito de enmienda. Los protagonistas de aquella hecatombe llamada Segunda Guerra Mundial ya comparecieron ante el Justo Juez. Nuestro Señor Jesucristo vendrá otra vez, nadie sabe cuándo, pero debemos de estar preparados, y mientras dura la espera, oremos mucho por la paz y la justicia en un mundo sin armas. En Dios confiamos.
Efraín Caravantes
Roger Herrera
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Rumbo a la Canonización, el pueblo en peregrinación − Homilía de Su Eminencia Card. Gregorio Rosa Chávez en la Misa de clausura de la peregrinación “Caminando con San Romero para construir la paz”. Ciudad Barrios. 4 de agosto de 2018 − Muy queridos hermanos y hermanas: Nuestro pueblo es muy creativo y en esta ruta de tres días se inventaron nuevos lemas para honrar a Monseñor Romero. Quiero leerlos porque me gustaron mucho: - Con alegría y esperanza, El Salvador con San Romero avanza. - ¿Peregrino, adónde vas? Con San Romero a construir la paz. - De Romero soy peregrino y dejo mi huella en el camino. - Rumbo a la Canonización, el pueblo en peregrinación. - Con Monseñor Romero los pobres son primero. - Romero amigo, el pueblo está contigo. - Romero pastor te quiere El Salvador. En la cuna del profeta. Querido Monseñor Romero, tú sabes todo esto. Te vemos aquí en esa bella escultura, en este lugar que te vio nacer. Casi, casi parece que nos vas a hablar. La brisa mueve tus ornamentos sacerdotales. Fuiste ante todo sacerdote, y Dios te dio la gracia de morir en el altar a la hora del ofertorio. Cerca de aquí está la iglesia de Roma donde tú ibas todos los días ante el Santísimo y ante las imágenes de la Virgen y de los santos. Aquí fuiste bautizado. Aquí recorriste las calles repartiendo telegramas y cartas. Después repartirías la Palabra de Dios a todos nosotros. Qué alegría estar hoy en tu casa, en tu cuna. Como un río al revés, que va de la desembocadura al origen, a su fuente. Somos un río inmenso acá en Ciudad Barrios. Somos peregrinos de todas partes, incluso de fuera del país buscando la “cuna del profeta”. Por ahí, en esa esquina del parque, naciste tú, pero esa casa ya no existe. Por eso hay una idea flotando en el ambiente: que reconstruyamos la casa como tú la conociste, pero en otro lugar. Tenemos las dimensiones exactas de esa casa porque las dejó Don Santos tu papá, que era telegrafista, en varas y pulgadas, no en metros y centímetros. Y hay fotos de esa casa tuya con sus tres partes: la principal, donde vivía la familia; la mediagua, donde estaban la cocina y el lavadero; y la cabelleriza, donde dejaban los caballos y los bueyes. Entonces, a lo mejor un día querido Monseñor habrá una casa aquí, igualita a la que tú conociste de niño, construida por nosotros. Con las medidas exactas, con los mismos materiales, para poder llegar ahí a estar contigo. Como cerca de Fátima, donde está la casa de los pastorcitos, como si ellos aún vivieran ahí. Se puede ver su cama, su ropa, las cosas de la cocina, los muebles… Es una delicia entrar ahí y sentir como si Jacinta, Lucía y Francisco fueran a aparecer de repente corriendo en esa casa. Tú fuiste ante todo sacerdote. Tú eras pequeño cuando te fuiste a San Miguel para ser sacerdote. Tenías trece años. El pueblo te despidió con gran gozo, te bendijeron todos. El alcalde fue quien se interesó en tu vocación primero. Vino el Obispo aquí a confirmar y el alcalde te llevó ante él. Y él dijo en broma: “Obispo vas a ser”. Y adivinó. Solo le faltó decir: “Y santo vas a ser también”. Dios quiso que esta tarde celebremos al patrono de los sacerdotes, san Juan María Vianney. Y que podamos,
en ese marco litúrgico, verte a ti, ante todo, como sacerdote. Eso fuiste tú.
pidiendo un milagro. Y todos lo hemos hecho para pedir el don de la paz.
Hay muchas biografías sobre ti pero muy pocas resaltan ese aspecto de tu vida, que es la que explica todo, porque tú eres ante todo sacerdote. Un día predicaste cuando fue sepultado tu gran amigo, Rafael Valladares y Argumedo, y dijiste en tu homilía: “Murió como santo porque vivió como sacerdote”. Lo mismo decimos hoy de ti: serás santo porque viviste como sacerdote. Por eso estamos contentos Monseñor.
El milagro que lo va a hacer santo tiene que ver con la vida. Una madre, Cecilia, espera un hijo, cae en una crisis tremenda, está en peligro de muerte. El niño, Luis Carlos, nace por cesárea, pero ella no tiene futuro porque la enfermedad que padece es incurable. Su esposo invoca a Monseñor Romero. Semanas antes han ido juntos a la ceremonia de Beatificación y comienzan a rezar cada día la oración que todos conocemos. Los médicos hacen que la mujer entre en un coma inducido, para ahorrar energías. Según ellos, ya no hay nada qué hacer. De repente, todo cambia. Y ahí la tenemos, “vivita y coleando”, con su esposo y sus tres hijos. Estarán en Roma, en la Plaza de San Pedro, el día en que su santo sea canonizado.
