ALONDRA III

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Nº3 ANAQUEL DE EQUILIBRIOS

Juegos de palabras ¿Qué es?

14-15 Niñas y niños de 3 a 9 años

Reseña

18 Una puerta a la sensatez 22 Letras animadas: jugando con los cuentos 29 Urna de la memoria 32 En la mente de un autor. Radiografía de un taller tejido muchas voces 33 Funza y el diario de la ciudad apocalíptica

2 Presentación 3 Una tradición fértil 3 Alondra transformó para siempre la literatura regional 4 Anaquel de equilibrios 5 Semblanza. Javier González Luna: arqueología de un ser 6 Griselda, María Fernanda Ampuero 16 Voltaire histórico y Voltaire humano 17 Dramaturgia Antonio Santos 23 Tríptico, rostros de la memoria 10 Momentos de vida 10 Canto a un bicho raro 11 El chicote 22 Canto al dolor de la alondra 26 Pregonero

Poesía Crónica

Tejiendo saberes el potencial transformador de la palabra femenina 7-8-9 Círculo de la palabra femenina

Oralitura

6 Ciudad dual 12 Un canto sostenido 13 Catábasis 13 E q u i l i b r i o 16 La silla 16 Valija de anhelos 17 Embisten alpiste 17 Serpiente microondas 18 Camino a Funza 22 ¿Equilibrio? 25 Haiku 27 Silencio entre escombros 32 El oficio de espantar moscas 36 Des – equilibrio 36 Fuerzas contrarrestadas 12 Un invierno en la ciudad de la eterna primavera 18 Funza en el corazón

Cartografías del Silencio

Artículo Narrativas Funzanas

24 El círculo de la culpa 25 El frío del agua 26 Ruana carnavalera 27 El ritual 28 Un encuentro con la mujer araña

Un mundo de palabras

30 Niñas y niños de 8 a 13 años 30 Historias semilla

Narrativa Gráfica

34 Fotopoesía: una poética de la imagen que atraviesa la palabra 34-35 Casas que hablan

Oficios de la escritura: más allá de un libro

19-20-21 Una puerta a la sensatez 38 Teresa 38 Góndola a la deriva 39 Naturaleza y entorno 39 Marineras 39 Annita

Editorial

Presentación

Me complace presentar el tercer número de la Revista Literaria Alondra, fruto de los procesos que se llevan a cabo en la Escuela de Literatura del Centro Cultural Bacatá, articulados con el Plan Municipal de Lectura, Escritura y Oralidad de Funza.

No me canso de expresar mi gran pasión por el arte y la literatura, son muchas las referencias cotidianas que tengo sobre novelas, cuentos o poemas que he leído a lo largo de mi vida y en los que reconozco un poder transformador.

La lectura sigue siendo uno de mis mayores divertimentos, una manera de hacer una pausa creativa en el exigente trabajo de alcalde municipal. Abordar una buena lectura, sobre todo en los momentos más difíciles, es como tomar un descanso, permite retomar con mayor confianza el día a día, ya que nos muestra otras formas de ver y vivir el mundo.

Una de las cosas más emocionantes de este tercer número es que sabe y huele a esa Funza que siempre he querido proyectar, una Funza de colores, rebosante de creatividad, que nos permitirá, en un futuro no muy lejano, marcar un liderazgo estratégico a nivel nacional, marcado por el saber.

Me ha impactado mucho el equilibrio entre los lenguajes gráficos y literarios, sin duda narrativas nuevas que están transformando la manera de contar, estéticas novedosas, que expresan también un pensamiento joven y altamente vanguardista.

Felicito a los autores, a los docentes y al Comité Editorial y su directora editorial y artística Aura García Fontecha, también al Centro Cultural Bacatá por sus aciertos en las artes de la palabra que hoy brillan como nunca en nuestro municipio.

Tomen un buen café o compartan esta lectura en familia y disfruten este viaje por las letras de funzanos para funzanos.

Municipal Funza 2020 - 2023

ALONDRA Nov.2022
Fotografía: Edgar Moncada Castellanos Daniel Felipe Bernal Montealegre Alcalde

Una tradición fértil

El presente año se celebró en Funza el aniversario número veinticinco del Festival de Arte y Cultura Zaquesazipa. Ese festejo evidenció algo que ya conocíamos desde el área de cultura de este municipio: en Funza el arte se vuelve tradición. Esperamos que suceda lo mismo con la Revista Literaria Alondra. Esta es la tercera edición de una joven revista que solo proyecta seguir creciendo, igual que toda el Área de Literatura, tal como se evidenció en la más reciente edición de nuestro festival.

tertulias literarias que realizábamos en la Casa de la Cultura junto a la maestra Liz Jenny López Salazar, quien también nos acompañó este año en ese evento, desde siempre hemos amado la poesía. Así mismo, los ponentes que presentaron sus ideas en el Simposio Nacional de Escritura Creativa, tuvieron la posibilidad de llevarse en el corazón un pedacito de Funza. Lo mismo sucedió con todas las personas que fueron partícipes de las experiencias y alianzas que se crearon en el Encuentro Regional de Bibliotecarios. Este ha sido un maravilloso año para las letras, recibimos gran cantidad de libros y autores en nuestra tierra durante nuestra Feria del Libro “Una ciudad para leer” de igual forma, estuvimos presentes en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, presentando las dos ediciones anteriores a esta revista, así como la antología de narrativa donde nuestros escritores locales de todas las edades tuvieron la oportunidad de presentarse en el evento más importante del país para esta área. ¡Orgullo guapuchero!

El Centro Cultural Bacatá se enorgullece no solo de establecer este ambiente propicio para la creación literaria, sino también de cada una de las publicaciones creadas desde el Plan Municipal de Lectura, Escritura y Oralidad (PMLEO) que nos han permitido conocer a nuestros propios artistas y propagar aún más la literatura en los distintos lugares del país en los que todas estas obras circulan.

Funza es un territorio fértil para artistas, lectores y escritores, pues la literatura aquí abunda. No es extraño que vengan editores, talleristas y bibliotecarios de distintos lugares a conversar y leer. Gracias a nuestro Zaquesazipa, más de 25 poetas estuvieron presentes en encuentros, laboratorios, talleres y recitales en cafés tradicionales de Funza en el marco del III Festival Internacional de Poesía Cartografías del Silencio. Recuerdo con cariño especial la presentación del gran poeta Jotamario Arbeláez en el tercer Café verso de este año, dedicado a la relación de la poesía y la salsa, ya que lo recibimos por primera vez a finales de los años 90 en las

He aquí esta Alondra, este número dedicado a la noción del equilibrio, tema importante desde todas las áreas artísticas presentes en el municipio, estas páginas presentan la cosecha estética de las letras descubiertas, formadas y fortalecidas desde los más de 17 procesos de nuestra Escuela de Literatura, un agradecimiento al equipo docente y a su Coordinadora Aura García Fontecha, quienes construyen año a año este proyecto pedagógico que hemos apoyado desde su nacimiento, aportando a esta bella publicación que es cada vez más representativa de lo que significa el arte en Funza: una tradición fértil para ser y hacer.

Alondra transformó para siempre la literatura regional

Hace algunos años, la maestra Aura García Fontecha, siendo docente de la Escuela de Literatura de Funza, propuso la realización de un fanzine, quedó bautizado como Alondra, la primera edición, debido a sus particulares características, se llamó Funzine buscando el juego de palabras con el nombre del municipio.

En aquel entonces, el Centro Cultural Bacatá apoyó la naciente iniciativa, se trataba de un original impreso rústico, artesanal, armado con técnicas del collage y del cómic y con el espíritu vivo y la magia del género pulp Reflejaba entonces, como ahora, el deseo, la pasión, las ganas de publicar de los escritores, ilustradores y artistas gráficos locales.

Cuando lo conocí, me enamoré del proyecto, le brindé mi humilde apoyo, intercedí por su publicación. Hoy guardo ese número cero de Alondra como un tesoro, porque me parece que nunca se debe olvidar el punto de partida.

Con la administración del Doctor Daniel Felipe Bernal Montealegre y bajo la dirección del Centro Cultural Bacatá en cabeza del maestro

Juan David Barbosa, las cosas cambiaron notablemente, el arte y la cultura se fortalecieron de manera exponencial, hoy tengo el agrado de registrar el número tres de Alondra, cuya inspiración central es el equilibrio en las artes, una edición impecable, con un contenido de lujo, pero sin olvidar sus orígenes de Fanzine.

Atrás quedaron aquellas páginas artesanales en formato pequeño, hoy reemplazadas por una revista profesional que se proyecta como la mejor revista literaria regional, aun por encima de muchas de impacto nacional, pero que no olvida sus orígenes y se piensa a sí misma como un producto netamente funzano.

Alondra recoge piezas literarias incubadas en la Escuela de Literatura del Centro Cultural Bacatá, experimentos literarios funzanos propios, autores que expresan diferentes narrativas y que poco a poco se dan a conocer en el ámbito regional y nacional.

Los invito a disfrutar de una revista diferente a todo lo visto, que hace un homenaje a los lenguajes diversos y que da voz a aquellos artistas funzanos que nos cuentan sus mundos con pasión y ganas de acertar.

• Coordinador Plan Municipal de Lectura, Escritura y Oralidad de Funza

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Fotografía: Edgar Moncada Castellanos

Anaquel de equilibrios

El funambulismo es el arte humano de caminar con belleza, a buena altura, sobre una mínima apoyo; esta puede ser una cuerda, un alambre, un taller de escritura. Como Escuela de formación artística hemos querido fortalecer esa común-unidad de soporte mutuo, que esperamos continúe llevando del otro lado, por muchos años más, caminantes de la palabra, brindando soporte sólido a través de las herramientas que facilitamos, con una visión humanista y artística que continúe como sostén de cada vez más escritores lectores críticos, prolíficos en ideas y estrategias para manifestarlas.

Este tercer número de la Revista Literaria , está dedicado al concepto del equilibrio, noción necesaria para deambular sobre la cuerda de las realidades contemporáneas. Venimos de 3 años de procesos emocionantes, cambios radicales en las dinámicas humanas que creíamos estables, dolorosas pérdidas y alegres nacimientos, adaptaciones, incluso en nuestros modos de establecer contacto, incertidumbres sobre el futuro, tomas de consciencia y, ojalá, compromisos con nuestra

La vida ha seguido, su escarmiento incesante nos ha convertido en equilibristas obligados que han entendido que los pasos vertiginosos, lentos, firmes, que a veces hay que parar, observar, pero no tanto, mantenerse en movimiento, extender los brazos, recobrar la estabilidad y seguir, que practicar con cuerda de seguridad, mientras entendemos el arte, es importante porque todo proceso es valioso y todo se puede desplomar de un momento a otro, jamás nuestro espíritu de aprendizaje, ni nuestro legado.

La literatura es eso que nos brota naturalmente de las manos y nos entra por los ojos y oídos cuando nuestra boca está cubierta por un tapabocas, eso a lo que le corresponde conectar los mundos interiores con el afuera, manifiesta el pensamiento y permite que nos entendamos. Es ese equilibrio entre escritores y lectores lo que da vida a un objeto como esta revista, los unos y los otros son quienes realizan con pasión los ejercicios de escoger entre la biblioteca, escuchar y anotar una recomendación, leer con el silencio de la madrugada o mientras se toman un café al atardecer, rayar bajo palabras que no se quieren dejar escapar entre las preocupaciones del día, atreverse a llevar un diario con apuntes y dibujos o recortes, leer en voz alta una y otra vez hasta que los signos de puntuación coincidan con el

desde el presentimiento de una herida a punto de abrirse. Tu dolor es la signatura.

tono esperado, pulir las líneas y los párrafos, descartar y tachar hasta encontrar las palabras precisas. Estas son las partes del ritual que con pasión y trabajo buscamos provocar a través del entrenamiento de la lectura, la escritura y la oralidad en nuestra escuela. También está el sueño de publicar, aunque enfatizamos siempre que la publicación de los resultados es una de las partes del proceso, pero no el más importante.

Esta revista es una muestra significativa de la literatura funzana que, como Equipo editor, buscamos disponer artísticamente en este anaquel de equilibrios, galería variada en sus temáticas, géneros, colores, tonos; estantería que expone piezas de polifonías y testimonios de los tiempos que transitamos, desde la mirada de los y las estudiantes de los más de 17 procesos de formación ofrecidos en el 2022 por la Escuela de Literatura del Centro Cultural Bacatá, “equilibrería” que con delicada atención hemos conformado, pulido, nombrado y decorado para ofrecer a la comunidad lectora de varias longitudes geográficas, a las que hemos podido llegar a través de estas publicaciones. Esta es nuestra apuesta por llevar a cada esquina las palabras de los funambulistas del lenguaje, equilibristas entre el significado y el significante, la forma y el contenido. Agradezco a mi equipo de trabajo: los docentes Andrés Susatama, Anderson Alarcón Plaza, Jairo Hernández y Erika Solano Cardona por su compromiso con ese objetivo común, por sus ideas y responsabilidad social con los y las más de 350 estudiantes de todas las edades, por mantener viva la literatura con pasión y conocimiento de este arte, que como todos conecta a las personas en una equilibrada composición natural.

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Aura García Fontecha • Coordinadora Escuela de Literatura del Centro Cultural Bacatá • Directora editorial y artística Revista Literaria Alondra ESCRIBES PARA EL VIENTO Comité Editorial Revista Literaria Alondra Fotografía: Giselle Jiménez Sánchez

Agradecemos el apoyo permanente de nuestro alcalde Daniel Bernal Montealegre, quien orgullosamente presenta esta iniciativa a nivel nacional y nos ha acompañado en grandes tragaluces de visibilidad, como, por ejemplo, la pasada Feria Internacional del libro de Bogotá, en donde presentamos por primera vez los dos números anteriores de esta revista. También queremos agradecer al maestro Juan David Barbosa Silva, director del Centro Cultural Bacatá, por motivarnos siempre a mantener este proyecto pedagógico y artístico con la mejor calidad, dejando en alto el nombre de los artistas de la literatura en el municipio. Del mismo modo deseo extender el agradecimiento a los dos coordinadores más que conforman este proyecto común: el coordinador del PMLEO, Víctor Manuel Mejía Ángel, quien desde su rol de editor principal de las antologías que también promueven la lectura de nuestros

escritores y productos de la escuela, aporta al reconocimiento de la labor de nuestros docentes y estudiantes. Finalmente manifiesto mis agradecimientos al director del Biblioparque Marqués de San Jorge, Jorge Valbuena Montoya, cómplice de iniciativas literarias, quién además dirige el Taller de poesía avanzado de nuestra escuela.

Sean bienvenidos y bienvenidas a este Anaquel de equilibrios. Llega a nosotros la palabra y, como en tiempos antiguos, el orador orgulloso, quien es observado mientras se sienta en el mejor lugar frente al fuego, dibuja sobre él una línea alta, cuerda firme sobre la que recompone su postura, aspira con valentía y expira mientras da el paso.

Javier González Luna: arqueología de un ser

Sabido es que la poesía no tiene un tiempo definido, una fórmula, una misma razón sentimental que la defina y compruebe la exactitud de sus filamentos de asombro, esa es una de sus más valiosas virtudes. Así también, sus creadores tejen vidas arremolinadas entre bosques filosóficos que desembocan en vidas memorables, indefinibles, inconclusas, algunos siguen escribiendo hallazgos después de su partida, nuevas arqueologías del ser en cada partitura dejada en sus escritos. Así es la vida y la obra de Javier González Luna, poeta cundinamarqués, autor de una obra infinita, en el mejor sentido de la palabra, infinita en su constante descubrimiento.

Suele llegarse a él por los lectores, por las anécdotas y la mística que dejó entre quienes lo conocieron. Lo recuerdan hecho de ironías y sabios apuntes, filósofo de la cotidianidad y los instantes eternos, solitario y caminante, siempre buscando algo adentro de sí, en la mina de su lenguaje y su vocación de Orfeo. En el municipio de Facatativá, donde nació en 1954, lo recuerdan sus contertulios como un “filósofo siempre yendo más lejos y profundo en el bosque de sus ideas”. Sus poemas hacen eco en esta apreciación, son un universo de pulsaciones humanas y divinas: “Anhelo de ver llegar el día/ en que los artificios del barroco/ estallen y se dispersen en el aire”, dice el inicio de su Arte poética.

Inició su recorrido académico en los entornos de la psicología, quizá consciente de la importancia de conocer aquel “bosque de ideas” desde una de sus ramas. Se graduó de la Universidad Nacional de Colombia y continuó su camino en París, donde recibió su doctorado en literatura de la Universidad de La Sorbona, allí vivió entre 1982 y 1992, una década que sirvió para conocer a profundidad no solo la literatura a flor de piel y la poesía trepidante de la ciudad de la luz, sino la filosofía y sus meandros más certeros y ocultos. Leer El linaje de Orfeo, poesía y modernidad, su gran obra ensayística, es dialogar con los orígenes de la lírica en los senderos más entrañables de los dos continentes, rondar la filosofía desde sus vigas hasta los reflejos de la voz.

