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Rituales de muerte, despedida en el norte argentino
from La muerte desde un enfoque inter y multidisciplinario. Hacia una terapia psicosocial y cultural
RITUALES DE MUERTE, DESPEDIDA EN EL NORTE ARGENTINO
AMALIA NOEMÍ VARGAS4 (Argentina)
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Introducción
Agradezco al profesor Roberto Agreda Maldonado por la invitación a este Simposio sobre la Muerte.
Mi exposición, se referirá a prácticas rituales registradas en el Departamento del Carmen cuidad Perico, en la Provincia de San Salvador de Jujuy. Lugar donde he nacido y vivido hasta mí partida hacia Buenos Aires. Motivo por el cual mi relato puede dejar entrever el sentimiento y la creencia que me une a este ritual que
4 Licenciada en Culturas Tradicionales. Magister en Cultura y Sociedad, Sistema de Creencias. Licenciada en Bellas Artes. Posdoctorado de Medicina Tradicional. Autora de ensayos, artículos científicos y libros sobre su especialidad. Gestora cultural. Conferencista internacional.
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describiré, este rito lo realizamos para mi tía Lucia Carrazana hermana de mi madre.
Debo decir que la despedida del difunto, es una celebración plenamente vigente pero solo se da en algunas familias las cuales siguen realizando el rito, he participado de varias despedidas de difuntos desde pequeña, pero este es uno de los más completos que he presenciado, según mi madre “así lo hacían los antepasados”. En ella intervienen elemento de índole económica, lúdico, estético. Los cuales siempre están presentes en rituales de esta zona andina.
El pasado y la creencia se reivindican en este tributo a los antepasados que han forjado la historia y la cultura que detenta el grupo. Así, una celebración particular adquiere trascendencia comunitaria en esta práctica que refleja el sentir de toda la familia y comunidad Periqueña. Antiguamente según algunos arqueólogos la gente enterraba a sus familiares, dentro de las viviendas o en los patios de las viviendas. Se creía que, al enterrarlo dentro de la casa, el muerto desde el otro mundo todavía, los acompañaba, según mi abuela Emiliana dice “si nuestros muertos están en esta tierra, esta tierra también nos cuida y nosotros cuidamos de ella” es una manera de afianzarse con la Pachamama, madre tierra.
De alguna manera era un buen presagio enterrar al difunto cerca de la casa, además cada actividad que se hacia dentro de la vivienda, era bien vista por los ancestros, por
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eso esta creencia y estos ritos a lo largo del tiempo se hicieron cada vez más fuertes.
A partir del 1200 aproximadamente se encuentran sitios arqueológicos con cementerios, pero se continúan enterrando dentro de las casas. Los cuerpos que se encontraron siempre estaban en posición fetal, en una especie de bota bajo la tierra rodeada de piedras, siempre con sus ajuares mortuorios u ofrendas, Con la llegada del conquistador vino el cambio de ideología, la imposición del cristianismo una de las cosas que cambio es la visión de la muerte, no se encuentran registro escritos anteriores a la conquista de que pensaba el indígena acerca de sus muertos, pero al igual que en otras épocas hoy algunas familias continúan las tradiciones ancestrales andinas.
Un ritual en el noroeste argentino En la zona de la altiplanicie Puneña aún habitan comunidades aborígenes "qollas” prevalecen rasgos lingüísticos del quechua y del aymara. Para esta investigación tome Perico del Carmen, situada en un amplio valle llamado de los Pericos, 27 Km. al sur de San Salvador de Jujuy por Ruta Nacional Nº 9, y a 1.268 m.s.n.m. Forma parte indudablemente, de una de las zonas más fértiles de la provincia.
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El Carmen fue habitado por los jujuies, denominación genérica dada por los hispanos a los pueblos indígenas del sur del actual territorio provincial: churumatas, ocloyas, osas y paypayas. Entre estos los más importantes fueron los primeros, ubicados en el margen izquierdo del río Perico para proveerse de agua y alimentos. A fines del siglo XV quedaron bajo el predominio del imperio incaico, en su etapa de mayor expansión, y el lugar se transformó en una posta más del camino del inca.
Donde, susurra el viento, y acompaña las plegarias de nuestros muertos. Pueblos de artesanos, de gente calla¬da, de clima cambiante, de sombras, de sole¬dad, de sol, de edad indefinida. En este contexto se produce un ritual de despedida. Una despedida que provoca para estos días, el traslado de parientes cercanos desde varios puntos de la provincia.
La muerte y los pasos rituales
La secuencia de las celebraciones o ceremonias son varios desde quemuere hasta que cierra el ciclo de despedida final; este tiempo dura tresaños. Todos los familiares y amigos cumplen un rol muy importante eneste largo proceso de desapego para despedir al nuevo difunto, entre otras, las siguientes funciones relacionadas con el principio teológico inicial de que la vida no termina, solo se transforma sin desvincular al difunto de los sobrevivientes. A partir de su deceso, el difunto cumple las
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siguientes funciones: 1) marcar el cambio de estatus del difunto, quepasa a ser alma, nuna, ajayu; 2) preparar al alma para su largo viaje dándole lo que necesite; 3) asegurar el bienestar y las ulteriores relaciones con los sobrevivientes; 4) reafirmar la vida, con la alegría y de manera comunitaria; 5) sobre todo en sus primeras fases iniciales, brinda también signos y augurios sobre futuras muertes en la familia o comunidad.Es importante, en sus fases finales, resaltar la relación bienhechora de los muertos con la lluvia y con todo el ciclo productivo. La nueva vida del fallecido tiene mucha relación con toda la vida del cosmos (Albó,2009). Es por este motivo que se debe cumplir con los ritos preestablecidos tradicionalmente. A continuación, realizaremos una breve descripción de las etapas rituales, que se explicarán con mayor profundidad posteriormente.
