Orientacón 22 de mayo 2016

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S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXIV Nº 5909

ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 22 de mayo de 2016

Fiesta de la semana

$ 0.25

María Auxiliadora – 24 de mayo –

Los cristianos de la antigüedad acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma, el griego, se dice con la palabra “Boetéia”, que significa “La que trae auxilios venidos del cielo”. Pidamos a la Santísima Madre en esta fiesta que nos proteja y nos conceda esos auxilios

editorial “En adelante se le llame Beato…” – Pág. 4 –


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IGLESIA LOCAL

Palabras del Arzobispo AUDIENCIAS VARIAS. PARROQUIA BEATO MONS. ROMERO, OBISPO Y MÁRTIR. REUNIÓN DE SACERDOTES JÓVENES. ENCUENTRO NACIONAL DE SEMINARISTAS. VISITA PASTORAL A PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ. CONFIRMACIONES EN PARROQUIA SAN NICOLÁS OBISPO – 319 – Todos los días a las 6:00 a.m. dirijo la Oración de la Mañana, en Radio Paz luego tenemos el santo Rosario radiado, en el que también participo, y en seguida tenemos la santa Misa, que es transmitida en vivo por cuatro emisoras católicas: Radio Paz, Radio Santa Biblia, Radio San José y Radio YSAX. El día martes 10, si bien fue asueto en las oficinas del Arzobispado, sin embargo tuvimos una celebración eucarística especial en la Parroquia Jesús Manso y Humilde de Corazón, en la que encomendamos a todas las madres vivas y difuntas. Los días lunes 9, miércoles 11, jueves 12 y viernes 13 de mayo, recibí en mi despacho la visita de sacerdotes, religiosas, personas de movimientos eclesiales y personas particulares que con tanta bondad nos visitan para tratar algún problema pastoral o algún asunto personal, pero es siempre muy gratificante recibirles.

Concelebró conmigo el señor Obispo de Chalatenango, Mons. Luis Morao, Monseñor Gregorio Rosa Chávez, los Padres Rectores de los 5 seminarios de nuestro país y otros sacerdotes amigos de los seminarios; participaron casi 400 seminaristas y algunas personas laicas. La homilía la compartimos con el señor Obispo de Chalatenango, este servidor introduce y Monseñor Morao concluyó la predicación. Fue una gran celebración con todos los Seminarios de El Salvador.

El templo colonial de Tonacatepeque, se vio embellecido aún más con la presencia de tantas personas. Tanto los confirmados como todas las demás personas participaron con mucha fe y devoción en la celebración, que fue también transmitida por la televisión. Felicito esa querida parroquia por su gran fe. Queridos hermanos en Cristo, les comparto algunas ideas sobre la Liturgia de la Palabra de la Santa Misa de este domingo, Solemnidad de la Santísima Trinidad. Este domingo, la Iglesia celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad. La Liturgia del día no pretende explicar en qué consiste el misterio de la Trinidad, sino recordar que Dios es un Dios que se ha manifestado a nosotros en la historia. Se ha manifestado actuando en favor nuestro, aun desde antes que la humanidad hubiese sido creada. Es por ello, que las Lecturas de este día nos presentan el protagonismo de las tres divinas Personas tanto en la obra de la creación como en la obra de la salvación.

El miércoles por la tarde, fui a la Parroquia Beato Monseñor Romero, Obispo y Mártir, para presidir la celebración eucarística de las 6:00 p.m., conmemorando el 39 aniversario de fallecimiento En el Evangelio de San Juan, del Pbro. Alfonso Navarro y el El señor Arzobispo, Mons. José Luis Escobar Alas, otorga el sacramento Jesús explica a sus discípulos la joven Luis Torres, organizada de la Confirmación en la Parroquia San Nicolás Obispo, de Tonacatepeque acción del Espíritu en favor de por, la Asociación de Exalumnos de San José de la Montaña (ADEXAJOM). El sábado 14, hicimos la Visita Pastoral la obra de la salvación: El me dará gloria Concelebraron conmigo un buen número de a la Parroquia Nuestra Señora de la Paz porque recibirá de lo mío y se lo explicará sacerdotes, estaban presentes los familiares del en Ilopango. Acompañado del Rvdo. Padre a ustedes. Todo lo que tiene el Padre es mío, Padre Navarro y una gran cantidad de fieles. Fue Cristóbal Cruz, secretario de visitas, llegamos por eso les dije que recibirá de lo mío y se lo una celebración muy hermosa de mucha fe y con a las 9:00 a.m. a la parroquia, en donde nos explicará a ustedes. Tras la ascensión del Señor, gran participación. En la homilía hice alusión esperaba el señor Párroco, Rvdo. Padre la humanidad no quedó sola. Fue enviado el a la bella homilía de Monseñor Romero, en la Francisco Javier Morán Martínez, y un Espíritu Santo para guiar al mundo hasta la Misa de funeral del Padre Navarro y aproveché numeroso grupo de feligreses, en un ambiente verdad plena, convenciéndole de un pecado: la ocasión para hacer un público reconocimiento muy eclesial. Fue un día de intensa actividad, que no han creído en mí; una justicia: que a los inmensos méritos de nuestros mártires. pero a la vez de mucha satisfacción. Felicitamos yo voy al Padre y no me verán más; y una El viernes 13 por la mañana, en el Salón esa querida parroquia por la gran labor pastoral sentencia: que el príncipe de este mundo ya ha sido condenado. La obra de la salvación, pues, Sacerdotal de este Arzobispado participé en y le encomendamos al Señor. la reunión quincenal de sacerdotes jóvenes, El domingo 15, invitado por el señor Párroco, ha sido posible, gracias al protagonismo de las de 0 a 5 años de ordenados. Gracias a Dios Rvdo. Víctor Manuel Leiva, visité la Parroquia tres divinas Personas. En la Segunda Lectura, tenemos un buen número de más de veinte San Nicolás Obispo, de Tonacatepeque, para San Pablo, en la Carta a los Romanos, termina de sacerdotes jóvenes. Damos las gracias al impartir el Sacramento de la Confirmación confirmar esto cuando explica que: estamos en Rvdo. Padre Héctor Figueroa Pacheco que de un numeroso grupo de 210 jóvenes que paz con Dios, por medio de Jesucristo Señor… está al cuidado de este grupo de sacerdotes. previamente se habían preparado por un año y la esperanza no quedará defraudada, A las 5:00 de la tarde, en la Parroquia San para recibirlo. La santa Misa de las 10:00 a.m. porque el amor de Dios ha sido derramado en José de la Montaña, presidí la santa Misa fue una celebración muy linda, concelebró nuestro corazón por el don del Espíritu Santo. del Encuentro Nacional de Seminaristas. conmigo el Rvdo. Padre Víctor Manuel Leiva. (pasa a la página 3)


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Veneración de la imagen de Nuestra Señora de Fátima en el Cerro de las Pavas, Cojutepeque

En muchas partes del mundo, las apariciones de la Santísima Virgen en las colinas de Cova de Iría, Portugal (1917) se conmemoran cada 13 de mayo, cuando ocurre su primera aparición.

durante todo el mes, principalmente en el Santuario de Fátima, en el Cerro de las Pavas, Cojutepeque; en Los Planes de Renderos, y en parroquias como Nuestra Señora de Fátima, de colonia La Rábida.

En nuestro país las celebraciones se extienden

A esta última el Pbro. Samuel Rivera, párroco, tuvo a bien invitar al Padre Leocadio Morales García, de la diócesis de Santa Ana, para presidir la Misa patronal. Previo a la Eucaristía se realizó una procesión acompañada con velas y una quema de pólvora. Padre Leocadio Morales preside la Santa Eucaristía en Parroquia Nuestra Señora de Fátima, de La Rábida

en su obra creadora como en su obra de salvación.

