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Omega, mucho más que solo una academia
Escribe: Mariah Anglas Fotografía: José Amable
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En estos tiempos de crisis que enfrenta la educación en el Perú, es necesario adoptar nuevos métodos. Omega ha sabido adaptarse a los retos de la virtualidad sin perder su énfasis en la educación integral de sus alumnos.
Todos alguna vez en nuestra vida hemos “ajustado” para pasar algún curso y es normal que busquemos ayuda, a veces es necesario. Hoy, Boceto te trae un inside look de todo lo que hay detrás de Omega, una academia que ofrece mucho más que solo cursos. En esta oportunidad entrevistamos a su fundadora, María Fernanda Ricalde, exalumna UP.
Buenos días Mafer, cuéntanos un poco más de cómo comenzó Omega, ¿cuándo nació esta idea?
Todo comenzó en el 20150 cuando llevé el curso de Contabilidad Intermedia con el profesor Leong, uno de los más exigentes en ese momento. Era casi una leyenda aprobar el curso con él, ya que iba más allá de los temas establecidos en el sílabo: hacíamos proyectos de creación de empresas y juegos de negocio, lo cual ayudó muchísimo a mi formación.
Cuando aprobé satisfactoriamente el curso, surgió la idea de ayudar a otras personas dando asesorías y clases particulares. Primero era específicamente para alumnos del profesor Leong hasta que él dejó de enseñar, por lo que probé enseñar otros cursos de contabilidad. Me di cuenta de que con todo lo que había aprendido en ese curso estaba completamente capacitada para enseñar. Así que comencé a dar clases a dos o tres personas, poco a poco esto fue creciendo.
Al inicio les enseñaba en cubículos y eran grupos pequeños, pero la demanda fue creciendo ya que mis alumnos me recomendaban. Así, mis horarios se tornaban un poco caóticos. En ese momento, yo estudiaba, trabajaba y enseñaba. Llegaba muy temprano a la universidad y me iba cuando cerraba. Sentía un gran compromiso con todos mis alumnos, incluso daba clases los domingos desde las 7 de la mañana. Todo lo que hacía era con el fin de ayudarlos a que despejen sus dudas y tengan los mejores resultados.
Casi al final de mi carrera, la universidad se puso demasiado exigente y decidí dejar de trabajar. Ahí fue cuando me enfoqué más en enseñar y empecé a alquilar salones en algunas academias. Al inicio, los grupos eran de 10 personas, pero cuando crecieron empezaron a cobrarme más por el alquiler y ya no podía pagarlo. Sin embargo, otra academia aceptó darme un espacio para poder dictar, a pesar de que ellos también dictaban ese curso. Definitivamente, el 2019 fue el año de mayor crecimiento: los salones se llenaban, teníamos varios horarios y excelentes resultados de los alumnos.
William Castillo
Fabrizio Sebastiani
Hoy en día, Omega se centra en el concepto de bienestar y aprendizaje del estudiante. Dictamos más de 10 cursos con los mejores profesores, de los cuales todos son de la UP. A la fecha, hemos tenido más de 1,000 alumnos y, en el 2020, logramos un récord de 100% de alumnos aprobados. Planeamos repetirlo este 2021.
¿Por qué decidiste agregar más cursos? ¿Cuál fue el proceso?
Durante el 2020, recibí muchísimos comentarios de chicos que estaban teniendo complicaciones con los cursos. La enseñanza virtual no es fácil y algunos profesores no estaban brindando todo el apoyo que los alumnos necesitaban. Además, varios de mis alumnos me comentaban de complicaciones personales a raíz de la pandemia. Incluso, hay alumnos que han llevado toda la vida universitaria virtual y el proceso no ha sido sencillo para ellos.
Es ahí donde nace la idea de expandir a Omega bajo el concepto de ser mucho más que una academia de refuerzo universitario. Nosotros nos enfocamos en el bienestar de todos nuestros alumnos y la comunidad UP en general. Queremos ser un espacio para compartir experiencias, conocimiento y amistades. De esta manera, queremos contribuir a nuestra universidad.
Para afrontar este reto de tener más cursos y ayudar a más alumnos, me junté con dos personas increíbles: William, egresado de Negocios Internacionales, consultor
e investigador en la UP, y Fabrizio, exalumno de Omega, estudiante de Ingeniería Empresarial y especialista en desarrollo web. Entre los 3, determinamos los cursos por dictar, desarrollamos la plataforma de Omega y supervisamos el reclutamiento de profesores.
Fuimos incorporando profesores poco a poco, ya que quería ir lento para asegurarme de la calidad de los docentes. Pero, sobre todo, asegurarme del tipo de personas que eran. Valoramos el lado personal de nuestro equipo, las ganas de dar lo mejor de ellos y su vocación de servicio. Yo creo que, hoy en día, un alumno no solo necesita las clases o aprobar un curso, sino también un acompañamiento y alguien en quien pueda confiar. Entender al alumno es esencial para poder darles lo que realmente necesitan. Veo que han lanzado una plataforma ¿Qué es lo que ofrecen? ¿Cuál fue el obstáculo más difícil de este nuevo proyecto?