• Velorio del cuerpo. Generalmente al difunto se lo vela durante dosdías en la casa donde él vivía, se reza y coquea toda la noche, mientras se cuentan principalmente historias de otros difuntos y algunos cuentos de almas en pena. • Lavatorio del cuerpo del muerto. Este rito se realiza luego del deceso del familiar, generalmente el tercer día. Una vez enterrado el cuerpo,se lavan todas las pertenecías del difunto, tanto objetos como prendas, estas son purificadas en el río, a 4 kilómetros de ciudad Perico,
Jujuy. • Armado del altar con “escalera”. Este espacio es consagrado por lafamilia; en este lugar se construye con maderas una especie de esca-lera por donde subirá el
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alma o ánima del difunto. El altar tendrá laimagen del difunto, agua bendita, flores y velas; frente a este altar se rezará durante nueve días consecutivos por las noches. • Armado del muñeco y quema. Se realiza luego del lavatorio; con lasprendas purificadas se arma una estructura de madera, se construyeuna réplica idéntica del difunto y un caballo para que lo lleve al hanan pacha o ámbito superior, ambos de 1 metro de altura, luego se lo quema en el monte a las 0 horas del último día de la novena. Comocierre definitivo del velorio, desde el primer día de su muerte hastaeste último día, la duración de este rito es de doce a trece días. • Levantamiento de luto. Esta ceremonia se realiza al año de la muerte del familiar, se realizan una misa, una cena y un baile, en donde losdolientes se cambian la ropa negra utilizada durante el año de lutopor prendas de colores vivos. • Día de los Muertos. Este rito se realiza el 1 y 2 de noviembre de cadaaño. Se espera a las almas con ofrendas hechas de harina de maíz ycon todo tipo de alimentos que le gustaban al ser querido. • Bautismo de tantawawa (niños de pan). Se realiza al finalizar el díade las almas el 2 de noviembre. En este rito se bautiza a los panes conformas de niños o niñas, se les inventa un nombre gracioso y se lesimparte el bautismo, de este rito, nace una nueva unión de padrinos y madrinas, que luego se llamarán entre ellos compadre y comadre.
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A continuación, comparto en este capítulo el Velatorio y la preparación del cuerpo del difunto
El velatorio del cuerpo
Luego de la muerte del ser querido, comienza una serie de etapas, además del dolor y condolencias que provoca la muerte de un ser cercano, sobre todo si ha sido una persona respetada y querida, este acontecimiento enfrenta inevitablemente a los presentes con los del más allá, decuya realidad no tiene ninguna duda. ¿Cómo enfrentan esta realidad? Quizá las preocupaciones que han quedado más claramente codificadasen las respuestas culturales andinas a este misterio son las tres siguientes: la necesidad de dejar claramente la línea divisoria entre el nuevo muerto y quienes lo sobreviven; dedicar al difunto todos los cuidados rituales para garantizar su agradecimiento y bienestar futuro evitando así que se convierta en un peligro para los vivientes y, por último, buscar indiciosy señales para ver a quién más llegará la muerte a través de distintos indicios. Para los fines de nuestro tema, me centraré principalmente en las dos primeras.
Es importante tener en cuenta y conocer las necesidades del difunto,del alma todo es percibido en este momento, desde las tradiciones cadaanciano o anciana va decodificando cualquier movimiento de la naturaleza, de los insectos se va observando e interpretan lo que se debe hacer. La necesidad de marcar la diferencia entre el muerto y los vivos se manifiesta en numerosos detalles, para los principales cuidados que ocupael
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cadáver desde su fallecimiento hasta su entierro, se busca a los que noson parientes, porque los más allegados corren peligro, por tener un con-tacto directo con el difunto.
Describiremos el desarrollo del velorio según lo observado en el trabajo de campo. Para esto debemos tener en cuenta que para los actores el muerto o las almas son deidades ambivalentes que tanto pueden propiciar la bonanza de sus parientes como castigarlos si no cumplen con los debidos rituales que garantizan el paso del alma al descanso eterno. Esta idea está presente en las diferentes entrevistas que hicimos, y en lo observadoaparece muy bien documentada, particularmente en los rezos, imágenes icónicas y plegarias que realizan tanto los resiris5 como los familiares paralas almas. Cabe efectuar al respecto una distinción conceptual entre las categorías de fe y creencia. Advertimos que las creencias vinculadas conlos ritos mortuorios se encuentran ligadas a la adhesión trascendental constitutiva de la fe (Campagne, 2002). Por lo tanto, al ser tan importantes estas almas para la protección de la familia, ya desde su muerte se comienza a hacer una serie de ritos que describiremos a continuación.
Concepción de cuerpo y tratamiento del cuerpo
Antes de compartir cómo es el tratamiento del cuerpo del difunto y su purificación, me parece importante comprender la
5 Resiris, personas dedicadas a realizar rezos en las novenas.
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noción del cuerpoque tienen tanto la mujer como el hombre andino.
La noción de cuerpo para la cosmovisión andina está relacionada conla totalidad que lo rodea. El cuerpo y el cuidado en el pensamiento an- dino no son individuales, el cuidado está en relación con el entorno quelo rodea porque es este el que da salud y vitalidad.
Nuestro cuerpo tiene cuatro lados al igual que la Tierra, desdeel ombligo hasta tu cabeza es el hanan pacha, del ombligo a tuspies es el uku pacha, el centro de tu cuerpo es el uku donde estála energía de nuestro amor, nuestra energía pura, tenemos pola-ridad negativa y positiva, el cuerpo tiene su lado paña derecha y el lloque la izquierda. (Numitor, sanador andino)
Encontramos estos cuatro lados arriba, abajo, a la izquierda y a la de-recha; esa es la cuadratura según el pensamiento andino en el que se rigesu entorno. Al cuidar el cuerpo de la Tierra, al alimentarlo en sus ceremonias, uno está en consonancia con el propio cuerpo, y esto traerá una buena alimentación para el cuerpo, energético, físico, psíquico y espiritual. Al morir, el cuerpo alimentará a la Pachamama, para ello debemosentregar algo sano y en equilibrio en todas sus formas en su completitud. Porque al estar todo en equilibrio en su entorno y cumplir con sus quehaceres, todo estará bien en la vida de uno mismo, aquí y en el otro mundo. Esto es tomado desde su
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concepción de ayni (reciprocidad). El principio de reciprocidad es la aplicación ética y social del principio de complementariedad. Cada acto humano (pero también divino) recién llega a su finalidad integral cuando le corresponde un acto recíproco y complementario equivalente de otro(s). Una acción unilateral distorsiona el equilibrio delicado entre los actores, tanto en lo económico, organizativo y ético como también en lo religioso. Lo que el campesino saca de la Pachamama tiene que devolverlo de una u otra manera, aunque sea de manera simbólica.6
Purificación del cuerpo
Al morir Geranaro el 30 de enero en ciudad Perico, se avisa a todos los familiares del difunto mayor de cincuenta años. Se pregunta a los hombres que llegan quiénes pueden ayudar a bañar al difunto.
