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TU LECTURA DEL LUNES
Anás y los saduceos decidieron que tenían que detener a los apóstoles para que dejaran de predicar la resurrección de Jesús. Así que mandaron a unos guardias del templo para que los metieran en la cárcel (ver Hechos 5:18)
¿Crees que a los discípulos les daba miedo estar en la cárcel? Seguramente sí que tendrían miedo, pero ahora confiaban en Jesús y no les importaba. Pero algo sucedió durante la noche mientras estaban en la cárcel. (Léelo en Hechos 5:19).
¡Un ángel abrió las puertas de la cárcel! Los apóstoles salieron tranquilamente por la puerta como si nada. Pero el ángel tenía un mensaje para ellos. No debían esconderse. Debían confiar en Jesús y seguir predicando. Debían regresar al templo y seguir predicando allí (ver Hechos 5:20)
Ni cortos ni perezosos obedecieron lo que les había dicho el ángel. No les importaba que los metieran en la cárcel otra vez. Tenían un amigo que podía enviar a otro ángel y volver a abrir las puertas.
Para los padres
Preguntad a vuestros hijos qué otras historias conocen de personas de la Biblia a quienes Dios sacó de la cárcel. Los apóstoles conocían esas historias y Jesús les había demostrado que Dios todo lo puede.