Fue en Francia donde, sumergido en esta mística de la palabra, escribió también su importante libro El cuerpo y la letra. La cosmología práctica de Octavio Paz, el primero del que se tiene registro en su lista de publicaciones. En él indagó los entornos recónditos de la obra del gran nobel mexicano, que salió a la luz en 1990, publicado por el Fondo de Cultura Económica, lo que le mereció el elogio del poeta centroamericano, quien reconoció este trabajo como una de las interpretaciones más agudas y originales de su obra. Años después coordinaría el homenaje póstumo a Octavio Paz, en

Bogotá, siendo uno de los más importantes panelistas, en defensa de la obra y el carácter intelectual de Paz, con una conferencia titulada “Un árbol bien plantado más danzante”.

París fue escenario también de la publicación de la reconocida revista Spirale-inkari, de la que González Luna hizo parte, formando grupo con el poeta peruano Alejandro Calderón. Este fue un escenario editorial en el que indagó sobre la poesía latinoamericana y colombiana, al crear ensayos que posteriormente configurarían su obra inédita Navegación nocturna. Ensayos de poesía colombiana. Su obra circunda la crítica literaria, con la misma profundidad de su poesía, con la intuición afinada que siempre reveló en cada una de sus exploraciones. A la par de su escritura poética, anduvo cimentando una travesía crítica del lenguaje, un atisbo claro de la imagen de intelectual que recreó desde su adolescencia en Facatativá, la de sus coetáneos que asumen el pensamiento y la creación como un diálogo universal.

En su regreso a Bogotá se vinculó como profesor del Departamento de literatura de la Pontificia Universidad Javeriana, lugar en el que posteriormente sería director y nombrado profesor titular. La generación de autores que acudieron a sus cátedras, hoy lo recuerdan en su maestría como un vínculo con la filosofía de la palabra, la esencia de la poesía y su esplendor intuitivo. En el prólogo que hace Fernando Charry Lara de su libro Hacia el alba, resalta con insistencia la sabiduría propia de este autor, la manera de explorar la intuición y hallar en ella las palabras. En esta arqueología del ser poeta, intelectual, crítico y filósofo, una antorcha en la actualidad ilumina su legado, sigue tan vigente y propicio para entender la forma en que las palabras han modelado nuestra visión en este lado del mundo.

Javier González Luna publicó los libros de poesía Hacia el alba (Medellín, 1993), Ab-uso de palabra, (CEJA, Bogotá, 1998), Vigilias (Los Conjurados, Bogotá, 2005), Nubes y relojes (No. 46, Colección Viernes de Poesía, Universidad Nacional de Colombia); el libro de ensayos El linaje de Orfeo. Poesía y modernidad, (CEJA, Bogotá, 2000), el diario de viaje Jornadas Indias (PENSAR, Bogotá, 2003) y Kôten, una colección de textos en torno a las relaciones culturales entre Japón y América Latina. Falleció en Bogotá, el 3 de junio de 2009, despejando el silencio, acallando el griterío.

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Ilustración: Jennifer Vélez Ducuara

Griselda, Maria Fernanda Ampuero

Carmen Dora Espinosa Correa

Griselda es el tercer cuento del libro Pelea de Gallos (2018) escrito por la ecuatoriana María Fernanda Ampuero. Su primera edición se publicó en la editorial Páginas de espuma. María Fernanda, quien es escritora y periodista ecuatoriana, tiene una manera de escribir muy visceral manifestada en sus creaciones, las mismas que, desde mi perspectiva, son un grito de rebeldía contra la sociedad. La autora presta mayor atención a las familias, pues en muchas de ellas se encuentra presente la violencia que causa grandes resentimientos, particularmente cuando esta se centra en los niños. Su obra literaria es un llamado a darle el verdadero valor al hogar, donde se supone se gesta la sociedad, al hacer notorio que una familia con heridas hace que sus miembros también las generen.

Griselda está escrito en un lenguaje narrativo muy claro y con algunos apartes jocosos. Se usan algunas palabras del léxico local que resultan muy fáciles de entender, lo que permite hacer una

Ciudad dual

lectura sin muchas pausas. Además, el contenido atrapa al lector de principio a fin. Existe otro matiz: el chisme, elemento que permite interactuar al lector con los personajes, pues la comidilla del día a día parece construir un mundo para cada persona, a su propio gusto, al agregarle o quitarle al rumor lo que se crea necesario.

Al leer este cuento entendí el daño que se puede hacer a las personas cuando, en nuestra mente, con ayuda de otros elementos igual de imaginativos, se arma un mundo que no tiene nada que ver con la verdadera existencia de quien se habla o se murmura. Además, también recomiendo esta lectura porque, aparte de tener un momento mágico que sumerge en los hechos del cuento, deja entusiasmo por conocer más obras de la autora.

Basura en bosques de niebla brota una ciudad verde.

¿Escaparás al llanto del progreso? aquí oscilan las polaridades selva de bruma Ave, pasado divino desplazada por gigantes de hormigón divinidades incitan el afanes por tocar el cielo corta mirada es ahora el paisaje que fue profundo postal del mañana con sombras de sol.

Sobre el centro del capital un país agónico carcome la vida que le hace frente ciudadanos corren para alcanzar más afán batallones de monotonía saturan las arterias tumor ruidoso

en oscuras calles, vida y bolsa son arrebatadas lógica inhumana no reina solo en salvajes urbanizaciones

¿se amenazan las abejas con quitarse el polen? orden sin dignidad para gente con hambre repetida

cosquilleo de gordos piratas encorbatados flaquean bolsillos de montones sin causarles gracia arrebatan el tiempo y los andamios de la luz.

Odio eres en los menesterosos, ciudad de oportunidades el ser vendedor, web cam, asesor call center o ladrón consecuencias evidentes en calles de basura cambuches de soplos, sueños inconclusos aires densos por suspiros de buses mal pensados árboles fertilizados en olor a dinero sí, carece el fertilizante, abundan paisajes color ladrillo y brotan rebusques en cada esquina.

Se mueve el péndulo en este pedacito de mundo en muchas palmas se leen extremas supervivencias pocas manos evidencian necesidad de abundante tierra el mundo se marchita a todo florecer

Tierra que me diste la luz para ver tu deterioro a pesar de que en ti están los paréntesis de ciudad peregrinajes dejan serendipias en tus rincones con poco te siembras floreciendo mientras presenciamos el progreso con sus grietas.

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Tejiendo saberes: el potencial trasformador de la palabra femenina

Los círculos de la palabra han sido parte de una serie de prácticas ancestrales de diversas culturas primigenias que han trascendido los contextos y las épocas, al conservar espacios de encuentro que rescatan el ejercicio de la escucha activa, alrededor de la figura sagrada del “círculo” que simboliza la comunidad y la unidad. La forma del círculo permite la posibilidad de hacer presencia y compartir con otras personas, mirarse como iguales, valorar la individualidad y la diferencia. En este sentido, la palabra se convierte en la semilla creadora de mundos y realidades, poderosa y transformadora, cuando se hace un uso consciente, capaz de inspirar las acciones constructivas que el planeta necesita.

La representación geométrica curva conserva, en su estructura primordial, ese valor de lo femenino, el equilibro y la armonía, así como la fertilidad, el tiempo y la trascendencia. En tiempos modernos, se hace urgente revitalizar este tipo de ambientes, pues permiten conectarnos con la esencia del pensamiento, la sana convivencia y la empatía, con el propósito de sanar las raíces del miedo, el odio y la violencia, que han subyugado a las sociedades humanas desde tiempos inmemorables. Lo femenino tiene el poder de equilibrar y transmutar las acciones en positivo, es un retorno a la fortaleza, la sensibilidad, la intuición, la creación, representa la conexión con la fuente, la energía primordial, la naturaleza y

las emociones. Así, de la necesidad de entablar una relación más igualitaria, justa y armoniosa con el entorno, surgen los círculos de mujeres, pequeñas comunidades que se articulan bajo un modelo horizontal. Estos tienen como objetivo transformar los vínculos entre las participantes a través de la sororidad y el trabajo asociado a las experiencias de vida, buscan fortalecer el potencial

Partiendo de esta exigencia global, El Círculo de la palabra femenina de Funza se ha convertido en un espacio integrador y horizontal pensado para las mujeres que buscan comprender el contexto que habitan al dar apertura a otras concepciones de mundo. Es por esto que, en la presente edición de la revista Alondra, se quiere resaltar la labor que las integrantes del círculo han desarrollado durante el primer semestre del presente año.

Basándonos en la acción de “Tejer”, las integrantes han entrelazado sus intenciones para dar forma a este constructo comunitario de conocimiento e historia personal. Al hilar, bordar, impregnar de color e integrar sus ideas, el tejido se va expandiendo, los hilos de la sabiduría van fluyendo alrededor del telar circular que representa la materialización de un proceso cooperativo donde la palabra femenina hace presencia. Estos relatos de vida son contados desde la perspectiva de las mujeres que conservan un sinfín de saberes que merecen ser compartidos, con el fin de lograr el empoderamiento individual desde los lugares que cada una habita. A continuación, encontraremos el fruto de esta creación colectiva.

trasformador de cada mujer, a través del intercambio de saberes y de un ejercicio de memoria colectiva.

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Ilustración: Ela Enia Montañera Fotografía: Santiago Velandia

Yinett Zulay Urrego

ElCírculodelapalabrafemenina es un lugar al rededor del que se reúne un grupo de mujeres a las que les encanta charlar, compartir y disfrutar, todas reunidas con el propósito de aprender y soñar. Desde lo personal, nunca la había pasado tan bien con un grupo tan cerrado y doy gracias a la vida por llevarme a este lugar. Siento que no hay momento más bello que cuando entiendes que no hay soledad absoluta y cuando comprendes que cada una de las integrantes es un universo único y maravilloso. Hoy puedo decir que he vivido en un año muchas vidas, en compañía de mujeres grandiosas ”.

Gladys Moreno

“ Conocer, compartir, reír, analizar y comprender: de eso se trata ElCírculodelapalabrafemenina , tertuliar una vez a la semana lejos de la cotidianidad, con el propósito de aceptar criterios diferentes a mi forma de pensar, gracias al acercamiento a la literatura escrita por mujeres, de una manera más amena ”.

ElCírculodelapalabrafemenina es un espacio en el que las mujeres escritoras de Funza aprenden, sienten, respetan y comparten sus ideas ”.

“ Este año empecé a asistir al Círculodelapalabrafemenina y estoy muy feliz, es una experiencia muy gratificante, porque he aprendido muchas cosas y nos hemos divertido por montones. El primer libro que leímos e investigamos fue Memorias por correspondencia de Emma Reyes, que muestra una historia triste, pero que a la vez es una historia de superación personal. En el segundo semestre, leímos a varias escritoras, las analizamos y también escribimos nuestra propia historia. En el momento estamos leyendo a la escritora francesa Annie Ernaux, premio Nobel de literatura. Hemos revisado su libro El acontecimiento, que aborda el tema del aborto utilizando un lenguaje muy cotidiano y directo. Debo decir que en lo personal me ha encantado María Mercedes Carranza ”.

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Sandra Amanda Avilán Buriticá Creación colectiva Círculo de la Palabra Femenina de Funza

Laura Lizeth Parra

“ Este taller significó un nuevo lugar para compartir con mi mamá y para conocer nuevas personas, fue una manera de salir de mi zona de confort y escapar de la rutina que estaba viviendo. Me ayudó a ser más abierta, a entender que no todas las personas tienen el mismo pensamiento, ni tampoco, la misma perspectiva sobre el mundo. Siento que, gracias a este espacio, he crecido como persona ”.

Ana Niño

“ Un día, sin pensarlo, Amanda me contó sobre el espacio y, cuando asistí, todo fue tan especial que no necesité una invitación para quedarme. Aquí he aprendido a compartir con personas diversas, sin sentirme juzgada. Además, he comprendido, gracias a cada una de ellas, algo valioso ”.

Amparo Jaimes

“ ElCírculodelapalabrafemenina ha significado un espacio para conocer nuevas autoras que han compartido sus estilos de vida a través de sus escritos, los hemos revisado en las clases y puedo decir que en algún punto nos hemos identificado con las historias de estas increíbles escritoras ”.

Beatriz Roa

“ ElCírculodelapalabrafemenina me ha servido mucho para aprender a comunicarme. Poco a poco le he tomado el gusto a la lectura, porque antes me daba sueño. A veces, los nombres de mis compañeras se me olvidan, pero igual las profesoras que han estado me han aportado mucho y se los agradezco, porque he aprendido a conocerme, a quererme y a respetarme. Ahora sé que valgo más de lo que creía. Antes los demás estaban primero, pero ahora yo estoy en primer lugar. Valoro las amistades que he construido aquí y me siento muy feliz en este grupo, porque me puedo expresar y recibir las opiniones de las demás ”.

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Claudia

Dicen que todos tenemos un punto de inflexión. Yo puedo decir que mi espacio cóncavo (convertido en convexo) es mi matrimonio. La historia de este medio siglo de vida se partió en dos y puedo decir que fue, exactamente, el momento en que tomamos la decisión de unirnos sacramentalmente.

La primera parte de esta historia, el cóncavo, está lleno de ruidos. “Shiiiin, Shaaan, Shiiiin, Shaaan”, se escuchaba el afilar de los cuchillos en la cocina del

Momentos de vida

restaurante de mi madre; los comensales esperaban esos platillos llenos de aromas, sabores y colores. Cuando estaban bien afilados, siempre daban esos cortes exactos: brunoise, plumas, julianas, bastones… al final de tanto ruido llegaba la cena familiar. No había nada mejor para acompañar que un buen vino de chacra, proveniente de alguna finca y otorgado a mi abuelo por ser el catador de la zona, a quien podíamos hacerle la crítica respectiva sin ser unos expertos.

De hecho, para mí, no había restricción alguna porque yo era la más pequeña de la casa. Al contrario, el dicho era “dele un vaso a la niña, para que se le abra el apetito”. Cuando salí a descubrir el mundo, mi querido cuchillo, cuán importante fuiste. Andando por la vida, alguna vez escuché: si quieres salir al mundo tienes que saber tres cosas importantes: cocinar, manejar y hablar inglés. Y lo comprobé por mí misma, no me “varé”, como decimos, tú estabas conmigo para rebanar, así fuera esa fruta con una alta dosis de proteína, la que te ayuda a mantener el hambre, la guayaba. Aprender a manejar y hablar inglés me

ayudó a establecerme económicamente para ser la dueña y ama del mundo, como lo creía, siendo tan joven.

La segunda parte, es este momento al que llamo convexo donde, por suerte, también estás. Juntos hacemos los almuerzos dominicales y compartimos con calma todo lo que nos ha ocurrido en la semana. Por supuesto, no perdemos detalle con las niñas que ya andan volando, pero allí están. Ahora no tomamos el vino en vaso, lo hacemos en copa; nos hemos convertido en críticos expertos, catamos el bouquet, el olor, el sabor y el matiz, sin dejar de brindar por eso que está cada día detrás del sol.

Mi punto de inflexión, mi tangente favorita, mi media naranja, siempre al lado mío. Agradecemos las mil aventuras que hemos cosechado a lo largo de estos 25 años de matrimonio y por los que han de venir. Por supuesto, no olvidamos nuestro brindis, ¡Chin!, ¡chin!, ¡chin! Chocamos nuestras copas y nuestro viejo amigo ayuda a partir el queso. Por último, solo nos queda decir ¡Salud a la vida!

Canto a un bicho raro

Julián Meneses

• Taller Oralitura y memoria, Escuela de Literatura

Tienes derecho a no ser nadie, a no regirte por el canon oprobioso que la sociedad te impone. Tienes derecho a ser tú, derecho a ser distinto.

Está bien conformarte, vivir en las sombras, no ser nadie, no ser visible, ser solo tú

sin esperar aprobación de otros.

Tienes derecho al silencio, a mantenerte alejado, a parecer un bicho raro.

Tienes derecho a pensar distinto y creer que ellos son los raros.

Tienes derecho a tu vida en silencio alejado de los “me gusta”, enfocando tus obsesiones,

sin fotos, sin caritas sonrientes, sin esperar seguidores.

Tienes derecho al anonimato, a no ser nadie, aunque a los fanáticos del canon eso les parezca extraño.

ALONDRA Nov.2022 10
Fotografía: Archivo familiar

El chicote

En días pasados, un fuerte dolor de estómago me despertó a la madrugada. En ese momento recordé la infancia y añoré que las manos de mi madre sobaran mi estómago con chicote, ese remedio tan usado en algunos pueblos de Boyacá, como El Cocuy, Panqueba y Güicán. Una mezcla de tabaco con saliva que, milagrosamente, curaba los dolores de estómago, de rodilla, de oído, de muelas y hasta los dolores del alma.

Recordé cuando tenía siete u ocho años. Aquel dicho que reza “la curiosidad mató al gato”, se hizo muy real conmigo. Un día, vi el tabaco iniciado de mi madre ubicado a un lado de la estufa de carbón, lo dejaba allí porque siempre decía que el calor “lo curaba” y así los efectos sanativos eran mejores. Aquel cilindro café del tamaño de un dedo meñique y con una punta quemada, me llamaba para que lo incluyera en el reparto del juego del día, lo había organizado con mi mejor amiga, la muñeca que me trajo el niño Dios en la navidad de hacía ya tres años. Desde que destapé aquel regalo y me llegó el olor a plástico nuevo hice una conexión muy fuerte con ella. Sin embargo, después de ser hermosa por su color y ropa, con el tiempo se había puesto muy feita la pobre: tuerta, calva de tanto peinarla y sin el brazo izquierdo que se le empezó a caer. Duraba horas tratando de solucionar aquella situación: lo amarraba, lo pegaba con “ega”. Incluso, alguna vez, calenté un cuchillo en la estufa y lo puse en el brazo caído con la esperanza de que al unirlo con el cuerpo iba a ocurrir un milagro. Ese día mi abuelo me vio y desesperado me dijo: —China, usté jode mucho para remendar esa muñeca, préstemelo se lo mando arreglar. Se lo entregué con la ilusión de verla completa. Pero el brazo nunca regresó y tuve que acostumbrarme a verla así.

