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Estilo y estatus para su mesa

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Para comprar utensilios de mesa es importante tener claro si la prioridad es la resistencia o la apariencia, lo cual tiene que ver directamente con el presupuesto que se tenga disponible. Expertos de Italtrading, empresa importadora y distribuidora de marcas líderes de productos para mesa y cocina, explican que además del presupuesto es importante saber si lo que se quiere hacer es una inversión a futuro comprando productos resistentes y de alta calidad o simplemente suplir una necesidad inmediata sin requerir de altos costos.

Marcas como Bormioli Rocco en cristalería y vajillas; y Oneida (con 25 años de garantia) o Viners (número uno en el Reino Unido), en cuanto a cubiertos, son las que marcan la pauta en cuanto a la calidad sobre la mesa. Recuerde que lo que diferencia una mesa bien presentada es su cristalería, cubiertería y homogeneidad de la vajilla.

Arme Un Puesto

Para montar un puesto básico es indispensable contar con una vajilla resistente que conste de un plato principal, un plato hondo y un plato para postre; copas hechas de vidrio templado resistentes al choque térmico y a golpes leves, una para agua y otra para vino; y los cubiertos elementales como son el cuchillo, tenedor y cuchara. Este puesto así podrá tener un precio promedio en el mercado de $56.000

Pero si lo que quiere es brindarle más opciones a su clientes y esmerarse en la presentación de su mesa dándole un toque de elegancia y variedad, usted deberá contar con un planto hondo para consomé y otro para sopa, un plato para el pan, uno para la ensalada y un porta plato que generalmente se utiliza como base del plato hondo, además de lo anteriormente nombrado. En cuanto a los cubiertos no basta con tener los tres esenciales para el plato fuerte, también es necesario contar con cuchillo, tenedor y cuchara para la entrada, además de las cucharitas para el postre, el té y el café moka, todos ellos como mínimo en acero inoxidable 18-10, lo que los hace más resistentes, pesados y brillantes, y con un diseño especial en forma, grabados o relieves. En cuanto a las copas puede ser un poco más detallista ofreciendo copas especiales para degustar vinos blancos o tintos, champañas y licores fuertes.

Así que tenga presente que un cliente no sólo va a su restaurante a satisfacer la necesidad básica que es comer, sino además busca deleitar todos sus sentidos con un buen diseño, estilo, textura, color y variedad. Todo esto lo puede ofrecer en su restaurante empezando por la buena presentación de sus mesas. ❖

Hay que disfrutar de la comida con el alma, si no, no vale”. Con esta frase el crítico gastronómico más leído en los países de habla hispana, Cristino Álvarez (o Caius Apicius), resume la esencia de su oficio: ese mismo disfrute de la cocina es el que aporta en sus escritos, demostrando que la crítica no necesariamente debe ser negativa, sino todo lo contrario. De crítico tiene poco; él es, mejor, un estudioso, un investigador. En enero de 1981 comenzó a publicar sus trabajos gastronómicos en la Agencia EFE, y hoy aparece en Colombia en las páginas de El Espectador. LA BARRA encontró en Madrid a Cristino Álvarez, y hablamos con él para, con su ayuda, aportar algunas luces sobre el debate silencioso que se vive actualmente en Colombia sobre la utilidad de la crítica gastronómica y sus implicaciones en el desarrollo del sector.

¿Cuál es el papel de los comentaristas gastronómicos en la industria? Menos del que nosotros mismos creemos, porque hay muchos colegas que parecen

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