ptyx LITERATURA
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SUMARIO 3
ENSAYO Relación de los hechos de José Carlos Becerra y el desarrollo de la poesía latinoamericana de los 60/ Carlos Orihuela
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ENSAYO «Gabicha»: otro poema bilingüe de José María Arguedas/Julio Noriega Bernuy
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RESCATES Clodoaldo Espinoza Bravo
10-11 POESÍA Un día feliz/ José Kozer
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FICCIÓN Encuentro en La Mancha entre Alonso, Sancho, Sansón y Pierre Adán/ Maynor Freyre
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ENTREVISTA Diálogo con Mario Bellatín
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EDITORIAL
Ampliación del campo de batalla
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emos tomado prestado el título de una de las famosas novelas del escritor francés Michel Houellebecq, para describir lo que, desde nuestra modesta opinión, es la literatura actualmente: un verdadero campo de batalla en plena expansión. Además de tener a la ficción como el núcleo de su existencia, la literatura poco a poco ha ido absorbiendo incluso, como un agujero negro, a la llamada No Ficción. Prueba palpable de ello es que el último premio Nobel de Literatura 2015 fue concedido a la periodista bielorrusa Svetlana Alexievich, -quien se encuentra en Colombia para participar de la Feria Internacional del Libro de Bogotá-. Según el jurado, Alexievich se hizo merecedora de esta distinción por “su obra polifónica, memorial del sufrimiento y de la valentía en nuestra época”. ¿Acaso esto es signo de que la literatura de ficción está siendo desplazada por la literatura real? No es un dato menor que la autora de Voces de Chernobyl sea reconocida más como periodista que como “escritora”, y es que es cierto que muchos periodistas desde siempre se han adueñado de las técnicas literarias para escribir sus reportajes, y con resultados sorprendentes; pero también escritores han echado mano de la investigación periodística, ergo Mario Vargas Llosa, para escribir sus novelas con rigurosidad. Visto de esta manera, cualquiera podría darse cuenta que la ficción y no ficción siempre han convivido armónicamente, siendo ambas parte del patrimonio de la literatura. Pero no hay que negar que darle mayor importancia a la no ficción es síntoma de nuestro tiempo, por una “creciente demanda de realidad”. Sin embargo cabe mencionar que el filósofo español José Luis Pardo, al respecto de lo que expusimos, advierte que “paradójicamente, la creciente demanda de realidad puede perfectamente ser un síntoma de un descrédito de ella por lo menos comparable la decadencia de la ficción”.
CUENTO Tarde de sol/ Juan Carlos Suárez
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POESÍA /ausénsia i koruksión/ /Joe Delgado
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Revista de creación literaria N° 001 - Año 01 Mayo-2016 IMAGEN DE PORTADA: S/T de Miquer Rivera
Sergio Castillo Falconí COORDINADOR EDITORIAL Jaime Bravo Roberto Salazar Abel Montes de Oca CONSEJO EDITORIAL Amadeus ARTE Y DISEÑO
Imprenta Editorial PuntoCom E.I.R.L. IMPRESIÓN ESTAFETA EDITORIAL: Avenida Daniel A. Carrión 2490 Tercer piso. La Ribera - Huancayo - Perú CÓDIGO POSTAL: Huan 051
EMAIL: shejo24@gmail.com informacionbravazas@gmail.com La revista no necesariamente suscribe el contenido de los textos de escritores invitados. El tiraje fue 500 ejemplares.
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ENSAYO
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Relación de los hechos de José Carlos Becerra y el desarrollo de la poesía latinoamericana de los 60 CARLOS ORIHUELA
La publicación de Relación de los hechos, poemario de José Carlos Becerra (Villahermosa, México,1936 - Brindisi, Italia, 1970), en 1967, constituye una importante contribución al desarrollo de la nueva poesía latinoamericana de la década de los 60, en una de sus corrientes más representativas: la de la formulación simétrica del texto escrito, el entusiasmo por el verso de largo aliento y la continuidad renovada de la estética del surrealismo.