A pesar de los cambios físicos, la muñeca seguía siendo mi favorita, y aunque con los años había perdido su olor y belleza originales, no me importó y siempre fue parte de mis juegos; generalmente, ella hacía el papel principal. Ese día, el libreto representaba a una dulce mamá cuidando la salud estomacal de su niña. En el juego yo era la madre, pero también hacía las voces de la muñeca, quien hacía el papel de hija. Ella lloraba porque le dolía el estómago, entonces yo le decía “No se afane mamita, que ya voy a mascar chicote para sobarle la tripa”. Entonces, tomé el pedazo de tabaco tal como lo

hacía mi madre, con la misma devoción que desprendía cuando iba a misa. Lo observé de arriba abajo, lo acerqué a la nariz, su olor me estremeció, luego lo partí con los dientes y empecé a molerlo con las muelas. Al comienzo, el sabor fue un tanto picante, mientras mi lengua se fue acostumbrando a ese sabor fuerte y medicinal. Hasta que, de pronto, escuché los pasos de mi abuela. Mi reacción fue salir corriendo para esconderme, tal fue el susto que me tragué todito el atadijo de chicote. Ya era demasiado tarde. Por supuesto, los primeros en protestar fueron mis intestinos, sentía que, como un volcán, devolverían el masacote por donde fuera.

Llegar al baño se convirtió en acto de vida o muerte. Tal vez habría sido un poco más fácil si mi cabeza no hubiera reclamado, igual que mi estómago, el uso y abuso de aquel tabaco. El mundo me daba vueltas. Los patos que había en el patio, junto con el gato y las gallinas, se convirtieron en monstruos terribles, los veía el doble de grandes de lo que en realidad eran y, en mi afán de llegar, tuve que agarrarme de las paredes hasta que, a lo último, tuve que arrastrarme y gatear hasta el baño. Recuerdo que el vómito y la diarrea se apoderaron de mí, no sabía a cuál de los dos atender primero, sin olvidar que mi mente no recibía instrucciones. Quería llorar, pero el miedo a la reprimenda no me lo permitió. Finalmente, debilitada por los efectos del tabaco, caí en un sueño profundo.

Cuando desperté, a mi lado estaba la muñeca. Fue ella quien cuidó de mí en ese momento tan trágico de mi vida. Por otra parte, de los adultos, las únicas palabras que escuché fueron: vaya báñese y aprenda a usar bien el papel.

Mi madre aprovechaba el chicote para acariciarnos la tripa, pero sobre todo para generar una conexión especial con sus hijos, instintivamente, su intención era curarnos más que el cuerpo, el alma. Este remedio ancestral creó un vínculo tan fuerte entre nosotros que todas las noches ella “mascaba tabaco” y con emoción nos preguntaba “¿A quién le duele la tripa?”. Por supuesto, a todos nos dolía. Así que, con la paciencia y el amor que la caracterizaban, iba de cama en cama para masajear nuestros estómagos y regalarnos ese valioso conocimiento que, tantos años después, recordamos con cariño y respeto.

Canto de Alondra

En la época prehispánica del pueblo Muisca, su centro, geográficamente hablando, fue el espacio que conocemos como Hacienda el Cacique y el Cerrito. Ya en la imposición conquistadora, este se trasladó al lugar que conocemos hoy en día: un momento, una de las plazas de mercado (especialmente de ganado) más trascendentales de la región. A este sitio lo conocemos, ahora, como el Parque principal Capitán Ernesto Esguerra Cubides que alberga, hoy por hoy, la sala de la casa, la zona exacta para citas de negocios, de emociones y de sabores.

Cátedra Funzana del Área de Patrimonio del CCB

ALONDRA Nov.2022 11
Ilustración: Jennifer García Delgado

Un invierno en la ciudad de la eterna primavera

Medellín y yo tenemos una relación complicada, creo que es la ciudad que más decepciones me ha traído, ciudad a la que nunca quiero volver. No sé si esto es debido a nuestras distintas naturalezas: Medellín, la ciudad de la eterna primavera, y yo, una guapuchera, alguien que curiosamente también vive en un municipio de flores, Funza, un lugar mucho más calmado en comparación con una de las ciudades más importantes e influyentes del país.

A pesar de nuestro odio mutuo he estado ahí, no una, no dos, si no tres veces; todas en contextos muy distintos, cosa que me ha hecho descubrir las distintas facetas de esta gran ciudad. Asombrosamente, ninguna de ellas me gustó.

La primera vez que visité Medellín fue a los trece años, veía la gran mayoría de cosas con ojos de turista. Hasta que llegamos al tan conocido “hueco”, una versión de San Victorino pero mil veces más calurosa y, por difícil que esto parezca, más llena también. Al menos desde mi parecer, el calor hacía que sintiera a las personas de aquel lugar duplicadas. Cualquier rolo promedio sabe que ir al centro de la ciudad es agotador, así me sentía en aquel lugar, pero multiplicado diez veces debido, también, al acento paisa que escuchaba en cada esquina, el mismo al que mi oído cachaco nunca se acostumbró. Por más que mi documento de identidad dijera lo contrario, yo me sentía como una completa extranjera, aunque los evidentes parecidos me recordaran a aquel frío lugar que ya tengo tan familiarizado.

Un canto sostenido

La segunda vez viajé únicamente con mi padre. Fue una situación en la que tenía que tomar un poco más las riendas, armar un itinerario y ayudar en la toma de decisiones importantes: comida, hospedaje y transporte, transporte con el que mi padre y yo no teníamos experiencia alguna. Las esperas de los buses intermunicipales eran eternas, igual que las filas para adquirir los tiquetes, ya que mi paciencia no era mi mejor virtud y que no estaba acostumbrada a ser responsable en la toma de decisiones, la situación se hizo más estresante, aunque no necesariamente fue mala. El flujo continuo de micheladas ayudó a hacer de ese viaje algo más ameno.

La tercera vez fue la detonante de mi enemistad con esa ciudad. Digamos que una persona introvertida, taciturna, sedentaria, tranquila y eterna amante del frío no se lleva muy bien con la ciudad de la eterna primavera, y mucho menos si viaja acompañada de la personificación de esa ciudad, en este caso mi madre, que estaba cumpliendo años, motivo por el que debí ocultar mi total disgusto para, así, no nublar la energía que ella y Medellín comparten.

Esa última vez recorrí nuevamente los mismos lugares: el hueco, la comuna trece y la piedra del peñol. Todos estuvieron más llenos, más calurosos, más largos, más incómodos y, por supuesto, más alegres. No digo que yo sea alguien de carácter triste, solo digo que estoy acostumbrada a mi rola cotidianidad.

Canto de Alondra

Basado en la pintura “El malabarista” –

La canción de los sobrevivientes malabarea en el semáforo musarañas que abren sus brazos en este juego de azares instantáneos.

Giros y voces tambaleantes cruzan en un minuto la cuerda imaginaria del sueño de la gloria oficio de tránsito indeciso de lado a lado de la calle péndulo a la espera de una mano que lo pulse y detenga su miseria antes de reiniciar la marcha.

Fue el matadero municipal, luego la plaza de mercado en donde se encontraba de todo un poco, tenía tres entradas, en la parte interior se encontraba espectaculares frutas coloridas, brillantes y vistosas en grandes mesones, vendedores especializados en papa, yuca y plátano, la famosa señora de las hierbas dulces y amargas, ¡que olor tan agradable! Como el famoso “caldo parao bien caliente a las seis de la mañana”, a las afueras de la plaza lo mejor de las carnes, el pollo campesino y hasta pescado, hoy en día este lugar alimentar a nuestra gente de otra manera: es el Biblioparque Marqués de San Jorge.

Cátedra Funzana del Área de Patrimonio del CCB

ALONDRA Nov.2022 12
Ilustración: Ela Enia Montañera Leonor Riveros • Taller de poesía Cartografías del Silencio - Nivel Inicial Escuela de Literatura Marc Chagall

E qui li b r i o

Nadia Ximena Mora

• Taller de poesía Cartografías del Silencio – Nivel Inicial Escuela de Literatura

Los cuerpos se fragmentan con fragilidad descuartizan las horas posan sin nombre ni territorio El agua que beben se transforma en arena ¿Acaso es la época de la cordura? Pobres hombres La teta que los amamantó los volvió locos Enojadosrabiososdesequilibrados ¿De qué adolecerán?

Esta fruta podrida que cuelga de aquel árbol me recuerda a esos hombres seccionados

Se-para-dos abstraídos Como el sabor de la lluvia que cae vertical en las mañanas La fruta-hombre Hoy solo cuelga negra-fétida Sin sensatez ¿No recibió suficiente fotosíntesis? ¿No le llegó sol? ¿No fue fruta madura? La savia lo pudrió.

Catábasis

Es en la noche cuando se revelan los rostros que tenemos el sol cambia, se esconde bajo la baldosa suelta como sobreviviente del abandono; mánticos, los bordes tejen nidos distintos y alejados de los pájaros; despiertan otras criaturas y la urgencia de descender el mundo.

El canto de una orilla sin color, impensada, libre y desprovista de coraza

quiebra el límite de los ojos; crece la certeza del abismo.

Una sombra que no se deja devorar por la lumbre nos envuelve oscura y larga; ojos invisibles mudos se apilan entre las tinieblas.

Revelación de que el espectro sobrepasa al cuerpo.

ALONDRA Nov.2022 13
Inés Molina Barbosa Taller de poesía Cartografías del Silencio – Nivel Avanzado Escuela de Literatura

Juegos de palabras ¿Qué es?

Niñas y niños de 3 a 9 años

Cada que iniciamos un proceso creador se presenta un momento de silencio en el que nos detenemos frente a la contemplación. Ese momento esta mediado por la lectura del contexto. En esta ocasión, nuestra contemplación fue dada por el observar para volver a utilizar nuestro sentido de la vista con el fin de decodificar el mundo. De esta manera hicimos ese alto en el camino que nos permitió recordar que antes del habla y la escritura está la lectura de imágenes. Por ello, como un ejercicio de ampliación del mundo,

¿Qué es un lobo?

Seña: Isabella Tapia

Violeta Susatama 7 años

Es el primo del perro y son grises con blanco y ellos son nocturnos y ellos comen carne y aúllan a la luz de la luna llena.

¿Qué es un camaleón?

nos dimos a la tarea de jugar con algunos códigos del lenguaje de señas, en donde los niños y niñas de los talleres Un rato garabato y Cuenta que te cuento exploraron con los nombres de los animales, los colores, sus familiares y algunos modismos para, posteriormente, crear historias a partir de combinaciones entre los lenguajes oral (hablado y cantado), escrito, dibujado y gestual. Porque, como dice Loris Malaguzzi, “el niño tiene cien lenguas (y además cien, cien, cien) pero le roban noventa y nueve”.

¿Qué es un jirafa?

¿Qué es un gato?

Ilustración: Isabella Tapia

Samuel Piamba 6 años

Ilustración: Isabella Tapia

Celeste Martínez 6 años

Tienen cuello largo, es amarilla y tiene manchas cafés, come hojas del árbol y come baobab.

Ángelo Rodríguez 3 años

Es que tiene manchas marrones y tiene un pocoquito negro, así un poco blandito.

¿Qué es una serpiente?

Es un animal que caza ratones, es muy ágil, le teme a los perros y también le gusta jugar con bolas de lana.

Martin Meldivelso 7 años

Es peludo, tiene cuatro patas, maúlla, tiene cola esponjosa, tiene colmillos, tiene garras que sale y se esconde.

¿Qué es un elefante?

Ilustración: Isabella Tapia

¿Qué es un delfín?

Isabella Tapia 8 años

9 años

Es un reptil, es un animal terrestre, es venenoso, largo, escamoso. Son animales peligrosos.

Es tierno, tiene sonido tierno, son rosados, algunos son azules, saltan en el agua, comen algas.

ALONDRA Nov.2022 14
Daniel Esteban Meldivelso Ilustración: Esteban Meldivelso Ilustración: Martin Meldivelso

¿Qué es una chinchilla?

David Prieto 4 años

Tiene ínfulas de mapache.

Alana Castellanos 4 años

Es unas orejas.

Ángelo Rodríguez 3 años

Vive en una casa con los conejos.

¿Qué es un perro?

¿Qué es un coatí?

Gerónimo Ávila 3 años

Es parecido a un león.

Samuel Piamba 6 años

Es un animal que se parece a un oso hormiguero y un mapache.

¿Qué es un león?

Ilustración: Violeta Susatama

Martin Meldivelso 7 años

Tiene melena larga, tiene cuatro patas, ruge, tiene colmillos, tiene garras que se salen y se esconden.

Seña: Gabriel Gaviria

Rubén Susatama 5 años

Un animal que ladra. Van al parque, son callejeros.

Ilustración: Isabella Tapia

¿Qué es un pulpo?

Rubén Susatama 5 años

Es un animal marino, y saca tinta.

Daniel Esteban Meldivelso 9 años

Tiene tres corazones, tiene cuatro cerebros, tienen ocho tentáculos, echa tinta negra.

Violeta Susatama 7 años

Es el primo del gato y es el rey de la sabana y tienen la melena muy esponjosa y cazan en grupo.

¿Qué es un cangrejo?

Antonia Tunjo 4 años

Es un animal con antenas y ojos arriba y con patas muchas.

Juan Esteban Valderrama 6 años

Tiene dos pellizcos.

es un mono?

Juan Esteban Valderrama 6 años

Están mucho en los árboles.

Antonia Tunjo 4 años

Es un animal con mucho marrón en su cola.

¿Qué es un conejo?

Seña: Sofía Rodríguez

Miguel Ángel Lesmes 6 años

Tiene orejas grandes y dientes para comer zanahoria y tiene patas grandes para saltar muy alto.

Isabella Tapia 8 años

Es peludo, tiene orejas largas, salta, es tierno, tiene dientes largos.

Ilustración: Gabriel Gaviria

¿Qué es un burro?

Ángelo Rodríguez 3 años

Tiene un poco de marrón con gris clarito.

Juan Manuel Caicedo 4 años

Corre por el campo.

ALONDRA Nov.2022 15
¿Qué
¿Qué es una vaca?
Seña: Isabella Ochoa
¿Qué es un armadillo?
¿Qué es un caracol?

Voltaire histórico y Voltaire humano

Luis López Nieves es un escritor contemporáneo que se dio a conocer por sus cuentos Seva, y La verdadera muerte de Juan Ponce de León. Sus obras son atractivas por su prosa ágil, pero sobre todo porque nos brindan nuevas perspectivas de hechos históricos o sociales que hacen pensar y repensar la historia y sus consecuencias en la construcción cultural e ideológica de las naciones, a través de una técnica que los académicos literarios han llamado “Historia Trocada”. Su novela El Corazón de Voltaire es un ejemplar formidable de esta innovadora técnica narrativa aplicada en una prosa epistolar moderna, gracias a personajes que desarrollan una investigación sobre Voltaire, donde se hace tangible la utilidad de los avances científicos y tecnológicos para la indagación en las ciencias humanas.

En El Corazón de Voltaire se mezclan los intereses de la fidelidad y la verdad histórica con la ciencia ficción literaria puesta sobre los restos, huellas e historias de un personaje que muchos conocemos

por su influencia en la construcción del pensamiento ilustrado moderno, fundamental para la revolución francesa. Voltaire es uno de los grandes genios del siglo XVIII, un personaje del que poco o nada se sabe en cuanto a sus expectativas personales como individuo, aquellos comportamientos, pensamientos y deseos que definen a cada persona. Nieves, desde su ficción, nos acerca un poco a ese Voltaire humano y nos muestra, a un mismo tiempo, el valor histórico que tiene. Aunque a veces es un poco difícil seguir la secuencialidad de los datos y hechos (por la rapidez y el formato epistolar de los correos electrónicos) El Corazón de Voltaire, es una novela que atrapa al lector desde el inicio hasta el final porque genera suspenso y expectativa, lo que la convierte en un deliciosa aventura lectora.

La silla

¿Por qué está triste la silla vacía?

¿Está vacía porque está triste o está triste porque está vacía?

Tan centrada en sus lamentos, las silla no se dio cuenta: no estaba vacía.

Sobre ella alguien se posaba vestida de tul y altos tacones [..]

Por desgracia para la triste silla vacía, triste también estaba la chica

La soledad se había cansado y tomó asiento en un silla vacía […]

Ambas compartiendo aflicciones, los sollozos camuflados en un tul oscuro y una silla vacía […..]