Eres un hombre que siempre escribías, desde niño. Llevaste un diario cuando eras seminarista en San Miguel, pero se perdió. Luego llevaste un diario cuando eras estudiante en Roma. Ese sí se conserva. Allí hablas tú de la Plaza de San Pedro, de la Basílica de San Pedro, de las otras basílicas romanas, de la Universidad Gregoriana donde estudiaste, del Colegio Pio Latinoamericano donde vivías en esos años de estudiante… Los que vayamos a tu canonización haremos un “tour” en Roma como peregrinos, visitando los lugares que tú visitaste como seminarista. Y recordaremos, en cada lugar, lo que tú escribiste en tu diario. Son reflexiones bellísimas. Esa será la Ruta Romero en Roma. Ahora la Ruta de Romero en Ciudad Barrios se está preparando con mucho cariño. Esa es una gran cosa.
Él dijo un día: “Nada me importa tanto como la vida humana”. Muchas camisetas tienen esa leyenda, verdad. ¿Quién tiene esa camiseta? Dense vuelta por favor para ver la espalda. Son las camisas amarillas las que tienen ese lema. Todas las camisas amarillas dicen: “Nada me importa tanto como la vida humana”. La vida humana. No solo la del que es víctima de injusticias, no solo la de aquel que va a ser asesinado sino también la vida de la criatura que late en el vientre materno. La vida humana porque toda vida es sagrada. Nosotros estamos felices esta tarde, recordando a Monseñor Romero que opta por la vida, y por eso da la vida. Monseñor Romero, el buen pastor de su pueblo. Un día el Papa Francisco escribió una carta a El Salvador. Fue en mayo de 2015 cuando Romero fue beatificado. Decía así: “Igual que un día eligió a Moisés para que, en su nombre, guiara a su pueblo, sigue suscitando pastores según su corazón, que apacienten con ciencia y prudencia su rebaño (cf. Jer 3,15)”.
S.E. Card. Gregorio Rosa, Obispo Auxiliar de San Salvador, predica su homilía en el atrio de la parroquia de Ciudad Barrios Monseñor Romero, tú dijiste un día en tu diario: Vengo a Roma como romero; es decir, como peregrino. Qué importante es ser hijos e hijas de una Iglesia peregrina y ser todos peregrinos y peregrinas. Por eso el 15 de agosto, el día de tu cumpleaños, –óiganlo bien− inauguraremos solemnemente la campaña “Romero en mi casa”, una plantita de romero en mi casa, con este lema: “Una planta de romero en mi casa y el santo en mi corazón”. Y cada familia va a tener su plantita recordando: aquí en esta casa amamos a san Oscar Arnulfo Romero; en esta casa queremos aprender de él, su doctrina; queremos imitar su ejemplo, queremos invocarle como santo. Monseñor Romero, el santo de la vida. Esta mañana yo iba hacia el centro de Chapeltique y había un Pick up con una familia. La mamá, con un niño en brazos, junto a su esposo; y la señora me dice: “Mire Monseñor, este niño es un milagro de Monseñor Romero. Yo le pedí a Dios un hijo; aquí lo tengo”. Es un milagro más de Monseñor. Hay tantos milagros que fui escuchando en el camino… Me gustó mucho porque me recordó el milagro que lo va a hacer santo. Fíjense ustedes: Romero y la vida, Romero y los niños. Mucha gente está aquí porque está dando gracias por un milagro de Monseñor Romero. Muchísima gente. Otros han peregrinado
Esta tarde yo no usé Báculo, primero porque no lo traje; y segundo porque tenía el báculo que usé durante el camino, hecho de caña brava de Guatajiagua. Anoche el Padre Armando repartió a todos los sacerdotes un bastón como éste. El bastón del pastor que va buscando a las ovejas. Romero, el pastor que quiere El Salvador. Qué impresionante ver en este santo nuestro al Pastor Profeta y Mártir, como le hemos dicho tantas veces. O como dicen los Obispos del país, al hombre de Dios, al hombre de Iglesia y al servidor de los pobres. El Papa Francisco no se quedó contento con esta descripción, y dijo en Roma al día siguiente de la beatificación [después del Regina Coeli] que Monseñor Romero “eligió estar en medio de su pueblo, especialmente de los pobres y los oprimidos, incluso a costa de su vida”. Romero muere mártir por su pueblo. ¿Pero, cómo Romero llegó a ser todo eso? Porque descubrió a Jesucristo. Y esto es lo que muchos no entienden todavía. Ven a Romero solamente como profeta que denuncia o como político, y no ven a Romero como el profeta de Dios que se dejó guiar por el Espíritu Santo y escuchó a Dios. Lo que quiso comunicar Dios al pueblo lo dijo él y eso le costó la vida. Cuando escuché su última homilía el 23 de marzo, en mi oficina de rector del seminario, fui escribiendo las ideas que él iba diciendo; y cuando escuché el final, cuando exclamó “cese la represión”, yo sentí un golpe en el corazón y pensé: “Es su sentencia de
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El Salvador camina junto a San Romero