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ueño de una inusual experiencia artística y literaria y merecedor desde muy temprano del reconocimiento de los más importantes poetas y críticos mexicanos de entonces, como lo eran Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Alí Chumacero y Homero Aridjis entre otros, José Carlos Becerra da a la prensa, luego de años de paciente elaboración, su primera selección orgánica de poesía: Relación de los hechos, poemario de indiscutible calidad formal y sorpresiva propuesta poética, sobre todo si consideramos su condición de novísimo poeta en el ojo de la vorágine intelectual y literaria de la segunda postguerra. Entregaba al público un conjunto de textos articulados con perspectiva arquitectónica y dinamizados por una energía subjetiva inagotable, enriquecido por el torrente cultural más reciente, y sostenido en una diversidad temática que emanaba de las reflexiones humanistas y metafísicas típicas de aquellos momentos. José Carlos Becerra, joven poeta involucrado profundamente en las inquietudes intelectuales y sociales desbordantes de su época , optaba por una escritura que, sin eludir o minimizar la magnitud de
la crisis continental y universal de aquel instante histórico, se enlazaba con instinto y entusiasmo artístico a las experiencias literarias contestatarias enraizadas en el vanguardismo. Con el aplomo del investi-
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gador acucioso y el creador prolífico, daba testimonio de su avance exploratorio sobre una extensión textual que sobrepasaba la coloquialidad febril y el manifiesto explosivo, y se adentraba a las comarcas nebulosas de la naturaleza de la palabra, la generación del sentido y la poesía, y las representaciones irracionalistas de la realidad. Un proyecto de tales ambiciones daba como primer resultado Relación de los hechos, cuyo rasgo principal era la formulación simétrica del texto en el contexto visual y concreto del libro. Becerra, que contaba con años de estudios de arquitectura en la UNAM, añadía a su tarea lingüística la obsesión visual, el empeño por la armonía de los espacios y la lealtad congénita por la unidad universal de las artes. Juan Manuel Torres, amigo cercano de Becerra, nos testimonia al respecto: Vivíamos casi en la misma pensión de estudiantes. Él quería serlo todo: pintor, cuentista, arquitecto, torero, poeta, combatiente político, actor teatral, director cinematográfico. Y casi todo le salía bien. Admiraba locamente a Hemingway y a Faulkner y se pasaba las mañanas enteras cepillándose el cabello y ordenándose el mechón sobre la frente. Preparaba sus trabajos de
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ENSAYO
arquitectura en papel de estraza, a última hora. Tomaba una toalla sucia e intentaba el peor toreo de salón que he visto en mi vida. (Becerra: 19) Relación de los hechos, se establece así sobre la estructura unitaria y la correspondencia mutua entre los textos. Esta voluntad de unidad no se sostenía únicamente en la naturaleza mecánica y concreta de la escritura, sino también en la cohesión fuertemente intuitiva, en el flujo interior dinamizado por el sentido y espíritu de los propios poemas. Alguna vez, en una entrevista, el propio Becerra se encargó de explicarlo: Mi gran aspiración fue siempre realizarme en la prosa. Tal vez a esto se deba una cierta manía de la que me di cuenta cuando ya estaba ejerciendo la poesía, esta manía de unidad, por decirlo así, de visión total de las cosas que yo hago. Nunca pienso en publicar un poema; siempre, cuando empiezo a trabajar en uno o dos poemas, estoy ya metido en un problema de forma; y ese problema me lleva necesariamente a un problema de unidad del libro. Es decir, yo pienso una colección más o menos amplia de poemas, estructurados con el mismo sentido y más o menos en la misma dirección, por donde corra la misma alimentación anímica, la misma voluntad de forma que en estos momentos me está llevando hacia este o aquel camino dentro del libro. Esto quiere decir que cuando el libro queda terminado, está apretado, está amarrado por dentro. (Becerra: 295) El establecimiento de la unidad integral del poemario alentaba otra característica distintiva: la versificación cercana al versículo, a la letanía, al furor épico: raudal de imágenes y reflexiones entretejidas bajo un mismo compás, un tono avasallador que permitía y facilitaba la lectura ininterrumpida de cada unidad textual, determinando así el tono, coloratura y longitud propios del poema de largo aliento. Ana Leonor Cuadrón Alonzo, ahondando sobre esta particularidad, que constituía en su momento un aporte importante a la poesía mexicana, nos aclara: La singularidad de ésta [la poesía de Becerra] en las letras de nuestro país se evidencia, entre otras cosas, por la extensión generosa del versículo y del poema, extensión que implica un aliento amplio, largo, a veces de letanía, de épica ya gastada, de retardado ensimismamiento: palabra clave, esta última, para abordar los temas esenciales de la labor poética de Becerra, cuyo denominador común es, me atrevo a afirmar, la reflexión autocrítica. (Cuandón: 3) Octavio Paz, entusiasmado desde un primer momento con la poesía de Becerra, observa las posibles influencias de Saint-John Perse y Paul Claudel en esta versificación. No cree advertir, sin embargo, las nutridas resonancias temáticas, los oleajes épicos ni las específicas inquietudes espirituales de ambos maestros. El joven poeta mexicano había echado mano de un instrumento formal utilizado ya en buena parte de la poesía moderna y lo incorporaba en su escritura, consiguiendo con éxito expresiones muy personales y de valiosa originalidad. Relación de los hechos resulta así una voz nueva e innovadora, porque además se abría con energía intelectual y abigarrada marea imaginaria en el flanco de la reflexión filosófica, la vigilia existencial, y el sondeo metalinguistico en torno a la columna inasible de la poesía y de los vacíos nucleares de la palabra y el signo. La suya no era una cavilación epidérmica diluida en el quejido, era sobre todo una reiteración de la preocupación antigua sobre los destinos finales, pero en su versión presente, considerándose los extremos absurdos de la contemporaneidad,