El baño del cuerpo del difunto no lo puede hacer cualquiera, no lopuede hacer un familiar directo, sino un amigo o compadre lejano, “no es así nomás”, es importante estar atento de cada momento, decía unaabuela. Cuando muere una mujer, las encargadas de lavar el cuerpo sonlas mujeres y cuando muere
6 Existen muchos ritos con respecto a la Madre Tierra que tienen como finalidad el restablecimiento de la reciprocidad entre el ser humano y la naturaleza. Con el pago, el campesino pide permiso (licenciaykiwan) a la Pachamama para poder abrirla (arar y sembrar), con la ch’alla o la t’ika (esparcir licor o chicha) devuelve en forma simbólica algo de sus frutos, suponiendo que “tiene sed”.
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un hombre, los encargados deben ser hombres, siempre debe ser así.
Para ello las personas más ancianas que saben del tema son las que eligen quiénes podrían hacer este trabajo, como amigos, compañeros del trabajo, compadres espirituales41 que no tengan relación consanguínea directa, ya que se cree que el espíritu del familiar está tan ligado a este mundo y que solo con la presencia del familiar directo y en contacto con el cuerpo puede quedar atado a esta Tierra, o se podría llevar a ese familiar, quien moriría en los meses siguientes. Don Alfredo nos decía acerca de este tema:
Nosotros nunca lavamos o bañamos al familiar que murió, porque los abuelos nos decían que nos pueden llevar con ellos,tampoco esos días desde que muere hasta que lo enterramos nodebemos bañarnos porque nos iremos con el difunto.
El baño purificatorio, como vemos, despega el alma o espíritu de estaTierra, también accionaría en los familiares directos que se bañan en este tiempo sagrado, ya que está en un contexto de desapego, si alguien se baña en sus hogares dentro de ese tiempo, se estarían rompiendo ciertasreglas preestablecidas de los rituales mortuorios, y esto podría causar undesequilibrio en la persona que lo haga y en el ambiente; según Alfredo,se corre el riesgo de enfermar.
Para dar comienzo al baño, los amigos del difunto desvisten el cuerpo con mucho cuidado y lo tratan como si el difunto estuviese durmiendo.Este momento es muy importante, ya que
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se realiza un baño del cuerpoprimero con agua y luego se lo viste cuidadosamente para después sahumarlo, seguidamente se sahúma el espacio o la habitación donde se produjo el lavatorio, nuevamente se purifica el espacio y a los presentes.De acuerdo con lo que plantea Cazeneuve (1957), el muerto constituye un objeto o ser impuro, al igual que las cosas insólitas. El mundo de las normas debe ser preservado de su peligroso contacto. Todos los que tocaron el cadáver, o aun si tan solo asistieron a funerales, corren el riesgode estar contaminados por la mancha u olor del difunto, lo mismo pasacon sus pertenencias. Según Lévy Bruhl (1922), el principio de participación desempeñaría un papel más importante que la noción de mancha en la formación del tabú sobre las pertenencias del muerto. En realidad, los dos principios van a la par: la mancha (energía, espíritu) se extiendea las pertenencias porque estas participan de la naturaleza del muerto. Algunos grupos no establecen una distinción entre la persona y lo que lepertenece. Este es uno de los aspectos del “contagio” que, como se ha visto,se explica por las características particulares del pensamiento simbólico.Si el muerto es tabú, sus propiedades, su casa, sus utensilios domésticos lo son y hay que respetarlos. Así, de esta misma forma, lo entienden las personas de estos valles, punas y quebradas. Por eso, al terminar de lavarel cuerpo del muerto, comienzan a sahumar el lugar, la habitación donde se realizó el último lavatorio para limpiar y purificar el lugar, también sesahúman a todas las personas que realizaron el baño al difunto.
Este lavatorio o baño del difunto es de carácter purificatorio en cuantoal tratamiento del cadáver y, a la vez, inicia la separación del muerto del mundo de los vivos, dado que algunas prácticas
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tienen el efecto de des-prenderlo de este mundo para que pueda viajar al otro mundo o paqarina, el lugar de origen del alma.
El tratamiento del cuerpo para los descendientes es muy importante,si nos remitimos a tiempos antiguos, tanto en las crónicas como en la documentación colonial aparecen estos tratamientos. Un ejemplo claro es el caso de Atahualpa,7 quien, de ninguna manera convertido por la feal cristianismo, acepta el bautismo únicamente para evitar la destrucción de su cuerpo, como nos lo recuerda Pedro Sancho de la Hoz (1962), secretario de Pizarro (Astete, 2012). La necesidad de conservar el cuerpo del pariente muerto estuvo también muy presente en la época colonial.Por ello, una parte importante de los procesos de lucha contra la idolatría están relacionados con la organización de desentierros masivos porparte de los indígenas a fin de llevar los restos de sus difuntos a sus cue- vas o machayes.
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7 Tras la muerte de Atahualpa, sin embargo, se sabe que después no se cumplió con eltrato y que se lo quemó parcialmente, como informa el propio Pedro Sancho de la Hoz(1962) y completa Betanzos al confirmar que el cuerpo quemado de Atahualpa es retirado por Cusi Yupanqui y enviado en andas a Quito, donde se encontraba Rumiñahui. Según Betanzos, Rumiñahui estuvo preocupado por el traslado del cuerpo de Atahualpaa cargo de Cuasi Yupanqui porque pensó que este se quedaría con el cuerpo para intentar matarlo y quitarle el poder que tenía en Quito. Por estas razones parecería entonces que no solo resulta importante mantener el cuerpo del muerto, sino que su posiciónotorgaría poder (Betanzos, 1987), por lo que el cuerpo resultaba sumamente apreciado y, por lo tanto, era cuidado. Un tratamiento similar también debió recibir el bulto del gobernante, pues de la misma manera que el cuerpo otorgaba poder a quien lo cuidaba,los bultos serían las pertenencias, como uñas y cabellos y accesorios de uso cotidiano. 8 Pierre Duviols (2003), entre los papeles de idolatrías de Cajatambo, publicó varios documentos en los que se evidencian estas prácticas.