(viene de la página 2) Jesús nos reconcilió con el Padre, el Padre a cambio, derramó su amor en nuestro corazón por obra del Espíritu. La intervención de las tres divinas Personas es un hecho. La acción trinitaria, sin embargo, tiene su prefiguración en el pasado. En la Primera Lectura tomada del Antiguo Testamento, se habla sobre la creación cósmica. El autor de Proverbios nos explica que no sólo intervino Dios, sino la Sabiduría: en un tiempo remotísimo, antes de comenzar la tierra, allí estaba yo... yo estaba junto a él, yo era su encanto cotidiano... gozaba con los hijos de los hombres. Lo más grande de Dios con su obra de la creación es lo que expresa el salmista: Dios hizo partícipe de su obra creadora al ser humano: Lo hiciste apenas inferior a un dios, lo coronaste de gloria y esplendor, le diste poder sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste bajo sus pies. Desde el principio, Dios se ha manifestado actuando en favor nuestro; preocupándose por nosotros y dignificándonos como sus hijos tanto

DIRECTORIO

Pbro. Simeón Reyes DIRECTOR

Oración para pedir favores por la intercesión de MONSEÑOR ROMERO Oh Dios Padre Misericordioso: que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz; y la acción del Espíritu Santo concediste al Beato Oscar Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados. Haz Señor, que yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo y dígnate glorificar a tu Beato Oscar Romero y concédeme, por su intercesión, el favor que te pido… Así sea. (Si recibe el favor solicitado, repórtelo por escrito a la Oficina de Canonización de Monseñor Romero en el Arzobispado de San Salvador)

STER

ORACIÓN DE

Fiesta de Nuestra Señora de Fátima

E

para tiempos de violencia

Oh Dios, que dominas todo, oye el clamor de los desesperados: Líbranos del poder de los malvados y líbrame a mí del miedo. Amén. (Ester 14,19)

Conociendo el actuar trinitario de Dios, como hijas e hijos que somos de Él, no podemos desatendernos ni de su obra creadora ni de la salvación. El día domingo debe servirnos para conmemorar la obra creadora de Dios: amando al cosmos; y, la obra salvadora: asistiendo al banquete Eucarístico al que somos invitados. Por último, el amor y la bendición trinitaria están con nosotros siempre, aunque a veces se nos hace imperceptible. Recordamos la Trinidad en cada momento de nuestras vidas: al rezar el Credo, al decir el gloria, al signarnos personalmente o al ser signados por el ministro al dar los sacramentos. Somos pues completamente trinitarios: en Dios vivimos, nos movemos y existimos. Caminamos en nuestra vida hacia el Padre por el Hijo en el Espíritu Santo. Caminemos en nuestra historia con la confianza puesta en la Trinidad, sobre todo, seguros de que Él ha actuado, sigue actuando y seguirá actuando en nuestro favor porque Él es: Dios-con-nosotros.

Dios Padre nuestro, que, con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia, y podamos vivir en paz y progreso constante. Por Jesucristo nuestro Señor.

† Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador

Pbro. Carlos Chavarría SUBDIRECTOR

Roger Herrera EDITOR EN JEFE

Amén.

Efraín Caravantes

Roger Herrera

CORRECCIÓN Y DISEÑO

DISEÑO DE PORTADA


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ditorial “En adelante se le llame Beato…” padre de los pobres, que su prioridad fue el anuncio del Evangelio buscando siempre la salvación integral de la persona, acogiendo, sobre todo, a aquellos que el Evangelio llama “los más pequeños”. Por último, dice el Papa, Mons. Romero fue Testigo heroico del Reino de Dios, pero no cualquier reino, sino que el Reino de Justicia, fraternidad y paz, es decir, por ser mártir de la fe.

El 23 de mayo celebraremos el primer aniversario de la Beatificación de Mons. Oscar Romero, Obispo y Mártir. Esta gracia concedida por Dios a través de la Iglesia fue recibida hace un año con mucho entusiasmo en la Iglesia de El Salvador. Como dice la Proclamación Apostólica del Papa Francisco en adelante se le llame Beato, es algo que llenó de mucha alegría al Pueblo de Dios que peregrina por estas tierras.

Si entendemos cuales son las razones por las cuales la Iglesia proclamó Beato a Mons. Oscar Romero, entonces podremos ir sin prejuicios profundizando en su enseñanza y en su vida, pero no solo eso, sino que se convertirá en motivación para no acomodarnos a los criterios del mundo y estar en un estado permanente de conversión. Hacer del Beato Oscar Romero el modelo a seguir en la Iglesia de El Salvador, un año después de su beatificación, sigue siendo un anhelo; pero no nos debe desanimarnos, al contrario, esta situación debe convertirse en una motivación para irnos identificando con el corazón de Mons. Romero; el cual, que se identifica con el Corazón de Cristo.

Pero con el pasar de los días y de los meses, el entusiasmo del primer momento fue decayendo, hasta el punto que a estas alturas la vida y el ejemplo del Beato Oscar Romero ha caído en un letargo en la conciencia de los fieles. La vida del Beato que tenía que ser un acicate para nuestra conversión, en muchos corazones solo es un tenue recuerdo de una fiesta que sucedió hace un año, pero que no ha tenido mayor repercusión en la vida cotidiana. Esto me hace pensar que todavía no hemos entendido la razón porque la Iglesia beatificó a Mons. Oscar Romero. Al releer la Proclamación Apostólica encontramos de forma sintética cuáles fueron los motivos para declararlo Santo. En primer lugar afirma que el Beato Oscar Romero fue un pastor según el corazón de Cristo, es decir, un corazón que ama a su pueblo hasta el extremo de dar la vida por él. Además, afirma el documento papal que fue Evangelizador y

El 23 de mayo celebraremos un año de la Beatificación de Nuestro Obispo Mártir. No se nos olvide que esta gracia se nos fue dada para que demos frutos de fe, justicia, paz y verdad. En adelante llámesele Beato Oscar Arnulfo Romero.

Por Pbro. Carlos Chavarría, Subdirector de Semanario Orientación

En el mes de María El amor hecho madre se llama María: “vida, dulzura y esperanza nuestra”. La dimensión suya, el tamaño de su poder de intercesión y el largo Sigfrido Munés de su brazo protector tioziggi@hotmail.com no son inventos de los católicos, sino obra de Dios para manifestarnos a través de ella su inagotable amor y su generosidad sin límites. En la vida encontramos las oportunidades para ser felices aquí en la tierra y le agradezco al Señor que me haya permitido visitar lugares

consagrados por la presencia de la Virgen, quien prefirió hablar con los infantes iluminados por su inocencia en Portugal y, aquí cerca, con el humilde San Juan Diego, imagen de los primitivos dueños de las tierras de América. Me refiero a Fátima y al Tepeyac, dos sitios donde se siente el calor maternal de María. La emoción experimentada en esos dos sitios privilegiados del planeta azul, en mi caso, solamente es comparable con la vivida al visitar los sitios sagrados de la Tierra Santa, entre ellos Nazaret y Belén, donde María formó hogar con el casto José y el Padre quiso que naciera Jesús. Invocar a María cada día, llamarla por su nombre y pedirle su ayuda con profunda fe son

A nuestros lectores P

tesoros reservados para los fieles de la única Iglesia fundada por su hijo, Jesucristo, el Divino Salvador. Hijo y Madre nos ayudarán para salir de este momento tan doloroso que vive nuestra patria, desangrada por la pérdida de tantas vidas prometedoras de jóvenes que mueren o se ven obligados a alejarse de su suelo natal y de los afectos que les han conformado personalidad y carácter. Hay que orar y echarle ganas con el Santo Rosario. “Y hagan como Él les ha dicho” (María en las bodas de Caná). En Dios confiamos.

Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:

2298-6268 o 7737-3760, y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col. Escalón, S.S.

F

arroquias arroq quoias enal correo iestaelectrónico: bien

orientacion@navegante. com.sv


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violencia no puede dilatarse por más tiempo ni puede relegarse a un pequeño grupo de la sociedad como usualmente hacemos al descargar nuestras responsabilidades de limpieza de la ciudad o el cuido de la naturaleza alegando que son los gobiernos municipales los encargados de limpiar o velar por el ornato. 147. Junto a la esperanza debe ir –en este año Jubilar– la misericordia. Ella nos ayudará a superar las raíces que provocan la violencia –y la exclusión social– como explica el Papa Francisco en la Bula Misericordiae Vultus: será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza (15). Un modo de descubrir ese mundo de exclusión social que existe en nuestro país empujando a una parte de la población al uso de la violencia. La misericordia –esperamos– será la forma de escuchar el clamor de Dios en los pobres. Si nosotros atendemos ese llamado evitaremos que más personas se sumen a los grupos delincuenciales dentro de los cuales esperan encontrar el reconocimiento que la sociedad les niega. No pretendo con esto victimizar a los delincuentes. Se trata por un lado, de reconocer que hay una situación social, económica y política que les ha empujado a caer en una estructura delictiva. Por otro lado, en algunas de las personas caídas en las estructuras delictivas hay un vacío de Dios lo cual provoca iniquidad en sus corazones. Frente a esto, mencionaba en otros numerales que la lucha contra la exclusión como causa de la violencia, implicará batallar contra las causas que la provocan. Propongo dos modelos o paradigmas a seguir en nuestra vida personal, familiar, comunitaria y social para ir superando desde los patrones de violencia introyectados en nuestro ser, hasta patrones de violencia a los cuales estamos expuestos en nuestro diario vivir. Modelos que nos ayudarán a volver la espada de la violencia a su sitio. Como cristianas y cristianos demos testimonio de que es posible vivir en fraternidad –como hijos e hijas de Dios, hermanas y hermanos en Dios –sin ningún tipo de violencia. I. Jesús-Eucaristía: Plenitud de fraternidad 148. La Eucaristía es considerada en nuestra Iglesia como centro y cima de los sacramentos (AG 9), y por ello, fuente y cumbre de toda la vida cristiana (LG 11). El misterio de este sacramento es, ser fuente de riqueza inagotable donde la humanidad alcanza la comunión con Dios y se unifica en un solo pueblo en torno a la mesa del banquete. Desde mi sacerdocio, antes de ser nombrado inmerecidamente Obispo, consideraba, como hoy, que la Eucaristía es la celebración plena de nuestra Iglesia –colocando ambas especies en mi escudo el día de mi consagración episcopal –en la que el sacerdote se convierte en otro Cristo, invitando al pueblo a la plenitud de la fraternidad. No dudo que la Eucaristía es un misterio que puede ayudarnos a superar las divisiones, egoísmos, envidias, resentimientos, deseos de venganza, soberbia, idolatría al dinero si comprendemos lo que su misterio inefable significa. Trataré de explicar brevemente por qué pienso de esta manera y por qué creo que la celebración de este sacramento puede ser el modelo de vida más grande a nuestra disposición para alcanzar la paz de nuestro país. La Eucaristía: Una invitación para todas y todos 149. El sacramento de la Eucaristía es una celebración a la cual somos invitados a participar todas y todos los que nos llamamos miembros de la Iglesia, incorporados por el sacramento del bautismo a su seno. Jesús nos dio ejemplo de esto la noche en que celebró junto a sus discípulos la Pascua. 150. Los evangelistas relatan que Jesús envió a sus discípulos, el día de los Ázimos, a preparar la Pascua (Mt 26, 17-19; Mc 14, 12-16; Lc 22, 7-13). Cuando llegó la hora, se sentó a la mesa con los doce. Ninguno de los autores de los Evangelios menciona que Jesús haya pedido la exclusión de Judas Iscariote a la celebración, aun cuando no dejaron de relatar algunos pasajes donde Judas murmura y vende a su Maestro, desde antes de que estos se ocuparan de los preparativos de la Pascua. El primero es la unción de Jesús en Betania (Jn 12, 1-11). San Juan, al igual que los otros evangelistas, relata que María ungió los pies de Jesús con una libra de perfume de nardo puro, enfatizando que era muy caro. El Iscariote molesto o envidioso de este gesto para con su Maestro, murmuró unas palabras de resentimiento: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres? A lo que San Juan añade: No decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. Es decir, Judas, el Iscariote, no tenía su corazón puesto en Dios sino en el dinero.

