director del Hospital Dr. Toro quien manifestaba, en ese entonces, su desacuerdo con nuestros pensamientos. El modelo fue implementado en muchos servicios en el HUSVP. Posteriormente ante las protestas realizadas por residentes y el descontento de algunos profesores en el servicio de Neurocirugía, el decano de ese entonces, profesor Alberto Uribe Correa, nombró una comisión que incluía un representante de Control Interno, el profesor Juan Guillermo Londoño y el profesor William Cornejo. La cooperativa llamada Neurocoop solo tenía interés en la docencia a los residentes en la medida que se pudiese incrementar la facturación; el trato hacia los estudiantes de postgrado era descortés, por decir lo menos; se había deteriorado el ambiente dentro del servicio de manera considerable, como quedó consignado en el informe2 . Sobre dicha situación, también conocida por el hospital, se generaron cambios como el desmonte de la Cooperativa y el nombramiento de neurocirujanos con vínculo laboral. Actualmente dicha Cooperativa, sorprendentemente, es una de las que ejercen intermediación en la IPS Universitaria. El hospital ha venido sustituyendo las cooperativas por vínculo laboral, lo que parece se ha establecido en una política del HUSVP; esto constituye una buena noticia para la Universidad. Desafortu-nadamente los comportamientos de algunos directivos han generado conflictos entre las dos instituciones además de desconfianza entre los profesionales, como ocurre en Pediatría donde 2
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se han venido retirando médicos con experiencia que laboran con el hospital y los egresados no muestran interés en trabajar con el HUSVP, con consecuencias sobre el funcionamiento y la calidad de la atención de ese departamento. Estos directivos desconocen que una adecuada integración y coordinación entre las dos instituciones potencia su valor misional; permite atender con alta calidad a la población antioqueña, formar un recurso humano calificado y humanista y desarrollar investigación en el área de la salud. El HUSVP, campo de práctica tradicional de la U. de A., donde muchos nos formamos, y con el que tenemos un afecto especial, debe seguir siendo el principal campo de práctica de la Facultad de Medicina, aun a pesar de los numerosos desaciertos. A mi juicio, la Junta Directiva del HUSVP debe revisar algunas de sus políticas al respecto, para no terminar incrementando el desánimo de muchos de los docentes e investigadores que ejercemos nuestra labor en el hospital. Igualmente, otras instituciones como el Hospital Pablo Tobón Uribe y el Instituto Neurológico vinculan a sus trabajadores médicos con contrato de trabajo y no se conoce de sus directivas informes sobre una quiebra inminente. Stefano Farne, Director del Observatorio Laboral de la Universidad Externado, dentro de la clasificación de cooperativas de trabajo asociado afirma:“Las pseudo CTA de forma legal, solo buscan menores costos laborales y mayores ganancias por parte de sus falsos ‘propietarios’ y de sus empresas-clientes, a costa de los derechos y el bienestar de los asociados”3.