muerte”. Al día siguiente lo mataron. Ese es Romero. Nuestro Romero es el hombre que decidió dar la vida por su pueblo, por amor a Jesucristo. Somos un pueblo en peregrinación hacia su canonización. Hemos oído estos días un montón de canciones bonitas de Romero en las que se mezclan lo espiritual con lo político, con la protesta e incluso con palabras fuertes y hasta ofensivas. Y ya tenemos que irlas eliminando como, por ejemplo, las que hablan de oligarquía y de militares. ¿Cómo serán las canciones sobre Romero santo? Ya hemos comenzado a hablar con los cantautores. Estamos agradecidos de su trabajo porque mantuvieron vivo a Romero, desde su propia visión, con sus canciones. Muchas de estas canciones, se escuchan en el mundo entero. Hoy toca producir nuevas canciones para el santo Romero porque entramos en una nueva etapa de nuestra historia como país y como Iglesia. Si me están escuchando los cantautores, sepan que les agradecemos, de veras, esas canciones que nos han ayudado tanto a recordar esa memoria que no se debe perder, pero ahora toca componer nuevas canciones. Hay una que resultó profética. Cuando salió nos pareció irreverente, porque era como adelantarse al juicio de la Iglesia. Ahora es la canción de moda. Comienza así: “Ahora no es Monseñor, hoy es el santo Romero”. Ya no es Monseñor, es el santo Romero que Dios nos regala y que nació en esta ciudad. ¡Qué dicha estar aquí en la cuna del profeta! ¿Pero, quién es este Jesús al que Monseñor Romero siguió? ¿Cuál sería su “perfil” en Facebook? Imaginemos un diálogo en que un joven le pregunta: - Jesús, queremos hacerte un perfil en Facebook ¿Qué ponemos ahí como foto de perfil? Y Jesús le responde: - Pongan una foto de perfil que diga estas tres cosas. 1) Jesús es el hombre en permanente contacto con el Padre, el hombre de oración. 2) El hombre apasionado por el Reino de Dios. 3) El hombre lleno de compasión por el pueblo. Ese es el perfil de Jesús, en el Facebook de Dios. En ese espejo se vio Romero y ese corazón de Romero quedó destruido por una bala. Miren ustedes cómo es Dios… Yo supongo que ese día, 24 de marzo, él vio al asesino en la puerta apuntándole y no se movió, para no provocar conmoción en el público presente. No se movió. Él francotirador tuvo tiempo de apuntar. Me han dicho quién puede ser ese asesino y dónde se formó como especialista francotirador. El tiro penetró en el corazón de Romero. Él dijo un día: “mi amor es mi pueblo”. En ese corazón lleno de amor a Jesucristo, a la Iglesia y a su pueblo, la bala penetró. Y por esa oblación tenemos al mártir Romero. Hermanos y hermanas, recojamos esa herencia esta noche. Los que somos sacerdotes pensemos qué significa ser sacerdote. Hay un sacerdote que fue asesinado recientemente –lo hemos recordado durante la peregrinación− el padre Walter Vásquez. Por otra parte, estamos escuchando cada día, en la cadena de radios católicas, partes del diario de Monseñor Romero. En el programa de ayer contaba que el 20 de enero del 1979 mataron a un sacerdote de esta zona, de Cacaopera, el padre Octavio Ortiz. Recordó cómo fue asesinado, cómo le aplastó la cabeza una tanqueta, cómo fingieron que fue un enfrentamiento y que murió el Padre Octavio junto con cuatro jóvenes. Es un mártir de esta zona oriental. En esta bendita noche el mártir nacido en Ciudad Barrios está en nuestro corazón y pronto estará en los altares. Somos un pueblo en peregrinación rumbo a su canonización. ¡Que viva Monseñor Romero!
del recorrido “aunque venís cansado, más de 30 kilómetros caminando, ha valido la pena para llegar y estar con estas personas que te reciben como uno más de ellos. Siento el corazón llenísimo”, explicó.
Celebración de la Misa de envío en la Cripta de Catedral Metropolitana 6:15 a.m., la mañana aún está fresca, los ánimos muy en alto y la ansiedad por iniciar la marcha se siente en el ambiente. Miles de participantes en la II peregrinación por el Camino de Monseñor Romero –con el lema de este año “Caminando con San Romero para Construir la Paz”– se forman en filas afuera de la Catedral Metropolitana después de vivir la Eucaristía de envío, que presidió el señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar, este 2 de agosto junto a los señores obispos de la Conferencia Episcopal. La meta está a 155 kilómetros. Se espera estar en Ciudad Barrios, ciudad natal del Beato Oscar Romero, el sábado 4, recorriendo tramos a pie y otros más amplios, en autobuses. Pero la figura del Pastor y Mártir les infunde valor, ya que ocupa un lugar preponderante en el corazón de la mayoría de salvadoreños. Esta es la razón principal a la que atribuye Monseñor Escobar el aumento en el número de peregrinos, con respecto al año anterior. Y es que todas expectativas y previsiones se superaron con creces, el Padre Santos Belisario Hernández, uno de los organizadores, compartió un dato de la Policía Nacional Civil, que estima en más de cinco mil el número de peregrinos que salió desde Catedral.
Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador (derecha), participa de la peregrinación
Mons. Elías Rauda, OFM, Obispo de San Vicente (izquierda) junto a S.E. Card. Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador (derecha), al momento de ser entrevistados por la prensa “Qué bonito ver a la juventud, que es la esperanza de la Iglesia, aquí aprendiendo de Romero −comentaba S.E. Card. Gregorio Rosa−. No están contaminados, tienen acceso directo a [el pensamiento de] Romero”, luego de la Misa por la noche en San Rafael Cedros.
Gran cantidad de peregrinos atraviesan el Puente Cuscatlán, entre San Vicente y Usulután El día siguiente tuvo como meta cubrir hasta Chapeltique, departamento de San Miguel, y el último día coronar la jornada llegando hasta la “cuna del profeta”. A cada uno de los peregrinos no los mueve el solo hecho de caminar por caminar, el objetivo es poner de manifiesto que la fe en nuestro Señor nos basta para alcanzar las hazañas más inimaginables. También evidenciar el amor y devoción por nuestro Beato, así como propiciar un número infinito de muestras de caridad y sentimientos de hermandad entre quienes salen al encuentro de los peregrinos.
