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Lo que la pandemia no se llevó

La propagación del COVID-19 ha colmado los medios por más de un año. Otras enfermedades, sin embargo, no han dejado de existir por la llegada del nuevo virus al Perú. Entérate de cuáles son y qué consecuencias ha tenido la pandemia sobre ellas leyendo este artículo.

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Escribe: César Valdivia Fotografía: José Amable

La pandemia del COVID-19 -con justa razón- ha tomado la atención del mundo entero durante el último año. No es para menos: las millones de personas contagiadas y el saldo de fallecidos han catalogado a esta crisis como una de las mayores de la historia de la humanidad. A pesar de que la situación nos ha quitado más que actividades con amigos y clases presenciales, sin duda lo que no se llevó fueron las centenarias patologías en nuestro país. No hace falta hacer un recuento de los innumerables escándalos de corrupción destapados recientemente. Tampoco hace falta mencionar la mayúscula cantidad de fake news y desinformación que circula en los medios, pues toda esta información circula diariamente en noticieros e internet: es de muy fácil acceso. Sin embargo, los males de los que no se habla ni han tenido tanta cobertura en los medios

le cuestan la vida a cientos de peruanos diariamente y se han visto potenciados debido a la pandemia.

Como una sombra grande que eclipsa a la más chica, el COVID-19 ha generado que las enfermedades más graves -y ya recurrentes- que padecen miles de peruanos hayan pasado desapercibidas dentro del periodo de desastre. En este caso hablaremos, pues, del cáncer, el dengue y la tuberculosis.

Indica el Diario Gestión (2021) que el cáncer era la principal causa de muerte en el Perú antes del inicio de la pandemia con 40 000 fallecimientos anuales. Ante la primera ola de COVID-19, la combinación de hacinamiento de hospitales, la demanda de camas UCI y la paralización de la vida cotidiana provocó que el 73% de pacientes oncológicos en todo el país no pudieran continuar sus tratamientos o que tuvieran dificultades para reanudarlo.

Tal es la urgencia que provoca esta enfermedad que el portal Ojo Público (2021) publicó una nota en la que expresa el sentir de un grupo de expertos por los pacientes oncológicos que deberían tratarse con particular cuidado a la llegada de las vacunas. Es decir, ellos representan uno de los grupos de riesgo más vulnerables, por lo que priorizar su vacunación debería estar también en la agenda de los estados. Se explica, a su vez, que el riesgo incrementado podría significar una mayor probabilidad de morbilidad entre los pacientes. Bajo la misma línea, Yerson Collave (2021) explica que, a pesar del golpe inicial, los servicios de tratamiento oncológico se fueron restableciendo alrededor de la segunda cuarentena impuesta en el país, pero los esfuerzos no fueron suficientes para lograr regresar al estado anterior. Entre marzo y junio de 2020, 35% de los pacientes dejaron de recibir atención médica y las autoridades dejaron de prestarle atención al problema: los chequeos preventivos se redujeron y los casos se acumularon. Por si fuera poco, en el mismo artículo, el médico oncólogo Luis Vera asegura que la falta de atención del sector público hacia los hospitales venía arrastrándose como un problema grave, el cual ha sido agravado aún más por la pandemia.

A manera de resumen, los comentarios de Essy Maradiegue del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas condensan apropiadamente el problema en unas cuantas palabras: “La sobrevida de los niños con cáncer supera 80 por ciento, pero por la pandemia hay pacientes que están perdiendo la posibilidad de recuperación”.

Otras enfermedades como el dengue, por ejemplo, no pintan un panorama distinto. Esta es uwna enfermedad vírica, propagada por mosquitos en lugares de climas tropicales. La adición del coronavirus a este problema -aún sin controlar en su totalidad por el Estado- resultó en un terrible destino para cientos de personas que ya se encontraban deshidratadas y sufriendo la falta de nutrientes -características recurrentes de las personas diagnosticadas con esta enfermedad-.

