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Gastronomía colombiana atraerá turistas

El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, decidió tomar las riendas de un proyecto que desde hace algún tiempo tiene en mente el sector restaurador: convertir a Colombia en un destino gastronómico.

Así es, debido al buen comportamiento del turismo

y la hotelería en el país, y al ser la hospitalidad un sector que se caracteriza por generar un gran número de empleos y servicios, pues según el Departamento Nacional de Estadísticas, Dane, durante el primer trimestre de 2011, la rama que concentró el mayor número de ocupados fue Comercio, restaurantes y hoteles con el 26,6 por ciento. Igualmente, la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica, Acodres, asegura que en el país existen alrededor de 60 mil restaurantes que generan en conjunto 90 mil empleos directos y hasta cinco empleos indirectos por establecimiento.

Es por todas estas razones, que la cartera de Comercio, Industria y Turismo ve hoy en día a la gastronomía como un elemento primordial, que en línea con el resto de la cadena turística, puede contribuir a alcanzar la meta establecida por el Gobierno Nacional de atraer, al finalizar el cuatrienio, cuatro millones de viajeros internacionales al año.

Para lograrlo, el punto de partida fue la realización del Foro: "Gastronomía colombiana como factor potencial de turismo", entre el 16 y 17 de marzo del presente año, donde el objetivo principal era dar a conocer a los diferentes actores de la cadena (chefs, empresarios, gremios, prensa especializada y academia), un diagnóstico inicial sobre las limitaciones y posibilidades que afronta el sector actualmente en esta materia, estudio (que lleva el mismo nombre del evento) elaborado para el Fondo de Promoción Turística por la investigadora Alicia Mejía y la firma Pigmalión.

“La estrategia consiste en crear una hoja de ruta en la que tanto el Gobierno como la industria restauradora en conjunto, identifiquen el punto a dónde se quiere llegar y cómo lograrlo, y juntos emprender ese viaje, ese nuevo despertar de uno

“entre comidas” es considerable la riqueza de productos culinarios ‘pequeños’ que no se pueden entender propiamente como platos fuertes, pero que están presentes por todas partes y son esenciales en la cotidianidad de los colombianos. Éstos son muy versátiles y tienen diferentes ocasiones de consumo durante el día: empanadas, arepas, chorizos, butifarras, carimañolas, pan de yuca, entre otros. Muchas veces se pierden de vista estas viandas colombianas muy apreciadas y buscadas por los turistas extranjeros, un punto que podría ser mejor aprovechado. pigmalión de los valores más arraigados y profundos de los colombianos: su cocina. Un reto más tendrán los restaurantes del país, ahora les llegó el turno de sumarse a las estrategias trazadas para atraer cada día más turistas y, de esta forma, dinamizar aún más la economía y convertir la gastronomía colombiana en un activo diferenciador”, explicó el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados.

Fortalezas y debilidades

De acuerdo con el estudio cualitativo realizado por la firma Pigmalión, el país posee una serie de ingredientes que enriquecen su gastronomía en cada una de sus regiones, sin embargo, muchos de éstos, a pesar de su importancia en las tradiciones culinarias han ido perdiendo fuerza con el paso del tiempo o simplemente han sido subvalorados. Es el caso de las frutas, alimento cotidiano y fundamental, vistas por los turistas extranjeros como un gran atractivo, del cual no encuentran una oferta organizada, ni propuestas gastronómicas claras y novedosas que las incluyan.

Hechos para superar

Ahora bien, hay que tener en cuenta que existen algunos factores que pueden limitar la creatividad en el sector -no sólo en lo que tiene que ver con las frutas, sino con otros tantos productos típicos en la cocina regional- tales como: dificultades en la capacidad productiva, técnicas de producción muy artesanal, no acorde a los estándares requeridos, y problemas de logística para el transporte y abastecimiento.

7 tareas por hacer

1. Contar con políticas y líderes que agrupen y orienten al sector.

2. las instituciones académicas deben reforzar el tema de gastronomía colombiana.

3. empezar a comunicar unas características que la identifiquen.

4. Favorecer la implementación de restaurantes colombianos “multirregionales”.

5. promover nuevas propuestas gastronómicas.

6. organizar encuentros regionales de cocina nacional donde el país se encuentre.

7. Hacer presencia en los medios de comunicación y eventos en donde se promueva el turismo.

Si desea conocer más sobre el estudio: evaluación de la gastronomía Colombiana como factor potencial de turismo, visite www.revistalabarra.com.co

Otro punto importante, es la presentación de los platos nacionales y el equilibrio nutricional de sus componentes, un factor clave para los viajeros, quienes en su mayoría se inclinan por la tendencia light y saludable. La comida colombiana se caracteriza por sus abundantes porciones y la reiterada presencia de fritos y carbohidratos.

Los distintos actores de la industria restauradora también tendrán que propender por hacer que los platos de la cocina nacional sean redescubiertos en todo el territorio, si bien en cada región existe una gran cantidad y variedad de preparaciones tradicionales, son muy pocos los que tienen un alto grado de reconocimiento a nivel internacional. Además, el mercado no ofrece muchas alternativas con un menú colombiano que integre platos de todo el país.

¿Por dónde empezar?

Para lograr que Colombia se convierta en un destino gastronómico con reconocimiento internacional, la primera y más importante barrera a superar, según la firma Pigmalión, “es la falta de sentido de pertenencia, el problema de la identidad en el país, donde históricamente ha prevalecido la preferencia por lo de afuera, creyendo que lo propio es más modesto, más ordinario, más folclórico en sentido peyorativo, lo cual ha afectado la cocina y demás manifestaciones de nuestra cultura”.

Igualmente, plantea que “frente a la dispersión y desunión del sector gastronómico, se hace necesario crear un organismo (comité, entidad) y además un líder, que integre esfuerzos, gestione, reúna y direccione al sector. El Gobierno es el llamado en primera instancia, porque es quien puede definir unas políticas para comenzar el trabajo de posicionamiento de la gastronomía. El papel de gremios y asociaciones también es fundamental”.

Y ese es uno de los principales llamados que hace el Viceministro de Turismo, Óscar Rueda, “el principio de asociación, que no es más que simplemente reunir esfuerzos con propósitos comunes, indispensable para crear un plan estratégico, una política gastronómica que nos ponga ante los ojos del mundo”.

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