Palabra 50

Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia –ASOPRUDEA– No. 50 • Febrero de 2013 Bloque 22 oficina 107 - Teléfonos: 219 5360 - 263 6106 - Correo: asoprudea@udea.edu.co http://asoprudea.udea.edu.co

La representación profesoral ante el máximo órgano de gobierno universitario

Contenido Presentación Sara Yaneth Fernández Moreno Presidenta Asoprudea Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

Balance y prospectiva de la representación profesoral en el momento de su renovación Jorge Antonio Mejía Escobar Representante profesoral ante el Consejo Superior, CSU. Instituto de Filosofía

Resolución Rectoral 36206 12 diciembre 2012 Sobre la representación profesoral en el Consejo Superior Universitario Luz María Wills Betancur Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

Propuestas de las candidaturas aspirantes a la Representación Profesoral ante el CSU Acta de inscripción, verificación de requisitos y credencial de los aspirantes a la elección de representante de los profesores ante el Consejo Superior Universitario – período 2013/2015

Presentación

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ueron escuchadas las voces de los representantes profesorales salientes ante el Consejo Superior Universitario, CSU, los profesores Juan Carlos Amaya Castrillón y Jorge Antonio Mejía Escobar así como de la Junta Directiva de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, que desde el mes de octubre en comunicaciones y asambleas generales de profesores, veníamos insistiendo en la urgencia de conformar planchas para este importante cargo que representa el más alto servicio social que un profesor universitario le presta al estamento y a la Universidad.

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Antes que nada es importante reconocer la labor de los profesores salientes, fuimos atendidos y escuchados ante el CSU en la dignidad que corresponde y con la altura académica e intelectual del estamento profesoral. No solo estuvimos permanentemente informados de las discusiones del Consejo a través de nuestra representación, sino que trabajamos articuladamente en los Ateneos, la Juntas Directivas y las asambleas; las actas e informes de los representantes, fueron de conocimiento público en la dirección http://representante-profesoral-csu.blogspot.com/ que los profesores dispusieron para toda persona que quisiera acceder a las actas y los temas tratados, ese es un ejemplo de transparencia que reconocemos y felicitamos por la urgencia de estar informados como gremio y por la necesaria rendición de cuentas que la Universidad y nuestros representantes deben ejercer permanentemente como parte de la institución pública que son.

De igual forma, los representantes profesorales al Consejo Académico, Lucía Stella Tamayo y Jairo Alarcón han insistido en la urgencia y necesidad de colmar las representaciones profesorales en todos los espacios posibles donde la voz del estamento profesoral debe hacerse presente. Es una lástima que ni los directivos de la Universidad ni los mismos profesores tengamos cabal conocimiento de la cantidad de representaciones acéfalas en la Institución, nuestros representantes advierten en ello uno de los mayores problemas de desarticulación entre directivas y estamentos y la fractura entre la orientación de la misión universitaria con el trabajo diario del profesorado.

De manera conjunta representantes al CA y al CSU y la Junta Directiva de la Asociación de Profesores asumimos entonces no solo las asambleas generales de profesores, sino también la maratón de claustros profesorales donde nos hemos dado a la tarea de animar al profesorado a postular los nombres de las personas que consideren idóneas para llevar la vocería del profesorado ante una de las máximas instancias de gobierno universitario, el Consejo Superior Universitario, de tal suerte que surgieron tanto de la Asamblea General de profesores como de los claustros mencionados las siguientes planchas que al 1 de febrero oficializaron su inscripción para tan alta

dignidad: Jaime Rafael Nieto López, principal y José William Cornejo Ochoa, suplente; Juan Guillermo Gómez García, principal y Timisay Monsalve Vargas, suplente.

Es importante mencionar que mediante derecho de petición, el profesorado de cátedra hace la inscripción de su propia plancha constituida por: Gabriel Hernando Serna Gómez, principal y Pastor Iván Giraldo Gómez, suplente.

Evidentemente la reforma de los estatutos general y profesoral, así como el reglamento estudiantil serán parte de las tareas que le van a corresponder a este período del CSU y nuestras voces profesorales tienen allí una encomienda inaplazable. Esta tarea va de la mano con dos procesos de sin igual envergadura: La formulación del Proyecto de Ley de Educación Superior que constituye la Reforma Universitaria impulsada por la MANE que se está necesitando a gritos y por supuesto el Proceso de Transformación Organizacional que hemos tenido a bien llamar de Transformación Institucional que apenas inicia y que requiere del concurso de todos los estamentos para armonizar lo que se ve, constituye una reforma medular a las instituciones universitarias públicas donde de nueva cuenta, la Universidad de Antioquia tiene la batuta y la responsabilidad de dar el ejemplo y de ser referencia nacional.

Que el profesorado no se quede sin escuchar, sin opinar o sin elegir, su voz cuenta.

Sara Yaneth Fernández Moreno Presidenta Asoprudea

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Se espera que el profesorado asista a los debates de las diferentes planchas, escuche las propuestas de los profesores que se han dispuesto para este servicio social universitario que no da puntos salariales ni tiene sobre remuneración alguna más allá de la satisfacción de asegurar con su papel la escucha argumentada, razonada y sustentada de la voz del profesorado en el CSU. Conocer las voces propuestas, encontrar afinidades y diferencias pero sobretodo, elegir entre las planchas la que mejor interprete su sentir, es un ejercicio democrático necesario que debe ejercer el profesorado para poder luego tener el derecho de seguimiento, rendición de cuentas y de exigencias planteadas a los representantes elegidos. Ya están las planchas, quedan nueve días para conocer los matices, las propuestas y las diferencias entre cada una para que se elija con conocimiento y postura definida. La invitación queda planteada para votar: escuche, conozca y elija. Próximamente estaremos avisando los foros en los cuales podrán acercarse directamente a las diferentes propuestas que hay hoy sobre la mesa.

Balance y prospectiva de la representación profesoral en el momento de su renovación

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l 10 de febrero de 2011, fuimos elegidos como representantes profesorales al Consejo Superior Universitario los profesores Juan Carlos Amaya Castrillón como principal y Jorge Antonio Mejía Escobar, como suplente, en reemplazo de los también profesores Gabriel Agudelo Viana y Nelson Orozco, quienes terminaban su delegación como principal y suplente respectivamente. En esa oportunidad se presentaron dos planchas de candidatos, la nuestra, y otra integrada por los profesores Carlos Enrique Yepes Delgado y Luis Ignacio Ordóñez Mutis. La votación total fue de 835 profesores.

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Durante este período se dio, en primer lugar, un trabajo conjunto de los representantes profesorales al Consejo Superior. Juntos preparamos las reuniones de las Comisiones del Consejo Superior, las sesiones ordinarias y extraordinarias del organismo y llevamos siempre una vocería unificada, sin contradicciones, con votaciones y planteamientos previamente construidos en un trabajo en equipo. Juntos también asistimos regularmente a las reuniones de la Junta Directiva de la Asociación de Profesores y a la reunión del Ateneo (reunión de los representantes profesorales ante los diferentes consejos Superior, Académico, de Facultad, Escuela o de Instituto).

Adicionalmente, estuvimos en contacto con los representantes profesorales de las demás universidades del país (en reuniones convocadas por el Ministerio de educación) y con otros gremios de la Universidad, tales como Sintraunicol, Apenjudea, Aprojudea, entre otros. Asistimos a diferentes reuniones con ellos, visitamos diferentes claustros de profesores a los que fuimos invitados y nos entrevistamos con muchos profesores que tuvieron problemas o situaciones particulares de dificultad a fin de buscar alternativas que permitieran solucionarlas. También, presentamos regularmente informes escritos y/o verbales en diferentes espacios, como las asambleas y claustros de profesores y las sesiones de la Junta Directiva de la Asociación de profesores, entre otros.

Ha sido un trabajo arduo, pero comprometido, riguroso, coherente e integrado. Contamos desde nuestra elección con una votación significativa que le dio legitimidad y respeto a nuestra representación ante el Consejo Superior como corporación universitaria y hemos contado a través de este período con el respeto y el apoyo de los profesores.

En muchas ocasiones consultamos sobre diferentes aspectos que escapaban a nuestro conocimiento y experiencia, a fin de formar mejor nuestro criterio para las decisiones que se debían tomar en el Consejo Superior. Contamos también con el espacio nece-

sario en nuestros planes de trabajo para el cumplimiento de esa tarea, de conformidad con lo establecido en la Resolución Rectoral 13034 de diciembre de 1999.

Igualmente, logramos una adecuada interlocución con la administración central de la Universidad, y el reconocimiento y respeto de parte de la Corporación, de forma que nuestra vocería fue escuchada y efectivamente tenida en cuenta en muchas de las decisiones del Consejo Superior, así no fueran compartidos nuestros conceptos y planteamientos.

Consideramos necesario, en este momento de cambio de representantes, invitar a los profesores de planta y ocasionales a participar activamente en el proceso de designación de nuestros reemplazos. Como resultado de la convocatoria para presentación de candidatos hay dos planchas integradas por colegas de gran trayectoria y con capacidad de hacer una representación adecuada a las circunstancias y al significado de nuestra presencia en esa Corporación. Es fundamental que haya una alta votación del profesorado, y para quienes resulten elegidos, un apoyo permanente en esa ardua tarea de representar a un colectivo tan grande y heterogéneo como es el de los profesores de la Universidad de Antioquia.

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Jorge Antonio Mejía Escobar Representante profesoral ante el Consejo Superior Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia —ASOPRUDEA— No. 50 • Febrero de 2013

Resolución rectoral 36206 12 diciembre 2012

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or Ia cual se convoca a Ia elección del representante profesoral, principal y suplente, ante el Consejo Superior Universitario.

EL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, en uso de sus atribuciones legales y reglamentarias, en especial de Ia conferida por el literal n. del artículo 42 del Estatuto General de Ia institución, y CONSIDERANDO QUE: 1. El literal d. del artículo 64 de Ia Ley 30 de 1992, y el literal e. del artículo 29 del Estatuto General de Ia Universidad, establecen Ia participación de un representante de los profesores en el Consejo Superior Universitario.