Informe comisión investigadora sobre la situación académica del servicio de neurocirugía. Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia, en la decanatura de Alberto Uribe Correa. Cooperativas de trabajo asociado y Gobierno Nacional http://www.actualicese.com/expertos/cooperativas-de-trabajo-asociado-ygobierno-nacional-stefano-farne/
IPS Universitaria, consejo comunal de salud y salarios de los profesores De otro lado, estamos asistiendo a la implementación de cooperativas de trabajo asociado en la IPS Universitaria. Nuevamente debemos los docentes llamar la atención sobre las consecuencias de este tipo de contratación, no solo sobre la dignidad del médico sino sobre la docencia. Ya José Félix Patiño, Presidente de la Academia Nacional de Medicina en el año 2000, denunciaba la desprofesionalización de la medicina y señalaba como causa el modelo de Medicina Gerenciada ( managed care ) desarrollada por la Ley 1004. En un consejo comunal de salud, realizado por el Gobierno (Bogotá, enero de 2009), donde participó el político Jaime Restrepo Cuartas, el director de la IPS Universitaria y el dirigente cooperativista anestesiólogo Diego Acosta, entre otros, se refirieron a las cooperativas en la IPS como ejemplo nacional ante las críticas realizadas a este modelo. El sr. Uribe Vélez afirmó al respecto “Me preocupa que muchos de los reestructurados (se refería a los Hospitales) se han ido al extremo de sustituir la vinculación laboral por excesos de maltrato o de inestabilidad, a través de cooperativas”5. Se llegó a plantear de manera preocupante que ante los bajos salarios que paga la Universidad de Antioquia a sus docentes, éstos podrían incrementarse si los profesores se convertían en cooperativistas e incluso asumiendo funciones 4 5
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como la docencia y la investigación. Afirmaba que tenían 12.000 afiliados en Colombia y 3.000 en Antioquia. En la IPS todo el personal incluyendo secretarias, oficios varios además de los médicos están por esta modalidad, son pocas las excepciones. Un interesante fortín electoral además de negocio para unos pocos, que escapa a selección por concurso y por méritos y permite mayor manipulación. A la comunidad universitaria le gustaría conocer qué intereses políticos se mueven en la IPS Universitaria. Frente a estas afirmaciones debemos contraponer la consigna de nivelación salarial para los profesores de la Universidad de Antioquia y vínculo laboral con salario digno para los trabajadores en este germen y modelo de verdadero hospital universitario que debería ser la IPS Universitaria. A ese ritmo, vamos a ser muchos los defraudados. Y si de defraudaciones hablamos, no podemos olvidar cuando Jaime Restrepo Cuartas ejerció la rectoría donde cumplió dócilmente su papel manejando de manera “responsable” las finanzas de la Universidad a costa del salario del profesorado como queda claro en el acta del CSU, donde una aplicación “responsable” de la asignación de puntajes por la producción del profesorado ubicó a la Universidad en el puesto 26 de las universidades públicas, situación reconocida en el CSU por uno de los vicerrectores de la administración de Restrepo Cuartas6 y por él mismo en el Comunicado 054 del 31 de octubre de 20017 , donde afirma ser “conciente de la notoria disminución de la capacidad adquisitiva de los salarios” evadiendo tomar cualquier acción
Patino Restrepo, José Félix. “Desprofesionalización de la Medicina”. Acta Médica Colombiana. Vol 26 m, N2 marzo-abril 2001. “Revisión minuciosa de cooperativas de trabajo asociado en hospitales, propone Presidente Uribe”. http://web.presidencia.gov.co/sp/2009/enero/17/08172009.html Consejo Superior Universitario Acta 182-2003. Documentos Jurídicos. Universidad de Antioquia. Comunicado 054, 31 de octubre 2001. Aumento salarial. Jaime Restrepo Cuartas.
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en ese sentido porque “la administración universitaria se vería acusada de irresponsabilidad”. Con ese cuento chino evadió olímpicamente la responsabilidad de un rector por luchar en mejorar todos los aspectos y prevenir consecuencias como las que vive la Universidad, como la pérdida de recurso docente por migración a otras instituciones y que ha sido denunciado por los profesores de Ginecología. Es una forma silenciosa de debilitar la Universidad Publica. Un juicio histórico aún está pendiente8. La Comisión Profesoral que sigue el proceso de la Clínicas Universitarias ha realizado diversos pronunciamientos sobre las contrataciones en la IPS cuestionando la tercerización, enfatizando la importancia de conservar un alto nivel de exigencia académica como el que demanda la Universidad a los profesores que se presentan a las convocatorias y que permite aumentar la base de docentes, bajo una dependencia o dirección académica y administrativa ejercida por la Facultad9.
