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TU LECTURA DEL MIÉRCOLES
El milagro del día de Pentecostés no terminó con ruido y con las lenguas de fuego sobre las cabezas de los seguidores de Jesús.
Cuando la gente que estaba en la calle oyó el ruido, fueron a ver qué había pasado. Enseguida se juntó una multitud. Pero todavía se quedaron más sorprendidos cuando los apóstoles salieron a la calle. ¿Por qué se sorprendieron? (Lo sabrás si lees Hechos 2:6).
Jerusalén estaba llena de personas de todos los países. La mayoría no entendían bien el arameo, la lengua que se hablaba en Jerusalén. Pero cuando escuchaban hablar a los apóstoles los entendían perfectamente.
No sabemos muy bien cómo ocurrió el milagro. Es posible que el Espíritu Santo les enseñara a hablar en otros idiomas. ¿Te imaginas querer hablar con un niño chino y darte cuenta de que de repente sabes hablar su idioma?
También es posible que los apóstoles hablaran normalmente y todos los demás les entendían en su propio idioma. ¡Sería como si el Espíritu Santo estuviera traduciendo! (Lee Hechos 2:6-8).
Antes de Pentecostés, los apóstoles no sabían cómo iban a poder ir a otras naciones predicando a Jesús si nadie los iba a entender. Ahora lo tenían claro. Si ellos no podían, el Espíritu Santo les daría poder para hacerlo.
Ahora los apóstoles podrían predicar el amor de Dios en todos los idiomas. Tú también puedes saber cómo se dice «AMOR» en muchas lenguas.
• Colorea del mismo color el cuadro de cada palabra amor con el idioma en que está escrita. Si lo necesitas, pide ayuda a tus padres o a algún amigo.
Para los padres
Es importante que cada uno conozca a Jesús hablando su propia lengua. Por eso se hace tanto esfuerzo en traducir la Biblia a todos los idiomas posibles. Por eso también encontrarás distintas versiones de la Biblia adaptadas a la forma de hablar de cada época. Busca biblias de distintas versiones y de distintos años para que tus hijos vean las diferencias. Si no dispones de varias versiones puedes encontrarlas en http:// www.biblegateway.com o en http://bibliaparalela.com