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116. Lo mencionado por la Gaudium et Spes, nos indica claramente una lucha directa, Cuadernillo contra las posibles raíces de la violencia en nuestro país mencionadas en los n. 4762 de 5 la presente carta; es decir, la exclusión social, el individualismo, la idolatría del dinero o y la impunidad. Es luchar contra aquello que atenta contra el bien común; así como luchar contra la tentación de la violencia (PP, 30), cuyas raíces, en palabras de nuestro recordado Sumo Pontífice Pablo VI (a pesar de que varios años han transcurrido y la situación mundial ha cambiado), radican en la falta de toda posibilidad de promoción cultural y de participación en la vida social y política (PP 30). No basta con afirmar que hay más pobres o que la delincuencia va en aumento. Hay que crear nuevas fuentes de trabajo y luchar decididamente contra las raíces que provocan la violencia. Es un trabajo para todas y todos los habitantes del país que no puede relegarse a un grupo exclusivamente descargando sobre ellos nuestra propia responsabilidad.

C. Magisterio Latinoamericano

117. Los Obispos del CELAM en Latinoamérica en los sínodos celebrados en Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida, han expresado sabias palabras contra la violencia y han señalado medios para superarla, puesto que nuestra región se ha caracterizado, como analicé al inicio por ser víctima de la violencia ya sea por parte de naciones externas, elites sociales; o, en los últimos años, por parte de grupos delincuenciales. 1) Medellín

118. En 1968, los obispos de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (CELAM) reunidos en Medellín reconocieron que la violencia era uno de los problemas más graves que se planteaban en América Latina (cf. 2, 15). El origen de esa violencia nacía, en su opinión, de su forma de estructuración económica que había permitido la depauperización de grandes mayorías: Si “el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”, el subdesarrollo latinoamericano, con características propias en los diversos países, es una injusta situación promotora de tensiones que conspiran contra la paz (2, 1). Precisamente, el subdesarrollo impedía la inclusión social y política de los más desfavorecidos. Problemática que requería de una justa distribución de las riquezas para ser resuelto.

119. Ninguno de los obispos consideró –aunque muchos así lo quisieron ver– que la violencia fuera el camino viable para solucionar el subdesarrollo. Advirtieron a las clases dirigentes de cada país tanto como al pueblo cristiano, tentado por la miseria a recurrir a ella, que: la violencia no es ni cristiana ni evangélica. El cristiano es pacífico y no se ruboriza de ello. No es simplemente pacifista, porque es capaz de combatir. Pero prefiere la paz a la guerra. Sabe que “los cambios bruscos o violentos de las estructuras serían falaces, ineficaces en sí mismos y no conformes ciertamente a la dignidad del pueblo, la cual reclama que las transformaciones necesarias se realicen desde dentro, es decir, mediante una conveniente toma de conciencia, una adecuada preparación y esa efectiva participación de todos, que la ignorancia y las condiciones de vida, a veces infrahumanas, impiden hoy que sea asegurada” (2, 15). Desafortunadamente, ni los líderes políticos ni los dueños del capital cedieron, en el momento adecuado, a diseñar e implementar planes donde la equidad social fuera lo primordial; precipitando a sus países a la guerra civil que enfrentó a hermanos contra hermanos.

120. La situación desesperante de los pobres de la región hacía indispensable la práctica de la justicia como condición ineludible para la paz (2, 16). Justicia sustituida por la injusticia cuyo fruto de iniquidad: la violencia institucionalizada fue denunciado por los Obispos ahí reunidos, no con el fin de ofender a las clases sociales políticas sino para animarles a iniciar, lo que ellos llamaron, la promoción de la paz: América Latina se encuentra, en muchas partes, en una situación de injusticia que puede llamarse de violencia institucionalizada cuando, por defecto de las estructuras de la empresa industrial y agrícola, de la economía nacional e internacional, de la vida cultural y política, “poblaciones enteras faltas de lo necesario, viven en una tal dependencia que les impide toda iniciativa y responsabilidad, lo mismo que toda posibilidad de promoción cultural y de participación en la vida social y política”, violándose así derechos fundamentales. Tal situación exige transformaciones globales, audaces, urgentes y profundamente renovadoras. No debe, pues, extrañarnos que nazca en

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124. Lo paradójico es que las personas usualmente afirman amar a Dios, a quien no ven, pero no

123. Con dolor, comprobaron que parte del origen de esa violencia era debida, no sólo a factores extrínsecos –como la opresión, represión, tortura, secuestros, genocidios, etc., –que la impelían, sino a factores intrínsecos; es decir, la maldad del corazón que ya explicaban a sus contemporáneos hombres como San Pablo, Santiago o Santo Tomás de Aquino, entre otros que he citado anteriormente: «Debemos decir y reafirmar que la violencia no es ni cristiana ni evangélica y que los cambios bruscos y violentos de las estructuras serán engañosos, ineficaces en sí mismos y ciertamente no conformes con la dignidad del pueblo» (Pablo VI, Discurso en Bogotá, 23.8.68). En efecto, «la Iglesia es consciente de que las mejores estructuras y los sistemas más idealizados se convierten pronto en inhumanos si las inclinaciones del hombre no son saneadas, si no hay conversión de corazón y de mente por parte de quienes viven en esas estructuras o las rigen» (534). No debemos objetivar el pecado echando nuestra culpa a factores externos cuando el origen de las discordias está en nuestro corazón donde suele suplantarse a Dios por fetiches atractivos al mundo: poder, honor y riqueza. Es perentorio acabar con esas semillas del mal que nacen del corazón engendrando discordias y violencia como lo advirtieron los Padres en Puebla.

122. Celebrada la Tercera Conferencia Episcopal en 1979 en Puebla, los Obispos evidenciaron el inicio de levantamientos armados e ideologizados en algunos países de la región invitando al Pueblo de Dios a reflexionar sobre la peligrosidad de recurrir a la violencia: La violencia engendra inexorablemente nuevas formas de opresión y esclavitud, de ordinario más graves que aquéllas de las que se pretende liberar. Pero, sobre todo, es un atentado contra la vida que sólo depende del Creador. Debemos recalcar también que cuando una ideología apela a la violencia, reconoce con ello su propia insuficiencia y debilidad (532). Este clamor no fue escuchado. Dos años después, la guerra civil estalló en nuestro país.

2) Puebla

121. En la actualidad, debemos revisar las estructuras económicas, políticas, sociales y culturales de nuestro país esforzándonos por descubrir si las condiciones que un día permitieron el aparecimiento y establecimiento de la violencia institucionalizada perviven. El tiempo ha pasado y cambios positivos se han operado, especialmente, desde los Acuerdos de Paz; sin embargo, falta un largo camino por andar. Injusticias como la exclusión, la marginación y la inequidad social parecieran que poco a poco van en aumento junto a la tentación por recurrir al uso de la violencia. Hagamos nuestras las palabras de los Obispos al comprometerse en la promoción de la paz: “seremos capaces de comprender sus angustias y transformarlas no en cólera y violencia, sino en la energía fuerte y pacífica de obras constructivas” (2, 19), obras que edifiquen un nuevo El Salvador.

