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Actualidad Internacional
Dos mundos sobre la tierra
Escribe: Juan Diego Zapata Díaz Fotografía: Micaela Paez
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Según Julio Ramón Ribeyro, “todos tenemos un doble que vive en las antípodas, pero encontrarlo es muy difícil porque los dobles tienden siempre a efectuar el movimiento contrario”. En las antípodas del Perú se encuentra exactamente China. Si la definición de antípoda es “lugar diametralmente opuesto”, cabe preguntarnos sobre la distancia cultural que nos separa, esperando que el lector logre encontrar aquel doble del que nos hablaba Ribeyro.
EL PARTIDO COMUNISTA CHINO
La Constitución china de 1982, que ha recibido revisiones hasta el 2018, garantiza la libertad de expresión. Sin embargo, como indica el informe 2019 de Amnistía Internacional, su sistema de justicia está plagado de juicios injustos y casos de tortura debido a que trata como secreto de Estado toda información referente al uso generalizado de la pena de muerte. Las frecuentes cláusulas de subversión del poder estatal y de protección de secretos de Estado para encarcelar a aquellos que son críticos con el gobierno hacen que no se pueda hablar de verdaderas libertades civiles en la práctica. Las enmiendas a la constitución se caracterizan por medidas que dan pie a una mayor concentración del poder; por ejemplo, la enmienda del 2018 anuló los límites al mandato presidencial, permitiendo que el presidente y vicepresidente ocupen el cargo de por vida. Idi Amin, el difunto dictador de Uganda, una vez declaró que él respetaba la libertad de expresión, pero que no podía garantizar la libertad después de la expresión. El sistema judicial chino parece seguir su filosofía.
A inicios de la presidencia de Xi Jinping (2013), la periodista Gao Yu hizo público el Document number nine. Este era una directiva que prohibía a las escuelas en China enseñar 7 conceptos occidentales como la libertad de prensa,
democracia constitucional, valores universales, sociedad civil, entre otros. valores universales, sociedad civil, entre otros. Como era de esperar, Gao Yu fue luego arrestada por revelar secretos de estado. Desde el 2003, se diseñó un firewall que controla el contenido en internet que circula en el país, desde 2010 no se puede acceder a YouTube, Twitter, Google, Facebook o Instagram y desde 2015 las universidades tienen departamentos para “supervisar” el pensamiento político de los profesores.
NACIONALISMO: ¿NO TE GUSTA EL CEVICHE?
La generación que hoy está en sus 20’s llamada “jiulinghou”, o “post-90s”, nacidos entre 1990 y 1999, suman 188 millones. Muchos de ellos se unen a grupos de voluntariado o donan a organizaciones benéficas. Pese a la censura generalizada, estos jóvenes usan las redes sociales para defender causas como el feminismo, ambientalismo y su nacionalismo. Ninguna generación previa ha manifestado más su apoyo a los derechos de las mujeres y LGTB. Este surgimiento de liberalismo social en los jóvenes ha crecido en paralelo a su apoyo al Partido Comunista Chino: cuatro de cada cinco estudiantes son miembros de la “Liga Comunista Juvenil”, lo cual permite hacer línea de carrera desde los 14 y entrar a los 18 al partido comunista. Los trabajos en empresas estatales requieren que seas miembro, el gobierno muchas veces lo pide como requisito y muchos directores de start-ups son miembros para demostrar corrección política, como Jack Ma de Alibaba.
Los jóvenes en China han recibido una educación con mayor énfasis en el patriotismo, pues llevan cursos obligatorios de marxismo, doctrinas de Mao y, desde el año pasado, “pensamiento de Xi Jinping”. El curso obligatorio de doctrinas de Mao suele culminar con un campamento en una cueva en Yan’an en la que se refugiaba Mao Zedong antes de llegar al poder. Esta experiencia llega a ser muy conmovedora en los niños, pues se realizan todo tipo de actividades que terminan llenándose de una identidad nacional que el gobierno busca asociar al Partido Comunista Chino.
Podemos observar el interés del gobierno por fomentar el nacionalismo en los jóvenes con el espectáculo más visto en China desde su lanzamiento en Hunan TV: “Socialism is kind of cool”, un show de juegos sobre la vida de Xi Jinping en el que se puede escuchar canciones de rap que repiten las alabanzas al Partido Comunista Chino e, incluso, se utilizan jergas que son familiares entre los jóvenes.
