S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXIV Nº 5910
ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 29 de mayo de 2016
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Misa por el primer aniversario de Beatificación de Mons. Romero
“Elevemos nuestra mirada a Monseñor Romero” – Pág. 9 –
Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, incienza la Mitra de nuestro Beato Mons. Oscar Arnulfo Romero, en Catedral Metropolitana de San Salvador, este 23 de mayo, durante la acción de gracias por el primer aniversario de su Beatificación
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Veo en la ciudad violencia y discordia
Carta Pastoral de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador
Fiesta de la semana Festividad del Cuerpo de Cristo
Himno de Santo Tomás de Aquino – Pág. 10 –
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IGLESIA LOCAL
Palabras del Arzobispo REUNIÓN DE VICARIOS FORÁNEOS. AUDIENCIAS VARIAS. REUNIÓN EXTRAORDINARIA DE LA CEDES. TOMA POSESIÓN DE PARROQUIA SAN JOSÉ EL ESPINO. PRIMER ANIVERSARIO DEL BEATO ROMERO EN CRIPTA DE CATEDRAL – 320 – El martes 17 de mayo, a las 9:00 a.m. en el Salón Sacerdotal del Arzobispado, tuvimos la Reunión de Vicarios Foráneos. Mensualmente nos reunimos con los Vicarios Foráneos, para revisar el trabajo pastoral en cada una de las Vicarías y a la misma vez impulsar esa actividad. Esta vez el tema a tratar fue la Misión Permanente. Es verdaderamente gratificante constatar el interés e impulso que en toda la diócesis está tomando la actividad misionera.
de interés pastoral para nuestra Provincia Eclesiástica de El Salvador. Esta vez tuvimos una reunión intensa de actividades, con una agenda saturada, pero en un ambiente de mucha fraternidad y alegría. Uno de los principales temas tratados fue el Proyecto de Pastoral Social en favor de paz en todo el país, el que queremos impulsa en todo el país para incidir positivamente en este ambiente de violencia, llevándonos a ser todo constructores paz.
Los días miércoles 18 y jueves 19, atendí en mi despacho la visita de sacerdotes y personas de movimientos eclesiales que vinieron a consultarme sobre temas eclesiales y particulares. Es siempre motivo de gran alegría recibir a las personas que con tanta bondad nos visitan.
El domingo 22, a las 6:30 a.m. visité la Parroquia San José, de Cantón El Espino, en San Pedro Perulapán, para presidir la santa Misa dominical y dar posesión al nuevo párroco, Rvdo. Padre José Mario García Suria. Las personas nos estaban esperando desde la entrada
Metropolitana, conmemorando el primer aniversario de Beatificación de nuestro Obispo y Mártir, el Beato Oscar Romero, organizada por el grupo Cultura Romeriana. Fue una celebración muy linda, con una gran participación en la celebración litúrgica y en un ambiente de mucha fe y amor a Monseñor Romero. En seguida tuvo lugar un bello acto cultural dedicado a Monseñor Romero, donde hubo cantos, declamaciones y discursos todos alusivos a Monseñor Romero. También dio su testimonio Don Luis Molina, un maestro de gran fe, amigo personal de Monseñor Romero. Fue una gran celebración. Queridos hermanos en Cristo, le comparto algunas reflexiones sobre las Lecturas de este domingo, Solemnidad del Corpus Christi: Este domingo, la Iglesia celebra la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es una fiesta, cuyo origen se remonta al siglo XIII, por medio de la cual, la Iglesia evoca la entrega de Jesús como signo del amor de Dios por la humanidad. Es por ello que este día, además de ser día de la Eucaristía, es también considerado: Día eclesial de la Caridad, donde el amor se traduce en solidaridad, fraternidad, servicio al hermano y oblación.
Los señores obispos de la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) se reunieron el viernes 20 en su sede. Faltan en la gráfica, los excelentísimos Monseñores Constantino Barrera, Romeo Tovar Astorga y Fernando Sáenz. Les acompaña el Pbro. Jorge Reyes, secretario (izq.)
El viernes 20, a partir de las 9:00 a.m. en la casa sede de la Conferencia Episcopal, los Obispos de la Provincia Eclesiástica de El Salvador tuvimos nuestra reunión extraordinaria (cada dos meses nos reunimos extraordinariamente y dos veces al año de forma ordinaria. Las reuniones extraordinarias son de un día y la ordinarias de tres días de duración). En todas nuestras reuniones abordamos temas
de la comunidad y nos llevaron en procesión, en un ambiente de mucha alegría y fe. El templo parroquial fue incapaz de acoger tantas personas y en todos había una expresión de gozo en el Señor y en la Iglesia. Felicito al nuevo Párroco y a la comunidad parroquial por su fe y les encomendamos al Señor. A las 3:00 p.m. del mismo domingo, presidí la celebración Eucarística en la Cripta de Catedral
En la Liturgia de este día, el E VANGELIO tomado de Lucas, nos relata que yendo Jesús a Betsaida, la multitud le siguió. Él no les rechazo. Les hablaba del Reino y sanaba a quien lo necesitaba. Al caer la tarde, sus discípulos le piden que despida a la gente; pero, Él en su inmenso amor les responde: Dadles vosotros de comer. El relato es una clara prefiguración de la Eucaristía; pero también del Banquete celestial. Aparecen gestos que nos recuerdan la Última Cena: Bendice los alimentos, los parte y los entrega: tomando los cinco panes y los dos peces, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio. Gestos a los que también hace alusión la PRIMERA LECTURA al describir el gesto del sacerdote Melquisedec. Llevó vino y pan a Abraham y le dio la bendición de Dios. El salmista al hablar del mesías, rey y sacerdote exclama: tú eres sacerdote del Eterno, al modo de Melquisedec.
(pasa a la página 10)
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Congreso de Animación Misionera en la Vicaría Inmaculada Concepción Con el objetivo de conocer y contrastar el modelo integral de parroquia que propone el Plan Pastoral Arquidiocesano, este veintiuno de mayo se llevó a cabo un Congreso de animación misionera en las instalaciones del colegio Oscar Arnulfo Romero (ubicado en COAR), en Zaragoza, con la participación de representantes de la Vicaría Inmaculada Concepción, que aglutina a las parroquias del centro y sur del departamento de La Libertad.
Representantes de Pastoral Juvenil de las parroquias de la Vicaría Inmaculada Concepción
Padre Estefan Turcios señala las prioridades de los equipos vicariales a la luz del Plan Pastoral
los señores presbíteros Octavio Cruz, Vicario Episcopal de Promoción Humana, quien habló sobra “La parroquia: Unidad primaria de ejecución del Plan Pastoral”, y Estefan Turcios, Delegado Episcopal para la Gran Misión Continental y Encargado arquidiocesano del Departamento de Evangelización y Misiones, quien explicó la importancia de la creación de equipos vicariales y el proceso a seguir para su funcionamiento.
Alrededor de 400 personas que trabajan desde la Pastoral Familiar, Pastoral de Liturgia, Pastoral Social, Evangelización, Catequesis, Pastoral Juvenil, entre otros equipos se reunieron en círculos de reflexión sobre las ponencias que brindaron
La actividad finalizó por la tarde con la creación de diferentes Equipos a nivel de la vicaría, una puesta en común de sus retos y problemáticas, y la Santa Misa que presidió el Pbro. Reynaldo Sorto, Vicario Episcopal de Pastoral, en la Arquidiócesis.
Oración para pedir favores por la intercesión de MONSEÑOR ROMERO Oh Dios Padre Misericordioso: que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz; y la acción del Espíritu Santo concediste al Beato Oscar Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados. Haz Señor, que yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo y dígnate glorificar a tu Beato Oscar Romero y concédeme, por su intercesión, el favor que te pido… Así sea. (Si recibe el favor solicitado, repórtelo por escrito a la Oficina de Canonización de Monseñor Romero en el Arzobispado de San Salvador)
Reunión de medios de comunicación católicos
STER
El 20 de mayo, representantes de medios de comunicación católicos se reunieron, convocados por la Comisión Episcopal de Comunicaciones, en la parroquia San Juan Bautista, del Obispado Castrense.
cristiana, tenemos que “tener puesta la mirada en Cristo y contemplarle”, para “crecer en el amor y convertirnos en templo donde habite el Espíritu Santo”. El segundo tema, desarrollado por el Pbro. Simeón Reyes, fue un comentario sobre el Mensaje del Papa Francisco para la 50ª Jornada de las Comunicaciones Sociales “Comunicación y Misericordia”: “Las palabras que nosotros pronunciamos, los gestos que hacemos, que expresen misericordia. Ese es el gran propósito, el gran desafío que nos presenta el Papa”, comentó el padre Reyes.
ORACIÓN DE
Comunicación y Misericordia
E
para tiempos de violencia
Oh Dios, que dominas todo, oye el clamor de los desesperados: Líbranos del poder de los malvados y líbrame a mí del miedo. Amén. (Ester 14,19)
Tanto durante como al final de la reunión, varios comunicadores participaron de los temas aportando sus ideas y entrando en diálogo con los expositores.
Pbro. César Sánchez se dirige a los comunicadores católicos durante su tema
Dios Padre nuestro, que, con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia, y podamos vivir en paz y progreso constante. Por Jesucristo nuestro Señor.
Las actividades comenzaron con la apertura de la Puerta Santa y Adoración al Santísimo, para luego seguir con los temas agendados para la reunión, ambos enmarcados alrededor del Año de la Misericordia. El primero de los temas, “El Año de la Misericordia a la luz de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia”, fue desarrollado por el Pbro. César Sánchez, quien expresó que, como familia
DIRECTORIO
Pbro. Simeón Reyes DIRECTOR
Amén.
Padre Servio Tulio Alarcón, S.D., Director de Radio San Pedro, de Metapán, participa del diálogo
Pbro. Carlos Chavarría SUBDIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
Efraín Caravantes
Roger Herrera
CORRECCIÓN Y DISEÑO
DISEÑO DE PORTADA
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ditorial Monseñor Romero como “beduino en el desierto” Con una solemne celebración eucarística, en Catedral Metropolitana, se recordó el primer aniversario de la Beatificación de Monseñor Oscar Romero, Obispo y Mártir. El 23 de mayo de 2015, en la Plaza del Divino Salvador del Mundo, fue proclamado beato el primer salvadoreño y el más universal. Aquella fecha ha quedado marcada como un día histórico para nuestra Iglesia y nuestro país.
nosotros debemos vivir el Evangelio con radicalidad. Ningún cristiano puede favorecer la cultura de la muerte en que vivimos. Es nuestro deber convertirnos en constructores de paz para moldear una cultura de la paz y la vida. Todos somos llamados a superar las profundas raíces de la violencia: exclusión social, la idolatría del dinero, la impunidad y el individualismo.
Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo Metropolitano presidió la Misa de Acción de Gracias junto a obispos, sacerdotes, religiosos y fieles, especialmente jóvenes, a quienes invitó a custodiar la memoria del mártir salvadoreño. Recordó una homilía del Beato Romero quien, predicando sobre un sacerdote asesinado, se refirió al beduino que guía a un grupo de personas quienes lo asesinan mientras les señala el camino correcto en medio del desierto para evitarles la muerte. Así fue la vida de Monseñor Romero: indicó el camino de la justicia, de la verdad, de la no violencia, de la fraternidad a una sociedad que se encaminaba a la muerte.
“Monseñor Romero nos invita a la cordura y a la reflexión, al respeto a la vida y a la concordia. Es necesario renunciar a «la violencia de la espada, la del odio», y vivir «la violencia del amor, la que dejó a Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos y para que no haya desigualdades tan crueles entre nosotros»”, escribía el Papa Francisco en una Carta escrita con motivo de la Beatificación.
Treinta y seis años después de su martirio, el mensaje de Monseñor Romero sigue resonando con actualidad. Celebrar hoy su memoria también nos compromete a construir una cultura de la vida. También
Nuestro arzobispo, Monseñor Escobar Alas, invitó a todos a favorecer la devoción al Beato Romero. También recomendó que en todos los hogares se tenga la imagen de Monseñor Romero para que su vida nos inspire y caminemos día a día custodiando la memoria de quien quiso asemejarse a Jesucristo.
Por Pbro. Simeón Reyes, Director de Semanario Orientación
Fortunas de 80 mil millones En las listas de los más ricos del mundo aparecen nombres de personajes con fortunas de alrededor de 80 mil millones de dólares (cada uno). Un Sigfrido Munés norteamericano, un tioziggi@hotmail.com mexicano y un español entre ellos, los tres con negocios en El Salvador. Sabemos que el estadounidense y su esposa tienen una fundación que beneficia a jóvenes estudiantes y programas de salud en diversos países, que el mexicano hace lo propio pero sólo dentro de su nación y lo mismo ocurre con el milmillonario ibérico. Tienen que responder así a quienes han facilitado la construcción de sus inmensas fortunas. Nada nos deben, excepto que sus empresas respondan éticamente a la buena fe y hospitalidad de los salvadoreños. Lejos de sentirnos mal porque quien puede hacerlo ayude a otros, es motivo de satisfacción cristiana. Estas empresas como muchas en El Salvador están respondiendo a las necesidades de la época con los programas
A nuestros lectores
de RSE (Responsabilidad Social Empresarial) y mencionarlo es muy útil para motivar a otras que no lo hacen todavía. Si las empresas privadas destinan parte de su patrimonio a la ayuda de los demás, sería un premio para los ciudadanos que elegimos a los funcionarios públicos directa o indirectamente, que estos establecieran con sus fondos particulares una RSF (Responsabilidad Social de los Funcionarios) para beneficiar a la población de un país plagado de carencias y necesidades. ¿O les sería muy doloroso? Claro que no, todo lo contrario: les haría sentirse mucho mejor y menos abrumados por los contrastes entre su encomiable bienestar y la pobreza que crece entre sus electores. Lograr esta RSF es difícil, al partir de la enfática defensa que una honorable señora directiva de la Asamblea hace de los viajes de sus compañeros diputados y que le cuestan a los contribuyentes de este país 700 mil dólares anuales. Fue doloroso escucharla decir que con esa cantidad no se construye ni siquiera el pasillo de un hospital. Es cierto, sobre todo con los costos de las obras que realiza nuestro gobierno. Pero, vea usted, algunas de las cosas que se pueden hacer con 700 mil dólares anuales:
* Facilitar canastas básicas mensuales (de alimentos) a familias de ancianos, minusválidos, enfermos y lisiados de guerra, a razón de 30 dólares cada una. Esto aliviaría el problema alimentario a 23,334 familias necesitadas, que suman más de 116 mil salvadoreños. * Contratar por 12 meses iniciales, entrenar y equipar a 100 nuevos policías, para extender la protección a las familias de barrios y comunidades. * Dotar de equipos e insumos para hemodiálisis a un par de hospitales y salvaguardar la vida de un centenar de salvadoreños. Desde luego, 700 mil dólares son insuficientes para hacer un pasillo hospitalario, pero a lo mejor sí sirven para dejar bien reparado y con servicios de lavandería al nuevo Hospital Nacional de Maternidad. Y no sigamos. Este es un llamamiento a la meditación, para que no se siga provocando discusiones al expresarse con ligereza. Mejor unámonos todos para corregir lo que se pueda y abrir un futuro armónico para los salvadoreños. Con cariño auténtico para El Salvador y nuestra gente, es posible. En Dios confiamos.
Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:
2298-6268 o 7737-3760, y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col. Escalón, S.S. o bien al correo electrónico:
orientacion@navegante. com.sv
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hombre. Por ello orienta la mente hacia soluciones plenamente humanas (GS 11). 190. A los seminaristas les pido que se esfuercen por formarse de la mejor manera en todas las áreas (espiritual, intelectual, pastoral y humana). Profundicen en el conocimiento de nuestra propia historia salvadoreña para poder incidir positiva y efectivamente en ella, siendo protagonistas de su transformación, de tal forma que la cultura de muerte en la que vivimos se convierta en una cultura de vida, donde impere la justicia, la verdad, el respeto a los derechos de los demás y la defensa del más débil. Fórmense en un verdadero espíritu de servicio a los demás, desasidos de sí mismos, con una auténtica preocupación por sus hermanos más pobres, los marginados, los excluidos y los descartados por la sociedad, procurando la reivindicación de sus derechos y la dignificación personal de todos ellos. Sean personas de profunda oración y a la vez de eficaz acción. 191. A las queridas hermanas y queridos hermanos religiosos, que tanto bien hacen a lo largo del país y de esta diócesis para agradecerles su inserción en las comunidades donde trabajan colaborando con sus parroquias, o desarrollando planes y proyectos dentro de algunas poblaciones o colaborando en escuelas y colegios. Para animarles a que sigan trabajando con fortaleza y esperanza puesta en Dios nuestro Señor. Además, les pido que animen a laicas y laicos a formarse bíblica o teológicamente, desde niños hasta jóvenes, adultos y adultos mayores para que sepan cómo evitar la cultura de la violencia y en su lugar sean promotores de una cultura de vida y paz. De la pedagogía de la vida. Les pido lo mismo que a los sacerdotes: Enseñen al laicado que la fe no se desentiende de la historia humana. Salva la historia a través de soluciones plenamente humanas (GS 11). 192. A mí me corresponde pedir a través de los medios de comunicación, cuanto me sea posible, una acción más inmediata y comprometida por la resolución del problema de la violencia; así como, animar a los encargados del poder político y económico a la creación de políticas y medidas que aseguren la inclusión, la equidad y el bienestar de las grandes mayorías, especialmente, de los más desfavorecidos económicamente. Me corresponde denunciar aquellas acciones o actitudes que no abonan a la resolución de la violencia. También me corresponde animar y dar esperanza a mi Grey, a mis sacerdotes, religiosas y religiosos. 193. No puedo terminar esta Carta sin proponerles que encomendemos la protección de nuestro amado país al Divino Salvador del Mundo y a la intercesión maternal de María santísima la Reina de la Paz y la de nuestro Beato Monseñor Oscar Romero con la siguiente oración que nos ayude a combatir la violencia y lograr la paz por nosotros tan deseada. Que nos ayuden a tener esperanza y a esperar contra toda esperanza que toda esta ola de criminalidad, discordia y violencia; esta densa nube de oscuridad va a pasar. Fijemos nuestra mirada en Él; busquémosle y le encontraremos porque: el pueblo que andaba a oscuras percibió una luz cegadora. A los que vivían en tierra de sombras una luz brillante los cubrió (Is 19, 1). La luz ya está entre nosotros. Es el Príncipe de Paz, es el Divino Salvador del mundo. Esperemos y confiemos en Él contemplativos en la acción y activos en la contemplación. ORACIÓN POR LA PAZ AL DIVINO SALVADOR DEL MUNDO Divino Salvador del Mundo, te pedimos nos guíes con tu sabiduría, para ser artesanos de la paz en nuestro país. Señor Jesús, mira con piedad a este pueblo que lleva tu nombre, invádenos con tu luz, envuélvenos con tu misericordia. Haz Señor que nuestra energía se funde en la fe, la verdad, la justicia y el amor, para cultivar y cosechar abundantes frutos de fraternidad y paz. Dadnos la capacidad de construir con tu favor, una sociedad nueva, justa y reconciliada; libre de toda violencia. Una sociedad en la que sean respetados los derechos y la dignidad de todos, en la que todos seamos realmente hermanos. Oh Señor, que tu presencia nos acompañe hoy y todos los días de nuestra vida. Todo te lo pedimos por intercesión de María Santísima y nuestro Beato Monseñor Romero. Amén.
José Luis Escobar Alas Arzobispo de San Salvador
San Salvador, 24 de marzo, Fiesta del Beato Oscar Romero, de 2016
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151. Los Padres de la Iglesia solían llamar ladrón y rapiñero a aquellos que teniendo Cuadernillo dinero lo atesoraban para sí negando a los pobres, incluso lo que por justicia les debían: 6 La limosna. No es que Judas fuera un ladrón. Era discípulo de Cristo, invitado a instaurar el Reino, aquí en la tierra, para conducir al pueblo a la Jerusalén celestial; pero, amaba el dinero o tal vez, lo idolatraba hasta el punto de quitar a los pobres lo que por derecho les pertenecía y cambiar a su Maestro por unas cuantas monedas. Eso le hacía un ladrón. Ofendido por la unción de Jesús se dirigió a los sumos sacerdotes, que andaban conspirando contra él (Mt 26, 1-5), para entregárselo. El importe fue de treinta monedas de plata y la inquietud de su corazón. Perdió la paz de Cristo por andar buscando una oportunidad para entregarle (Mt 26, 16). Otro evangelista dirá que Satanás entró en él (Lc 22, 3) para significar que ya no era Dios quien moraba en él sino un ídolo del mal y de la muerte. Valían más las treinta monedas que el Hijo de Dios. Aun así, Jesús invitó a Judas a la celebración de la Pascua.
152. Le invitó para simbolizar que todas y todos estamos invitados a celebrar la Cena del Señor, hasta los pecadores, cuando arrepentidos se acercan a la mesa del Señor, para entrar en comunión con Él. El Catecismo de la Iglesia Católica explica: todos los que comen de este único pan, partido que es Cristo, entran en comunión con El y forman un solo cuerpo (1329). Eso esperaba Jesús de Judas, como lo espera con nosotros y por ello, nos invita. Para formar un solo cuerpo en comunión plena con Él.
La Eucaristía: Una invitación a la reconciliación
153. La Eucaristía es la gran Luz, que siempre nos ilumina, aún en medio de nuestras tinieblas. Aunque en este momento histórico estemos pasando por un gran túnel oscuro, hoy es cuando más debemos acercarnos a Jesús Eucaristía, alimentándonos de su cuerpo, iluminándonos con su Palabra, fortaleciéndonos con su Espíritu. El Señor es nuestro Pastor, en Él pongamos nuestra confianza y no seremos defraudados. Digamos con el Salmista, Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo (Sal 22,4).
154. Las palabras pronunciadas por el sacerdote –frase de mi escudo y de mi ejercicio pastoral de Obispo: Tomad y bebed todos de él –Tomad y comed todos de él/Tomad y bebed todos de él, quiero que definan mi acción apostólica, llevar a todos a Jesús. Pues esas hermosas palabras, Tomad y bebed todos de él se refieren a todas y todos, sin exclusión, porque Cristo ha venido por todos, a todos nos quiere con Él. No a unos, no a otros, a todas y a todos, el obispo es el que vela por todos. Dios nos quiere a todos sentados a su mesa, nos quiere a todos en su Reino, sin exclusión alguna. Quiere la conversión y salvación del pecador, no su condenación.
155. Participemos todas y todos de la Eucaristía. Dios nos quiere ahí aun si nos sentimos indignos. Es precisamente a los enfermos a quien vino a buscar: no tienen necesidad del médico los sanos, sino los enfermos. No vine a llamar a justos sino a pecadores (Mc 2, 17). El Papa Francisco, invitándonos a todas y a todos a incluirnos en la Cena del Señor, nos recuerda: La Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles (EG 47). A los Pastores nos recuerda que la confesión debe ser el momento donde las ovejas encuentren paz interior, aceite para sanar sus heridas y comprensión: A los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Señor que nos estimula a hacer el bien posible (EG 44) y que nos habilita a participar de la Eucaristía.
156. La Eucaristía es por tanto, una invitación a reconciliarnos; a dejar atrás, la idolatría a los falsos dioses, las envidias, los resentimientos, los odios, la sed de venganza, entre otros vicios, que nos llevan a la violencia en cualquiera de sus formas. Según San Juan, fue esa noche cuando Jesús dijo a sus discípulos: Les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como yo los he amado: ámense así unos a otros. En eso conocerán todos que son mis discípulos, en el amor que se tengan unos a otros (Jn 13, 34-35). Es vital estar reconciliado conmigo mismo, con el prójimo y con Dios para participar del Divino Misterio. Algunos dirán, en la actualidad, que este mensaje es válido únicamente para quienes están en la Iglesia o para quienes observan una conducta apegada más o menos al Evangelio; más no para los delincuentes. Pero yo les digo, que aun cuando no pudiéramos evangelizar a estas personas por no tener acceso a ellas; o por ellas negarse al mensaje de amor y misericordia que Dios les tiene reservado, tratemos de convencerlos con nuestro testimonio de vida fraterno. Que como los
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Luis Alonso Schökel, SJ, La Biblia de nuestro pueblo.
