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Liderazgo,Emprender es tener actitud creadora

Por: Gustavo Ordoñez.

“A veces sentimos que lo que hacemos es una gota en medio del mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota” Madre Teresa de Calcuta

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Este es un llamado a la reflexión sobre el poder transformador del que el ser humano ha sido dotado. En este caso, en dos direcciones: el SER líder y el SER emprendedor. En la que he llamado la “Economía Transformativa” o “Economía T”, juega un rol relevante la iniciativa que toma el hombre para ir más allá de la simple acción de cambiar materias primas en productos para su uso cotidiano.

A estos efectos, vale la pena preguntarnos si el rol del ser humano es de procesador de materias o transformador de realidades?

Los últimos años del siglo veinte y los que llevamos del presente, no cabe duda que se han caracterizado por la aparición y profundización de grandes crisis en la tierra. El hambre, la pobreza, la concentración inequitativa del capital y por ende de la riqueza, en el sentido más amplio de su expresión, el abandono de la niñez, violencia familiar, corrupción y, por qué no decirlo, la pérdida de la consideración digna y ética del ser humano por parte de un puñado de falsos líderes.

El entorno en el que vivimos, el llamado mundo VICA (Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo) nos presenta desafíos de inmensa exigencia en donde los conocimientos técnicos no son suficientes para lograr superarlos. Se hacen necesarias las llamadas “habilidades blandas” como por ejemplo la capacidad de liderar y emprender con un ánimo transformador desde el propio ser, pasando por el núcleo familiar y dirigiéndose, en todo caso, a generar beneficio e impacto en nuestra sociedad. Emprender y liderar debe partir de un nuevo paradigma como es la decisión de usar el poder de la conciencia, de la conectividad humana y no sólo tecnológica, la búsqueda de un bien superior para mí, para mi familia para la sociedad; un bien superior llamado “bienestar propositivo” en el cual, definitivamente la mujer, por su especial coraje, conformación sicológica y la habilidad elevada de conectarse con su entorno, está llamada a jugar un rol preponderante.

Emprender parte de la base de tener el ánimo de desarrollar una iniciativa que genere niveles superiores de autonomía, construya un tejido familiar y social y, en fin, un proyecto de vida. Esto es clave, es decir, que el emprendimiento no se quede en iniciativas y pase al nivel de empresarismo y el liderazgo propositivo. Dejo para su consideración este concepto sobre el liderazgo y emprendimiento propositivo para la mujer:

Aquella mujer que teniendo un propósito superior, transforma las crisis en oportunidades, con sentido ético, en procura de una mejor calidad de vida para sí, para su familia y la sociedad.

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