Asimismo, el clérigo Bartolomé Álvarez (1998) comenta esta situación
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Asimismo, hay otro momento de purificación corporal que pudimosver en uno de los entierros en los valles. Durante la parte final, luego delas palabras de los familiares y la plegaria final, todas las personas tenían en sus manos una rama de la planta de molle; se la pasaron todos al mismo tiempo por el cuerpo y luego todos los presentes tiraron a la fosa la rama de molle. Una de las mujeres mayores, Santusa, nos decía: Nosotros nos limpiamos para sacar todas las impurezas, todos los olores y cosas que puedan quedar del difunto, y de esta manera todo lo que pertenece al difunto se vaya con él, así estácompleto y descansa.
Podemos decir que esta purificación tiende a la preservación del hombre que queda en este plano, en este kay pacha, contra toda asechanza delos poderes del muerto y las energías de los otros planos que en ese momento se encuentran presentes o abiertos.
El mecanismo del pensamiento simbólico y, en especial, los principios de la transferencia y el contagio bastan para poner en claro qué interdicciones y purificaciones no son más que distintas formas de una misma tendencia a repeler los símbolos angustiantes de lo incondicionado (Cazeneuve; 1957).
y da cuenta de qué hacen cuando les es imposible desenterrar los cuerpos de las iglesias, afirmando que “cuando no pueden hablarlos cuerpos de los muertos, como he dicho, les cortan las uñas de los pies y las manos y unos pocos cabellos; y esto envuelto con un poco de coca y atado en un paño lo llevan a enterrar en el lugar donde les hacen veneración”.
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Continuando con la narración, luego de la purificación del cuerpo deldifunto, se lo vistió con sus mejores prendas, pero en otros lugares hemosvisto que le colocan la mortaja. Doña Adela nos comentó lo siguiente: Antes se le colocaba mortaja y en su cajón el látigo que usabatodos los días. Hoy algunos lo hacen y otros no; será que la gentejoven se está olvidando, no sé.
Y Jesús Vargas agregó:
Los encargados de hacer el cordón lloque que funcionará como cinturón a veces son hombres y otras mujeres. Este cordón servirápara que el alma camine tranquila al más allá; le colocamos loscuatro maíces para que cuando se le aparezcan los perros los espante.
Esta precaución de elaborar la mortaja, el cordón lloque de maneraartesanal, muestra un gran cuidado al espíritu o alma del ser querido. El cinturón lloque es elaborado con lana blanca y negra y torcido a la inversa,o sea hacia la izquierda, para desandar el camino ya caminado en vida;ahora corresponde devolver ese tiempo y espacio prestado. En las pun- tas de ese cordón se hacen las borlas, una de cada lado, y las arreglan demanera tal que parecen muñequitas. Antes de realizar estas muñequitas,atan dos maíces secos y duros de cada lado, dando siete veces vuelta con el mismo cordón alrededor del maíz. De esta manera, terminan de vestir al difunto y colocar todos los símbolos precautorios para que pueda llegar al más allá. Los maíces son para espantar a los perros que se apa-recen en el camino; incluso
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se dice que los perros que aúllan afuera del velatorio lo hacen porque vieron el alma caminando y quieren morderlo,entonces el alma les pega a los perros 9 con el maíz para que la dejen pasar tranquila, y de ahí el perro se queda llorando, aullando. Luego de vestirlo y colocarle todos los elementos necesarios que necesitará el difunto para el viaje, es ubicado en el cajón10 y se coloca al fondode una de las habitaciones de la casa; se eligió la más grande ya que tiene que venir mucha gente a visitar al difunto para su despedida. A los costados se colocaron dos velas pequeñas encendidas a cada lado del rostro.
Las personas que iban llegando venían cargadas con alimentos y velas, algunas traían verduras, otras, arroz, pan, etc.; luego de entregar todo alfamiliar más cercano, se ponían a los pies del difundo y le rezaban una breve oración, algunos solo le hablaban
9 Marcin Mróz (1984) refiere en los relatos de Auquimarca lo siguiente: primero, tieneque pasar por una serie de “cepos” identificados como huequitos en las apachetas de lasabras de los cerros; son como “puestos de control”. Luego llega a la llaqta alqo (pueblo de los perros), donde se encuentran las almas de los perros muertos. El alma ruega a unperro negro que la pase al otro lado de un río llamado mapa mayu (río sucio); los perros blancos no quieren hacerle este favor para no ensuciarse, el perro negro será quienla ayuda a pasar el río. Luego de cruzar el río, recorre una pampa calurosa, e ingresa sucesivamente al michi llaqta (pueblo de los gatos), wallpa llaqta (pueblo de las gallinas), quowillaqta (pueblo de los cuyes). Los animales la atacan arrancándole las carnes y en forma de esqueleto el alma llega a mankallaqta (pueblo de las ollas), donde se regenera su cuerpo. Las ollas regañan solamente a las mujeres por haberlas puesto en el fuego. Luego el alma llega al apu qorpuna, donde la reciben sus compadres misti abrazándola y atendiéndola humildemente. 10 El cajón antiguamente no existía. Doña Carmenza contaba que enterraban sin cajón, solo envueltos en cubrecamas tejidos a manos fabricados en telar inka, o tal vez con unas maderas a los costados y nada más. Hoy todos utilizan el cajón.
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al cuerpo. Luego de un tiempo se incorporaron al grupo de mujeres que habían llegado antes que nosotros, saludamos a los dolientes vestidos de negro y al resto de los varones que estaban sentados alrededor de las chuspas11 y tari de coca extendidas;había varios grupos, algunos adentro, otros al fondo, otros afuera. Las mujeres comenzaron a llegar sobre las 2 de la tarde vistiendo mantas, llijta, 12 las más ancianas algunas llevaban sombreros de color negro, pollerasamplias negras y mantas negras; se sentaron al lado de la construcción donde estaba recostado el difunto, bastante al margen de los varones. Lasmujeres que recientemente tuvieron hijos dejaron a sus guaguas en casa; prácticamente ningún infante se acercó a curiosear durante el sepelio, yaque se cree que podrían sentir y absorber el olor del muerto y ser aikados13 por el difunto. En caso de no poder dejar al niño con algún familiar,las madres pintan en su frente un círculo o cruz para evitar que le entre este mal. Recordemos, como dijimos anteriormente, que el cadáver permanece impuro, se encuentra en “estado de marginalidad”.
Velorio en Sumaj Pacha
A continuación, relataré un velorio que presencié y en el cual participé realizando la mortaja, ya que no era familiar directo del difunto. Estaba en Tilcara, en pascuas, realizando
11 Chuspa: pequeña bolsa realizada en telar andino en la cual guardan las hojas de coca. 12 Pasta dura que se utiliza para masticar coca. 13 10Enfermedad que provoca el difunto a los niños; produce enflaquecimiento y palidez,puede provocar la muerte si no se lo cura.