La silla vacía ocupada y la soledad sola encontraban aún tristes sus miradas

Valija de anhelos

Gloria Mora

• Taller de poesía Cartografías del Silencio – Nivel Avanzado, Escuela de Literatura

En la valija de las cigüeñas viajan sueños desteñidos que atrapan la adversidad sobre el lomo de las tristezas

Sueños desquebrajados bajo el manto de las estrellas de aquellos que siempre anhelan

Y esa luminosidad que crece en las ramas del alma son sueños que se deslizan sobre arena mullida danzando en puntitas para no despertar más heridas

La cima

Y así aromas hieden a sueños que sueñan con pasos de libélula Siendo orugas aladas Que revolotean hasta la cima

de las miradas

Sin dejar de ser solo así sueños que viajan anhelos atrapados en la adversidad que se resguardan En la valija de las cigüeñas.

Canto de Alondra

Cuando hablamos de Villa Paúl, la relacionamos con la amable comunidad religiosa y sus alegres eucaristías, además de sus destacadas celebraciones en Semana Santa. También llega a la memoria el lugar en donde funcionó una piscina que, posteriormente, fue escenario de eventos artísticos y culturales pues reunió por años a niños, jóvenes, adultos y abuelos que, en familia, buscaban proyectar diferentes iniciativas en beneficio de toda la comunidad.

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ALONDRA Nov.2022 16

Dramaturgia Antonia Santos

La versión del texto escrito para teatro de la heroína Santandereana Antonia Santos, es una visión del dramaturgo Libardo “Bayo” Flórez, que recorre las fronteras entre la realidad y la ficción, teniendo como objetivo principal ofrecer un punto de vista acerca de los hechos realizados por los comuneros, grupo que fue dirigido por Antonia en el movimiento independentista. Todo esto se hace a través de la dramaturgia de la escritura.

Libardo “Bayo” Flórez es autor, actor y director teatral con 30 años de experiencia como artista en el campo de las artes escénicas. Además, desde hace 10 años se dedica a la dramaturgia, arte en el que se ha dedicado a la escritura de textos teatrales, siendo reconocido gracias a su aporte a las tablas por el Teatro Jorge Eliecer Gaitán, al ser integrante del teatro La Candelaria de Bogotá en el 2011. Años después, en el 2017, fue ganador de la beca creación en dramaturgia, reconocimiento otorgado por la Gobernación de Santander con el libro Féminas comuneras.

Al elaborar la escritura de las escenas de la obra teatral Antonia Santos, se tuvo en cuenta la parte heroica a través de la reflexión e inicio de los ejércitos en Colombia, antes de lograrse la independencia, la realización inmediata y los preparativos para detener la llegada del Coronel Lucas Gonzales al puente de Boyacá. Cada escena

muestra a los comuneros organizando un ejército de campesinos, efectuando varias emboscadas, revueltas, sin la menor experiencia, sin el menor conocimiento, pero, debido a su buen uso de la intuición, se reconoce cómo van conformando el germen del ejército nacional. Solo en el trascurrir de algunas escenas se tomó como referente el libro Genealogía y biografía de Antonia Santos, de Ramiro Gómez Rodriguez; otras escenas fueron creadas a partir de la ficción. De igual

“homenaje a la mujer valerosa que representa la entrega, la rebeldía, la lucha por los campesinos e indígenas y la manifestación de la justicia social”

manera, la dinámica de los personajes es una mezcla entre los elementos biográficos y los míticos creados al interior de la obra. Cabe resaltar que Antonia Santos fue una mujer Santandereana que luchó en contra del gobierno invasor de los españoles en la independencia, por esta razón es considerada como una de las mujeres más

Embisten alpiste

Todas las palomas de las siete estaban esperándome hace mucho lo sabían Yo también lo sabía Sacudo el saco y la dulce bocanada

importantes para el Departamento de Santander.

El objetivo de contar esta historia a través de las escenas, se llevó a buen fin, gracias a que el público la recibió de buena manera, se conmovió y la entendió como un homenaje a la mujer valerosa que representa la entrega, la rebeldía, la lucha por los campesinos e indígenas y la manifestación de la justicia social. A través de este texto manifestado en una puesta en escena, se intentó, también, encontrar la identidad del teatro colombiano a partir de un personaje femenino.

Resulta necesario destacar que los elementos ficcionales complementan a los elementos biográficos, al narrar una historia del teatro de heroínas en Colombia. La obra ficciona escenas en donde ellas participan en algunos enfrentamientos con los españoles, aún cuando en esa época las mujeres no salían a combatir junto a los hombres. De la misma manera, se destacan los apartes de la obra en los que ellas tienen comandar la batalla.

Antonia Santos es una obra fascinante que, además de visibilizar a la mujer heroína, logra un balance perfecto entre el humor y el drama, pues destaca en cada escena la importancia y valentía de la mujer santandereana en la historia de la independencia de Colombia.

Serpiente microondas

Liliana Jaimes

• Taller de poesía Cartografías del Silencio Nivel Inicial, Escuela de Literatura

Sumerjo mis manos un puñado de estrellas se escurren entre mis dedos aprieto y deslizo el sonido mágico que se suspende en la plaza sangrienta ¡oh, plañideras inescrupulosas, de tal palo, tal astilla! ¡Río de palomas inescrupulosas, a tal hacha, tal silencio!

Atraviesan la puerta de manera sigilosa haciéndote creer que son inofensivas se deslizan, tranquilas, apacibles anuncian el final el seseo del cáncer en el vientre el pitido de la muerte.

ALONDRA Nov.2022 17
Taller de poesía Cartografías del Silencio – Nivel Avanzado, Escuela de Literatura

Una puerta a la sensatez

Parafraseando al poeta argentino Aldo Pellegrini, quien afirmó que la poesía es “todo aquello que le cierra la puerta a los imbéciles”, yo diría que es “todo aquello que abre las puertas de la sensatez”.

Plantearse qué es la poesía es uno de esos dilemas bizantinos en el que, con el propósito de ser más eficaces a la hora de llegar a alguna respuesta, deberíamos acercarnos desde la negación. Entonces, podríamos afirmar lo que no es: un género literario, una biblioteca babilónica, una sumatoria de palabras bonitas que persigue premios, palmaditas en la espalda y reconocimientos; un don mágico inaccesible para las multitudes y los mortales; un lenguaje cifrado que acarrea sufrimiento o dignidad a quienes pretenden develarlo; un bocado agridulce de ambrosía que se disputan a mordiscos los miembros de una secta.

Incluso, si pensamos en el big bang podríamos afirmar que la poesía no es siquiera un privilegio de la condición humana. Poesía, entonces, es aquello que reconoce, dignifica y extiende la vida.

“todo aquello que le cierra la puerta a los imbéciles”, yo diría que es “todo aquello que abre las puertas de la sensatez.”

El Festival Internacional de Poesía Cartografías del Silencio es un escenario donde, más allá de los poetas y su trabajo, se abre una puerta a la sensatez, cumpliendo con esos tres verbos y con su misión de enaltecer la vida. Lo que encontré en mi participación fue un público generoso que escucha atento, unos

Camino a Funza

organizadores jóvenes e impecables, un espacio cálido a pesar del frío de la noche del altiplano y una atmósfera misteriosa donde la existencia cobra sentido.

La última vez que había leído poesía con el maestro José Luis Díaz Granados en Bucaramanga, el año anterior a la pandemia, ambos leímos sin ponernos de acuerdo poemas a la viudez. Casi cuatro años después, en esta fiesta de Funza, también sin acordarlo, coincidimos al leer poemas de amor.

Este hecho y cada momento de esa noche me recordó que la poesía es, de manera profunda y sencilla a la vez, el milagro de que dos mentes se conecten en una misma idea. Por eso mismo, la poesía solo es poesía cuando alguien la lee.

Gracias, amigas y amigos del Festival. ¡Buen viento y buena mar!

• Poeta invitado al III Festival Internacional de Poesía Cartografías del Silencio

Arriba Tisquesusa al encuentro con el Varón Poderoso empuñando en su mano izquierda una flecha y en su derecha la luz dura con su último secreto.

Con cada paso, más oscuro se hace el camino con cada vistazo, más borrosa se torna la línea del río crecido que lo separa de la sombra de lo divino o lo insondable no lo sabe aún.

—¡Nos vamos todos! —grita al mismo tiempo en que su alma se quiebra con cada palabra.

Ya lo sabe: Algo se acaba con la flecha encendida que él mismo dispara. Algo nace en la laguna y penetra la niebla para dar otra voz a los árboles y él el Gran Tisquesusa no estará para escucharlos.

Funza en el corazón

• Poeta invitado al III Festival Internacional de Poesía Cartografías del Silencio

Cuando uno llega a la hermosa y hospitalaria Funza, siente que está tocando el corazón de Colombia, porque se halla en el lugar exacto de la antigua Bacatá, el nombre ancestral de Bogotá, la capital del país.

Los paisajes circundantes de Funza abarcan “el verde de todos los colores”, como decía el poeta Aurelio Arturo, y nada mejor que sumergirse en su plácida belleza natural en medio de tantas prodigiosas

palabras, como son las que florecen cada año en el marco del Festival Internacional de Poesía “Cartografías del Silencio”.

La magia, el colorido y los hechizos sonoros que se reinventan en el majestuoso Festival de Arte y Cultura Zaquesazipa, emergen de cada uno de sus pobladores, quienes despliegan la mayor capacidad creativa y recreativa, para así abarcar las diferentes modalidades y expresiones del arte con las cuales engalanan durante

un mes la deslumbrante geografía cundinamarquesa.

Es realmente maravilloso el estar presente en Funza para darse cuenta de que es posible aproximarse allí a las más altas dimensiones del asombro y el estremecimiento y por lo tanto, experimentar el fulgor de los mayores deleites espirituales, como quien dice, de la alegría de vivir.

ALONDRA Nov.2022 18

Cartografías del Silencio

“La poesía no sirve para nada”. Esta oración tan repetida, tan común, obtuvo una respuesta brillante en el recital que cerró el III Festival Internacional de poesía Cartografías del Silencio; Chary Gumeta, poeta mexicana invitada, mencionaba que escuchó esta frase en alguna conversación en la que contestó: “A usted no le sirve, pero a mí me sirve de mucho”. Los más de cien espectadores que acompañaron el evento escuchaban atentamente los recuerdos y experiencias que compartía Chary, cómo pensaba y vivía el oficio de su escritura. Todos los poemas leídos en esa noche demostraban el valor de la palabra, herramienta que se utiliza todos los días, pero a la que solo los poetas y escritores acuden para hallar en su luz y en su sombra la esencia del arte.

Al concebir el lenguaje como una herramienta se resalta la bella importancia del silencio, ese compañero de cada palabra, esa materia prima que inevitablemente termina convertida en poema. Cartografiar el silencio es una metáfora profunda que encierra el propósito de los talleres, recitales y las versiones del festival de poesía en Funza: experimentar estéticamente el lenguaje a través de la contemplación de las diferentes posibilidades de interpretación que brinda la poesía como género literario. Así, silencio y palabra se tornan en un reflejo del espacio que cada poeta habita y en la particular visión de su época que como artista comparte.

El proceso de creación puede parecer un acto solitario, cada poeta divide,

multiplica, suma o resta sus pensamientos hasta que el silencio adquiere la forma de un cuerpo, de un hogar, de una ausencia, de unas calles; así se descubre lo que es necesario decir y lo que se debe callar. Sin embargo, los talleres ofrecen un espacio para compartir experiencias, leer y analizar diferentes voces poéticas. De esta manera, Cartografías del Silencio se convierte en ese lugar donde los poemas encuentran su mejor versión. Los comentarios realizados por compañeros y docentes completan la ecuación: agregan al silencio del poeta la visión de sus contemporáneos.

Una vez al mes, por común acuerdo, se ha pactado romper la virtualidad y compartir con los poetas invitados a los recitales del taller. En el 2022 llegaron a Funza poetas desde diferentes latitudes: Carlos Colón y Verónika Recca de Puerto Rico, la cubana Carmen González Chacón y Miguel Barreto Henriques de Portugal. Además, en Compañía de Melibea Garavito Carranza se rindió un homenaje a la vida y obra de María Mercedes Carranza, celebramos su legado tanto político como poético. Melibea, también, compartió las múltiples visiones del proceso de creación en las tres generaciones de poetas de esta familia. Ese es el enorme valor de los recitales de poesía, un espacio para compartir y conocer sobre el oficio de la escritura.

Es necesario reconocer el esfuerzo realizado por la Escuela de Literatura del Centro Cultural Bacatá, gracias a ella se puede afirmar que el año 2022 ha sido excepcional para la poesía en Funza. El encuentro alrededor de las palabras

ha salido de sus círculos habituales para impactar a espacios como la cárcel municipal, cafés tradicionales e instituciones educativas. El III Festival Internacional de poesía Cartografías del Silencio es la muestra perfecta de esta afirmación: los talleres a cargo de la poeta argentina Malena Martinic Magan, el poeta luxemburgués Jean Portante y el poeta mexicano José Ángel Leyva; la Parranda Literaria llevando la poesía y la música para las personas privadas de la libertad; los diferentes café verso y Diverso en compañía de poetas nacionales e internacionales como Hernán Vargas Carreño, Jotamario Arbeláez, José Luis Díaz Granados y Miguel Barreto Henriques; los eventos en diferentes colegios departamentales de la mano de Georgia Kaltsidou de Grecia y Miyer Pineda. La participación de los escritores, colectivos literarios y ciudadanos funzanos fue el mejor agradecimiento al esfuerzo puesto en cada evento.

Es imposible no cerrar esta presentación con esta noticia, la sorpresa con la que termina el año 2022: próximamente se publicará la primera antología poética de los talleres Cartografías del Silencio que reunirá los textos de los y las participantes de este proceso. También tendrá una selección de poemas compartidos por los y las invitadas a los recitales y el festival de poesía. No es necesario reiterar que así, como a Chary Gumeta, la poesía nos sirve de mucho. Por este motivo, seguimos buscando en las palabras ese lugar donde todos habitamos el silencio.

Jennifer Vélez Ducuara

Es ilustradora, comunicadora social, guionista y productora multimedia con experiencia en diseño gráfico, producción audiovisual, animación y diseño web. Además, dirige el Comité gráfico de la Revista colombiana de literatura Sombralarga.

Su trabajo se ha enfocado en diversos proyectos editoriales cercanos a la literatura, la educación, y miradas femeninas del postconflicto y la

construcción de país, las técnicas de ilustración con las que trabaja son mixtas entre lo análogo y lo digital aprovechando herramientas como el collage y la pintura.

A continuación, presentamos su interpretación artística de algunos de las y los poetas que nos acompañaron en los recitales de poesía Cartografías del Silencio en el 2021 y 2022:

ALONDRA Nov.2022 19
behance.net/MandyKalavera
Autorretrato

Una tarde de mayo

La jeringa supura la culpa, el alivio, el miedo. En casos como este, apunta el verdugo, suele ceder el esfínter. Hago como si no escuchara y mis labios Iscariotes pronuncian un beso. Es la mejor decisión (un eco a lo lejos). Se instalan de nuevo el alivio y la culpa. Me precipito en lágrimas es la hora del naufragio.

Destino

Destino de las piedras existir y callar dejar que el viento el agua el canto de las aves les otorgue sus formas poderosas

Recitales de Poesía Cartografías

Paso en falso entre dos estrellas/ César Vallejo

El primer paso tras la marcha a tientas Va hacia el portón abierto del cementerio de Montparnasse espías tu sombra que se aleja incluso de los muertos te exilias

el angelote de escayola está ajado las rosas lloran recoges el billete de metro y te vas paso tras paso de astro a desastre hasta que como en la mitología griega te giras porque es detrás donde todo ocurre

en la mirada posada sobre las estatuas de hielo que como si un poema las hubiese tocado vuelven a ser los habitantes solitarios de la aritmética de la carnicería antes de morir en París en un día lluvioso.

Despedida

Una semana antes de morir mi madre dejamos a mi padre en el hospital con anginas de pecho descontroladas.

Ella en su cama, invadida por el cáncer, y él de pronto ingresado de gravedad cuando más necesitaba acompañarla.

Los dos sabían –cómo iban a engañarse–que no volverían a verse jamás aunque al despedirse lo disimularan.

Cuando fue ejecutada su cuerpo permaneció abandonado por algún tiempo.

Desde el primer día la visitaron las moscas y las hormigas después vinieron los zanates y los zopes.

Por ultimo la invadieron larvas y gusanos. Es la primera vez que no ha estado sola.

ALONDRA Nov.2022 20
Chary Gumeta (México) Francisco José Cruz (España) Jorge Eliecer Ordoñez
Ilustraciones: Jennifer Vélez Ducuara
Jean Portante

Cartografías del Silencio

A USTEDES PENSAMIENTOS, agradezco que no me hayan traicionado, y que se hayan escondido tan hondo detrás de mi cara, que yo haya estado con tanta gente en las fiestas y en las reuniones de trabajo, y ustedes hayan permanecido silenciosos, sin hacer huir a nadie de mí, y no hayan hecho ruido involuntario como lo hacen algunos vasos o sillas que se caen de extraña inquietud…

A ustedes, pensamientos, agradezco haber esperado tanto tiempo en la última pieza honda de mi vida, sobre todo porque han hecho que me algunos me amen por escucharlos sin decirles nada, por estar ahí como una compañía que tanto necesitan las cosas, por estar ahí en las largas noches en que no éramos nadie, y el viento nos barría…

Hernán Vargascarreño

Infancia

En invierno éramos felices: el río se desbordaba y los muertos soñaban bajo el agua; las mamás nos protegían en los atillos y quemaban ramo santo; por días teníamos a papá con nosotros mientras el agua bajaba furiosa con señales de otros pueblos que no conocíamos;

-esos inviernos ya no existen ahora que soñamos bajo flores silvestres-

aún mamá viene los domingos a rezar sobre la tumba, y mientras reza, sus manos viejas y piadosas arrancan la maleza que brotamos.

