3 minute read

El terrible monstruo espacial

Finalista 6

Advertisement

El terrible monstruo espacial

Ana Sofía Carvajal Cossio

8 años

Colegio Ferrini Bilingüe

Medellín

Estoy parada frente a mi ventana, observando lo que pasa en nuestra ciudad, parece que esta historia fuera narrada desde un pequeño y solitario pueblito, pero no, estamos en una gran ciudad que fue silenciada por un gigantesco monstruo.

Todo empezó mientras jugaba con mis primos y en las noticias solo contaban lo que hacía un extraño monstruo en otros lugares lejanos. Un día como cualquier otro quise salir con mis patines a sentir el viento en mi cara, pero no fue posible, la tarde se hizo gris, las personas no abrían sus puertas y mi mamá no me dejo salir, todos murmuraban , algunos corrían y hasta lloraban, pero yo no entendía nada, al día siguiente en el colegio nuestra profesora nos explicó que el mundo estaba en peligro, que había llegado un monstruo de otro planeta, uno muy muy lejano y que haría que todo lo que conocíamos cambiara, todos nos preocupamos, pero ella nos dio clases de defensa contra monstruos espaciales, nos pusimos capas de jabón y antifaces de agua para esperarlo.

Los días pasaron y el temible extraterrestre no llegaba, todos creímos que los adultos mentían y que no era más que un cuento para asustarnos, así como lo fue el coco y hasta el árbol de chicle en la panza; pero no era así, la mañana del 16 de marzo mamá no me despertó para ir al colegio , cuando le pregunte me dijo que ahora todo sería diferente, no podríamos ver a nuestros amigos , profesores, ni familiares de otras casas, ahora solo éramos nosotros porque el temible monstruo espacial había aterrizado en nuestra ciudad, fue en ese momento cuando entendí que debía convertirme en la luchadora que tanto había preparado, me bañe, me puse mi mascarilla de poderes, mi capa de jabón y mi antifaz de agua.

Esa noche mientras todos dormían, los niños de mi clase y yo salimos a salvar el mundo, sabíamos todo lo que debíamos hacer porque nuestra super profesora nos compartió

43

sus mejores maniobras, cuando salimos vimos finalmente al causante de tanto miedo , era verde, gelatinoso, gigantesco y espantoso, era una pesadilla, se aferraba a nuestra piel y a nuestros zapatos, pero la peor sorpresa de todas fue que no era un solo monstruo espacial, eran miles y miles, unos pequeños que parecían sus hijos pero otros grandes, que se encargaban de lastimar a nuestros papás y peor aún a nuestros ancianos.

A partir de ese momento cada segundo del día teníamos puesto nuestro super traje, en equipo empezamos a buscar una solución para vencer a tan feroz villano y aunque aún no lo espantamos del todo, ahora lo conocemos un poco más, sabemos su nombre, descubrimos su debilidad a nuestros super trajes de agua y jabón y pronto con ayuda de todos vamos a tener el antídoto para combatir sus poderes malvados.

Esa es mi historia, contada desde mi ventana mientras espero paciente el momento en el que podamos volver a ver a nuestros amigos, compartir un helado en el parque, sonreír sin mascarilla y todos poder tomarnos de la mano para no dejar entrar nunca más al terrible CORONAVIRUS MONSTRUO ESPACIAL.

This article is from: