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Cuando la estrategia es una moda que no pega ni con cola: innovación educativa como acto deliberado

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Introducción

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Teoría e investigación

Cuando la estrategia es una moda que no pega ni con cola: innovación educativa como acto deliberado

Frances Figarella García

Presidenta de la Cooperativa Educativa para la Reinvención y la Acción (CoopERA) fvfigarella@gmail.com

Resumen

En este artículo la autora reflexiona en torno al proceso de los docentes a innovar con la estrategia de ABP. Ofrece argumentos para justificar por qué los docentes y los administradores deben tener cautela al tomar decisiones de iniciar el uso de la estrategia en la sala de clases. Finalmente recomienda observar algunas prácticas que se alejan de la estrategia de ABP y ofrece recomendaciones para innovar de manera que obtengan logros.

Palabras claves: ABP, Estrategia, innovación educativa, cambios en la educación

Relación con otras materias y niveles educativos:

Aplicable a cualquier materia y nivel educativo

Introducción

La innovación y la búsqueda de soluciones a problemas de aprendizaje son temas fundamentales en la educación del siglo XXI. El docente como profesional de la educación es un eje central de este proceso de autoeducarse e implantar el cambio. Como profesionales de la educación los docentes debemos tener precaución al decidir utilizar una estrategia de base científica en la sala de clases. Las nuevas tendencias de impulsar el uso de estrategias que han demostrado que son efectivas para promover aprendizaje a través de la investigación NO deben asumirse como modas. Es decir, NO puede engancharse como una pieza de ropa que la usas cueste lo que cueste, pues el Departamento de Educación u otra autoridad edu cativa dice que es la estrategia que hay que utilizar y punto. La innovación y el proceso de cambio es un asunto muy serio que debe tomarse con cautela para asegurarse algún margen de éxito y reducir frustraciones en la comunidad escolar.

Si bien es cierto que las estrategias de base científica son valiosas y los sistemas educativos deben promoverlas, no es menos cierto que la im plantación inadecuada de las mismas puede tener resultados no deseados no solo para el maestro, sino para los más importantes del proceso: los estudiantes. Recordemos algunas experiencias en Puerto Rico de innovaciones con todas las posibilidades de tener éxito: 1) Los Quinmestres (Calendario Escolar Continuo, 1973); 2) las Escuelas de la Comunidad (1993); 3) la estrategia ECA (Exploración, Conceptualización y Aplicación); 4) el Aprendizaje Cooperativo; y 5) el “Hands On”, por mencionar solo algunas que resaltan a la vista.

Muchos coincidirán que algunas de estas in

novaciones tienen muchos aspectos positivos que podrían haber resultado o resultaron provechosas para algunos docentes y estudiantes. Sin embargo, también resultaron en frustaciones, confusiones y concepciones lejos de lo que realmente son. Por ejemplo, es común escuchar algún maestro decir que ECA es lo mismo que “Inicio, Desarrollo y Cierre”. Nada más lejos de la verdad. Otro ejemplo, es ver a los estudiantes haciendo porque están utilizando “Hands On”, pero su mente no está activada y solo se están entreteniendo. Es por eso que debemos, tanto la administración como los docentes y la comunidad escolar, asumir con mucha responsabilidad la decisión de utilizar una estrategia innovadora, como por ejemplo el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).

Según la UNESCO (2014) citado en UNESCO (2016):

“la innovación educativa es un acto deliberado y planificado de solución de problemas, que apunta a lograr mayor calidad en los aprendizajes de los estudiantes, superando el paradigma tradicional. …”

Así pues, el acto del docente de integrar una estrategia, como el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), en su sala de clases podría considerarse una innovación. Como toda innovación educativa, requiere que el maestro determine involucrarse en un proceso de cambio deliberado, pertinente para su sala de clases, planificado y sistematizado para alcanzar los logros esperados. Es decir, la decisión de un educador de utilizar una estrategia como innovación educativa debe estar centrada en el contexto social y cultural de su sala de clases y en la formación profesional que posee o que puede desarrollar. Esta mirada considera al docente un profesional de la educación y centra la innovación en su capacidad de desarrollo para atender unas necesidades que observa y determina atender en su contexto escolar.

El ABP, al igual que otras estrategias de base científica, tiene unos fundamentos teóricos que la sostienen, unas características que requieren un espacio de aprendizaje determinado y no se ajusta a todos los contextos educativos. Es por esto que los docentes necesitan reflexionar si la innovación, en este caso ABP, podría atender un problema de aprendizaje en su contexto escolar, si está alineada a la filosofía educativa de la escuela y al conoci miento que posee sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje. En fin, debe evaluar si está preparado para integrar esta estrategia; para planificar y sistematizar el proceso de cambio en su sala de clases. Y si aún no se siente preparado, debe asumir una acción proactiva de desarrollo profesional para prepararse para asumir la innovación.

“El modelo de innovación de arriba hacia abajo ha mostrado ser insuficiente para promover transformaciones en las concepciones, actitudes y prácticas de los docentes. Los cambios que surgen desde las instituciones educativas y docentes son más significativos para el contexto; es decir, tienen un sentido esencial de pertinencia y pertenencia. Hoy, la institución educativa es valorada como el centro de la innovación y el cambio educativo.” UNESCO (2016).

Entonces, son los docentes los centros del cambio y por ello deben considerarse los más importantes al momento de tomar la decisión de utilizar una estrategia innovadora. En resumen, es posible que la gran estrategia de base científica que el sistema educativo está promoviendo esté lejos de la filosofía y fundamentos teóricos que formaron al docente. Por lo tanto, se recomienda que cada maestro antes de comenzar a utilizar una estrategia en la sala de clases primero pase por un proceso de desarrollo profesional y autoconvenci miento de todos sus fundamentos. Que se sienta meridianamente convencido que la estrategia puede atender las necesidades de aprendizaje de sus estudiantes y comprende los procesos de enseñanza y aprendizaje que debe cambiar para que esta logre la efectividad que se le adjudica científicamente.

Recomendamos tener en consideración las siguientes observaciones que hemos realizado en salas de clases donde dicen haber adoptado el ABP

y lo que se observa está lejos de los fundamentos y las características de la estrategia. Veamos prácticas que se alejan de la estrategia de ABP: 1. Uso de proyectos que no apelan al interés de los estudiantes. 2. Maestros presentando el contenido de la clase primero y luego usan el proyecto para aplicar lo aprendido. 3. El centro del conocimiento es el maestro. 4. Poca libertad para que los estudiantes dirijan su aprendizaje, falta de autodirección del estudiante en su proceso de aprendizaje. 5. Poca exploración de los esquemas mentales de los estudiantes, el conocimiento que traen los estudiantes ni se investiga ni se toma en consideración para dirigir su proceso de aprendizaje. 6. Clases deductivas que no requieren el inquirir. 7. Escaza interacción social entre los estudiantes. 8. Falta de retrocomunicación continua durante el proceso de desarrollo del proyecto 9. Enfasis en el contenido por lo que le resta relevancia a las actitudes, valores y destrezas que desarrollan. 10.Bajos niveles de pensamiento: predomina la memoria.

En síntesis hemos notado como cuando los docentes no están bien preparados en ABP se observan prácticas muy lejanas a las que se observarían si tienen pleno dominio de esta estrategia. Entonces, queremos clamar a los docentes y los administradores que no se sientan presionados a integrar a su sala de clases una estrategia inno vadora y utilizarla como una moda impuesta. Es mejor tomar el tiempo para prepararse para poder proceder a explorar el desarrollo, diseño, implantación y evaluación de la misma. 1 Recomendamos identificar aquellas prácticas que lleva a cabo y NO son cónsonas con el ABP para establecer cómo las puede cambiar. Consideramos importante que los docentes sean capaces de convencer a otros de la validez de integrar la estrategia. Por ejemplo, a los administradores, a otros colegas, a los padres

1. Para referencia del proceso de desarrollo, diseño, implantación y evaluación de ABP vea la referencia Velázquez y Figarella (2012). y otros influyentes de la comunidad escolar que luego pueden ser resistencia para la innovación de ABP.

Sin duda el proceso de innovar con una estrategia es un proceso complejo, que no se hace de un día para otro y que no tiene recetas para seguir paso por paso para alcanzar el éxito. Sin embargo, el que la decisión de los docentes sea un acto deliberado y planificado de solución de problemas, que apunta a lograr mayor calidad en los aprendizajes de los estudiantes acompañado por un proceso de planificación y sistematización del cambio apoya el proceso y ofrece un nivel de experimentación que reduce los riesgos de la improvisación. La documentación que pueda generar el docente del impacto de la estrategia en los estu diantes ayudará a determinar si los cambios son efectivos, atractivos y pertinentes para sus estudiantes.

A ti maestro y maestra comprometido con el aprendizaje de tus estudiantes, confía en que serás mejor profesional si haces las cosas con calma y con el compromiso de que lo que haces no es una moda, sino un genuino interés de encontrar las estrategias más efectivas para que tus estudiantes aprendan de manera significativa.

Referencias

Unesco-Perú (2016). Serie “Herramientas de apoyo para el trabajo docente”. Texto 3. Metodología de Sistematización de Experiencias Educativas Innovadoras. Velázquez Rivera, L. M.; Figarella García, F. & Clark Mora, L. (2016). La aventura del currículo auténtico-Posibilidades y éxi tos en la problematización del aprendizaje. San Juan, Puerto Rico: CoopERA. Velázquez Rivera, L. M. & Figarella García, F. (2012). La problema tización en el aprendizaje-tres estrategias para la creación de un currículo autentico. San Juan, Puerto Rico: Isla Negra Editores.

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