2. Por Resolución Rectoral 4744 del 11 de mayo de 1994, se reglamento Ia elección del representante profesoral ante el Consejo Superior Universitario.

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3. Según el parágrafo 5 del artículo 29 del Estatuto General, el periodo para el representante profesoral ante el Consejo Superior Universitario es de dos (2) años contados a partir de Ia fecha de Ia primera sesión de Ia Corporación que se realice con posterioridad a Ia designación.

4. A los actuales representantes profesorales, principal y suplente, ante el Consejo Superior Universitario, se les vence su período en febrero de 2013.

5. La Universidad viene implementando, para las elecciones internas de representantes ante los órganos de gobierno, Ia votación electrónica, y así agilizar el proceso parcial y total de los escrutinios.

RESUELVE ARTÍCULO 1. Convocar a los profesores de dedicación exclusiva, de tiempo completo y de medio tiempo, y ocasionales de tiempo completo y de medio tiempo, que no se encuentren en comisión de servicio o de estudio por fuera de Ia Universidad, para que el día 20 do febrero de 2013, de las 08:00 a las 16:00 horas, mediante votación universal, directa y secreta, procedan a elegir aI representante principal de los profesores, y su suplente, ante el Consejo Superior Universitario, para un período de dos años, como lo dispone el Estatuto General de la Universidad.

PARÁGRAFO. Para efectos de Ia presente Resolución, los profesores con nombramiento de tiempo parcial, vinculados a Ia Institución antes de Ia vigencia de Ia Ley 30 de 1992, se asimilarán a profesores de medio tiempo.

ARTÍCULO 2. Quien aspire a ser representante principal o suplente de los profesores ante el Consejo Superior Universitario deberá sujetarse a los requisitos, impedimentos, inhabilidades e incompatibilidades previstas en los parágrafos 2 y 6 del artículo 29 del Estatuto General.

ARTÍCULO 3. La elección se realizará por voto electrónico a través del Portal Universitario. En ningún caso podrá delegarse el voto. Para votar, cada votante ingresará con su nombre de usuario y con su contraseña al Portal Universitario, entre las 08:00 y las 16:00 horas del día de Ia elección.

ARTÍCULO 4. El proceso de inscripción de los aspirantes, principal y suplente, ante Ia Secretaría General, finalizará a las 17:00 horas del 1 de febrero de 2013.

Alberto Uribe Correa Luquegi Gil Neira Rector Secretario General

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ARTÍCULO 5. Designar como jurados a los profesores Lucía Stella Tamayo Acevedo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico; Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano de Ia Facultad de Ingeniería; y Sara Yaneth Fernández Moreno, Presidenta de Ia Asociación de Profesores, para que el 20 de febrero de 2013, a las 08:00 horas, en Ia Dirección de Desarrollo Institucional den inicio, verifiquen Ia fecha y hora de apertura del proceso de votación en línea, y que Ia cifra correspondiente a votos inició en cero.

Igualmente que se presenten de nuevo a las 16:00 horas para que levanten el acta de escrutinio respectiva, en Ia que, además, se informará de las eventualidades ocurridas durante Ia jornada. El acta será entregada a Ia Secretaría General.

Sobre la representación profesoral en el consejo superior universitario

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a Constitución Política establece en su preámbulo que, como estrategia para asegurar la convivencia, deben el Estado y la sociedad actuar “dentro de un marco jurídico, democrático y participativo”. También, el artículo 1º Constitucional establece que Colombia es un Estado social de derecho organizado como república “…democrática, participativa y pluralista” y en el artículo 2º se determina que el estado colombiano tiene, entre otros fines, “facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación”.

En desarrollo de estas normas, la Ley 30 de 1992, en su artículo 64, establece la conformación del Consejo Superior de las Universidades. Allí se consagra la participación de un profesor de la Institución en el máximo órgano de dirección de la Universidad.

Consecuente con ello, el artículo 29 del Estatuto General de la Universidad de Antioquia establece la conformación de ese organismo, incluyendo la participación de un profesor como representante del profesorado universitario (literal e). Dice así esa norma: Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia —ASOPRUDEA— No. 50 • Febrero de 2013

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Artículo 29. Definición y Composición. El Consejo Superior Universitario es el máximo organismo de dirección y gobierno de la Universidad. Está integrado por: a. El Gobernador del Departamento de Antioquia, quien lo preside. b. El Ministro de Educación Nacional o su delegado. c. Un representante del Presidente de la República, que haya tenido vínculos con el sector universitario. d. Un Decano en representación de las directivas académicas, designado por el Consejo Académico para un período de dos años. e. Un representante de los profesores, elegido por los profesores de dedicación exclusiva, de tiempo completo y de medio tiempo en votación universal, directa y secreta, para un período de dos años. f. Un representante de los estudiantes, elegido por éstos en votación universal, directa y secreta, para un período de dos años. g. (Modificado por el Acuerdo Superior 178 del 12 de octubre de 2000)”Un egresado graduado de la Institución, elegido por los Representantes de los Egresados ante los Consejos de Facultad, y que no esté vinculado laboralmente con la Universidad, para un período de dos años”.

h. Un representante del sector productivo, que haya tenido vínculos académicos de nivel superior, elegido por el Presidente de la Corporación, de candidatos presentados por los gremios empresariales antioqueños, para un período de dos años. i. Un exrector de la Institución que haya desempeñado el cargo en propiedad, elegido por los exrectores de la Universidad de Antioquia que cumplan la misma condición, para un período de dos años. j. El Rector, con voz y sin voto.

Parágrafo 1. El Secretario General actúa como Secretario del Consejo.

Parágrafo 2. Quien aspire a ser representante del profesorado en el Consejo debe, en la fecha de la elección, ser de dedicación exclusiva o de tiempo completo; tener en el Escalafón la categoría de profesor asociado o titular; haber estado vinculado en forma continua como profesor de la Universidad durante los últimos cinco años, con una dedicación no inferior a medio tiempo, y no haber sido suspendido o destituido.

Esta representación es incompatible con el desempeño de cargos administrativos en la Universidad, con la participación en otros Consejos y con asesorías permanentes a organismos universitarios de gobierno.

Esta representación es incompatible con cualquier participación en otros Consejos o Comités de la Universidad.

Parágrafo 4. Los representantes de los egresados y del sector productivo deben tener las mismas calidades exigidas para ser Rector, las cuales se acreditan, antes de asumir funciones en el Consejo, ante el Secretario General de la Universidad.

Parágrafo 5. Los períodos definidos para miembros del Consejo en los literales d, e, f, g, h, i se cuentan, respectivamente, a partir de la fecha de la primera sesión de la Corporación que se realice con posterioridad a la designación. Los representantes de las directivas académicas, de los profesores y de los estudiantes dejan de pertenecer al Organismo cuando sean sancionados disciplinariamente, o pierdan, respectivamente, la calidad de Decano, de profesor y de estudiante; los períodos de vacaciones no interrumpen la representación estudiantil.

Parágrafo 6. Los representantes de los profesores, de los estudiantes y de los egresados son elegidos con sendos suplentes, quienes tienen las mismas calidades, impedimentos, inhabilidades e incompatibilidades de los titulares, y los reemplazan en sus

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Parágrafo 3. Quien aspire a ser representante de los estudiantes en el Consejo debe, en la fecha de la elección, ser estudiante de la Universidad con matrícula vigente en por lo menos doce créditos de su programa; haber cursado y aprobado más del cuarenta por ciento de los créditos de su plan de estudios, con un promedio crédito acumulado igual o superior a tres con cinco; y no haber sido sancionado disciplinariamente.

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ausencias temporales o definitivas. En caso de retiro definitivo, el suplente asume la representación hasta completar el período correspondiente.

Como puede concluirse, la integración de la corporación respeta el contenido de lo consagrado en el artículo 64 de la Ley 30 de 1992.

De conformidad con el parágrafo 2 de la citada norma, para ser elegido como representante profesoral ante el Consejo Superior Universitario, es necesario ser profesor asociado o titular, con una dedicación de tiempo completo o exclusiva, amén de no haber sido sancionado disciplinariamente con suspensión o destitución. No pueden ser elegidos, como se colige de dicho parágrafo, los profesores vinculados de medio tiempo, los ocasionales y los de cátedra.

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Posteriormente, la Resolución Rectoral 4744 de 1994 reglamentó el procedimiento de designación de los representantes de los profesores ante el Consejo Superior. Esta norma fue modificada por la Resolución rectoral 12431 de 1999, para que los profesores ocasionales, sean de tiempo completo o de medio tiempo puedan ser electores en ese proceso. Se concluye, entonces, que pueden ser electores los profesores de tiempo completo y medio tiempo, tanto vinculados, como ocasionales, y no pueden serlo, los profesores de cátedra.

El Rector de la Universidad profirió el pasado 12 de diciembre de 2012 la Resolución Rectoral 36206, mediante la cual convocó a los profesores de dedicación exclusiva, de medio tiempo o de tiempo completo, sean ellos de planta u ocasionales, a elegir a sus representantes principal y suplente ante el Consejo Superior, por vencimiento del período de los anteriores representantes, los que en febrero de 2013 terminan su período estatutario de dos años. En dicha resolución se fijó como plazo para la inscripción de candidatos el 1º de febrero y la votación se hará, de manera electrónica, el próximo 20 de febrero, entre las 8 y las 16 horas del día. Se designó además una comisión veedora.

Vencido el plazo de inscripción, cuatro profesores fueron admitidos como candidatos idóneos para esa representación. Una plancha integrada por los profesores Jaime Rafael Nieto López como principal y el profesor William Cornejo como suplente. La otra plancha está integrada por los profesores Juan Guillermo Gómez García como principal y Timisay Monsalve como suplente.

