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Entrevista, Nina Keres, Embajada Finlandia

Entrevista

Por: Peithi Ruth García Villalba.

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Nina Keres “El mayor valor de una persona es la compasión proactiva; es decir, no es hacer trabajos de caridad sino buscar el cambio con proyectos sostenibles”

ANina Keres la conocí cuando ella aún estaba recién llegada a Colombia y desde ese entonces entablamos una sincera amistad. Nina es afable y sencilla, rasgos que no tropiezan con la seguridad y profesionalismo que transmite cuando habla de temas sociales, derechos humanos, respeto e igualdad hacia los otros, con elegancia y mesura defiende su punto de vista y deja ver su experiencia en estos temas. En esta mujer reconozco una poderosa vocación de servicio, labor que ha podido cumplir a lo largo de su vida, no sólo como esposa del embajador

Nina Keres, Embajada Finlandia

de Finlandia en Colombia, Jarmo Kuuttila, sino, desde muy joven cuando decidió dedicarse a trabajar por y para los niños: primero, como educadora y luego, en pro de los derechos de los niños en el mundo. Uno de sus aportes en este campo ha sido fundar All our Children (Todos Nuestros Niños), fundación que preserva el derecho de los niños de conservar su identidad cultural de base.

Nina, es una viajera incansable y estudiosa, de cada uno de los sitios en los que ha vivido

ha aprendido su cultura y su realidad, este conocimiento le ha permitido llevar a cabo proyectos sociales sostenibles acordes a las necesidades de las comunidades. No sobra decir, que es políglota, habla 6 idiomas: Fines, alemán, sueco, inglés, portugués y español.

Los finlandeses somos gente del bosque. una vida familiar muy tranquila, rodeados de amigos y cada vez que pueden viajar al exterior o a lugares de Colombia, siempre acompañados por sus dos inseparables compañeros perrunos: Morita y Lucky; este último, rescatado de las calles de Birmania.

Nina es de Finlandia. Para muchos, un país hermoso, lejano y frío; para otros, el país con la mejor educación del mundo. Sin embargo, la definición más sencilla y amorosa de los finlandeses es la dada por ella misma: “Somos gente del bosque, estamos más cerca de la naturaleza, del campo y por lo tanto somos personas más tranquilas que disfrutamos de las cosas sencillas de la vida y de la gente espontánea. Para nosotros el bosque es un bien de todos”. Esta comunión con lo simple y la naturaleza, está sustentada en el hecho de que Finlandia es un país donde el 70 % de su territorio es bosque y la gran parte de sus pobladores de una manera u otra están conectados umbilicalmente con él.

Su familia, su vida.

En muchas de nuestras conversaciones, siempre sale a relucir el tema de su familia, que ella misma considera su punto de eje. Cuando se le pregunta ¿Quién es Nina?, siempre su respuesta es: “Primeramente, soy madre y luego una mujer trabajadora” Ambos roles lo has ejercido con éxito.

Conoció a su esposo muy joven, a los 18 años, y luego de un largo noviazgo se casaron. Los hijos vendrían más tarde. En un principio, sus vidas transcurrieron en Helsinki donde cada uno se dedicaba a sus proyectos. Después de un tiempo y por razones laborales empezaron una vida de peregrinación por diferentes países durante los cuales nacieron sus hijos Karri y Iina. Estos serían los acontecimientos más importante de su vida.

Actualmente, Nina y su esposo, después de cumplir con sus labores diplomáticas, llevan Nina cuando habla de su vida y de su trayectoria profesional, lo hace desde la humildad. Sin embargo, reconoce que el llamado al servicio lo tiene desde niña «es de familia», afirma. Su madre es trabajadora social y su hija, que es antropóloga social, también se ha dedicado a ayudar a otros. Pero si buscamos una figura clave para entender su vocación de servicio, lo encontraremos en su abuela materna Saima, quien era una mujer de negocios con un alto sentido social, fue ella quien le inculcó el valor de la igualdad y de ayuda no desde la caridad sino desde la acción: “mi abuela nació en 1910 en un país (Finlandia) donde las mujeres ya tenían el derecho al voto y la posibilidad de hacer parte del Parlamento. Para mi abuela, igualdad era sinónimo de una sociedad justa y equitativa”, señala Nina. Este pensamiento fue una impronta en su personalidad, porque tanto en su vocabulario como en lo que hace, siempre se hayan presente las palabras de justicia, igualdad y equidad unidas al pensamiento de que, el mayor valor de una persona es la compasión proactiva; es decir, no hacer trabajos de caridad sino buscar el cambio con proyectos sostenibles. “En mi país hay un refrán muy parecido al que usan en Colombia: “no se da el pescado, se enseña a pescar “, señala