Y es que más que la cantidad de personas, impresiona la decisión con que incluso señoras de edad avanzada acompañan la peregrinación a su ritmo. Otros con una camándula en mano, denotan que van rezando el Rosario; mamás empujando coches para bebé, muchachos que se hacen acompañar hasta de su mascota, grupos parroquiales de jóvenes y hasta niños, todos esperan con ilusión cubrir un tramo del Camino de Romero. Ilusión que dejaba entrever uno de los cientos de jóvenes peregrinos al finalizar esa primera etapa
Santa Misa de cierre de la Peregrinación en Ciudad Barrios, la “cuna del profeta”
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“Hoy queremos caminar como caminaba Jesús” – Reflexión del Pbro. Jaime Paredes, párroco de Cristo Redentor. Vísperas de la Solemnidad de la Transfiguración del Señor. Basílica del Sagrado Corazón de Jesús. 5 de agosto de 2018 – El 5 de agosto 1979, en la que sería su última fiesta patronal del Divino Salvador, Monseñor Romero decía: “Termino invitándoles a que celebremos las fiestas del Divino Salvador, sobre todo esta tarde y mañana, con este verdadero anhelo: (…) Señor, cambia el corazón (…) de la patria, renuévalo por dentro con la justicia y la santidad”. En esta última frase Monseñor Romero citaba a San Pablo en la Carta a los Efesios, en la Liturgia de hoy, este domingo. Hoy en el lema de esta fiesta, casi cuarenta años después, se lee: “Divino Salvador del Mundo, condúcenos con Monseñor Romero por caminos de justicia y santidad”. Han pasado casi cuarenta años y seguimos pidiendo lo mismo. Y uno se pregunta: ¿Y es que no hemos avanzado? ¿No hemos podido caminar? Monseñor Romero decía que hay un reto permanente en la Transfiguración de Cristo como patrón de nuestra patria. El reto de la Transfiguración de nuestro pueblo. Él, el Divino transfigurado se presenta cada año para retar a este pueblo y decirle: ¿Qué han hecho con mi Misterio? ¿Que no estoy yo transfigurando esta nación? Un reclamo, una llamada fuerte del profeta que sigue hablándonos, siempre en nombre del Señor: ¿Qué han hecho con mi Misterio de la Transfiguración? No bastan las experiencias superficiales de acompañar, los cohetes, la feria y el carro precioso. ¿Qué han hecho con mi Misterio, que no estoy yo provocando la transfiguración de esta nación? ¿Será que no hemos sabido escuchar a Jesús? Se acaba de leer el mensaje de la Transfiguración. (...) Cada año, en las distintas versiones de los evangelios oímos la misma palabra. No por cuarenta años, desde cuando Monseñor lo hablaba, sino por centenares de años que llevamos en el país celebrando esta Solemnidad. Es que no hemos escuchado. Tampoco hemos sabido escuchar al profeta que el Hijo de Dios nos mandó: a Monseñor Romero. En nombre de Dios, como auténtico profeta nos habló de los pecados de esta tierra, pecados personales, pecados sociales, pecados estructurales, decía él. Y nos habló de los caminos de la conversión, de la necesidad de cambiar, de escuchar al Señor y de encontrar caminos de justicia y de santidad. Hoy tenemos otra vez la oportunidad que el Señor misericordioso, el Divino Salvador, nos da a todos, a todo el pueblo. Le da también la oportunidad a la Iglesia y a cada uno de nosotros de escuchar al Hijo amado, a hacer camino porque necesitamos en el camino ir dejando atrás las costumbres y las cosas horribles de nuestra historia, de nuestra vida personal, de nuestra sociedad. (...) (...) Hoy queremos caminar como caminaba Jesús. Es precioso ver en el Evangelio cómo Él peregrinaba desde su tierra a Jerusalén, primero con su familia. Caminaba para estar en las cosas de su Padre. No caminaba para cualquier rumbo, ni para buscar su propio bienestar. “¿Que no sabían que debo estar en las cosas de mi Padre?”, contestó cuando lo buscaban. Caminó con sus discípulos con decisión, yendo delante de ellos, para vivir su Pascua, para la ofrenda de su amor llevado al extremo. Nosotros queremos caminar y por eso le pedimos al Divino Salvador: condúcenos. Caminar con Él, porque se puede caminar hacia cualquier barranco, como la oveja perdida que caminó lejos del rebaño. Se puede caminar hacia la desgracia peor que se pueda pensar, como el hijo menor que agarró la herencia y se fue alejando para terminar muerto de hambre, cuidando cerdos. Una desgracia. Se puede caminar
como Judas para ir a vender al Maestro por un poco de ganancia económica y renegar de los principios, de la justicia y de la santidad por unas monedas de plata. (...) Qué precioso camino el que se ha ido haciendo en la planificación de la Pastoral de la Iglesia. Convocar a las parroquias y todo el que se sentía católico en esta tierra para pensar qué quiere el Señor de nosotros. Un camino conjunto de comunión, de obediencia, de espíritu, de creatividad, de mirar al hermano y discernir. Un signo de un camino con el Señor. Qué precioso el camino que estamos queriendo hacer hacia la Canonización de Monseñor Romero, camino interior de conversión personal, de búsqueda de la santidad, de conocimiento del pastor en sus escritos, en su predicación, en el testimonio de su persona tan ensuciado por los blasfemos que en esta tierra se han dedicado a sembrar mentiras sobre Monseñor Romero. Un precioso camino se acaba de hacer hacia Ciudad Barrios, encabezado por el Cardenal y miles y miles de personas. Un pueblo caminando con el Señor hacia la cuna del profeta. Y queremos aprender a caminar así. Hoy, esta tarde, tenemos el regalo de esta procesión en la “Bajada del Divino Salvador”. Miles de creyentes, de humildes del pueblo. Decía San Pablo a las comunidades primeras: Voltéense a ver y verán que entre ustedes no hay muchos sabios del mundo, ni muchos ricos, ni poderosos. Dios ha querido escoger a lo pobre del mundo, a lo que no vale, para que se muestre la obra suya. (...) Queremos aprender así a caminar con Él, nunca sin Él. Este camino, decía Monseñor Romero, tomando la frase de San Pablo −y han querido ponerlo como el lema de esta fiesta de 2018− es un camino hacia la justicia. Es la virtud de los fraternos del que se pone en los zapatos de su hermano, del que siente el dolor de su hermano. Y vaya si necesitamos caminar hacia la justicia en este país. Por generaciones hemos vivido en la