los naufragios en la ciudad posmoderna y los extravíos en los laberintos severos de la civilización: Me duele esta ciudad, me duele esta ciudad cuyo progreso se me viene encima como un muerto invencible, como las espaldas de la eternidad dormida sobre cada una de mis preguntas. (Becerra: 108) Voy por esta ciudad; yo no camino sobre las aguas, camino sobre las hojas secas que caen de mis hombros, miro a los muertos en brazos de sus retratos, miro a los vivos en brazo de sus desiertos, a las prostitutas vírgenes embalsamadas dentro de sus sonrisas. (Becerra: 75) El reconocimiento ontológico de la poesía, la vía de la palabra en la aproximación a la realidad, los alarmados debates del posestructuralismo, son por ende reflexiones que extienden y complementan las redes metálicas del discurso de Becerra. La voz poética, desde sus facultades metalingüísticas, torna la palabra hacia su propio espejo y la desnuda y ausculta para, duramente, darse con el vacío, con el lenguaje abismado al infinito del silencio: Dame ahora otros instrumentos para llamarte, la posesión de un lenguaje donde pueda escucharse el ruido de [puertas y ventanas golpeadas por el viento que corre por las imágenes, por estos [sitios de representanciones equívocas. (Becerra: 85) Becerra, abatido por el manto nocturno del escepticismo y energizado por el relámpago doctrinario del irracionalismo, desemboca en la caudalosa corriente del surrealismo, en el fuego nutrido de las imágenes, en el espacio creativo de la intuición y las iluminaciones oníricas. Su poesía se hace densa, hierve en espesores sorpresivos, insólitos y desarticulados, con esa lava barroca que encontramos en José Lezama Lima y Octavio Paz: El sol retiraba sus urnas abiertas, los pájaros metían el pico en el infinito y quedaban insensibles, la primavera me salpicaba un hombro de polen y alguien reía con fuerza en los espejos rotos. (Becerra: 79) La secuencia temática, la cadena lógica sobre la que discurren sus reflexiones e inquietudes, finalmente arriban a conclusiones esenciales: el mito como única investidura de la memoria, la poesía como una interminable y frustrante búsqueda, y la cultura como el gran quehacer humano destinado al vacío y el olvido: Aquí se reúnen las leyendas de piel titilante, las miradas donde aparece la arena movediza que está a la mitad [de todo recuerdo; porque ahora miro las extensiones del mito y no encuentro otra respuesta ni otra distancia que el llanto, la piel desalojada en el mar, la risa de la hiena detrás de los [espejos. (Becerra: 75) Oh tardes de entonces, enciendo estas palabras para iluminar los angostos pasillos de [estas escasas descripciones, enciendo estas palabras para quemar las últimas hojas,
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ENSAYO las consecuencias de esta obstinada página en blanco. (Becerra: 85)
José Carlos Becerra, joven poeta que fallece a los 34 años en un accidente de tránsito en Europa, logra con este poemario ampliar y enriquecer, con consistencia y prestigio, los espacios de pensamiento crítico frente a la problemática humana de la segunda postguerra, y las direcciones creativas posibles en una etapa de considerable experiencia artística en el proceso moderno. A medio siglo de su publicación, Relación de los hechos mueve a las generaciones más recientes de creadores y críticos a hacer un mayor reconocimiento de su fuerte significado en momentos tan cruciales para nuestra historia cultural como fueron los años 60.
Becerra, José Carlos. El otoño recorre las islas. México: Ediciones Era, 1973. Cuandón Alonzo, Ana Leonor. La palabra y la memoria en Relación de los hechos, de José Carlos Becerra, México: Universidad Autónoma Metropolitana, s/f.
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Relación de los hechos resulta así una voz nueva e innovadora, porque además se abría con energía intelectual y abigarrada marea imaginaria
…hemos razonado acerca de todo esto, hemos hecho Ciencia de [todo esto, Arte de todo esto, y en nuestra boca un reino de insectos ha construido un reino de [frases complicadas y dulces, inteligentes y veloces, y por los pasillos de este lenguaje se oyen las pisadas de los dioses [muertos. (Becerra: 118)
BIBLIOGRAFÍA:
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Paz, Octavio. “Los dedos en la llama”, en: Becerra, José Carlos. El otoño recorre las islas. México: Ediciones Era, 1973; 13-17. Paz, O., Chumacero, A., Pacheco, J. E & Aridjis, H. Poesía en Movimiento, México: Siglo XXI, 1966. Torres, Juan Manuel, “Llorar o no llorar”, en: Fin de semana, suplemento de El Día, México: junio 5, 1970.
Épica
José Carlos Becerra Me duele esta ciudad, me duele esta ciudad cuyo progreso se me viene encima como un muerto invencible, como las espaldas de la eternidad dormida sobre cada una de [mis preguntas. Me duelen todos ustedes que tienen por hombro izquierdo una [lágrima, ese llanto es una aventura fatigada, una mala razón para exhibir las mejillas.