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159. Schökel explica este pasaje juaneo de manera muy especial. Transcribo su explicación por parecerme que puede ayudarnos a comprender por qué la Eucaristía debe ser entendida por las y los salvadoreños como una invitación al servicio: El lavatorio de los pies es una revelación, una revolución y un reto. Revelación: no se trata de una extraña ocurrencia, sino la suprema enseñanza: es el amor que se hace servidor y esclavo, se arrodilla ante la humanidad, dispuesto a morir en la cruz de cada día, desviviéndose, dando la vida. Revolución: no puede permitir que ninguna persona se ponga por encima, violente, oprima a otra con la injusticia. Si Dios se pone de rodillas ante el ser humano y le lava los pies, ningún ser humano –por muy señor que sea– tiene derecho a dominar a otro y despojarlo de su dignidad humana. Reto: este ejemplo debe ser seguido por la Iglesia que por amor a Jesús debe buscar solícitamente a los más pobres y hacerse pobres con ellos69. Jesús al instituir la Santa Eucaristía y morir en la cruz como vil delincuente, sirvió a la humanidad entera. No hay mayor ejemplo de humildad y servicio que el dado por el Maestro en la cruz. Arrodillarse ante el ser humano es una muestra del amor infinito que nos tiene. Ninguno de nosotros tiene, entonces, el derecho –como dice Schökel– de arrebatar a otro su dignidad, ya sea por la institución de leyes que contravengan los derechos de los más pobres empujándolos a la exclusión social, a la marginación y a la invisibilización; o ya sea, por medios violentos como los utilizados por los grupos delincuenciales que desean ganar reconocimiento, dinero y poder por medios ilícitos contradiciendo toda norma de convivencia fraterna. Finalmente, si somos miembros de la Iglesia, si nos llamamos cristianos trabajemos en la búsqueda de los pobres con la finalidad no de practicar el asistencialismo; sino para crear un sistema económico que ampare leyes de bienestar e inclusión social que amparen a los más pobres, a los excluidos; reconociendo sus derechos y con ello su dignidad humana. Si hacemos esto, habremos entendido que la Eucaristía es una invitación a servir a los demás; y por tanto, que nos deshabilita a servirnos de los demás. También, habremos entendido, que las relaciones de dominación donde unos pocos se han servido de las mayorías en nuestro país deben ser desterradas como semilla
158. San Juan, en su Evangelio, nos relata un gesto íntimamente relacionado con la Eucaristía que ocurrió durante la Cena. Jesús: se levanta de la mesa, se quita el manto, y tomando una toalla, se la ató a la cintura. Después echa agua en un recipiente y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba en la cintura (Jn 13, 4-5). Fue un gesto de Amor; pero sobre todo, fue un gesto de humildad y abajamiento –como antes lo hizo durante la Encarnación– que lo lleva a convertirse en siervo de sus propios discípulos. La actitud de servicio de Jesús es contraria a la actitud de Judas Iscariote porque uno y otro servían a distintos señores. La enseñanza de Jesús es clara en este punto: El que quiere participar de la Eucaristía debe servir a Dios en los otros y en las otras; o sea, en su prójimo. Judas no servía al Dios de Jesús sino al dios dinero. Dinero no permite a sus servidores servir a los demás sino que exige ser servido por los demás. No se arrodilla a lavar los pies de su prójimo. Quiere que el prójimo se los lave. Por eso, Judas no soportó la actitud de Jesús. No aprendió la lección que su Maestro le dio cuando fue conducido al desierto: No se postró ante los tres dioses ahí presentados: Honor, Riqueza y Poder. Jesús se postró ante la imagen de Dios: el ser humano, para mostrarnos que debemos servirnos unos a otros.
157. En la segunda parte, expliqué que Caín llegó a la violencia fratricida contra su hermano por el deseo de dominación que tenía. Deseaba dominar a su hermano Abel y a Dios, a quien sentía que no podía dominar. Nuestro Señor Jesucristo se opuso al deseo de dominación que suele aparecer en los seres humanos cuando en lugar de Dios sirven a otro señor, sea dinero o poder. A sus discípulos dijo: saben que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre ustedes, sino que el que quiera llegar a ser grande entre ustedes, será su servidor (Mt 20, 25-27). Manteniendo la coherencia de su vida con sus palabras, nos enseñó cómo hacer esto.
La Eucaristía: Una invitación a ser servidores de los demás
antiguos romanos al ver a los cristianos puedan exclamar: ¡Mirad como se aman! Haciéndoles desear buscar la reconciliación que nuestro Buen Pastor nos ofrece y el amor fraterno que Él nos dispensa en nuestras y nuestros hermanos.
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189. A los sacerdotes, mis amados hermanos, les pido que sigan acompañando al pueblo en su dolor, a nuestros hermanos que más están sufriendo, como lo han hecho hasta hoy. Anímenlos a esperar en el Señor, consuélenlos en su dolor, denúncienles aquellas acciones que pueden ser detonantes de violencia dentro de sus comunidades parroquiales y anuncien la Buena Nueva, de que un mundo de paz y fraternidad es posible si nos unimos todos y todas en su construcción. Lleven adelante todas las iniciativas posibles, que potencien y posibiliten en su comunidad parroquial un cambio cultural de modo tal que pasemos de la cultura de la muerte a la cultura de la vida, de la cultura de la violencia a la cultura de la paz. Formemos a los niños, a los jóvenes y a los adultos en esa nueva mentalidad. Les animo a promover la reflexión de temas orientados a la prevención de la violencia y la apertura de escuelas de teología donde se reflexione de manera profunda desde la Palabra, la Tradición y el Magisterio los temas de actualidad para ayudar a que laicas y laicos sepan cómo responder, desde una postura cristiana, a la realidad histórica que les ha correspondido vivir. Establezcan cursos y círculos bíblicos que posibiliten a nuestros hermanos conocer y practicar más la Palabra. Favorezcamos la promoción humana en cada parroquia y de ser posible, que haya en la parroquia una oficina que vele por los derechos humanos de los pobres. Ayuden a los laicos y laicas a comprender que la fe no se desentiende de la realidad histórica; del tiempo y el espacio al que hemos sido llamados a vivir. Antes bien, la fe todo lo ilumina con nueva luz y manifiesta el plan divino sobre la entera vocación del
188. A las ovejas en penumbra para pedirles su conversión alejándose de los caminos de violencia y delito a los que han recurrido. Jesús desea su conversión. En este año de la misericordia les ofrece a través de la Iglesia su mano amorosa para sanar sus heridas y reemprender el camino de amo r, paz y fraternidad que nos enseñó a través de su vida, muerte y resurrección. Perdonó a Dimas, el ladrón. A ustedes también les perdonará si arrepentidos le buscan.
187. A los migrantes les expreso también mi cercanía y total apoyo en ese terrible viacrucis que deben vivir en su éxodo, sorteando toda clase de vulneración a sus derechos humanos y nuestro total apoyo para exigir que se les respeten sus derechos y se les dé siempre un trato digno, tal cual lo merecen.
186. A las Víctimas de la violencia, tanto a las de la guerra civil, como a las de la actual situación, incluso a las de los distintos momentos de la historia nacional, a todas les expreso mi total solidaridad con la demanda de sus justos derechos de resarcimiento de daños, y nuestro compromiso de brindarles todo nuestro apoyo, para obtener cumplida justicia en su favor, en el proceso de restauración y curación del tejido social que debe hacer nuestro país. Tengan la seguridad de que la Iglesia, en su condición de madre, les acompañará siempre haciendo causa común con ustedes. Y Dios que es infinitamente justo, hará justicia bendiciéndoles a ustedes; y siendo Él infinitamente justo, es su voluntad que también nosotros como pueblo salvadoreño les brindemos justicia.
185. A los jóvenes para animarles a seguir los caminos del Señor. Rehúyan de la violencia, fomenten entre ustedes relaciones interpersonales cargadas de respeto y fraternidad. No se dejen influenciar por los programas, películas, juegos o formas de esparcimiento que atentan contra la concordia, la unidad y la paz entre los seres humanos. Reúnanse en algún grupo juvenil de parroquia o iglesia a la que pertenezcan. Sigan el ejemplo del apóstol San Juan. A tierna edad dejó todo por seguir al Señor, convirtiéndose en pescador de hombres. En su seguimiento tras el Pastor nada perdió, todo fue ganancia: todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna (Mt 19, 29). ¡Sigan a Jesús, el Maestro! Cultívense en la fe y en todos los valores humanos y cristianos para que respondan de la mejor forma al gran desafío la creación de una sociedad nueva, una sociedad cada vez más justa y más pacífica.
en sus instituciones, sino principalmente por formar a personas de gran calidad humana y cristiana que sean verdaderamente auténticas y con la capacidad de incidir en la trasformación de nuestra sociedad, haciéndola pasar de sociedad con una cultura de muerte a ser una sociedad con una cultura de vida, una sociedad verdaderamente justa que supere la marginación social en todos sus miembros, en la que desaparezca la idolatría del dinero, el individualismo y la impunidad. Preocupémonos incluso de formar de la mejor y más genuina manera a los futuros políticos, para que con un espíritu verdaderamente justo sirvan a la sociedad desde la política, empeñados por el bien común.
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de violencia y discordia. Es tiempo de ir desterrando de nosotras y nosotros esas conductas que solo han sumido a nuestro país en el sufrimiento y la muerte.
La Eucaristía: Celebración fraterna del ya, pero todavía no
160. Jesús, en su infinito amor por nosotros, instituyó la Santa Eucaristía para permitirnos gozar desde ya que estamos en la tierra, las primicias del Reino o la Nueva Jerusalén de la cual todavía no formamos parte, cuando todas y todos juntos nos hagamos presentes a las bodas del Cordero. El Catecismo de la Iglesia Católica esclarece que uno de los nombres de este sacramento es el de Banquete del Señor: porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión y de la anticipación del banquete de bodas del Cordero en la Jerusalén celestial (1329).