Alguien al otro lado

Una niña muy seria, en la antigua avenida de mi infancia, me visita en los sueños.

¿Qué has hecho de mi vida?, me pregunta.

No sé qué responderle. Sólo sé que estoy al otro lado de la calle, que la niña no logrará alcanzarme.

Algo lo impedirá: la cautelosa sombra del silencio, o la frontera súbita del miedo.

Algún día sabré qué responderle. Tal vez no vuelva nunca, tal vez llore. Tal vez nos convirtamos en paisaje, y yo seré su sueño: alguien no recuerda su pasado, con la memoria sólo del futuro.

Alguien que necesitará saber si ha aprendido ya a perdonarme.

Antepasados

Mis antepasados entraron a sangre y fuego en América conquistando y arrasando Mis antepasados se defendieron con los dientes de esta invasión de bárbaros

Mis antepasados buscaban el oro para cuadrar las arcas de sus monarcas y saciar sus propias sedes Mis antepasados ocultaron el oro de sus ritos al sol bajo tierra y bajo las aguas

Mis antepasados nos robaron la tierra Mis antepasados no pudieron recuperarla

Cómo siento en el alma no haber estado en el cuerpo de mis antepasados

¿De parte de cuáles de mis antepasados me pondré contra cuáles?

ALONDRA Nov.2022 21
Jotamario Arbeláez Víctor Gaviria

Letras animadas: jugando con los cuentos

Letras animadas es un proyecto del área de promoción de lectura del Biblioparque dirigido por Chris Dayan Melo Tarquino, quien en su propuesta busca involucrar la dramatización de diversas historias para crear una ensalada de cuentos donde la música, el juego, la danza y el escenario desempeñan un papel fundamental en la creación de ambientes literarios para niños, niñas y sus familias.

Todo empezó cuando el grupo de promotores se reunió y trabajó en la estrategia para involucrar hadas, caramelos, científicos, brujas, animales y otros personajes, considerando las habilidades artísticas que cada una de las personas del equipo aporta a la creación colectiva. Los promotores que dan vida a los personajes son Andrea Rodríguez, Lidia Bravo, Chris Melo, Edison Cristancho, Steven Grajales y Cristian Alfonso. Los efectos de sonido y el ambiente son creados por la promotora Natalia Parra, quien adecua el escenario para generar la experiencia. En cuanto a la adaptación musical, el grupo crea sus propios ritmos y juegos de palabras. Así es como esta producción performática recoge sus frutos. En cada presentación logramos despertar la literatura y extender sus enormes ramas a nuevas historias, mundos y personajes que buscan cautivar a otras generaciones para, de esta manera, proyectar la

promoción y animación de lectura como un método creativo que permite acercar a la comunidad a experiencias literarias con el fin de propiciar contextos familiares, sociales y culturales.

“proyectar la promoción y animación de lectura como un método creativo que permite acercar a la comunidad a experiencias literarias con el fin de propiciar contextos familiares, sociales y culturales.”

En Letras animadas se utilizan títulos de la sala infantil del Biblioparque a los que se les incorporan adaptaciones inéditas. Con estas historias se realiza una mezcla de sucesos que permite jugar y, así mismo, dar a conocer los protagonistas de cada cuento seleccionado. Con este ejercicio promovemos el uso del material bibliográfico, motivamos a las familias a realizar la lectura completa de libros y enseñamos que existen múltiples maneras de narrar, que todo es producto de la

Canto al dolor de la alondra

Carmen Dora Espinosa Correa

Apenas está saliendo el sol y las odiosas guadañas empiezan a rugir cual llorona de medianoche subiendo el filo de la montaña. Un escalofrío recorre mi piel ¡Mis plumas, mi garganta, mi pico! No puedo cantar, siento miedo, quise vivir junto a ti, me quedé cuando otros se fueron. Mi canto no alegrará más tus madrugadas, no acompañará tus tristezas y mis alas no cortarán de nuevo el viento. ¡Cuánto me gustaba hacerlo! ¡Traición! ¡traición!

No me mataste con la flecha, pero trajiste el motor que sin miedo arrasa la vida. En esas copas está mi casa, están mis hijos en su nido, morirán sin tan siquiera abrir por primera vez sus ojitos. Son tan pequeños…

¿No te duele?

Aun me consuela la naturaleza y su sabiduría, espero un día, al fin, entiendas que la vida no vale tu ambición de tenerlo todo, por nada.

imaginación que nunca debemos perder por más que pasen los años.

La experiencia general de este proyecto nos posibilita inmensas formas de creación, conocimiento literario, transformación y auto-crecimiento, lo que nos permite, hoy día, seguir tocando los corazones de nuestra audiencia.

Ilustración: Ela Enia Montañera

Margarita García

• Taller de poesía Cartografías del Silencio Nivel Inicial, Escuela de Literatura

¿Quién soy?

—¡Casualidad!

¿Qué hago?

—Imitar.

¿Qué digo?

—Lo primero que se me ocurra.

¿En qué pienso?

—En nada.

¿Qué me gusta?

—Aún no lo sé.

¿Para dónde voy?

—Muchos caminos hay, no sé cuál escoger.

¿Qué debo hacer?

—Quiero empezar de nuevo.

ALONDRA Nov.2022 22
Taller Oralitura y memoria, Escuela de Literatura
¿Equilibrio?

Tríptico rostros de la memoria

La fotografía es una forma de arte, consiste en congelar un momento y plasmarlo en forma de imagen sobre un medio fotosensible.

El tríptico es una obra dividida en tres sesiones que dependen cada una de ellas entre sí. En el arte moderno de la fotografía, muchos artistas han diseñado y desarrollado este concepto para que el público las pueda apreciar de manera simultánea. En la fotografía tríptica, las tres obras pueden estar integradas, o cada una puede tener un concepto diferente.

La artista Sandra Milena Acosta Martínez, además de su formación como diseñadora de modas y poeta tiene una trayectoria de más de seis años en el arte de la fotografía. Ha expuesto en diferentes salones nacionales e internacionales y ha obtenido algunos reconocimientos a su obra, especialmente en el retrato. Por ejemplo, obtuvo el primer lugar en el marco de Ahí están pintadas 2018, evento organizado por el Museo de Arte Moderno

de Bucaramanga, además del primer lugar en el Noveno Salón Metropolitano de Arte MIRE 2019 realizado en el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga.

“Parece que las personas retratadas emergieran de la oscuridad, trayendo luz en sus manos, como símbolo de humildad y entrega. En la composición destacan los rostros que reflejan tristeza, desolación y resignación”

Rostros de la Memoria es una obra fotográfica a color, con atmósfera oscura, que plasma a tres campesinos santandereanos de una forma poética. Parece que las personas retratadas

Canto de Alondra

emergieran de la oscuridad, trayendo luz en sus manos, como símbolo de humildad y entrega. En la composición destacan los rostros que reflejan tristeza, desolación y resignación, posiblemente por el olvido al que los tenemos sometidos. En la composición, la autora emplea elementos ya en desuso (como la esperma) para visibilizar la ausencia de energía eléctrica.

La técnica que emplea la fotógrafa es una mixtura entre el retrato artístico y la fotografía documental, ya que muestra en su creación el equilibrio de la luz, el color, la saturación, la textura, la composición y la disposición de los elementos que aportan una riqueza visual a las fotos, pues enfocan el rostro de las personas que se encuentran en el tríptico con el propósito de expresar la realidad del campo colombiano. Rostros de la Memoria es una obra que, además de deleitar los sentidos con su técnica, toca las fibras más sensibles del espectador y lo invita a la reflexión.

El monumento central del parque principal de Funza recibe varios nombres, lo que, desde la apropiación patrimonial, es válido. La denominación más reconocida es la Diosa Bachué, le siguen el Cacique, el Zipa, Tisquesusa, Zaquesazipa y la Familia y la Cacique Infiel de Guatavita. Sin embargo, el término “indio o india”, se sigue utilizando, palabra aplicada por los españoles porque creyeron haber llegado a la India, por lo tanto, debemos tener en cuenta este importante detalle histórico.

Cátedra Funzana del Área de Patrimonio del CCB

ALONDRA Nov.2022 23
Fotografías: Sandra Milena Acosta Martínez

Narrativas Funzanas

Introduce Anderson Alarcón

• Docente Escuela de Literatura Ganador del Concurso Nacional de Cuento Relata del Ministerio de Cultura 2022, en la modalidad de directores de taller

Dos talleres componen lo que podría denominarse como el “área narrativa” de la escuela de Literatura del Centro Cultural Bacatá. Ambos tienen dos características innegables: la primera se refiere a la abundancia de su producción; la segunda tiene que ver, a pesar de la exuberante cantidad de publicaciones de calidad con las que hemos contado en este periodo en comparación con los anteriores, con el aún insuficiente espacio físico y temporal con el que contamos en las publicaciones que podrían albergar sus creaciones. La primera característica la veo con orgullo, pues me atrevo a afirmar que nunca antes los talleres funzanos habían tenido una producción de tan alta calidad y abundancia. La segunda, lejos

de preocuparme, solo genera en mí algo de inquietud, sobre todo porque me pregunto cuántos libros y revistas serían necesarios para albergar el talento de nuestros estudiantes. En esta pequeña selección están las personas que han mostrado un compromiso diverso frente a la Literatura que, en mayúsculas, es lo que nos ha dado vida a los tantos que nos aventuramos a escribir. Aquí están los textos creados en los talleres Funza para contar e Introducción a la escritura creativa. Aquí viven las letras de quienes, ojalá, repoblarán el mundo de lo literario en Funza.

El círculo de la culpa

Sebastián Rico Ricaurte

Un destello de luz lo ciega. Mira a diferentes direcciones. No se explica cómo llegó allí. Corre, sin saber por qué, doscientos kilómetros como si fueran cuatrocientos metros. Una intuición le indica el camino. Llega a una carretera estilo Transfagarasan. Sube al auto. Conduce. A los cinco minutos, por su ventana izquierda observa un árbol que se distingue del resto por no tener hojas. Vuelve la mirada al frente. Metros adelante un perro atraviesa la calle. Sigue conduciendo. Cinco minutos más tarde, de nuevo aparece el mismo árbol sin hojas. El perro, otra vez, atraviesa la calle. Qué raro, piensa. Disminuye la velocidad. Continúa atento buscando algún desvío. No hay ninguno. El árbol sin hojas una vez más. El perro también. Lo sabe. Sabe que está perdido y que conduce en círculos. ¿Y el perro?, se cuestiona. Los eventos se repiten una y otra vez. No anda en círculos, está atrapado en un ciclo de acciones infinito.

Acelera. Más rápido. Más rápido. Más rápido. El árbol. El perro. ¡Maldita sea, el perro! Aprieta el freno y direcciona el carro hacia la derecha, el lado opuesto del rumbo del can. Termina en la cuneta. Baja del auto. No tiene su teléfono. En todo el ciclo no ha visto pasar otros carros. Va hacía el bosque, la dirección a la que fue el perro, para buscar ayuda. Camina. Trota. Corre. Halla una casa, al parecer abandonada. Antes de entrar mira hacia atrás, hacia los lados, ¿Y el perro?, se cuestiona. Abre la puerta.

¿Hay alguien?, pregunta. No escucha respuesta. Huele pestilente. Moscas vuelan en desorden detrás del sofá. Se acerca. Ve el cuerpo de un niño descomponiéndose. Lleva su mano a la boca. Se aleja hacia la salida. Una niña aparece de súbito. Lo mira directo y paralizada. Él se acerca un paso. Ella se aleja dos. ¿qué pasó aquí? ¿Dónde estamos?, pregunta él. Ella sigue igual: callada e inmóvil. Parece asustada. No te voy a hacer daño, le dice el hombre, ¿dónde estamos? Ella no contesta. Él la detalla, la cubre solo una camisa blanca que le da hasta los muslos, sangre que proviene de su entrepierna recorre sus aductores y el cabello le luce como si se hubiera revolcado. Aparece una anciana que interrumpe sus umbrales de inferencia. Lleva un cuchillo en la mano, el mismo cuchillo que tiene clavado en el mediastino. ¡Escóndete!, ordena la anciana. La niña sale corriendo de la sala a lo que parece ser una habitación. El hombre sorprendido retrocede dos pasos. Mira hacia los lados. El perro chilla. Está escondido bajo una mesa que se encuentra al frente del sofá. El hombre lo observa y el perro se aleja sin salir de su escondite. ¿qué pasa? ¿necesitan ayuda? ¿dónde estamos?, pregunta en ráfaga, el hombre a la anciana. La anciana no responde, solo gira su cabeza hacia una pared y observa un dibujo que está colgado. El hombre lo observa. Sus pupilas se dilatan al tiempo que sus labios se separan. Retrocede con una sensación de sorpresa y miedo. El

dibujo es un retrato de su rostro salpicado de sangre. Es él con la mirada perdida, una pequeña sonrisa y un cuchillo en la mano, el mismo cuchillo que está clavado en el pecho de la anciana.

¿Qué es eso?, pregunta el hombre con voz temblorosa. La culpa, responde la anciana. ¿quiénes son ustedes? La culpa, dice la anciana. La culpa, la culpa, la culpa, repite una y otra vez. ¡Escúcheme, señora!, dice el hombre, voy a sacarlas de aquí, dígame dónde estamos. La culpa, repite la anciana. El perro sale de su escondite. Se ubica al lado de la anciana. Tiene el cuello torcido. Chilla. El hombre abre una puerta y se encierra allí. Es un baño. Se mira en el espejo. Tiene el rostro salpicado de sangre. En su mano aparece el cuchillo. Se lava el rostro, pero la sangre no cae. Vuelve y se lava. La sangre sigue intacta, en su rostro. Tiembla. Su reflejo en el espejo se hace memoria. Lo recuerda. Sale del baño apurado. La anciana sigue allí. ¡La culpa!, grita. El hombre abre la puerta de la casa. Sale. Un destello de luz lo ciega. Mira a diferentes direcciones. No se explica cómo llegó allí. Corre, sin saber por qué, doscientos kilómetros como si fueran cuatrocientos metros. Una intuición le indica el camino. Llega a una carretera estilo Transfagarasan. Sube al auto. Conduce. A los cinco minutos, por su ventana izquierda observa un árbol que se distingue del resto por no tener hojas.

ALONDRA Nov.2021 Nov.2022
Johann • Taller Introducción a la escritura creativa, Escuela de Literatura

El frío del agua

Sebastián Fonseca Trujillo

Consejero de Cultura por el área de literatura • Taller Funza para contar, Escuela de Literatura

Tenía que encontrarla, aunque las piernas le rogaban que se rindiera, que volviera a pedir ayuda, que deshiciera el camino andado, sin embargo, la culpa que la consumía la impulsaba a continuar, no era suficiente el castigo recibido por su cuerpo, aunque sus partes le afligían, se le entumecían los músculos y le ardían los labios y le dolían las lágrimas que la quemaban al bajar por sus mejillas. El viento era húmedo y frío, estaba desorientada, las plantas de los pies le ardían y no podía cerrar sus manos. Llevaba una hora caminando, el atardecer se hacía noche y la desesperación se tornaba asfixia.

Ya había pasado por ese frailejón, ¿o era otro igual? Sentía miedo, ¿dónde estaba? ¿dónde estaba su hermanita? ¿podría mirar a sus padres de frente sin regresar con ella? Tenía hambre, su hermana se había llevado los sándwiches en su mochila roja, sus botas eran pequeños charcos en que nadaban sus pies enfundados en medias de lana, la ropa le pesaba por la ingente cantidad de agua que absorbió, el viento la hacía tiritar. Todas las direcciones del paisaje eran idénticas, los pastos y los charcos se asemejaban entre sí, la situación cada vez era peor con la oscuridad que se apoderaba de las montañas.

Todo estaba cubierto de agua, incluso ella, una pobre estudiante de quince años que llevó a su hermana, sin permiso de sus padres, a la salida de último grado, ¿no sería divertida la excursión al Sumapaz? ¿por qué falsificó el permiso y pagó el pasaje adicional? Era su culpa y lo sabía. Además ¿por qué prefirió quedarse a coquetear con el chico que le gustaba en lugar de acompañarla por la flor que quería llevar de recuerdo? En un bolsillo llevaba un puñado de flores, las agarraba con fuerza cada tanto, creía que las había arrancado la niña antes de desaparecer y fue el primer indicio por el que se internó en la tundra.

Haiku

Se preguntaba por el hombre que había permanecido absorto mirándolas cuando bajaron del bus, el guía que procuraba quedar cerca de las chicas más jóvenes y que les sugirió recolectar algunas flores de frailejón antes de volver a Bogotá. Decía que se verían hermosas entre los suaves cabellos negros que estaban adornados con cintas color granate, ¿por qué le había puesto esa cinta a su hermana? ¿por qué no le comentó a la profesora esas actitudes extrañas que tenía el sujeto en mención? Temía que algo le hubiera ocurrido, el deseo de venganza empezaba a hacer ebullición a pesar del frío de las gotas que se acumulaban en su ropa.

