Semanario Orientación (22 noviembre 2015)

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S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXIII Nº 5886

ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 22 de noviembre de 2015

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El triunfo del Señor encadenado - Pág. 11 -

La Eucaristía de hoy nos presenta una gran paradoja: celebramos a Cristo Rey con un texto de la pasión, un rey que va a ser colgado del madero cruel. Jesús aparece ante Poncio Pilato como reo, juzgado y expuesto a ser condenado, pero más entero que el gobernador.

Un tiempo de esperanza está por venir...


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Palabras del Arzobispo

IGLESIA LOCAL

CLAUSURA

SEMINARIO MENOR SAN JOSÉ. AUDIENCIAS VARIAS. ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL PADRE FERNANDO ALFONSO VILLALOBOS DEL AÑO ESCOLAR DEL

– 301 – La semana del 9 al 15 de noviembre ha sido muy intensa en las actividades propias dentro de la Curia arzobispal y en la atención administrativa; pero con poca actividad fuera de la misma. Todos los días comienza la jornada con la santa Misa a las 7:00 a.m. en la Parroquia Jesús Manso y Humilde de Corazón, que está dentro de nuestro Arzobispado. El día martes 10 de noviembre, dentro de la correspondiente Misa matutina, tuvimos la Clausura del año escolar del Seminario Menor Arquidiocesano San José, que se encuentra ubicado en San José El Espino, de San Pedro Perulapán, departamento de Cuscatlán. Concelebró conmigo el Rector de dicho Seminario, Rvdo. Padre John Fredy Caro Pérez. Fue una hermosa ocasión para felicitar a los jóvenes seminaristas por la feliz conclusión de este año lectivo y a la vez para agradecer al querido Padre Rector, y a todos sus colaboradores la gran obra del Seminario en favor de las vocaciones sacerdotales que se realizan.

E l s á b a d o 1 4 , e n n u e s t r a C a t e d r al Metropolitana, a las 10:00 a.m., presidí la santa Eucaristía, dentro de la cual conferí el Sacramento de la Ordenación Sacerdotal al querido Diácono Fernando Alfonso Villalobos Salmerón, que realizó sus estudios sacerdotales en el Seminario Internacional Sedes Sapientiae, de Roma. La celebración fue verdaderamente solemne y muy hermosa. El gran templo catedralicio estaba completamente lleno de personas. Concelebró la santa Misa un buen número de sacerdotes, estaban presentes los seminaristas, muchas hermanas religiosas y gran cantidad de fieles laicos. Por mi parte aproveché la ocasión para felicitar al neo sacerdote Fernando Alfonso y a su querida familia por este inmenso don de Dios.

Pedro en Roma; y lo clausurará en la Solemnidad de Cristo Rey 20 de noviembre de 2016.

Quiero aprovechar este espacio para invitar a todos a vivir intensamente “unidos al Papa” el Año Santo de la Misericordia que el Santo Padre inaugurará el día 8 de diciembre del presente año, día de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, en la Basílica de San

Les presento la Bula del Santo Padre el papa Francisco, que nos ofrece con ocasión de convocar el Año de la Misericordia (ver página 6).

Nosotros también, unidos al Papa y obedeciendo su mandato, aperturaremos el Año de la Misericordia el día 13 de diciembre, tercer Domingo de Adviento, a las 8:00 a.m. en nuestra Iglesia Catedral; y a nivel nacional, también inauguraremos el Año Santo de la Misericordia en una Solemne Misa concelebrada por toda la Conferencia Episcopal de nuestra Provincia Eclesiástica de El Salvador en nuestra Iglesia Catedral, el día miércoles 16 de diciembre, a las 4:00 p.m. Estamos todos invitados a participar en estos eventos de inicio del Año de la Misericordia y a vivir intensamente este tiempo especial de gracia y bendición.

† Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador

Nuevo servidor para la Iglesia arquidiocesana rito que había iniciado con la presentación del candidato al sacramento del Orden Sacerdotal, que hizo Mons. Rafael Urrutia, Vicario Episcopal de Evangelización. Explicó que el Obispo pregunta por la dignidad del que va a ser ordenado, a lo que quien lo presenta contesta: “según el parecer de quienes lo presentan y el pueblo de Dios doy testimonio de que ha sido considerado digno”. También, en un gesto de humildad y fe,

el ordenado se postra en el suelo mientras los celebrantes, como un acto de comunión, piden a Dios que consagre a este nuevo servidor. El señor Arzobispo hizo énfasis en que el aspecto esencial del Sacramento es la imposición de manos y la oración consacratoria que hace el Obispo. Con ese gesto de oración se invoca al Espíritu Santo para que éste le santifique y reciba la Gracia de Dios.

Desde el catorce de noviembre, la Arquidiócesis de San Salvador cuenta con un nuevo servidor en la persona del Pbro. Fernando Alfonso Villalobos Salmerón, quien recibió el sacramento del Orden Sacerdotal por imposición de manos del señor Arzobispo Metropolitano de San Salvador, Mons. José Luis Escobar, en Catedral Metropolitana. Durante la homilía, Monseñor aclaró el sentido del

La Ordenación del Pbro. Fernando Alfonso Villalobos fue oficiada por Mons. José Luis Escobar (sentado)


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“Todos estamos aquí por un mismo objetivo, Dios es nuestro objetivo”

Al final del Encuentro los y las jóvenes posaron para la fotografía, muy alegres de haber compartido fraternalmente

Este 14 de noviembre, en las instalaciones del antiguo Convento Parroquial de San Pedro Perulapán, se llevó a cabo el I Encuentro de Grupos Juveniles. Participaron, como anfitriones, la Pastoral Juvenil Santo Hno. Pedro de Betancourt y, como invitados, el Ministerio Huellas de Cristo, de San José el Espino. El Encuentro dio inicio con las palabras de bienvenida de uno de los coordinadores de la Pastoral Juvenil, Hno. Pedro Alex González, quién agradeció “el haber aceptado la invitación de venir a compartir con nosotros este encuentro; esperamos que la pasen bien”. Luego de dinámicas que tenían como objetivo que los jóvenes se presentaran y conocieran, el Encuentro continuó con la participación del Pbro. Ricardo Arcega, párroco de San Pedro Apóstol,

quién hizo reflexionar a los jóvenes con el relato de Sansón. Acto seguido, los jóvenes se esparcieron por el patio del Convento para comentar sobre el tema, y después escogieron un representante de cada grupo para exponer sus conclusiones. Para finalizar, el coordinador de Huellas de Cristo, agradeció lo que los jóvenes de San Pedro habían preparado para ellos y expresó: “Espero en Dios, que pronto podamos reunirnos las cuatro comunidades juveniles: Huiziltepeque, Buena Vista, San José El Espino y San Pedro Apóstol. Todos estamos aquí con un sólo objetivo, Dios es nuestro objetivo, somos jóvenes evangelizando a otros jóvenes, y creo que somos más los católicos que queremos que nuestro país y el mundo sea mejor”. Al finalizar, todos se unieron en un abrazo de paz.

