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Slotie el muñeco de felpa

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Lo casi imposible, Becka y Slotie el muñeco de felpa

Irene Carvajal Ramírez

12 años

Colegio Jesús María

Medellín

Finalista 11

... Y cuándo viajas. Le preguntó Drew, su hermano menor a Becka. - Mañana, ya te lo había dicho ayer por la noche, antier por la madrugada, el miércoles cuando te levantaste y el martes en el almuerzo, tienes que prestarme más atención. Dijo Becka.

- Sí, si ya sé que me lo has dicho toda la semana, pero se me olvida a cada rato por el miedo que tengo de que tú vayas al espacio exterior, ¡es enorme y te podrías perder!, dijo muy preocupado por su hermana.

- Cálmate Drew, no me pasará nada, mira, esos viajes son muy seguros y precisos, es casi imposible que me pierda allá. Dijo a su hermanito que estaba preocupado por ella.

-Ok, pero solo estaré calmado si te llevas a Slotie, el muñeco de felpa, él te protegerá de todo peligro.

- Muy bien, si eso te hace sentir más confiado de que todo saldrá bien, me lo llevaré.

Drew más tranquilo de que todo iba a salir bien la abrazó y le pidió que si podía dormir en su cuarto, ella accedió y juntos se fueron a dormir. Bueno, Drew a dormir y Becka a intentar dormirse.

A la mañana siguiente toda la familia se fue a ver el vuelo, sí, literalmente toda la familia; estaba el abuelo, la abuela, los tíos, los primos, los tíos abuelos, los primos lejanos, la mamá, el papá, el hermano, familia que ni siquiera sabía que tenía, etc. Todos estaban muy felices excepto Drew, él todavía no estaba del todo seguro de que su hermana debería viajar.

Matilde y Casandra eran las compañeras de vuelo de Becka, aunque se conocieran desde hace 1 año parecía que se conocieran de toda la vida. Las tres estaban muy nerviosas y emocionadas al mismo tiempo.

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140 Cuando todas se despidieron de la familia, Drew le dio a Becka el muñeco de felpa al cual llamaban Slotie, la abrazó y Becka se fue.

Todo era muy emocionante, las personas con carteles que decían los nombres de las chicas, los de la agencia haciendo el conteo regresivo, personas llorando de la emoción, otros de la preocupación y Drew porque la iba a extrañar muchísimo.

El conteo regresivo fue muy emocionante todos gritaban: ¡10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, despegue!

El cohete salió disparado al espacio, pero su destino no era solamente salir de la atmósfera, su objetivo era la luna.

Llegó un momento en el que ya no sentían la fuerza G, ya estaban oficialmente en el espacio, todo flotaba, todo era un sueño.

Después de dos días de vuelo, sintieron un estruendo, ¡un motor había explotado!, era un problema muy grave, iban a mitad de camino y no había suficiente energía ni para ir a la luna ni tampoco para volver a la tierra.

-Houston tenemos un problema. Dijeron las tres al mismo tiempo muy asustadas.

Al instante el centro de la NASA que queda en Houston y es el que se encarga de saber lo que pasa con la nave se dio cuenta de la gravedad del asunto y les dijeron que para poder volver tendrían que quitar la mayor cantidad de cosas posibles.

Ellas no sabían que tenían que dejar en el espacio así que dejaron ir uno de los tanques de oxígeno y el tanque que les proporcionaba calor. No pasó mucho tiempo para que se dieran cuenta que hacia un frio tremendo y llamaron al centro de la NASA en Houston y les dijeron lo qué habían botado, ellos les habían dicho que botaran eso, pero no

se percataron en que la temperatura podría llegar a cifras tan bajas que les podría dar hipotermia a todas.

Los noticieros se enteraron de todo al instante, así que las familias de las astronautas se enteraron también rápidamente.

Cuando Drew se dio cuenta de esto se echó a llorar y le pidió a Slotie que la protegiera, que le diera consuelo, que le diera calor, que le diera oxígeno y que la llevara a la casa sana y salva.

El centro de la Nasa, en Houston, ya estaba llevándolas de vuelta a la tierra, pero era muy peligroso porque podrían morir, debido a qué se les estaba acabando el oxígeno, o porque les diera hipotermia o porque no alcanzaran a llegar a la tierra. Así que para que se mantuvieran más tranquilas las mandaron a intentar dormir, eso era casi imposible, porque tenían frio, podrían no llegar a la tierra y se les podría acabar el oxígeno.

En ese momento Becka dijo: tengo miedo, además le prometí a Drew que regresaría mejor que antes y creo que no podré hacerlo.

En ese momento todas se abrazaron y Becka recordó a Slotie, el muñeco de felpa.

Ella lo sacó y lo abrazó fuerte y algo muy raro pasó. Slotie estaba emitiendo calor, le daba consuelo a Becka y estaba convencida de que volvería a casa.

Ella les dijo a las otras que lo abrazaran, todas sentían lo mismo, el deseo que le pidió Drew a Slotie se había cumplido, esa noche todas pudieron dormir gracias a Slotie.

Cuando despertaron lo hicieron porque desde Houston les estaban hablando y le decían:

- Despierten, despierten están a punto de perder todo el oxígeno, pónganse sus cascos que allí tienen un poco más

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142 y con suerte aguantaran.

Ellas corrieron a buscar sus cascos, pero cuando se los pusieron se estaban ahogando, ¡los cascos no tenían nada de oxígeno! Así que abrazaron a Slotie y empezaron a respirar mejor, él también tenía oxígeno.

Después de un rato las volvieron a llamar desde Houston diciendo que se abrocharan cinturones que estaban a punto de llegar a la tierra.

Ellas al instante se pusieron los cascos que ya tenían oxígeno y el traje espacial y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban sintiendo otra vez la fuerza G, ya sentían calor, estaban oficialmente en la tierra.

Cuando aterrizaron todas estaban llorando de la felicidad y a Becka la esperaba su familia, pero Drew se les adelantó a todos en la carrera de ir a abrazarla y los dos de pusieron a llorar de la emoción.

En ese instante Becka le dijo a Drew que Slotie las había salvado, que él les dio calor, confianza y oxígeno.

Drew no lo podía creer, él le había pedido todas esas cosas a Slotie y él se las cumplió.

Cuando llegaron a casa, había una fiesta de bienvenida. Cuando iban a brindar la mamá dijo:

- Brindo por la suerte, la suerte fue la que la trajo a casa.

Pero en ese momento Becka interrumpió y dijo:

- No mamá no fue la suerte, fue Slotie.

Todos empezaron a brindar por Slotie, Drew y Becka abrazaron fuerte a Slotie.

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