Ya no veía casi nada, por lo que sacó su teléfono y alumbró con la linterna. Escuchaba una suave voz cantando. Giraba en todas direcciones buscándola, cada sombra se le parecía a la silueta de una niña. La desesperación era peor, lloraba cada vez más fuerte, gritaba en medio de la noche hasta que divisó algo rojo, vio el cuerpo flotando de espalda con la mochila, moviéndose tranquilo con su tempo ondulante en el agua. Lanzó un alarido, se lanzó al agua y nadó, tomó el cadáver de su hermana entre los brazos. Su cuerpo agotó las pocas fuerzas que le quedaban para poder llegar hasta allí.

A la mañana, el sol las recibió sentadas en la orilla mirando el reflejo de sus rayos contra la laguna, ya no importaban las gélidas aguas, ni las ropas mojadas, ni el hambre, ni los dolores de la carne. La pequeña tomó la mano de la mayor para caminar de vuelta a casa mientras sus cuerpos seguían las agitaciones de las pequeñas olas. Ya no pertenecían a las realidades mundanas.

Canto de Alondra

Funza fue la primera Bogotá, además de llevar otras denominaciones más antiguas como Muykyta, Facatá, Pueblo de Indios, Valle de los Alcázares, Bocotá y uno de los más sonados y utilizados: el de Bacatá, capital muisca de Cundinamarca en donde habitaron los gobernadores conocidos como Zipas, quienes extendían sus dominios desde Facatativá hasta Zipaquirá, incluyendo la actual capital del país.

ALONDRA Nov.2022 25
Fotografía: Edgar Moncada Castellanos Luz de luna Cae en rocío Las lágrimas de Oca San Juliette Matallana • Semillero Juvenil de Escritores Funzanos Escuela de Literatura

Querido Hersheys:

Sumercé bello. Ahora que por las circunstancias ajenas a nuestra voluntad originadas por la Covid 19 me acuerdo de tus charlas alegres de foforro y pura corronchería, creo que en el fondo lo que querías era aumentar tus niveles de calentura en la nevera, como llamas al pueblo.

Ahora lo entiendo, porque a pesar del frío, hoy el barrio se puso de ruana carnavalera. Creo que en el fondo se quería aumentar ese calorcito en medio de este encierro con una buena gozadera, no fue tan largo, pero sí se cumplió con todos los protocolos del caso de un buen carnaval, tal como lo describías.

Empezamos con los pregones, tal como es la costumbre. El pregón se realizó por todo el barrio, la secretaria de la Junta de Acción Comunal anunciaba que el día siguiente el carro de desinfección estaría pasando, esto a raíz de los altos índices de contagio. La Alcaldía dispuso de este vehículo. por lo que esperaba que todos los residentes tuvieran las fachadas limpias. No te imaginas el alboroto que suscitó dicho

Ruana carnavalera

pregón, había que salir a tamaña fanfarria, era la oportunidad de vernos las caras.

En ese instante, no importaba si teníamos o no un rey momo o una reina carnavalera, pero eso sí, cumplíamos con la noche de guacherna. Alistamos baldes, escobas, trapeadores, una ropa bastante fácil de quitarse, aunque no seríamos los danzantes disfrazados de marimondas, negritas de Poluy, garabatos o cumbiamberas, era claro que alistaríamos la comparsa limpiadora que nos sacara de la rutina monótona del momento.

Lo único que esperaba era que al día siguiente el clima fuera algo amable, soleado y con un cielo azul. Así fue, nos vimos las caras después de un tiempo. Aunque no nos atrevíamos a acercarnos, por miedo o preocupación, igual ya estábamos metidos en la comparsa, esperando que pasará el vehículo. A lo lejos se escuchó: – ¡Ya está aquí, deben tener las fachadas limpias!— y no faltó más que el anuncio para que se escuchara el primer ¡Splash!, atrevidamente caía el primer baldado de agua, y la respuesta fue inmediata, el segundo, el tercero y todos ya estaban riendo y gritando. El tío

Pregonero

María Pacheco

• Taller Oralitura y memoria, Escuela de Literatura

Lentamente

vas gritando tu cansancio, la tarde se ensombrece y tu esfuerzo se arrastra por el suelo.

Gritas ¡vendo bollos, pescao, empanadas y arepita e’huevo! ¿Oiga señor, qué vende? chicha e’maí y rellena.

Cada paso suma, el sudor resbala por tu cintura,

con los pies cansaos caminas como entre piedras, buscas en tus bolsillos y las monedas no suenan la venta es pésima

¡El día está pesa’o!

Más la confianza y la fatiga no merman tu valor y pregonas sin pensar en la tristeza ¡vendo, vendo, vendo!

de los sobrinos favoritos había iniciado la guachafita; hasta los que estaban en horario laboral, al escuchar tanta risa y algarabía, solo por salir a observar, habían sido víctimas del juego. El vecindario por unos instantes había olvidado los momentos de pesares, los vi en gran jolgorio. Tu pandilla longeva de parqués se olvidó de sus males y paró la comparsa cuando el anuncio fue contundente, ¡ya está aquí!

No vestimos de negro, tampoco lloramos, pero pasaba Joselito, todos lo despedimos rápidamente seguros de que habían quedado limpias nuestras fachadas y la alegría dentro de casa.

Me dirás que faltó la verbena y los salones burrero; pero ¡qué va!, ya verás que a tu regresó una parranda carranguera, con torbellinos y guabinas te hará sentir como si estuvieras en casa.

Te veo con esa gran sonrisa en tu rostro al darte cuenta que aquí ajá, también es zipote gozadera y que el rincón de flores primaveral siempre te espera.

ALONDRA Nov.2022 26
Ilustración:
Ela Enia Montañera

El ritual

En la penumbra del cuarto lo espero, con deseo contenido, sentada en un sillón de terciopelo verde. Pasa el tiempo, mi corazón se agita y mi respiración se incrementa; inhalo y exhalo con dificultad mientras hago tronar los dedos de mis manos sudorosas. Al fin oigo sus pasos.

Entra aquel hombre, viene vestido de negro, tapa su rostro con el ala del sombrero. Trae en sus manos un pañuelo de seda, toma las mías, me levanta y me hace dar la vuelta, suelta mi cabello, el broche que lo contenía salta por el piso. Cubre mis ojos con el pañuelo. Siento zafar la pashmina de mi cuello, arrancar el vestido de encaje de mi cuerpo, liberarlo de la lencería de blonda. Por último, hala el collar, y en medio del silencio escucho las perlas estrellarse contra el piso. Tiemblo, pero ya nada importa, quiero que siga. Cuando quiero sentir sus manos en mi cuerpo, todo se detiene, el chirrido de la puerta indica que entra alguien más, luego se cierra. Alguien se acerca. No habla; sé que es una mujer, usa perfume de Cartier. Su olor invade el ambiente. Su taconeo retumba en el piso de madera mientras se acerca. Él la besa sin soltarme, los oigo respirar al unísono. Siento el jugueteo de ambos con mi cuerpo, yo de nuevo me doy… me entrego sin reparos. Los sonidos de la calle se confunden con el jadear de los anhelos. Manos fuertes recorren mi piel. El hombre se ha quitado la ropa, lo sé… lo siento. Imagino cada parte de su cuerpo, besa mis senos, me arquea, me besa, me sofoca, yo me dejo llevar, cedo, y me abandono sin culpas. Mientras besa mis labios, siento el aleteo de una lengua húmeda sobre mi cuello. Se intensifica el perfume de Cartier. Fibras suaves rozan mis muslos, y manos finas acarician mi espalda. Tiene puesto un abrigo de piel, debajo no lleva nada, frota su cuerpo contra mi cuerpo. Oigo el sonido de sus zapatos al caer, antes de ser arrojada sobre la cama. El ambiente se torna violeta, se impregna de olor a sudor y sexo desgastado. El éxtasis y los gemidos ahogados se confunden entre sensaciones de dolor y placer inagotables. Las últimas contracciones de mi vagina se acompasan con extrañas palpitaciones en mi vientre.

Mientras ellos se levantan, escucho un ruido del metal que cae sobre el piso, luego sigue un silencio que invade. Él se viste de prisa, susurran entre sí. El abrigo de ella roza mis muslos y sus manos acarician nuevamente mi cuerpo. Percibo el olor de Cartier sobre mí, sus labios se posan en los míos, saben a fresa madura. Cuando cesan las caricias, susurra: Hasta nunca. Se acabó el ritual.

Escucho de nuevo el tac…tac acompasado de su taconeo antes de cerrar la puerta. Quedo allí, desmadejada, trato de incorporarme y no puedo, un fuerte dolor me hace tocar el vientre, corre a borbotones un líquido caliente. Zafo el pañuelo de mis ojos, veo una daga de plata cubierta de sangre sobre el piso, la sábana blanca continúa tiñéndose de rojo. Siento que me voy lentamente, me voy… entre música de cítara, suspiros alados y trinos melancólicos de oropéndola, los escucho mientras muero como flor de kadapul recién cortada.

Silencio entre escombros

• Taller de poesía Cartografías del Silencio Nivel Inicial, Escuela de Literatura

Retumba en mi cabeza aquella voz Que entresuena en las pantallas.

Creo sentir en mis huesos el retumbar de los muros Que pueden caer alrededor de tu cuerpo.

El silencio me ha llegado antes que las noticias, Antes, Incluso, Que el sonido de tu voz.

Siento en mis entrañas los gritos De quien queda entre las grietas, Las voces de mi infancia podrían sonar Bajo las piedras, Los muros del hogar podrían ser la tumba De quienes fueron mis vecinos, mis amigos, De quienes fueron vida y ahora El polvo podría cubrir sus pies.

Recuerdo entonces, Tomar tu mano era levantar la voz entre las costillas, Tomar tu mano era sentir el quiebre del árbol Y saber que me cobijarías, Tomar tu mano era saberte vivo Y

Ahora

Las noticias llegan más rápido que tu voz.

Canto de Alondra

Fuente de agua que fue clave en los momentos críticos del preciado líquido en el municipio, estamos hablando de 1930, para unos este monumento es un puma o un tigre; pero si nos vamos a las especies nativas de la zona, sería un jaguar (en el lenguaje nativo de los muiscas, se diría Komba) que vivió, especialmente, en las montañas que resguardan la sabana.

Cátedra Funzana del Área de Patrimonio del CCB

ALONDRA Nov.2022 27
Beatriz Navas • Taller Funza para contar, Escuela de Literatura Ilustración: Ela Enia Montañera

Un encuentro con la mujer araña

Se apareció en mi ventana, sin más, un día corriente en el que intentaba concentrarme, sin mucho éxito, frente al computador con el que me gano la vida. Trataba de escribir algo coherente para un artículo de revista, pero preferí oprimir Ctrl-S antes de actuar.

—¡Buenassss, buenasssss! —La voz aguda y lejana, pero que a la vez se sentía tan cerca me sacó del letargo.

Estaba sola en el cuarto que funge como oficina. Creí que me estaban espantando “¿será mi abuela muerta hace 30 años?”, pensé. “¿Se habrán metido los ladrones?”. ¿Quién carajos osaba gritar de esa manera?

Caminé algunos pasos como cucaracha buscando un escondite antes de morir aplastada. Confundida, pensé en ir a la cocina y, si alcanzaba, afilar alguno de los viejos cuchillos heredados de mi abuela —y que ese día quise usar para defenderme ante un posible ataque repentino y a mansalva de esa voz que sonaba tan cerca—. Busqué a Lucifer, mi gato negro, para que enseñara los colmillos, sacara las garras y generara miedo, pero opté por la decisión más valiente de todas: me paré erguida, caminé con seguridad mientras el taca-taca del corazón me delataba. Iría de frente a confrontar al enemigo desconocido.

—Buenos días señorita, estoy pintando las fachadas del edificio y necesito pedirle el favor de cerrar la ventana —dijo en la más absurda calma, a pesar de estar tan lejos del piso.

Se trataba de una mujer metida en un overol azul, mugriento y con trazas de pintura blanca, gorra gris con naranja, ojos reteñidos con lápiz negro, uñas largas pintadas de vino tinto, bronceadísima —como si estuviera en una playa— y una imagen que se me quedó grabada: la sonrisa blanca como las nubes que quiere alcanzar todos los días y que no logra opacar el pintalabios carmín. “Primero muerta que sencilla”, imaginé.

Mi corazón se aceleró aún más al ver, con horror y frente a frente, el rostro de mi cobardía; para mis adentros, reconozco que cualquier resalto en el pavimento lo veo como un gran abismo, en cambio ella

se atrevía a trepar en esas cuerdas que sin temor a que se desbaraten y se lleven al traste su vida. La vida que ha sido para ella, a pesar de su mirada con aire de inocencia.

No entendía el porqué de esa gran sonrisa. Hacía tanto frío y sus ojos parecían decirme que quería un liberal con Pony Malta o al menos un roscón con Milo caliente, pero solo me atreví a ofrecerle una taza de café. Cuando se la entregué, ella ahí, colgada como si nada, la agarró y empezó a sorber la bebida.

apartamento, se alcanzó a salvar porque le avisé a los porteros.

La veo ahí colgada, enérgica. Parece de quince, pero en realidad tiene 38, un hijo de 16, Dylan, quien es su adoración y otra, según dice ella, “más grandecita”. El papá de su hijo, perdido; igual que el suyo, de quien solo sabe que es un hombre de plata que se metió con su mamá cuando ella trabajaba como empleada del servicio en la casa en la que él vivía con su esposa.

Me contó de su vida en la calle, de sus noches debajo de un puente y de cómo se salvó de ser puta, aunque llegó a ser cómplice de unos amigos ladrones. Sus relatos sobre cómo terminó vendiendo dulces en la calle dan un giro inesperado el día en que un amigo le dijo que en la empresa de construcción en la que trabajaba necesitaban a alguien para operar la hidrolavadora con la que se limpiaba el ladrillo. “¡Pues yo quiero es subirme a los andamios y estar allá arriba!”, le dijo, señalando un edificio cualquiera. Le dieron el trabajo y, muy pronto, el ascenso a los andamios.

—¿Qué se siente estar ahí montada? — pregunté. Estaba esculcando, jugando a lo de siempre: ser reportera, pescar palabras en río revuelto para montar una nota y sacar lágrimas en algún noticiero.

Me miró por un momento y alcancé a pensar que diría algo como que mi pregunta era estúpida, que tenía una vida y un salario de mierda y que tener trabajo en este país, así fuera informal, es un milagro.

—¡Ayy señorita, esto es mi vida entera! Por mí, viviría en las nubes, aquí me olvido de lo duro que es estar allá abajo. El mundo se ve más bonito desde acá y siento hasta que puedo alcanzar a ese man al que le dicen el altísimo. Desde aquí me olvido de mí misma y me siento libre. Puedo ser yo realmente e, incluso, me siento como la mujer araña, me trepo en todas partes y me pillo vainas todas raras. Una vez un tipo me sacó el pipí y yo estaba en el piso 20 de un edificio del Centro Internacional, casi me mato. Otra vez, me pillé a una pelada que estaba desmayada y sola en el

Mientras se tomaba el tinto, se abrió como una flor: que le decían Darita, que vivía en un barrio en donde la ciudad se ve desde arriba, “al mejor estilo de Rosales”, y que cuando no está trepada en un arnés, intentaba escribir cuentos sobre sus historias y su estadía en la calle. Se las leía y las revisaba la negra Rosemary, su mejor amiga que llegó al barrio procedente de Buenaventura y de quien decían que es su novia, porque no se le conocía consorte a ninguna de las dos. Por si fuera poco, creía que sufría de misandria, porque no podía ver a los hombres ni de lejos, al que le coqueteaba lo sacaba corriendo.

—Usted qué va a conocer por allá, señorita —dijo mientras relataba cómo era eso de vivir al lado de las canteras de Bogotá.

Por último, sacó de su amplio bolsillo un paquete de hojas dobladas, unos papeles amarillentos que mantenía ocultos y dijo “me gusta escribir cuentos, señorita. Y eso que aprendí a leer y a escribir hace apenas 10 años” Luego, agarró el papel, se olvidó del balde de Viniltex que llevaba entre las piernas, y siguió contando cómo se ven las estrellas desde lo alto.

ALONDRA Nov.2022
Alina Camacho Hauad • Taller Funza para contar, Escuela de Literatura Ilustración: Ela Enia Montañera

Urna de la memoria

Consideradas “Hospitales del alma”, “guardianes de la memoria”, “conciertos de la imaginación”, las bibliotecas tienen un lugar inconfundible en las sociedades, que se ha propagado durante milenios, perdurando por su valor e importancia como escenario de encuentro de este y otros presentes. Casa, templo, hogar, jardín, donde nos miramos a los ojos todas las generaciones y ante el susurro del lenguaje podemos ver y sentir quiénes fuimos antes de nosotros, quiénes somos, quiénes podemos ser.

Siempre he creído que entrar a una biblioteca es como entrar al universo y el Biblioparque Marqués de San Jorge, es nuestro universo en esta parte del mundo. Hoy se cumple una década de actividades de lectura, escritura y oralidad, de labores constantes al servicio de los funzanos y la cultura regional, pero también de asombros, hallazgos, investigación y descubrimientos, de vidas transformadas por el saber y la ciencia, de puentes trazados para cruzar a posibilidades infinitas, de dignificación del pensamiento y la imaginación.