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altares de flores. Me enterédel fallecimiento de un familiar de una amiga y pedí asistir. En el pueblode Sumaj Pacha había muerto don Feliciano, un señor de sesenta años, por pulmonía, además de que tenía artritis.
Llegué a la casa a las 19:20, ya estaba muy oscuro, y todos los familiares estaban esperando que el cuerpo del difunto fuera bañado y vestido para colocarlo en el ataúd. El cuerpo estaba siendo lavado, fui la primera en entrar, la habitación donde se velaría al difunto estaba llena de humo, sesentía un aroma de koha, sahumaron toda la habitación para purificarla y que se encontrara en condiciones para la velación. La gente entraba de a una y cada uno iba a tocar el cajón y rezaba frente a este, que aún estaba vacío; se fueron sentando alrededor en silencio. Luego, un grupo de mujeres comenzó a confeccionar flores de papelcrep (es costumbre realizar este tipo de flores ya que la zona es árida). La hija del difunto había comprado los papeles de diferentes colores, las mujeres prepararon engrudo con harina para pegarlas; hicieron rosas, claveles, tulipanes, una gran variedad multicolor. Las personas encargadasde hacer las flores eran solo mujeres. Al otro costado del cajón un grupode mujeres realizaba unas coronas con alambre y ramas, las forraban de color verde imitando hojas donde se pondrían las flores de papel. Los hombres hacían cadenas de color violeta y negro, otros de color azul y negro. En esta zona se utilizan estos colores para la gente adulta.
Alrededor de las 23 se sirvió la cena a todos los que estaban en la casa, se sirvió un arroz con salsa y luego sopa. Para este momento llegaron fa-miliares de diferentes lugares, como de Purmamarca, Abra Pampa, Jujuy, La Quiaca. Los que llegaron
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saludaron y las mujeres se ofrecían paraayudar. En un principio, no había gente que cocinara y ayudara.
A eso de las 0 horas se hizo una novena; mientras varios rezaban otros seguían cocinando en el fondo. Luego de la novena se comenzó a preguntar a las mujeres para que hilaran lana negra y blanca, pero nadiedecía nada; luego de un rato, dos mujeres se ofrecieron “nosotras hilaremos, qué se le va hacer, hay que acompañar al finado”. Estas mujeresestaban sentadas cerca del cajón y se pusieron a hilar en ese mismo instante, porque se decía que se debía terminar esa noche y lavar la lana, yaque con esa lana se iba a realizar el cordón para la mortaja del difunto.
Luego pidieron que ayudaran a hacer la mortaja. Me pidieron a mí yaque no era familiar y nada me podría pasar, pues el difunto no me conocía.Al igual que doña Delia y María, que tenían que manejar la lana, no debían ser parientes o familiares de sangre directa, pues la desgracia puede contagiarse. O debe ser pobre, pues uno asume algo así por necesidad y el pago para esta mujer es elevado, recibe prenda nueva como contribución por esta tarea.
La mortaja que se hizo era de algodón blanco, la tela era muy grande. ¿Por qué debía ser grande la mortaja? Porque la mortaja se debe colocaral difunto por arriba de la ropa que ya tiene puesta. Por lo general, usanla ropa más linda que tenía el difunto. La mortaja tenía una capucha, con un cordón que se colocó al final se le hizo un nudo alrededor de la cintura, luego se le hicieron los siete misterios, estos se hicieron al final del cordón con nudos simulandocuentas de un rosario. Mientras confeccionábamos la mortaja, hablábamos
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de cómo se hacía antes y cómo se debe hacer, aunque no se tengan todos los materiales.Doña Hortensia, una mujer de unos sesenta y cinco años, nos contaba: El que hace los hilos lloque o hilos invertidos cae peligrosa- mente en las penas y tristezas, decían los abuelos. El que hila loshilos invertidos, puede caer en ellas. Las penas y tristezas se le pueden quedar pegadas, por eso uno debe ser fuerte si lo hace yno tener miedo, sino le gana el miedo y te podés enfermar.
Por ello, en este momento todo se realiza con sumo cuidado y puedenestar horas esperando que alguien realice este hilado o la confección dela mortaja. Hay que aclarar que, en este caso, el material (como la lana de oveja hasta ese momento) no estuvo de ninguna manera en contactocon los dolientes (los que recién en el futuro entrarían en contacto con ellos), ya que puede ser algo peligroso. El peligro, sin necesidad de roceo contacto, viene desde el futuro y se manifiesta en el presente. Lo que vincula el presente con el futuro es el hilado hacia la izquierda. Pero el contagio del futuro en el presente no solo se da a través del inmediato contacto físico de las manos que hilan, sino que este contagio (como penas, tristezas, desgracias) afecta también casas y patios, familia y ganado;también se contagian las plantitas del campo que todavía no han acabadode crecer y las crías de las vacas u ovejas y llamas que están por nacer. Por ello, todos se sahúman y limpian con plantas cuando se despiden.
Puesto que todo está impregnado de enfermedad, de muerte, de penas y tristezas, de desgracia (todos los objetos de la casa y hasta la misma basura de la casa y el patio), entonces, estas
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mujeres que así frecuentan peligros deben tomar medidas de autoprotección o autopurificación. También pueden pedirle a un médico tradicional que las libere de la ...desgracia, pero, en general, se trata de mujeres de bajos recursos que no podrían pagarle al médico ni siquiera en especias, sin perder parte de lo que ganan precisamente al asumir estos trabajos y sus peligros. Pero en este mundo, el ritual y la vida cotidiana están de tal manera mutuamenteentramados que no es necesario que ellas recurran a un médico; en estospueblos, no hay prácticamente nadie que no sepa preparar una mesa delimpieza o sahumar su casa y que no lo haya hecho innumerables vecesen su vida en distintas circunstancias.
Hemos presenciado varios velorios con muchos kilómetros de distancia unos de otros; con ellos podemos dar cuenta de ciertas características andinas que aún se conservan, como el lavatorio, la confección de flores, de altares, de prendas, de alimentos, de animales, de cuerpos, que describiré más adelante.