injusticia, de tal manera que se nos ha ido haciendo normal. (...) Queremos caminar hacia la justicia. Las mayorías empobrecidas necesitan justicia. Son las víctimas de la falta de trabajo, de salarios indignos. Pasan con hambre y con desesperanza. Necesitan justicia los migrantes. Uno de cada tres salvadoreños ha tenido que irse de este país. No caben aquí. No importan aquí. Y son los que deben irse. Justicia para la multitud de asesinados, de desaparecidos, de desplazados por la violencia y por la extorsión. (...) Tampoco hay capturas, ni juicios eficaces, ni condenas suficientes. En este país, decían unas estadísticas, el 2% de los asesinatos llegan a juicio y apenas el 1% a condena. Queremos caminar hacia la justicia, cuando a esta lista de sufrimientos y de muertos, se les quiere añadir la de los abortos. Vino un alto funcionario de las Naciones Unidas a decirnos que era un derecho humano que estábamos violando al no dejar que abortaran las mujeres, que asesinen a sus propios hijos inocentes, incapaces de defenderse. Queremos caminar hacia la justicia. Justicia también para los que han perdido también la esperanza. Vivimos en un país con depresión. Cuánta gente que cree que ya no hay salida, que lo único que sirve es abandonar e irse. (...) Dice el papa Francisco es imperativo escuchar el clamor de los pobres que se haga carne en nosotros cuando se estremecen las entrañas ante el dolor ajeno. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera, y atacando las causas estructurales de la inequidad;
no se resolverán los problemas del mundo y, en definitiva, ningún problema. (...) Dice el Documento de Puebla: (...) El origen de los pecados de la Iglesia. “No todos en la Iglesia de América Latina nos hemos comprometido suficientemente con los pobres; no siempre nos preocupamos por ellos y somos solidarios con ellos. Su servicio exige, en efecto, una conversión y purificación constantes, en todos los cristianos, para el logro de una identificación cada día más plena con Cristo pobre y con los pobres” (1140). Hoy por eso podemos mirar a la imagen del Divino Salvador y pedirle: Divino Salvador del Mundo, condúcenos hacia la justicia. Danos hambre y sed de la justicia y haznos bienaventurados en tu Reino, que venga aquí tu Reino que es de justicia. (...) Para ser santos necesitamos escucharlo y caminar en la intimidad con Él. Solo Él es santo y en el estar con Él, en el seguirlo como discípulos, el Señor contagia a los suyos su propia santidad, como lo hizo con Monseñor, como lo hace con tanta gente humilde entre nosotros. (...) Para este camino de santidad necesitamos entrar en un camino de conversión, dejar lo nuestro, asumir lo del Señor, su amor radical, aprender de Él. La vida santa es mirarlo, amarlo siempre y aprender uno a hacer lo mismo en su casa, en la calle, en el trabajo, amar a todos, amar hasta en contracorriente y amar hasta entregar la vida. Decía también Monseñor en su homilía del 6 de agosto del 79: “Mientras El Salvador, desde las altas esferas hasta las ínfimas, no entre en caminos de conversión por la ley de Dios, no podrá haber solución a las crisis que atenazan a nuestro pueblo”. No solo el Señor nos llama a la santidad. El papa Francisco en estos últimos años nos ha mostrado con una actitud espléndida para bien de nosotros dos estímulos para nuestra propia santificación. Primero, en la persona de Monseñor Romero, al beatificarlo aquí en aquella mañana hermosa que todos vamos a recordar siempre y al canonizarlo este próximo 14 de octubre allá en Roma. (...) Monseñor fue de Jesús siempre y aprendió de Él, desde niño, a amar siempre. Su Canonización es un llamamiento para toda nuestra tierra, en nuestra Iglesia a la santidad personal. ¡Qué fracaso sería para esta Arquidiócesis tan amada que solo Monseñor Romero llegara a los altares! (...) El papa Francisco nos ha motivado a la santidad también, en el último documento, su Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate sobre la santidad en el mundo actual, decía: “Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra (…)” Nos invita el Papa: No tengas miedo a la santidad. No te quitará el fuego, ni la vida, ni la alegría. Al revés, te va a hacer lo que Dios soñó cuando te creó. En la medida en que un cristiano se santifica, la Iglesia se vuelve más fecunda. Hoy pues queremos mirar a Monseñor y la obra que Dios hizo en ese hombre tímido, conservador, alejado del conflicto; y cómo lo convirtió en el profeta y en el santo de la justicia, en la verdad, en el amor. Hoy queremos mirar a Jesús, el santo de la verdad y pedirle condúcenos a caminos de santidad. Ojalá y en el corazón de todos, en esta tarde santa, podamos orar con sinceridad. Divino Salvador del Mundo, condúcenos con Monseñor Romero por caminos de justicia y santidad.
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“Que la transfiguración de nuestro país sea una realidad” – Homilía de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador. Solemnidad de la Transfiguración del Señor. Atrio de Catedral Metropolitana de San Salvador. 6 de agosto de 2018 – Queridos hermanos, ante todo expreso mi más cordial felicitación a todos por estar celebrando con tanto fervor la Fiesta del Divino Salvador del Mundo, Patrono de nuestro país. Esta celebración la hemos tenido todos los días 6 de agosto desde la fundación de esta ciudad, es decir desde el año 1525 hasta la fecha; nos acercamos a los 500 años. Este año 2018 nuestra celebración es histórica, es la ocasión especial para agradecer al Divino Salvador del Mundo el que nos conceda la gracia de ser elevado a los altares en su calidad de Santo a nuestro amado Mártir, Obispo y Pastor San Oscar Arnulfo Romero. La fe cristiana recibida de los primeros misioneros, desde su llegada 1524, y cultivada a lo largo de nuestra historia ha surtido efecto y ha florecido, su más grande fruto es este, la Canonización del mejor de los hijos de este pueblo, Monseñor Romero. “Dios ha hecho grandes cosas con nosotros y estamos alegres” (Sal 126, 3). Al mismo tiempo que damos gracias al Señor por la santidad de Monseñor Romero le suplicamos: “Divino Salvador del Mundo, condúcenos con Monseñor Romero por caminos de justicia y santidad”.
