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Una colección de arte en una biblioteca

NÚMERO

019

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PÁGINAS AUTOR Carlos Uribe 06

La BPP fue también casa

de artistas, a falta de otros

espacios. Las obras siguen

ahí, para acudir a ellas

como a los libros.

a importancia de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín en el desarrollo y dinámica de las artes visuales en Antioquia se remonta a los años 70 del siglo pasado. Ante la ausencia en la ciudad de un museo de arte moderno, la BPP concentró durante una década la atención de artistas, galeristas y críticos, quienes encontraron en sus salas de exposiciones y en la amplitud del edificio la mejor plataforma para programar muestras.

Exposiciones individuales de creadores representativos como Fernando Botero, Alejandro Obregón, Ómar Rayo, Pedro Nel Gómez, Dora Ramírez, Maripaz Jaramillo, León Ruiz, Édgar Negret, Germán Botero, María Teresa Cano, José Antonio Suárez, Nadín Ospina y el Taller Cuatro Rojo, por mencionar solo algunos, dan fe de la importancia cultural de la BPP en el contexto de la vanguardia plástica nacional. Además, fue

Ethel Gilmour, Aníbal Gil, Aníbal Vallejo, Satur

sede del 1. er Salón Regional de Artistas Colom

bianos de la zona Occidente en 1976, del 2. o

en 1978, del 3. o en 1980 y del 4. o y último en

1985, cuando fue relevada por el naciente Museo de Arte Moderno de Medellín, vecino en el sector Carlos E. Restrepo.

La BPP fue igualmente un laboratorio de experimentación y puesta en escena de nuevas tendencias: en 1980, la exposición “Artistas jóvenes de Antioquia” reunió parcialmente nombres y obras de artistas que trazaban su labor creadora en el medio con riesgo y proyección. Entre los seleccionados estaban Juan Camilo Uribe, Félix Ángel, Francisco Valderrama, Javier Restrepo, Marta Elena Vélez, Jorge Cárdenas, Rodrigo Callejas, Hugo Zapata, Óscar Jaramillo, Dora Ramírez, Pascual Ruiz, Humberto Pérez, Álvaro Marín, John Castles, Armando Londoño, nino Ramírez y Mario Arango.

Ese mismo año se presentó una exposición del innovador Taller Central de la carrera de Artes de la Universidad Nacional, sede Medellín. Esta exposición contó con 40 pinturas y obras gráficas de Juan Cristóbal Aguilar, Luis Fernando Escobar, Alba Cecilia Gutiérrez, Marta Lucía Ramírez, Ana Libia Vélez, Francisco Aníbal Correa, Álvaro Ceballos, Germán Uribe, Juan Luis Mesa y María José Morales. Servir de espacio simultáneo de confrontación para los jóvenes y expertos, así como de sede de talleres experimentales en artes plásticas para las jóvenes generaciones, convocó a lo más notable de la escena visual. Ejemplo de esto es el recordado Taller de Gráfica Experimental que formó a promesas del arte local como Julián Posada, Carlos Echeverri, Adolfo Bernal, Beatriz Jaramillo, entre otros.

La presencia de estos artistas y de otros no mencionados facilitó que la BPP iniciara una colección, por adquisición o donaciones, que hoy alberga 348 obras de arte de diferentes géneros y técnicas. Sin pretensiones, es un compendio del arte contemporáneo de la región y contiene valiosas piezas que cualquier museo desearía para su guion museológico. Las siguientes resumen la diversidad y valor de esta colección:

La Sala de Arte, donde se exhibió la obra de Omar Rayo. AI-BPP.

2.

1.

Carro I y Carro II (1983), Javier Restrepo; acrílico sobre tela (díptico). 1.

BPP fachada (1961), Aníbal Gil; óleo sobre tela. 2.

Serie Retratos: Bolívar, Nariño, Santander (1975), Guillermo Cuartas; acrílico sobre tela.

Mata de maíz (1983), Antonio Caro; serigrafía sobre papel.

Hierba (1981), Luis Fernando Valencia; fotografía positivo b/n.

Caricaturas (1920), Ricardo Rendón; litografía sobre cartón.

La vida y la muerte caminando por aquí, por allá (1987), Jean Gabriel Thenot; óleo sobre lona.

Paisaje (1984), Rodrigo Callejas; óleo sobre lona.

Porfirio Barba Jacob (1979), Óscar Rojas; bronce.

3.

Pedro (1974), Fernando Botero; óleo sobre tela. 1.

Homenaje (1976), Juan Camilo Uribe; collage. 2.

Autorretrato (1973), Dora Ramírez; óleo sobre tela. 3.

