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La estrategia para descongelar
La conservación de los alimentos es uno de los retos para la industria a la hora de competir en el mercado y para esto Colombia debe fortalecerse para avanzar en el exterior.
La cadena de frío además de permitir la temperatura controlada y definida durante toda la cadena de suministro, garantizar las características de calidad y frescura de los productos que lo requieren, se vuelve esencial para satisfacer los mercados internacionales.
En comparación a la cadena de abastecimiento regular, los costos de frío son mayores en cada uno de los eslabones, puesto que se requieren equipos e infraestructura adicionales a los convencionales: disponibilidades de instalaciones y dispositivos apropiados a lo largo de la cadena incluyendo los diferentes nodos de transferencia, sean instalaciones fijas o móviles, manejos apropiados y personal calificado.
Según Proexport, Colombia no se caracteriza aún por poseer una cultura en el manejo de la cadena de frio, ni por los esfuerzos de hacer cumplir la normativa que se ha promulgado al respecto para el manejo de los productos de consumo nacional. Una característica que según la entidad se observa, principalmente en productos agrícolas y del sector cárnico. Aparentemente el consumidor nacional no tiene en cuenta el valor agregado de los productos, cuando han sido manejados eficientemente, por lo tanto no hay mucha disponibilidad de pagar costos adicionales.
A diferencia del perfil colombiano, el consumidor internacional sí exige el producto de calidad, lo vislumbra una imperiosa necesidad de fomentar una cultura de cadena de frio especialmente en los sectores agrícolas. Evaluar el impacto de los costos de la cadena en los productos de exportación no es tarea fácil de estimar para Proexport porque está sujeto a la proporción de los tamaños de producción y ventas internacionales, a la disponibilidad de infraestructura propia que disponga el productor o a la que requiere contratar.
Colombia tiene un potencial en la exportación de productos que requieren cadena de frio ya sea que refrigeración o congelación: frutas, verduras, pulpas congeladas, pescado, etc. Precisamente ahí están las oportunidades que se generan además por las predicciones en la crisis alimentaria y por la tendencia de consumir a nivel mundial productos y alimentos orgánicos, sin preservativos.
Una de las estrategias que deben tener en cuenta las compañías de la industria de alimentos es velar por cómo dotar al país de centros de acopio y distribución para productos refrigerados, con una red de transporte que satisfaga la calidad que requiera y con una mayor promoción de la importancia de la cadena de frio, además del cumplimiento estricto de las normas, no solo las nacionales si no las internacionales. Si se logra, se traducirá en una mayor demanda internacional.
Alejandro Adelsohn, Country Head of Sales & Marketing, de la compañía DHL Global Forwarding Colombia asegura que forma más fácil para asegurar la temperatura en el transporte es usando equipos de calidad y haciendo mantenimientos preventivos que aseguren el buen funcionamiento de las máquinas que procuran el frío en el transporte. “Actualmente existen dispositivos de última generación, que le informan al operador la temperatura de los productos durante el viaje y que envían una señal, apenas se alcancen los extremos de máximos y mínimos fijados”.
En el caso de Centroamérica, Panamá se encontraba con una deficiencia en la conservación de productos agropecuarios, reflejada en una constante perdida de alimentos perecederos entre el 10% y el 30%, al no contar con una infraestructura para la cadena de frío de la industria de alimentos, esto llevó a que el país proyectara para el mes de septiembre su puesta en marcha para evitar estas pérdidas y ofrecer mejores garantías al sector alimenticio.
En Colombia, Colanta cuenta con una infraestructura suficiente para responder a ciertas necesidades de su producción, permitiéndole contrarrestar las dificultades en conservación de sus productos, contando con 5.000 tanques que le permiten mantener un control en la calidad de los alimentos que ofrece en el mercado.
Para algunos expertos América Latina debe consolidarse en la cadena de frío, sin embargo en el continente la falta de manejo en postcosecha de productos, la comercialización y el financiamiento para la estructuración de estos espacios hacen que en la región la competitividad en materia alimenticia no cuente con una estrategia fundamental para la venta de sus producciones.