BoletínACIA 11

Page 1

boletín

NÚMERO 11, ENERO-FEBRERO DE 2008

Órgano informativo de la Asociación Cultural para la Investigación sobre Asia, AC

Geográficamente separados, ideológicamente no tanto

calendario mesoamericano, calendario chino

Ritos y celebraciones de

Fin de Año

¿Santa Claus nipón? Conoce la

Navidad en Japón

www.acia.org.mx


Fin de año en Japón CÉSAR DAIGO ARREOLA FUKAWA

boletín

E

DIRECTORIO Presidente del consejo administrativo F ABIÁN R OBLES C ONTRERAS

Editor

J UAN C ARLOS S OTELO

Redacción

M ARCELA G ÓMEZ H ARPER

Diagramación y viñetas A RIZBETH J UÁREZ V ÁZQUEZ Nos interesan tus comentarios, escríbenos a: boletin_acia@hotmail.com Las opiniones e informaciones vertidas en este boletín son responsabilidad de sus firmantes. El Boletín ACIA es una publicación bimestral de distribución interna elaborada en la Asociación Cultural para la Investigación sobre Asia, AC (ACIA), ubicada en Pilares 1513, Col. Letrán Valle, Del. Benito Juárez, México DF, CP 03650. Tel. 5539-1935. Nota metodológica: Los nombres de japoneses están escritos en su orden original, es decir, primero el apellido y luego el nombre. Las palabras en chino están transcritas en Pinyin.

www.acia.org.mx

n Japón, la celebración más importante de todo el año es el Año Nuevo, la cual conlleva una serie de preparativos y reuniones. Entre Navidad y Fin de Año se realizan los Boonenkai, organizados por empresas, universidades y demás instituciones. En estas reuniones, se olvida lo malo que pasó, para poder empezar el año nuevo sin rencores y se desean éxito y felicidad. Solamente duran dos o tres horas como máximo y nunca se baila. Durante los días previos se lleva a cabo el Oosoji, es decir, limpieza. Jornadas destinadas a la purificación del ambiente con el objeto de tener un buen comienzo de año. Todas las personas limpian oficinas, tiendas y casas; las amas de casa preparan con anticipación la comida del día primero. En la Noche Vieja, se transmiten por televisión, dos clásicos especiales de fin de año. El Nihon Rekorudo Taisho y el Kohaku Uta Gassen. El primero podría ser una especie de entrega de Grammy japonés y el segundo un concurso de canto. Ambos son los programas de mayor audiencia. A media noche tocan todas las campanas de los templos 108 veces. Son 108 por los malos espíritus o malas pasiones y para así poder empezar el año con el alma limpia. Al sonido de la primera campanada, se dicen Shinnen Omedetou Gozaimasu, o sea ¡Feliz Año Nuevo! El Hatsu-hinode o la primera salida del sol del Año Nuevo, es un evento que todos intentan no perder, ya que representa al año que está comenzando. La familia cena un plato de fideos de arroz, llamado Toshi-koshi, soba o fideos de año nuevo. Si la persona saca un soba muy largo, quiere decir que vivirá muchos años. La comida del Año Nuevo es muy especial, se sirven Ozoni y osechi ryouri. El primero es una torta de arroz en un caldo a base del pez bonito y el segundo es un plato que incluye camarones, algas, huevos, castañas y cerdo, que se supone trae buena suerte. Los japoneses visitan o son visitados

