Nº 37 Junio de 2010 Bloque 22 oficina 107 - Teléfonos: 219 53 60 - 263 61 06 - Correo: asoprudea@udea.edu.co - http://asoprudea.udea.edu.co
La democracia Universitara La Construcción de la democracia en la universidad pública Marco Antonio Vélez Vélez Presidente Asoprudea ¿Qué es la democracia? Pregunta insistente en aquellos regímenes que hacen de ella su razón de ser formal. Y la democracia es tanto un conjunto de procedimientos y de reglas que deben ser respetados, como las garantías dadas a las minorías para ser escuchadas. Tanto un ejercicio poliárquico del poder (múltiples centros de poder) como el campo abonado para el pluralismo y le disenso. Tanto el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, como la posibilidad de expresión de un poder constituyente que sobrepasa los poderes constituidos. En fin, todas estas acepciones caben dentro de la configuración del poder democrático −pues de una forma de poder se trata− y todas ellas dan cabida a momentos de la conformación de lo democrático. La universidad como institución es un espacio para la circulación de los saberes y las ideas. En principio, el saber jerarquiza y establece categorías. Pareciera que con él entramos en el reino de la meritocracia, es decir, de la diferencia y de la desigualdad de posiciones como sujetos. Sin embargo, las universidades son, también, aparatos administrativos que deben ser gobernados de ciertas maneras. Y la manera de esta
gobernabilidad debe estar a tono con la forma de ejercicio del poder social. No se puede aceptar una sociedad gobernada bajo parámetros democráticos que permita formas de la autocracia o del autoritarismo en las formas de gobierno de los espacios donde circulan los saberes. La Constitución colombiana enuncia en su artículo 67: “La educación formará al ciudadano colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia. Formar para la democracia es éste un propósito explicito de la educación en Colombia y por lo tanto lo es en el campo de la educación superior. Formar en y para la democracia solo se puede hacer en la construcción y desarrollo de escenarios democráticos en las instituciones educativas y, por lo tanto, en las universidades. Las prácticas de la democracia deben atravesar la forma de gobierno de éstas. Pero, en la administración de las universidades esto es más una intención y un anhelo que una realidad. La conformación de los Consejos Superiores Universitarios y los procedimientos de elección de los decanos y de otros directivos conforma un espacio de verticalidad y exclusión en el ejercicio del poder en las universi-