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TU LECTURA DEL LUNES
Cuando ves un árbol frutal sin hojas es difícil saber de qué árbol se trata, a no ser que seas un experto. Cuando le salen las hojas y las flores ya es más fácil. Pero en cuanto tienen fruto ya no tienes duda: es un manzano, un melocotonero o un peral. Y además sabes de qué especie es: si son peras de agua, de conferencia o ercolinas (ten en cuenta de hay como 30 clases diferentes de peras).
¿Qué son los frutos para el cristiano?
El fruto es lo que nos caracteriza como cristianos. Si tenemos fruto todo el mundo sabrá que somos cristianos. Si no lo tenemos es difícil que lo sepan.
El fruto es algo que nos sale de dentro y que no podemos evitar. Tú no puedes evitar parecerte a tus padres porque dentro llevas la información genética que te han transmitido.
Lo mismo ocurre con los cristianos. Cuando Dios, el Espíritu Santo, comienza a formar parte de tu vida se producen una serie de cambios. El Espíritu va cambiando poco a poco tu vida. Esos cambios te hacen un poco más parecido a Jesús, te hacen ser mejor cristiano. ¿Qué «información genética» nos transmite el Espíritu Santo? (Puedes leerlo en Gálatas 5: 22, 23).
Lee varias veces ese texto y grábatelo bien en la memoria.
A todas estas cosas buenas que pone Jesús en nuestro corazón lo llamamos EL FRUTO DEL ESPIRITU. Las personas que están a nuestro alrededor, observan cómo nos comportamos (nuestros frutos) y se dan cuenta que nuestro mejor amigo es Jesús. Por eso Jesús dijo: «Por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7: 20).
Piensa en esas nueve características. Cuando alguien te observe y vea en ti amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio, verá a Jesús; verá que eres cristiano.
Al escribir el texto se nos han caído todas las letras «e». Por favor, vuelve a colocarlas y podrás leer el texto de la lectura de hoy en una versión moderna
Tu Lectura Del Martes
Durante el resto de la semana vamos a reflexionar un poco sobre las características del «fruto del Espíritu».
EL AMOR
Es la característica más importante del «fruto del Espíritu». Sin este sentimiento las personas no pueden ser felices. Es muy difícil explicar qué es el amor, pero todos sabemos cuándo alguien nos ama y cuándo amamos a alguien, porque nos gusta compartir el tiempo y las cosas que tenemos con esa persona. Dios nos da su amor y cuando lo recibimos, nosotros también podemos regalarlo a otras personas.
Fíjate lo importante que es que Jesús llegó a definir toda la Ley y los Profetas, es decir toda la Biblia, en relación al amor. (Lee Marcos 12: 30, 31. Ya has leído este texto en otras ocasiones pero es bueno recordarlo siempre).
En una ocasión Jesús oró por sus discípulos. En esa ocasión Jesús mencionó muchas veces la palabra ‘amor’ y también la relacionó con el fruto del verdadero discípulo. (Puedes leer parte de esta oración en Juan 15: 8, 12).
Un cristiano se caracteriza por su capacidad de amar.
La Alegr A O Gozo
Cuando Jesús está con nosotros sentimos alegría. ¿Te imaginas estar al lado de Jesús en la Tierra Nueva y estar triste? ¡Imposible!
En esta tierra es normal tener momentos de tristeza porque nos pasan cosas malas. Pero no debemos dejar que nuestra vida sea una continua tristeza. Aunque tengamos problemas, podemos estar alegres, gozosos por dentro, porque sabemos que él nos ayudará a resolverlos. Sabemos que Jesús nos ama, y nunca nos va a dejar solos en los momentos difíciles de nuestra vida. Un cristiano puede tener problemas y momentos de tristezas pero no puede ser una persona triste. (Lee 1 Tesalonicenses 5: 16).
Solo uno de los dibujos pequeños es exactamente igual al grande. ¿Puedes encontrarlo?