por los familiares. Los niños juegan con cometas y las niñas juegan el tradicional bádminton japonés, con una raqueta y un gallito llamado Hagoita. Al perdedor se le pone un poco de tinta en la cara, como si fuera una penalización. Los padres y familiares les dan a los niños una bolsa de papel japonés con dinero llamado Otoshi-dama o regalo de año nuevo. El Yuubinkyoku o servicio postal japonés tiene una jornada de trabajo muy ardua; ya que durante el día de Gantan, primero de enero, sus empleados deben entregar todas las tarjetas de Año Nuevo Nengajou que han sido enviadas. Estas contienen referencias relativas al animal que corresponde al año siguiente. Si consideran que cada adulto envía un mínimo de dos docenas de tarjetas, se pueden dar una idea del trabajo tan pesado, que le espera a los carteros durante ese día. Desde el día primero al siete de enero, se realiza el Hatsumode, la primera visita a un templo, ya sea budista o shintoista, para rezar por la felicidad y la salud en el año que comienza. Así el 2008, será el año del ratón. Los más populares en Tokio y Kyoto atraen a varios millones de personas. La mayoría de ellos, visten sus mejores trajes y es un día ideal para tomar fotografías. Los japoneses se deshacen de sus amuletos del año anterior, en una pequeña ceremonia que liberará los males y compran amuletos nuevos. Entre el dos y tres de enero, la familia imperial sale al balcón de su palacio y es la única ocasión en que los japoneses los pueden ver. Ellos los vitorean diciendo Banzai. Literalmente esta palabra quiere decir: “diez mil años”. Al aclamar, alzan los brazos por arriba de sus cabezas y usualmente se hace tres veces, ya sea a la mitad de la ceremonia o al final de la misma. El saludo típico del Año Nuevo es Akemashite omedetou gozaimasu, kotoshi mo yoroshiku onegaishimasu, que corresponde a: Feliz Año Nuevo, agradeceré sus indulgencias continuas durante este año. Normalmente los japoneses toman desde el día primero del año, hasta más o menos semana y media de vacaciones. Los que viven fuera de Japón generalmente, los que pueden hacerlo, regresan para pasar esta fecha tan importante en su país.

boletin_acia@hotmail.com

2 -BOLETÍN ACIA


Te recordamos que las vacaciones de invierno son del 17 de diciembre del 2007 al 4 de enero del 2008. Te deseamos felices fiestas.

Convocatoria

a cursos de

IDIOMAS

Fase 08A1 de ACIA / Enero – Abril 2008 Grupos*

Días

Japonés 1 Japonés 1 Japonés 1 Japonés 10 Japonés 2 Japonés 3 Japonés 3 Japonés 5 Japonés 7 Japonés 9 Japonés int. 3 Chino 1 Chino 1 Chino 2 Chino 2 Chino 3 Chino 3 Chino 5 Coreano 2 Coreano 3 Coreano 8 Persa 1 Persa 2 Ruso 1

Horario

Mar y jue Sábados Mar y jue Sábados Mar y jue Mar y jue Sábados Mar y jue Sábados Sábados Sábados Sábados Lun y mie Sábados Sábados Sábados Lun y mie Sábados Sábados Sábados Sábados Mar y jue Sábados Sábados

Aparta tu lugar, cupo limitado.

19:30 a 21:00 8:00 a 11:00 9:00 a 10:30 11:00 a 14:00 18:00 a 19:30 19:30 a 21:00 8:00 a 11:00 18:00 a 19:30 8:00 a 11:00 15:00 a 18:00 8:00 a 11:00 11:00 a 14:00 19:30 a 21:00 15:00 a 18:00 8:00 a 11:00 15:00 a 18:00 18:00 a 19:30 11:00 a 14:00 8:00 a 11:00 11:00 a 14:00 15:00 a 18:00 19:30 a 21:00 11:00 a 14:00 11:00 a 14:00

Inicio** 15-Ene-08 12-Ene-08 15-Ene-08 12-Ene-08 15-Ene-08 15-Ene-08 12-Ene-08 15-Ene-08 12-Ene-08 12-Ene-08 12-Ene-08 12-Ene-08 14-Ene-08 19-Ene-08 12-Ene-08 19-Ene-08 14-Ene-08 12-Ene-08 12-Ene-08 19-Ene-08 19-Ene-08 15-Ene-08 19-Ene-08 12-Ene-08

Fin 24-Abr-08 19-Abr-08 24-Abr-08 19-Abr-08 24-Abr-08 24-Abr-08 19-Abr-08 24-Abr-08 19-Abr-08 19-Abr-08 19-Abr-08 19-Abr-08 28-Abr-08 26-Abr-08 19-Abr-08 26-Abr-08 28-Abr-08 19-Abr-08 19-Abr-08 26-Abr-08 26-Abr-08 24-Abr-08 26-Abr-08 19-Abr-08

*Los grupos y horarios están sujetos a cambios que se notificarán a quienes estén inscritos. ** En caso de ser necesario la ACIA se reserva el derecho a cambiar las fechas de inicio y término de los cursos.