Oración para pedir favores por la intercesión de MONSEÑOR ROMERO Oh Dios Padre Misericordioso: que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz; y la acción del Espíritu Santo concediste al Beato Oscar Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados. Haz Señor, que yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo y dígnate glorificar a tu Beato Oscar Romero y concédeme, por su intercesión, el favor que te pido… Así sea. (Si recibe el favor solicitado, repórtelo por escrito a la Oficina de Canonización de Monseñor Romero en el Arzobispado de San Salvador)

STER

ORACIÓN DE

I Encuentro de grupos juveniles

E

para tiempos de violencia

Oh Dios, que dominas todo, oye el clamor de los desesperados: Líbranos del poder de los malvados y líbrame a mí del miedo. Amén. (Ester 14,19)

Invitación

Gran Vigilia de la Inmaculada La parroquia de San Sebastián, de Cojutepeque, le invita a participar de un bonito homenaje de amor a la Virgen María. Este lunes 7 de diciembre, se celebrará la “Gran Vigilia de la Inmaculada”, un acto de devoción en honor a nuestra Madre Santísima la Virgen María en la víspera de la solemnidad de su Inmaculada Concepción. A las 6:00 p.m. se iniciará con una prédica a la que seguirá el rezo del Santo Rosario, para finalizar con la Santa Eucaristía. Durante toda la celebración habrá confesores disponibles. En este tiempo difícil que vive nuestro país, imploraremos a la Virgen Madre, Reina de la Paz, que derrame sobre nuestras ciudades y familias el don de la paz, por lo cual el lema de este año será: “Reina de la paz, ruega por nosotros”.

DIRECTORIO

Mons. Jesús Delgado DIRECTOR

Roger Herrera EDITOR EN JEFE

Dios Padre nuestro, que, con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia, y podamos vivir en paz y progreso constante. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Efraín Caravantes DISEÑO GRÁFICO

Roger Herrera DISEÑO DE PORTADA


VOZ DEL PAPA

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Custodiemos nuestra “Lloro con Francia, blasfemia usar nombre Dios” “Queridos hermanos y hermanas, deseo vigor que el camino de la violencia y el odio identidad de cristianos expresar no resuelve los problemas mi dolor por los

El 16 de noviembre en Casa Santa Marta, el Papa advirtió que el humanismo, cuando remplaza a Jesús, puede destruir la identidad cristiana. “Y pidamos al Señor por la Iglesia, para que el Señor la custodie de toda forma de mundanidad. Que la Iglesia tenga siempre la identidad dispuesta por Jesucristo; que todos nosotros tengamos la identidad que hemos recibido en el bautismo, y que esta identidad de querer ser como todos, por motivos de ‘normalidad’, no sea descartada”, recomendó el papa Francisco. “La mundanidad que entra lentamente, crece, se justifica y contagia: crece como aquella raíz, se justifica –‘Todos hacen así, ¿por qué nosotros no?’– busca siempre una justificación, y al final contagia, y tantos males vienen de allí”, dijo. (Cf. Romereports.com 16 nov. 2015)

ataques terroristas que en la noche del viernes ensangrentaron Francia causando numerosas víctimas”, dijo el Papa durante el Ángelus.

“Al presidente de la república francesa, y a todos los ciudadanos les expreso mi dolor fraterno. Estoy cerca, en particular de los familiares de los que perdieron la vida y de los heridos”, afirmó Francisco. “Frente a tales actos intolerables, no se puede no condenar la incalificable afrenta a la dignidad de la persona humana. Quiero reafirmar con

de la humanidad y que usar el nombre de Dios para justificar este camino es una blasfemia”, enfatizó.

“Los invito a unirse en mi oración: confiando a la misericordia de Dios las víctimas inermes de esta tragedia. La Virgen María, Madre de misericordia, infunda en los corazones de todos pensamientos de sabiduría y propósitos de paz. A Ella le pedimos proteger y vigilar la querida nación francesa, Europa y el mundo entero”, concluyó. (Cf. Ansalatina.com 15 nov. 2015)

El Papa aconseja estar preparados y serenos “Esto no es humano”, un rostro: “el rostro del Señor resucitado que dijo el Papa viene ‘con gran potencia y gloria’, es decir, que manifiesta su amor crucificado transformado en la resurrección”. Por tanto, “nuestra meta final es el encuentro con el Señor resucitado”. Por todo ello, “estamos llamados a vivir el presente, construyendo nuestro futuro con serenidad y confianza en Dios”.

El papa Francisco afirmó este quince de noviembre desde el Vaticano que “el triunfo de Jesús al final de los tiempos será el triunfo de la Cruz” y recordó a los fieles que “el problema no es cuándo llegarán los signos premonitorios de los últimos tiempos, sino el estar preparados para el encuentro” con Dios. Al presidir el rezo del Ángelus, el Santo Padre explicó que la esperanza del hombre tiene

“Por favor, nada de puertas blindadas en la Iglesia” CIUDAD DEL VATICANO. “Por favor nada de puertas blindadas en la Iglesia, nada, todo abierto”, pidió este dieciocho de noviembre el Papa y el pensamiento se centró en los temores desencadenados por los atentados en París. Estos mismos temores deben haber detenido también a algunos fieles, ya que en la plaza no parecía haber las 15 mil personas que habían pedido el billete de ingreso. Una plaza, la de San Pedro, blindada y donde los controles de seguridad son estrictos. No se sabe si Francisco pensaba en el riesgo del terrorismo, seguramente reflexionaba ampliamente sobre el tema de la apertura de la Iglesia. “Por favor, dijo a este punto, nada de puertas blindadas en la Iglesia, nada, todo abierto”. Afirmó luego el Pontífice, pensando también en las migraciones, “la puerta debe custodiar pero no rechazar, no debe ser forzada, al contrario se pide permiso porque la libertad se oscurece en la prepotencia de la invasión, la puerta no se abre con frecuencia para ver si afuera hay alguien que espera o quizás no tiene el coraje, quizás ni siquiera la fuerza de golpear”, afirmó.

(Cf. Ansalatina.com 18 nov. 2015)

“El Evangelio de este penúltimo domingo del año litúrgico propone una parte del discurso de Jesús sobre los acontecimientos últimos de la historia humana, orientada hacia el pleno cumplimiento del reino de Dios”, afirmó el Papa. Pero “estos elementos no son lo esencial del mensaje”, “El núcleo en torno al que se mueve el discurso de Jesús es Él mismo, el misterio de su persona y de su muerte y resurrección, su retorno al final de los tiempos”, sostuvo el Papa. (Cf. Ansalatina.com 17 nov. 2015)

CIUDAD DEL VATICANO. “No hay justificaciones para estas cosas”, destacó el Papa en una conversación telefónica con la emisora Tv2000, refiriéndose a la oleada de ataques del terrorismo en París. “Esto es un pedazo” (de la tercera guerra mundial a pedazos, ndr.), destacó papa Francisco. “Esto no es humano” y por esta razón, indicó, “estoy cerca a Francia”, país al que “quiero mucho”. (Cf. Ansalatina.com 14 nov. 2015)

“Debemos pedir perdón por el escándalo de la división” El papa Francisco fue recibido el domingo quince de noviembre en la Iglesia Luterana de Roma con el mismo entusiasmo que en otras salidas a parroquias de la Ciudad Eterna. Ante la próxima celebración del 500 aniversario de la Reforma Protestante, la visita del Papa adquiría un especial significado. Francisco respondió preguntas de tres personas. Un niño de 9 años quería saber qué era lo que más le gustaba sobre ser Papa. Respondió que el trabajo de oficina no era divertido, que le gustaba más ser un pastor. Un mujer casada con un católico expresó el dolor por no poder tomar la comunión con su marido.