Obispos concelebrantes de las Santa Misa Patronal de El Salvador
Padre Dios hace oír su voz para dar además darnos su mandato de escuchar a Jesús. ¿Qué significa escuchar a Jesús?, Jesús es la Palabra de Dios encarnada. Quien escucha a Jesús, escucha al Padre. Escuchar a Cristo es llevar una vida de transfiguración, es dejarse conducir por caminos de justicia y santidad. Escuchar a Jesús es lo que define a los santos, es lo que hizo Monseñor Romero. Escuchar al Señor es cumplir su voluntad, es vencer el egoísmo y hacer el bien. Dios no quiere las injusticias, quiere que actuemos conforme a la justicia y la verdad, y es por el sendero de la justicia y la verdad que llegaremos a la verdadera paz social. Por eso levantamos hoy la voz para pedir con todo respeto a los señores Diputados de la Asamblea Legislativa:
Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, predica su homilía
La Transfiguración del Señor es la manifestación de su Divinidad, de su santidad en todo su esplendor. Cuando la Iglesia eleva a los altares a Monseñor Romero lo contemplamos revestido de la gloria de Cristo, transfigurado en El Señor, Santo. Esa también es la vocación de cada uno de nosotros, la vocación de cada uno de nosotros y la vocación de El Salvador, la Transfiguración. En el Santo Evangelio que se nos acaba de proclamar el evangelista San Marcos en el capítulo 9 de su libro nos transmite con hermosos detalles el sublime acontecimiento de la Transfiguración del Señor, cada uno de esos detalles son muy importantes y de gran Revelación. Quiero llamar la atención solo a uno esos detalles, y es el que, en el mismo momento de la Transfiguración de Jesús, se escucha la voz del Padre que dice: “Este es mi Hijo amado, escúchenlo” (Mc 9, 7). En el Evangelio solo en dos ocasiones se deja oír la vos del Padre, en el Bautismo de Jesús y en su transfiguración. En el Bautismo la voz del Padre dice: “Este es mi hijo muy amado en quien me complazco” (Mc 1, 11), es esta una verdadera teofanía del Señor, es la sublime presentación que el Padre Dios hace de su Divino Hijo. Pero solo es en la Trasfiguración donde el
1º. Que no privaticen el agua, que no promuevan un proyecto de ley que pretenda legitimar las injusticias que conlleva la comercialización del agua; y que en cambio aprueben la Ley General de Aguas que verdaderamente garantice el acceso al agua a todos los salvadoreños. 2º. Que no aprueben la reforma constitucional del Artículo 105 de la Constitución, reforma que vendría a despojar a los campesinos de sus tierras. No es justo desproteger a las familias campesinas, derogando la Reforma Agraria, para que pierdan sus tierras, haciéndoles caer en mayor pobreza. Sería también esto una grave injusticia. 3º. Que promuevan una justa reforma de las Pensiones, para que los trabajadores reciban el beneficio de sus ahorros, fruto del trabajo de su vida, con una administración totalmente a favor de los derechohabientes y no de terceros. Pues el sistema actual es, tristemente, muy injusto. Hace exactamente dos años pedimos al Divino Salvador que el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), que no resolviera en contra nuestro país la demanda de las Transnacionales Mineras; el Señor escuchó nuestra súplica y no solo obtuvimos una resolución a favor de nuestro pueblo, sino que incluso obtuvimos también una ley que protege nuestras vidas y las de los animales y las plantas de nuestro país prohibiendo la explotación minera. Hoy, a la vez que le expresamos nuestra gratitud al Señor, le
suplicamos por intercesión de Monseñor Romero, ilumine las mentes y mueva las voluntades de nuestros legisladores para que lejos de aprobar leyes injustas, promuevan y aprueben una justa ley de aguas, defiendan el derecho de propiedad de los campesinos y promuevan una justa reforma de las pensiones. También pedimos al Divino Salvador del Mundo por nuestros hermanos migrantes, para que se resuelva favorablemente a todos los afectados por la finalización de los programas TPS y DACA; y para que todos nuestros hermanos migrantes sean respetados en sus derechos y se les reconozca todo el aporte que hacen y que han hecho a los Estados Unidos, es justo que se les legalice su situación. Finalmente, por intercesión de María Santísima y Monseñor Romero, pedimos al Divino Salvador del Mundo nos conduzca a todos por caminos justicia y santidad para que la transfiguración de nuestro país sea una realidad.