Su abuela saima …el modelo a seguir

Educacion desde la curiosidad y la creatividad.

Como sabemos, actualmente Finlandia ostenta el reconocimiento de tener el mejor sistema educativo del mundo: basado en una educación gratuita, equitativa y que fomenta la curiosidad y creatividad, entre otros. Y, como ella misma dice: “conté con la suerte de recibir este tipo de educación. Mi madre tuvo una educación más académica y ella se asombraba de que yo pudiera

hacer muchas cosas con mis propias manos. Desde niña, recibí una formación muy amplia, enlazada entre lo académico y lo experiencial, que me permitió tener una mentalidad alterna. Junto a conocimientos generales teníamos clases de cocina, carpintería, expresión artística, etc. Esto permite que podamos dedicarnos a varios oficios”. Unido a lo anterior, en Finlandia el oficio de educador goza de una alta estima, considerándoseles “la vela de la sociedad” y por eso con un tono de orgullo, Nina expresa que su primera profesión es ser maestra. Durante 5 años se dedicó a la tarea de enseñar a niños entre los 5 y 7 años, sin embargo, ella sentía que en este trabajo no podía poner al servicio de otros todo su potencial, especialmente en el dominio de los idiomas, fue entonces cuando su mirada se posó en la labor social y se dio cuenta que el ser políglota le permitiría ser más proactiva.

Inicios de su trayectoria social

Su trayectoria social inicia con trabajos de voluntariado y en uno de estos, gracias al dominio del español se le solicitó que diera clases de español a una niña colombiana que había sido adoptada por una pareja finlandesa, la idea era que la pequeña no perdiera su lengua materna. Este trabajo fue relevante para la carrera de Nina. Primero, porque fue la primera forma de contacto con Colombia; segundo, le permitió conocer, de primera mano, la experiencia de varias familias que habían adoptado niños de otros países; y por último y tal vez lo más importante, se percató que había ciertos vacíos en cuanto al tratamiento que se le daba a niños provenientes de otros países. Luego de la experiencia anterior fundó, simultáneamente, el Departamento de Adopciones Internacionales en la ciudad de Helsinki y la fundación All our Children (Todos Nuestros Niños)

Primera experta en adopciones de su pais

Como ya mencioné, al conocer que existía muchas familias que habían adoptados en otros países, vio la necesidad de crear un programa que sirviera como ente regulador de las adopciones internacionales. De esta manera surge el Departamento de Adopciones Internacionales, del cual sería unas de las primeras personas en trabajar, en este tema, en su país. Ella fue la encargada de velar que las adopciones que se tramitaban entre Finlandia y Colombia fueran lo más transparente y estuvieran dentro de la legalidad. A finales de los años 80, en plena época de la violencia, Nina empezó a visitar nuestro país y en cada visita tuvo la oportunidad de conocerlo más y de enamorarse de él. Esto dejo un sentimiento de añoranza que no fue apaciguado sino hasta su regreso a Colombia, en el 2017, al lado de su esposo, como embajadores.

Fundacion all our children

Al tiempo, que desempeñaba el rol de funcionaria de adopciones, creó en 1988, junto a su mentor Yrjo Mannisto, la fundación All Our Children con la finalidad de apoyar a los niños multiculturales de su país: hijos de inmigrantes, niños adoptados, extranjeros y refugiados, etc. Ellos se dieron cuenta que era muy poco lo que se hacía, en su país, para que estos niños se integraran a esta nueva sociedad sin que perdieran lo que traían de su cultura de base. Este apoyo se daba también a los padres que lo necesitaban.

