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Las compañías de seguros afinan sus propuestas para el campo
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ría social y utiliza técnicas de phishing para propagar un ataque, mientras que el 25% restante explota ‘vulnerabilidades tech’ en el software de acceso remoto”, explica.
En la segunda mitad de 2020 se adoptó una nueva evolución de ransomware conocida como “doble extorsión”, que no solo implica la encriptación de los datos, sino que también se acompaña de amenazas de los mismos actores de divulgar públicamente la información obtenida.
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A esto se suma, agrega Bertin, un nuevo riesgo: RaaS (ransomware-as-a-service) es un modelo que permite a los atacantes potenciales comprar e implementar kits de ransomware existentes. “Las barreras de entrada más bajas suelen generar una avalancha de nuevos participantes en el mercado”.
¿Hay conciencia sobre la necesidad de asegurar estos riesgos?
La posibilidad de ser víctima de un ataque cibernético está a la vuelta de la esquina y es una amenaza concreta, tanto para individuos como para organizaciones. Sin embargo, todavía no hay suficiente conciencia sobre la magnitud del daño que puede generar este riesgo.
Según la encuesta global Digital Trust Insights 2022 de PwC, realizada a 3.600 CEO, “la mayoría de las empresas no tienen cabal comprensión de los riesgos cibernéticos a los que se enfrentan, un peligro poco visible entre la complejidad de las relaciones comerciales y las redes de proveedores”.
Pese a que más del 41% de los ejecutivos argentinos encuestados esperan un aumento de los delitos informáticos para 2022, el 30% no comprende en su totalidad el riesgo de filtraciones de datos a través de terceros y un 20% muestra poca o nula comprensión de esa ameneza, información que los ciberdelincuentes usan a su favor para realizar ataques.
En ese sentido, Armándola explica que en Argentina son las empresas grandes las que suelen contratar seguros y, en el caso de los individuos, es habitual en personas VIP. nes de dólares en 2025 (principalmente en Estados Unidos y Europa). Sin embargo, en Europa este ramo representa menos del 1% del mercado asegurador total”, enfatiza.
El mercado de individuos también es incipiente y, en muchos casos, estas coberturas están embebidas en seguros de hogar o en pólizas de garantía extendida.
“Los seguros para riesgos cibernéticos están creciendo de a poco. Todavía no hay muchas compañías que ofrezcan estas coberturas. Es entendible que recién empiecen a analizar estos segmentos, porque la pandemia dejó en descubierto este tipo de situaciones riesgosas y está comenzando a haber conciencia de que es lógico asegurarse contra el ciberdelito, como se asegura la casa contra incendio, robo o cualquier otro siniestro”, explica Matías Armándola.
Bertin suma que cada año se detectan más riesgos, una mayor demanda de parte de los clientes y reguladores más exigentes con respecto a la protección de datos.
“Es por eso que los ciberseguros crecen a un ritmo de 30% por año y se estima que la prima mundial debería llegar a 20.000 millo-
¿Cómo es la oferta de las aseguradoras?
En el país son pocas las compañías que ofrecen coberturas para riesgos cibernéticos, aunque de a poco aumentan las que van incorporando este tipo de seguros específicos, porque entienden que hay una necesidad en el mercado.
Federación Patronal es una de las aseguradoras que ofrece una cobertura de responsabilidad civil para riesgo cibernético que abarca daños propios por respuesta a la violación de seguridad de datos; restauración de datos; interrupción de negocio, extorsión cibernética, cibercrimen y Estándar de Seguridad de Datos en la Industria de Tarjetas de Pago (PCIDSS, por sus siglas en inglés).
Además, brinda cobertura por responsabilidad por violación de la confidencialidad y la privacidad; responsabilidad por seguridad de la red y responsabilidad por contenido multimedia.