Tres vestigios del arte en Antioquia con pintura, cal y barro

NÚMERO

020

PÁGINAS AUTORA Manuela Saldarriaga 06

La piel de la biblioteca

son los libros, y también

los murales que los artistas

pintaron para darle la

apariencia que se merecía

por ser el corazón cultural

de la ciudad.

n 1954, en el hemisferio occidental se replicó lo que acababa de ocurrir en la India: se construyó una Biblioteca Pública Piloto. Cuando ese bellísimo golpe de suerte ocurría en la Conferencia General de la Unesco, celebrada en París, se ignoraban las coincidencias que tendría en relación con el desarrollo artístico de Medellín. Esta pequeña ciudad asentada en un ramal andino, en la esquina noroeste de Suramérica, se distinguiría, entre otras cosas, por ser un estrado de exposición de arte de vanguardia en Colombia.

Ya en 1870 la Biblioteca Soberana del Estado de Antioquia había visto la luz. También la Escuela de Artes y Oficios. A finales del siglo XIX las artes estaban en procura de dar respuesta a una identidad menos arraigada al campesinado y con miras a una formación artesana más técnica. La carpintería y la pintura esbozaban las

particularidades del arte que se produciría en Medellín. Se hablaba de una veintena de pintores a principios del XX y de un nombre en especial: Francisco Antonio Cano.

En 1964 ese experimento de cultura social que era la Piloto se traslada de La Playa al sector de Otrabanda, hoy Suramericana. En 1974, 10 años después, Darío Alberto Restrepo asume la dirección e inaugura una sala de arte con una exposición de tintas, acuarelas, carboncillos, óleos, collages y pasteles de Fernando Botero, y con una exposición de Alejandro Obregón. Tres años después, en 1977, escribe Botero desde el mismísimo corazón de París anunciando que regalaría el cuadro Pedro para la pinacoteca de la Biblioteca.

En 1975, para la celebración del tricentenario de Medellín, Restrepo, el director, junto con Darío Ruiz Gómez y Dora Ramírez, presenta una exposición con más de 100 obras de Débora Arango, quien desde la década del 50 no pintaba. Después de Botero y Obregón, pintores como Enrique Grau, Pedro Nel Gómez, Luis Caballero, Augusto Rendón, Beatriz González, Rodolfo Abularach (Guatemala), –estos últimos expuestos bajo la curaduría de Alberto Sierra– y Félix Ángel, entre otros, formaron parte del paisaje virtuoso de la época y expusieron con espectadores asiduos entre el ambiente de estantes.

Un primer mural aparece en 1969 con Dora Ramírez, quien, con 17 niños de su taller de pintura, crea El mundo que nos rodea. Luego, entre 1975 y 1977, crea otros murales con sus pupilos, de los que actualmente solo queda el de la sala general, sobre Colombia precolombina. Martha Calad, consultora de moda y quien ha estado vinculada por años al mundo del diseño, recuerda haber formado parte de esos murales: “Yo tenía siete u ocho años y recibía clases de pintura los sábados en la mañana con Dora Ramírez. Un día nos dice al grupo que íbamos a hacer un mural en la Biblioteca, y como iba a ser algo que iba a quedar por mucho tiempo, nos pidió que nos inspiráramos en el futuro. No sé de dónde, pues yo estaba muy pequeña, pinté un ‘computador’. La idea fue pintar una máquina llena de botones y colores contrastantes. Me angustié mucho, pues quería que quedara claro qué era ese aparato y le puse el nombre. El problema fue que no me cupo en el espacio y quedó “comput”. Sin embargo, ella me dijo que no me preocupara, que no había ningún problema. El mural lo hicimos durante varios sábados”.

En 1980, cuando Juan Luis Mejía dirige la Biblioteca, Pedro Nel Gómez hace un segundo

2. 3.

1. La posibilidad de leer y estudiar rodeado de obras de arte. AI-BPP. 2. Antonio Caro frente al mural de Pedro Nel. Montaje de la exposición conjunta con Alicia Barney y Carlos Echeverri, en las Sala de Arte de la BPP. 1985. Archivo Jairo Osorio. 3. Restauración al mural “Homenaje a la inteligencia antioqueña” de Pedro Nel Gómez. AI-BPP.

mural en conmemoración de los 25 años y gracias al Acuerdo municipal nº. 15 de 1979, que obligaba a realizar una obra de arte a quienes construyeran determinadas áreas. El fresco, que tiene por nombre Homenaje a la inteligencia antioqueña, hace alusión más a un anhelo que a un reconocimiento de la sociedad, y propone la educación como camino a la emancipación de un pueblo.

