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Las formas de una biblioteca

NÚMERO

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32 Un puente entre tiempos PÁGINAS AUTOR Luis Fernando González07

La BPP fue el primer edificio

de Medellín diseñado para

ser una biblioteca. Así fue

construido este espacio

pionero para los lectores.

a sede inicial de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina fue una casa provisional en la avenida La Playa, centro de la ciudad. Más tarde fue trasladada al Palacio de Bellas Artes, también en La Playa con la carrera Córdoba, donde se habilitó un espacio para libros y mesas de lectura; este cambio estuvo precedido por una polémica fuerte, pues el proyecto de la Unesco desplazaba a la tradicional Biblioteca Santander Municipal, cuyos materiales se sacaron de allí y se anexaron a una sección de la biblioteca de la Universidad de Antioquia. El hecho detonó críticas, como bien se lee en una carta dirigida al alcalde, fechada el 22 de junio de 1954, que se conserva en el Archivo Histórico de Medellín: “Jamás había llegado a pasar por nuestras mentes el que la cultura de nuestra ciudad recibiera esta clase de golpe, ya que por el contrario nos

habíamos hecho a la idea de que la proyectada Biblioteca Piloto vendría a ser un complemento de la institución ya existente”.

Mencionar este enfrentamiento de ideas es importante porque ilustra la concepción que los dirigentes de entonces tenían sobre las bibliotecas: pensaban que no eran espacios culturales sino depósitos de libros que se podían trasladar, como efectivamente hicieron con la Santander. Y es que en Medellín, hasta la década de 1960, nunca se había desarrollado una tipología arquitectónica para tal fin. Si bien hay antecedentes de bibliotecas desde 1881 (como la famosa Biblioteca de Zea), siempre fueron locales acondicionados o secciones dentro de edificios que se disponían para almacenar volúmenes o para leer. Pero jamás, hasta la aparición del proyecto de la Biblioteca Pública Piloto para América Latina, se había destinado un espacio específico. La BPP es la primera biblioteca de Medellín en términos de tipología arquitectónica.

Construcción de la BPP. Al fondo el puente monumental de la calle Colombia. AI-BPP.

2.

Esto, por supuesto, se refiere al edificio definitivo, cuya construcción se llevó a cabo en terrenos de Otrabanda, un sector que durante décadas fue sitio de poblamientos aislados con algunos núcleos de pequeña urbanización, pero que para entonces había comenzado a ser llamado el “Medellín futuro”, pues allí se levantaban desarrollos urbanos muy notables y modernos, como el Estadio Atanasio Girardot, los colegios Jorge Robledo y San Ignacio, el liceo Marco Fidel Suárez, el almacén Sears y el puente monumental de Colombia (inaugurado en

1.

La sede central de la BPP, luego de demoras y algunas modificaciones, vino a inaugurarse en 1961. AI-BPP. 2.

Maqueta del edificio para la sede central. Un auditorio, ubicado en el costado de la calle Colombia, no se construyó. AI-BPP.

1956), que actuaba como conector con la antigua villa, convertida en el centro de la ciudad, y posibilitaba el tránsito a barrios de occidente, como el recientemente construido La Floresta, en los terrenos del antiguo hipódromo.

La primera piedra del edificio definitivo de la BPP se puso en un acto formal de octubre de 1954, aunque la maqueta solo se presentó 20 meses después y por la presión de la Unesco a las entidades públicas comprometidas (los gobiernos nacional, departamental y municipal) para que iniciaran las obras con prontitud. No obstante la urgencia, el comienzo de la construcción real tardó mucho más debido a trabas burocráticas y a vicisitudes. El edificio vino a inaugurarse finalmente en octubre de 1961, aunque aún sin terminar.

El proyecto fue desarrollado por el arquitecto colombiano Alberto Velásquez (hay certeza de que fue el responsable de los planos). La Junta Directiva de La Piloto colaboró poniendo a disposición del arquitecto antecedentes, bibliografía y “el asesoramiento de un técnico norteamericano”, Charles M. Mohrhardt, a la sazón director adjunto de la Biblioteca Pública de Detroit, en Michigan, quien como experto en bibliotecología acompañó el diseño, como era usual en los proyectos piloto de la Unesco. Las características arquitectónicas finales evidencian que se cumplió con el objetivo pedido.

En lo espacial y material, el planteamiento arquitectónico del edificio era claro: un acceso a nivel de la calle, fácil, que llamara la atención, pero no fuera ostentoso. La disposición de la entrada estaba cerca a los espacios infantiles y a los lugares de préstamo. La flexibilidad en la distribución del espacio garantizaba, a su vez, la flexibilidad en el funcionamiento, dirección e inspección, pero también una continuidad espacial y una disposición central que se percibía en la doble altura del volumen. Es notable la inclusión de luz natural para la lectura, de ahí que la fachada occidental sea más cerrada, contrario a la oriental, que dispone de más ventanales, que también se concibieron para interesar y atraer. A todo esto se sumaron mobiliarios con una disposición funcional y otra serie de indicaciones como la decoración y la pintura. Teniendo en cuenta que la biblioteca ya no se consideraba como un simple “almacén de libros” y, por el contrario, debía ser un centro social para la comunidad, para la educación y la cultura, se construyeron espacios para exposiciones y talleres.

A la novedad tipológica y funcional que significó una biblioteca pública en Medellín, se

sumó una organización formal que la emparentó con la arquitectura de vanguardia que se desarrollaba entonces en la ciudad: aquella influida por los maestros de la CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna), evidenciada en su largo volumen horizontal de dos pisos, acentuada con la terraza de remate, las franjas con los grandes ventanales al oriente, la suave curvatura para adaptarse al lote, la columnata que enmarca el acceso en la parte lateral sur (tanto al oriente como al occidente), los pilotis o columnas redondeadas dispuestas de manera ortogonal, esbeltas, todavía más en la doble altura del espacio central, entre otros aspectos propios de la arquitectura del movimiento moderno. El edificio de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina se concibió en la década de los años 60 como un discreto pero adecuado volumen, implantado en una curva urbana donde, en aquel entonces, se levantaba el futuro arquitectónico de la ciudad.

A partir de la entrada en operación, el edificio de la BPP se convirtió en un ícono de la ciudad. Gabriel Carvajal. 1963. AF-BPP. 1.

2. Cruce de la calle Colombia con la autopista. Detalle del plan regulador para Medellín. 1954. Archivo Histórico de Medellín.

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