En estas palabras hay un poco de polvo egipcio, hay unas cuantas vendas, hay un olor de pirámides [adormecidas en el algodón del pasado, y hay también esa nostalgia que nos invade en ciertas tardes, cuando la lluvia se enreda en nuestro corazón como los cabellos [húmedos y largos de una mujer desconocida. Estuve atento a la edificación de los templos, al trazo de las [grandes avenidas, a la proclamación de los hospitales, a la frase secreta de los [enfermos, vi morir los antiguos guerreros,
sentí cómo ardían los ángeles por el olor a vuelo quemado. Me duele, pues, esta convocatoria inofensiva, esta novia de [blanco, esta mirada que cruzo con mi madre muerta, esta espina que corre por la voz, estas ganas de reír y llorar a [mansalva, y el trabajo de ustedes, los constructores de la nueva ciudad, los sacerdotes de las nuevas costumbres, los muertos del futuro. Me duele la pulcritud inútil, la voluntad académica, la cortesía de los ciegos, la caricia torva como una virgen insatisfecha. Mirad las excavaciones de la noche, escuchen a Lázaro conversando con sus sepultureros, [mostrándoles su anillo de compromiso con la Divinidad. Vean a Lázaro en el restaurant y en el tranvía, en el ataúd y en el Puente, en el animal y en su plato de [carne. Sí, me duele este atardecer, esta boca de sol y de verano.
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ENSAYO
«Gabicha»: otro poema bilingüe de José María Arguedas
Cuando escribir en quechua era todavía un secreto que se guardaba entre familiares, amigos y conocidos, José María Arguedas empezó a publicar poesías bilingües en quechua y en español durante la última década de su vida, es decir, en la época en que ya había alcanzado prestigio como escritor de novelas y ensayos en castellano. JULIO NORIEGA BERNUY
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o hacía de manera esporádica, en homenaje a países, inventos, artistas y amigos que habían conquistado su admiración. Sus mejores poemas, sin embargo, son aquellos que surgieron motivados por circunstancias muy particulares que le conmovieron o perturbaron. Así fue como escribió el poema manifiesto “A nuestro padre creador Túpac Amaru”, precisamente “en los tristes días en que se mataba comuneros”, y lo publicó después de asegurarse, confiado en la opinión de John Murra y Luis Valcárcel, que no sería “interpretado como un llamado a la rebelión” ni que al autor se le confundiría con un “apestado comunista”1. De la misma manera, la depresión que le sobrevino el año de 1965, a consecuencia del debate que sostuvo en el Instituto
de Estudios Peruanos (IEP) con un grupo de intelectuales sobre la recepción de su novela Todas las sangres, motivó la apelación de “Llamado a algunos doctores”. Por otro lado, con el ánimo que le infundió haber visto a sus “hermanos de Ishua” cantar y bailar, dentro de una “pequeña habitación de adobes y techo de totora” en el distrito de Pueblo Libre en Lima, compuso el himno “Katatay”2. Los poemas bilingües de Arguedas tienen, por consiguiente, un marcado carácter circunstancial, son poemas de ocasión y se ciñen, en su género, estructura y contenido temático, tanto a los hechos y propósitos que los motivaron como al destinatario concreto al que fueron dirigidos. Por eso, porque el mundo literario que representan no es propio ni independiente del de su contexto de elaboración, la lectura de cada uno de ellos exige que en el texto poético en consideración se incorporen aquellos datos de información paratextual.
1. El hallazgo
El corpus poético bilingüe perteneciente a Arguedas está en plena revisión. Además de los siete poemas reunidos en Katatay por Sybila Arredondo, en 1972, según el minucioso inventario bibliográfico realizado por Mauro Mamani, ahora habría que considerar una decena que se halla dispersa3. A la propuesta de Mamani hay que agregar un poema, “Gabicha”, que Arguedas se lo dedica a su amiga chilena Gabriela Heinecke, en 1963, y se lo entrega personalmente en dos hojas escritas a mano, una en quechua y la otra en castellano. Este poema se mantuvo inédito hasta el año 2,000, fecha en que la traductora y latinoamericanista inglesa, Alita
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ENSAYO Kelley, lo publicó en una revista norteamericana de literaturas indígenas, reproduciendo el manuscrito original, agregándole otras versiones de transcripción e incorporando una traducción en español, con dos variantes diferentes a la del autor, y otra en inglés, a manera de difusión para el lector no hispanohablante4. Alita Kelley acompaña la publicación del poema con un artículo de presentación en inglés sobre la trayectoria literaria de Arguedas, cuyo éxito y reconocimiento en lengua castellana no significaron una realización plena, hasta darse a conocer como poeta quechua en los últimos años de su vida y ver cumplido el sueño juvenil de escribir en quechua. En el artículo también informa que obtuvo una fotocopia del original, escrito de puño y letra por el propio autor, en una visita que le hizo a Gabriela después de 26 años de no haberse visto. Al proporcionarle la copia, Gabriela le habría pedido a su amiga que le diera el tratamiento adecuado, “dado el interés que actualmente suscita el trabajo de Arguedas”5. Desde entonces, Alita ha venido difundiendo el poema, además de publicarlo en la revista mencionada, cada vez que participa en conferencias y eventos relacionados con el tema.
