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Jesús Vidal Chamorro pág
Belén Napolitano Museo de Valladolid cultores, en el mundo del Belén. Una de sus Natividades se conserva en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. En Jódar (Jaén) ya hay referencia documental a la instalación de un nacimiento, en un domicilio particular, en el año 1589. En el siglo XVII los belenes que se construían en las iglesias trascienden a los hogares, con figuras en barro cocido policromado, donde las familias nobles de la época presumían de sus exposiciones. Las figuras se confeccionaban con diferentes materiales, según la tradición artesanal de cada zona. Cada figura representaba las diferentes escenas y ambientaciones ofrecidas en los belenes, con un estilo propio de nuestros escultores, con marcada diferencia de las influencias italianas, ya que predomina el barro como principal material y la policromía en sus creaciones, algunas de ellas verdaderas obras de arte sólo al alcance de muy pocos, como eclesiásticos, grandes familias de la nobleza y el entorno de la Corte. Dan constancia de estos hechos la descripción de su legado en los testamentos de Isabel la Católica a sus hijas, así como el belén de figuras de cera que Lope de Vega ponía en su casa y que deja a su hija Antonia Clara, que figura en el inventario de su herencia. También se conservan el belén Napolitano del Museo de esculturas de Valladolid y el de la colección March en Palma de Mallorca. El Belén de las Agustinas Recoletas de Salamanca. Es un belén napolitano con figuras articuladas de gran tamaño, vestidas con ropajes de raso bordados con hilos de oro y plata. Datado sobre el año 1646, fue un regalo del conde de Monte-
Colección Belenes Fundación March rrey y virrey de Nápoles, don Manuel de Zúñiga y Fonseca, a su hija Inés de Zúñiga, nacida en 1640, que fue enviada con cuatro años al convento. El escenario es una casa charra del siglo XVII. Al siglo XVII pertenecen en España numerosos ejemplos en templos y monasterios y aún en casas particulares, entre los que destacan las obras de la sevillana Luisa Roldán, la “Roldana”, escultora del rey. Alguno de sus belenes se encuentra en la Escuela de Cristo de Sevilla. Su aportación al belenismo vino en forma de numerosos belenes de terracota, de estilo barroco y gran influencia italiana, que formaban la escena de la Natividad. Su
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Belén de las Agustinas Recoletas de Salamanca
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Belén de La Roldana
obra se encuentra repartida por distintos museos, como el de Artes Decorativas de Madrid, Museo Arqueológico de Bilbao e Hispanic Society of America de Nueva York Durante ese periodo de finales del XVII, destacan las figuras del fraile mercedario fray Eugenio Gutiérrez de Torices, pues tienen la peculiaridad de ser confeccionadas en cera. Este material les confiere una finura y transparencia que las hace exquisitas y, a pesar de ser figuras de vestir, como las napolitanas, no admiten comparación, ya que los colores de sus vestidos cortesanos, confeccionados en tela y papel, también son pálidos, como desvaídos, en contraposición con las de Nápoles que son modelos tomados del pueblo, con sanos colores en las mejillas y abigarrada espectacularidad en el vestir. Dichas figuritas fueron calificadas por los pintores italianos Mitelli y Colonna como «miracolo della