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REFLEXIÓN PREVIA AL TRIMESTRE: LA MUERTE DE JESÚS
Empezamos nuevo trimestre y es un trimestre vital en cuanto a la historia de la salvación. El problema surge cuando queremos explicar la muerte de Jesús a nuestros niños. La primera reflexión con la que nos enfrentamos es si contar o no la muerte de Jesús a niños. En edades tempranas, como más abajo explico, no es necesario. Pero llega un momento en el que no podemos obviar que Jesús murió en una cruz porque lo escuchan en la iglesia, en la calle, en las conversaciones de los adultos y porque la muerte de Jesús tiene un valor central en la historia de la salvación. Así que sí, debemos contar la muerte de Jesús a nuestros niños. Pero ¿cómo?
Nos podemos encontrar con dos casos principalmente.
1.- Por una parte, nuestra cultura católica hace que algunos niños estén acostumbrados a la imagen del Cristo crucificado, sangriento y muerto. Y más cuando vivimos la Semana Santa de procesiones, tambores estruendosos, santos ensangrentados y llorosos y nazarenos encapirotados (eso cuando no con penitentes). Imaginad esta sensación en los niños, niños a los que hemos enseñado a amar a Jesús y que ahora ven esta imagen terrible de su amigo. Una de dos: o viven la muerte de Jesús con miedo, casi pánico o se protegen distanciándose emocionalmente de ella como si de una película de superhéroes violentos se tratara. Y no queremos que los niños vivan esto de ninguna de estas maneras.
2.- Por otra parte, nos encontramos con otros niños que nunca, o muy pocas veces se han enfrentado a la imagen de Jesús crucificado bien sea porque sus padres no son creyentes o porque siendo de tradición protestante les hemos evitado estas imágenes. Para estos niños también es un choque saber que Jesús, que tanto bien hizo, que es su amigo, que hizo milagros, que es Todopoderoso, que es el Creador, muere de una forma tan cruel y despiadada.
Por eso os propongo una serie de consideraciones cuando trabajemos estas lecciones.
a) Como habéis visto, las lecciones de 3 a 6 años evitan la muerte de Jesús o la pasan por alto. La religiosidad de estas edades no necesita la muerte para comprender que Jesús siempre está con ellos, que se fue al Cielo y que volverá para estar juntos para siempre. Dependiendo de la madurez de vuestro hijo, se la podemos mencionar como que unos hombres malos lo mataron pero que, como era Jesús, resucitó y luego se fue al Cielo a prepararse para volver otra vez.
b) Evitad los detalles sangrientos y macabros. Cuanto más pequeños más debemos evitar regodearnos con la sangre, los latigazos o los clavos atravesando sus manos. Los niños tienen mucha imaginación y pueden llegar a pensar que eso les va a pasar a ellos por seguir a Jesús, así que no vale la pena ser amigo de Jesús. La tortura de Jesús no aporta nada al valor de su muerte dentro del plan de salvación.
c) Anticipad el final. Aquí sí que valen spoilers. Jesús avisó varias veces a sus discípulos que iba a resucitar. Los niños necesitan saber que, aunque las cosas se pongan feas, aunque el protagonista de la historia lo pase mal, al final todo se arregla y hay un final feliz. Eso les ayuda a no angustiarse, y según cómo contemos la muerte de Jesús puede ser una historia muy angustiosa. Así que en las lecciones previas idles anticipando que Jesús iba a morir, pero también que ya estaba prevista su resurrección. Y eso les ayudará también a que por muy mal que estén las cosas en este planeta, sabemos que Jesús va a volver y a darnos un final feliz y eterno.
Celebrad a Jesús resucitado, el Jesús de las buenas noticias, el Jesús que nos amó tanto que no dudó en dar su vida por nosotros.
Lección 1
Lección 2
Lección 3
Lección 4
Lección 5
Lección 6
Lección 7
Lección 8
Lección 9
Lección 10
Lección 11
Lección 12
Lección 13