2. La transcripción
El trabajo de transcripción se ha realizado con acierto y éxito en las distintas etapas de su desarrollo. A pesar de que la copia utilizada como la original era borrosa, la versión mecanografiada del manuscrito que se reproduce garantiza con fidelidad el contenido tanto en quechua como en castellano. La naturaleza de texto bilingüe facilita, por suerte, despejar dudas, restaurar palabras ilegibles o verificar cualquier error mediante la comparación y el cotejo de las versiones en ambas lenguas. Es práctico y recomendable para cualquier trabajo de este tipo que en la publicación se haya reproducido el original en versión bilingüe, acompañado de la transcripción hecha, para el caso del quechua, de una versión conforme a la grafía adoptada por el propio autor y de otra variante actualizada de acuerdo con las normas de la Academia de la Lengua Quechua (Cusco). De modo que los textos sirven de documento para que investigadores e interesados en la materia puedan hacer un seguimiento de los cambios realizados en cada uno de ellos, pero también para verificar si hubiera algún error o errata que enmendar. A simple vista se observa, por ejemplo, que en el tercer verso del poema transcrito en castellano se lee: “¿Cuántos ríos lloran ojos, hermanita?” (107), el mis-
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mo que en el original de Arguedas aparece de manera correcta en los versos tercero y cuarto “¿Cuántos ríos lloran en tus ojos,/ hermanita?” (105). Las dificultades textuales que pudieran surgir se solucionan, pues, con el cotejo inmediato de las variantes que se encuentran a la mano.
3. La traducción
Prevalece en la traducción un criterio similar al utilizado en la transcripción: proporcionar al lector el mayor número de variantes posibles. El poema en castellano cuenta con tres versiones diferentes, una que pertenece al propio Arguedas y otras dos, a los esposos Gloria y Gabriel Escobar por separado. La traducción al inglés es, en cambio, una síntesis que trata de condensar lo mejor de todas las anteriores en castellano, aunque se advierte en la traductora, la misma Alita Kelley, una mayor inclinación a seguir el derrotero de Arguedas. Sin embargo, ninguna de las dos traducciones a cargo de los Escobar logra captar el sentido poético que posee el original quechua. Si se trata de elegir o comparar versiones, éstas sirven más bien para ponderar y exaltar las virtudes de la traducción de Arguedas. Sin ánimo de examinar las traducciones en detalle, el equivalente que los tres traductores le dan a un verso en quechua ilustra lo señalado: “Pacha huntapa qawakunan ñawi” (106). Para Arguedas es “ojos en que el mundo regocijado se contempla” (107), Gabriel Escobar lo traduce como “Ojos para mirar todo el mundo” (109) y, por su parte, Gloria Escobar opta por “Ojos que ven donde los mundos se encuentran” (110). No es necesario Facsímil del poema Gabicha, escrito por JMA en quechua y castellano. discutir la confusión sintáctica y gramatical en la que caen los dos últimos quechua abundan términos similares al inporque ya Arguedas, en su traducción, dicado, cuya traducción a veces embellece identifica de manera precisa el sujeto y el el sentido de la palabra y otras se lo quita. objeto de la oración en quechua. No obs- El escritor Nilo Tomaylla, en una confetante, hay otro aspecto importante que rencia pronunciada en Ginebra, recuerda señalar en cuanto al significado de “pacha que, entre otras palabras y expresiones hunta” en castellano. La traducción literal conocidas, “wiraqocha” significa etimolósería “mundo lleno”, pero la que mejor se gicamente “espuma del mar” y se traduce ajusta en este caso es “alegría, regocijo, fe- como “señor”; por el contrario, en “urpiq licidad o plenitud”. Por tratarse de una len- sonqon” los traductores conservan el equigua altamente metafórica y metonímica, valente de “corazón de paloma”, cuando en según el consenso entre sus cultores, en el verdad se trata de “generoso, bondadoso”6. —Ptyx—
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ENSAYO
Tal vez, la mejor explicación para este asunto la haya formulado Edward Said, al plantear el concepto de “metáforas viajeras”, cuando afirma que también ellas viajan y en su recorrido no sólo pierden sino que ganan nuevos significados.7 Como indica en su artículo Alita Kelley, traductora profesional con una formación teórica y práctica de muchos años, “la traducción es un acto imposible” (102). Ni la competencia lingüística y cultural, ni la formación profesional garantizan, a fin de cuentas, una traducción igual al original. Gloria y Gabriel Escobar son bilingües nativos, profesionales en el campo de la antropología y con amplia experiencia en la recopilación y traducción de huaynos quechuas al español. Arguedas tenía las mismas calificaciones que ellos, pero además contaba con la ventaja de ser un escritor maduro y experimentado. Al traducir sus poemas del quechua al español, no se limitó a la tarea de traductor, sino que ejerció el papel de poeta y el de traductor a la vez. No fue solamente un poeta quechua, como se dice con cierta ligereza, ni su poesía quechua, con la excepción de “Cubapaq”, es monolingüe.8 Él inauguró en el Perú la poética de la traducción para convertirse luego en el primer poeta bilingüe traductor e introducir, con el formato bilingüe de sus poemas, la modalidad de dos textos poéticos en uno. La tarea creativa del poeta traductor empieza en quechua, y no termina hasta cuando haya logrado trasladar poéticamente su trabajo al castellano. Nadie ha podido traducir esos poemas mejor que su propio autor, pero las traducciones se convierten inevitablemente en otros textos, muy distintos al original quechua. Al amparo de la figura literaria de Arguedas y bajo este modelo de escribir poesía, surgió una generación posterior de poetas traductores que, en las últimas décadas, ha publicado numerosos poemarios bilingües. A todos aquellos poetas bilingües traductores se les llama equivocadamente poetas quechuas y sus obras se conocen como poesía quechua monolingüe, a pesar de estar escritas en dos lenguas. Si por suerte las obras se leen será únicamente en castellano. Lo que pasa con el circuito de la poesía bilingüe en quechua y castellano es muy similar al resultado final en la educación bilingüe de transición, proceso en el que el niño entra monolingüe quechua y sale hablando y escribiendo sólo en español. La presencia actual de poetas bilingües de creación como Ugo Carrillo que, en vez de traducir sus textos, escribe poemas en quechua y en español significa otra etapa de bilingüismo literario en la que se busca crear lectores en quechua y recuperar, al mismo tiempo, la primacía de los poemas en quechua frente a sus equivalentes traducidos poéticamente o no al castellano.