Se trata de creencias y prácticas actuales que sin lugar a dudas dejanver su raigambre hispana, pero que han sido adaptadas a la época actual, reinterpretando los elementos que conforman su visión del mundo a circunstancias cambiantes, con la finalidad de seguir guiando a las almas que esperan ser favorecidas por sus familiares en este despegue hacia el hanan pacha o mundo de arriba. Por otro lado, podemos considerar lavelación del cadáver como un ordenamiento o práctica ritual de actos apoyados en un conjunto de relaciones sociales, encaminado a mantener el equilibrio social ante lo que se antoja ser un acto desestructurarte. Lo que está en el origen del duelo es la
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impresión, el debilitamiento quesiente el grupo cuando pierde a uno de sus miembros. Por ello, la secuencia, como veníamos diciendo, permite a los dolientes pasar de un estadoafectivo a otro; de la sorpresa al dolor y junto a la dolencia de la pérdidase manifiesta la tranquilidad que surge al sentir la solidaridad social, o podríamos decir la reciprocidad constante, que se da en este grupo social durante los diferentes ritos mortuorios. Silvia Citro (2010) ha seña- lado que la materialidad del cuerpo y sus prácticas están atravesadas por los significantes culturales, de allí la denominación cuerpos significantes que da a la constitución material-simbólica de la corporalidad. El cuerpo atravesado por la cultura hasta su muerte de esta manera se resignifica yvalora desde un lugar más unido a la naturaleza.
Por otro lado, quisiera agregar con respecto a la reciprocidad, contribución o ayni, que en cada región varía: en la puna se entrega una oveja o llama; en los pueblos, elementos como mercadería o ropas, perola concepción de retribución, o sea ayni, no se ha perdido, de esta manera se intercambian energías, acciones que llevan a mantener el equilibrio en las comunidades tanto rurales como urbanas, ya que es unode los principios más importantes en el mundo andino. Aunque en al- gunas zonas se perdió la lengua y no se utiliza esta palabra, el conceptoestá vivo, vigente, es una obligación el devolver; primero recibimos y luego devolvemos, pero antes siempre hemos estado recibiendo desde que nacemos, sea de la Pachamama o de la comunidad. Un claro ejemplo es el rurichico, rutucha chuschachukuy, 14 bautismo y corte
14 Rutucha, rutichico (aymara), chuschachucuy (quechua). Cuando un niño nace enlos andes al cumplir tres o cuatro años, va a depender de los padres el momento en que quieran hacer este rito de pasaje. Las familias realizan el bautismo y corte de cabello. Elbautismo tiene que
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de pelo,es por ello que en la conciencia andina el pensamiento, las costumbres, las ceremonias prehispánicas están vivas, tal vez con algunos cambios, pero conservando su esencia. El ayni o reciprocidad es el principio es- tructurante principal de las comunidades andinas. Las personas andinas completas son aquellas que muestran predisposición y están en relación y voluntad para intercambiar trabajo, para compartir comida y paraparticipar y colaborar en actividades comunales, incluidos los rituales (Allen, 1988; Van Vleet, 2008). La falta de participación y colaboración como el incumplimiento con las obligaciones y la reciprocidad producen rupturas y son considerados signos de enfermedad. Enfermedad porque rompen la energía circular del ayni y uno mismo pierde esa armonía y parte de su energía.
El velorio
La velación15 del cuerpo se realiza siempre en la casa donde vivía el difunto, ya que se necesita hacer ritos y pedidos durante toda la noche.Además, todos los familiares
ver con lo impuesto por Occidente, luego de ello se realiza la ceremonia prehispánica, que es más familiar y privada, donde se hace la presentación a la comunidad del niño o niña, se le da el nombre y comienza a ser una persona nombrada y forma parte desde entonces públicamente de la comunidad, será reconocida por todos.Este niño o niña recibe donaciones por parte de la comunidad, entre ellas ovejas, llamas, terreno o dinero; esta sería la primera hacienda o primera economía, el primer regalo que recibe a través del ayni; es ayni porque intercambia su cabello por el regalo que recibe, este cabello para las comunidades tiene poder y fuerza y trae suerte, por eso es tan preciado y cuidado; no debemos olvidar que en el cabello también está parte del espíritu energético. Esta ceremonia sigue vigente en Argentina, Bolivia y Perú (Vargas, 2013a, 2013b). 15 importante aclarar que la velación de la mayoría de las personas que aún practican sus ceremonias siempre es realizada en las casas. Todos los accesorios necesarios, como el cajón, los trae la cochería.
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directos deben acompañar al difunto durante toda la noche con rezos, juegos, a veces se realizan flores de papel, se hila lana para hacer el cinto del alma, la mortaja, como ya vimos.En algunos velorios se juega al botón, un juego que lo realizan los más adultos, en otros se cuentan leyendas, otros juegan a las cartas, a la loba(este juego lo realizan los más jóvenes, para no dormirse y estar atentosacompañando al alma y a las visitas que llegan durante toda la noche). Para estas comunidades es importante cumplir por dos razones: primero porque se debe acompañar al difunto porque está sufriendo el desapego de este mundo y de su cuerpo y, segundo, el permanecer despiertos era una medida preventiva para evitar que el muerto tome represalias contra los vivos (por ejemplo, si alguien dormía, durante el sueño el alma te tiraría del pie).
Nosotros no podemos dormir porque está mal, sería una falta de respeto, además el alma se enoja y te tira del pie. A mí me ha sucedido una vez: estaba cansada en el velorio de mi tío Eusebio y me fui a dormir y me tiraron del pie, me desperté y no había nadie, solo se escuchaban los rezos en la otra habitación donde lo estaban velando. Yo tenía como quince años en ese momento. (Andrea, cuarenta años)
En las experiencias narradas vemos cómo hay vivencias empíricas; delo que se habla no son solo dichos, sino también vivencias relacionadascon las almas en diferentes momentos.
En lo referente al respeto y cuidado, Duviols (1986) recopila en los rituales funerarios de Cajatambo del siglo XVII textos elaborados sobre los documentos de extirpación de idolatría y
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hechicerías. En el caso del rito de aya paqaricuy o velatorio de muertos, se tenía programado un con- junto de ceremonias, durante el día y la noche, las cuales por norma nodebían ser interrumpidas. Según la versión dada en Cajatambo, por dos razones importantes: primero, el sacrificio de permanecer despierto era una demostración de afecto hacia el difunto y demostración de solidaridad con los familiares; segundo, el permanecer despiertos era una medidapreventiva para evitar que el muerto tomara represalias contra los vivos.
