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INVERSIÓN PRODUCTIVA: CONDICIÓN FUNDAMENTAL PARA LA COMPETITIVIDAD

En los últimos años, el crecimiento que ha venido experimentando el sector turismo en el mundo le ha permitido consolidarse como uno de los motores más dinámicos de la economía global.

Las cifras de la Organización Mundial de Turismo así lo corroboran, ya que las actividades vinculadas al sector representaron en 2010 cerca del 5 por ciento del PIB y el 7 por ciento de los empleos (directos e indirectos) a nivel mundial; generaron en 2009 US $852.000 millones por concepto de ingresos por turismo internacional -cerca de US $2.350 millones diarios-; participaron con el 30 por ciento de las exportaciones mundiales de servicios y el 6 por ciento de las exportaciones totales de bienes y servicios; mientras que las llegadas de turistas internacionales en 2010 alcanzaron los 935 millones de personas, 407 millones de viajeros más que en 1995.1

Las proyecciones también son alentadoras. En 2020 se prevé que las llegadas de turistas internacionales a nivel mundial alcancen los 1.600 millones, principalmente, por el fenómeno de expansión y diversificación permanente hacia nuevos destinos -junto a los tradicionales de Europa y de América del Norte-,2 así como por el desarrollo y evolución de nuevos segmentos de mercado, donde la innovación en productos, canales de difusión, medios de comercialización, y mecanismos de prestación de los servicios,

1 organización Mundial del turismo -oMt- (2010). panorama oMt del turismo Mundial. edición Septiembre de 2010. www.unwto.org/pub

2 organización Mundial del turismo -oMt- (2010). Barómetro oMt del turismo Mundial. edición Febrero de 2011. www.unwto.org/pub resultará fundamental para el posicionamiento competitivo de los empresarios del sector.

En este sentido, los resultados más recientes del Ránking de Competitividad de Viajes y Turismo del Foro Económico Mundial en 2011, en el que se evalúan las condiciones de infraestructura, seguridad, dotación de recursos, marco regulatorio y capital humano del sector turismo en 139 países del mundo, evidenciaron que Colombia se ubica en una posición intermedia a nivel mundial (posición 77) y latinoamericano (puesto 11 entre los 19 países de la región evaluados), lo que impone el carácter de urgente a la implementación de acciones estratégicas orientadas al mejoramiento de la competitividad nacional en el sector. En América Latina destacan México (43), Costa Rica (44) y Puerto Rico (45), principalmente por su capital natural y cultural, la infraestructura propia del sector y la priorización del turismo dentro de las apuestas productivas de la política de competitividad nacional.

Posición en Colombia en los pilares del ranking mundial de competitividad de Viajes y

Reglas

Infraestuctura

Capital humano Infraestructura para el transporte aéreo Sostenibilidad Ambiental Infraestuctura para el turismo Competitividad la industria de... Priorización

Fuente: WeF(2011). ranking de Competitividad de Viajes y turismo del Foro económico Mundial en 2011. Cálculos: CepeC, universidad del rosario.

En el caso específico de Colombia, el importante patrimonio en materia de recursos naturales (puesto 12) y culturales (43), así como los avances en términos de marco regulatorio y de competencia (60), infraestructura de tecnologías de información (64) o potencial de nuestro capital humano (65), no resultan suficientes para que el país se posicione como uno de los más competitivos a escala global o regional. Las preocupaciones que aún persisten en materia de seguridad (126); los lentos avances en materia de infraestructura para el transporte terrestre (120); así como el bajo desempeño en materia salud e higiene en algunos de los destinos turísticos nacionales (95), continúan demostrando los importantes retos del país en este frente.

Las ciudades más atractivas para la IED en Latinoamérica

En el marco de la evidencia previa, resulta indiscutible el hecho de que el desarrollo y posicionamiento competitivo del sector turístico de un territorio se encuentra altamente correlacionado con los flujos de inversión ︲que en muchas ocasiones proviene de empresarios extranjeros︲ que allí se localicen, en la medida que el capital privado es un factor generador de dinámicas y procesos de innovación en un territorio.