161. La Iglesia viadora goza de la posibilidad de unirse a la Iglesia celestial significando con ello que un día estaremos todas y todos juntos formando la gran familia de Dios. Cuando dejamos de asistir a la Eucaristía, perdemos la oportunidad no sólo de entrar en comunión con Jesús y nuestras-nuestros hermanos sino también de entrar en comunión con aquellos que nos han precedido al cielo donde ya gozan de la paz definitiva en el Señor: al celebrar el sacrificio eucarístico es cuando mejor nos unimos al culto de la Iglesia celestial, entrando en comunión y venerando la memoria, primeramente de la gloriosa Virgen María, más también del bienaventurado José, de los bienaventurados Apóstoles, de los mártires y de todos los santos (LG 50).
162. La Eucaristía es, pues, ese ágape donde las-los salvadoreños podemos y debemos celebrar fraternalmente la presencia del Reino entre nosotros. Debemos ser signos de ese Reino, al convertirnos en promotores y constructores de paz; al convertirnos en miembros de la Iglesia que luchan contra los signos del anti-reino cuyos frutos son la iniquidad y la muerte; al convertirnos en sujetos de nuestra historia enfrentando todo aquello que impide la vivencia fraterna de los hijos e hijas de Dios y transformamos la pedagogía de la muerte en pedagogía de la vida para los que nos rodean y para nosotros mismos.
La Eucaristía: Una invitación a la vivencia del Evangelio
163. Lo anterior exige que como cristianas y cristianos no olvidemos que la celebración de la Eucaristía no es algo que acaba cuando el sacerdote da la bendición retornando cada quien a su hogar. La Eucaristía compromete a la coherencia entre fe y vida: la participación del cuerpo y sangre de Cristo hace que pasemos a ser aquello que recibimos (LG 26). Quien come el cuerpo de Cristo y bebe su sangre debe sufrir en sí mismo –poco a poco– un proceso de conversión o transfiguración diríamos nosotros, cuyo Patrono es el Divino Salvador del Mundo, hasta ser como Jesús. No podemos seguir siendo los mismos si asistimos a la Cena del Señor. Tomar su cuerpo y sangre nos impulsa a la vivencia diaria del Evangelio. Por esto, el Concilio dice que la participación en este misterio hace que pasemos a ser aquello que recibimos; es decir, hace que nos vayamos configurando como otro Cristo a quien estamos invitados a seguir. Seremos su reflejo en la medida que imitemos esa Pedagogía de la paz, de la vida y del amor que le caracterizó siempre.
164. Terminada la última cena, Jesús se dirigió a Getsemaní tomando consigo a Pedro, Santiago y Juan (cf. Mc 14, 32-33). Cuando oraba llegaron las autoridades judías acompañadas de Judas Iscariote. Pedro desenvainando la espada asestó un golpe en la oreja a Malco (cf. Jn 18, 10). Inmediatamente, Jesús invitó a Pedro a imitarle a Él, a ser testimonio de paz, de fraternidad, tolerancia y perdón. Le dijo: Vuelve la espada a su sitio (Mc 26, 52). Le pide no violencia contra los violentos sino poner la otra mejilla. Le explica que si Él quería, podía recurrir a la violencia armada; pero no lo hace, no porque no pueda sino porque la violencia engendra más violencia, pena y muerte: ¿Piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles? (Mc 26, 53). Él no traía la violencia sino caminos de paz como un día exultó Zacarías en su canto (cf. Lc 1, 79). Lo que predicó, lo vivió aun en el momento más crucial de vida.
165. Hacía unas horas les había lavado los pies, les había dado su cuerpo y su sangre y Pedro ¿No había entendido que debía ser como su Maestro? ¿Servir al otro hasta dar la vida de ser necesario? ¿No había entendido que nadie puede arrebatar la vida a otro? ¿No había entendido que tomado el cuerpo y bebida la sangre de Jesús, debía tomar su cruz y morir en ella a veces a manos de otros, a veces
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nuestros momentos de esparcimiento, en nuestras comunidades parroquiales, en nuestras instituciones de estudio y en todas las demás actividades que desarrollamos. Y si la violencia ha entrado de una u otra forma, desterrémosla, obedeciendo el mandato del Señor: Les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como yo los he amado: ámense así unos a otros. En eso conocerán todos que son mis discípulos, en el amor que se tengan unos a otros (Jn 13, 34-35). 176. A los Movimientos y Asociaciones apostólicos, a las Comunidades Eclesiales y Comunidades de Base, a los Misioneros laicos y a todos los Agentes de pastoral. Quiero expresarles nuestra gratitud por todo el bien que hacen y a la vez pedirles que sigan adelante un su trabajo apostólico, integrados en la pastoral parroquial y diocesana. Desde la fe y sin descuidar su trabajo evangelizador, trabajen incansablemente por la paz, luchando por la justicia, en defensa de los derechos de las víctimas. Creando conciencia de la necesidad de colaborar todos en la consecución de la paz. 177. A los gobernantes para pedirles, no sin antes felicitar los esfuerzos hechos hasta hoy, que no se sumerjan en conflictos partidaristas o ideológicos entre ustedes sino que velen por el bien común, por el bienestar de las grandes mayorías. Diseñen políticas que desarrollen un estado de bienestar social que aleje al pueblo de la tentación de recurrir a la violencia. Hagan de El Salvador un país totalmente inclusivo y destierren la exclusión social así como la inequidad de él. 178. A los que detentan el poder económico para rogarles por una economía más solidaría, no del derroche, y a contra pelo con los modelos neo liberales que permiten la acumulación de la riqueza en pocas manos. Creen más plazas de trabajo, en lugar de aumentar los despidos, incluyendo a jóvenes, jóvenes adultos, adultos y hasta adultos mayores. Tal vez esto implique para ustedes una reducción de ganancias; pero Dios, encarnado en los pobres, se los recompensará. Ellos tendrán trabajo y consecuentemente, lo suficiente para mantener a sus familias no en condiciones de sobrevivencia sino en condiciones dignas. Que la alimentación, salud, vivienda, educación, esparcimiento, sistema de pensión, entre otras necesidades sean suplidas con calidad a través de un sueldo que responda a las exigencias de la actualidad. Propiciando más puestos de trabajo evitan que más y más personas ingresen a las estructuras delictivas de este país. 179. A los encargados de la ley para pedirles que no permitan la impunidad ni la injusticia en ninguna de sus formas. No tengan preferencias a la hora de aplicar la ley sino que haya verdadera justicia. Estas prácticas solo hacen perder credibilidad en ustedes y anima a otros a la comisión de delitos. 180. A los cuerpos de seguridad primero para solidarizarme con ustedes, y sus familias, en la pérdida de muchos de sus miembros en esta lucha contra la violencia. Segundo para animarles a que continúen cuidando y protegiendo al pueblo. Dios se los recompensará y sus hermanas y hermanos salvadoreños les estarán agradecidos. También les pido que vigilen que la injusticia no penetre sus filas y no permitan la corrupción entre sus miembros. 181. A la clase media que tiene condiciones de vida estables y aseguradas para que se solidaricen con los más pobres. Recuerden que ellos carecen de muchas cosas que a ustedes les sobran: lo que hayan hecho a uno solo de estos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mi (Mt 25, 40). No derrochen sus bienes en lo superfluo. 182. A los educadores para que ustedes fomenten en sus alumnos y alumnas valores morales y civiles que propician un clima cordial en las relaciones interpersonales. Ustedes pueden ayudar a concientizar a las familias de sus alumnos en la necesidad de prescindir de la violencia enseñándoles que el dialogo es la forma correcta de resolver los conflictos interpersonales. Por último, fomenten la pedagogía de la vida, del amor y del cuido por la naturaleza a través de huertos escolares o proyectos de reforestación. 183. A las poblaciones indígenas para pedirles perdón por nuestro trato muchas veces de exclusión. Es necesario que aprendamos de ustedes el amor que les une con la madre tierra y el cosmos; así como, las relaciones de convivencia solidaria muy propias de su cultura. 184. A nuestros centros educativos católicos, a nuestros colegios católicos, a nuestras universidades católicas o de inspiración cristiana, les agradezco todo lo que han hecho y siguen haciendo en aras de formar de la mejor manera nuestra niñez y juventud salvadoreñas. Les pido no perder ánimo ni caer en el cansancio; sino por el contrario intensificar el esfuerzo para formar a los protagonistas del cambio cultural. Esfuércense no sólo por brindar la mejor educación científica y de la mejor calidad
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170. María aprendió en el hogar a ser solidaria y a mantener relaciones de fraternidad con todos
La Madre: Maestra-Discípula de Jesús en la fraternidad
169. Fue un gesto de fraternidad suprema. María no fue llamada por Isabel. Partió por propia iniciativa. Es ella la que dona su ayuda, su amor y su solidaridad: María se quedó con ella tres meses y después se volvió a casa (Lc 1, 56). ¡Que solícitamente habrá cuidado a su prima y al niño recién nacido! Obviamente, el sentido de fraternidad lo aprendió en casa, con su familia. Su padre y su madre la dejaron partir porque seguramente fueron ellos los modelos de fraternidad que la doncella de Nazaret imitó. Su actitud es un llamado a nosotros. A ser hijas e hijos de Dios que cuidan fraternalmente de sus hermanas y hermanos que eso es lo que el Divino Salvador del Mundo espera que hagamos. También es un llamado a que seamos modelos de fraternidad para que aquellas y aquellos que salpican con discordia las relaciones fraternales que deben reinar en nuestro país nos imiten, sabiendo que nuestro modelo es María la de Nazaret.