Son tantas las manos, los corazones y las huellas que han cultivado este edificio con vista al futuro, que cortas serían todas las menciones y agradecimientos. Al revisar los testimonios y experiencias, esos otros libros abiertos que son los funcionarios, usuarios, administrativos, cultores y gestores, se despliega la otra biblioteca que ha escrito nuestra biblioteca, (nuestra biblioteca también es escritora) cientos de tomos y ediciones majestuosas de voces y evocaciones que narran con orgullo y nostalgia amorosa, los pasos andados, la arquitectura sentimental de este lugar que se ha soñado en coro.

El Biblioparque fue construido durante la alcaldía del ex Gobernador de Cundinamarca Jorge Emilio Rey Ángel, su inauguración fue en el mes de abril del año 2012, en el periodo de Jorge Enrique Machuca López, como regalo en conmemoración de los 475 años del Municipio, en la celebración del día del idioma.

Desde entonces se ha destacado por la calidad de sus servicios, por su capacidad de atención, disponibilidad y acceso a la información y la comunicación. El Biblioparque continúa siendo referente como único Biblioparque de la región, adscrito al Centro Cultural Bacatá, cercano a todas las edades, de puertas abiertas y servicio vigente, gracias al mandato del alcalde Daniel Felipe Bernal Montealegre y la administración, Funza Ciudad Líder.

Actualmente, el Biblioparque cuenta con un aproximado de 25 programas de promoción y animación lectora, extensiones bibliotecarias en los barrios, juntas de acción comunal, geriátricos, conjuntos residenciales y la Cárcel Municipal. Además, cuenta con programas de arte ciencia y cultura, acceso y búsqueda de información a través de nuestra biblioteca digital, que cada día suma más usuarios locales y de diferentes latitudes. Pronto también podremos ver la Biblioteca Móvil como parte de nuestro paisaje cultural.

Canto de Alondra

Son ustedes quienes hacen del Biblioparque un lugar cercano a todos los sueños. Un saludo especial al equipo de trabajo conformado por las áreas de Servicios Bibliotecarios, Colecciones, Promoción de lectura y Bibliotecas escolares, 34 visionarios que trabajan por mantener la biblioteca dispuesta a los retos de nuestro tiempo, gracias por su creatividad y servicio, cada iniciativa construida como equipo nos ha permitido crecer, al punto de extender este edificio a las calles, veredas, colegios, hogares, universidades y a cada rincón de nuestro municipio.

Es importante también exaltar la labor realizada por el Plan Municipal de Lectura, Escritura y Oralidad, conformado por las Bibliotecas Escolares, La Escuela de Literatura del Centro Cultural Bacatá, la Red de Lenguaje y El Biblioparque Marqués de San Jorge, que ha permitido organizar los propósitos afines en una comunidad de trabajo que aporta y apoya a cada iniciativa municipal enmarcada en procesos de Lectoescritura. Gracias compañeros y compañeras del Centro Cultural Bacatá, por hacer parte de esta fiesta con la inspiración que brindan con su amor al arte y la cultura. A la Secretaría de Educación y demás entes que acogen y apoyan las iniciativas y proyectos que surgen desde aquí.

Celebremos hoy y todos los días el tener una biblioteca viva y latente, llena de motivos para seguir leyendo nuestra identidad. Felicitaciones Biblioparque Marqués de San Jorge, una década de lecturas para contar.

Alguien dice “Nos vemos en el bar del campo” y la mayoría sabe dónde queda y, si no, es el cruce de dos vías principales de Funza: la calle quince y la carrera novena. Su nombre se mantiene a pesar del tiempo, gracias a un lugar de encuentro de los trabajadores funzanos, de amigos y vecinos después de una larga jornada laboral para charlar al son de una refrescante cerveza. Era, también, un negocio de varias entradas, construido en ladrillo y con un aviso esquinero en el que se podían leer las palabras “Bar del Campo”.

Cátedra Funzana del Área de Patrimonio del CCB

ALONDRA Nov.2022 29

Un mundo de palabras

Niñas y niños de 8 a 13 años

En el año 2022 hemos estado pisando tierra firme con cada una de las niñas y niños, integrantes todos del Semillero Infantil de Escritores Funzanos. Esta tierra que ha sido húmeda, seca, ligera, agreste, fértil; una tierra que ha hecho de la palabra la semilla para empezar a sembrar y poblar el mundo con las historias de origen, pues dan respuesta a la pregunta del “por qué” y el “para qué” de las cosas que los rodean, para construir sus propios imaginarios y reconocerse como creadores de su propia realidad. En la presente

edición de la revista Alondra estas palabras semilla se erigen como el resultado de un trabajo sensible y divertido. En esta oportunidad presentamos una selección de textos que pretenden narrar la fuente del universo desde la mirada de las niñas y niños que crean, así, un mundo de palabras donde tienen cabida todas las historias.

¡Esta es nuestra siembra!

Historias semilla

Origen del hombre y la mujer

Martín Emilio Obando Chiappe 10 años

Había una vez una luz. Esa luz, llamada Leo, creó a la mujer. Un día a la mujer se le cayó un diente que de repente se abrió y de él nació el hombre. Leo, al enterarse, le dio un nombre a la mujer. La mujer se llamó Antonia y el hombre Agustín. Así nacieron los seres humanos.

Origen de las montañas

Todas las tierras querían saber cuál era la más grande de todas, pero al absorber más tierra todas quedaban en empate, haciendo que se enojaran más y más. Una tierra absorbió tanta tierra que se convirtió en una montaña y se volvió tan grande que todas las tierras se sorprendieron y les dio envidia. Entonces le preguntaron cuál era su secreto, pues no sabían que también era una tierra. Ella se los contó, así que todas absorbieron tanta tierra que se volvieron montañas y todas eran diferentes. De esta forma terminó la rivalidad.

Origen de los árboles

Martín Emilio Obando Chiappe 10 años

Había un señor llamado Itachi. Él estaba muy enojado, así que haló y haló el pasto. Tanto que de allí nació la tierra. Entonces, Itachi moldeó el pasto y la tierra y de ahí brotó la madera, de la que luego nacieron las hojas.

Origen de las nubes

Lina Sofía Gil 8 años

Las nubes son esponjadas, suavecitas y parecen un algodón de azúcar. Uno, desde la tierra, se quiere comer las nubes. Hay nubes diferentes, hay unas que hasta parecen un masmelo. Mi primo dice que las nubes se hacen con el humo de la cocina. Las nubes y la lluvia, me parece, son primas.

ALONDRA Nov.2022 30
Introduce Paola Gil Ríos • Docente Escuela de Literatura
Infantil de Escritores Funzanos, Escuela de Literatura -
colectiva
Semillero
Creación
Ilustraciones: creación colectiva del Semillero Infantil de Escritores Funzanos

Origen del río

Un buen día, Kache, que era un buen trabajador de leña, escuchó un sonido que decía su nombre. Entonces él se asustó mucho, corrió a su casa y le contó a su familia, pero no le creyeron. Al otro día se levantó para ir a trabajar y, cuando volvió a escuchar, su nombre ya no se asustó. Entonces, cortó un árbol en el que encontró un papel que decía: “di mi nombre tres veces”. Él dijo todos los nombres, hasta que pronunció: “a-gu-a”. Lo repitió y ¡Chack! sonó algo y ¡Pushh!, salió agua por montones. Después Kache dijo: “¡detente!” y entonces el agua se esparció por todas partes formando ríos y lagos. Kache regresó a su casa muy feliz, con un montón de comida y peces.

Origen del fuego

10 años

Mucho antes de que existiera el fuego del sol para dar calor, solo era una enorme estrella la que emanaba electricidad. Todos tenían frío, porque la electricidad no calentaba tanto como el fuego. En la tierra, las personas conocían a un viejo brujo que sabía todos los secretos de la naturaleza. Un día, el brujo hizo un ritual con el que logró invocar al espíritu del fuego, que también produjo luz. El espíritu era muy respetado, pero los seres humanos no lo cuidaron lo suficiente, así que decidió irse y les quitó el preciado fuego. La gente le rogó al espíritu que se los devolviera para poder vivir, pero él no quería volver, ya no quería sufrir más. Después de mucho tiempo, vio que lo extrañaban tanto que decidió darles a los seres de la tierra el sol y el conocimiento para hacer fuego.

Historia de la creación del mundo

Álvaro Nicolás Moreno Quiñones 10 años

Hace mucho tiempo no existía nada, solo había un vacío interminable, cuando de pronto apareció una cosa que al principio estaba dormida. Todavía no era el sol como tal, sino un enorme círculo negro. Cuando la luz se despertó, todo era luminoso. Por donde pasaba creaba algo, por ejemplo, los planetas, pero solo a uno transmitió tanta energía que se llenó de vida. Esa era la Tierra.

Primero estaban las galaxias, se fueron uniendo y así se crearon las plantas que, poco a poco, fueron evolucionando. Hasta que, de pronto, de una de ellas nació un saltamontes y de él se crearon el resto de los insectos. De uno de ellos nació un pequeño reptil que se fue haciendo cada vez más grande y se convirtió en un cocodrilo, hasta que se crearon el resto de los reptiles. Después de mucho tiempo, de uno de ellos nació un mamífero y, con él, el resto de los animales que conocemos hoy en día. El mono fue el que nos trajo a la vida, fue un proceso largo, de miles de años, así el ser humano creó casas, tecnología y muchos materiales que actualmente utiliza. Así se crearon todas las cosas.

Origen del viento

Miguel Ángel Torres 10 años

Un día el sol estaba muy picante, intentaron instalar hielos y ventiladores, pero no calmaban el calor intenso.

Hoy estoy de buen ánimo, aprovechen —dijo el Sol.

—Sol ¿qué haces? Es demasiado calor, estás matando a mi familia —dijo el Agua.

—Entonces, detenlo tú —dijo el Sol.

Desde ese día empezó una rivalidad entre los dos, tanto que el sol bajó a la tierra y empezaron a pelear. Así se creó el viento. Desde ese día, el viento por más fuerte que fuera, no tendría ningún efecto en el mundo.

Origen de las piedras

Una vez había una montaña que brillaba y, de tanto brillar, se le estaban cayendo cosas. Esas cosas duras eran piedras. Se le cayeron piedras pequeñas, grandes y medianas. Había carbón del fuego, su calor le dio el color negro y también llegó algo sin color, que era transparente. Luego vinieron las nubes y le dieron un poco de blanco y así la piedra consiguió su color gris. Pero algunas piedras quisieron ser negras y otras blancas y así se hicieron las piedras de todas las formas y colores.

ALONDRA Nov.2022 31

En la mente de un autor. Radiografía de un taller tejido a muchas voces

Marilyn García

Al inicio de este año, las gestoras del programa de Bibliotecas Escolares del Biblioparque Marqués de San Jorge, se reunieron para proponer nuevos talleres con el fin de fortalecer y promover la animación lectora, la escritura y oralidad en las instituciones educativas oficiales del municipio de Funza y público en general. De allí nació la idea del taller En la mente de un autor, cuyo objetivo es identificar las obras y biografías de autores nacionales y extranjeros para traerlos, de forma contextualizada, a la vida cotidiana de los estudiantes. Es así como, en este taller, se propone a los asistentes sumergirse en la maravillosa mente de cada autor con el fin de conocer su proceso creativo a la hora de generar obras escritas que cautivan a sus

lectores. Nos adentramos en la mente de autores como Gabriel García Marques, Ivar Da Coll, Keiko Kaska, Yolanda Reyes, Jairo Aníbal Niño, Rafael Pombo, Oscar Wilde, entre otros. En cada biblioteca escolar se rindió homenaje a cada uno de ellos con la efeméride del mes.

En el transcurso del año se contó con la presencia de poetas extranjeros que, a través de conversatorios, acompañaron este taller en las instituciones oficiales. Además de ello, tuvimos la participación del autor de literatura infantil y juvenil John Fitzgerald Torres, quien interactuó con la población estudiantil en un espacio en el que pudo contar su trayectoria.

El oficio de espantar moscas

Mi oficio era amanecer junto a la basura y velar porque los periódicos y los poemas de los magazines no fueran leídos: Era peligroso dar con un discurso, una noticia, una cábala o un poema.

Pero la carne es débil y el corazón expuesto: mi consciencia y lealtad fueron compradas

por una docena de moscas y todo cambió esa mañana de mil novecientos ochenta y cinco en un basurero de San Fernando. La mañana en que los habitantes de armero

fueron dignificados a brasas de candela, desde un magazín, que ya había hecho lugar en la caneca, un poema se ofreció a mis labios. Me puse al alcance de las letras: “el niño está en su cuna,

Con estas actividades se promovió en los asistentes una mejor percepción del trabajo que debe realizar cada autor para llevar una obra literaria al público.

En la mente de un autor fue el taller estrella en las bibliotecas escolares en este 2022, ya que permitió valorar la profesión de escritor y generó en los asistentes una curiosidad literaria que, por qué no, facilitará la emergencia de futuros escritores y nuevos enamorados de la literatura.

descorro la muselina y espanto las moscas”.

Yo espanté las moscas del poema, viejo Whitman, duerme tranquilo.

Leeré uno a uno tus nuestros epitafios. Por este poema y otros trecientos sesenta y cinco perdí todos mis principios y virtudes. Me sorprende ver tantos poemas en la basura y tan poquitas moscas que espantar.

Canto de Alondra

El Humedal Gualí es el más grande del departamento de Cundinamarca, un sitio sagrado Muisca, lugar de equilibrio espiritual y espacio de contacto con la naturaleza. Además, es un mágico espacio que alberga la vegetación y las diferentes especies de animales. Se erige como una gran esponja de agua que ayuda a suavizar el impacto de las fuertes lluvias para evitar inundaciones. En definitiva, tenemos un exuberante ecosistema que abraza a nuestra Funza desde tres esquinas hasta el hermoso sector de Monteverde.

Cátedra Funzana del Área de Patrimonio del CCB

ALONDRA Nov.2022 32
Fidel Taller de poesía Cartografías del Silencio – Nivel Avanzado, Escuela de Literatura

Funza y el diario de la ciudad apocalíptica

Steven Grajales

• Promotor cultural, Biblioparque Marqués de San Jorge

Escribe, escribe sobre esa ciudad que te maltrata y te fascina. Ella, en realidad, ha sido la única que ha podido Separarte de mi lado.

Simón Tebcheranny escribió, un 28 de enero de 1995, en su Diario en la ciudad apocalíptica lo siguiente:

En el siglo XIX la ciudad arquetipo era París. En el XX ha sido Nueva York. Ahora, a las puertas del tercer milenio, la ciudad tercermundista es el arquetipo: caos, violencia, cordones de miseria, vagabundos, habitantes de las alcantarillas, multitud de dementes por las calles… Nosotros ya nunca seremos como París o Nueva York, sino al revés. Ellas, cada vez más, se parecen a Bogotá, a Río de Janeiro o a Ciudad de México. Somos el futuro. He ahí nuestro difícil privilegio. (Scorpio City; Pág. 150).

Este personaje de Mario Mendoza aparece en cuatro de sus novelas. Se le describe como escritor, bohemio, flâneur y solitario que recorre las calles de Bogotá. Como leímos en la cita anterior, figura a la ciudad como el destino de los centros primermundistas. Conoce lo que está bajo fondo en el centro de la metrópoli, de aquello marginal que no se separa de su esencia. Por ello es que, en su diario, aparece recurrente la idea de una Bogotá decadente que prefigura honesta.

La Bogotá de Tebcheranny vuelve constantemente a los mismos lugares: el Centro, Chapinero y La Candelaria. Si bien hay mención de otros barrios en el norte u occidente de la ciudad, concentra su atención en estos espacios donde predomina lo clandestino. Al parecer, la creatividad del personaje bebe de aquellos contextos en los cuales confluye la sociedad marginada y decadente. Esta inspiración pareciese, a su vez, dolorida y morbosa cuando habla de lo citadino:

Estoy sentado en la última fila, despidiéndome de mi ciudad en secreto. Allá, en el escenario, una muchacha morena se desnuda al ritmo de la música. Adiós, Bogotá, ciudad apocalíptica de las mil heridas, ciudad venenosa que te ensañas con los que no te comprenden, ciudad de dulce crueldad, ciudad-travesti de maquillajes incomprensibles. Llevaré tu veneno en mis entrañas con la más profunda jovialidad. (Scorpio City; Pág. 156).

Bogotá, con su civilización y progreso, pareciese que propaga ese “veneno” por todas las ciudades aledañas. ¿Qué es Funza para Bogotá? ¿No es acaso una extensión de la metrópoli? Existe un mito griego en donde Crono (padre de los dioses del Olimpo), devora a sus hijos fecundados con Rea. Su apetito voraz, y

el temor a la sentencia prescrita de que uno de ellos lo va a destronar lo llevan a cometer estas acciones. Seguramente la capital esté devorando a Funza, pero en algún momento nuestra ciudad se le impondrá para ser la cuna de los escritores de un futuro diario apocalíptico. Vemos lo siguiente.

El 16 de febrero de 1995 Simón escribe en su diario: “Me acerco a la ventana de mi habitación y veo unos obreros trabajando en construcción. Edificios, edificios: abejización arquitectónica. La abeja humana que trabaja en la conformación de la ciudad-panal”. (Scorpio City; p. 153). Si subes a la terraza del Instituto de arte y cultura, o de cualquier edificación alta, encontrarás a la redonda mínimo tres manifestaciones de dicha “ciudadpanal”. Estos “monumentos citadinos” desdibujan lo rural para imponer un paisaje de cemento.