En este sentido, los resultados para 2010 del Índice de Atractividad de Inversiones Urbanas

-INAI- en América

Latina elaborado por el Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (CEPEC) de la Universidad del Rosario y la firma chilena Inteligencia de Negocios, en el que se analizaron las 48 ciudades más importantes de América Latina, giran alrededor de la importancia de fomentar la creación de entornos locales y nacionales que le permita a dichas ciudades incursionar con éxito en el radar de los inversionistas internacionales.

Sao Paulo se ubicó como la ciudad que reúne las mejores condiciones para la atracción de inversión en la región, principalmente por la importancia del tamaño de su mercado, un clima amable al inversionista desde la escala nacional, las sólidas opciones para el apalancamiento que ofrece a los inversionistas, respaldadas por el tamaño de su bolsa de valores y la profundidad relativa de su mercado financiero, así como las buenas expectativas de crecimiento económico urbano.

Le siguen en importancia Ciudad de México y Santiago de Chile, ciudades capitales de dos de las economías más sólidas del continente, que destacan por su fortaleza en cuanto a tamaño del mercado y el reconocimiento global de la primera, así como el entorno nacional atractivo para la inversión y las buenas condiciones de vida en el caso de la segunda. Por su parte, Bogotá se ubicó como la sexta ciudad más atractiva, mientras que Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, que también fueron evaluadas, ocuparon posiciones intermedias en la región (más allá de la casilla 30).

Dentro del Ranking INAI 2010, se destaca la inclusión de un indicador orientado a establecer qué tan reconocidas son globalmente las ciuda- des de América Latina. Para tal fin, se consideraron variables asociadas a la oferta de información para negocios existente en Internet sobre cada ciudad, el número de consultas en la web sobre la misma, así como la percepción de expertos acerca del grado de reconocimiento, marca o atributos característicos diferenciadores de cada ciudad evaluada.

El resultado fue un indicador de reconocimiento global que se constituye en un buen proxy de la dinámica turística a nivel continental, en la medida que fueron Ciudad de México, Rio de Janeiro y Buenos Aires las ciudades latinoamericanas con mayor notoriedad en el ámbito global, es decir, que trascienden el ámbito continental y son reconocidas internacionalmente por atributos como la cultura, sus equipos deportivos o sus festividades, todos estos elementos centrales para el registro de un importante flujo anual de turistas.

Adicionalmente, identificó un segundo grupo de ciudades que son más reconocidas en el hemisferio, que cuentan con exposición constante en las agendas de eventos culturales, económicos, políticos y sociales en el ámbito regional, pero que también empiezan a trascender el ámbito latinoamericano hacia otras latitudes, éste es el caso de Santiago, Sao Paulo, Lima, Bogotá y Ciudad de Panamá.

Lo anterior pone de manifiesto que, toda estrategia para la consolidación de un territorio como destino atractivo para las inversiones en un sector tan competitivo a nivel mundial como el turístico, debe partir del reconocimiento de los atributos del territorio, el desarrollo de una oferta de servicios pertinentes para los inversionistas, la identificación de una “marca” propia, así como el fomento de la cooperación público-privada; todos estos elementos centrales de cara al reto de generar entornos atractivos para que la inversión privada desencadene dinámicas de innovación con criterios de generación de valor en el sector e inclusión social.

En síntesis, resulta fundamental el fomento de dinámicas de promoción de inversión orientada a la innovación, como elemento clave para que en el sector de turismo a nivel nacional se desencadenen dinámicas de generación de valor con criterios de inclusión. Para avanzar en esta dirección, se deben priorizar acciones que promuevan mejores estándares de calidad en la oferta turística nacional -incluyendo prestadores, destinos y productos-; la modernización de la infraestructura vial para el movimiento de turistas; así como el fortalecimiento del mercadeo, la promoción y la comercialización de destinos y productos turísticos a nivel nacional e internacional.

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