168. San Lucas es el único evangelista que relata la hermosa acción de fraternidad que María tuvo para con su prima Santa Isabel. El ángel Gabriel le anuncia el nacimiento de Jesús agregando la noticia del embarazo de su anciana prima. Nada detuvo la partida de María: ni su propio embarazo, ni José ni los peligros que podía enfrentar en su travesía. El evangelista no precisa el nombre del pueblo donde habitaba la esposa de Zacarías; pero, es muy probable que estuviera un poco alejado de Nazaret. Aun así, Lucas escribe: Entonces María se levantó y se dirigió apresuradamente a la serranía, a un pueblo de Judea (Lc 1, 39). La distancia del lugar fue atravesada con prontitud por María, como si fuera ella misma la necesitada, con el objetivo de compartir la alegría del embarazo de su prima y ayudarla en todo lo que fuera necesario.
La doncella que vive la fraternidad
II. María: Modelo de fraternidad
167. La Eucaristía es plenitud de fraternidad porque denuncia en sus signos, en su rito de celebración todo tipo de no-fraternidad que los grupos delictivos, junto a aquellos grupos de la sociedad que no están luchando por la justicia ni por la implementación de una economía más solidaria e inclusiva, practican en su diario vivir. Si somos cristianas y cristianos vivamos verdaderamente la plenitud de la fraternidad a la que hemos sido invitados por nuestro Señor Jesucristo luchando contra la violencia desde sus raíces más profundas. No nos excluyamos del banquete, como lo hizo un día uno de sus discípulos, porque Él no se cansa de invitarnos a su mesa con esas palabras que nos incluyen a todos: ¡TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL!
En conclusión:
166. La vida es Eucaristía decía el Padre Rutilio. Los signos que ahí se manifi estan: solidaridad, unidad, fraternidad, reconciliación, perdón, amor, vida y paz deben traducirse en el diario vivir del cristiano. ¿Cómo puedo participar del banquete del amor y seguir con la violencia contra mi familia? ¿Cómo puedo participar del banquete y manifestar violencia contra el ecosistema? ¿Contra los niños y niñas, por lo general de mi propio hogar? ¿Contra la mujer? ¿Contra mis trabajadores? ¿Contra mis subalternos? ¿Contra mis estudiantes? ¿Contra los ancianos? ¿Cómo puedo participar de la cena del Señor y seguir adorando a otros dioses? ¿No será eso fariseísmo? ¿No será eso, una falsa vivencia del Evangelio y una falsa práctica de la Eucaristía?
haciéndose violencia a sí mismo? No podemos decir que tomamos el cuerpo y la sangre de Cristo actuando de manera contradictoria a Él porque eso haría de la Eucaristía, un ritual vacío de significado para nosotros. El Padre Rutilio Grande explicaba en la homilía del tercer festival del maíz, el 15 de agosto de 1976 –en ese lenguaje popular y tan llano que le caracterizaba cuando se dirigía a su amado pueblo de Aguilares– que la Eucaristía es la quintaesencia del cristianismo: Así mis amigos, yo les digo que esto será el distintivo de aquellos que se vayan comprometiendo. Haber entendido la esencia de la Eucaristía como quintaesencia de los valores cristianos: la vida, la muerte, la resurrección del Señor. Es decir, ese cambio profundo de morir a uno mismo y hacer salir lo nuevo que transforma la humanidad… no basta con venir aquí con ritos carentes de sentido, como si fuera a tomar un marquesote en la boca y salir por ahí a rezar la Magnifica para encontrar un buey. Eso es detestable, es una caricatura de la religión. La vida es Eucaristía. Hemos dicho que todo eso está vinculado al Evangelio, a la vida.
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175. Al pueblo católico, a los hermanos y hermanas de otras denominaciones religiosas, a las mujeres y hombres de buena voluntad para animarles a resistir esperanzadamente en el Señor. Sé que el estado actual de discordia y violencia aparece ante nosotros como una nube oscura que nos impide ver la luz; pero, no es así. Él lo prometió: Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo (Mt 28, 20). Somos un pueblo noble, trabajador, alegre, acogedor, amante de la paz, solidario, comprensivo, tolerante y que sabe perdonar con prontitud. Un pueblo al que quiero y al que animo a continuar como lo ha hecho hasta hoy: orando y trabajando por la paz desde sus hogares. Sin embargo, estemos vigilantes para que la violencia no entre en nuestros corazones, en nuestras familias, en nuestras relaciones laborales, en
174. Al terminar esta carta quiero dirigirme:
EXHORTACIÓN FINAL
173. Finalmente, quiero terminar recordando que María al ser llevada a los cielos no se olvidó de sus hijas e hijos en la tierra. Nuestra madre Iglesia se ha visto bendecida, iluminada y fortalecida con las apariciones marianas en distintas partes del mundo. En sus apariciones la Virgen María nos ha pedido la convivencia comunitaria fraterna entre los seres humanos, la penitencia y el rezo del santo rosario. Es signo de su preocupación por nosotros y es signo del sueño que Dios tiene para nosotros: Una gran familia, la familia de Dios. Llevemos siempre en nuestro corazón: Jesús en la Eucaristía es plenitud de fraternidad y María nuestro modelo de fraternidad para construir un El Salvador fraterno y sin violencia.
Reina y Madre Asunta que cuida de la fraternidad de sus hijas e hijos
172. Aprendamos y enseñemos a nuestros hijos que la fraternidad para ser posible necesita del perdón y la solidaridad. La venganza y la violencia deben ser desterrados de la relación con el otro y la otra porque perpetúan el resentimiento hacia el resto e impiden la fraternidad llenándolo el ambiente de discordia y anulando la paz.
171. El segundo pasaje, lo tomo de Lucas. Se trata de Jesús en la cruz. Después de haber sido flagelado, golpeado, escupido, zaherido con ofensivos improperios, coronado con espinas y clavado en la cruz, no clama venganza, su madre tampoco. Al leer este cuadro lucano podemos imaginar a María sumida en llanto, incapaz de emitir palabra. El cuerpo lacerado y desnudo de su hijo la embarga de dolor. Es Jesús, entonces, quien dice con fuerte voz, e indudablemente para tranquilizar a su madre: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen (Lc 23, 34). En este instante, María se convierte en discípula de Jesús en su fraternidad plena con la humanidad pecadora. Es su hijo quien le pide perdonar evocando en su mente las palabras de Simeón: una espada te atravesará el corazón (Lc 2, 35), volviéndose corredentora con Él. ¡Que infinito amor para con su prójimo! Murió en paz, murió perdonando a su prójimo haciendo vida la fraternidad de hijas e hijos de Dios a la que estamos llamados a vivir. Con esas palabras, Jesús –que no lo necesitaba– se reconcilió con el mundo, reconciliando al mundo con Dios. En consecuencia, si imitamos a María y a su hijo, el mundo se reconciliará, nosotros con él y todos con Dios.
los que la rodeaban enseñando a Jesús, su hijo, lo mismo. María fue maestra y discípula de Jesús, algo que resalta en dos pasajes de los Evangelios. El primero aparece en el cuarto Evangelio: San Juan, nos cuenta, que María y Jesús fueron invitados a una boda en Caná de Galilea. Seguramente, se trataba de una pareja de recién casados que había celebrado sus bodas con sencillez. El vino se acabó y tal vez, no tenían posibilidad de conseguir más. María atenta a las necesidades de los demás, dijo a su hijo: No tienen vino (Jn 2, 3). En otras palabras, le pidió a su hijo un gesto de solidaridad fraterna con aquella pareja pobre, que con sacrificios, como es de imaginar, hizo los preparativos de su boda imaginando que el vino comprado alcanzaría. Jesús, por su parte, no desobedeció a su madre. Sabía que ella era así y le pedía ser igual en generosidad y fraternidad. Solo las madres y los padres pueden poner esa semilla de amor fraterno en sus hijas e hijos porque el hogar es la primera escuela de los ni ños. Que las madres y los padres imiten siempre la conducta de María. No deleguen sus responsabilidades en otras instituciones. Algunos creen que la Escuela o la Iglesia pondrá esa semilla en los niños cuando ingresen a estudiar o cuando asistan a la catequesis, ignorando que la primera escuela es el hogar. Las otras instituciones son encargadas de formar; pero si los primeros educadores no son modelo de fraternidad, será más difícil para sus niños aprender aquello que en casa jamás se enseñó.