en Lima, mientras Gabriela estuvo viviendo por un tiempo con la familia Arguedas: José María, Sybila y sus dos hijos del matrimonio anterior, Carolina y Sebastián. La relación entre ambos amigos duró desde cuando se conocieron en 1962 hasta 1969, año en que murió Arguedas. Estuvieron juntos en momentos difíciles y padecieron problemas emocionales, aunque en distinto grado y por diferentes causas. En varias cartas escritas a su psiquiatra Lola Hoffmann, justamente entre 1962 y 1969, Arguedas le contaba que anímicamente Gaby sufría, pero que en su casa de Santiago él se había sentido “como en un paraíso”, en su madre Angelita había encontrado “algo de la imagen de la madre, y en Gaby a la hermana que nunca tuv[o]” (69), cuidándolo “como ante un hermano herido”(73). La situación descrita en el párrafo anterior constituye uno de los ejes temáticos que se desarrolla en “Gabicha”: la hermandad y solidaridad andinas. El poema insiste en introducir otra noción de sujeto y de su pertenencia. Gabicha, nombre propio, individual y que aparece acompañado de datos biográficos en el primer verso, se transforma en los siguientes versos en un nombre familiar, de naturaleza social y colectiva: “panichay”. Al mismo tiempo, en su cuerpo hay un pueblo, en sus ojos cabe un mundo, en su vida se plasma la historia y en sus venas corren los ríos como si atravesaran precipicios: “Yo escucho, hermanita, en tu vida,/ todo el fuego hirviente de mi tierra” (107). Las categorías personales y las de posesión se definen por inclusión más que por exclusión, es decir, no hay el tú sin el yo, ni el mío sin el tuyo. En esta concepción del ser como unidad complementaria, de estar uno en alguien y ese alguien en uno, radica el principio andino de la hermandad y solidaridad en las relaciones humanas.
“Ainauguró rguedas en el
Perú la poética de la traducción para convertirse luego en el primer poeta bilingüe.
”
4. El poema
El título del poema, “Gabicha”, mantiene el nombre de una amiga de Arguedas, Gabriela Heinecke. En su correspondencia, Arguedas se refiere a ella simplemente como Gaby, aunque es posible que, en una interacción familiar y personal, la llamara Gabicha en tono más íntimo y afectivo, ya que los unía una amistad muy estrecha y habían compartido temporadas largas en Chile, cuando Arguedas se hospedaba en su casa o en la de su madre, y
Ver la carta que Arguedas le escribió a John Murra desde Lima, el 15 de agosto de 1962 (John Murra y Mercedes López-Baralt. Las cartas de Arguedas. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1998: 84). 2 Tal y como aparece, la nota aclaratoria que Arguedas incluye al final del poema es, en realidad, parte complementaria del texto poético en sí: “Escribí este himno luego de haber visto bailar a mis hermanos, hijos del pueblo de Ishua residentes en Lima. Bailaron en una pequeña habitación de adobes y techo de totora, en el canchón de la Av. Sucre, Pueblo Libre, el 3 de Setiembre de 1965” (José María Arguedas. Obras completas. V. Lima: Editorial Horizonte, 1983: 249). 3 Para una información más detallada sobre el título de los poemas y las fuentes bibliográficas en las que aparecen, véase el reciente libro de Mauro Mamani (José María Arguedas: Urpi, fieru, quri, sonqoyki. Estudio sobre la poesía de Arguedas. Lima: PETRO PERÚ, Ediciones Copé, 2011: 55-56). 4 Alita Kelley. “Gabicha: An Unpublished Poem by José María Arguedas”. Latin American Indian Literatures Journal. 16. 2 (2000): 99-113. El manuscrito no tiene fecha ni lugar, pero en el lado inferior derecho de la versión quechua del poema Arguedas ha escrito su nombre: José María. Es posible que el año que consigna Alita, 1963, se lo haya proporcionado Gabriela. Además, llama la atención que en sus cartas Arguedas haga comentarios sobre Gaby pero que no mencione haber escrito este poema. 5 La traducción del inglés al castellano es mía, siempre que se cite este artículo, ibid.: 99. 6 Nilo Tomaylla. “Arguedas y la cultura andina” (manuscrito inédito). 7 Consultar el libro de Edward Said (The World, the Text, and the Critic. Cambridge: Harvard University Press, 1983). 8 Es el único poema que Arguedas dejó sin traducción al español. Si bien en algunos casos la traducción del resto de su producción no le pertenece, se sabe que participó en la revisión y corrección final de las pruebas. 1
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RESCATES
Clodoaldo Espinoza Bravo
NO HAI DOLOR INÚTIL
Nació en Huertas, distrito de la provincia de Jauja (Perú), el 17 de Setiembre de 1900. Murió en Lima el 11 de abril de 1968 , en el Hospital 2 de Mayo (Lima). Fue periodista, escritor y poeta. Fundó el periódico “Azul” (1922) que tuvo un carácter social y de polémica. En 1957 publicó Cuaderno de Poesía en colaboración con Jaime Galarza Alcántara y Algemiro Perez Contreras. Colaboró en varios números de “Amauta”, revista fundada por José Carlos Mariategui. Espinoza Bravo fue un poeta “futurista” según manifestación propia.