Cooperativa de la IPS en crisis En la IPS Universitaria Clínica León XIII el sistema de cooperativas hizo crisis, puesto que la Ley 1233 de 2008, con aplicación inmediata en enero de 2009, obliga a las cooperativas a pagar parafiscales. Para adaptar la Cooperativa a esta nueva situación y a la reglamentación contenida en el Decreto 4588 de 2006, la Junta Directiva de Cooderma decidió modificar las condiciones 8 9
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laborales de sus empleados o “asociados”. Con esta modificación los empleados dejarán de recibir mensualmente una cuarta parte de lo que habitualmente devengaban, y aunque en teoría el valor de la hora aumentará en un 7%, los descuentos crecerán en un 25%. Si bien la ley dice que el pago de los parafiscales (9%) debe ir a cargo de la cooperativa y nunca del empleado o asociado, la Cooperativa en mención se los descontará de su remuneración mensual. Pero ésta no es la única arbitrariedad, la nueva forma de remuneración les descuenta el 8.3% para una compensación semestral y otro porcentaje igual para una compensación anual, la cual tiene los mismos requisitos de las cesantías, pero no mencionan que vaya a un fondo, ni que genere intereses por el usufructo de ese dinero. Como además estos empleados no figuran como trabajadores independientes, ni tampoco como vinculados a una institución, entonces todo los costos del sistema recaen sobre su remuneración puesto que no tienen contraparte patronal, les descuentan 13.5% para seguridad social, 16.0% para el fondo de pensiones y 2.4% para la aseguradora de riesgos profesionales. Sin contar el descuento de 7.0% para el “cooperativismo” y $30.000 por persona para gastos de administración. Conclusión, por cada hora que la Cooperativa le cobra a la IPS Universitaria, el médico recibe efectivo mensual el 57% de lo facturado; si la IPS vinculara a los médicos recibirían aproximadamente el 61% de ese valor hora trabajado y tendrían todas las ganancias de la
Carta al CSU, profesores Departamento Ginecología y Obstetricia. Enero de 2009. Informe número cinco de la Comisión profesoral para la inserción de la Facultad de Medicina en las prácticas académicas en las Clínicas de la Universidad. Enero 2009.
vinculación laboral, mayor pertinencia, mayor estabilidad, mejor participación en la docencia y en el vínculo con la Universidad. La discusión que se ha mantenido acerca de los costos laborales que implicaría la vinculación directa a la IPS Universitaria quedó resuelta con esta crisis, puesto que económicamente para la IPS Universitaria el costo de mano de obra puede permanecer igual, pero las condiciones laborales de los médicos y empleados mejoraría y la
pertinencia y compromiso de la IPS con la Universidad sería mayor. Los universitarios debemos estar alertas a los embates de la politiquería en la Universidad. Me pregunto, ¿Cuál es el papel y la influencia del político del Partido de la U, Restrepo Cuartas en la Universidad y en la IPS Universitaria quien considera que éste es su fortín electoral? Medellín, 3 de febrero de 2009
2. ¿RÉQUIEM POR LA UNIVERSID AD DE ANTIOQUIA? UNIVERSIDAD JUAN GUILLERMO LONDOÑO CARDONA Jefe Departamento de Ginecología y Obstetricia Facultad de Medicina El 16 de enero de 2009, en comunicación dirigida al Consejo Superior Universitario, los profesores del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, pusieron de manifiesto la grave situación por la que atraviesa ese departamento como consecuencia de la carencia de recurso humano disponible para garantizar el relevo generacional de la planta profesoral. Manifiesta el Claustro de Profesores de Ginecología y Obstetricia que los bajos salarios de enganche a
la institución no atraen profesionales para que se vinculen a la docencia y que esta actividad ya no forma parte del proyecto de vida de los profesionales de la medicina, puesto que instituciones privadas ofrecen salarios y estímulos económicos y laborales que superan en gran medida lo ofrecido por la universidad pública. Los docentes consideran su obligación hacer un llamado de alerta al Consejo Superior Universitario sobre el incierto futuro de la Facultad de Medicina. La situación no es exclusiva del Departamento de