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29 de mayo de 2016
Misa por el primer aniversario de Beatificación de Mons. Romero
“Elevemos nuestra mirada a Monseñor Romero” Con una ceremonia muy solemne y concurrida en Catedral Metropolitana, este 23 de mayo se conmemoró el primer aniversario desde que Su Santidad el papa Francisco, a través de su delegado pontificio, Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, declaró Beato a Mons. Oscar Arnulfo Romero. La ceremonia fue presidida por Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, y concelebrada por los obispos: Mons. Constantino Barrera, Obispo de Sonsonate; Mons. Luis Morao, Obispo de Chalatenango; Mons. Elías Bolaños, Obispo de Zacatecoluca; Mons. Elías Rauda, Obispo de San Vicente; Mons. William Iraheta, Obispo de Santiago de María; el Encargado de Negocios Ad Interim de la Nunciatura Apostólica, Mons. Gabriel Viola, y una gran cantidad de sacerdotes. Durante su homilía, Mons. José Luis Escobar (imagen en columna de la derecha) recordó que Su Santidad el papa Francisco “nos dijo que en la persona de Monseñor Romero tenemos un gran intercesor y un gran modelo a seguir”, siendo una bendición especial para nuestro país –“la tierra de El Salvador ha sido bendecida y santificada con la sangre de sus mártires”– como también para Centroamérica, Latinoamérica y el mundo entero. Los mártires “se asemejaron al maestro, a Jesús, hasta el punto de aceptar libremente la muerte por la salvación de sus hermanos, y muy especial por
Gran cantidad de sacerdotes concelebró la Acción de Gracias por el primer aniversario de la Beatificación de Mons. Romero
el pueblo de Dios que habita en este país; fueron brutalmente torturados y asesinados, y como Cristo en la Cruz murieron perdonando a sus asesinos, esta es la historia de todos ellos”, manifestó enfáticamente el señor Arzobispo. Volviendo presentes las enseñanzas de ellos, Mons. José Luis Escobar instó a los presentes a “vivir el Evangelio con radicalidad, como nuestros Santos lo vivieron”, pues “ningún cristiano puede favorecer la cultura de la muerte en que vivimos y
que hemos heredado de generaciones pasadas, es nuestro deber convertirnos en constructores de paz para ir modelando una cultura de vida, una cultura de la paz que minimice y reduzca la cultura de la muerte que tantas víctimas ha provocado y seguirá provocando si no tomamos la historia en nuestras manos, para hacer de nuestro país un lugar mejor”.
Mons. Elías Rauda, Obispo de San Vicente (der.), imparte la Comunión a los feligreses durante la acción de gracias ofrecida por el primer aniversario de la Beatificación de Mons. Romero
Hacia el final de su sentida homilía, el señor Arzobispo exhortó a los fieles a que “elevemos nuestra mirada a Monseñor Romero, que favorezcamos nuestra devoción a él” y que le pidamos “nos obtenga la gracia de ser todos en verdad constructores de paz en el momento histórico que nos toca vivir”.
Fórmate como laico Scalabriniano Este 21 de mayo concluyó el Primer Año en la Formación de Laicos Scalabrinianos 2015-2016. El presbítero y misionero de San Carlos Scalabriniano, Mauro A. Verzeletti, CS, Director del Centro de Atención al Migrante del Arzobispado de San Salvador, agradeció a todos los participantes por su decidida y voluntaria perseverancia durante todo un año, logrando frutos en sus vidas personales
y en sus parroquias, y exhortó a los nuevos a seguir con ánimo en esta tarea evangelizadora. Dios les permita seguir sensibilizando y haciendo incidencia en sus diferentes ambientes. A su vez dio inicio un nuevo año en la Formación de Laicos Sacalabrinianos al servicio de los hermanos migrantes, refugiados y desplazados.
Inscripciones: Correo electrónico: migrantesv@gmail.com Teléfono: 2221-9725 Visite las páginas en Facebook: Misioneros Laicos Scalabrinianos y Centro Pastoral de Atención al Migrante Requisito: El curso es gratuito, solamente necesita voluntad de servir y conocer sobre el drama de las migraciones Te esperamos el 4 de junio de 8:30 a 11:30 a.m.
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29 de mayo de 2016
Himno de Santo Tomás de Aquino –Festividad del Cuerpo de Cristo–
III Encuentro Nacional de Seminaristas Formación, armonía e integración se buscó generar este 13 y 14 mayo durante el III Encuentro Nacional de Seminaristas realizado en el Seminario San José de la Montaña. Con el rezo del Regina Caeli se dio inicio oficialmente al Encuentro. Hubo además conferencias magistrales con los señores
Los participantes en el Encuentro de Seminaristas tuvieron oportunidad de hacer mesas de reflexión
Publica, lengua, y canta el misterio del cuerpo glorioso y de la sangre santa que dio por mi reposo el fruto de aquel vientre generoso. A todos nos fue dado, de la Virgen purísima María por todos engendrado; y mientras acá vivía su celestial doctrina esparcía.
Presbíteros Octavio Cruz y Carlos Álvarez.
Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador (centro), celebró la Eucaristía junto con Mons. Luis Morao, Obispo de Chalatenango (izq.)
También, el último día la Santa Misa del mediodía fue celebrada por Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador, quien instó a los seminaristas a tomar el “compromiso de formarse más, para la Iglesia, el pueblo de Dios”. La Eucaristía de cierre fue presidida por Mons. Elías Rauda, Obispo de San Vicente, a las 6:00 p.m.
De allí en nueva manera dio fin maravilloso a su jornada la noche ya postrera, la noche deseada, estando ya la cena aparejada. Convida a sus hermanos, y, cumplida la sombra y ley primero, con sus sagradas manos por el legal cordero les da a comer su cuerpo verdadero. Aquella criadora Palabra, con palabra, sin mudarse, lo que era pan agora en carne hace tornarse y el vino en propia sangre trastornarse. Y puesto que el grosero sentido se acobarda y desfallece, el corazón insano por eso no enflaquece, porque la fe le anima y favorece. Honremos pues, echados por tierra, tan divino sacramento, y queden desechados, pues vino el cumplimiento, los ritos del antiguo Testamento. Y si el sentido queda pasmado de tan alta y nueva cosa, lo que él no puede pueda, ose lo que él no osa, la fe determinada y animosa. ¡Gloria al Omnipotente, y al gran Engendrador y al Engendrado, y al inefablemente de entrambos inspirado igual loor, igual honor sea dado! Amén.
Mons. Elías Rauda, Obispo de San Vicente, preside la Eucaristía con que finalizó el Encuentro
Palabras del Arzobispo
(viene de la página 2)
Sin embargo, el relato de este pasaje tiene un mensaje que debemos rescatar: la solidaridad como signo de la instauración del Reino ya aquí, desde el hoy. Vamos de camino hacia el Reino definitivo; pero ya en el camino a ese Reino es posible disfrutar de sus frutos, entre ellos, el comer juntos a la mesa, como hermanos, sin diferencias sociales, sin envidias, sin odios, sin prepotencias, sin desprecios por el más débil o el más pobre. En la SEGUNDA LECTURA se pone esto de relieve. San Pablo, enterado de que hay divisiones en la comunidad de Corinto, al momento de reunirse en asamblea les recuerda: Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor. Enseñanza que recibió, como él lo explica, del Señor. Recordar su muerte implica vivir solidariamente como hijos e hijas de Dios, amándose fraternalmente e interesándose por el otro. No se puede comulgar y
vivir con envidias, egoísmos u otras conductas que lo único que generan es división entre el pueblo de Dios. Por otra parte, no podemos olvidar que la Eucaristía tiene dos dimensiones. Una es la celebración de la Misa; y la otra: es la prolongación; es decir, el mantener una reserva del Pan en el Sagrario. Es importante, no perder los gestos llenos de amor y veneración por la Eucaristía, dedicando un día para la adoración personal o comunitaria del Santísimo. Hacerlo nos ayudará a recordar que la Eucaristía es recuerdo y actualidad. Recuerdo de la entrega de Jesús por la humanidad como el mayor gesto de amor; y actualidad porque estamos llamados a vivir en el amor a Dios y a los demás. † Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador
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La Palabra de Dios para cada semana Gén 14, 18-20; Sal 109, 1.2.3.4.; 1 Cor 11, 23-26; † Lc 9, 11b-17 Preparado por:
Domingo 29 de mayo de 2016 • Festividad del Cuerpo de Cristo • Ciclo “C” • Año II (par)
Pbro. Patxi Loidi cirsol6@integra.com.sv
Alzando los ojos al cielo pronunció la bendición y repartió lo que había El Evangelio de hoy nos narra una historia de amor social, que acentúa el verbo compartir. Las referencias a la sagrada Eucaristía están claras en la bendición y los demás gestos que hace Jesús. El amor compartido es un elemento fundamental de la celebración eucarística, que nos dice: Hay para todos cuando se comparte. Países avanzados y multinacionales llevan a su espalda el gran pecado de no dar solución al hambre que mata miles cada día. Dios nos habla fuerte.