América Latina “la tentación de la violencia”. No hay que abusar de la paciencia de un pueblo que soporta durante años una condición que difícilmente aceptarían quienes tienen una mayor conciencia de los derechos humanos. Ante una situación que atenta tan gravemente contra la dignidad del hombre y por lo tanto contra la paz, nos dirigimos, como pastores, a todos los miembros del pueblo cristiano para que asuman su grave responsabilidad en la promoción de la paz en América Latina (2, 16). Invitaron a todos a trabajar por la paz. La invitación sigue resonando en el tiempo, especialmente para nosotros las y los salvadoreños que enfrentamos un nuevo tipo de violencia. Incluyámonos a planes y proyectos encaminados a erradicar la violencia. Evitemos criticar a quienes se suman con agrado a esta labor. Creo que si no trabajamos por la justicia y la paz tampoco nos es permitido decir: ¡Yo no provoco violencia! ¡A nadie he matado! Recordemos que los Obispos en Medellín explicaron que: Son, también, responsables de la injusticia todos los que no actúan en favor de la justicia con los medios de que disponen, y permanecen pasivos por temor a los sacrificios y a los riesgos personales que implica toda acción audaz y verdaderamente eficaz. La justicia y, consiguientemente, la paz se conquistan por una acción dinámica de concientización y de organización de los sectores populares, capaz de urgir a los poderes públicos, muchas veces impotentes en sus proyectos sociales sin el apoyo popular (2, 18). Unidad y concordia son necesarios para superar la violencia en nuestra tierra. ¡División y discordia deben ser desechados!

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Tomado de los Ejercicios de San Ignacio de Loyola. Pablo VI, Exhortación Apostólica al Episcopado, al Clero y a los Fieles de todo el mundo. Sobre la Reconciliación dentro de la Iglesia, p. 10.

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146. Tener esperanza no equivale a sumirnos en un mundo ficticio o virtual como el que proponen algunos juegos de ficción. Es situarnos en nuestro tiempo y realidad social y con fe puesta en Dios encontrar caminos de solución a una realidad a la cual no podemos cerrar nuestros ojos. El trabajo debe empezar en nuestro interior mientras paralelamente trabajamos por la paz de nuestra familia, comunidad y país. El Papa Pablo VI recomendaba en una exhortación apostólica: Comienza, pues, la paz por ti mismo, para que, cuando seas pacifico, lleves la paz a los demás68. El trabajo contra la

145. Siendo la última parte de esta Carta deseo hacer un llamado a todas y todos los salvadoreños a ser promotores y constructores de paz en un clima de esperanza y misericordia cristianas. El Papa Francisco nos recordaba el 14 de diciembre del año pasado que Dios: nos quiere mujeres y hombres de esperanza, también en medio de problemas. La esperanza abre horizontes, la esperanza es libre, no es esclava, siempre encuentra un lugar para arreglar una situación (Misa en Santa Marta). Entiendo que la situación de violencia es dolorosa; provoca innumerables victimas diariamente dejando familias sumidas en el dolor. El camino parece insalvable; pero no podemos caer en desánimo como informan los resultados del IUDOP este enero de 2016. Estamos invitados a ser mujeres y hombres de esperanza posibilitando en nosotros una capacidad creativa para encontrar soluciones viables al flagelo que nos lastima.

VUELVE TU ESPADA A SU SITIO

TERCERA PARTE

144. Finalmente: Unámonos todas y todos contra la violencia. No podemos decir que no colaboramos con ella porque todos producimos, en cierto grado, violencia ya sea a nivel personal, familiar, comunitario, nacional o cósmicamente.

143. Quinto: La lucha contra la violencia es sinónimo de lucha contra las causas primarias que la provocan: la exclusión social, la idolatría del dinero, la impunidad y el individualismo. Pero, aquí me es indispensable detenerme para explicar a ustedes un punto que considero puede provocar controversia. En la primera parte he colocado como causa primaria de la violencia, el problema de la exclusión social. Subrayo: Causa de la violencia. Las causas de la exclusión social no las he tratado en esta Carta porque el tema, tan extenso de por sí, que se prestaría para la elaboración de otra carta. Sin embargo, me arriesgaría a pensar que las causas de la exclusión social son fundamentalmente –en palabras de San Ignacio de Loyola67– los tres escalones que el caudillo de Babilonia invita a sus seguidores a ascender: el de las riquezas, el del honor y el de la soberbia; tres escalones que en resumen del Santo de Loyola, inducen a la comisión de todos los otros vicios. Escalones que el Beato Mons. Romero resumió en varias de sus homilías y cartas, como la adoración a Mammón. No es necesario dar mayores explicaciones para comprender que la lucha contra la exclusión social equivaldrá a una lucha por descender los escalones de pecado; ascendiendo en su lugar, los tres escalones que nuestro Buen Pastor: Jesucristo nos llama a subir: pobreza, humildad y menosprecio contra los privilegios del mundo. O en otros términos: acabar con la exclusión requiere el abandono del fetichismo por el dinero y el poder perseguidos-alcanzados a través de la dimensión política y económica. Acabar con esto es finalizar no solo con la exclusión –ergo la violencia– sino con otros problemas que aquejan a nuestro país.

dado que, las nuevas generaciones continuarán aprendiendo y aprehendiendo la cultura de violencia que nos ha caracterizado desde antaño. No podemos permitir que ellos y ellas reproduzcan antiguos patrones de muerte, ahora que sabemos, el dolor que genera este flagelo terrible que a diario nos azota.

Veo en la ciudad violencia y discordia


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aman a su prójimo a quien sí ven (cf. 1 Jn 4, 20). Los Obispos en Puebla dedicaron ocho numerales mencionando y describiendo los rostros sufrientes de América Latina. Rostros producidos e ignorados por los sistemas políticos, económicos y sociales de aquel momento: rostros de niños, golpeados por la pobreza desde antes de nacer; rostros de jóvenes, desorientados por no encontrar su lugar en la sociedad; frustrados; rostros de indígenas y con frecuencia de afroamericanos; rostros de campesinos, que como grupo social viven relegados en casi todo nuestro continente; rostros de obreros frecuentemente mal retribuidos y con dificultades para organizarse y defender sus derechos; rostros de subempleados y desempleados, despedidos por las duras exigencias de crisis económicas; rostros de marginados y hacinados urbanos; rostros de ancianos (cf. 32-39). Rostros que debieron de haber puesto en acción a los gobiernos, a los dueños del capital en lugar de haberse sumido en luchas civiles que contrariaban el bien común creando en la sociedad un mar de discordias que culminaron en dolor y muerte.

125. Lo descrito por los obispos en Puebla con respecto a la conversión del corazón sigue siendo una recomendación válida para nuestro tiempo. Esto vuelve necesario el trabajo solidario para construir y edificar estructuras e instituciones al servicio de la pedagogía de la vida; pero, también se vuelve necesario la conversión de esos corazones heridos por el pecado. A esto se suma la necesidad de que también nosotros examinemos nuestra conducta. Hemos introyectado en nuestra mente ciertos patrones de violencia, aunque no nos damos cuenta, acostumbrados como estamos a recurrir al uso de ella en cualquier circunstancia: personal, familiar, comunitaria, ciudadana y religiosa. Llevemos en nuestro corazón, por su gran actualidad, la recomendación de los Padres Conciliares: dada la fragilidad de la voluntad humana, herida por el pecado, el cuidado por la paz reclama de cada uno constante dominio de sí mismo y vigilancia por parte de la autoridad legítima (GS 78). Es difícil lo sé, especialmente para quienes están acostumbrados a esos patrones, pero el Señor prometió: ¡Te basta mi gracia! (2 Cor 12, 9). 3) Santo Domingo

126. La Cuarta Conferencia Episcopal celebrada en Santo Domingo, no habló mucho sobre la violencia; más no olvidó mencionar la lista de rostros sufrientes ampliada por los sistemas políticos y económicos contrarios, muchas veces, al bien común: rostros desfigurados por el hambre, consecuencia de la inflación, de la deuda externa y de injusticias sociales; los rostros desilusionados por los políticos, que prometen pero no cumplen; los rostros humillados a causa de su propia cultura, que no es respetada y es incluso despreciada; los rostros aterrorizados por la violencia diaria e indiscriminada; los rostros angustiados de los menores abandonados que caminan por nuestras calles y duermen bajo nuestros puentes; los rostros sufridos de las mujeres humilladas y postergadas; los rostros cansados de los migrantes, que no encuentran digna acogida; los rostros envejecidos por el tiempo y el trabajo de los que no tienen lo mínimo para sobrevivir dignamente (cf. 178). Rostros que no podían dejar de llamar al corazón a la conversión, abandonando la iniquidad que el amor a las riquezas o al poder producían en los grupos más acomodados. Rostros que debían invitar a políticos y dueños del capital a terminar con las estructuras y políticas sociales que permitían, la exclusión social. Exclusión que fue poco a poco, trascendiendo al cosmos. Ni las plantas ni los animales encuentran, ahora, lugar en el continente debido a la visión mercantilista que la tierra fue adquiriendo, en aquellos años, sin considerar que la tierra es un don de Dios para la humanidad.