Al hombre pobre, sin riqueza, sin incienso, lo hace completo el Dolor, Cuando el Dolor se humaniza, Se teluriza. Toda herida Es bienvenida¡ Se trueca en un río de oro que recorre el subconsciente Haciéndose fontana -palabra de cristalEn el reino interior. A través del Dolor Dios nos llega, Dios nos duele, Encontramos nuestra realidad eidética Florecida en una lagrima Que se queda en algún hoyuelo del semblante de las palideces de {Cristo, que se cae en el cuenco de la mano tejedora de angustias hechas de { Lejanía: o en la carcajada -saeta de luzdisparada…hacia el azul a herir al sol a la luna a las estrellas a no sé qué… El Dolor nos centra Nos hace encontrar a nosotros mismos Nos redescubre Se hace la verdad: Somos hombres Su llegada es Luz , Creación, Epifanía, Auroras de renovada Vida. Para ser hombre completo hai que saber sufrir. ¡ Cualquier golpe no es inútil; a condición de dolernos en nosotros mismos, por nosotros, i, por todos…! Si la herida --bienvenida – Llega por un Ideal Máximo: MADRE ¡ O Justicia o Humanidad La vida es digna de ser vivida en su trayectoria de ironías i paradojas I, en su esencia de Belleza Filosofía Luz, Harmonia: DOLOR¡ Ora muriendo a las clarinadas vesperales de los otoños de oro Ora reteniendo la vida al toque del Ángelus en los inviernos de nieve.
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Un día feliz José Kózer
Hace años, en Venecia, y en un figón inmortal final del cuento y la comimos unas pizzas novela de Melville. con vino peleón, Pasaron años, no hemos dejado de darnos los hablamos Guadalupe buenos días (namasté, y yo de los canales velada inclinación del de agua de Hallandale, rostro) a diario, de lo Thomas Mann, vivir demás no ha sucedido para olvidar (no nada (era de esperar): retener) aprender, ni Guadalupe ni yo lo cada uno por su lado, deploramos, el agua a desentenderse de fluye y se inclina y asuntos de inmanencia, desemboca a su finanzas, aprender a manera, jamás simplificar: y bajo esperamos se ninguna circunstancia, cumpliría lo dejar de darnos los comprometido, y buenos días, juntar mucho menos a las manos, rostro pies juntillas. Se inclinado, ni dejar dicen cosas, se de practicar Tai Chi, toman con euforia juntar los pies y decisiones, se trata piano, al paso y de un impulso gradual, nunca (momento feliz) envarados, dejar mansalva, seguida fluir (flotar) el por un encogimiento cuerpo. de hombros, ideas, y todo al traste. Al Fue un compromiso al que nos atenemos agua (al agua, patos) hace, calculo, diez verdaderos son años, días más: lo Heráclito, Epicuro, incurrimos todos Zen. los días hacia las dos de la tarde con No hemos vuelto a Venecia. Ahora proyectamos un hambre canina, ahorrar una plata y tirarnos ganas de jalarnos, tres meses en alguna casa encamarnos, tirar la rústica de un pueblo o las casa por la ventana, afueras de una pequeña darnos un chapuzón ciudad en Maine o (sin dejar de practicar Vermont: la intención Tai Chi) en un canal de nuestra parte es cabal, veneciano, volver a se dé o no, por favor, ahorrar plata para no viene a cuento: por pasar medio año en igual pensamos pasar Venecia comiendo un par de meses en en figones y antros Módena, en un lugar de medio pelo, tener oscuro de invierno un apartamento cerca de la península de la Giudecca, releer escandinava, pescar Muerte en Venecia en en el East River, una traducción italiana, cultivar una huerta llevar con nosotros libros en el Valle Hudson, de poemas del período contar nuestra Tang (traducidos al experiencia en inglés) jugar chaquete, Finlandia, caso de releer Moby Dick, ir, y por último del Bartleby the Scrivener, brazo y riendo memorizar la página asomarnos a la
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POESíA
tarde a mirar ponerse (espléndido) el sol (tramonta, ya se oculta, ya los chinos se despabilan a sus labores del otro lado) sentarnos en el balcón en cuanto oscurezca, y susurrarnos al oído frases libidinosas, proyectos, y luego pasar un rato apechugados, bostezar, hora de retirarnos.