Queridas amigas y amigos: Hoy me gustaría hacer dos comentarios a este Evangelio: uno sobre el significado eucarístico y social del pasaje y otro sobre las dos lógicas, la de los discípulos y la de Jesús. Elijo el primero, pero voy a poner el segundo como apéndice. Este pasaje nos presenta a Jesús como Salvador religioso y social. Los profetas habían descrito la salvación como un banquete en abundancia, donde habría pan para todo el mundo y sobraría. Esta salvación material se vivió en la Iglesia primitiva en las eucaristías. En el ofertorio se repartían víveres para toda la gente necesitada. Así fue como se venció el hambre en Roma en el siglo IV. El texto alude expresamente a la celebración de la eucaristía, cuando nos dice que Jesús tomó los panes y los peces, pronunció la bendición sobre ellos, los repartió por medio de los discípulos y discípulas. Y subraya la abundancia anunciada por los profetas, con la cantidad de canastos que sobraron. Los tiempos cambian y hoy en día se recoge en las eucaristías una limosna voluntaria y no alimentos. Algunas diócesis distribuyen las aportaciones para distintos destinatarios: un domingo, para gente sin trabajo; otro, para Cáritas diocesana; otro, para las necesidades de la parroquia, etc. La Iglesia actual recoge y reparte también ayudas por muchos otros medios, fuera de la eucaristía, sobre todo con Cáritas y otras instituciones sanitarias, docentes, de promoción, de ancianidad y de infancia. Además Cáritas adopta posiciones avanzadas respecto de la justicia. ¿A veces demasiado fuertes? Todo ello nace de la Eucaristía y debiéramos celebrarlo con ella. Vemos, pues, que la unión entre las obras sociales y la eucaristía es un rasgo fundamental de la Iglesia, además de la predicación. Previamente al reparto de alimentos, Jesús había estado iluminando a la gente con su enseñanza. Y unos
versículos antes (9, 1 ss) vemos también a los apóstoles predicando. La liturgia, la enseñanza y la caridad, con proyección hacia la justicia social, son los grande ejes de la vida de la Iglesia. Y deben serlo igualmente de las cristianas y cristianos. Máxime si tenemos además en cuenta, que la eucaristía nació de las comidas de Jesús con gente excluida y empobrecida. Desgraciadamente, el enorme prestigio de Cáritas no tiene equivalencia en el prestigio de la Iglesia ante la ciudadanía. Este punto debiera hacernos pensar. Este conjunto de referencias le dan una extraordinaria profundidad religiosa y social al Evangelio de hoy. Ojalá escuchemos la voz de Dios, que está tan implicada con la voz de la gente empobrecida. Apéndice. La lógica de los discípulos y la lógica de Jesús Son dos lógicas distintas. ¿Cuál es la lógica de los discípulos? Comprar el pan para aquella multitud. Es lo que entienden también, cuando Jesús les dice: “Denles ustedes de comer”. Los discípulos tienen una lógica económica. ¿Cuál es la lógica de Jesús? Compartir lo que haya, poco o mucho; y llegará para todos. También los problemas se comparten; y se solucionan en el grupo, en la Iglesia, en la comunidad del suburbio. Jesús no habla solo de lo que nos sobra, sino de lo que hace falta en cada caso. Jesús tiene una lógica solidaria. Habían ido a aquel lugar a descansar, después muchos días en misión. Pero, ante la necesidad de la gente, les pide que compartan lo que tengan. Lógica económica. ¿Cuánto dinero hace falta para ayudar a las niñas sin comida? Lógica solidaria de Jesús. Empieza a compartir lo que tienes. Trabaja en los centros y organizaciones que puedas. Y el milagro estará hecho.
Lecturas de la Semana
Plegaria Carteras desinfladas frente a maletas de oro Señor, ten compasión de las personas practicantes, que nunca vieron más allá de las paredes de la Iglesia, nunca tuvieron ojos para ver a las personas excluidas. Ten compasión de quienes rascan monederos, para cumplir con su obra de misericordia; pero al salir del templo, despliegan generosamente sus carteras en la taberna más cercana. Y cuando tú proclamas “denles de comer ustedes”, todas enseñan sus bolsillos desinflados y dicen un “lo siento” muy sentido. Tú miras con sonrisa complaciente a las samaritanas que no cambian de camino al ver un bulto ensangrentado por el suelo; y no preguntas si su templo está en Jerusalén. ¿Cómo miraste al sacerdote y al levita cuando se dieron media vuelta para ir al santo culto del Señor? Comiste a gusto con los compañeros de Leví, que no sabían el camino de la iglesia, pero eran excelentes jefes de cocina. Y adivinaste una maleta de oro entre los dedos de la viuda y sus pequeños céntimos. Ves a la luchadora no-violenta, constructora de paz y de justicia, llevar panfletos por la estrecha calle a la pequeña casa de sus camaradas; y te sonríes satisfecho. Y ves la gran casulla con bordados de oro y dices: Yo no vestía así. Hoy seguiremos dando pan a tus empobrecidas y mañana también, al celebrar unidas las eucaristías de tu palabra, de tu pan y de tu gente pobre.
Pensamiento Amplía las lonas
• Del 30 de mayo al 4 de junio de 2016 • Lunes 30: 2 Pe 1, 1-7; Sal 90, 1-2. 14-16; † Mc 12, 1-12 Martes 31: Sof 3, 14-18; Sal: Is 12, 2-3. 4-6; † Lc 1, 39-56 Miércoles 1: 2 Tim 1, 1-3, 6-12; Sal 122, 1-2; † Mc 12, 18-27 Jueves 2: 2 Tim 2, 8-15; Sal 24, 4-14; † Mc 12, 28-34 Viernes 3: Ez 34, 11-16; Sal 22, 1-6; Rom 5, 5b-11; † Lc 15, 3-7 Sábado 4: Is 61, 9-11; Sal: 1 Sam 2, 1. 4-8; † Lc 2, 41-51
Amplía las pieles de tu tienda. Que tu pareja y tus hijos hagan sitio. Vamos a formar comunidad. Vamos a tener más hermanas, más hijos, más suegras. Hay que prepararse. Nada de limosnas. Comparte tu tienda y tu mochila, y no temas ceder el saco de dormir. Hay para todo el mundo si se reparte bien.
Beato
12
Desde hace un año le llamamos 11:05 a.m.
11:30 a.m. Su Eminencia, Cardenal Angelo Amato, delegado pontificio, predica la homilía en la que se nombró Beato a Monseñor Romero
Jóvenes portan las ofrendas que se dedicaron durante la Misa de Beatificación
11:43 a.m.
Los Sacerdotes que se desplazarán a impartir el Sacramento de la Comunón, reciben bolsas que contienen hostias consagradas
12:02 p.m.
Para impartir la Comunión, los presbíteros fueron asistidos por voluntarios debidamente identificados
12:19 p.m. El señor Canciller de la Arquidiócesis de San Salvador, Mons. Rafael Urrutia, lee en castellano la carta de Su Santidad el Papa Francisco escrita expresamente para la ceremonia
12:26 p.m. M o n s . Vi n c e n z o P a g l i a , Postulador de la Causa de Beatificación ante el Vaticano, dirigió unas palabras sobre el Beato Romero hacia el final de la ceremonia
12:36 p.m. El señor Arzobispo Metropolitano de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, agradece a Su Santidad el Papa, a través de la persona del Cardenal Amato, la deferencia con el pueblo salvadoreño de reconocer a Monseñor Oscar Romero como Beato; y a los presentes por acompañarnos en un momento histórico para el país
12:39 p.m. p
Al término de la ceremonia se sugirió levantar los recuerdos, reliquias y artesanías con la efigie de Monseñor para el momento de la bendición final
10:20 a.m. Acción de gracias ofrecida en Catedral Metropolitana por la gracia obtenida de ver en los altares a Monseñor. La Eucaristía fue presidida por Monseñor José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador, y concelebrada por Monseñor Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá, Obispos de la Conferencia Episcopal de nuestro país y de otros países de Centroamérica y Estados Unidos
24 de mayo
29 de mayo de 2016
Portada y contraportada de Semanario Orientación. Domingo 24 de mayo de 2015
IGLESIA LOCAL
El señor Cardenal consagra el Pan y el Vino junto al señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar (izq.), y otros obispos y cardenales
11:56 a.m.