Es necesario participar en ese proceso, ya no como candidato, toda vez que ya venció el plazo para inscribirse ante la Secretaría General, pero sí como elector, votando por alguno de los candidatos inscritos. El proceso electrónico es fácil y se puede hacer desde cualquier lugar del mundo, siempre que se esté habilitado en la base de datos que entrega el Departamento de Talento Humano, días antes de la votación.

Políticamente es necesario tener un representante en el Consejo Superior con una alta legitimidad y ella sólo se logra con una masiva votación el día de la elección. En la pasada oportunidad los elegidos lo fueron con la participación de un significativo número de profesores, pero de todas maneras la votación solamente fue un poco superior al 50% de los electores. Se requiere, por lo tanto, que esta elección convoque a la mayor cantidad de electores posible, para fortalecer la representación ante el máximo órgano de dirección de la Universidad. Adicionalmente, es importante que los elegidos como representantes de los profesores, cuenten con el apoyo de los éstos, con su respaldo y reconocimiento, lo mismo que con su veeduría. Sólo de esa manera el trabajo de los representantes responderá a las necesidades del profesorado y podrá traducirse, de manera efectiva, en la defensa de las visiones e intereses de uno de los estamentos universitarios más importante.

Luz María Wills Betancur Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

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Propuestas de las candidaturas aspirantes a la representación profesoral ante el csu Plancha no. 1 Principal JAIME RAFAEL NIETO LÓPEZ Cédula 7.375.152 Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

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Sociólogo de la Universidad de Antioquia, Magister en Ciencia Política de la misma universidad, y actualmente se encuentra en trámite de convalidación el título de Doctor en Pensamiento Político, Democracia y Ciudadanía otorgado por la Universidad Pablo de Olavide, España. Presta sus servicios a la Universidad así, como docente de cátedra durante los años 19931994, docente ocasional de tiempo completo en los años 94-95-96 y comienzos de 1997 y desde el 12 de marzo de 1997 a la fecha, profesor de tiempo completo, adscrito al Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas; se encuentra clasificado en el escalafón profesoral como profesor titular.

Suplente JOSÉ WILLIAM CORNEJO OCHOA Cédula 13.835.546 Facultad de Medicina Médico y Cirujano de la Universidad Industrial de Santander, Especialista en Neurología y Magister en Epidemiología de la Universidad de Antioquia.

Desarrolla actividades de docente en la Universidad a partir de 1989-1993 en la modalidad de docente especial ad-honorem y a partir de mayo de 1993 como profesor de tiempo completo, adscrito al Departamento de Pediatría y Puericultura de la Facultad de Medicina; se encuentra clasificado en el escalafón profesoral como profesor titular.

Ejes de Propuestas y de Acción en el Consejo Superior Universitario La representación profesoral que aspiramos llevar a cabo para los próximos dos años, buscamos sea una representación seria, responsable y consecuente en la defensa de los intereses colectivos del profesorado y de la Universidad. Aspiramos a convertirla en un escenario continuo, permanente, de diálogo transparente y bien fundado sobre los problemas universitarios, particularmente sobre aquellos referidos al profesorado; queremos que se convierta en un escenario de construcción de propuestas y de generación de opinión pública universitaria. Nuestra labor no será la de limitarnos a dejar constancias sobre aquello que quisimos que se aprobara en el CSU y no se aprobó, en actitud pendenciara y estéril; pero tampoco será la de contemporizar con actitudes y posiciones contrarias al espíritu universitario y a los interés del profesorado dentro de ese organismo. La idea es que podamos convertirnos en una verdadera vocería del profesorado con capacidad de argumentación, deliberación y liderazgo alrededor de propuestas o posturas a favor de la universidad y de los docentes. Teniendo en cuenta lo anterior queremos compartir con el profesorado los siguientes ejes de acción:

2. Fortalecimiento de la relación Universidad-Estado-Sociedad, tanto para el fortalecimiento interno de sus ejes misionales como en su articulación con el desarrollo regional.

3. Dignificación salarial y de los ambientes laborales del profesorado de la Universidad.

4. Descongelamiento de la Planta Profesoral y convocatoria de nuevos concursos públicos con plenas garantías para los profesores ocasionales y de cátedra.

5. Democracia y Gobierno en la Universidad de Antioquia:

− Que los resultados de las consultas universitarias para nombramiento de cargos a rectoría, decanatura y jefaturas de departamento, escuela o instituto, sean respetadas y acatadas por el CSU.

− Promover la reforma a la composición del CSU, para que estos estén integrados mayoritariamente por los estamentos universitarios.

− Promover un estilo democrático de gobierno y administración de la universidad, con énfasis en la planeación participativa, el monitoreo y rendición pública de cuentas.

6. Defensa de la Universidad Pública, como bien público e institución social:

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1. Financiación oportuna y adecuada de la Universidad por parte de los gobiernos nacional y departamental.

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Financiación adecuada Acceso equitativo Autonomía Universitaria Desarrollo de sus funciones misionales

7. Modernización Organizacional de la Administración universitaria, con base en los siguientes criterios:

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− Que potencie y desarrolle las funciones misionales de la universidad.

− Que la administración esté en función y al servicio de la academia y no la academia al servicio de la administración.

− Que los lineamientos y contenidos de la modernización sea el producto de la participación directa y vinculante de los profesores universitarios.

− Que promueva e institucionalice nuevas condiciones interuniversitarias que garanticen un trabajo mejor, más coordinado y más estrecho entre docencia, extensión e investigación, acorde con los principios y filosofía de la universidad.

− Que se inspire en criterios humanistas, de autonomía, respeto, diálogo de saberes, y la promoción de espacios inter y transdisciplinarios entre diferentes unidades académicas.

8. Reforma del Estatuto Profesoral respetando los derechos laborales, académicos y estatutarios establecidos en el actual Estatuto Profesoral.

9. Por un proceso de regionalización adecuado a las regiones, con criterios de excelencia académica, pertinencia y sin detrimento de la calidad del ambiente laboral profesoral.

10. Respaldar que las regalías departamentales se destinen para hacer efectiva la presencia de la Universidad en las regiones del departamento.

11. Respaldo al movimiento nacional universitario por la defensa de la universidad pública colombiana, con autonomía, democracia y financiación adecuada.

La representación profesoral al CSU se compromete a permanecer en sus funciones durante todo el período para el cual sea elegida. En consecuencia, no aceptará cargos administrativos en la Universidad mientras esté en funciones. No es ético ni legítimo que la representación profesoral en cualquier nivel sea utilizada como “trampolín” para acceder a cargos administrativos en la dirección central de la universidad o en sus respectivas dependencias académicas. No queremos que se repita la experiencia de representantes profesorales al CSU integrados al equipo rectoral de la universidad, ni representantes profesorales a los Consejos de Facultad convertidos más tarde en jefes de departamento o adscritos a cualquier cargo administrativo de la facultad, antes de concluir sus respectivos períodos de representación.

Por una Universidad Pública, Democrática y de Excelencia Lineamientos Programáticos de la Representación Profesoral al CSU La importancia de la Representación Profesoral en el CSU

Como se puede ver, se trata de participar en la máxima instancia de gobierno de la Universidad. ¿Es importante? Sin duda que lo es. ¿Es satisfactoria? No lo es. Desde que fuera promulgada la Ley 30, muchos universitarios hemos criticado con argumentos académicos suficientemente conocidos e inspirados en el ideal de democracia universitaria, que la composición actual del gobierno universitario no es ni democrática ni mucho menos universitaria. No lo es, por supuesto, el propio CSU, integrado mayoritariamente por entidades y actores ajenos a la misma universidad, con exclusión o insuficiente representación de las fuerzas vivas de la universidad; tampoco es democrática la “designación” de rector, ni la de los decanos y jefes de departamento en facultades y dependencias académicas, tal como está instituida en los estatutos universitarios. ¿Por qué entonces es importante para el profesorado participar en el CSU? Por varias razones. La más elemental, porque por ahora es la única manera posible de presentar y sustentar, de manera directa e institucional, las demandas, propuestas y proyectos del profesorado ante esta instancia máxima de gobierno de la universidad; aun, si como queda dicho, tal representación es minoritaria, y, por ello mismo, incierta en la garantía de que las propuestas universitarias del profesorado tengan acogida allí o incluso puedan incidir de manera determinante en la definición de las políticas adoptadas por esta instancia de gobierno. La representación profesoral en el CSU es la oportunidad que tiene

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Tal como se ha anunciado, según Resolución Rectoral 36206 de diciembre 12, el próximo 20 de febrero el profesorado de la Universidad de Antioquia está convocado a elegir su representante al Consejo Superior Universitario, “máximo órgano de dirección y gobierno de la universidad” según lo establece el artículo 64 de la ley 30 de 1992. De acuerdo con este mismo artículo, el CSU estará integrado por nueve miembros: el Ministro de Educación Nacional; el Gobernador; un miembro en representación del Presidente de la República; un representante de las directivas académicas (del Consejo Académico); un representante de los docentes; uno de los egresados; uno de los estudiantes; uno del sector productivo y un ex rector universitario (art. 64, ley 30/92). Y entre sus funciones, el artículo 65 de la misma Ley 30 establece: definir las políticas académicas y administrativas y la planeación institucional; definir la organización académica, administrativa y financiera de la institución; velar porque la marcha de la institución esté acorde con las disposiciones legales, el estatuto general y las políticas institucionales; expedir o modificar los estatutos y reglamentos de la institución; designar y remover al rector en la forma que prevean los estatutos; aprobar el presupuesto de la institución; darse su propio reglamento; los demás que le señalen la Ley y los estatutos (art. 65/Ley 30/92).

el profesorado de participar directamente en los debates y toma de decisiones sobre las políticas centrales que regirán la vida universitaria. Además de un saludable y necesario ejercicio crítico de veeduría, es también el vehículo directo de articulación entre el gobierno de la universidad y el estamento profesoral.