El mismo año, en agosto, se alza generoso el tercer mural. Este fue una intervención del ceramista Pablo Jaramillo, llamada Tierra, agua, aire y fuego. Como el de Ramírez y sus niños, se inspiró en la disposición estética de figuras precolombinas atadas al simbolismo de los elementos. Sus cuerpos sólidos, que proponen un

juego visual, están compuestos por esquemas de pares que, por ser de barro, conservan la textura corrugada sobre una superficie plana. Paralelo a este mural, el artista Jaramillo expuso 30 cerámicas.

La memoria plástica que ha conservado en sus instalaciones durante más de medio siglo la Biblioteca Pública Piloto expresa con cal y canto, en suma, las aspiraciones de una época en avance sin contención y, define una afición vital por la apreciación y análisis del desarrollo social, de lo que se entendió por identidad y de lo que el arte produjo sobre una idea de progreso, así como lo que la idea de progreso produjo sobre el arte.

Dora Ramírez supervisa la pintura del gran mural de la sede central. 1975. Fabio Restrepo. AF-BPP.

2.

1.

Mural titulado El mundo que nos rodea, hecho por Dora Ramírez y sus alumnos. AI-BPP. 2.

Colombia precolombina el mural que domina actualmente la sala general. AI-BPP.

Mural alegórico a los cuatro elementos del universo elaborado por Pablo Jaramillo, ubicado en la entrada de la Biblioteca. AI-BPP.

Una sala para leer a Antioquia

NÚMERO

021

PÁGINAS AUTOR Jairo Morales Henao 05

La Sala Antioquia no solo

reúne la obra de autores

antioqueños sino todo

lo que se ha escrito sobre

el Departamento y sus vecinos

Caldas, Quindío y Risaralda.

a Sala Antioquia se abrió al público en abril de 1985. Contaba en ese comienzo con 1.500 libros, 1.000 ejemplares de revistas reunidos en 100 títulos, 500 folletos. Este fondo documental había sido conformado por el bibliófilo antioqueño Bernardo Montoya en años de tozudos rastreos por librerías anticuarias colombianas y también de Quito, La Paz, Lima, Buenos Aires y capitales centroamericanas. Enterado de la existencia de esa colección, el doctor Juan Luis Mejía Arango se propuso que fuera adquirida por la Biblioteca Pública Piloto. Con el apoyo de Antonio Álvarez Restrepo, miembro de la Junta Directiva del Banco de la República, y Juan Manuel Ospina, director cultural de la entidad, fue comprada por el Banco, que la regaló a la Biblioteca Pública Piloto en 1984, y la fue entregada ese mismo año a su directora, Gloria Inés Palomino.

A partir de entonces la BPP se propuso consolidar una sección patrimonial cuyo propósito fuera recuperar, conservar, organizar y difundir el patrimonio bibliográfico de la región antioqueña, entendiéndose por esta al territorio de Antioquia y los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda.

Desde un comienzo la sección desplegó su actividad con base en otro criterio diferenciador: se concebía, más que como una biblioteca de autores antioqueños, como una biblioteca temática, en la que cabían obras de autores que se ocuparan de la región, así fueran originarios de otros lugares.

Esas características definían el público para el que se destinaba la Sala Antioquia: investigadores y estudiantes universitarios, principalmente, interesados en cualquiera de las temáticas que conforman la totalidad de las áreas del conocimiento, pero enfocadas a la región antioqueña. 31 años después de aquel inicio, el inventario realizado en el año 2016 da cuenta de la existencia de 27.367 libros, correspondientes a 18.724 títulos; 2.883 folletos, recogidos en 2.212 títulos; 21.374 ejemplares de revistas, agrupadas bajo 2.079 títulos; 2.606 títulos de catálogos de arte y 737 mapas y planos. También se cuenta con dos colecciones personales notables: la del poeta León de Greiff, con 3.793 libros relativos a 3.727 títulos, y la de su hermano, el poeta, musicólogo y traductor Otto de Greiff, con 7.283 ejemplares, recogidos en 3.431 títulos, a lo que habría que agregar su colección discográfica.

La Sala Antioquia ha ido adquiriendo una valiosísima colección de fondos personales e institucionales. Del total de 31 de estos fondos, mencionamos, en aras de la brevedad, los de Adel López Gómez, Manuel Mejía Vallejo, José Restrepo

Catálogo impreso para Exposición de Joyas Bibliográficas, Sala Antioquia 10 años, publicado en 1995. SA-BPP.

Jaramillo, Carlos Castro Saavedra, el movimiento Nadaísta, Ciro Mendía, Diego Calle Restrepo y Efe Gómez.