INSCRIPCIONES ABIERTAS Cuotas realmente accesibles Atractivos descuentos Profesores nativos

Pilares 1513

Esq. con Edzna, Col. Letrán Valle, CP 03650 (A 15 minutos del metro División del Norte)

Teléfono: 5539-1935 info@acia.org.mx

Horario de atención: Lun a vie: 10:00 a 21:00 hrs. sábados: 8:00 a 18:00 hrs.

enero-febrero 2008- 3

boletin_acia@hotmail.com

www.acia.org.mx


Año y tiempo en el pensamiento ancestral La concepción cíclico-temporal y místico-matemática en dos calendarios antiguos

ELIZABETH SALOMÓN

L

a presente es una exposición comparativa de los aspectos más relevantes del calendario chino, con los del calendario base usado en la América precolombina. Se trata de una breve exploración por el pensamiento de las culturas antiguas de las que varios países en ambos continentes, América y Asia, somos herederos. Se hace este texto teniendo en mente que la mejor manera de crear vínculos y estrechar relaciones, tanto individuales como grupales, con personas y culturas; es encontrar y reconocer las coincidencias, compatibilidades y similitudes existentes entre ambas partes. Sin embargo, no debemos olvidar que también en la aceptación y comprensión de las diferencias encontramos formas de entendimiento mutuo. El punto de partida Según la cita dada por la edición electrónica de la revista China Hoy, el autor Werner Wolff, en su libro El mundo simbólico de mayas y aztecas, dice que: “las culturas precolombinas maya y azteca (…) su orientación en el tiempo, el espacio, el movimiento, los patrones del vivir cotidiano, el significado y valoración que daban a la vida, son característicamente diferentes de nuestra orientación occidental moderna”; haciéndose notable, más bien una cierta similitud con la www.acia.org.mx

antigua cultura china. Sin llegar tan lejos como los escritores de esa revista, quienes creen encontrar en China el origen del calendario azteca, se puede aún afirmar que existen puntos de encuentro entre la concepción del tiempo, como la forma de contarlo, que se tenía en ambos territorios. Es conveniente aclarar que en las próximas líneas no analizaremos los aspectos complejos de los calendarios a comparar. No ahondaremos en los intrincados cálculos matemáticos que encierran, ni en las observaciones astronómicas, de por sí difíciles de explicar por escrito y que no sirven para los fines de este texto. Daremos información sobre la forma de conteo del tiempo relacionada con la forma de calendarizar usada por cada cultura. El nombre Calendario Azteca o Mexica es una denominación impropia dada al sistema de medición de tiempo empleado por los pueblos de Mesoamérica (parte del México antiguo, también llamado Anáhuac). Se especula que este sistema fue inventado por los olmecas o los mayas hace aproximadamente 35 siglos. Fue heredado posteriormente por todas las culturas y etnias de Mesoamérica; incluyendo entre otros, a los zapotecas y mexicas. De modo que quizá resultaría más adecuado llamarlo calendario de Anáhuac o calendario Mesoamericano. Era llamado haab por los mayas y xiupohualli por los pueblos de habla náhuatl. Este sistema tiene dos versiones: el calendario religioso-místico, dedicado a la medición de ciclos astronómicos, usado para los horóscopos y las predicciones y el de uso civil, que daba las referencias cronológicas para las actividades de la sociedad. El primero es lunar con 260 días de duración y el segundo boletin_acia@hotmail.com

solar, con 365 días; por lo que la calendarización mesoamericana total es clasificada como lunisolar. Ambos se basan en su interrelación, pues según los cálculos matemáticos, su uso conjunto forma ciclos de 52 años, tiempo que transcurre entre cada vez que coinciden los finales de ambos calendarios. Estos ciclos han sido llamados Fuegos Nuevos, debido a la costumbre que se tenía de apagar todo fuego en la ciudad para volver a encenderlo, simbolizando así el inicio de un nuevo ciclo. El nombre que le daban los aztecas era Xiuhmopilli, esto es atadura de años. A su vez, las ataduras se organizan en grupos de veinte, que forman otros grupos de 5200 años llamados soles. El calendario civil estaba compuesto de 18 meses de 20 días cada uno. Cinco días componían una semana y el año se redondeaba en 365 días, con la adición de los nemontemi (días vacíos), una semana aciaga en que cesaba toda actividad normal por temor a las terribles cosas que, se suponía, acompañarían al fin del año, entendido como un posible “fin de la civilización”. El problema de los años bisiestos se soluciona intercalando cada cuatro años un día de doble duración. No se ha podido establecer con 4 -BOLETÍN ACIA


certeza la correlación con el calendario gregoriano, pero muchos autores coinciden en colocar el comienzo del año mesoamericano a principios de febrero. El origen del calendario chino suele asociarse con el emperador Huang Ti, alrededor del año 2637 a.c.; cuando introdujo el uso de 5 ciclos de 12 años, cada uno de los cuales era regido por un animal distintivo: rata, buey, tigre, liebre, dragón, serpiente, caballo, oveja, mono, gallo, perro y cerdo. El calendario chino tradicional es tan antiguo que sus orígenes se pierden en épocas poco conocidas. Dice una leyenda que su origen se remonta al año 2205 a.c. Otra tradición lo atribuye directamente al mítico Huang Ti, ya mencionado, unificador y primer emperador de China; sin embargo, los historiadores no lo sitúan más allá de 1300 a.c. cuando se tiene la primera constancia documental de la utilización de las cuentas cíclicas para los días. El calendario chino tradicional era lunar, pero causaba graves problemas a los agricultores; dado que no tenían forma de fijar fecha a las estaciones. Era fundamental para la agricultura, demostrar un calendario que reflejara correctamente el devenir de las mismas; por lo que los astrónomos chinos enfrentaron el mismo problema que los pueblos antiguos americanos:combinar los movimientos de la luna y del sol, ciclos difíciles de congeniar. Buscaron maneenero-febrero 2008- 5

ras de observar la actividad de los astros y representarla en un sistema cronológico de días completos. Así, midiendo las sombras proyectadas por un palo vertical (gnomon), los antiguos astrónomos chinos llegaron a estimar la duración del año en 365,2428 días, una aproximación excelente para la época. Finalmente desarrollaron un calendario lunisolar, de esta forma un año estaba compuesto por 12 meses lunares, que completan entre 353 y 355 días. Aproximadamente cada tres años se intercala un año embolismal, es decir un año con 1 mes más, completando entre 383 y 385 días que compensan la cuenta. Su calendario está basado en las fases lunares en lo que respecta a los meses y sigue el tiempo solar en cuanto a las estaciones. Se considera que pasa un ciclo cada 60 años, dividido éste a su vez en 5 ciclos menores de 12 años cada uno. En relación con nuestro calendario gregoriano, el chino es como el mesoamericano más exacto. No hay una fecha fija de nuestro calendario en la que podamos ubicar el año nuevo chino, aunque generalmente corresponde con el final del mes de enero o el principio de febrero. El calendario chino comienza algunas semanas después de que ha empezado el gregoriano, al igual que el calendario mesoamericano. Los dos calendarios son cíclicos, aunque en el pensamiento del país asiático no se presenta el obsesivo temor mesoamericano al fin de las eras. Ambos son calendarios lunisolares, que combinan dos calendarios en uso paralelo; finalmente ambas culturas fueron impresionantemente exactas al calcular la duración del año solar y las dos desarrollaron sendos horóscopos, cuyos conceptos son representados por elementos naturales y místicos. La creación de los horóscopos fue gracias a la originalidad que mostraron ambas culturas boletin_acia@hotmail.com

al organizar y entender sus predicciones; así como la naturaleza humana y sus relaciones. Ambos horóscopos son muy complejos en sus cálculos matemáticos y astronómicos, aunque por eso mismo presentan menor margen de oscilación de fechas que el horóscopo greco-

latino que conocemos. Según el horóscopo mesoamericano, cada día tiene 3 denominaciones características: la casa a la que pertenece el día (un número del 1 al 13), el signo o nombre de ese grupo de 13 días, y el glifo o numen de ese día en particular. Así existen 4 signos, cada uno compuesto por 13 casas que se combinan con el nombre de uno de los 20 glifos existentes. Según la combinación de estos elementos se reconocen las características del día y de la persona nacida ese día. Además, al concebir el tiempo como ciclos constantes, los mesoamericanos veían su horóscopo y su calendario como un medio de registrar la historia y, por medio de ella, predecir el futuro, pues creían que cada suceso se repetiría según ciclos basados en el número 13. A su vez, el horóscopo chino se basa en el número 5. Cada 12 años forman un ciclo que se agrupa en unidades de 5, completándose un ciclo mayor cada 60 años. Según estos datos, el horóscopo chino parece más simple en su estructura y combinación de elementos, pero este fenómeno es ilusorio. Aunque las cuentas de ambos sistemas www.acia.org.mx


tengan bases numéricas y astronómicas relativamente distintas; ambas son sustentadas por cálculos matemáticos complejos, que permiten coordinar de forma regular el análisis del movimiento astral con los registros temporales del calendario. Cabe decir que algunos de los glifos mesoamericanos son equiparables en concepto, a veces idénticos, a ciertos signos del horóscopo chino. Ambos sistemas simbólicos se componen de signos tomados del mundo natural y místico de la cultura que los formó, por lo que funcionan como una suerte de muestrario del imaginario espiritual de sus respectivos pueblos. El perro, el mono, el conejo y la serpiente aparecen en ambas listas. La concepción cíclica del tiempo, los cálculos matemáticos muy perfeccionados, el concepto de relación hombre-cosmos; así como de la relación tiempo-historia-cosmos y los simbolismos místicos son algunos de los aspectos en que la cultura mesoamericana precolombina entronca con el ancestral pensamiento chino. Aunque ambos pueblos difieren notablemente en otros aspectos culturales e incluso en algunas de sus concepciones temporales, en los temas mencionados se hacen evidentes los elementos comunes buscados a lo largo de esta exposición.

www.acia.org.mx

Finalmente, en la actualidad podemos ver una similitud intercultural en lo que al ciclo anual se refiere: tanto en México como en China el año nuevo, el inicio de cada ciclo, es causa de gozo, de fiesta. Ninguno de nuestros pueblos ha olvidado la alegría y la gratitud que inspira el iniciar otra vez, recorrer otro ciclo, tener otra oportunidad de vida.

BIBLIOGRAFÍA CASO, Alfonso, Los Calendarios Prehispánicos. México, UNAM, 1967. WOLFGANG VON HAGEN, Victor, Los aztecas, hombre y tribu. México, Diana, 1977. http://azteca.elcuento.org/cgi-bin/azteca/azteca6.pl http://www.chinatoday.com.cn/hoy/2004/0402/46.html http://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_chino http://es.wikipedia.org/wiki/horoscopo_chino http://www.mexicodesconocido.com.mx http://azteca.elcuento.org/azteca2.html http://es.wikipedia.org/wiki/Año_Nuevo_Chino