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Si bien el CSU está comprometido (con) y responde a los lineamientos generales de la política educativa superior del gobierno nacional, y que a su interior tienen presencia actores con intereses puramente corporativos, tampoco creemos que se trate de un cuerpo monolítico. Por eso, frente a cada tema de política universitaria, estaremos atentos a las propuestas y proyectos que allí se formulen, a su contrastación con la que construya colectivamente el profesorado, buscando entablar puntos de convergencia con aquellas que más correspondan con el espíritu universitario y los intereses del profesorado. A través de la crítica argumentada, estaremos siempre abiertos a apoyar aquellas iniciativas más directamente comprometidas con la universidad, aún sino pueden ir más allá de donde quisiéramos. Sabemos que sobre algunos asuntos cruciales de la vida universitaria algunas constancias habrá que dejar. Pero evitaremos incurrir en el viejo y fácil estilo de convertir la representación profesoral en una máquina de hacer constancias. La representación profesoral será crítica, sin duda, pero también propositiva. El desafío no es fácil, pero se habrá de encarar con inteligencia y firmeza.

De acuerdo con lo anterior, aspiramos convertir la representación profesoral en un escenario continuo, permanente, de diálogo transparente y bien fundado sobre los problemas universitarios, particularmente sobre aquellos referidos al profesorado; la idea es que podamos convertirnos en una verdadera vocería del profesorado con capacidad de argumentación, deliberación y liderazgo alrededor de propuestas o posturas en defensa de los intereses del profesorado con profundo y comprometido espíritu universitario. Queremos que la representación profesoral sea la oportunidad para fomentar y construir una verdadera opinión publica universitaria, bien informada, crítica, deliberante y politizada.

La Representación Profesoral y la actual coyuntura Universitaria En la coyuntura universitaria actual, la representación profesoral al CSU reviste especial importancia. Por un lado, porque el movimiento nacional universitario representado principalmente en la MANE se ve abocado a retomar la iniciativa en torno de un proyecto de educación superior universitaria que pone en el centro tres grandes ejes: el carácter público de la universidad, la autonomía universitaria y la democracia universitaria. Y por otro lado, porque el profesorado y estudiantado de la Universidad de Antioquia, se encuentran abocados a debatir y tomar decisiones respecto del proceso de transformación organizacional de la universidad que las directivas universitarias vienen adelantando, proceso que en el caso del profesorado tuvo su primera expresión en la asamblea permanente de finales del año 2012 y comienzos del 2013.

Desde nuestra perspectiva, la representación profesoral no puede estar exenta de los desarrollos y manifestaciones de dicha coyuntura. Por el contrario, su papel en el CSU estará en función de los desarrollos de la misma. El compromiso que asumimos es el de

convertirla en expresión orgánica del profesorado en esta coyuntura en todo lo que concierne a la formulación de propuestas e iniciativas en defensa de la universidad pública y la gestión democrática de la universidad. No empezaremos de cero. En ambos campos ya existe un terreno bastante abonado.

Los Lineamientos programáticos y la propuesta de la MANE La “Propuesta de Exposición de Motivos de una Nueva Ley de Educación Superior para un país con Soberanía, Democracia y Paz”, elaborada por la MANE, recoge de manera amplia y clara los planteamientos y propuestas más avanzados que en los últimos cuarenta años ha formulado el movimiento universitario en el país. Se trata de una propuesta seria y bien documentada, que parte de una revisión crítica al modelo mercantilista, privatizador y excluyente de educación superior contemplado tanto en la Ley 30 de 1992 como en el proyecto de reforma presentado en 2011 por el gobierno del presidente Santos.

Por otra parte, se plantea el carácter democrático de la universidad pública. Este es un principio axial de un nuevo modelo de Universidad Pública. Pues compromete, no sólo el ejercicio académico mismo y la producción de conocimientos, como queda dicho, sino

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Se trata de un documento histórico, sujeto desde luego a debate y a ser mejorado, el cual retomamos en sus aspectos fundamentales como base programática de nuestra representación profesoral, ya que entronca coherentemente con la plataforma de 11 puntos presentada anteriormente al profesorado. La MANE pone en el centro de la propuesta el carácter de la educación superior como derecho fundamental y como bien público y democrático. De este modo, al tiempo que establece la obligación estatal de la financiación adecuada de la universidad pública, plantea la gratuidad y el acceso democrático a la misma, sin discriminación de ninguna naturaleza. De modo que el carácter público de la universidad no le viene dado por su carácter estatal en cuanto a la obligación de su financiación, sino por representar un bien común, cultural y nacional, de libre acceso para todos los ciudadanos que así lo deseen. Este carácter público esta remarcado, por otro lado, por la función misma de su quehacer y de sus productos, que consiste en que la creación de conocimientos, su reproducción y proyección social, se realizan a la luz pública, y están en función de los intereses colectivos de la nación, esto es, en función de un proyecto de país. No una educación superior en función del mercado o de la empresa privada, que le dicta o le impone su agenda (casi siempre oculta) con el fin de autofinanciarse y vender servicios a expensas de su autonomía, la creación de conocimientos y la potenciación cultural. En esta nueva visión, la universidad pública es concebida como actor protagónico en la construcción de un proyecto nacional-popular, que la da sentido de pertenencia nacional a sus ciudadanos, sobre la base de la producción de ciencia, tecnología, arte y la recreación y potenciación de las múltiples expresiones culturales que habitan históricamente la nación. En vez del binomio mercantilista y tecnoburocrático condensado en la formula Universidad-Empresa, restablece la interrelación UniversidadEstado-Sociedad.

también otros varios aspectos, como, por ejemplo, la relación profesor-estudiante o el acceso a ella de todos en condiciones de igualdad como bien común. Como un aspecto de la democracia universitaria, la propuesta de la MANE retoma algunas de las reflexiones más contemporáneas sobre la relación universidad, pluralidad epistemológica y cultura, subrayando la conveniencia de incorporar el diálogo de saberes, la inter y la transdisciplinariedad, que hagan posibles el reconocimiento y la inclusión de saberes ancestrales y de otras fuentes epistemológicas diferentes a lo que el pensamiento decolonial caracteriza como colonialidad del poder, asociada a la convencional matriz euronorcéntrica que ha marcado la producción monológica de conocimiento en nuestras universidades.

Aquí se plantea la apertura epistémica para incluir la rica tradición de pensamiento crítico latinoamericano en el proceso de construcción y difusión de saberes. Diálogo crítico e interpenetración entre disciplinas académicas, pero también diálogo y reconocimiento con otros saberes no convencionales. La universidad pública no puede ser confesional ni dogmática, debe ser escenario de debate y de crítica como fundamentos para la creación, transmisión y aplicación de conocimientos, de transformación de sus actores y de la sociedad.

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Para nosotros, el carácter democrático de la universidad adquiere además una dimensión claramente política. El criterio de la democracia concierne también al gobierno de la universidad, tal como se ha subrayado en otras ocasiones. Aquí conviene matizar la propuesta de la MANE, que habla de co-gobierno, por lo que preferimos hablar de gobierno universitario democrático, en el doble sentido de estar integrado por las fuerzas vivas de la universidad y sea elegido democráticamente. La dimensión política de la universidad compromete de manera central la capacidad de ésta para darse su propio gobierno y sus propios estatutos en los marcos de la ley democráticamente consensuada con o por los universitarios. Para la universidad pública propiamente dicha, esto implica, que todos sus estatutos, empezando por el Estatuto General Universitario, y todas sus directivas, empezando por el CSU, se instituyen como producto de un proceso democrático. Y hablar de proceso democrático en serio, es hablar, por un lado, de deliberación de todos en igualdad de condiciones y, por otro lado, de decisión colectiva, cuya regla de oro es la regla de la mayoría.

Desde la representación profesoral mantendremos los criterios que hemos venido argumentando y promoviendo desde hace varios años: que los resultados de las consultas universitarias para nombramiento de cargos a rectoría, decanatura y jefaturas de departamento, escuela o instituto, sean respetadas y acatadas por el CSU; promover la reforma a la composición del CSU para que esté integrado mayoritariamente por los estamentos universitarios; promover un estilo democrático de gobierno y administración de la universidad, con énfasis en la planeación participativa, el monitoreo y la rendición pública de cuentas.

Estrechamente articulada al tema de la democracia, está el de la autonomía universitaria, que es tan importante como la primera. La universidad pública, como centro de saber y cultura, es impensable sin la autonomía. Significa, que desde el punto de vista académi-

co, es ella misma a través de sus comunidades académicas quien define los perfiles y contenidos de sus programas académicos, asegurando el ejercicio de la libertad de cátedra, de la libertad de investigación y la libertad de aprendizajes, entre otras. Esto quiere decir, que la universidad pública no puede convertirse en apéndice o aparato reproductor de doctrinas políticas, confesiones religiosas o ideologías estatales; que sus programas académicos y de investigación no podrán estar determinados por el Estado ni por el mercado. Autonomía no es lo mismo que autismo. El compromiso social de la universidad atraviesa completamente sus ejes misionales, hoy es impensable una universidad pública autorreferida, descontextualizada. Sin embargo, una cosa es el compromiso social de la universidad con la ciudad, con el país y con las múltiples expresiones culturales, y otra muy distinta es quién define su quehacer académico, que no pueden ser otras que sus propias comunidades académicas.