Tebcheranny vuelve a escribir el 02 de febrero de 1995 lo que viene a continuación: “Pienso en una gigantesca ciudad-caos que produce una literatura-rap: giros, contracciones, retorcimientos, ritmos veloces, convulsiones y respiraciones agitadas que se toman la escritura. Esa sería una magnífica experimentación: buscar una palabra que venga de un cuerpo desestabilizado”. (Scorpio City; p. 151152). El Rap crece en Funza. Lo podemos hallar de noche en el parque principal o como el gusto que predomina en colegios. La estética de este movimiento nace de la parte marginal del ámbito citadino. Los cambios vertiginosos que ha sufrido nuestra ciudad en los últimos años han alimentado el gusto por este género: el crecimiento de la infraestructura y su población, la existencia de una zona rosa en el barrio La Cita, la aparición y multiplicación de habitantes de calle.

Seguramente queda mucho que mencionar, pero estos son los ejemplos que nos comparte Simón en su Diario de la ciudad apocalíptica. Estos resquicios que van apareciendo en Funza la van construyendo como prototipo de Bogotá. Habrá que esperar el momento en el que empiecen a aparecer los herederos de esta postura narrativa, aquellos “Tebcherannys” que describan el Parque principal o los barrios aledaños a este de una manera marginal y decadente, desde la poética de lo citadino.

Pueden encontrar a Simón Tebcheranny en los siguientes libros de Mario Mendoza que se encuentran en el Biblioparque Marqués de San Jorge.

•Una escalera al cielo. Libro de cuentos y primer libro escrito por él.

•Cobro de sangre. Tebcheranny es mencionado por los personajes principales.

•La Locura de nuestro tiempo. Varias reflexiones recogen el pensamiento de Tebcheranny.

ALONDRA Nov.2022 33
Ilustración: Jan V Díaz

Narrativa Gráfica

Fotopoesía: una poética de la imagen que atraviesa la palabra

Como resultado del proceso formativo del Taller de Narrativa Gráfica durante el año 2022, a través de la exploración de diferentes lenguajes, formatos, técnicas y materiales, se han encontrado nuevas formas de contar historias a través de la imagen en conjunción con la palabra, un lugar donde la poesía y la fotografía se encuentran de manera espontánea y orgánica para reconocer nuevos territorios narrativos, en los que el lenguaje fotográfico construye su propia poética y la palabra acompaña, refuerza y se abre paso entre la imagen para mostrar lo invisible detrás de la composición visual en conjunto con la literaria.

En la presente edición de la revista Alondra hemos abierto un espacio para la fotopoesía, cuyo elemento constitutivo principal es el fotopoema. El trabajo titulado Casas que hablan, nos remite a la pregunta por el nexo entre la fotografía y la palabra, pero también indaga en una poética de la imagen, que hable por sí misma, que indague en formas compositivas y expresivas, con el fin de evocar paisajes y memorias ancestrales en relación con “la casa” como tema central de la obra. Este es un trabajo realizado por Héctor Cristancho, integrante del Taller

de Narrativa Gráfica, cuya labor se enfoca en inmortalizar aquellas casas viejas y deshabitadas en diferentes lugares y veredas del departamento de Boyacá.

Se entiende la fotopoesía como una forma de expresión artística que utiliza el recurso fotográfico con el fin de comunicar un mensaje implícito en la imagen, composición que es acompañada o

“la fotografía análoga o digital se convierte en un instrumento poético que se utiliza como mecanismo de introspección, lo que permite plasmar una escritura visual y emocional sobre las experiencias vitales que nos movilizan”

reforzada, o no, con un texto poético. Como resultado, un fotopoema puede contener una doble carga sugestiva y transgresora

Casas que hablan

de la realidad. En consecuencia, la fotografía análoga o digital se convierte en un instrumento poético que se utiliza como mecanismo de introspección, lo que permite plasmar una escritura visual y emocional sobre las experiencias vitales que nos movilizan. Así como se puede escribir un poema con palabras, también se puede escribir con imágenes, todo con el fin de mostrar lo oculto tras la palabra como artificio humano.

Casas que hablan se presenta como un viaje a través de los paisajes de la memoria que revive voces y épocas pasadas. Entre sus muros corroídos por el tiempo, las puertas y ventanas abiertas de par en par, la naturaleza colonizando las grietas y el abandono, transitan los fantasmas del recuerdo. Las voces familiares se regocijan a la luz de la vela, los aromas de manjares, agasajos y el canto de las aves y de los niños. Los pasos laboriosos de quienes habitaron estas casas, reviven cuando las paredes consumidas por el moho y la vegetación inclemente trazan genealogías desaparecidas. Es entonces cuando renace el fuego en las estufas de leña para iluminar las historias guardadas en cada rincón de la casa.

ALONDRA Nov.2022 34
Introduce Erika Alejandra Solano Cardona • Docente Escuela de Literatura Héctor Cristancho • Taller de Narración Gráfica Imagen y palabra, Escuela de Literatura Uno a uno van llegando, cumplida la jornada, el frío, la noche, el calor de las brasas. Noches iluminadas por la vela, los arcos de luz.

La penumbra acoge las palabras que trenzan los mayores.

en estos rincones más solitarios, tristes

Las ventanas ciegas que nadie abre, guardan el sello del olvido.

abandonan mi cuerpo, me rompen en mil pedazos.

La vela cada vez más corta igual que mi cuerpo

donde transcurre el tiempo de mi cuerpo que enmohece

Los años, la nostalgia habitan los rincones

Todas las piedras retornan al vacío, dejan la profundidad de su silencio.

ALONDRA Nov.2022 35

Ceremonia de premiación del Concurso Municipal de Ortografía para Instituciones Educativas Funza 2022. Primer puesto Categoría Infantil: Paula Alejandra Jiménez Yánez, Primer puesto categoría Prejuvenil: David Santiago Manrique Pérez, Primer puesto categoría Juvenil: Laura Jimena Amórtegui Fuentes, Segundo puesto categoría Infantil: Jerónimo Barón Camargo, Segundo puesto Categoría Prejuvenil: Danna Valentina Velásquez Puerto, Segundo puesto categoría Juvenil: Hannah Sophía Vega Moreno. Ganadores del premio a la participación grupal: Colegio Parroquial Santiago Apóstol.

Des-equilibrio

• Taller de poesía Cartografías del Silencio - Nivel Inicial, Escuela de Literatura

Ya no contestó el moribundo; pero movió la mano, como si quisiese estrechar la de Zaratustra en señal de gratitud Friedrich Nietzsche - Así hablaba Zaratustra.

Oculto en su cueva de recuerdos ve las luces más allá, sabe de las sombras, siempre está asustado es más fácil quedarse en sus memorias, huir que vivir.

Abrazado a la calma trata de romper las fronteras, dibuja cuerdas entre torres de silencio para realizar su función ante sí mismo, su único público.

Voces en su cabeza exaltan cada paso temeroso,

otras esperan con ansiedad una nueva caída sin red de protección. Amanece, oportunidad de seguir cayendo desde la cornisa de la vida.

Es mejor no apagar el televisor, saber que entre más se aviva la llama más luz, pero solo nuevas sombras aparecen.

Se pierde la razón, es más clara la realidad.

El hombre es un funambulista ebrio que sueña con terminar su acto.

Fuerzas contrarrestadas

Luisa Fernanda Lovera Pestana

• Taller de poesía Cartografías del Silencio Nivel Inicial, Escuela de Literatura

No has muerto, tu cuerpo aún respira, tus músculos inmóviles aún sienten el aire que pasa entre tus piernas. Observas a la soledad bailar frente a la masa inerte que ahora te pertenece. Deseas el salto y el infinito vacío de la caída. Mirada fija, giras en un carrusel que no para. Caes.

La eterna danza ha cesado, el tiempo se detiene y la música se agota, el pulso no tiene sentido. Cinco, seis, siete y

ALONDRA Nov.2022 36
Nada
Fotografía: Enrique Barbosa

Oficios de la escritura: más allá de un libro

Introduce Andrés Susatama • Docente Escuela de Literatura

La Escuela de Literatura creó un espacio para ampliar la manera de relacionarse con los procesos artísticos denominado Oficios de la escritura que ha pasado por varios momentos. Durante la pandemia fue planteado, a manera de seminario, como un espacio virtual de encuentro con invitados que aproximaban a los participantes a prácticas y acciones que se realizan en la cadena del libro. En el 2021 el seminario buscó fortalecer los espacios de la gestión literaria desde la perspectiva de proyectos culturales. Para 2022 el espacio pasó a la presencialidad con el objetivo de activar el hacer manual y para explicar el proceso de creación. En palabras de una de nuestras estudiantes, los Oficios de la escritura “Son esas tareas que se hacen alrededor del libro como el empaste, las costuras, la restauración, la encuadernación, las ilustraciones y la elaboración del mismo papel, para poder

llegar a su destino final: la escritura y las diversas representaciones que se hacen alrededor de la misma.”

Es por ello que este taller de oficios de la escritura es una base para conocer y aprender cómo se puede elaborar papel reciclado artesanal para elaborar elementos de uso editorial (separadores de libros, libretas, agendas, etc.) y, así mismo,

“este taller nos enseña diversas tareas en torno a los oficios de la escritura como plegado, calado, costura, corte, diferentes técnicas de color, dibujo, entre otras actividades”

colaborar con la reducción de residuos y el uso desmedido de los recursos naturales.

De la misma manera, este taller nos enseña diversas tareas en torno a los oficios de la escritura como plegado, calado, costura, corte, diferentes técnicas de color, dibujo, entre otras actividades que se pueden realizar para recrear y presentar diferentes escritos.”. Elisa Jiménez.

El proceso dio como resultado cinco libro arte en los que se evidencian las técnicas que fueron vistas en las clases, junto con un ejercicio de escritura que destacó los intereses de cada una de las participantes y las posibilidades que la creación artesanal les ofrece.

Canto de Alondra

La palabra Guapuchero, gentilicio de los funzanos, se refiere a una especie de pez endémico, pequeño y grisáceo que habitó las aguas del territorio: las lagunas, humedales y las chucuas o zangas que atravesaban a Funza. Estos animales eran relativamente fáciles de pescar, ahora se recuerda el tarro oxidado de pintura como aliado para atraparlas. La Guapucha se comía con maíz porva o pira, de exquisito sabor, alimento ancestral.

Cátedra Funzana del Área de Patrimonio del CCB

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Fotografía: Santiago Velandia

Oficios de la escritura: más allá de un libro

Teresa es una casa que vive muy contenta con muchos amigos que van de fiesta. Teresa nunca está sola, siempre la acompañan. Sus mejores amigas son María y Alegría, las montañas más hermosas que hemos visto.

En estas montañas nace un largo río con sus aguas de mil colores. Las nubes son testigos del canto del fastuoso río.

Detrás de un árbol se la pasa un gato bandido, ahí siempre está escondido para ver pasar a Juanito.

¡Miren, miren, ahí está Poncho! es un gato muy particular, se baña con maña para ir a pasear. Poncho está esperando a Juanito.

Juanito el ratón es un gran bribón ¡qué tal el descarado! se lleva a casa un queso como si fuera un gran trofeo para esconderlo detrás de un gran ramasal.

Teresa es una casa que vive muy contenta ¡Todos sus amigos han llegado ya a la fiesta!

Góndola a la deriva

Érase una vez un día soleado en una ciudad marítima donde la forma de movilización era por tren o por barco.

En los días soleados salían los habitantes a pasear en góndola.

En esa góndola había una pareja paseando y un remador, todos estaban muy felices disfrutando el día.

Una vez, el remador dejó a la pareja en el muelle y se alejó varios metros. La pareja se despidió efusivamente en la distancia.

El remador estaba un poco agotado después de un día de trabajo bajo el sol radiante y en el acto perdió el equilibrio dentro del bote.

Este cayó al agua y, al emerger, pidió ayuda pues tenía los pies encalambrados

Al no haber nadie cerca para socorrerlo, este finalmente se hundió en las profundidades del agua y la góndola quedó a la deriva.

ALONDRA Nov.2022 38

Marineras

Miriam del Valle

Sol, luz incandescente, amanecer marinero, rayos luminosos, ardientes.

Olas diamantinas se mecen, aguas azules Arena Blanca, mi barca repleta de plateados peces.

Oro negro, sonidos se oyen desde el tanquero petrolero, riquezas sobre la Isla Borracha, sinfonías de pelícanos que alzan el vuelo se acercan al muelle, las lanchas, alegría y risas en las almas.

Cruz marinera, azulita, ilumina la ciudad y a lo lejos diviso mi casa.

Naturaleza y entorno

Elisa Jiménez Cajamarca

Paisaje en el horizonte. Sol resplandece en la distancia. Mariposa volando alrededor de su nogal. Naturaleza-árbol, refugio del vuelo. Búho observando, un piquete esperando. Árbol de frutos resplandecientes. Arbusto, resguardo del indefenso. Sonido de un piquete en el eco del bosque.

Lina Cruz

Y sí, ¡soy Annita! y aquí vivo.

Las montañas son grandes y las nubes bonitas. Lo que más divierte de vivir aquí es subirme a los árboles y esconderme por un rato, hasta que mamá me encuentra.

Un día llegó a nuestra casa un lobito grande y juguetón, lo llamamos copito. A él le encanta morder las flores y perseguir mariposas.

Lo más fascinante de este lugar es el color de las flores y su aroma.

Por varios meses llega el invierno y todo cambia de color, los animales se esconden y a mí no me dejan salir.

Los días son fríos, pero mamá, papá, copito y yo, esperamos a que llegue la primavera.

ALONDRA Nov.2022 39
Annita

Alana Castellanos

Alina Camacho Hauad

Álvaro Nicolás Moreno Quiñones

Amanda Avilán Buriticá

Ana Niño

Ángelo Rodríguez

Antonia Tunjo

Beatriz Navas

Beatriz Roa

Camila Ramos

Carmen Dora Espinosa Correa

Chris Dayan Melo Tarquino

Claudia Amparo Jaimes

Daniel Esteban Meldivelso David Prieto

David Sánchez Londoño

Ilustradores

Elisa Jiménez Cajamarca

Esteban Meldivelso

Gabriel Gaviria

Héctor Cristancho

Isabella Ochoa

Isabella Tapia

Laura Alejandra Niño Montoya

Lina Cruz

Margarita García

Martin Meldivelso

Miriam del Valle

Sandra Milena Acosta Martínez

Sofía Rodríguez

Violeta Susatama

Escritores

Elisa Jiménez Cajamarca

Fanny Díaz Vargas

Fidel Eslava Gerónimo Ávila

Gladys Moreno Gloria Mora

Gloria Yolima Gómez López

Héctor Cristancho

Inés Molina Barbosa Isabella Tapia

Johann Sebastián Rico Ricaurte

Juan Esteban Valderrama Juan Luis Gamba

Juan Manuel Caicedo

Juana Valeria Matallana Pinzón Julián Meneses

Participación de la Escuela de Literatura del Centro Cultural Bacatá y el Equipo PMLEO en la Comparsa de apertura del XXV Festival de Arte y Cultura Zaquesazipa 2022. La temática para el muñecón representativo fue un homenaje al escritor colombiano Rafael Pombo con su personaje Rinrín Renacuajo.

Juliette Matallana

Laura Alejandra Niño Montoya Laura Lizeth Parra Leonor Riveros Libardo “Bayo” Flórez Liliana Jaimes Lina Cruz Lina Sofía Gil Luis Martínez Luisa Fernanda Lovera Pestana Lusseth Marín Margarita García María José Ramírez María Pacheco Marilyn García Martín Emilio Obando Chiappe

Autores invitados

Chary Gumeta (México)

Francisco José Cruz (España) Héctor Cañón

Hernán Vargascarreño

Ioana Gruia (Rumania)

Jean Portante (Luxemburgo)

Jorge Eliecer Ordoñez

José Luis Díaz-Granados

Jotamario Arbeláez

Juana M. Ramos (El Salvador)

Omar Garzón

Víctor Gaviria

Martin Meldivelso

Miguel Ángel Lesmes Miguel Ángel Torres Miriam del Valle

Nadia Ximena Mora Najla Tellez Rubén Susatama Samuel Giraldo Samuel Piamba

Sandra Jimena Bacca

Sandra Milena Acosta Martínez Sebastián Fonseca Trujillo Steven Grajales Violeta Susatama Yinett Zulay Urrego

Artistas invitados

Ela Enia Montañera @fenacosaurio Jan V Díaz @janvdiaz

Jennifer García Delgado @jeyjengd

Jennifer Vélez Ducuara behance.net/MandyKalavera Juan Pablo Gómez @hipolito_ambar

Agradecimientos especiales

Fernando Romero H, coordinador de Cátedra Funzana del Área de Patrimonio del CCB

Catalina Chunza, asistente técnica Plan Municipal de Lectura, Escritura y Oralidad de Funza

Edgar Moncada Castellanos @edgar_moncada_c

Enrique Barbosa @enriquebarbosaphoto

Giselle Jiménez Sánchez

Santiago Velandia Paola Gil Ríos

ALONDRA Nov.2022

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