Otra mujer que trabaja con los refugiados le preguntó al Papa cómo mantener la esperanza. Francisco le dijo que el primer paso siempre era rezar, pero que no había que quedarse ahí. “Y, siempre con servicio, los muros caerán por sí solos, pero nuestro egoísmo, nuestro deseo de poder, siempre intenta construirlos”, dijo. El Papa no evitó recordar los tiempos más duros en el enfrentamiento entre católicos y luteranos. Condenó que aquellos que comparten el mismo bautismo en el pasado persiguieran a los otros. “Debemos pedir perdón por esto, por el escándalo de la división, porque todos, luteranos y católicos, hemos elegido esta opción y rechazado otras, la opción de servicio, como Él ha sido un siervo, el siervo del Señor”, expresó Su Santidad. En una lectura que traía preparada, el Papa describió la oración en común, el compromiso para ayudar a los pobres y el diálogo teológico como “pilares” del ecumenismo. Francisco es el tercer papa consecutivo que visita esa iglesia. Benedicto XVI ya lo hizo en 2010 y Juan Pablo II en 1983. (Cf. Romereports.com 16 nov. 2015)


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ditorial

{ Cristo reina, mientras el mundo sangra { Los alarmantes sucesos que recientemente han ensombrecido a la “Ciudad de la Luz”, arrojan sobre el mundo −ya de suyo muy violento− la sombra de una amenaza mayor contra la paz, la seguridad y el progreso de los pueblos. Hoy parece que sólo queda esperar la llegada de la gran violencia, un suceso que pulverizaría a la humanidad entera. A estas alturas, la gente vuelve su mirada a la religión que genera paz, entre ellas, sobre todo la católica con la presencia constructiva de cercanía y de servicio que personifica el papa Francisco. Pero las ideologías no perdonan. Carlos Marx pretendía que la religión fuese expresión de la realidad imperante; al igual que, según él, la miseria religiosa era expresión de la miseria efectiva. Según Marx, el gemido del oprimido, dirigido a Dios, es la afirmación del sometimiento del hombre a las estructuras opresoras. Quizás, la expresión más famosa de este ideólogo respecto a lo que hemos dicho es “la religión es el opio del pueblo”. El comunismo ateo, tipo estalinista se propuso eliminar el sufrimiento del mundo mediante la práctica de la mera justicia sin misericordia. Era el imperio de la violencia, que causó más dolor a millones de personas, todo porque esta ideología asumía la misericordia como una vieja costumbre de la burguesía, y por eso nada aceptable en un mundo comunista. El nazismo de su parte no fue menos cruel. Asumió como suya la imagen del superhombre diseñada por Federico Nietzsche, tras la presunta muerte de Dios por él mismo diseñada a propósito, para implantar en el mundo el reino de la violencia como único camino para acabar con el sufrimiento. Todos recordamos la blasfema bienaventuranza de este ideólogo: “Dichosos los creadores duros,

porque acabarán con le débiles que aspiran a la misericordia”. Darwin no se quedó atrás. Este hombre concibió la filosofía como el derecho del más fuerte y la prevalencia de los caprichos propios y egoístas sobre el bien a los demás. Aquellos que no sean capaces de hacer frente a estos fuertes de la humanidad serán triturados por la máquina de sus caprichos. De este modo, la humanidad de hoy hereda de un pasado reciente, todo este intento de consagración de la violencia como el arma más certera para terminar con el dolor, el sufrimiento y la angustia del hombre en el mundo de hoy. Sobre este mundo oscuro y complicado, emerge la figura de Jesús Cristo rey de los corazones de la humanidad, y en especial de aquellos que buscan en él, consuelo, luz, verdad y vida. El papa Francisco lanza al mundo la misericordia como el reto de Dios contra los intentos humanos de voracidad de sangre, muerte y dolor. “Vengan a Mí, todos los que andan agobiados y atribulados que yo los consolaré”. En el confronte de una desesperación total, no queda en el fondo otra cosa que hacer sino ver el mundo y la vida a la luz de la esperanza de una justicia perfecta, cumplida por Jesús en la cruz con visión de realidad; un regalo, una gracia que recibimos de aquel que quiere reinar en los corazones y en las vidas de todos los que aspiran a un mundo mejor. Acerquémonos pues, al monte donde trona Jesús, rey de la misericordia, y digámosle: “Kyrie eleison”, sabiendo que este grito, delante de su presencia, no se quedará sin respuesta. Ante una desesperación contagiosa y un consumismo devastador, no nos queda más que ver la vida con la luz de la esperanza en Aquel que nos conforta.

Por Mons. Jesús Delgado Acevedo, Director de Semanario Orientación

El viernes negro de París marcará un cambio El mundo civilizado reacciona ante la agresión insólita de un estado de hecho, el Estado Islámico, que se proclama autor de los criminales atentados de París ocurridos el Sigfrido Munés pasado viernes 13 de tioziggi@hotmail.com noviembre. Las mayores potencias encabezadas por Francia, incluyendo al Reino Unido, Rusia y los Estados Unidos, anuncian su propósito de “exterminar” el mayor foco terrorista de la historia –el autodenominado Estado Islámico–, dueño temporal de buena parte de los territorios de Irak y Siria, convertidos en su “califato”. Este estado, que no ha surgido de la nada, anuncia como próximos objetivos de sus acciones de violencia a Washington, Londres, Al-Ándalus (España) y Roma (el Vaticano incluido) entre otros. ¿Quiénes le financian y proveen de armas y equipos de guerra?

El E.I. predica el odio a los “infieles”, proclama la guerra santa contra ellos –la yihad– y promete el paraíso a quienes mueran combatiendo a los no creyentes. Eso explica los ataques suicidas de tantos jóvenes imberbes. En los sectores más radicales del Islam priva el propósito de vengarse de los cruzados que les combatieron hace siglos, como respuesta a su avance sobre Jerusalén y los sitios sagrados de la cristiandad en la Tierra Santa. Esto no es ningún secreto, porque está hecho público reiteradamente por los que proclaman la yihad, para que se cumpla –dicen– la voluntad de Aláh y de su profeta Muhamed. Pero no todo el Islam es belicista, amplios sectores suyos proclaman la conquista de los infieles por la conversión, que se logrará infiltrando a su gente en los que identifican como países cristianos. ¡La invasión migratoria de Europa no es un hecho puramente casual! Cristianamente estamos obligados a establecer diferencias, entre la masa de necesitados que se mueve desde sus países hacia el viejo continente, en la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus familias, y los que

huyen de la guerra y la destrucción desatada sobre sus hogares, pero que en todo caso tratan de imponer su religión, cultura y costumbres a los países anfitriones. El tema da para mucho, pero necesariamente debe ser tratado con respeto y prudencia, sobre todo para no complacer a quienes les daría mucho gusto ver el mundo totalmente incendiado en una guerra sin límites ni fronteras. Los honrados fieles del Islam que proclaman la paz son nuestros hermanos. Ahora bien. Exterminar el mayor foco terrorista de la historia supone acciones de guerra de enormes dimensiones, con toda su secuela de destrucción y muerte; situación provocada por quienes desde el Estado Islámico, y alegando falsos motivos de fe, alimentan sus ambiciones materialistas y dejan al mundo sin otra alternativa que el uso de su derecho de legítima defensa. Después del viernes negro de París −13 de noviembre de 2015− el mundo ya no es el mismo. Descansen en paz las víctimas inocentes que murieron ese día víctimas de la barbarie. Oremos mucho por ellos y por toda la humanidad. En Dios confiamos.