Otras colecciones sobresalientes son las de revistas culturales de los siglos XIX y XX, como Alpha, La Miscelánea, El Montañés, El Repertorio, Lectura y Arte, Vida Nueva, Claridad, Panida, Cyrano, Sábado y Antioquia. Y de periódicos de los mismos siglos, como El Correo de Antioquia, La Organización, El Bateo, El Correo Liberal, El Heraldo de Antioquia y El Diario. En 1987 el Banco de la República le encomendó la BPP la coordinación del inventario de caricaturas publicadas por antioqueños en diferentes épocas y medios, principalmente durante el siglo XX. El resultado fue una recopilación de cerca de 2.000 caricaturas, entre originales, reproducciones fotográficas, negativos, e impresas. El Fondo de Caricaturas de la Sala

Antioquia, uno de sus más notables, continuó desarrollándose hasta contar hoy con un total aproximado de 10.000 caricaturas, en diferentes formatos. En 2015 se hizo una exposición gráfica que fue acompañada por un catálogo titulado Panorama de la caricatura en Antioquia en el siglo XX. Otra área documental de gran utilidad para toda clase de consultas es el Archivo Vertical (conformado en lo fundamental por recortes de prensa). Contiene cerca de 450 temas, de índole muy diversa, como barrios y calles de Medellín, municipios de Antioquia, Ferrocarril de Antioquia, colonización antioqueña, minería, café, historia del transporte, plazas de mercado, Guayaquil, Festival de Poesía, teatro, cine, etc.

Todo ese acervo documental ha sido utilizado por investigadores y estudiantes de la ciudad, la región, el país, y aun fuera de Colombia.

Alojada inicialmente en el edificio principal, la Sala Antioquia fue traslada luego a la Torre de la Memoria. AI-BPP.

Artículos, tesis de grado, libros, reediciones facsimilares, videos, obras de teatro y colecciones completas como la Biblioteca Básica de Medellín, editada por el Instituto Tecnológico Metropolitano, encontraron allí su primer estímulo, y en muchas ocasiones, acompañaron de principio a fin el desarrollo completo de la obra.

Con motivo de los 10 años de funcionamiento de la Sala Antioquia, entre 1995 y 1997 se editaron catálogos sobre Adel López Gómez, Los Panidas, Botánicos Antioqueños, Joyas Bibliográficas de la Sala Antioquia, José María Bravo Márquez y José Restrepo Jaramillo.

Anteriormente, en 1994, y con el apoyo de la Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia, el Museo Histórico, la Casa Museo Fernando González y la Dirección de Extensión Cultural de la Biblioteca Pública Piloto, se había editado el catálogo Viaje a la Presencia de Fernando González.

A partir de 1996 se comenzó a publicar el Boletín Cultural y Bibliográfico Escritos desde la Sala, que divulga la historia y la cultura de la región antioqueña. Colaboran en él personas expertas en diferentes temas, externas a la institución y también pertenecientes a ella, como su editor

Escritos desde La Sala. Boletín cultural y bibliográfico coleccionable de la Sala Antioquia que circula desde 1996. SA-BPP.

general y quienes han trabajado en su diseño, especialmente José Gabriel Baena (q.e.p.d).

Y con motivo de los 25 años se editaron 15 entregas de un plegable temático titulado “Coleccionables”, donde divulgaron colecciones con temas como prensa alternativa, cocina, cartillas de lectura, revistas de empresas, etc. Miguel Escobar Calle fue el curador de la Sala Antioquia y han prestado sus servicios en ella Luz Posada de Greiff, Yohem Taborda, Cristina Silva, Patricia Cataño, Juan de Dios López Cano, Teresa Naranjo, Luz Daris Escobar, María Elena Palacio, Alejandra Quintero y quien esto escribe. Jairo Morales Henao.

Impresos

Boletín cultural y bibliográfico Escritos desde la Sala: este medio de difusión y construcción de nuestra identidad cultural regional, adscrito a la Sala Antioquia de la BPP, surgió por iniciativa del coordinador de esa sección, Jairo Morales Henao, quien ha sido su editor. Su primera entrega apareció en septiembre de 1996. Desde entonces se han publicado 24 entregas; la más reciente fue en julio de 2018. Este boletín acoge artículos de colaboradores de la institución y externos a ella sobre la historia y la cultura de la región antioqueña, relacionados con temas de arquitectura, urbanismo, música clásica y popular, artes plásticas, fotografía, caricatura, poesía, narrativa, crítica literaria, arte religioso, botánica, publicaciones periódicas, folclor, librerías, libros antiguos y nuevos de autores antioqueños, bibliotecas patrimoniales, genealogías, personajes, entre otros.

Mosaico de libros, partituras, documentos y caricaturas que se salvaguardan en la Sala Antioquia. SA-BPP.

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