Transformación Organizacional y Representación Profesoral Todos estos elementos de orden programático acerca de la universidad pública, democrática, autónoma y de excelencia, entroncan directamente con el otro aspecto de la coyuntura universitaria, particularmente respecto del proceso de transformación organizacional que adelantan actualmente las directivas de la Universidad de Antioquia. Aunque el profesorado reaccionó con algo de retraso frente a los desafíos y las amenazas que dicha transformación representa para la universidad y para los estamentos universitarios, especialmente en lo que concierne a la relación academia-administración, se logró el compromiso por parte de las directivas de suspender el proceso en lo referente a los ejes misionales de la universidad y abrir espacios de deliberación, participación y toma de decisiones del profesorado respecto del proceso. Es muy importante que el profesorado estudie con cuidado el documento base que aprobaron las directivas y participe en las comisiones u otros espacios de deliberación. Para nosotros, cualquier esfuerzo encaminado hacia la modernización institucional de la universidad, debe basarse en unos criterios básicos, como por ejemplo: que tal modernización potencie y desarrolle las funciones misionales de la universidad; que la administración esté en función y al servicio de la academia y no la academia al servicio de la administración; que los lineamientos y contenidos de la

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Hemos planteado la relación estrecha y necesaria entre democracia y autonomía en la universidad pública. Aquí conviene subrayar, que el ejercicio e integración democrática del gobierno universitario es una dimensión específica de la autonomía universitaria. ¿Qué representa esta capacidad para darse su propio gobierno y sus propios estatutos, sino una forma elemental de afirmar su autonomía? Se dice acertadamente que la autonomía es un derecho fundamental indispensable para que la universidad cumpla con su misión. Sin embargo, la autonomía universitaria no es sólo académica, sino también política. De ahí la conveniencia de mantener el vínculo estrecho entre autonomía y democracia, pues sin la una no es posible la otra. Sólo la autonomía política de la universidad puede hacer posible que esta se gobierne y estructure democráticamente, y viceversa, sólo la democracia puede garantizar que la autonomía sea real y no formal.

modernización sea el producto de la participación directa y vinculante de los profesores universitarios; que promueva e institucionalice mejores condiciones interuniversitarias, que garanticen un trabajo mejor, más coordinado y más estrecho entre docencia, extensión e investigación, acorde con los principios y filosofía de la universidad; que se inspire en criterios humanistas, de autonomía, respeto, diálogo de saberes, y la promoción de espacios inter y transdisciplinarios entre diferentes unidades académicas.

Lineamientos programáticos y reivindicaciones concretas del profesorado Los lineamientos programáticos de nuestra candidatura a la representación profesoral toca así mismo con aspectos aparentemente aislados del quehacer universitario, pero que desde una perspectiva más amplia hacen parte de procesos más profundos de degradación de nuestra universidad como universidad pública, de su fragmentación, de la desfinanciación creciente, la ausencia de democracia y de autonomía universitarias.

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Una de las expresiones más directas de la crisis de la universidad tiene que ver con la creciente degradación salarial y laboral del profesorado. Lamentablemente el profesorado de la Universidad de Antioquia todavía sigue siendo uno de los peores pagos entre los profesores universitarios a nivel nacional; es urgente en este campo presentar iniciativas para que, por ejemplo, la aplicación del decreto 1279 sea menos austero en el reconocimiento de méritos del profesorado y ofrezca salarios de enganche más atractivos a las nuevas generaciones de académicos y de profesionales. Igualmente, es importante poner a consideración de las directivas universitarias la conversión de las bonificaciones semestrales en puntos salariales del profesorado, y presentar iniciativas adicionales de incremento salarial para el profesorado. Por otra parte, es necesario que se tomen iniciativas para mejorar el clima laboral del profesorado, particularmente las relacionadas con la abrumadora cantidad de tareas y actividades administrativas, informes y trámites que anteriormente no hacían parte de su plan de trabajo y le desatienden en el cumplimiento de sus deberes misionales. Igualmente, es urgente dotar de mejores condiciones espaciales y mejor equipamiento las oficinas de los profesores, de manera que su trabajo se haga más confortable y acogedor, y no tedioso, aburrido e incómodo.

Es urgente tomar iniciativas para regular el volumen de la matrícula por cursos, de manera que el profesor pueda impartir su enseñanza en condiciones dignas y pedagógicamente adecuadas. Es un contrasentido, que mientras la universidad ha crecido en los últimos 10 o 15 años 3 o más veces en número de estudiantes, la planta profesoral siga congelada, o suplida por profesores de cátedra que en la actualidad representan cerca del 80% del profesorado de la universidad, contratados bajo las peores condiciones de informalidad laboral, prácticamente sin ningún tipo de derechos laborales y muchas veces sin derecho a participar en las decisiones fundamentales de la vida universitaria.

Es aberrante que, en medio de la rutina, hayamos aceptado esta condición laboral del profesor de cátedra y que en nuestros predios impere la ominosa división entre profesores de primera, segunda y tercera categoría. Una situación que vulnera la dignidad de todo profesor universitario. Al profesor de cátedra se le ha querido invisibilizar, incluso

se le reconoce por la crítica como víctima del sistema más no como profesor. La dignidad del profesor de cátedra, por el contrario, lo muestra como un profesor precarizado, profundamente afectado en sus derechos y en su dignidad como profesor y como ciudadano, y no sólo como víctima del sistema. Es urgente que las directivas universitarias adopten políticas encaminadas a transformar esa actitud contemporizadora frente a la situación degradante del profesor de cátedra y formulen iniciativas tendientes a mejorarla y superarlas.

La representación profesoral asume plenamente el compromiso de la universidad con las regiones. Pero considera que este compromiso deber ser responsable y sostenido.

Especialmente con la propia dinámica regional del territorio. Regionalización no puede significar competencia por el mercado educativo locales; sino apuestas científicas, tecnológicas y culturales, por contribuir con el proceso de construcción social de las regiones, de acuerdo con sus propias necesidades y expectativas de futuro. Es por esto que respaldamos y formularemos iniciativas encaminadas a fortalecer el proceso de regionalización de forma que esté acorde con las necesidades regionales, con criterios de equidad, excelencia académica, pertinencia y sin detrimento de la calidad del ambiente laboral profesoral. Financieramente, respaldamos que las regalías departamentales se destinen para hacer efectiva la presencia de la Universidad en las regiones del departamento.

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La Ley 100 y las lecciones para la Reforma Educativa

En esencia, fue una reforma en que primó el interés económico, con la entrega de la administración de los recursos de la salud y seguridad social a los grupos económicos privados y al sector financiero. Como era previsible, los efectos no se hicieron esperar.

Uno de los efectos más nefastos de la distribución inequitativa de los recursos a raíz de la imposición de actores privados a cargo de la intermediación, fue el agotamiento de la capacidad de respuesta de los hospitales públicos (en la medida en que el modelo debilitó financieramente las instituciones públicas, a la vez que transfería recursos a instituciones privadas) con la que debía “competir” asumiendo la carga ya suficientemente injusta y desbalanceada que dicha ley les imponía de atender aquellos problemas no rentables y de alta externalidad, que dramáticamente aumentaban. Entre tanto, las instituciones privadas favorecidas se lucraban comerciando con servicios de alta rentabilidad.

La consecuente precarización de los trabajadores de la salud entró a amenazar aún más la estabilidad de un país perennemente desangrado y agobiado por la violencia y demás problemas sociales que alimentan el conflicto interno. Con todo esto, la deshumanización y pérdida en la calidad de atención por parte de estos profesionales se volvieron la “norma”. También imperaron la indiferencia y negligencia para con los programas de prevención de enfermedades y problemas prioritarios de salud pública; como vacunación,

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Muchos profesores universitarios realizamos la docencia en instituciones del sistema de salud, esa circunstancia nos permitió conocer y padecer las consecuencias de la reforma al sistema de salud de Colombia, la funesta Ley 100 de 1993.

tuberculosis, dengue, malaria, parasitosis, enfermedades venéreas y manejo obstétrico para evitar las muertes maternas y demás inequidades en salud.

Esta historia debe alertar a la comunidad universitaria para que encamine tajante y contundentemente todos sus esfuerzos y recursos para que nunca más en este país se logren implantar leyes y medidas de corte neoliberal que subyacen detrás del discurso de mejoramiento de coberturas, calidad y eficiencia con el fin de legitimar la privatización y mercantilización de otro derecho tan fundamental como el de la educación. Perderemos la universidad pública tal y como estamos perdiendo los hospitales y la salud pública.

La tarea; será la consolidación de un frente común por parte del profesorado capaz de resistir a esta fuerza y tendencia de “industrializar la educación”. Las condiciones indignas en que estamos laborando los profesores en las universidades públicas así como las pocas posibilidades que tienen estas instituciones para competir con los salarios y recursos con que ostentan las instituciones educativas privadas para atraer profesores que garanticen la excelencia y/o vincular a los numerosos profesores ocasionales y de cátedra; anuncian el desastre que se avecina.

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IPS, Programa de Salud y Docencia La IPS universitaria surgió con la idea de convertirla en El Hospital Universitario. La entidad adaptada y el programa de salud fueron la cuota inicial que facilitó el nacimiento de este proyecto. Posteriormente, se produjo un despliegue de la atención de alta complejidad de excesiva exigencia, de un incremento de contrataciones para responder a dicha demanda. Esto ha conllevado a una desmejora o descuido en la atención especial para los beneficiarios directos del Programa de Salud, indicando que se deben hacer esfuerzos por su adecuación y mejora.

De otro lado, ha sido motivo de controversia la tercerización en la contratación de parte del recurso humano. Sin embargo, debe reconocerse que esta situación es heterogénea, en cuanto a que existen otras actividades que simultáneamente se brindan a través de los profesionales que tiene vínculo laboral directo. Pero un aspecto que creemos debe ser propuesto y desarrollado es que exista una articulación de la estructura académico administrativa de los diferentes programas de la Universidad con la IPS de manera que puedan desarrollar sus funciones misionales. En este sentido, se debería promover la articulación no solo con todos los departamentos, secciones y disciplinas del área de la salud, sino también con las demás áreas académicas de la universidad; como por ejemplo; ciencias sociales, humanidades, ingenierías, artes, economía. Estamos seguros de que esta propuesta potenciara y fortalecerá el proyecto del Hospital que nos merecemos y soñamos.

La representación profesoral al CSU se compromete a permanecer en sus funciones durante todo el período para el cual sea elegida. En consecuencia, no aceptará cargos administrativos en la Universidad mientras esté en funciones.