En la misma línea, la póliza de riesgos cibernéticos de SURA ofrece una cobertura 24/7, tanto para pymes como para individuos. Dentro de la cobertura de daño propio incluye la recuperación de información digital; la extorsión cibernética; las transacciones bancarias fraudulentas y los gastos para proteger su reputación.
Pero también contempla daños a terceros como la responsabilidad por violación de información confidencial o datos personales; la responsabilidad por software malicioso o virus informático; la publicación en medios digitales y los gastos judiciales y de defensa. Además, se contempla el manejo de crisis, que incluye los gastos forenses, de defensa y autoridades administrativas, y los gastos sin previa autorización. A su vez, en el caso de la póliza para empresas, también cubre la interrupción de actividad.
“Para el mercado es muy difícil adaptar la oferta a la demanda, ya que existe una evolución de los riesgos, nuevos riesgos mal atendidos, y una naturaleza del riesgo que complejiza todo. Generalmente, la ciberpóliza es un producto que combina coberturas de RC
y daños propios”, explica Bertin.
A futuro, el ejecutivo identifica algunas tendencias como los nuevos riesgos de hacking asociados al uso de criptomonedas, que pueden generar un gran impacto en los individuos; las vulnerabilidades que se darán con la explosión de Internet de las Cosas (IoT); productos para individuos relacionados a la reputación, cyberbullying, robo de identidad o el mal uso de las redes sociales y reputación; y el desarrollo de servicios para pymes más orientados a la prevención y monitoreo en tiempo real y servicios posteriores a los siniestros. Para Bestuzhev habrá que estar atentos a los ataques a los dispositivos de red, porque son puntos ciegos para muchas empresas. “Los productos de seguridad tradicionales protegen los endpoints y el tráfico de red, pero la pregunta es quién protege o qué protege a los equipos que manejan el tráfico de red. Si un atacante accede a esos equipos, va a tener visibilidad absoluta y una persistencia extensa sin poder ser descubierto, ya que técnicamente no hay productos de seguridad que los vigilen”. Los dispositivos móviles también serán un blanco cada vez más común para ciberdelincuentes, con una mayor incidencia de exploits de “día 0” que infectan los dispositivos iOS sin que la víctima dé clic a ningún mensaje.
“Los criminales seguirán atacando aquellos puntos donde tenemos mayor confianza, pero que tienen fallas de protección por el diseño de esas plataformas. Los ataques a los dispositivos móviles de Apple son un buen ejemplo”.

SEGUROS
Coberturas en alza

MIENTRAS QUE LAS PÓLIzAS DE GRANIzO YA SON CASI COMMODITIES, TODAVÍA NO hAY UNA OFERTA SÓLIDA DE SEGUROS MULTIRRIESGO PARA CUBRIR EVENTOS COMO SEQUÍA O INUNDACIÓN.
Opinan:
Gustavo Mina - Virginia Bumade - María de los Ángeles Ducret - Sebastián Sabattini
El campo es uno de los principales motores de la economía argentina. La cadena del agro genera uno de cada cuatro pesos que produce el país y el 24% del PBI argentino proviene del campo. Por eso es una de las actividades que más aportan, según datos del 2020 de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Además, este 24% se ubica por encima del promedio histórico 2004-2020 (22,7%), en el que se destaca “la importancia de que el agro crezca, pero también que el resto de la economía traccione”, advierte el informe.
Pese a ser uno de los mercados más sólidos, el sector agropecuario está expuesto a eventos de granizo, inundaciones, sequías, vientos, heladas e incendios de cultivos que pueden impactar directamente en la producción y generar grandes pérdidas.
Estos fenómenos naturales, además, se dan con mayor frecuencia y severidad a raíz del cambio climático, es por eso que los productores son cada vez más conscientes de la exposición al riesgo de su actividad y de la necesidad de contratar seguros agrícolas que les permitan gestionar esos riesgos.