boletin_acia@hotmail.com

6 -BOLETÍN ACIA


UN POCO DE BUDA PARA NAVIDAD MELISSA D. CAULLIERES

Para los países de ideología judeo-cristiana, el año transcurre monótono en la espera de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, con la esperanza de ser capaces de cambiar nuestras acciones del pasado tras el simple acto de desearlo de corazón al final de doce campanadas. No es de sorprender entonces que, a lo largo de más de dos mil años de tradición, las fiestas decembrinas sean hoy parte de la religión mercadológica, es decir, sinónimo de fiestas, regalos, compras, regalos, comida, regalos, “Reyes Magos y Santa”, regalos. ¿Mencioné ya los regalos? ¿Dónde quedó la reflexión sobre la paz, el amor, la compasión y todos esos valores predicados por cuanta persona comienza a ser contagiada del espíritu navideño? No lo sé y en realidad creo que no importa ya en este momento tan cercano al final del 2007 pues, si no fuimos capaces de hacer nada piadoso o benevolente por alguien a lo largo de once meses, no lograremos ser mejores personas antes del fin de este año. Convertirse en un buen ser humano es cuestión de constancia. Cristo, Mahoma, Krishna y Buda, entre otros, lo indican así. Muchos conocerán la historia de Siddharta Gautama Buda. Para aquellos que no la conocen, les contaré brevemente que el príncipe Siddharta escapó de su prisión palaciega con la finalidad de convertirse en monje y ayudar a los demás a deshacerse del sufrimiento que le aquejaba a diario. Su nombre cambió a Gautama al dejar detrás a su esposa e hijo y tomar las túnicas amarilla y azafrán distintivas de un monje errante. Gautama caminó, oró, meditó sin descanso y consultó a varios maestros sobre el fin del sufrimiento del hombre hasta el día en que se sentó debajo de un árbol cuya sombra le protegió en el profundo pensamiento que lo llevaría a la iluminación. En ese momento obtuvo el nombre de Buda. Como cité anteriormente: convertirse en un buen ser humano es cuestión de constancia. Pero entonces ¿qué es ser buena persona? Para el budismo, ser buena persona significa ser un hombre o una mujer capaz de tomar el destino en sus manos y actuar con consciencia diligente y correcta. Para ello, es necesario aceptar la existencia del Dharma (lo que cada uno debe hacer) y el Karma (la reacción energética que regresa a nosotros al hacer una labor enero-febrero 2008- 7

buena o mala) como la ley rectora de nuestras acciones. Algunos dirán: bueno, eso se escucha muy bien, pero necesito saber qué debo hacer. Ante esta pregunta la respuesta es: aquello que sea mejor para ti. Para el budismo no hay mandamientos sobre qué es ser bueno y qué es ser malo. Simplemente medita sobre ti mismo, acepta tu dharma y, dependiendo de éste, acepta tu karma. Trabaja constantemente para ser feliz y busca el destino en ti mismo. Sólo así es posible evitar el sufrimiento y alcanzar la felicidad terrenal tan deseada por todos. Por supuesto, lo anterior no significa que debas convertirte al budismo o ser tan asceta como un monje practicante, pues Buda no creó una religión, sino una filosofía destinada a ayudar a todas las personas que lo apliquen en su vida diaria. ¡No dejes tu religión, no dejes tus creencias; sólo deja de ser lo que no quieres ser y transfórmate en aquello que más deseas para ti mismo! Sólo tú eres capaz de ayudarte para después, ayudar a otros. ¿Fácil? No, pero esta lucha bien vale la pena. Es por esto que te deseo, amigo lector, un poco de Buda para Navidad… y para toda la vida.