127. Tampoco, Santo Domingo denunció las pérdidas humanas que la sociedad civil y la Iglesia – sometida a una persecución sin nombre– experimentó a raíz de la violencia, pero si denunció los sistemas económicos cuyas estructuras pecaminosas socavaban; y siguen socavando, la brecha entre pobres y ricos: La política de corte neoliberal que predomina hoy en América Latina y el Caribe profundiza aún más las consecuencias negativas de estos mecanismos. Al desregular indiscriminadamente el mercado, eliminarse partes importantes de la legislación laboral y despedirse trabajadores, al reducirse los gastos sociales que protegían a las familias de trabajadores, se han ahondado aún más las distancias en la sociedad (179).

128. Preguntémonos, si en la actualidad no estaremos pecando de fomentar políticas neoliberales que tienden a excluir a una parte de la población. Debemos ser cuidadosos de no quedar cegados

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y de la inseguridad ciudadana. Los ancianos y la situación inhumana en que vive la gran mayoría de los presos, que también necesitan de nuestra presencia solidaria y de nuestra ayuda fraterna (cf. 65). 136. Innumerable lista que ha surgido como los Obispos muy bien reconocen, no sólo por la opresión o explotación que se dio en el siglo XX sino también por el nuevo fenómeno, que no puedo dejar de recordarles a ustedes mis hermanas y hermanos queridos, está ocurriendo en nuestro país: la exclusión social con la que: ya no se está abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente “explotados” sino “sobrantes” y “desechables” (65). Un día seremos juzgados en el amor y escucharemos las palabras que entristecido nos dirigirá nuestro manso Pastor: les aseguro que lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me lo hicieron a mí (Mt 25, 45). Lo más importante para Dios es el amor al prójimo que debe equivaler al amor que sentimos por nosotros mismos (cf. Lc 22, 39). 137. Por último, denunciaron una multiplicidad de causas de la violencia que sólo mencionaré someramente por haberlas tratado en la primera parte de esta Carta: la idolatría del dinero, el avance de una ideología individualista y utilitarista, el irrespeto a la dignidad de cada persona, el deterioro del tejido social, la corrupción incluso en las fuerzas del orden, y la falta de políticas públicas de equidad social (78). Solo me resta, pedirles: Unámonos todas y todos trabajando decidida –y creativamente– contra la violencia y sus raíces. d. Algunas consideraciones finales 138. A manera de epílogo señalo algunos aspectos que he dicho sobre la violencia reiteradamente en la primera y segunda parte de la presente Carta. 139. Primero: la violencia en El Salvador tiene un origen que hunde sus raíces en el pasado. Tuvimos una conquista marcada por la violencia; un proceso de colonización eminentemente violento; una sociedad independizada del poder Español que prosiguió con la violencia, legitimándola por medio de un aparato legal; luchas de liberación –en 1832 y 1932– aplastadas violentamente a pesar de yacer tras ellas, intereses del bien común agredidos por una minoría y finalmente, una guerra civil con matices ideológicos que buscaba alcanzar un nivel de equidad justo, una participación social y política para todos, que acabó con el conflicto en una mesa de negociaciones; más no con las raíces que llevaron a la guerra: la verdadera paz –recordémoslo– no es el resultado de la victoria militar, sino algo que implica la superación de las causas de la guerra y la auténtica reconciliación (CA 18). Nuestra historia ha sido una historia marcada por la violencia que no podemos perpetuar por más tiempo; pero junto a esto, nuestra historia ha estado marcada por la existencia de las injusticias que la Gaudium et Spes nos recomienda erradicar de un país. 140. Segundo: Nuestro país necesita ser saneado de las heridas del pasado por medio de una lucha contra la impunidad con dos direcciones cuyo punto de partida deben ser los Acuerdos de Paz. Hacia el pasado: Sería muy bueno realizar juicios históricos, no para condenar a quienes ya están muertos –ni a sus descendientes que están vivos– en sus tumbas, sino para reivindicar a las víctimas y conocer a sus victimarios, en orden a que otros no se sientan animados a cometer las mismas injusticias de aquellos. Quizá esto implique la desmitificación de muchas de nuestras figuras y modelos emblemáticos; pero, será a la vez, el esfuerzo de una nación por caminar en la Verdad porque sólo ella nos hará libres. Hacia el presente: implicará iniciar juicios tanto, contra aquellos que ejecutan los crímenes como contra aquellos que los diseñan. 141. Tercero: La violencia en nuestro país se ha diversificado, fenómeno que no podemos ignorar porque las cifras aumentan diariamente. Cifras que no son producidas sólo por delincuentes sino por otras personas que aprovechan la situación de discordia y violencia para ejecutar sus planes de venganza. Fenómeno que debe animarnos a ponernos en acción de inmediato. 142. Cuarto: Deben crearse más organizaciones que luchen denodadamente contra la pedagogía de la muerte filtrada en todas las instituciones del país, a veces de forma disimulada. En su lugar, deben ayudar a la creación de un pensamiento pacifista que nacerá de una pedagogía de la vida. Es urgente hacerlo;

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Documento de Aparecida, “Mensaje Final”, p. 32.

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132. En el fondo de esta problemática subyace una cultura hedonista que: se caracteriza por la autorreferencia del individuo, que conduce a la indiferencia por el otro, a quien no necesita ni del que tampoco se siente responsable. Se prefiere vivir día a día, sin programas a largo plazo ni apegos personales, familiares y comunitarios. Las relaciones humanas se consideran objetos de consumo,

131. En primer lugar, denunciaron que el bien común es perjudicado por la defensa de intereses personales y egoístas: se verifica una tendencia hacia la afirmación exasperada de derechos individuales y subjetivos. Esta búsqueda es pragmática e inmediatista, sin preocupación por criterios éticos. La afirmación de los derechos individuales y subjetivos, sin un esfuerzo semejante para garantizar los derechos sociales, culturales y solidarios, resulta en perjuicio de la dignidad de todos, especialmente de quienes son más pobres y vulnerables (47). Una defensa de este tipo ha llevado a nuestro país a abrir las puertas a un sistema económico que, en repetidas ocasiones, impide la intervención del Estado con el fin de imponer sus reglas de mercado llegando –si se les permite– a privatizar aquellos recursos que Dios creó para uso común v.g., el agua; trasladan sus impuestos al pobre; evaden al fisco; retardan el pago de sus impuestos; entre otras prácticas que velan por la protección de sus derechos individuales; pero vulneran los derechos de los trabajadores, perjudicando, en consecuencia, el bienestar social. Por otra parte, ha llevado a nuestro país a casi legalizar el aborto; a considerar el retorno a la pena de muerte; a descuidar a los adultos mayores de nuestra familia; a permitir la transmisión de violencia y pornografía a través de los distintos medios de comunicación sin considerar el daño que provocamos en los niños, adolescentes y adultos jóvenes. Finalmente, la idolatría del dinero o el poder ha llevado a nuestro país a una desgarradora violencia donde unos pocos quieren imponer sus ideas y satisfacer sus necesidades a costa de otros.

130. En Aparecida los obispos expresaron su deseo de hacer de este continente un modelo de reconciliación, de justicia y de paz66; afán con el cual denunciaron varios aspectos de nuestras sociedades que siguen empujando a los más desposeídos a la terrible tentación de la violencia y de las cuales quiero señalar algunas.

4) Aparecida

129. De ninguna forma, estoy haciendo con estos comentarios, una invitación a fomentar un gobierno o una sociedad asistencialista que suele conformarse con la entrega ocasional de víveres, juguetes, ropa y otros donativos. La práctica asistencialista no dignifica al ser humano, ni acaba con los rostros sufrientes que cada día se multiplican. Tampoco termina con las raíces de la violencia. En cambio, el trabajo une las voluntades, aproxima los espíritus y funde los corazones; al realizarlo, los hombres descubren que son hermanos (PP 28). El trabajo dignifica a la persona, la empodera, la visibiliza, la hace sentir incluida en la sociedad, la identifica con su Creador y finalmente, con el prójimo. Un Estado asistencialista no hace sentir útil a las personas; a pesar de la ayuda que generosamente provee, además de impedirles la autorrealización. Si queremos verdaderamente anular la violencia, luchemos contra las raíces que la producen distribuyendo equitativamente las riquezas y creando fuentes de trabajo con un salario mínimo real.

por nuestro bienestar, basado en la satisfacción de necesidades que el mercado nos ofrece, pero no por ello, necesidades reales a ser suplidas. O si somos los dueños de empresas, cuidemos de no quedar cegados por el amor al dinero y al poder. Que el amor a ello no impida tomar conciencia que mientras unos dan por satisfechas sus necesidades, otras y otros son empujados al uso de la violencia, como se comprueba diariamente, por carecer de un estado de bienestar social que vele lo suficiente, por sus intereses en la forma que debería. No desestimo los esfuerzos realizados hasta hoy; que son muchos, pero no suficientes. Con esta postura, no pretendo de ningún modo justificar el accionar de los delincuentes ni mucho menos pretendo animar a otros a imitar sus pasos. Lo que deseo de corazón es hacer reflexionar a los líderes políticos, a los líderes religiosos, a los dueños del capital, a las clases altas y medias de no olvidar que esos rostros sufrientes son producto muchas veces de actitudes egocéntricas, que quizá no las practicamos; pero las aprobamos en otros.