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Mons. José Domingo Ulloa Mendieta viste a “La Negrita” de Costa Rica
12 de agosto de 2018
Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María – 15 de agosto – Nuestra Señora de la Asunción, Mejicanos
Nuestra Señora de la Asunción, Paleca, Ciudad Delgado
HOY • 12 de agosto
HOY • 12 de agosto
6:00 a.m. Mañanitas 6:30, 8:30 y 10:00 a.m. Santa Misa 5:00 p.m. Santo Rosario 5:30 p.m. Entronización de la Virgen dormida 6:00 p.m. Santa Misa, presidida por Pbro. Cristóbal Cruz Pérez 7:00 p.m. Rezo de Aves Marías 13 de agosto 5:30 6:00 2:00 5:00 6:00 7:00
a.m. Procesión hacia Colonia Palmira II a.m. Mañanitas y Santa Misa, Colonia Palmira II p.m. Veneración a la Virgen dormida p.m. Santo Rosario (Templo parroquial) p.m. Santa Misa, presidida por Pbro. Asención Quijada López p.m. Rezo de Aves Marías 14 de agosto
Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá, muestra la indumentaria de la Virgen, adornada con los logos de la JMJ Panamá 2019
Costa Rica está de fiesta por la celebración de su Patrona y protectora de las Américas, la Virgen de los Ángeles. Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá, estuvo presente en la ciudad de Cartago para celebrar con esta Iglesia hermana la festividad de su Santa Patrona. A Monseñor Ulloa Mendieta le correspondió el honor de vestir la imagen de la Virgen, una tradición que se realiza en la plaza de la Basílica que lleva su nombre. Durante su intervención, el Arzobispo aprovechó para invitar a los costarricenses a participar en la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019, a encontrarnos con Jesús y con la juventud, de la mano de María, para que como ella podamos decir sin miedo: “He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra”. “Queridos hermanos son bienvenidos a Panamá del 22 al 27 de enero, un único camino, una única jornada centroamericana, esta que el Papa ha querido ofrecerla a nuestra región para que nuestros jóvenes, especialmente los que nunca soñaron con participar en una JMJ, puedan hacerlo en Panamá”, destacó. (Con reportes de Panorama Católico, Panamá)
5:30 a.m. Procesión hacia Colonia Mercedes (Ibiza) 6:00 a.m. Mañanitas y Santa Misa, Colonia Mercedes (Ibiza) 2:00 p.m. Veneración a la Virgen dormida 4:30 p.m. Santo Rosario (Templo parroquial) 5:00 p.m. Santa Misa, presidida por Pbro. Mauro Verzeletti 6:00 p.m. Procesión con la imagen de Nuestra Señora de la Asunción Quema de pólvora al llegar al
Templo parroquial
6:00 a.m. Mañanitas 9:00 a.m. y 5:00 p.m. Santa Misa 6:00 p.m. Serenata 13 de agosto 4:30 5:00 6:00 6:30
p.m. p.m. p.m. p.m.
Santo Rosario Santa Misa Serenata Mensaje 2ª. Carta Pastoral de Mons. Romero 14 de agosto
4:30 p.m. Santo Rosario 5:00 p.m. Santa Misa de Vísperas 6:00 p.m. Solemne Procesión con la imagen de Nuestra Señora de la Asunción 15 de agosto 8:00 a.m. Rosario Viviente 5:00 p.m. Cantos en preparación de Confirmaciones 6:00 p.m. Santa Misa Solemne y Confirmaciones
Nuestra Señora de la Asunción, Colonia Flor Blanca
15 de agosto 6:00 a.m. Serenata a la Virgen 9:30 a.m. Santo Rosario 10:00 a.m. Solemne Eucaristía Patronal
15 de agosto 6:00 p.m. Santa Misa Patronal
A nuestros lectores
Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:
2298-6268 o 7737-3760, y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col. Escalón, S.S.
o bien al correo electrónico: orientacion.semanario@gmail.com
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En el marco del natalicio de nuestro Beato – 15 de agosto –
− Evangelio del Día iluminando con la predicación del Beato Oscar Romero • Semana XIX del Tiempo Ordinario. Domingo 12 de agosto − Preparada por Pbro. Edwin Henríquez
Resonancia del Evangelio: “Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques terribles. Unas veces se cae en la lumbre y otras muchas, en el agua… Jesús exclamó: ¿Hasta cuándo estaré con esta gente incrédula y perversa? ¿Hasta cuándo tendré que aguantarla?... Jesús ordenó al demonio que saliera del muchacho, y desde ese momento éste quedó sano.” Comentario del Beato sobre el tema: Reino de Dios. Los lamentos de los padres por sus hijos. Homilía del Beato Oscar Arnulfo Romero, Obispo y Mártir: “Hoy, el pasaje que se ha leído, culmina con la revelación maravillosa de la Eucaristía. Yo quisiera, queridos hermanos, que ilumináramos hoy nuestra presencia de cada domingo en la Palabra que se ha leído. No vengamos a Misa por curiosidad o por tendencias políticas, por fines meramente humanos, que nos quedaremos desilusionados. La Misa no responde a esas curiosidades. Si venimos a misa, sea como Cristo decía: «No me busquéis por el pan que perece; buscad el pan de la vida eterna». Yo quisiera que al terminar mi meditación sobre esta Palabra del Señor, ustedes y yo, nos sintiéramos más cristianos, más agradecidos con Cristo que nos ha dado la Misa de cada domingo, la eucaristía que nos alimenta en el peregrinar. Me da tristeza que mucha gente no siente cariño por la misa, porque no conoce la Eucaristía ni el don de Dios. Cristo comienza hoy su Evangelio con la gran revelación: «Yo soy el pan vivo que ha
bajado del cielo. El pan que yo daré, es mi carne para la vida del mundo». Nos damos cuenta, hermanos, que hay una presencia de Cristo en persona, cuando venimos a Misa: que aunque no le veamos su cara, como nos vemos nuestras caras, Él es el principal. Pero así, personalmente aquí presente: Jesucristo. Por eso quiero titular mi homilía sacando de la Palabra de Dios el gran argumento de su presencia. Este es el título que yo quisiera que nos grabáramos bien hondo y lo viviéramos de verdad. El Divino Salvador no es una imagen que sacamos en las procesiones del 5 de agosto. Muchos se ríen de nuestra fe en las imágenes. Si la imagen −ya sabemos− es de madera, es algo material, un retrato que nos refleja. Pero si alguien se remonta a la realidad de un Cristo que vive entre nosotros, no en un retrato, en una imagen de palo, sino en su persona misma aquí presente, entonces sí es una religión que vale la pena seguirla porque allí encontramos al Salvador Divino en persona”. (Homilía del 19 de agosto de 1979)
Plegaria
(viene de la página 2)
por atender siempre el llamado del que sufre: Este pobre clamó y el Señor lo escuchó, liberándolo de todas sus angustias (Sal 33, 7).