Los juegos, los cuales se realizaban durante toda la noche, cumplíanel rol de mantener a las personas despiertas. El juego del botón es uno delos más comunes y se sigue realizando aún hoy, al igual que el de la pisqa, 16 que se realiza para estas ocasiones más que nada en el norte. Don Jesús nos contaba acerca del juego del botón:
El juego del botón lo hacemos siempre cuando muere alguien.Primero nos sentamos en un círculo hombres
16 El vocablo quechua pisqa se traduce como el número cinco. El rito o ceremonia de lapisqa se realizaba al quinto día después de la muerte. La particularidad de esta ceremonia es la participación de los familiares por afinidad. El juego se realiza con granos de maíz, y los granos recogidos después del juego son las oraciones que se “gana” el alma.Cuando sale el “hueco” (representado en una de las caras del dado), se lo considera como de servicio al alma. Terminadas las ceremonias, los granos de maíz se encierran en el atado como fiambre, del cual se provee al alma para la otra vida. En la actualidad aún subsiste la ceremonia del quinto día. Se conoce con el nombre del “juego de la pisqa”. Según algunos relatos, también se realiza durante el velatorio. La finalidad es conocer las necesidades del alma y poder ayudarla.
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y mujeres, todoslos que quieren jugar, después pasa una persona, que puede serhombre o mujer, con las palmas de las manos juntas y lleva un botón. Todos esperamos de la misma manera con los puñoscerrados y cuando se acerca abrimos las manos, él o ella pasa yte deja el botón o no. Luego que termina de dar la vuelta completa al círculo, pregunta a cualquier persona: “¿Quién tiene elbotón?”. Si la persona no acierta tiene que pagar una prenda. Laprenda es recibir dos o tres golpes en la palma de la mano con la vaina del cuchillo, es decir, la parte trasera de un cuchillo. Y sila persona acierta, es aplaudida y ella comienza nuevamente el juego. Así seguimos jugando toda la noche, vainazo va y viene,y nos divertimos muchísimo, nos reímos de los que se equivocan y reciben los vainazos.
En las ceremonias andinas, siempre en diferentes momentos luego delentierro las personas se ríen mucho, hay una forma de catalizar esa tristeza mediante los juegos, el chiste y los cuentos; esta es una manera de transitar el duelo de una manera sana, podríamos decir que se va dandodía a día y noche a noche. En el mundo andino en otras regiones antiguamente se realizaba el rito de la pisqa.
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17 Los ritos y mitos de Huarochirí quizá nos ayuden a conocer la importancia de la ceremonia del quinto día. “Vamos a describir como, en tiempos antiguos, los hombres decían al morir que iban a volver al cabo de cinco días. Se dice que, en los tiempos muy antiguos, cuando un hombre moría, velaban su cadáver durante cinco días. Entonces, su alma, no más grande
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La familia acompaña al muerto esa noche con estos distintos juegos y plegarias. Durante la noche también es importante invitar a la reza-dora o rezador, el resiri, quien viene a dar la última bendición, tanto en la casa como en el cementerio antes del entierro, para que el alma del difunto se vaya en paz.
Esa noche la rezadora realiza varias oraciones en nombre del difunto.Pide por el alma de este y canta una canción que habla de volver al sol, la purificación y el descanso. De acuerdo con Rosa, una rezadora, la bendición lo liberará de sus pecados y aliviará
que una mosca, salía de su cuerpo y echaba a volar produciendo un ruido sibilante. Después de cinco días solían volver a sus casas y sus familiares los esperaban preparándoles comida y bebida. Al llegar no decían más que «ya he vuelto» y se regocijaban mucho, con sus padres y sus hermanos diciéndoles «no voy a morir toda- vía para siempre». Ocurrió que en esa época murió un hombre. Sus padres, hermanos ysu esposa lo esperaban el día en que debía llegar. Pero este hombre llegó al día siguiente, es decir, al sexto día. Sus padres, hermanos y su mujer lo esperaban muy encolerizados.Cuando llegó, su mujer enojada le dijo: «¿Por qué eres tan perezoso? Los otros hombres llegan sin faltar a la costumbre. ¿Quién eres tú para habernos hecho esperar ayer en vano?», y le regañó sin parar. Enojada, le arrojó una tusa de maíz contra el ánima que llegaba. El ánima produjo un ruido sibilante y luego regresó. Desde entonces ya ningún hombre volvió después de morir. La primera referencia es la sanción al incumplimiento de un compromiso. Nuevamente encontramos referencias al valor del cumplimiento de los compromisos y la falta se considera como un factor causante de la muerte definitivade los hombres. A pesar de ello vemos que existe aún la esperanza de que el sujeto re- torne al quinto día. Esta puede ser una de las razones por las que los velatorios de época prehispánica se programaban durante cinco días y noches sin interrupción. La religión
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su carga durante el viaje al más allá. Los llantos también son parte de estas prácticas. El llanto es el último suspiro que el pariente desencadena entre lágrimas y lamentaciones. Se cree que hay que llorar ruidosamente porque el alma está presente y escucha el sufrimiento de los familiares; además, es una manerade probar al mundo que se amaba al difunto y que se siente aflicción porel trágico acontecimiento. Sobre todo, se trata de probar al alma que se siente pesar por ella (Paredes-Candia, 1995). El alma debe sentir que se llora verdaderamente su partida, a fin de que quede satisfecha y no castigue a los vivos que fueron sus parientes. Recordemos que las almas de los difuntos son tomadas como deidades que siguen interactuando conel viviente. Por otra parte, podemos considerar el duelo como un conjunto de acciones que intentan regular y hacer cordiales las relaciones entre los vi-vos y los muertos. Este rito liminar, como propone Van Gennep (1909), se da en todo este tiempo sagrado hasta su entierro. Este momento es un período de tristeza y angustia que provoca la muerte del ser querido.Los deudos pasan de la tristeza y angustia a la confianza y seguridad hacia los muertos, porque saben que, al cumplir con los sacrificios rituales, logran la protección y bienestar de su difunto. Así, Genaro también continúa su destino, para los familiares él vuelvea los abrazos de la Madre Tierra, la vida no es otra cosa que el desprendimiento de las entrañas de la Tierra, la muerte se reduce a un retorno “alhogar”. Don Damacio Castillo nos decía “de la tierra venimos a la tierravolvemos”, así debe ser.