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135. En tercer lugar, denunciaron que la lista de rostros sufrientes se ha elevado y diversificado a un número significativo que por espacio me he dado en parafrasear: las comunidades indígenas y afroamericanas; las mujeres, que son excluidas en razón de su sexo, raza o situación socioeconómica; jóvenes, que reciben una educación de baja calidad y no tienen oportunidades de progresar en sus estudios ni de entrar en el mercado del trabajo para desarrollarse y constituir una familia; muchos pobres, desempleados, migrantes, desplazados, campesinos sin tierra; niños y niñas sometidos a la prostitución infantil, ligada muchas veces al turismo sexual; niños víctimas del aborto. Millones de personas y familias viven en la miseria e incluso pasan hambre. También quienes dependen de las drogas, las personas con capacidades diferentes, los portadores y víctimas de enfermedades graves como la malaria, la tuberculosis y VIH - SIDA, que sufren de soledad y se ven excluidos de la convivencia familiar y social. Los secuestrados y los que son víctimas de la violencia, del terrorismo, de conflictos armados

134. Lo anterior no es tener una visión negativa de la realidad ni afirmar que estamos al borde de un final apocalíptico, sino ser realistas con la realidad. La violencia aumenta día a día; el número de pobres también, por tanto, el descontento social puede tener temprano o tarde un escape. Hace muchos años, mis predecesores Monseñor José Alfonso Belloso y Sánchez así como Monseñor Luis Chávez y Gonzales hicieron el mismo llamado. Clamaron por una distribución de las riquezas más equitativa y por una reforma agraria que proporcionara medios de subsistencia a los más pobres de este país. Su llamado fue desatendido y la guerra estalló arrebatando la vida de miles de salvadoreños, salvadoreñas, extranjeros encarnados en nuestro país sin olvidar la vida de dos obispos: el Beato Mons. Oscar Romero y Mons. Roberto Ramos. No imitemos nosotros ese tipo de actitudes contrarias al bien común. No suplantemos a Dios por otros dioses. No permitamos que el individualismo y el egoísmo precipiten a nuestro país en otra guerra, porque si la violencia actual es de por sí muy dolorosa, cuanto no más será una guerra abierta y declarada.

133. En segundo lugar, los Obispos denunciaron, la globalización: Conducida por una tendencia que privilegia el lucro y estimula la competencia, la globalización sigue una dinámica de concentración de poder y de riquezas en manos de pocos, no sólo de los recursos físicos y monetarios, sino sobre todo de la información y de los recursos humanos, lo que produce la exclusión de todos aquellos no suficientemente capacitados e informados, aumentando las desigualdades que marcan tristemente nuestro continente y que mantienen en la pobreza a una multitud de personas (62). Por esta razón, mencionaba la necesidad de que los encargados de la política y la economía de nuestro país sean honestos con la situación de exclusión, inequidad social y desempoderamiento que lleva a buena cantidad de personas a la violencia como último recurso; y promuevan una economía, que aunque vaya a contra pelo con los sistemas económicos actuales –o quizá contra sus intereses al disminuir sus ganancias– permita la inclusión de esas personas, por medio de la creación de más empleos. Sean honestos aceptando que si bien es cierto que la exclusión social privilegia la violencia; es más cierto que el amor por el dinero o el poder provocan la exclusión. Consecuentemente luchando contra esas formas de fetichismo se estaría lidiando contra la exclusión y la violencia de una vez por todas. Quizás, esto requiera que las clases sociales con mayor nivel económico tengan que prescindir de los niveles de ganancia percibidos hasta ahora, quizá, tengan que prescindir de ciertas comodidades que han fomentado; pero, redundará en un bien para la nación: Evitar una posible guerra social.

llevando a relaciones afectivas sin compromiso responsable y definitivo (46). Cultura detrás de la cual se encuentran políticas de mercado luchando por crear falsas necesidades en las personas: La publicidad conduce ilusoriamente a mundos lejanos y maravillosos, donde todo deseo puede ser satisfecho por los productos que tienen un carácter eficaz, efímero y hasta mesiánico. Se legitima que los deseos se vuelvan felicidad. Como sólo se necesita lo inmediato, la felicidad se pretende alcanzar con bienestar económico y satisfacción hedonista (50). En un mundo de este perfil tiende a anularse el tiempo para el otro y la otra. No hay casi tiempo para recordar los rostros sufrientes. No hay tiempo para recordar que mientras nosotros invertimos nuestro dinero en necesidades superfluas otros están excluidos de esas oportunidades. No hay tiempo de pensar en el bien común. Recordemos queridos hermanos y hermanas, que no se hizo al ser humano para la cultura sino la cultura para el ser humano. El ser humano crea la cultura por tanto puede dominarla. No es esclavo de ella.

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El Espíritu Santo injerta la enseñanza de Jesús en nuestro corazón

Antes de saludar a los numerosos fieles presentes en la plaza de San Pedro, Francisco reflexionó sobre “la gran fiesta de Pentecostés”.

“La Liturgia –dijo– nos invita a abrir nuestra mente y nuestro corazón al don del Espíritu Santo, que Jesús prometió varias veces a sus discípulos, el primero y principal don que Él nos ha dado con su Resurrección”.

El Pontífice explicó que Jesús “en el prometer al Espíritu Santo, lo define “otro Paráclito” que significa “Consolador, Abogado, Intercesor”. Es “Aquél que nos asiste en la vida” y ejerce una “función de enseñanza y de memoria”.

“Gracias al Espíritu Santo –aseguró el Obispo de Roma– Amor que une el Padre y el Hijo y de ellos deriva, todos podemos vivir la misma vida de Jesús” porque es Él que “de hecho, nos enseña cada cosa, es decir, la única cosa indispensable: amar como ama Dios”.

Es precisamente el Espíritu Santo –subrayó el Papa– el que nos enseña todo, mantiene viva la enseñanza de Jesús, e “injerta su enseñanza dentro de nuestro corazón, nos ayuda a interiorizarla, haciendo que se transforme en parte de nosotros, carne de nuestra carne”.

También en la Iglesia trepadores destruyen al otro El Papa, en la misa matinal en Santa Marta, dijo que “los trepadores, que con tal de subir alto destruyen al otro”, son una tipología social de la cual la Iglesia no está exenta, tanto es así que todos los grandes santos fueron conscientes de esto. “Y hoy un buen trepador usa sin escrúpulos el arma del chisme, del hablar mal del otro, de ensuciarlo”, reflexionó el Pontífice durante la homilía.

Comentando el Evangelio, el Papa observó: “es lo que ocurrió aquí con los apóstoles, también con la madre de Juan y Jacobo, es una historia que ocurre cada día en la Iglesia, en toda comunidad. (…) ¿Quién comanda? Las ambiciones. En toda comunidad, en las parroquias o en las instituciones, siempre este deseo de ser trepador, de tener el poder”, manifestó. (Cf. Ansalatina.com 17 may 2016)

Obispos peruanos lanzan “Iglesia colombiana en un plan de prevención salida misionaria” contra la trata de personas “Somos iglesia colombiana en salida

misionaria” es el tema del XII Congreso Nacional Misionero de Colombia que se celebrará en Bucaramanga del 26 al 29 de mayo, con el objetivo de “despertar, profundizar y madurar la conciencia y la acción misionera de las Iglesias particulares, para que sus proyectos y procesos de evangelización respondan con generosidad y eficacia a los desafíos de la misión ad gentes”. El congreso está organizado por las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Colombia junto con la Conferencia Episcopal. (Cf. News.va 17 may 2016)

La zona de Qasr al-Yahud, que se extiende alrededor de la orilla occidental del río Jordán, a la altura del sitio que la tradición identifica como el lugar del bautismo de Jesús, se realizará la remoción de minas y otros artefactos que aún se encuentran dispersos, cincuenta años después de la Guerra de los seis días. El área que será limpiada de minas se extiende aproximadamente por 100 hectáreas y es inaccesible desde 1967. El proyecto de remoción de minas se llevará a cabo bajo la supervisión del Ministerio de Defensa de Israel y debe comenzar a finales de 2016.