Ojo Público (2020), en un nuevo reporte, señala que la cantidad de fallecidos por esta enfermedad en 2020 fue ampliamente mayor a la del año 2019. De manera similar al cáncer, el dengue se presenta como un enemigo silencioso cuyo combate ha sido descuidado por el Estado. Vemos, pues, que a pesar de que el 80% de los enfermos se encuentra en los departamentos de Loreto, Madre de Dios, Amazonas y Ucayali, los incrementos de contagios se han registrado en 17 departamentos del Perú.

Adicionalmente, Carmen Arroyo (2021) en el portal IPS Noticias revela que, con más de 56 mil casos confirmados en diciembre, la crisis producida por esta enfermedad es una de las más grandes en mucho tiempo: desde la epidemia de 2017 no se registraban números de contagios tan alarmantes. A pesar de los esfuerzos del Estado en fumigación y campañas de prevención, la epidemia no dio tregua.

Finalmente, enfermedades como la tuberculosis son particularmente agresivas en este periodo, por la desafortunada combinación de síntomas que se produce si se contagia, la misma persona, con Covid. Aguilar, Cotrina y Zavala (2020) explican que el riesgo de fallecer es mayor para los pacientes de tuberculosis por su condición

de vulnerabilidad ante daño pulmonar, infecciones y desnutrición. Se encuentran, pues, en desventaja frente a la competencia por la supervivencia frente al nuevo coronavirus.

Por si fuera poco -explica el artículo- las personas que ya hayan pasado por el COVID-19 adquieren un alto riesgo de tuberculosis debido a la inmunodepresión. La respuesta inmune inicial que genera se caracteriza por una fuerte reducción del recuento de glóbulos blancos, tendiendo mayores posibilidades de posteriores respuestas antivirales poco efectivas y predisposición a ser infectado y enfermado por distintas bacterias (Aguilar, Cotrina & Zavala, 2020).

Así como estas, la lista de serias y descuidadas enfermedades no es pequeña. Resulta nuestra tarea, por estos motivos, cuidarnos; no solo para evitar contagiarnos de COVID-19, sino también para prevenir el contagio en personas que ya sufren de otras enfermedades. Pues, es un grupo de vulnerabilidad con el que se debe ser particularmente cauteloso y hacer su periodo de aislamiento -aunque sea- un poco más seguro.

Referencias

Agencia Sinc. (8 de febrero de 2021). Covid-19: Expertos consideran prioritaria la vacunación de pacientes con cáncer. Ojo Público. https:// ojo-publico.com/2472/ expertos-dicen-que-esprioritario-vacunacion-depacientes-con-cancer

Aguilar-León, P., CotrinaCastañeda, J., & Zavala-Flores, E. (2020). Infección por SARSCoV-2 y tuberculosis pulmonar: análisis de la situación en el Perú. Cadernos de Saúde Pública, 36, e00094520.

Arroyo, C. (15 de enero de 2021). Dengue en Perú, una epwidemia en medio de una pandemia. IPS Agencia de Noticias. http://www. ipsnoticias.net/2021/01/ dengue-peru-una-epidemiamedio-una-pandemia/ Agencia Efe (4 de marzo de 2021). Los pacientes oncológicos, grandes afectados por la pandemia en Perú. Gestión. https://gestion. pe/peru/los-pacientesoncologicos-grandesafectados-por-la-pandemiaen-peru-noticia/

García, Y. C. (4 de febrero de 2021). Día de la Lucha contra el Cáncer | ¿Cuánto avanzó la enfermedad durante la pandemia y qué hacer para cambiar esta situación? El Comercio Perú. https://elcomercio. pe/tecnologia/ciencias/ cancer-covid-19-coronavirusdia-de-la-lucha-contra-elcancer-cuanto-le-favorecio-lapandemia-y-que-hacer-paraevitar-su-avance-noticia/

Red Investigativa Regional. (6 de agosto de 2020). Enemigo silencioso: el dengue golpea al Perú durante la pandemia. Ojo Público. https://ojo-publico. com/2029/el-dengue-golpeaal-peru-durante-la-pandemia

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