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Misericordiae Vultus

(I entrega)

BULA DE CONVOCACIÓN DEL JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA. FRANCISCO, OBISPO DE ROMA, SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS A CUANTOS LEAN ESTA CARTA GRACIA, MISERICORDIA Y PAZ 1. Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, «rico en misericordia» (Ef 2, 4), después de haber revelado su nombre a Moisés como «Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad» (Ex 34, 6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la «plenitud del tiempo» (Gal 4, 4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14, 9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona1 revela la misericordia de Dios. 2. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado. 3. Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre. Es por esto que he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes. El Año Santo se abrirá el 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción. Esta fiesta litúrgica indica el modo de obrar de Dios desde los albores de nuestra historia. Después del pecado de Adán y Eva, Dios no quiso dejar la humanidad en soledad y a merced del mal. Por esto pensó y quiso a María santa e inmaculada en el amor (cfr Ef 1,4), para que fuese la Madre del Redentor del hombre. Ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona. En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza. El domingo siguiente, III de Adviento, se abrirá la Puerta Santa en la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán. Sucesivamente se abrirá la Puerta Santa en las otras Basílicas Papales. Para el mismo domingo establezco que en cada Iglesia particular, en la Catedral que es la Iglesia Madre para todos los fieles, o en la Concatedral o en una iglesia de significado especial se abra por todo el Año Santo una idéntica Puerta de la Misericordia. A juicio del Ordinario, ella podrá ser abierta también en los Santuarios, meta de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados 1

en el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión. Cada Iglesia particular, entonces, estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia. 4. He escogido la fecha del 8 de diciembre por su gran significado en la historia reciente de la Iglesia. En efecto, abriré la Puerta Santa en el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II. La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Una nueva etapa en la evangelización de siempre. Un nuevo compromiso para todos los cristianos de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia fe. La Iglesia sentía la responsabilidad de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre. Vuelven a la mente las palabras cargadas de significado que san Juan XXIII pronunció en la apertura del Concilio para indicar el camino a seguir: «En nuestro tiempo, la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia y no empuñar las armas de la severidad… La Iglesia Católica, al elevar por medio de este Concilio Ecuménico la antorcha de la verdad católica, quiere mostrarse madre amable de todos, benigna, paciente, llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella».2 En el mismo horizonte se colocaba también el beato Pablo VI quien, en la Conclusión del Concilio, se expresaba de esta manera: «Queremos más bien notar cómo la religión de nuestro Concilio ha sido principalmente la caridad … La antigua historia del samaritano ha sido la pauta de la espiritualidad del Concilio … Una corriente de afecto y admiración se ha volcado del Concilio hacia el mundo moderno. Ha reprobado los errores, sí, porque lo exige, no menos la caridad que la verdad, pero, para las personas, sólo invitación, respeto y amor. El Concilio ha enviado al mundo contemporáneo en lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores, en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza: sus valores no sólo han sido respetados sino honrados, sostenidos sus incesantes esfuerzos, sus aspiraciones, purificadas y bendecidas … Otra cosa debemos destacar aún: toda

esta riqueza doctrinal se vuelca en una única dirección: servir al hombre. Al hombre en todas sus condiciones, en todas sus debilidades, en todas sus necesidades».3 Con estos sentimientos de agradecimiento por cuanto la Iglesia ha recibido y de responsabilidad por la tarea que nos espera, atravesaremos la Puerta Santa, en la plena confianza de sabernos acompañados por la fuerza del Señor Resucitado que continua sosteniendo nuestra peregrinación. El Espíritu Santo que conduce los pasos de los creyentes para que cooperen en la obra de salvación realizada por Cristo, sea guía y apoyo del Pueblo de Dios para ayudarlo a contemplar el rostro de la misericordia.4 5. El Año jubilar se concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Tr i n i d a d p o r h a b e r n o s concedido un tiempo e x t r a o r d i n a r io de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que derrame su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. ¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros. 6. «Es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia».5 Las palabras de santo Tomás de Aquino muestran cuánto la misericordia divina no sea en absoluto un signo de debilidad, sino más bien la cualidad de la omnipotencia de Dios. Es por esto que la liturgia, en una de las colectas más antiguas, invita a orar diciendo: «Oh Dios que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y el perdón».6 Dios será siempre para la humanidad como Aquel que está presente, cercano, providente, santo y misericordioso. “Paciente y misericordioso” es el binomio que a menudo aparece en el Antiguo Testamento para describir la naturaleza de Dios. Su ser misericordioso se constata concretamente en tantas acciones de la historia de la salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción. Los Salmos, en modo particular, destacan esta grandeza del proceder divino: «Él perdona todas tus culpas, y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de gracia y de misericordia» (103,3-4). De una manera aún más explícita, otro Salmo testimonia los signos

Cfr Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Dei Verbum, 4. Discurso de apertura del Conc. Ecum. Vat. II, Gaudet Mater Ecclesia, 11 de octubre de 1962, 2-3. 3 Alocución en la última sesión pública, 7 de diciembre de 1965. 4 Cfr Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 16; Const. past. Gaudium et spes, 15. 5 Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, II-II, q. 30, a. 4. 6 XXVI domingo del tiempo ordinario. Esta colecta se encuentra ya en el Siglo VIII, entre los textos eucológicos del Sacramentario Gelasiano (1198). 2


22 de noviembre de 2015 concretos de su misericordia: « Él Señor libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos y levanta al caído; el Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados » (146,7-9). Por último, he aquí otras expresiones del salmista: « El Señor sana los corazones afligidos y les venda sus heridas. […] El Señor sostiene a los humildes y humilla a los malvados hasta el polvo » (147,3.6). Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón. 7. “Eterna es su misericordia”: es el estribillo que acompaña cada verso del Salmo 136 mientras se narra la historia de la revelación de Dios. En razón de la misericordia, todas las vicisitudes del Antiguo Testamento están cargadas de un profundo valor salvífico. La misericordia hace de la historia de Dios con Israel una historia de salvación. Repetir continuamente “Eterna es su misericordia”, como lo hace el Salmo, parece un intento por romper el círculo del espacio y del tiempo para introducirlo todo en el misterio eterno del amor. Es como si se quisiera decir que no solo en la historia, sino por toda la eternidad el hombre estará siempre bajo la mirada misericordiosa del Padre. No es casual que el pueblo de Israel haya querido integrar este Salmo, el grande hallel como es conocido, en las fiestas litúrgicas más importantes. Antes de la Pasión Jesús oró con este Salmo de la misericordia. Lo atestigua el evangelista Mateo cuando dice que « después de haber cantado el himno » (26,30), Jesús con sus discípulos salieron hacia el Monte de los Olivos. Mientras instituía la Eucaristía, como memorial perenne de Él y de su Pascua, puso simbólicamente este acto supremo de la Revelación a la luz de la misericordia. En este mismo horizonte de la misericordia, Jesús vivió su pasión y muerte, consciente del gran misterio del amor de Dios que se habría de cumplir en la cruz. Saber que Jesús mismo hizo oración con este Salmo, lo hace para nosotros los cristianos aún más importante y nos compromete a incorporar este estribillo en nuestra oración de alabanza cotidiana: “Eterna es su misericordia”. 8. Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. « Dios es amor » (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión. Jesús, ante la multitud de personas que lo seguían, viendo que estaban cansadas y extenuadas, pérdidas y sin guía, sintió desde lo profundo del corazón una intensa compasión por ellas (cfr Mt 9,36). A causa de este amor compasivo curó los enfermos que le presentaban (cfr Mt 14,14) y con pocos panes y peces calmó el hambre de grandes muchedumbres (cfr Mt 15,37). Lo que movía a Jesús en todas las 7