¿SIGUES SOLTERO(A)?
La juventud de China nació bajo la política de hijo único, la cual duró de 1980 hasta 2016. Sus madres tuvieron que informar de sus períodos al Danwei para asegurarse de que cumplían con la regla del hijo único. Los Danwei eran unidades que administraban trabajos, educación, vivienda y atención médica, monitoreando las orientaciones políticas de sus beneficiarios. Actualmente, los jóvenes cuentan con mayor libertad personal.
Zamora López & Rodríguez Veiga (2020) indican que la política de hijo único, junto con una preferencia por hijos varones, llevó a que se aborten a muchas niñas y que en varias partes de China exista, hoy en día, un número muy superior de hombres que mujeres. El economista Scott Rozelle, de la universidad de Standford, estima que 40 mil jóvenes no tendrán chance de encontrar pareja.
A estos jóvenes se les conoce como guanggun o “ramas desnudas” en el árbol genealógico. Esto preocupa a muchos sociólogos, pues estos jóvenes desempleados y sin pareja pueden ser una fuerza desestabilizadora en el futuro.
Actualmente, el gobierno chino está interesado en revertir su antigua política y fomentar que las familias tengan más hijos. Esto ha llevado a que se discrimine a la mujer, pues los organismos estatales han popularizado un término para aquellas mujeres sin casarse mayor de 27 años: shengnu o “mujeres sobrantes” (The Economist, 2021). Un dato curioso: las mujeres en Shanghai se casan en promedio a los 29 años (en Lima es a los 36 años).
TENDENCIAS JUVENILES
Pese a ser el segundo país que más contamina, la conciencia medioambiental está surgiendo entre los jóvenes. Esto se manifiesta en la gran cantidad de usuarios de Ant Forest, una cuenta de carbono personal lanzada por Alipay que permite llevar registro de tu gasto verde y garantiza créditos que se destinan a sembrar árboles de acuerdo con los puntajes de los usuarios. La carne de origen vegetal también está ganando comensales: el año pasado, los nuggets veganos de un KFC en Shanghai se acabaron en solo una hora.
El sistema educativo chino es particularmente exigente. Cada año, los días 7 y 8 de junio, los estudiantes realizan el Gaokao (un examen) que es la única forma que tienen los estudiantes para entrar a la universidad. Ese día se cierran vías, se suspenden obras de construcción cerca a escuelas y está prohibido hacer bulla para que nada distraiga a los alumnos que tienen delante el momento más importante de sus vidas. El Zhongkao (un examen) lo dan los niños que pasan de primaria a secundaria y es requisito en casi todas las escuelas. Ocho provincias han incluido educación física en el Zhongkao y se le ha asignado el mismo peso que otras asignaturas como matemática y chino. Esto se debe a que, actualmente, uno de cada cinco niños chinos tiene sobrepeso y el gobierno está particularmente interesado en que los niños no sean “debiluchos y femeninos”.
Se puede leer en un titular de Xinhua (la agencia de noticias del gobierno): “¿Por qué los buenos tiempos generan niños débiles?”, y, en enero, el ministro de educación pidió “prestar más atención a cultivar la masculinidad de los niños” y mostró su apoyo a la Propuesta de Prevención de la Feminización de Hombres y Adolescentes que busca contratar más profesores hombres de educación física para prevenir la “feminización de los jóvenes”.
EL ABRAZO CHINOPERUANO
Recordemos que, en China, la línea que divide el sector público del privado es muy borrosa. De hecho, la empresa privada Sinopharm pertenece a la Comisión Estatal para la Supervisión y Administración de los Activos del Estado; lo cual es lo más cercano que una empresa puede estar al gobierno central. Los aparatos estatales suelen recoger aspectos culturales de las sociedades que gobiernan. De este modo, el escándalo Vacunagate muestra cómo dos culturas se mezclan (el autoritarismo y elitismo gubernamental chino con nuestra “cultura del vivo”): Los políticos se adelantan en la cola y conforme se vacunan, se convierten en entes superiores a los que gobiernan. Así lo demuestra la vacunada excanciller: “no podía darme el lujo de enfermarme”.