En ese sentido, el Reporte estadístico del mercado asegurador, elaborado por la consultora PwC, destacó que la prima emitida para el ramo riesgos agropecuarios y forestales tuvo un incremento del 75,3% durante el último ejercicio cerradocon respecto al año anterior y alcanzó 28.400 millones de pesos al 30 de junio de 2021. Actualmente existen 32 compañías que ofrecen pólizas para este ramo y representan el 2,75% de la emisión total de la industria.
¿Qué seguros ofrecen las compañías?
En diálogo con NBS, Gustavo Mina, gerente de Seguros Agropecuarios de Sancor, explica que la cobertura más vendida es la granizo y adicionales, que se puede contratar de manera anticipada, sin tener los cultivos sembrados, con los packs de precampaña, que además incluyen un atributo de sequía e inundación.
“Ese es un atributo muy valorado por nuestros clientes. Además, este año le agregamos a granizo la posibilidad de financiar el premio de las pólizas con distintas herramientas financieras, como tarjetas de crédito rurales de la mayoría de los bancos que operan en el país en el sector agropecuario”, señala Mina.
Y agrega que, a través de estos instrumentos, los clientes

pueden contratar la póliza en quintales o en dólares, pesificarla al momento de la contratación y acceder a un préstamo en pesos a tasa cero para cancelar cuando coseche.
Además, la compañía ofreció, por segundo año consecutivo, la cobertura Sequía Max, un seguro paramétrico de sequía para soja, maíz y multirriesgo agrícola, donde ya tienen una cartera de clientes que está creciendo.
Orientada a la actividad ganadera ofrecen seguros de vida de ganado que son contratados por productores o en remates de cabañas donde se suma la cobertura por algunos meses, para brindar un servicio adicional.
Por último, incendios forestales es otra de las ramas de negocios que tiene un buen desarrollo y este año, particularmente por la sequía y los focos de incendios en Corrientes y Entre Ríos, tuvieron mucho movimiento, explica Mina.
“Tuvimos un crecimiento de la cobertura de granizo tradicional del orden del 10% en hectáreas, esto se dio porque en la campaña anterior, por cuestiones climáticas, se aseguró menos, pero en esta campaña, cosecha fina se aseguró casi con normalidad. En términos de facturación crecimos un 50%, no solo por incremento de hectáreas aseguradas, sino por el aumento del dólar”, amplía Mina.
A su turno, Virginia Bumade, jefa de riesgos agrícolas de Provincia Seguros, añade que su compañía ofrece el seguro de granizo, una cobertura que puede contratarse con un adicional de heladas y vientos fuertes, y ampara cultivos extensivos, tanto de cosecha fina (trigo y cebada) como de cosecha gruesa (maíz, girasol y soja).
La propuesta de Río Uruguay Seguros (RUS) busca abarcar todo el proceso productivo y el capital humano implicado en
las diferentes tareas rurales.
“Identificamos al productor agropecuario en el centro de un ecosistema, y desde allí analizamos cada uno de los riesgos a los que está expuesto, tanto desde suactividad productiva, como así también de su vida particular, entonces desarrollamos propuestas aseguradoras a medida”, explica María de los Ángeles Ducret, responsable del área agronegocios de RUS.
Así, la compañía ofrece para un productor agropecuario dedicado a la ganadería un seguro de ganado, responsabilidad civil, escape de hacienda, accidentes personales del peón rural, el transporte de la hacienda y, finalmente, el seguro todo riesgo operativo a la industria frigorífica, ejemplifica Ducret.
A su vez, un productor agrícola puede contratar seguros para sus cultivos contra granizo, para proteger las maquinarias destinadas a las diferentes labores sobre las sementeras, cobertura de transporte de cereales, de silo bolsa y el seguro para la planta de acopio y accidentes personales.
“En relación a la salud de las personas que trabajan en el campo, entendemos que la gran mayoría no dispone de una prepaga o cobertura suficiente, por eso ofrecemos también el acompañamiento en coberturas de salud para hacer frente a eventuales dificultades”.