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Ginecología y Obstetricia, es un patrón común en la Universidad de Antioquia, pero particularmente llamativo en esta dependencia. Cada año la facultad convoca entre 50 y 60 plazas de docentes y en el mejor de los casos se logra cubrir el 10%. Hoy el docente titular de tiempo completo vinculado a la Universidad de Antioquia es una especie en vía de extinción. Los ingentes esfuerzos hechos en promoción y autorización de comisiones de estudio para capacitar sus profesores pasan a ser sólo buenas intenciones, pues son la empresa y la universidad privada las que en última instancia los vinculan ofreciéndoles mejores salarios y condiciones laborales. El problema en la Facultad de Medicina afecta de manera especial las áreas clínicas y quirúrgicas. Los Departamentos de Medicina Interna, Cirugía y Ginecobstetricia hoy no son ni la sombra de aquellos que dieron lustre y gloria a la medicina colombiana, a la Universidad de Antioquia y al Hospital Universitario San Vicente de Paúl. Los responsables de garantizar la calidad de la educación superior observan de manera impávida cómo por sustracción de materia el tesoro de la Universidad de Antioquia, su capital humano, desaparece a pasos agigantados. Para demostrarlo, veamos estas cifras alarmantes. Según investigaciones adelantadas por el Representante Profesoral al Consejo Superior Universitario, profesor Gabriel Agudelo, la Universidad de Antioquia cuenta con sólo 900 profesores vinculados, 600 docentes ocasionales y 5.000 de cátedra con 9.000 contratos. Los números muestran cómo cada vez más la docencia recae en profesores de cátedra, lo cual afecta la calidad y, tal vez lo más importante, la pérdida del concepto de escuela construido tras largos años de labor académica.
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Si se analizan uno a uno los departamentos de las áreas clínicas y quirúrgicas, la situación es más que preocupante: la Sección de Cirugía General cuenta con sólo tres profesores titulares y siete asociados, el Departamento de Medicina Interna en 1994 tenía 17 profesores titulares de tiempo completo, hoy solamente hay 10; el Departamento de Ginecología y Obstetricia cuenta con dos profesores titulares y sólo seis de tiempo completo; en el Departamento de Patología sólo hay tres profesores de tiempo completo; y el de Siquiatría tiene dos y el de Radiología no tiene profesores de tiempo completo. En las subespecialidades la situación es peor y algunas de ellas están ad portas de desaparecer, con las implicaciones que este hecho tendría en la formación del recurso humano. Como consecuencia de los escasos estímulos económicos no hay interés de ascenso en el escalafón. En 1994 el promedio de puntos salariales para un profesor titular era de 421; 15 años después es de 600 puntos para el titular y 382 para un profesor asistente. El valor del punto salarial hoy es $8.700, es decir, un profesor asistente gana en promedio $3’300.000, sólo 4 profesores de la Facultad de Medicina ganan más de ocho millones. En resumen, la Universidad de Antioquia cada vez pierde más competitividad en el mercado académico, por sus bajos niveles salariales. El análisis comparativo de los salarios de vinculación entre el año 2000 y 2006 muestra la pérdida del poder adquisitivo de los profesores de la Universidad. En este período el salario mínimo aumentó 97%, el salario de los médicos internistas vinculados al Hospital Universitario San Vicente de Paúl aumentó un 178% y el salario de los profesores de la Universidad un 43%. De las 33 universidades públicas que tiene Colombia, la Universidad de Antioquia ocupa el puesto número 26 en la escala salarial del mayor