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Qasr el-Yahud, a pocos kilómetros de la ciudad de Jericó, se encuentra en los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967, justo en la frontera con Jordania. El área cuenta con antiguas iglesias y monasterios que hasta ahora han sido considerados como inseguros debido a las minas. Desde 2011, Israel ha hecho accesible una única ruta directa a un lugar para las ceremonias cristianas, en la orilla del Jordán. El acceso está permitido a los peregrinos hasta ahora bajo la supervisión del ejército israelí que controla la zona. (Cf. News.va 18 may 2016)

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(Cf. Zenit.org 18 may 2016)

Anuncian la remoción de minas alrededor del lugar del bautismo de Jesús

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publicada por la arquidiócesis. Asimismo, indican que los fines del Instituto Internacional son, por un lado, “el estudio y la educación en la custodia de la creación a la luz de la encíclica y de la tradición cristiana”, y por otro, “la promoción de iniciativas de acción para la aplicación de la encíclica, y especialmente en la promoción del desarrollo comunitario y el emprendimiento, sobre todo en el mundo rural, desde las comunidades cristianas”.

Durante la audiencia general el Papa reflexionó sobre una de las parábolas del Evangelio: la del rico Epulón y el pobre Lázaro. El rico, señaló el Papa, sabía que Lázaro estaba fuera esperando ayuda y no lo ayudó: “El rico fue condenado a los tormentos del infierno”, señaló, “no por sus riquezas, sino por no compadecerse del pobre”. “La misericordia de Dios está ligada a nuestra misericordia con los demás”, dijo. “Si no abro las puertas al pobre, esta puerta permanece cerrada también a Dios”. (Cf. Romereports.com 18 may 2016)

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Monseñor Javier Martínez, Arzobispo de Granada,, España, ha erigido, en la fiesta de Nuestra Señora de Fátima, el Instituto Internacional “Laudato Si’” para la custodia de la Creación, vinculado de forma especial al Instituto de Teología “Lumen Gentium” de la arquidiócesis. Este Instituto Internacional, que lleva el nombre de la encíclica del papa Francisco, “se erige para el estudio y la promoción de la creación que transmita, profundice y ponga por obra las indicaciones de la encíclica Laudato Si’”, explica una nota

“Mucha gente finge no ver a los pobres”

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La arquidiócesis de Granada crea el Instituto Internacional Laudato Si’

Audiencia general

EN EL MUNDO

La comisión de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Peruana autorizó el proyecto “Prevención de la trata de personas y tráfico de migrantes en Perú: reforzar las reces sociales para prevenir y asistir a las víctimas, a nivel nacional y en las áreas fronterizas”. Una iniciativa que será realizada en colaboración con la ONG “Progetto Mondo MLAL” (Movimiento Laicos América Latina) y cuyo objetivo es reducir la vulnerabilidad social de las potenciales víctimas de la trata y del tráfico de migrantes en todo el territorio peruano, en particular en las zonas limítrofes. El último informe de la Comisión Parlamentaria señala que Perú es un lugar de origen de tránsito de trata internacional. (Cf. Zenit.org 18 may 2016)

(Cf. News.va 15 may 2016)

VOZ DEL PAPA

“Que el Espíritu Santo dé fuerza a todos los misioneros ad gentes y sostenga la misión de la Iglesia en el mundo entero”, fueron las palabras del Papa al saludar a los numerosos fieles llegados a la plaza de San Pedro para rezar junto a él, en el día de Pentecostés, a la Madre de Dios, recordándoles que ha sido publicado su mensaje para la próxima Jornada Misionera Mundial, que se celebra cada año en el mes de octubre.


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Un domingo como hoy… La Iglesia, comunión de los hombres con Dios – Extracto de la homilía del Beato Mons. Oscar A. Romero. Domingo 5 de junio de 1977 – (...) Venimos de Dios y caminamos hacia Dios. Es el domingo de la Santísima Trinidad. Domingo muy importante, porque viene a decirnos la razón de nuestra esperanza, la explicación de esta alegría íntima que lleva el peregrino de la tierra, sabiendo que viene de Dios, que ha nacido del amor y que camina en la esperanza de un Dios inmutable, eterno, que nos espera con sus brazos abiertos. (…) 1. Dios presente en la Iglesia Así comienza su primer documento magistral el Concilio Vaticano II sobre la Iglesia: “La Iglesia es en el mundo el sacramento”, es decir, la señal y el instrumento para unir íntimamente a los hombres con Dios. (…) En este primer nivel, pues, de la comunión Iglesia, encontramos a un Dios que se hace presente en esta Iglesia. (…) De la verdad divina deriva su predicación en la tierra. De su vida eterna deriva el perdón que se da a los pecadores arrepentidos, la santidad de las almas que crecen hasta las alturas de la contemplación. De Dios deriva toda su fuerza, toda su razón de ser. Y todos nosotros, queridos hermanos católicos, comprendamos que esta es nuestra primera obligación: nuestra relación con Dios. (…) El pecado en todas sus formas es la niebla que se interpone. Alejemos de nosotros toda clase de pecado, y entonces el pueblo de Dios, la Iglesia de Dios, los católicos unidos en comunión con Dios, haremos presente en el mundo la figura santa de Dios. Dios es comunión y la Iglesia participa de esa comunión de Dios.

2. Iglesia, comunión de los bautizados Y este es el segundo nivel, hermanos: es la comunión de los bautizados. Cristo, que nos trajo la verdad y la vida de Dios, fundó una Iglesia. Yo quiero leerles textualmente un párrafo del Concilio –es el número 14 de la Constitución sobre la Iglesia– (…) “A esta sociedad de la Iglesia, fundada por Cristo, están incorporados plenamente quienes, poseyendo el Espíritu de Cristo”, esto es lo primero: poseer el Espíritu de Cristo, es decir, no un cristianismo a nuestro gusto, sino al gusto de Cristo, que fundó la Iglesia, el Espíritu de Cristo. Segundo, “aceptan la totalidad de su organización”. La Iglesia como humana es una organización jerárquica: un Pontífice, centro de toda la Iglesia; un Obispo en cada diócesis; una organización, sacerdotes en cada parroquia. El que acepta esta organización, otra condición, “y aceptan también todos los medios de salvación establecidos en ella y en su cuerpo visible están unidos con Cristo”. (…) Sigue el texto del Concilio, “por los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno y comunión eclesiástica”, aquí están las características de nuestra unidad de fe. (…) El que quiera pertenecer a este pueblo de Dios organizado por Cristo, que se llama la Iglesia Católica, tiene que aceptar estas condiciones, y si no las acepta y si voluntariamente la rechaza, es un cismático, es un destructor de la Iglesia, moralmente un excomulgado por su propia voluntad. Naturalmente, hermanos, que esta comunión a este nivel de bautizados es precisamente como una condición de salvación. Entonces, fíjense bien en esta pregunta: ¿El que no está en esta Iglesia, no

se salvará? No he dicho eso. He dicho que aquel que conoce las condiciones para pertenecer a este pueblo de Dios y voluntariamente las rechaza, está fuera de la salvación. (…) 3. Comunión con el mundo La Iglesia no se identifica con el mundo. Lo dijo Cristo: “Vosotros no sois del mundo, pero estáis en el mundo”, porque la Iglesia se compone de hombres de este mundo, como somos todos los que estamos aquí. Y la Iglesia quiere aprender el lenguaje, la cultura de los pueblos del mundo para poder traducir en ese lenguaje, en ese modo de ser, su mensaje divino, que no se identifica con culturas ni con partidos políticos, ni con sistemas sociales (…). La Iglesia está en un diálogo continuo con el mundo. La Iglesia sufre con los pueblos que sufren. La Iglesia siente las torturas y las maneras con que se acribilla a los pueblos y a la gente. La Iglesia anhela el verdadero progreso de los pueblos, vive la realidad de los hombres. Sin competencias en política ni en sociología, porque no es su competencia, la Iglesia desde su ciencia humana, desde su revelación de Dios, quiere hacer presente la luz de Dios en el mundo; y ella está también, pues, en un diálogo íntimo con el mundo. Nada humano es extraño a ella. Queridos hermanos, hasta aquí nos ha traído nuestra reflexión de la Santísima Trinidad. La Santísima Trinidad no es otra cosa que el Dios en comunidad de personas, expresión de amor y de verdad, de luz y de felicidad, que ha querido asociarse en una familia a todos los hombres (…). Un llamamiento específico para que sientan, pues, que Iglesia no solamente es el obispo y sus sacerdotes y sus religiosas, Iglesia son todos los bautizados en una comunión con el obispo, estrechando cada vez más la unidad de fe, de verdad, de sacramentos, de gobierno, como lo acabamos de decir. Rechazar todo aquello que nos desuna. (…) Entonces habremos dado de Dios la explicación, el testimonio, nuestro servicio personal y profesional que el Señor tiene derecho a pedirnos, porque Él nos ha hecho, nos ha redimido, nos espera en su cielo y quiere que no lleguemos solos, sino que cada uno lleve una constelación de almas ganadas por haber sido luz de Dios en medio de los hombres.