La plataforma de Omega ofrece clases virtuales, adelanto de cursos, asesoría con tu matrícula e incluso con tu primera práctica. Funciona como un aula virtual, perfecta para ingresar a tus clases de una forma más eficiente y didáctica. Adicionalmente, accedes a descuentos exclusivos de emprendimientos de exalumnos o estudiantes de la UP. Así, creamos sinergias entre la comunidad UP y la comunidad Omega, apoyándonos entre todos.
Lo más difícil de este nuevo proyecto de la plataforma de Omega definitivamente fueron el miedo y la ansiedad. Todo el proceso de agregar más cursos, lanzar la plataforma, ofrecer ayuda y asesoramiento a los chicos fue muy agotador. Yo me levantaba a las 6 de la mañana y terminaba de trabajar como a las 3 de la madrugada. Fue demasiado para mí. Tenía miedo y muchas dudas, quería que todo salga perfecto. Sin embargo, todo ha salido bien gracias a nuestro esfuerzo y dedicación. Siento que Omega es mi hijo: lo cuido y busco que crezca día a día.
Ahora sigo con preocupaciones de qué pasará en el futuro, pero ya no tengo miedo. Algo que me dijeron mis alumnos fue lo siguiente: “Si tú estás haciendo las cosas con buena intención y con el objetivo de ayudar a otros, no hay nada que pueda detenerte.”
¿Cómo ves a Omega en 5 años?
En 5 años, veo a Omega como un centro estudiantil para toda la Comunidad UP. Asimismo, con nuestra experiencia por la parte tecnológica, planeamos expandirnos mediante la modalidad de cursos virtuales a otras universidades. Ahora mismo, estamos validando otra idea de negocio complementaria, que busca brindar tutoría y asesoramiento uno a uno a estudiantes universitarios.
Más que una academia, veo el bienestar estudiantil. Un lugar donde no solo encuentren los cursos que necesitan y buenos profesores, sino que también tengan un espacio para ellos. Quiero que cuenten con actividades y eventos; en otras palabras, crear una comunidad. Deseo que los chicos puedan relajarse y encontrar un espacio en su vida y que vayan a Omega no solo a aprender, sino a sentirse bien. La vida universitaria no es solo estudiar, es necesario tener un punto medio en el cual uno pueda mantener su vida académica junto a la social, familiar y sus pasatiempos.
Nuestro propósito no es solo que aprueben el curso, sino que, durante este proceso, estén estables emocionalmente y crezcan. Quiero que sientan la libertad de pedirnos ayuda en caso lo necesiten. Yo creo que todos tienen un gran potencial, pero que aún no lo saben. Cuando ellos realmente crean en sí mismos, podrán
lograr lo que quieran. Más de una vez ha llegado un alumno desanimado y con notas bajas. Generalmente, diciendo que es imposible que pase. Para esto, yo siempre les digo que lo único que necesitan es dedicación y ganas de aprender. Lo más importante es que ellos mismos se den cuenta de su potencial y lo que son capaces.
¿Qué diferencia a Omega de otras academias?
Por un lado, a diferencia de otras academias, nosotros brindamos asesoría personalizada 24/7. Todos nuestros alumnos saben que pueden escribirnos a cualquier hora y estaremos ahí para ellos. Es decir que ya sea para temas del curso o personales, siempre estamos ahí. El servicio de Omega no es solo dentro del salón de clase; nuestro apoyo va mucho más allá de eso. Estamos brindando asesorías y seguimiento constante para que nuestros alumnos puedan entender realmente el curso. De esta manera, que logren pasarlo y, sobre todo, aprenderlo. Yo creo que esto fue clave para lograr el 100% de aprobados en el 2020.
Por otro lado, nosotros buscamos contribuir a la Comunidad UP mediante los eventos, charlas, e incluso la cuponera Omega. Es así como buscamos promocionar otras marcas de alumnos de la universidad, en especial en estos tiempos tan difíciles. Además, todo nuestro staff es de la UP; por ello, entendemos a nuestros alumnos, porque hemos pasado por lo mismo. Así, podemos brindarles un apoyo de acuerdo con sus necesidades. Más allá de todo lo que queremos lograr, yo creo que Omega se enfoca en que los alumnos crezcan como personas. La universidad es una etapa clave para formar valores. Yo pienso que los valores son lo más importante en una persona; es lo que marca la diferencia.
Más de una vez, alguno de mis chicos me ha pedido que lo ayude en el examen, yo siempre le digo que mi función es enseñarles, no hacerles el examen. Y, lo más importante, si yo los ayudo en el examen, ya no confiarán en ellos mismos. Cuando vuelvan a presencial o trabajen, no van a confiar en sus conocimientos y ya no estaré yo para ayudarles. Sé que es difícil la modalidad virtual, pero es fundamental ahora más que nunca que tengan sus valores bien puestos. Es un buen
momento para que se armen de valor y saquen lo mejor de ellos mismos.
Esta etapa me ha permitido ser más empática, conocer a los chicos, entenderlos y saber lo que necesitan. Un curso, un ciclo o una carrera no te asegura nada en la vida, lo más importante es trabajar en uno mismo. Siento que eso es lo que nos hace más que una academia.