Actualmente, ella hace parte de la fundación solo como socia fundadora. La fundación, a su vez, sigue liderando programas con familias multiculturales, además de programas de apadrinamiento y de cooperación con entidades que velan por los derechos de los niños. Colombia, Bolivia, India, Tailandia, son algunos de los países beneficiados con estos proyectos.

Trayectoria internacional

Nina reconoce que ha sido muy afortunada porque ha tenido la oportunidad de conocer muchos lugares del mundo y esto le ha permitido desarrollar su vocación de servicio en los lugares que ha vivido: India, Estados Unidos, Birmania, entre otros.

Aunque, a la hora de calificar su trabajo se muestra muy prudente, destaca tres proyectos que han sido motivo de mucha satisfacción para ella. El primero, realizado en Birmania en aras de proteger a niños internados en monasterios budistas; el segundo, el trabajo que realizó con la ONG US Comitte For Refugees And Inmigrants (USCRI), que tiene como finalidad ayudar a niños inmigrantes no acompañados (niños que emigran solos a los Estados Unidos sin sus padres escapando de la violencia en sus países); el tercero, como directora de las campañas de la televisión finlandesa de recaudación de fondos para proyectos de la niñez en países en vías de desarrollo.

También ha sido vocera de la importancia de apoyar a la mujer. Una de las labores que ha realizado referente a este tema, lo ha hecho con el PMA (Programa Mundial de Alimentos) en Mozambique. Ella, era la encargada de que los víveres fueran entregados, especialmente a las mujeres porque esto aseguraba de que fueran destinados para el bienestar de la familia. En este país, también participo en un programa de género, destinado a las mujeres encarceladas y sus hijos. Se les enseñaba un oficio para que pudieran mantener económicamente a sus hijos desde la cárcel.

Para Nina, es de suma importancia realizar más trabajos de género: “apoyar a las mujeres, sin olvidar al hombre, es la mejor garantía para que los niños y las familias tengan un futuro”

Un corazon defensor de animales

A mi parecer, hablar de Nina Keres y no mencionar su otra pasión, sería dejar inconcluso un capítulo de su vida, que tiene que ver con el amor que ella profesa por los animales, no olvidemos que ella es una mujer del bosque. Paralelo al trabajo social humanitario, con comunidades oprimidas, también ha realizado un trabajo de rescate de perros y gatos callejeros. Un claro ejemplo fue la gestión que llevó a cabo en 2015, durante su estadía en Birmania, con la campaña Tails up! (¡Rabos arriba!) que buscaba frenar el exterminio de perros callejeros, cambiar la mentalidad hacia esta práctica y esterilizar el mayor número de perros.

Reencuentro con colombia

Después de varios años, los destinos de Nina y Colombia se cruzaron nuevamente, en el 2017. Ahora, no como funcionara de adopciones de su país sino como esposa del embajador de Finlandia en Colombia.

Al poco tiempo de su llegada a nuestro país, fue miembro de La Junta Directiva de ACDAC (Asociación de Cónyuges de Diplomáticos Acreditados en Colombia). Aquí fue una pieza clave en la organización y realización del Festival Gastronómico Internacional 2018, evento bandera de esta asociación.

De Colombia, se expresa con cariño hacia su gente linda y hermosos paisajes, pero también expresa su pesar ante la desigualdad social. Para ella, un país crece cuando brinda educación de calidad, ofrece las mismas oportunidades y fomenta, al mismo tiempo, la equidad e igualdad. Aunque es muy reservada al opinar sobre los derechos humanos en Colombia, ya que su conocimiento proviene de la prensa y de lo que algunos amigos colombianos le han manifestado, le parece muy preocupante la situación que viven los defensores y líderes sociales.

Para concluir, traigo a colación las palabras de Nina Keres con respecto a su estadía en Colombia: “yo me siento muy afortunada de estar aquí, país al cual le tengo mucho cariño desde hace muchos años y mi deseo es aportar, mi trabajo, en proyectos que promuevan un cambio desde lo social y cultural enfocados desde la sostenibilidad sin dejar a un lado la igualdad y equidad.

Para Nina, es de suma importancia realizar más trabajos de género: “apoyar a las mujeres, sin olvidar al hombre, es la mejor garantía para que los niños y las familias tengan un futuro”

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