Cfr Hom. 21: CCL 122, 149-151. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 24. 9 N. 2. 8

7 circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a sus necesidades más reales. Cuando encontró la viuda de Naim, que llevaba su único hijo al sepulcro, sintió gran compasión por el inmenso dolor de la madre en lágrimas, y le devolvió a su hijo resucitándolo de la muerte (cfr Lc 7,15). Después de haber liberado el endemoniado de Gerasa, le confía esta misión: « Anuncia todo lo que el Señor te ha hecho y la misericordia que ha obrado contigo » (Mc 5,19). También la vocación de Mateo se coloca en el horizonte de la misericordia. Pasando delante del banco de los impuestos, los ojos de Jesús se posan sobre los de Mateo. Era una mirada cargada de misericordia que perdonaba los pecados de aquel hombre y, venciendo la resistencia de los otros discípulos, lo escoge a él, el pecador y publicano, para que sea uno de los Doce. San Beda el Venerable, comentando esta escena del Evangelio, escribió que Jesús miró a Mateo con amor misericordioso y lo eligió: miserando atque eligendo. 7 Siempre me ha cautivado esta expresión, tanto que quise hacerla mi propio lema. 9. En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. Conocemos estas parábolas; tres en particular: la de la oveja perdida y de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos (cfr Lc 15,1-32). En estas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón. De otra parábola, además, podemos extraer una enseñanza para nuestro estilo de vida cristiano. Provocado por la pregunta de Pedro acerca de cuántas veces fuese necesario perdonar, Jesús responde: « No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete » (Mt 18,22) y pronunció la parábola del “siervo despiadado”. Este, llamado por el patrón a restituir una grande suma, le suplica de rodillas y el patrón le condona la deuda. Pero inmediatamente encuentra otro siervo como él que le debía unos pocos centésimos, el cual le suplica de rodillas que tenga piedad, pero él se niega y lo hace encarcelar. Entonces el patrón, advertido del hecho, se irrita mucho y volviendo a llamar aquel siervo le dice: « ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti? » (Mt 18,33). Y Jesús concluye: « Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos » (Mt 18,35). La parábola ofrece una profunda enseñanza a cada uno de nosotros. Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos hijos. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia. El perdón de las ofensas deviene la expresión más evidente del amor misericordioso y para nosotros cristianos es un imperativo del que no podemos prescindir. ¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices. Acojamos entonces la exhortación del Apóstol: « No permitan que la noche los sorprenda enojados » (Ef 4,26). Y sobre todo escuchemos la palabra de Jesús que ha señalado la misericordia como ideal de vida y como criterio de credibilidad de nuestra fe. « Dichosos los

misericordiosos, porque encontrarán misericordia » (Mt 5,7) es la bienaventuranza en la que hay que inspirarse durante este Año Santo. Como se puede notar, la misericordia en la Sagrada Escritura es la palabra clave para indicar el actuar de Dios hacia nosotros. Él no se limita a afirmar su amor, sino que lo hace visible y tangible. El amor, después de todo, nunca podrá ser una palabra abstracta. Por su misma naturaleza es vida concreta: intenciones, actitudes, comportamientos que se verifican en el vivir cotidiano. La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orientar el amor misericordioso de los cristianos. Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros. 10. La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo. La Iglesia « vive un deseo inagotable de brindar misericordia ».8 Tal vez por mucho tiempo nos hemos olvidado de indicar y de andar por la vía de la misericordia. Por una parte, la tentación de pretender siempre y solamente la justicia ha hecho olvidar que ella es el primer paso, necesario e indispensable; la Iglesia no obstante necesita ir más lejos para alcanzar una meta más alta y más significativa. Por otra parte, es triste constatar cómo la experiencia del perdón en nuestra cultura se desvanece cada vez más. Incluso la palabra misma en algunos momentos parece evaporarse. Sin el testimonio del perdón, sin embargo, queda solo una vida infecunda y estéril, como si se viviese en un desierto desolado. Ha llegado de nuevo para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. Es el tiempo de retornar a lo esencial para hacernos cargo de las debilidades y dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza. 11. No podemos olvidar la gran enseñanza que san Juan Pablo II ofreció en su segunda encíclica Dives in misericordia, que en su momento llegó sin ser esperada y tomó a muchos por sorpresa en razón del tema que afrontaba. Dos pasajes en particular quiero recordar. Ante todo, el santo Papa hacía notar el olvido del tema de la misericordia en la cultura presente: « La mentalidad contemporánea, quizás en mayor medida que la del hombre del pasado, parece oponerse al Dios de la misericordia y tiende además a orillar de la vida y arrancar del corazón humano la idea misma de la misericordia. La palabra y el concepto de misericordia parecen producir una cierta desazón en el hombre, quien, gracias a los adelantos tan enormes de la ciencia y de la técnica, como nunca fueron conocidos antes en la historia, se ha hecho dueño y ha dominado la tierra mucho más que en el pasado (cfr Gn 1,28). Tal dominio sobre la tierra, entendido tal vez unilateral y superficialmente, parece no dejar espacio a la misericordia … Debido a esto, en la situación actual de la Iglesia y del mundo, muchos hombres y muchos ambientes guiados por un vivo sentido de fe se dirigen, yo diría casi espontáneamente, a la misericordia de Dios ».9

(pasa a la página 8)


8 Además, san Juan Pablo II motivaba con estas palabras la urgencia de anunciar y testimoniar la misericordia en el mundo contemporáneo: «Ella está dictada por el amor al hombre, a todo lo que es humano y que, según la intuición de gran parte de los contemporáneos, está amenazado por un peligro inmenso. El misterio de Cristo ... me obliga al mismo tiempo a proclamar la misericordia como amor compasivo de Dios, revelado en el mismo misterio de Cristo. Ello me obliga también a recurrir a tal misericordia y a implorarla en esta difícil, crítica fase de la historia de la Iglesia y del mundo».10 Esta enseñanza es hoy más que nunca actual y merece ser retomada en este Año Santo. Acojamos nuevamente sus palabras: «La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia –el atributo más estupendo del Creador y del Redentor– y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora».11 12. La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia d e Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona. La Esposa de Cristo hace suyo el comportamiento del Hijo de Dios que sale a encontrar a todos, sin excluir ninguno. En nuestro tiempo, en el que la Iglesia está comprometida en la nueva evangelización, el tema de la misericordia exige ser propuesto una vez más con nuevo entusiasmo y con una renovada acción pastoral. Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre. La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia. 13. Queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos como el Padre. El evangelista refiere la enseñanza de Jesús: «Sed misericordiosos, como el Padre vuestro es misericordioso» (Lc 6,36). Es un programa de vida tan comprometedor como rico de alegría y de paz. El imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan su voz (cfr Lc 6,27). Para ser capaces de misericordia, entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible contemplar la misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida. 14. La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada. También para llegar a la Puerta Santa en Roma y en cualquier otro lugar, cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación. Esto será un signo del hecho que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio. La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros. 10