al menor, a pesar de ser el primer centro de investigación con el mayor número de grupos de excelencia académica calificados por Colciencias, además de haber sido la primera universidad pública en acreditarse como institución de educación superior. Tiene todos sus programas académicos acreditados. La Facultad de Medicina es la primera en el país que adelanta la acreditación internacional de sus programas. Todo esto se ha conseguido gracias al esfuerzo y al trabajo de sus profesores. Los docentes de la Facultad de Medicina esperamos que cuando los pares internacionales vengan a evaluar nuestros programas, encuentren interlocutores en las áreas clínicas y quirúrgicas. Esta caótica situación no es exclusiva de la Facultad de Medicina. Valdría la pena analizar con detenimiento qué pasa en facultades como Derecho, Economía y Odontología, por sólo mirar unas cuantas de todas aquellas que han dado renombre a la Universidad. La raíz del problema radica en la falta de dolientes con poder en la universidad pública y de manera especial en el presupuesto miserable que se le asigna, y que lleva a la asfixia económica a la educación superior. En nuestro país el presupuesto nacional para 33 universidades públicas es de 1,7 billones de pesos, de los cuales 855.000 millones corresponden al presupuesto de la Universidad Nacional con sus respectivas sedes; las 27 universidades públicas restantes se deben repartir los otros 855.000 millones. A manera de ejemplo, la seguridad democrática gasta 22 billones de pesos anuales equivalentes a 9 puntos del producto interno bruto y en contraste
la educación superior recibe sólo 0,25% de dicho producto. En América Latina el presupuesto para la educación superior de Colombia ocupa el penúltimo lugar, solamente superado por Haití. Esto explica la situación de la universidad pública, y por ende de la segunda universidad del país, en la cual el 70% de sus estudiantes pertenecen a los estratos 1, 2 y 3. El único canal lícito de ascenso social en Colombia corre grave riesgo de desaparecer. La pregunta obligada es ¿a quién le importa esta grave situación? No parece que al Consejo Superior Universitario quien no se tomó el trabajo de contestar la comunicación de los profesores de Ginecología y Obstetricia. Se entiende perfectamente. Habrá que esperar las propuestas de los candidatos a la rectoría ahora que estamos en campaña electoral. No hay que tener muchas esperanzas; este problema trasciende la Rectoría, e independientemente de lo que propongan, es el Consejo Superior Universitario en su sabiduría quien elige y este máximo organismo hace ya mucho rato conoce la situación y no se ha dado por enterado de este problema vital para el futuro de la universidad. El gobierno nacional está ocupado en otras cosas, en su sentir ésta no es una prioridad para el gobernante; eso ya todos lo sabemos. Seguramente en la próxima conferencia mundial sobre educación superior organizada por la Unesco, que se llevará a cabo en París del 6 al 8 de julio del presente año, la señora Ministra de Educación presentará los grandes logros de la Educación Superior Colombiana y probablemente no pasará absolutamente nada. La Ministra llama a las universidades colombianas a propiciar un debate amplio y racional en torno a la educación superior con miras a participar en esta conferencia. “La
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discusión debe tener como punto de mira la declaración final de la conferencia regional de América Latina y del Caribe (CRES), aprobada el 6 de junio del año pasado en la ciudad de Cartagena, en la cual se precisa que la educación superior es un bien social, un derecho humano y universal y un deber del estado” (Periódico Alma Máter 8-02-09). Con atrevimiento me tomo la vocería de los profesores de la Universidad de Antioquia e invito a la señora Ministra a que iniciemos este debate en la que algún día fue su universidad, y que gracias, entre otros factores, a la indolencia de los Ministerios de Educación y Hacienda, hoy corre el riesgo de desaparecer.
Los diagnósticos sobre la situación de la Universidad de Antioquia ya están hechos. Como universitarios estamos en la obligación de conocerlos y debatirlos con altura y con herramientas propias de la academia, pero ya es hora de que pongamos todo nuestro esfuerzo en su defensa y en este sentido hago un llamado sincero a profesores, estudiantes, personal no docente y administradores y a todos aquellos que sientan y crean en la Universidad a que presenten sus propuestas y trabajemos juntos por la supervivencia de nuestra Alma Máter. Si no lo hacemos, estaremos asistiendo como espectadores pasivos a la muerte del primer centro de educación superior de Antioquia. Medellín, 13 de febrero de 2009