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En el noroeste argentino el mayor deseo es ser enterrado en la tierradonde uno nació, en su pago; hay una necesidad de volver a la propia casa, al rumi huasi o casa de piedra, donde la tierra los parió. El deseotan frecuente de ser enterrado en la tierra no es sino una forma de la necesidad de regresar a la propia casa.
Recordemos que antes estos hombres y mujeres qollas vivían en casas de piedra; en Jujuy, en los límites con Bolivia, hoy algunas de esas casasaún están de pie. No son de barro, sino que solo están construidas con piedras. Doña Juana, de ciudad Perico, nos comentó:
Antiguamente las tumbas, cuando vivíamos más al norte, eran hechas con piedras de lajas, no había cajones, todo lo hacíamos con piedras, las poníamos por los costados del cuerpo y lo tapábamos, porque en estos lugares no crecen muchos árboles.Nosotros enterrábamos al cuerpo envuelto en nuestras textilesque tejimos, ahí lo envolvíamos, luego con el tiempo se empezóa hacer de madera y acá en la ciudad ya usamos más el cajón.
El cambio de hábitat fue modificando algunas de las formas de enterrar al difunto, también produjo cambios en la estructura de los ritos, lostiempos, y se agregaron nuevos elementos, como el cajón. Ya no se teje entelar de cuatro estacas (solo en algunas zonas, pero no en las ciudades).Se utilizan hoy los nichos de cemento en algunos casos.
Estas ceremonias son muy largas y tienen varios pasos como detalle arriba en este trabajo comparto el primer
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capítulo de nuestra investigación, que ya se encuentra publicado.
Se ofrendan velas, hojas de coca, plegarias y cigarrillos.
Celestina Inca da de tomar chicha a la tierra
para que beba el alma de su difunto
Cabe destacar el carácter de obligatoriedad y compromiso comunitario en la participación y acompañamiento en el velorio al difunto. Es realmente una expresión profunda del ayni, reciprocidad energética. Todos llegaremos a ese momento. Tal vez, entre los vivos podemos tener indiferencias, pero con el difunto no es posible ser indiferente. Ellos tienen que ser muy bien atendidos y sus recomendaciones deben ser bien escuchadas. En la imagen podemos ver a la abuela brindando con chichade maíz frente a la tumba de su familiar, dando antes que
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nada un sorboa la tierra, a la Pachamama, para luego tomar por el difunto; de esta manera toda la familia toma y come lo que al difunto le gustaba y lo acompaña ese día tan especial en el que todas las puertas están abiertas, en elque se puede hablar con todos los ancestros, ellos están ahí presentes en la ronda, sentados, escuchando y conversando entre ellos a su manera.
Hay otro momento complejo simbólico asociado sobre todo al entierro, dedicado a resaltar la seguridad de que solo se trata de un rito de paso. A continuación, presentamos unas imágenes de la despedida del difunto en el cementerio, agrego la ceremonia de purificación con plantas y sahúmos (todas las fotos son de la autora).
Llegada de los “curanderos” del monte
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“A pesar de los esfuerzos repetidos por alejar a las almas del entorno de los vivos, las tumbas y enterramientos son lugares propicios para que las almas se presenten a los incautos que pasan solos de noche por sus inmediaciones. Las almas celebran bailes en los cementerios situados en los márgenes de la comunidad apartados del entorno de los vivos”.
Según algunos cuentos de distintos familiares las almas son extremadamente caprichosas, pudiendo
arrebatar el ajallu (parte del alma humana) a las personas que caminan de noche por sus dominios.
Conclusiones
En nuestra cultura, el dolor que provoca la pérdida del ser querido y el temor a ese pasaje que nadie puede describir, ubican al tema de la muerte en un lugar importante y del cual se habla cotidianamente, y es uno de los ritos más importante en el mundo andino, ya que uno renace en el otro plano y se cree que seguirá viviendo, o sea no morimos.
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“Nacimos para morir", sería una afirmación irrefutable que intentamos evadir para no enfrentarnos a la idea de que la vida corporal es limitada, y que el hecho de ignorar lo que sucede una vez cumplido el ciclo de vida en la tierra, nos enfrenta a una imponente sensación de vacío. Aunque ésta intente mitigarse desde las diversas creencias religiosas o espirituales, persiste inevitablemente en nosotros la impotencia de no poder saltear esa circunstancia inevitable.
El dolor se instala en el momento de la pérdida y sólo se atenuará con el paso del tiempo y la posibilidad de su aceptación. Los rituales descriptos en este trabajo se vinculan, son prácticas que permiten la elaboración del duelo de una manera colectiva y comunitaria. En este contexto cultural, prevalece la creencia de que el difunto debe partir y los que quedan deben ayudarlo a que esta partida sea más sencilla para su paz eterna. Las creencias de los pueblos del NOA, aseguran que después de muerto el individuo, su espíritu aún pervive más allá de la muerte, tal vez en el cuerpo de las montañas o en sus piedras.
De este modo la comunidad toda acepta la muerte como un inevitable pasaje que debe ser honrado. Es en este proceso la familia es muy importante, porque puede ayudar al deudo en la transición que esta experimentando, convirtiéndose en su fuente de apoyo, de intimidad, compañía y consuelo, apoyándolo para que este no quede solo en este pasaje al mas allá. Se crea de esta manera una realidad consiente sobre la percepción de la vida y la
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muerte que se expresa en el ritual que pervive en la tradición familiar y comunitaria. Este trabajo fue elaborado fundamentalmente sobre la base de material de campo de primera mano y con él quisiera dejar un testimonio de amor a mi pueblo jujeño y al ancestral origen que me enorgullece.
En estos tiempos de pandemia no se ha podido despedir el cuerpo como se los hacían, pero se continua, lavando su utensilio, su ropa y su casa momento donde más allá de la purificación se descontamina de diferentes energías y se siguen juntando para hacer sus plegarias y novenas, con los cuidados que implica.
Recordemos el hombre y la mujer andina realizan ceremonias al universo a los espíritus, apus achachilas, en ella lo que hacen es renovar cada año su lazo con el universo y da cuenta que hay una conexión espiritual con los ancestros y ancestros, hay un ayni milenario, intercambios de energías entre vivos y muertos, energías vivientes, y es por ello que los ancestros son tan importantes como los vivos. Porque son quien hoy los cuidan y guían desde el mundo Invisible. Los abuelos dicen “cuidarlo a ellos es cuidarse a uno mismo así sembramos semillas en nuestros hijos, porque seremos cuidados, porque somos willka muju- semillas sagradas” Amalia Noemí Vargas*
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