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Una buena tajada en el PIB Editorial
Hace poco, la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), dio a conocer un interesante y extenso estudio sobre las características del sector gastronómico en Colombia, y sus resultados, que desde esta edición empezaremos a difundir en LA BARRA, más que ser alentadores algunos y preocupantes los otros, son una prueba fidedigna de que esta industria va en la vía correcta hacia el desarrollo.
Para empezar, el de Acodres es el primer estudio serio y medianamente completo sobre el impacto del sector gastronómico en la economía nacional y sus características, lo cual de seguro lo convertirá en una base firme para estudios de mercadeo y planes de negocio, tanto para nuevos locales como para los ya existentes. En este sentido, el paso dado por la Asociación es de gigante, y contribuirá al crecimiento saludable del sector. Sin embargo, para que pueda ser una herramienta efectiva y no se quede en el aporte de estadísticas curiosas, es necesario que quienes participan en este sector de la economía lo conozcan y saquen conclusiones aplicables al funcionamiento individual de cada local.
Uno de los datos más interesantes que arroja el estudio es que el sector gastronómico aporta un notable 1.8 % al PIB nacional, con 3.7 billones de pesos anuales, contando sólo los locales ubicados en las capitales de departamento. Este aporte, si bien no es más que un rasguño en el PIB, le da suficiente visibilidad al sector dentro de los demás renglones de la economía como para ser considerado en las decisiones gubernamentales. Aún más cuando se compara con el aporte de la fuerte industria hotelera nacional, que es apenas de 1.9 billones de pesos anuales, casi la mitad de la participación del sector gastronómico. Otro dato interesante en términos globales es la participación del sector gastronómico en la generación de empleo: casi 200 mil colombianos tienen su lugar de trabajo en un restaurante, lo cual representa el 2.3 % del total de personas empleadas en las capitales de departamento, que equivale a 6.2 millones. Y sólo estamos hablando del impacto de los restaurantes en la economía nacional, sin contar hoteles, casinos institucionales, bares y clubes.
Un repaso rápido de las conclusiones macro de este estudio da una impresión del tamaño del sector gastronómico en Colombia y de su impacto en la economía y en la sociedad, lo cual resulta muy útil para empezar a considerarlo como un actor importante en la industria nacional.
Además de estas y otras interesantes conclusiones "macro", el estudio aporta conocimientos específicos en asuntos como las problemáticas más comunes para los restauradores del país, el promedio de sillas en los restaurantes, el costo promedio de los platos, la distribución de los locales por estratos o según el uso del suelo, y la frecuencia con que un colombiano acude a un restaurante (31 veces en un año, por cierto).
Así que resulta una buena idea dar un vistazo a este estudio. Y no sólo eso. También aplicarlo y tenerlo en cuenta como una herramienta de desarrollo y de productividad para el sector. En LA BARRA confiamos que este sea el primer paso en la búsqueda de un conocimiento más profundo, más exacto y más amplio de las innumerables variables que afectan el negocio de los restaurantes, y de cómo este sector aporta al desarrollo de Colombia. ❖