Carta Enc. Dives in misericordia, 15. Ibíd., 13. 12 Palabras de luz y de amor, 57. 11

22 de noviembre de 2015 El Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta: «No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará: una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque seréis medidos con la medida que midáis» (Lc 6,37-38). Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano. Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el interior. ¡Cuánto mal hacen las palabras cuando están motivadas por sentimientos de celos y envidia! Hablar mal del propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme. No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay en cada persona y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra presunción de saberlo todo. Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide también perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad. Así entonces, misericordiosos como el Padre es el “lema” del Año Santo. En la misericordia tenemos la prueba de cómo Dios ama. Él da todo sí mismo, por siempre, gratuitamente y sin pedir nada a cambio. Viene en nuestra ayuda cuando lo invocamos. Es bello que la oración cotidiana de la Iglesia inicie con estas palabras: «Dios mío, ven en mi auxilio; Señor, date prisa en socorrerme» (Sal 70,2). El auxilio que invocamos es ya el primer paso de la misericordia de Dios hacia nosotros. Él viene a salvarnos de la condición de debilidad en la que vivimos. Y su auxilio consiste en permitirnos captar su presencia y cercanía. Día tras día, tocados por su compasión, también nosotros llegaremos a ser compasivos con todos. 15. En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. En este Jubileo la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo. Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione

durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras demisericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. No podemos escapar a las palabras del Señor y en base a ellas seremos juzgados: si dimos de comer al hambriento y de beber al sediento. Si acogimos al extranjero y vestimos al desnudo. Si dedicamos tiempo para acompañar al que estaba enfermo o prisionero (cfr Mt 25,3145). Igualmente se nos preguntará si ayudamos a superar la duda, que hace caer en el miedo y en ocasiones es fuente de soledad; si fuimos capaces de vencer la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza; si fuimos capaces de ser cercanos a quien estaba solo y afligido; si perdonamos a quien nos ofendió y rechazamos cualquier forma de rencor o de odio que conduce a la violencia; si tuvimos paciencia siguiendo el ejemplo de Dios que es tan paciente con nosotros; finalmente, si encomendamos al Señor en la oración nuestros hermanos y hermanas. En cada uno de estos “más pequeños” está presente Cristo mismo. Su carne se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga ... para que nosotros los reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de san Juan de la Cruz: «En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor».12 16. En el Evangelio de Lucas encontramos otro aspecto importante para vivir con fe el Jubileo. El evangelista narra que Jesús, un sábado, volvió a Nazaret y, como era costumbre, entró en la Sinagoga. Lo llamaron para que leyera la Escritura y la comentara. El paso era el del profeta Isaías donde está escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor» (61,1-2). “Un año de gracia”: es esto lo que el Señor anuncia y lo que deseamos vivir. Este Año Santo lleva consigo la riqueza de la misión de Jesús que resuena en las palabras del Profeta: llevar una palabra y un gesto de consolación a los pobres, anunciar la liberación a cuantos están prisioneros de las nuevas esclavitudes de la sociedad moderna, restituir la vista a quien no puede ver más porque se ha replegado sobre sí mismo, y volver a dar dignidad a cuantos han sido privados de ella. La predicación de Jesús se hace de nuevo visible en las respuestas de fe que el testimonio de los cristianos está llamado a ofrecer. Nos acompañen las palabras del Apóstol: « El que practica misericordia, que lo haga con alegría » (Rm 12,8).

(continúa)


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22 de noviembre de 2015

Parroquia San Cristóbal, en Ilopango

“Dios se manifiesta en la oración” diversas actividades llenas de mucha devoción. Sobre esto Monseñor insistió en seguir imitando a San Cristóbal. “Hacer el bien ayudándonos entre todos”, dijo, “acoger, asistir y ayudar al que sufre”, recomendó también. Esta reflexión surgió a raíz del lema de la fiesta de este año: “La misericordia por la vida construye la justicia y la paz”, que se encontraba en el anda que llevó la imagen del patrono antes de la Eucaristía por las calles aledañas al Templo. “Seamos misericordiosos, porque Dios es juez absoluto de todos”, aclaró el señor Arzobispo a la vez que enfatizó que es misericordioso el que ama al que sufre.

El señor Arzobispo Metropolitano de San Salvador, Mons. José Luis Escobar, se dirigie a los feligreses de la Parroquia San Cristóbal, de Ilopango

Dios se manifiesta en la oración, explicaba el señor Arzobispo de San Salvador, este dieciséis de noviembre, durante la Misa patronal en parroquia San Cristóbal, de Ilopango. “Invito a que oremos continuamente”, recomendó Monseñor José Luis Escobar, haciendo alusión a la situación de

violencia y guerra que actualmente vemos en el planeta entero. “En un ambiente de violencia como el que estamos viviendo, hay cuadros que son terribles”, recordó. La comunidad parroquial de Ilopango y Apulo celebró a su patrono esta semana en medio de

La imagen de San Cristóbal (al fondo) recorrió las calles aledañas al Templo antes de hacer su entrada al mismo para la Misa patronal

Invitación

“66 años de su presencia entre nosotros...” Conmemorando el 66° aniversario de la Entronización de la imagen de la Virgen de Fátima en el Cerro de las Pavas, la Comunidad Parroquial de San José y su párroco, Padre Bernabé Juárez, te invita a participar de esta fiesta dedicada a la Reina del Cielo.

Domingo 22 de noviembre 2:30 p.m. Procesión dedicada a la Virgen de Fátima (saliendo de Templo Parroquial hacia el Santuario)

Lunes 23 5:00 a.m. Mañanitas (saliendo de Templo Parroquial hacia el Santuario) 6:00 a.m. Santa Misa

Martes 24 (vísperas)

5:00 a.m. Mañanitas (saliendo de Templo Parroquial hacia el Santuario) 6:00 a.m. Santa Misa 8:00 p.m. Vigilia hasta el amanecer del 25 de noviembre LUGAR:

Santuario de la Virgen de Fátima

Miércoles 25 (día grande) 10:00 a.m. y 3:00 p.m. Solemne Eucaristía del 66° aniversario LUGAR:

Santuario de la Virgen de Fátima Sitio oficial de Facebook: Santuario de Fátima en Cojutepeque ES

A nuestros lectores P

Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:

2298-6268 o 7737-3760,

F

y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col. Escalón, S.S.