Plancha No. 2 Principal Juan Guillermo Gómez García Cédula 79.148.395 Facultad de Comunicaciones Abogado de la Universidad Externado de Colombia, y Doctor en Filosofía de la Universidad de Bielefeld, Alemania. Presta sus servicios a la Universidad así, como docente ocasional de 1997 a 1998, docente visitante auxiliar de 1998 a mayo de 1999 y desde el 10 de mayo de 1999 a la fecha, profesor de tiempo completo, adscrito al Departamento de Lingüística y Literatura de la Facultad de Comunicaciones; se encuentra clasificado en el escalafón profesoral como profesor titular.

Antropóloga de la Universidad de Antioquia, Magister y Doctora en Antropología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Desarrolla actividades de docente en la Universidad a partir de 1996 en la modalidad de profesora de cátedra para dicho año y a partir 2004 como profesora de tiempo completo, adscrita al Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, se encuentra clasificada en el escalafón profesoral como Profesora Asociada.

Los desafíos de nuestra representación profesoral al Consejo Superior Universitario 2013-2015 Desde 2011, el sistema universitario colombiano se ha visto sometido a una crisis inducida. La necesidad de una transformación de este sistema, a la luz de los diversos retos institucionales, organizativos, académicos y sociológicos, se hace cada vez más imperativa. Con todo, parece que aplazar las decisiones de fondo se convierte en el mejor modo para conjurar el efecto adverso que se teme pronosticar. La espera se

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Suplente Timisay Monsalve Vargas Cédula 43.494.634 Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

erige en solución transicional. La reforma del sistema, que se basó en un diagnóstico implícito, es decir, en una carta teórica oculta, sigue siendo un enigma con el que cada cual puede apostar. La incertidumbre chicha es la atmósfera de la hora, la actitud sin demasiada fatiga cerebral.

La Universidad de Antioquia ha contribuido a este estado de expectante indeterminación de sus procesos en la última década larga. El siglo XXI ha aportado a las aulas de esta Universidad la nada despreciable cifra de 10.000 estudiantes adicionales. Como caídos del cielo, estos estudiantes han invadido cada rincón del Campus y han venido redefiniendo, sin quererlo, los procesos propios de la institución. Entre tanto, la planta profesoral ha permanecido estancada. Las tareas profesorales se han multiplicado y el relevo generación reclama su específica condición.

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El profesorado, sobre todo, el recién vinculado siente los rigores del cambio y carece, en general, de los conductos para manifestar su malestar, su desacuerdo, sus sentimientos ambivalentes –orgullo de pertenecer a esta institución y su bajo salario. Como se dice en los claustros profesorales, cuando hay lugar a expresarse sin temores: “Tenemos menos derechos e iguales obligaciones”.

La distancia entre las directivas, entre la administración central y los órganos directivos de Facultad y el grueso del profesorado se hace cada vez más hondo. La posibilidad y la misma conciencia de salvar esta situación se viven con vaga soledad. La masificación estudiantil, las condiciones laborales en medio de la incertidumbre, la inseguridad del Campus y un autoritarismo difuso y a veces cruel, convierte el trabajo profesoral en lo contrario a lo que se figura el joven profesor de su tarea profesoral.

Se añora un clima de armonía y colaboración más estrecha. Se espera de la Universidad el cumplimiento de sus tareas sociales y culturales misionales que no queden solo en el papel, en los Estatutos ni en las buenas intenciones. Se desea romper el estrecho círculo en que nos vemos cotidianamente atrapados para lograr encarnar los ideales por los que trabajamos y estudiamos con denuedo y con una sinceridad a toda prueba, por décadas.

Como profesores sabemos los deberes que emanan de una condición social excepcional. Somos los configuradores de un tipo futuro de ser social. Nuestros estudiantes son nuestra razón de ser y la proyección de nuestro yo fortalecido en la clase, en la conferencia, en el proyecto de investigación. No deseamos defraudar y creemos vehemente en que la tarea profesoral resume una actitud científica, una práctica profesoral y un modelo ético.

Como candidatos a la representación profesoral ante el Consejo Superior Universitario de la Universidad de Antioquia estas responsabilidades se multiplican. Representamos a una comunidad profesoral dispersa y profundamente fragmentada de miles de colegas.

Esta dispersión y esta fragmentación son el resultado de un proceso de expansión en

el que la improvisación y las necesidades han jugado por igual. Hoy se hace imperativo enmendar los despropósitos y encauzar la institucionalidad por rutas en la que las responsabilidades vayan de la mano con los nuevos desafíos.

Los desafíos de la representación profesoral en la máxima instancia de gobierno de la Universidad son pues múltiples. Ellos están reglamentados o prescritos, mas la dinámica de la Universidad, en medio de los conflictos, de la violencia, de la inseguridad, de la inequidad, torna esta representación en un epicentro de intereses y tareas insospechadas.

Las tareas que se imponen están centradas en las discusiones relevantes de orden nacional y orden interno. La representación debe procurar jerarquizar el orden de importancia de las mismas y no dejar que la inercia de la marcha institucional o la espectacularidad de los eventos distraigan la atención sobre lo prioritario.

Lo prioritario en la Universidad de Antioquia es la democratización de la vida institucional. El profesor debe sentirse dueño de su destino en la institución, saber sus derechos, procurar sus metas genuinas, fortalecer sus esperanzas. El profesorado debe encontrar en sus representantes los interlocutores de las demandas por unas relaciones menos verticales, menos embozadas, más dinámicas y mejor aprovechadas.

El mismo Consejo Superior Universitario debe ser objeto de un debate sobre su transformación, para que este órgano directivo sea reflejo de la institución, la represente y la proyecte en sus reformas más necesarias. Hay que romper con la rutina que nos hace creer que lo hecho, hecho está y que lo inmodificable es el predicado natural de la Universidad.

La democratización de la vida universitaria se logra o presupone la legítima y ampliada representación. Una representación profesoral no hace verano pero lo puede anunciar.

La participación activa de la base profesoral, en los claustros, en las diversas instancias organizativas y directivas, en las Asambleas etc. posibilita esta transformación democrática deseada.

Esta discusión está en la entraña de la Reforma universitaria nacional en que el profesorado debe hacerse sentir. Fortalecer esta participación profesoral y jugar un papel activo en esta Reforma universitaria, en que los profesores han ido a la cola del estudiantado nacional de la MANE, es una prioridad ineludible de nuestra representación.

Del papel que juguemos los representantes y en general, el profesorado organizado, depende, en gran medida, el acierto o fracaso de la iniciativa de la Reforma. El país necesita la Reforma, pero las versiones de la Reforma que pregunten por la universidad que

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La vida de la democracia, el locus del diálogo, de la transacción argumentada de las intereses, se garantiza por la reversión de los factores y los vicios que han acompañado y favorecido a los grupos dominantes.

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se precisa, varían conforme los intereses en juego. Nuestra democracia colombiana y el desarrollo de una sociedad justa e integrada demandan una universidad pública, democratizada, autónoma, competente científica y profesionalmente, secularizada por vía de la discusión y consciente de sus enormes responsabilidades para el desarrollo social y la integración cultural de la nación. Una universidad con aspiraciones continentales, con vocación latinoamericana.

Esta discusión sobre la Reforma de la educación superior nacional y nuestra participación en las Comisiones respectivas va de la mano con el urgente compromiso de participar en el Proceso de Trasformación Organizacional de la Universidad de Antioquia. Este compromiso adquirido ante la comunidad profesoral, desde sus Asambleas profesorales a finales del año pasado, caracteriza e identifica los nombres de nuestra plancha profesoral.

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Se suma a estas tareas prioritarias y centrales la discusión por el papel de la regionalización, por el desamparo laboral de los profesores de cátedra, por el bajo salario comparativo de los profesores de la Universidad de Antioquia frente a otras Universidades públicas e incluso frente a instituciones tecnológicas del Área Metropolitana, por la subrogación, por los derechos laborales vulnerados, por la revisión de las prácticas de los procesos disciplinarios, que se sufren y viven como una humillación, por la mejora de la prestación de los servicios de salud al profesorado, entre otros más.

Como profesores, como docentes, como investigadores, como colegas, como ciudadanos que hemos comprometido lo mejor de nosotros en esta Universidad de Antioquia, por muy largos años, y que estamos convencidos de preservar este compromiso vital, intelectual y humano a esta institución, postulamos nuestros nombres en la convicción de la responsabilidad que nos asiste y seguros de responder a sus diversas demandas.

La participación profesoral y la ruptura con la improvisación

La investigación fundamental o básica es en última instancia la fuente de mayor innovación, afirmó en mayo del 2011 el presidente del Sistema de Reserva Federal de los Estados Unidos de América Ben S. Bernanke1. Esta afirmación podría ser un lugar común si no fuera la voz de quien preside el conglomerado de la banca privada más importante a nivel mundial. Bernanke en su discurso continúa señalando que en este país la inversión científica gubernamental en investigación y desarrollo entre 1970 y 1980 tuvo como efecto la revolución de Internet de la década de 1990. Así mismo en 1950

1

Bernanke, Ben. Promoting Research and Development: The Government’s Role.

Disponible en: http://www.federalreserve.gov/newsevents/speech/bernanke20110516a. htm. (Mayo 16 de 2011).

se hicieron las inversiones necesarias para el desarrollo de la investigación biotecnológica que recoge hoy una amplia comercialización. La investigación científica obedece a planes y sistemas de orden político y financiero global que se concretan a nivel local.

Sin embargo el profesorado no reconoce de manera estructural cómo esa planificación global y local, concretada en la Universidad de Antioquia lo afecta, desde el “bolsillo”, hasta el aula de clase y el laboratorio, y por ello responde de manera improvisada a los problemas que lo aquejan sin su propio plan de pensamiento y acción crítica.

Macroproceso Investigación, Desarrollo e Innovación (MP I+D+i): Conjunto de procesos responsables de desarrollar las capacidades para proponer, generar y conducir exitosamente tareas asociadas con la exploración de lo nuevo (fronteras del conocimiento), el ensayo de ideas (iniciativas, tareas propositivas, generación de hipótesis), la generación de planteamientos novedosos, dirigidos hacia la concreción de la capacidad innovadora propuesta en la estrategia universitaria para 2016 y la contribución al mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad (p. 21).