22 de mayo Lugar: Seminario San José de la Montaña, S. S. Hora: 8:00 a.m. Contactos: 2252-0565 / 2223-6690

Tercera Convivencia Vocacional 2016


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La Palabra de Dios para cada semana Pro 8, 22-31; Sal 8, 4-9; Rom 5, 1-5; † Jn 16, 12-15 Preparado por:

Domingo 22 de mayo de 2016 • Solemnidad de la Santísima Trinidad • Ciclo “C” • Año II (par)

Pbro. y Dr. Luis Alonso Coto

Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes Hoy celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad, donde contemplamos la presencia de Dios uno y trino. Jesús nos dice que hay muchas cosas que tiene que decirnos, pero que no las entenderíamos. Tal vez una de ellas sea el misterio de la Trinidad. El misterio más profundo de la revelación de Dios es que Él mismo es comunión y familia. Insertados en Cristo, todo es “comunión” en el núcleo de la comunidad trinitaria. Somos “UNO” en la diversidad. Y esta es nuestra misión: la unidad profunda de todo el universo en la unidad del PadreHijo-Espíritu, uno y diferente como la misma vida.

Algunas ideas clave del texto La celebración de hoy es como un resumen de todo lo que hemos celebrado a lo largo de la Pascua: Dios Padre ha enviado a su Hijo que se ha entregado por nosotros, y el Padre y el Hijo han enviado al mundo el Espíritu Santo. Toda nuestra vida cristiana, desde nuestro bautismo, está marcada por el Dios Trino. † Juan en el contexto del testamento de Jesús, una vez más nos anuncia el envío del Paráclito, y sitúa el texto a Jesús que está despidiéndose de sus discípulos y en ese momento les asegura que todavía les ha de comunicar más cosas pero que no están capacitados para asumirlas. † Era en la Última Cena, tal vez se refería a lo que acontecería poco después, a su Pasión. De hecho solo con la venida del Espíritu Santo fueron capaces de comprender lo que aconteció al final de la vida de Jesús. El Espíritu es el que interpreta los acontecimientos históricos y la vida eclesial a partir de la Muerte y Resurrección de Jesús. Dios Padre es quien hizo al ser humano y ahora es el Espíritu quien continúa su obra de amor. † Es Jesús mismo quien nos da a conocer al Espíritu Santo y al Padre y las relaciones que existen entre ellos. Jesús habla de Dios como su Padre y anuncia que enviará su Espíritu, pero

además, manifiesta que entre ellos existe una íntima relación de comunidad, vínculo que extiende hasta nosotros por el Espíritu Santo: “porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes”. † La fe de los discípulos aún no es madura, por eso hay cosas que no pueden comprender, especialmente aquello referido a la relación profunda entre el Padre y el Hijo. Pero no se trata de un conocimiento intelectual, sino de un conocimiento que se lleve a la práctica, que se haga vida… es el conocimiento de la fe que se ha de vivir. Pero Jesús no desalienta a los discípulos, por el contrario, porque los conoce, los quiere y tiene paciencia con sus procesos, les anuncia nuevamente la venida del Espíritu Santo para que los ayude. † Es el Espíritu Santo quien nos conducirá hasta las profundidades de Dios, esta es la verdad completa: conocer a Dios, su amor y la presencia de este amor en el mundo. El Espíritu Santo actúa como un guía en la historia y en la vida humana, y nos permite poner nuestra vida en relación con Dios. Esa verdad no es solo entender los interrogantes de la vida natural de todos los días (el porqué del dolor y el sufrimiento, el sentido de las cosas que hacemos, etc.), sino también, y sobre todo, la revelación actualizada y permanente de la presencia amorosa de Dios a lo largo del camino hacia el Cielo. Este Espíritu camina con nosotros iluminando la senda de la vida, sosteniéndonos con la fe, la esperanza y el amor divino. El Espíritu nos cubre con su sombra de paz y bendición, nos hace experimentar el poder del Padre a través de la fe y nos impulsa en la esperanza para ser testigos de Jesús. † Si bien el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres personas diferentes, existe entre ellos una unión perfecta: lo comparten todo y tienen una misma voluntad. La Trinidad es una verdadera comunidad

pero que se abre a los hombres y a las mujeres, por eso todo lo que cabe en la relación del Padre y el Hijo, el Espíritu lo transmite a los discípulos. Por eso dice: “Recibirá de lo mío y les lo anunciará (transmitirá) a ustedes”. Se realiza así el deseo de Jesús: “Quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria” (Jn 17, 24). † La comunicación entre las personas divinas es tan familiar y llena de confianza que lo que es de uno es de todos. En la Trinidad no hay mezquindades, todo se comparte, todo es de todos, no hay reservas, al contrario, la generosidad es plena, hay un derroche de amor. Entre nosotros, a veces, los egoísmos gozan de excelente salud. En la trinidad lo del Hijo es compartido por el Espíritu Santo, lo del Padre es también del Hijo. Entre nosotros lo mío es mío y lo tuyo también, buscamos exclusividades, acaparamos con avaricia todo lo que podemos, incluso a las personas. † Es tiempo de compartir, es tiempo del Espíritu Santo que recibe del Hijo lo que el Padre comparte con este y nos lo da a nosotros. La generosidad es amor puesto en práctica. Ser perfectos como la Trinidad Santísima es saber entregar de lo nuestro a los demás y aprender, sin avaricias codiciosas, a compartir lo que los otros nos comunican.

Algunas preguntas para nuestro actuar a ¿Qué aspectos de la fe son para mí un “misterio”? ¿Cómo es mi relación con el Misterio de la Santísima Trinidad? ¿Me relaciono desde el amor con las tres Personas divinas? b ¿Siento que mi vida de fe es un camino de acercamiento a Dios? ¿En qué lugar del camino estoy ahora? ¿Pido la guía del Espíritu Santo o estoy caminando sola(o)?

NO OLVIDAR: El lunes 23 de mayo es el primer aniversario de la Beatificación de Monseñor Romero. El Papa Francisco nos recuerda que Monseñor Romero es mártir por odio a la fe, Pastor bueno, Padre de los Pobres, Testigo heroico del Reino de Dios, Reino de Justicia, de amor y de paz.

• Del 23 al 28 de mayo de 2016 • Lunes 23: 1 Pe 1, 3-9; Sal 110, 1-2.5-6.9-10; † Mc 10, 17-27 Martes 24: 1 Pe 1, 10-16; Sal 97, 1-4; † Mc 10, 28-31 Miércoles 25: 1 Pe 1, 18-25; Sal 147, 12-15.19-20; † Mc 10, 32-45 Jueves 26: 1 Pe 2, 2-5.9-12; Sal 99, 2-5; † Mc 10, 46-52 Viernes 27: 1 Pe 4, 7-13; Sal 95, 10-13; † Mc 11, 11-26 Sábado 28: Judas 17. 20b-25; Sal 62, 2-6; † Mc 11, 27-33

Lecturas de la Semana

Lecturas de la Semana


9:40 a.m. Las voces del coro acompañaron la marcha de los sacerdotes hacia el templete. En la gráfica apreciamos parte de las personas que formaron parte de este ensamble

9:50 a.m.

9:46 a.m. Luego de revestirse para la ceremonia en el templo parroquial de San José de la Montaña, sacerdotes se encaminan hacia la Plaza del Divino Salvador del Mundo

10:00 a.m. Numerosos obispos y cardenales, tanto nacionales como internacionales, concelebraron la ceremonia de Beatificación. Hacia el final de la procesión observamos al señor Arzobispo de San Salvador

10:06 a.m.

10:11 a.m. El rito propio de la Beatificación inicia con la petición que dirige el señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar, al representante del Santo Padre y la lectura de la biografía del candidato a Beato que hizo el Postulador de la Causa, Mons. Vincenzo Paglia

Su Eminencia, el Cardenal Angelo Amato, Delegado de Su Santidad el papa Francisco, luego de tomar su lugar como celebrante principal inicia la Eucaristía incienzando el Cirio y el altar

10:36 a.m. Luego de dar lectura en latín a la Carta Apostólica que remitió Su Santidad el papa Francisco, el Delegado Pontificio (der.), muestra el documento que faculta que al Siervo de Dios Oscar Arnulfo Romero Galdámez en adelante se le llame Beato. Posterior a ello se leyó en castellano

IGLESIA LOCAL

Ya e n e l templete, la procesión de entrada hace su ingreso. La imagen oficial del Beato, de casi 10 mts. de alto, aún sigue cubierta

Beato

12

Desde hace un año le llamamos

10:39 a.m.

10:40 a.m.

Continúa la semana siguiente

10:41 a.m. La urna con una reliquia del Beato hizo su entrada a la Plaza del Divino Salvador del Mundo, para luego tomar su lugar de honor en el altar

22 de mayo de 2016

Mientras se desarrollaba el rito de Beatificación, un fenómeno natural llamado halo solar se formó alrededor del sol, el cual muchas personas consideraron una señal de que el Beato nos acompañaba desde el cielo

La gigantografía con la imagen oficial del nuevo Beato fue develada


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