Lectio Divina
Santo Evangelio según San Juan (6, 41-51)
Palabras del Arzobispo
Preparada por Pbro. Patxi Loidi
Añoranza Romero, obispo, mártir y profeta, nuestro amigo y modelo. Las aguas van revueltas en tu pueblo. Algunas veces se desmadran, salen de su cauce y destruyen los jardines. dejando por el suelo a adultos y a los niños. La belleza de calles y de plazas, por ti desconocida, se nos queda manchada de color y tristeza. Añoramos tu amor y tus denuncias, tu valor y tu lucha por tu pueblo. Sentimos alegría cada vez que la Iglesia saca pecho contra la minería y en defensa del agua. Pero nos faltan laicas, protagonistas, líderes, de la misión social en el centro del mundo. Nos falta aquella Iglesia de los pobres, que tú dinamizaste, levantada por mártires.
Lectio Divina (en latín: lectura divina, "lectura orante") es una metodología de reflexión y oración de un texto bíblico utilizado por Católicos desde los primeros años del Cristianismo. Contempla cuatro partes: lectio, meditatio, oratio y contemplatio (lectura, meditación, oración y contemplación).
El relato de Elías prepara al E va n g e l i o prefigurando con las imágenes del pan y el agua la promesa del Pan que Jesús hará. En esta perícopa Juan relata la contradicción que Jesús despertó en los judíos. Es una crisis cristológica ya que les cuesta creer que siendo hijo de José pueda afirmar que ha bajado del cielo (cfr. Jn 6, 42). El paralelismo de estas murmuraciones con aquellas del pueblo de Israel en el éxodo salta a la vista. Jesús insiste diciendo: Yo soy el pan de la vida (Jn 6, 48) y recurre a la figura del maná: Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este es el pan que baja del cielo, para que quien coma de él no muera (Jn 6, 49-50). Deben creer; pero, esa fe es dada solo por el Padre (cfr. Jn 6, 44). Aún con tanta incredulidad, Jesús promete a todos: Quien coma de este pan vivirá siempre (Jn 6, 51). Las palabras de san Pablo en Carta a los Efesios leídas en la Segunda Lectura recomiendan evitar contristar al Espíritu de Dios (cfr. Ef 4, 30) asumiendo una actitud cristiana. Actitudes como la amargura, pasión, enojo, gritos, insultos y maldad no caben en un hijo de Dios (cfr. Ef 4, 31). Al contrario, deben esforzarse por imitarlo: Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo que los amó hasta entregarse por ustedes a Dios como ofrenda y sacrificio de aroma agradable (Ef 5, 2). Sus actitudes deben ser la compasión y el perdón (cfr. Ef 4, 32). Al reflexionar sobre el mensaje de las Lecturas de este día aprendemos que la salvación es un don gratuito de Dios para la humanidad. Nunca ha abandonado al ser humano; le ha acompañado siempre como exulta el salmista: El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege (Sal 33, 8). Cuando da una misión, no abandona, vigila y da la fuerza para continuar. Es lo que Elías aprendió. Quizá empezaba a sentir que hacía las cosas por sí solo. No era así. Dios estaba allí, aunque no lo viera ni sintiera. Por eso, en el Horeb se revela en una suave brisa. Por medio de un pan y un poco de agua le dio fuerzas a Elías para caminar cuarenta días. Igual hizo con Israel mientras anduvo por el desierto. Caminó delante de él y le alimentó con maná dándole fuerza para caminar cuarenta años hasta llegar a la tierra prometida. Llegados los tiempos de la plenitud, Dios mandó al Pan de la Vida que es su propio Hijo para nutrirnos en el nuevo éxodo dándonos fuerza para llegar a la tierra prometida que es la Jerusalén celestial. Sigue a nuestro lado. Sin embargo, aunque la salvación sea pura gratuidad de Dios y Él permanezca a nuestro lado exige una actitud de nuestra parte: la Fe. Debemos esforzarnos por creer en aquel que ha enviado. Al hacerlo, Dios nos ayudará según la recomendación de Jesús: Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré (Jn 6, 44). Si creemos, Él nos ayudará. Un creer que debe ir acompañado del comer su Cuerpo y beber su Sangre. Como nos dijeron los Obispos en Aparecida: En la Eucaristía se nutren las nuevas relaciones evangélicas que surgen de ser hijos e hijas del Padre (DA 158). Se nutren y toman fuerza para realizar la misión que se nos ha dado entre manos. † Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador
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12 de agosto de 2018
“Que la transfiguración de nuestro país sea una realidad” – Pág. 9 –
Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador (al estrado), imparte su bendición al final de la ceremonia de “La Bajada”
Obispos concelebran la Santa Eucaristía Patronal de El Salvador, este 6 de agosto en el atrio de Catedral Metropolitana
Rumbo a la Canonización, el pueblo en peregrinación – Pág. 6 –
Su Eminencia Cardenal Gregorio Rosa Chávez (al centro), Obispo Auxiliar de San Salvador, encabeza la segunda peregrinación hacia Ciudad Barrios, realizada del 2 al 4 de agosto
IGLESIA LOCAL
Este 5 de agosto, la imagen del Divino Salvador del Mundo recorrió las calles de San Salvador durante la tradicional representación del pasaje bíblico de la Transfiguración, llamado popularmente “La Bajada”