De manera sucesiva debería platearse un análisis profundo sobre la relación Universidad-Empresa en cuanto a la producción social del conocimiento en la universidad pública y la apropiación privada de este por parte de la empresa privada. Con definiciones y articulaciones tan deficientemente elaboradas en los planes y proyectos de la Universidad de Antioquia no podremos aspirar ni siquiera desde “un arribismo ramplón” a lo que Jean-Claude Michéa en La escuela de la ignorancia y sus condiciones modernas (2002)3 denomina el sector de excelencia, destinado a formar las élites científicas y

2

3

Dosi, G., Llerena, P., y Sylos Labini M. Vínculos entre ciencia, tecnología e industria y la “paradoja europea”: un análisis de la política científica y tecnológica en Europa. CEPAL, Naciones Unidas y GTZ. Santiago de Chile, diciembre de 2007.

Michéa, Jean-Claude. La escuela de la ignorancia y sus condiciones modernas. Ediciones Acuarela, Madrid, 2002.

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Para sólo dar un trazo en el análisis de nuestra Universidad, tomemos uno de los temas estratégicos que dirige nuestro Plan de Desarrollo 2006-2016. Una universidad investigadora, innovadora y humanística al servicio de las regiones y del país. Desarrollo de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Tanto Bernanke como Dosi at al., (2007)2 coinciden en que la base de la innovación en este contexto es la ciencia básica. En este punto podemos afirmar con los anteriores investigadores que el discurso contemporáneo sobre innovación carece de reflexión teórica, a esto incorporamos que el documento universitario además carece de una definición de innovación en función de la investigación básica y sin embargo es parte de un tema estratégico de la universidad donde se articula con la tecnología y la ciencia dando el título a este tema. ¿De qué tipo será ésta articulación? ¿Cómo se define la innovación? No sabemos puesto que el documento no da información para ello (Ver páginas 15,30, 31, 33, 36, 39, 40, 47, 49, 55, 60, 75, 76, 92, 96, 98, y 99). La innovación además es una palabra base en el documento Proceso de Transformación Organizacional de la Universidad de Antioquia (2011):

técnicas, ni aspirar al más alto o medio nivel. Porque como bien lo afirma, estos polos de excelencia requieren no sólo de la trasmisión de saberes sofisticados, sino además de un mínimo de capacidad crítica tanto en nuestros estudiantes, profesores como en los administradores.

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En consecuencia el profesorado deberá reconocer el modelo de universidad pública en función del cual la Universidad de Antioquia investiga, ejerce la docencia y se articula a la sociedad. Reconocer significa definir en el quehacer universitario los problemas salariales, de gobernabilidad y democracia, financieros y laborales, docentes e investigativos, entre otros, e implica evaluar lo que es importante y diferenciarlo de lo accesorio y establecer sus jerarquías en términos de la afección que produce. Y por tanto deducir lógicamente hacia donde se dirige la universidad. Nuestra ignorancia y desinformación sobre la universidad han guiado las respuestas, atómicas e improvisadas, con las que hemos enfrentado los problemas. Pero el reconocimiento profundo, no superficial, de las directrices con que se guía a la universidad proporcionará la estructura de presupuestos básicos sobre el cual replantear dichas directrices. Es por ello que una propuesta profesoral para la representación al Consejo Superior Universitario no puede ser una “lista de mercado”, sino más bien el compromiso de apoyar la construcción colectiva y argumentada de manera crítica de un documento rector que reúna los hechos fundamentales de la historia universitaria que han dado lugar a lo que es ahora la Universidad. Además que se plantee en él los derroteros pensados por sus profesores.

Plancha No. 3 Principal GABRIEL HERNANDO SERNA GÓMEZ Cédula 71.588.288 Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Licenciado en Educación-Español y Literatura de la Universidad de Antioquia, Especialista en Didáctica Universitaria de la misma universidad. Docente de Cátedra desde el año 2003 en las Facultades de Ingeniería, Educación, Medicina, Derecho y Ciencias Políticas. También en los programas de Regionalización y Extensión de la Universidad de Antioquia. Docente en las universidades de San Buenaventura y Luis Amigó. Actualmente presta sus servicios como docente vinculado de tiempo completo en el Municipio de Medellín. Ha tenido experiencia sindical en Sintrasofasa y Sintrauto, en la actualidad es delegado oficial de Adida.

Maestro en Artes Plásticas y Especialista en Creación Fotográfica de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia. 15 años de profesor de Cátedra en los programas de “Maestro en Artes plásticas” y “Licenciatura en Educación Artes Plásticas”. Actualmente ejerce en los programas de Regionalización en la sede oriente de la misma universidad. Socio fundador de la Asociación de Profesionales de Cátedra –Aprocátedra–. Artista y Fotógrafo profesional activo, conferenciante y jurado en diversos eventos, como salones de artes, encuentros y exposiciones de fotografía en el ámbito local, regional, nacional e internacional. Universidad de Medellín, Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, Instituto Tecnológico Metropolitano, ITM, Corporación Universitaria Remington, Corporación Universitaria Minuto de Dios seccional Bello, CESDE.

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Suplente PASTOR IVÁN GIRALDO GÓMEZ Cédula 98.517.769 Facultad de Artes

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Observaciones y propuestas sobre las condiciones de trabajo, ingreso, desempeño y promoción de los profesores en la Universidad de Antioquia El mejoramiento de la educación en las universidades públicas requiere la revalorización de la función docente en general, y del profesor de cátedra en particular puesto que sobre él recae la mayor carga docente en los programas de pregrado. Esta revalorización debe establecerse a partir del reconocimiento, tanto económico como ocupacional del ejercicio del profesor de cátedra, a fin de consolidar su papel crucial en la educación superior universitaria. La Universidad de Antioquia tiene una deuda histórica e invaluable con los profesores de cátedra.

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A nivel estructural y normativo, deben afianzarse las condiciones objetivas de trabajo, ingreso, desempeño y promoción del docente de cátedra a fin de generar las condiciones efectivas, la motivación y las expectativas de rol que garanticen su continuidad en los procesos, su desarrollo académico, su producción intelectual de índole curricular, didáctica y científica; su impacto en los proyectos de extensión universitaria mediante la consolidación de los mismos; su participación en los órganos de gestión de los programas universitarios y de gobierno de la Universidad, así como su importante labor de afianzar el vínculo ante la Universidad y los diferentes sectores y actores de la sociedad.

Se trata, por tanto, de promover y afianzar uno de los patrimonios más valiosos y numerosos de la Universidad, el del docente de cátedra, el cual representa por lo menos el 80% del total de docentes de la Universidad de Antioquia.

Por su parte, la regulación institucional de remuneración y distinción (Decreto 1279 de 2002 y Acuerdo Superior 253 de 2003) establece un sistema desigual de remuneración, reconocimiento y estatus entre profesionales vinculados y de cátedra, y entre las actividades de docencia e investigación, a favor de esta última; aunque ambas funciones son igualmente importantes en el cumplimiento de la misión institucional. En comparación con la investigación, la docencia (y en especial de pregrado) es una actividad subvalorada, la cual es ejercida fundamentalmente por los profesores de cátedra en la Universidad.

La misma concentración de estímulos para el ejercicio investigativo, en detrimento de la labor docente, ha generado que muchos profesores vinculados definan más su función desde la investigación y la producción académica por su mayor rentabilidad social y económica. Así, su labor docente no resulta tan atractiva y, consecuentemente, se ha ampliado la demanda de contratación del profesorado de cátedra. Esta situación, junto con la exigencia realizada a las universidades de ampliación de cobertura por parte del Ministerio de Educación, ha resultado en un notable aumento de contratación

del profesor de cátedra que ha conllevado, finalmente, a la precarización y el escaso reconocimiento de la labor del profesorado universitario.

Es, por tanto, que se requieren afianzar las condiciones objetivas de trabajo, ingreso, desempeño y promoción del profesor de cátedra en la Universidad, a fin de garantizar su adecuado ejercicio profesional y la calidad de la Educación Universitaria.

Para ello, se plantean una serie de propuestas de mejora de las condiciones señaladas a la Rectoría de la Universidad de Antioquia: 1. Respeto absoluto a la dignidad de profesores y profesoras de la universidad.

2. Defensa de la Educación Pública, no a la privatización de la Universidad.

3. Lucha frontal contra la corrupción y la no transparencia en los procesos de la Universidad.

4. Defensa de la estabilidad laboral de los profesores y profesoras.

5. Defensa del derecho a la igualdad entre los profesores.

6. Garantizar el derecho a participar en los procesos democráticos de elección de representantes y directivos en las distintas dependencias y órganos de gobierno de la Universidad, en las mismas condiciones que los profesores vinculados y ocasionales.

8. Garantizar el desarrollo de procesos objetivos de evaluación de la labor docente, investigativa y de extensión, así como la participación del profesor de cátedra en estos procesos evaluativos, a fin de contar con criterios precisos que establezcan la renovación del contrato y la continuidad en el ejercicio desarrollado, favoreciendo así la estabilidad laboral. Proponemos construir un nuevo estatuto de contratación, objetiva y transparente de profesores de cátedra.

9. Aumento de las condiciones salariales y los estímulos económicos otorgados por la experiencia docente, la calidad en el desempeño, la productividad académica y las actividades asociadas al ejercicio de la labor docente (asesorías a alumnos, presentaciones públicas, preparación y corrección de evaluaciones, desarrollo de materiales didácticos, etc.).

10. Establecer condiciones de equidad entre profesores de cátedra y vinculados con respecto a la asignación de puntaje y bonificaciones por producciones académicoinvestigativas (artículos de revista, capítulos de libro, libros, etc.).

11. Garantías de aseguramiento al Sistema de Seguridad Social durante el período completo correspondiente a los programas académicos.

