Volver con la energía transformada En aras de celebrar el décimo aniversario de Azkuna Zentroa-Alhóndiga Bilbao, el año 2020 comenzó, para nosotros plagado de proyectos y de una energía enfocada al futuro que, al mismo tiempo, se arraigaba en el presente. Todos nuestros planes iban, pues, encaminados a la misión que hoy define nuestro Centro, que no es otra que la de conectar la sociedad con la cultura contemporánea. Para ello, contábamos con una programación en la que intervendrían más de 300 artistas y agentes culturales. Pero, a punto de la celebración de esa primera década desde que abrimos las puertas, tuvimos que cerrarlas. Fue un momento triste en un escenario inédito que nos obligó a apagar las luces, fundir a negro y bajar el telón. Como el resto de la sociedad, no sabíamos a lo que nos enfrentábamos, pero desde el primer momento tuvimos claro la necesidad de seguir en contacto con nuestros públicos a través del arte y la cultura. Somos una sociedad en continua transformación, marcada generalmente por pequeños cambios diarios que modifican nuestras costumbres sin que apenas lo notemos. Pero lo sucedido ha tenido el impacto de un terremoto en nuestro modo de vida. Hemos tenido que frenar en seco –algo perturbador para una sociedad que iba corriendo a todas partes– y tomar una conciencia diferente de nuestras prerrogativas. Es cierto que la tecnología nos ha permitido paliar en parte el ‘aislamiento social’, pero también hemos descubierto que las pantallas, sin las que parece que ya no podemos vivir, son una barrera para la emoción del contacto directo. Todo ello nos ha llevado a plantearnos prioridades, dando valor aquellas cosas que antes casi no teníamos en cuenta. Se habla de una vuelta a la normalidad. Pero hemos de añadir que nos encaminamos a una situación distinta que, en todo caso, será una ‘normalidad’ diferente. Desde esa convicción, proponemos a la ciudadanía, 6