La navidad en Japón

Haciendo doméstico lo exótico JUAN ANTONIO YÁÑEZ

“L

os japoneses tienen un solo objetivo: acabar con nosotros y nuestras familias. ¿Acaso quieren perder su forma de vida? ¿Quieren arroz y pescado crudo en su cena de navidad?” Estas palabras son un pequeño fragmento de un discurso emitido por un soldado norteamericano interpretrado por Dan Aykroyd, en la no muy conocida comedia de Steven Spielberg, 1941 (1979). El contexto histórico de esta hilarante historia es bien conocido. Los Estados Unidos habían declarado la guerra al Imperio Japonés y en plena época navideña, los habitantes de Hollywood esperan el ataque de un enemigo del que sabían poco o nada mas allá de lo que dictaba la propaganda oficial. Japón era entonces, otro amenazante y ajeno a las buenas y cristianas costumbres locales. A más de sesenta años de distancia, el panorama no puede ser más distinto. Japón fue convertido en el mejor amigo asiático y la navidad como la mayor celebración del mundo occidental fue poco a poco asimilada por la sociedad japonesa. En Japón sí hay navidad, como en muchas otras partes del mundo, dicha festividad está fuertemente ligada a los vaivenes del mercado. ¿Cómo es que la navidad se ha vuelto parte de la vida de los japoneses? Tal es el tema a tratar en este pequeño espacio. La existencia de la navidad en un contexto japonés puede resultar una idea extraña. Sin embargo, creo que es importante aclarar que aún cuando la navidad es una costumbre extranjera, por siglos han existido pequeños núcleos para quienes tal festividad seguramente tiene un profundo significado. Ahora, en esta ocasión me concentraré en ver a la navidad como un fenómeno más banal, más comercial. Ése, el que es más visible para la mayoría de la población y que resplandece a través de los aparadores. El explicar a la navidad sólo con base en la mercadotecnia implicaría simplificar el fenómeno. Como menciona el antropólogo Mille R. Creighton (1991)* , su adopción y reproducción en el tiempo, requieren que dicha fiesta cumpla una función entre la gente. Lo anterior cobra sentido considerando que, desde la época feudal, ha existido una larga tradición de dar y recibir regalos; la cual hasta hoy existe en las dos temporadas de intercambio de presentes conocidas como Oseibo y Ochugen. Tales celebraciones, dice Creighton, son momentos de expresión de la obligación social (giri) y afianzamiento de alianzas grupales. Fue con base en esa costumbre de dar y recibir, que desde principios del siglo XX las tiendas departamentales comenzaron a fomentar una cultura del consumo. Por otro lado, existe un factor a considerar y es que a partir de la posguerra, los valores del individualismo fueron cultivados entre las nuevas generaciones. Esto dio pie a que aparecieran nuevas necesidades. La expresión de sentimientos personales (no grupales) ya no era algo tan ajeno, o por lo menos surgió cierta tolerancia para manifestaciones www.acia.org.mx

de esa naturaleza. En Japón la navidad no es un día de asueto. Es una fiesta exótica inserta entre dos celebraciones locales: el cumpleaños del Emperador (23 de diciembre) y el Año Nuevo. En diciembre, las calles se llenan de luces, la novena sinfonía de Beethoven suena como un himno de la estación y Santa Claus aparece en todas las vitrinas. La navidad es cuando muchos padres regresan del trabajo con un juguete para sus niños, o en su defecto, con un “pastel navideño” que es motivo de una pausa para la convivencia. Es también un buen momento para salir a cenar con la pareja y hacerle un regalo. Si tienen suerte, encontrarán reservaciones en un buen restaurante y con un poco más de suerte, el romance será completo. Entonces, junto con el igualmente importado San Valentín y los Días del Padre y la Madre, la navidad coexiste con las fiestas nacionales como un momento de expresión de sentimientos individuales. Y claro, qué mejor forma de hacerlo que cenando en un restaurante, o comprando el pastel y demás regalos en Mitsukoshi, Seibu, u otra de las grandes tiendas departamentales. Recapitulando sobre la base de lo que Mille R. Creighton sugiere, el deseo de ganancia de los comerciantes, se conjugó con un deseo popular de espacios de intercambio individual. Dicho deseo no podía ser llenado por las celebraciones locales; por ello hubieron de surgir nuevos espacios de expresión y el inevitable consumo inherente a ello. En Japón, la navidad hoy existe como una costumbre exótica en cuya adopción, los comerciantes reconocieron cierta conveniencia. A final de cuentas, se trata de un fenómeno internacional frente al cual los capitalistas japoneses no podían mantenerse al margen. Así, a principios del siglo XX, las tiendas departamentales se apropiaron de las festividades locales y ahora en un Japón cada vez más internacionalizado, estas mismas tiendas se han convertido en puentes sobre los cuales lo extranjero es hecho doméstico.

*Creighton, M (1991). Maintaining Cultural Boundaries in Retailing: How Japanese Department Stores Domesticate Things Foreign. En: Journal of Asian Studies.

boletin_acia@hotmail.com

8 -BOLETÍN ACIA


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.