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7. Establecer condiciones de contratación que garanticen mayor estabilidad laboral mediante contratos anuales y la obtención de cátedras permanentes por medio de convocatorias públicas.

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12. Participación en los procesos de formación de docentes universitarios durante el período de ingreso y a nivel continuo, en las mismas condiciones que los profesores vinculados a la Universidad.

13. Acceso de los profesores de cátedra a la participación en las convocatorias oficiales de proyectos de investigación y extensión de la Universidad como responsables directos, (en condiciones de igualdad) garantizando el desarrollo de los procesos investigativos de manera autónoma y responsable.

14. Promoción del acceso a la formación universitaria de posgrado (maestrías y doctorados), asegurando un número de plazas correspondientes por lo menos del 20% del alumnado de los programas académicos destinados a los profesores de cátedra, bajo subvención total del 100% del costo mediante el concurso en convocatorias públicas de becas de estudio.

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15. Aumento en el sistema de asignación de puntaje, correspondiente a la experiencia docente del profesor de cátedra, en los procesos de convocatoria pública de vinculación de docentes. De esta forma, se garantizaría la consideración de la experiencia institucional y académica prolongada a la hora de afianzar un puesto como docente vinculado a la Universidad.

16. Facilitación a la Asociación de Profesionales de Cátedra –Aprocátedra– del acceso a recursos informativos y comunicativos mediante la obtención de un espacio virtual en el portal web de la universidad, una dotación de equipos informáticos, un sistema de comunicación telefónica y por correo ordinario, así como otros que pudieran requerirse a futuro.

17. Reconocimiento de la Asociación de Profesionales de Cátedra –Aprocátedra– como representante de un movimiento gremial a nivel nacional con garantías de representación y defensa de sus asociados en situaciones de conflicto de intereses con la Universidad.

18. Facilitación a la Asociación de Profesionales de Cátedra –Aprocátedra– de las condiciones para ejercer actividades de control y veeduría en los procesos de selección y evaluación de los profesores de cátedra, así como de otros procesos de gestión administrativa y de programación académica de las diferentes dependencias.

19. Asegurar la participación de la Asociación de Profesionales de Cátedra –Aprocátedra– como parte integrante de las comisiones y grupos de trabajo destinados a discutir y elaborar propuestas al proceso de Reforma de la Ley 30 de Educación u otros, reconociendo al profesor de cátedra como un miembro activo de la comunidad académica en la lucha por el derecho a la Educación Pública.

20. Crear anualmente un concurso por Facultades, Escuelas e Institutos (incluido Regionalización) del mejor profesor de cátedra de la Universidad de Antioquia. Se puede discutir el incentivo.

Acta de inscripción, verificación de requisitos y credencial de los aspirantes a la elección de representante de los profesores ante el consejo superior universiario

– período 2013/2015

E

n cumplimiento de Ia convocatoria efectuada por el Señor Rector a través de Ia Resolución Rectoral 36206 del 12 de diciembre de 2012, para Ia inscripción de aspirantes a Ia representación de los Profesores ante el Consejo Superior Universitario, a continuación Ia Secretaría General entera de dicho proceso a Ia Comunidad Universitaria.

Los inscritos, en orden de inscripción, son: JAIME RAFAEL NIETO LÓPEZ, cédula 7.375.152 –principal– y JOSE WILLIAM CORNEJO OCHOA cédula 13.835.546 –suplente–, inscritos el 31 de enero de 2013 siendo las 15:09 horas por el señor Marco Antonio Vélez Vélez –quien actúa como delegado–.

El señor Nieto López es Sociólogo de Ia Universidad de Antioquia, Magister en Ciencia Política de Ia misma universidad, y actualmente se encuentra en trámite de convalidación el título de Doctor en Pensamiento Político, Democracia y Ciudadanía otorgado por Ia Universidad Pablo de Olavide, España. Presta sus servicios a Ia Universidad así, como docente de cátedra durante los años 1993-1994, docente ocasional de tiempo completo en los años 94-95-96 y comienzos de 1997 y desde el 12 de marzo de 1997 a Ia fecha, profesor de tiempo completo, adscrito al Departamento de Sociología de Ia Facultad de Ciencias Sociales y Humanas; se encuentra clasificado en el escalafón profesoral como profesor titular. El señor Cornejo Ochoa es Medico y Cirujano de Ia Universidad Industrial de Santander, Especialista en Neurología y Magister en Epidemiología de Ia Universidad de Antioquia. Desarrolla actividades de docente en Ia

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Conforme a lo dispuesto en el literal e. del artículo 29 en armonía en el literal n. del artículo 42 del Estatuto General que establecen Ia participación en el Consejo Superior Universitario en calidad de miembro, de un representante de los profesores y Ia necesidad de reglamentar tal participación, se expidió Ia Resolución Rectoral 4744 del 11 de mayo de 1994, adicionada por Ia Resolución Rectoral 11143 de 1998, y teniendo clara Ia normativa que regula Ia materia, se procede a examinar e informar el cumplimiento de requisitos de los inscritos para continuar el proceso de elección.

Universidad a partir de 1989-1993 en Ia modalidad de docente especial ad-honorem y a partir de mayo de 1993 como profesor de tiempo completo, adscrito al Departamento de Pediatría y Puericultura de Ia Facultad de Medicina; se encuentra clasificado en el escalafón profesoral como profesor titular. Los profesores referidos presentan carta de aceptación a Ia postulación Ia cual se encuentra respaldada por más de quince docentes con sus respectivos nombres, firmas, cédulas e información de la dependencia a Ia cual pertenecen –con Ia debida verificación–. Habiendo revisado Ia normatividad que regula Ia materia y documentación aportada se concluye que cumplen los requisitos y presentan las calidades exigidas en el Estatuto General de la Universidad y normas complementarias, para aspirar a Ia elección de representante de los profesores titular y suplente respectivamente, ante el Consejo Superior Universitario.

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JUAN GUILLERMO GÓMEZ GARCÍA, cédula 79.148.395 –principal– y TIMISAY MONSALVE VARGAS cédula 43.494.634 –suplente–, inscritos el 01 de febrero de 2013 siendo las 10:04 horas, por el señor Walter Alonso Santos Abello –quien actúa como delegado–. El señor Gómez García es Abogado de Ia Universidad Externado de Colombia, y Doctor en Filosofía de Ia Universidad de Bielefeld, Alemania. Presta sus servicios a Ia Universidad así, como docente ocasional de 1997 a 1998, docente visitante auxiliar de 1998 a mayo de 1999 y desde ello de mayo de 1999 a Ia fecha, profesor de tiempo completo, adscrito al Departamento de Lingüística y Literatura de la Facultad de Comunicaciones; se encuentra clasificado en el escalafón profesoral como profesor titular. La señora Monsalve Vargas es Antropóloga de Ia Universidad de Antioquia, Magister y Doctora en Antropología de Ia Universidad Nacional Autónoma de México. Desarrolla actividades de docente en Ia Universidad a partir de 1996 en Ia modalidad de profesora de cátedra para dicho año y a partir 2004 como profesora de tiempo completo, adscrita al Departamento de Antropología de Ia Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, se encuentra clasificada en el escalafón profesoral como Profesora Asociada. Los profesores referidos presentan carta de aceptación a Ia postulación Ia cual se encuentra respaldada por más de quince docentes con sus respectivos nombres, firmas, cédulas e información de Ia dependencia a Ia cual pertenecen –con Ia debida verificación–. Habiendo revisado Ia normatividad que regula Ia materia y documentación aportada se concluye que cumplen los requisitos y presentan las calidades exigidas en el Estatuto General de la Universidad y normas complementarias, para aspirar a Ia elección de representante de los profesores titular y suplente respectivamente, ante el Consejo Superior Universitario.

GABRIEL HERNANDO SERNA GÓMEZ, cédula 71.588.288 –principal– y PASTOR IVAN GIRALDO GÓMEZ cédula 98.51 7.769 –suplente–, inscritos por el señor Ramiro H Giraldo Naranjo –quien actúa como delegado–, el 01 de febrero de 2013 siendo las 16:23 horas. El señor Serna Gómez es Licenciado en Español y Literatura, y Especialista en Didáctica Universitaria de la Universidad de Antioquia. Ha prestado sus servicios a Ia Universidad como Docente de Cátedra desde el año 2003 a Ia fecha. El

señor Giraldo Gómez es Maestro en Artes Plásticas y Especialista en Creación Fotográfica de Ia Universidad de Antioquia. Viene ofreciendo a Ia Universidad sus servicios de docente en Ia modalidad de cátedra desde 1997 y actualmente presenta contrato vigente en Ia modalidad descrita para el año 2013 primer semestre, con Ia Facultad de Artes. Los profesores referidos presentan carta de aceptación a Ia postulación la cual se encuentra respaldada por más de quince docentes, con sus respectivos nombres, firmas, cédulas y dependencia a Ia cual pertenecen. Habiendo estudiado, hojas de vida, formación académica y las calidades y requisitos fijados en nuestra normatividad, esto es, parágrafo 2 y 6 del artículo 29 del Estatuto General, en armonía en el literal n. del artículo 42 del referido estatuto y su posterior desarrollo contenido en el artículo 3 de Ia Resolución Rectoral 4744 del 11 de mayo de 1994 adicionada por Ia Resolución Rectoral 11143 de 1998 y artículo 2 de Ia Resolución Rectoral 36206 del 12 de diciembre de 2012) es necesario concluir que no cumplen el presupuesto básico normativo dispuestos por Ia Universidad a través del Consejo Superior, cual es presentar Ia calidad de profesor asociado o titular en el escalafón, para aspirar a Ia representación de los profesores ante Ia máxima instancia de Dirección y Gobierno de Ia Universidad como lo es el Consejo Superior Universitario.

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Medellín, 5 de febrero de 2013 Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia —ASOPRUDEA— No. 50 • Febrero de 2013

Luquegi Gil Neira Secretario General

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