arroquias arroq quiasoen iesta bien al correo electrónico:

orientacion@navegante. com.sv


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22 de noviembre de 2015

EN EL MUNDO

Iglesia Latinoamérica solidaria con víctimas del terrorismo Conferencias Episcopales e Iglesias particulares de Latinoamérica han expresado su solidaridad a París, luego de los atentados del pasado fin de semana. Los Obispos expresan su cercanía en la oración y animan a no perder la paz necesaria para la convivencia humana. “Es el momento de solidarizarnos con todas las víctimas del terrorismo en Francia y en tantas otras partes del mundo”, expresó monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz en Bolivia, durante una celebración Eucarística. “Hace un momento –dijo durante la homilía–, con el estribillo del Salmo, nos hemos dirigido con confianza al Señor con una plegaria personal,

La agenda de Francisco no ha cambiado

CIUDAD DEL VATICANO. El Vaticano anunció que tras los atentados en París aumentará las medidas de seguridad pero no cambiará la agenda del Papa Francisco. Los atentados muestran que “nadie puede considerarse excluido del terrorismo. El Vaticano puede ser blanco por su significado religioso. Estamos listos para aumentar el nivel de las medidas en el Vaticano y en sus alrededores. Pero no nos dejamos paralizar por el miedo”, dijo el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, en entrevista con La Croix. Sin embargo, indicó que estos hechos “no cambian nada la agenda del Papa”. (Cf. Ansalatina.com 16 nov. 2015)

que el Señor la haga oración de todas las víctimas del odio irracional y ciego en el mundo: Protégeme Dios mío, porque me refugio en ti”. Por su parte el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, también expresó su solidaridad: “como Iglesia colombiana deseando que se pueda a través del entendimiento y el diálogo llegar a acabar con toda esta violencia”, dijo el prelado. Desde Argentina, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal ha enviado una carta al Arzobispo de París, expresando “su cercanía, solidaridad y condolencias”. El texto, firmado por monseñor José María Arancedo

y monseñor Carlos Malfa, afirman que “la historia nos enseña que la intolerancia viene de la mano con la más cruel de las violencias, y lo primero que se pierde es la paz, tan necesaria para la convivencia humana. Las naciones que no aceptan ni valoran la pluralidad religiosa se aíslan de la comunidad internacional y se cierran a la cultura del encuentro”. Finalmente la carta asegura la “oración confiada en el Dios de la Vida, especialmente por aquellos que han muerto, sus familiares y amigos” e implora “al Señor que derrame sobre el pueblo francés el consuelo y la paz que vienen de Dios”. (Cf. News.va 17 nov. 2015)

Enciende una vela por París Si hay una organización que conoce de cerca el sufrimiento que causa el terrorismos yihadista es Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). Desde esta organización acompañan fundamentalmente a los cristianos que sufren persecución por su fe y que en los últimos años se ha intensificado en Siria e Irak, a manos del Estado Islámico, y en Nigeria, por Boko Haram. Ahora, cuando la tragedia nos toca más de cerca, Ayuda a la Iglesia necesitada propone una de las acciones más potentes para un creyente, la oración, y encender una vela virtual para recordar a las víctimas. Así lo explica en su página web: “Más de 120 fallecidos, más de 300 heridos, centenares de familias destrozadas. Lamentamos y

condenamos esta barbarie. Pero hagamos lo mejor que los cristianos podemos hacer para ayudar a estas víctimas: recemos. Desde Ayuda a la Iglesia Necesitada nos unimos en oración por las víctimas y familiares de los atentados en París. Animamos a unirse a todas las personas de buena voluntad. Le pedimos también a Dios por la conversión de los que odian y utilizan la violencia. El mal nunca tiene la última palabra”. Junto a una oración, la página web de AIN incluye un formulario a cumplimentar para que nuestra vela virtual ilumine. En estos momentos, son ya más de 400 personas las que se han sumado a esta cadena de oración y recuerdo por las víctimas. (Cf. Larazon.es 15 nov. 2015)

Obispos mexicanos en colecta para visita papal Crucifijo regalado por También se está elaborando el plan de CIUDAD DE MEXICO. La Conferencia Castro a Lampedusa

del Episcopado Mexicano (CEM) anunció recientemente una campaña nacional para recaudar fondos a fin de cubrir los gastos de la próxima visita del Papa Francisco a México, prevista para febrero del 2016. La recolección de fondos está prevista para el domingo 17 de enero del próximo año y en ella estarán involucrados obispos y diócesis de todo el país. Además de dinero, los feligreses podrán aportar donativos en especie que puedan ser empleados durante los actos masivos que formarán parte de la visita del jefe de la Iglesia católica. “La gente está muy entusiasmada”, afirmó Eugenio Lira, secretario general de la CEM, quien indicó que la jerarquía eclesiástica está organizando las comisiones que atenderá los temas relacionados con la logística y la organización de eventos.

seguridad del pontífice en coordinación con el Estado Mayor presidencial, que protege al presidente y a sus invitados extranjeros durante las visitas oficiales y la Gendarmería del Vaticano.

El Arzobispo de Guadalajara y presidente de la CEM, Francisco Robles, anunció que el Estado Mayor estará a cargo de la seguridad de todas las actividades que se llevarán a cabo, muchos de ellos multitudinarios, así como de la seguridad personal del sucesor de San Pedro, al igual que la gendarmería del Estado Vaticano. La CEM se negó a confirmar el itinerario del papa. El argumento de los obispos es que no se deben crear “falsas expectativas” entre la población que desea ver en sus ciudades a Francisco, que realizará su primera visita a México y la cuarta al continente americano. (Cf. Ansalatina.com 14 nov. 2015)

AGRIGENTO. El crucifijo donado por el presidente cubano Raúl Castro al papa Francisco, durante su viaje a Cuba, será llevado a Agrigento y a la isla de Lampedusa, donde llegan cientos de inmigrantes, en Sicilia. Lo anunció, al margen del simposio eclesial de Florencia, el Arzobispo de la ciudad de los Templos, el cardenal Francesco Montenegro. “El Papa me dijo que quiere mandar este regalo a Lampedusa –explicó Montenegro–. Es un crucifijo, hecho con la madera de los barcos, que será colocado en la iglesia”. “Es éste –agregó–, el amor que el Papa tiene por la diócesis de Agrigento y por Lampedusa. Es el Cristo del Mediterráneo, estos brazos abiertos puestos en la iglesia mirarán hacia el mar y serán faro de esperanza para todos. El crucifijo será colocado en la catedral en Agrigento el día de la apertura del Jubileo, y luego lo llevaremos al’ grigentino como señal de amor del Papa; por último, a Lampedusa”, expresó. (Cf. Ansalatina.com 13 nov. 2015)

Papa nombra consejero de la Pontifica Comisión de América Latina La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco nombró a Mons. Jorge Carlos Patrón Wong como Consejero de la Pontificia Comisión para América Latina. Mons. Jorge Carlos Patrón Wongse desempeña actualmente como Secretario

para los Seminarios de la Congregación para el Clero. Mons. Patrón Wong fue nombrado Obispo de Papantla en 2012 y ocupó ese cargo hasta 2013, cuando el Papa Francisco lo nombró Secretario para los Seminarios de la Congregación para

el Clero, y le otorgó el título honorífico de Arzobispo ad personam. (Cf. Aciprensa.com 17 nov. 2015)


22 de noviembre de 2015

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La Palabra de Dios para cada semana Dn 7, 13-14; Sal 92, 1-2.5; Ap 1, 5-8; † Jn 18, 33-37 Preparado por:

Domingo 22 de noviembre de 2015 • Solemnidad de Cristo Rey del Universo • Ciclo “B” • Año I impar

Pbro. Patxi Loidi cirsol6@integra.com.sv

El triunfo del Señor encadenado Queridas hermanas y hermanos: Hoy es el último día del Año Litúrgico, ciclo B. Celebramos la solemnidad de Cristo Rey del Universo. El próximo domingo comenzaremos el tiempo de Adviento con lecturas del ciclo C y el Evangelio de Lucas como base. La Eucaristía de hoy nos presenta una gran paradoja: celebramos a Cristo Rey con un texto de la pasión, un rey que va a ser colgado del madero cruel. Jesús aparece ante Poncio Pilato como reo, juzgado y expuesto a ser condenado, pero más entero que el gobernador. Podremos meditar con profundidad sobre los valores de Jesús y de su Evangelio. Feliz día. Saludos cordiales, amigas y amigos. Este pasaje muestra varias paradojas. La primera de ellas es que la iglesia haya elegido un texto de la pasión para celebrar la fiesta de Cristo Rey. Es una gran paradoja: Jesucristo es rey desde la cruz. En los versículos de hoy está encadenado delante del gobernador romano. ¿Quién es el reo? Esta es otra de las paradojas. El reo es Jesús, pero habla a Pilato de tú a tú. Además normalmente un reo se limita a contestar, porque está en juego su vida. Jesús hace todo lo contrario: actúa como dueño y señor, con peligro para su vida. Cuando Pilato le pregunta si es el rey de los judíos, no responde a su pregunta, sino que él le hace otra. ¿Hablas por tu cuenta o porque otros te lo han dicho? Es una provocación impropia. Un reo jamás actúa de esta forma. Todo esto es tan evidente, que Pilato se molesta. Como diciéndole: No me hagas preguntas tú a mí. Dime lo que has hecho de malo. En ese momento Jesús responde a la pregunta inicial. Afirma su realeza, pero deja claro que no es una realiza política; el poder romano no tiene nada de que preocuparse. Parece un diálogo de sordos. Pero queda marcada claramente la separación entre la Iglesia y el Estado.

Jesús marea a Pilato. Y como este no sabe por dónde seguir, le pregunta de nuevo: O sea que ¿eres rey? Jesús explica finalmente que Él es rey de la verdad, o sea de los corazones; y que quienes aman la verdad le escuchan. ¿Qué misterio hay en todo esto? Muy sencillo. El evangelista Juan mira la pasión de Jesús en profundidad. Y ha hecho un relato glorioso de la misma. Jesús es en todo momento quien dirige el drama. Va a la muerte como dueño y señor. Consecuente con este planteamiento, el autor suprime la agonía de Getsemaní, suaviza y simplifica las negaciones de Pedro y reduce al mínimo las referencias a las humillaciones y sufrimientos de Jesús. La cruz es su triunfo. El alzamiento a la cruz es como la subida a la gloria. La resurrección rematará esta victoria. Y quedará claro que la realeza de Jesús es de humildad, servicio y cambio de corazones. Esta es la clave para comprender el diálogo de Jesús y Pilato. La pasión de Juan es deslumbrante. Nos interpela directamente preguntándonos: ¿Eres realmente uno de los discípulo de este Jesús siervo y dueño, humilde y soberano, triunfador no solo con la resurrección, sino incluso con la cruz?

Lecturas de la Semana

• Del 23 al 28 de noviembre de 2015 • Lunes 23: Dn 1, 1-6. 8-20; Sal: Dn 3, 52-56; † Lc 21, 1-4. (Misa de feria)

1Pe 5, 1-4; Sal 88; † Mt 16, 13-19 o bien Is 52, 7-10; Sal 95; †Lc 9, 57-62 (Memoria)

Martes 24: 1Pe 4, 12-19; Sal 125; † Mt 10, 34-39 (Memoria) Dn 2, 31-45; Sal: Dn 3, 57-61; † Lc 21, 5-11 (Misa de feria) Miércoles 25: Dn 5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28; Sal: Dn 3, 62-67; † Lc 21, 12-19 Jueves 26: Dn 6, 12-28; Sal: Dn 3, 68-74; † Lc 21, 20-28 Viernes 27: Dn 7, 2-14; Sal: Dn 3, 75-81; † Lc 21, 29-33 Sábado 28: Dn 7, 15-27; Sal: Dn 3, 82-87; † Lc 21, 34-36 Finaliza el Tiempo Ordinario • Inicia el tiempo de Adviento

Plegaria Paradoja ¿Quién es el reo?, ¿quién, el juez? ¿Quién lleva la batuta y quién se pliega? ¿Quién está bien entero, quién parece un mandado? Eres el acusado y lo mareas. Tienes solo el poder de un inculpado y dejas a Pilato en evidencia. Eres un pobre reo, pero tu genio salta por encima de su cresta. Puede mandarte que te suban al madero, pero tú peligrosamente lo toreas. Él te quitó de en medio, pero Tú has cambiado el rumbo de la tierra y te has quedado más en medio que antes. ¡Qué contrastes tan vivos! ¿Qué misterios encierran? Eres rey, pero un rey sin hacienda ni espada. ¿Un rey como si no lo fuera? Sí, pero tienes más poder que los bancos, los reyes y las reinas. Consigues voluntades sin dinero. Convences sin dominio ni violencia. Atraes sin engaños ni artimañas. Y ganas las batallas sin hacer la guerra. Eres, en fin, Señor, el más chocante. Sin fuerzas, pero lleno de potencia, Muriendo, pero repartiendo vida. Atado, pero dando libertad verdadera. Y, en un mundo de engaños, alumbrando franqueza. Mirándote colgado, me invade la emoción. Quiero pedirte que me quieras. Sé que me quieres y por mí moriste. Necesito escucharlo, para que me conmueva. Necesito palparlo y abrazarlo Me das miedo y me atraes con enorme fuerza. Y empiezan a rodar mis sentimientos sobre mis mejillas. Agarraré tu estrella, la haré mía con toda intensidad. Seguiremos tus huellas. Seguiremos tu causa. Cantaremos canciones al calor de tu hoguera.


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22 de noviembre de 2015

Recordando a un gran Pastor Este 26 de noviembre conmemoramos el XXI aniversario de la partida hacia la Casa del Padre de nuestro amado y recordado Pastor

Mons. Arturo Rivera Damas (Q.D.D.G.)

Unámonos en oración para honrar su memoria y rogar por su alma.

“Dios se manifiesta en la oración”

Nuevo servidor para la Iglesia Arquidiocesana - Pág. 2 -

El señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, unge las manos del nuevo sacerdote Ferando Alfonso Villalobos (de rodillas, a la izq.)

La comunidad parroquial de Ilopango y Apulo celebró esta semana a San Cristóbal, su patrono, en medio de diversas actividades llenas de mucha devoción

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Mensajes del Papa Francisco en su viaje a Cuba y Estados unidos A la venta en: Librería de Radio Paz, Tel. 2245-1069, El Magnificat (Metrocentro y Merliot), Mater Et Magistra (Galerías y La Gran Vía), San Pablo (Galerías y Multimedia) y Librería Salesiana

IGLESIA LOCAL

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