............................................................ Desayuné unas lonchas de arenque curado de importación polaca, metí la mano en una barrica a la puerta de La Bodega Cubana del abuelo Katz: eneldo y bendición, salmuera y ejecución de judíos durante cinco años de guerra, son espinas, espinazo, tejido cutáneo sirviendo de pantalla para que un capitán de botas embetunadas pase unas horas a la noche compulsando, ocio de ocios, a Goethe. El arenque es un pez subrepticio que me sacó de mis casillas, me alejó del quicio de una casa que hubiera sido nuestra única casa, su olor a salmueras, a oscurantismo, me trajo dicha: así una mañana en Ámsterdam, y ciertos desayunos entre judíos con sombrero de castor y olor a sales aromáticas,
a naftalina, en Delancey Street. Abuelo en Guanabacoa ya no es ni gota hebrea de miel soñada por Israel: escucho a Boccherini, abuela (ahora lapona) se ha vuelto esporas en las afueras de Tel Aviv: leo Taiko de Eiji Yoshikawa, se van a sobresaltar mis antepasados si se enteran. No se enteran. Nada converge, nada ya los puede alterar (asombrar). No se rozan las paralelas, siquiera. Convexo respiro vaciando mi cabeza de asuntos menudos (teológicos) la barrica de arenque, la consiguiente acidez estomacal a resultas de desayunar con arenque a día 13 (creo) del mes fatídico (afirmo) año que sigue el curso de la espata, la vinaza, me presagia en salmuera, eructo: sé bien a lo que equivalgo,
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flato cóncavo, regüeldo, aromas, convergencia pronto a dejar de oler a aceite mineral, a acetona: a las buhardillas donde se reunían los judíos de (1956) La Habana a descartar la guerra y los morideros a cambio de Su Presencia radiante. Todos, México Puerto Rico Miami son turba, miasmas, miajas, tierra pisoteada por mesegueros y rabadanes, Colón puso el huevo (acertó): los judíos se dieron a la estampida y escabullidos (uno que otro) (en fin, hecho manido) me quedo un rato oyendo crótalos y violín (Boccherini).
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FICCIóN
Encuentro en La Mancha entre Alonso, Sancho, Sansón y Pierre Adán MAYNOR FREYRE
YA HA PASADO por demás la medianoche en La Mancha, donde los eternos sanmarquinos Alonso y Sancho discuten con el bachiller de La Católica, Sansón, sobre la mejor manera de salvar a la patria.
Alonso sueña con dejarse crecer la barba, subir al monte y demostrar que el poder no nace de otra cosa que del fusil. Sancho cree en el desarrollo social sostenido, en esperar el cambio de las condiciones objetivas y subjetivas necesarias para transformar las estructuras. Sansón piensa en culturizar primero a los desposeídos, en alcanzar la era del conocimiento con el desarrollo de la sociedad de consumo dentro de un estado de derecho y en cuidar la borrachera de estos sus dilectos amigos, a los cuales teme cuando los estímulos espirituosos se les suben más de lo debido y empiezan a desvariar hasta cometer serios desatinos. Por lo pronto, han empezado con aquello de: “Cuando querrá el Dios del cielo / que la tortilla se vuelva / que los pobres coman pan / y los ricos mierda mierda”, y sabe que van a proseguir con otras cancioncillas más de esas de la guerra civil española, las canciones de los derrotados, de los ilusos, de los quijotescos, ni más ni menos. Sospecha, además, de ese individuo estrafalario y sucio que los viene siguiendo y que atentamente escucha y apunta sus conversaciones. Entonces opta por emprender la retirada, pagando en forma anticipada el consumo y endilgándoles con astucia la idea de un perro muerto aventurero. Por eso es que salen galopando su jamelgo, Alonso, pacatán-pacatán, y Sancho trus-trus arreando a su asno, mientras él los sigue tranquilo con su rucio. Pero he ahí que se les atraviesa el monstruo de hierro al cual Alonso trata de domar por la cola y sus acompañantes no tienen otra que seguirlo. Cu, cu, ña, ñam truena el monstruo sobre sus rieles y lanza por sus fauces un delicioso olor electrolítico. Sansón opta por enrumbar
hacia Los Molinos de Pueblo Libre, pero como descubre colgado del trole al enigmático desarrapado, deciden con rapidez bajarse a la volada y encaminan sus pasos hacia Los Molinos. El bachiller los lleva rápido hacia un apartado cubierto por cortinas adonde llegan hipando y ahora se les —Ptyx—
da por el aguardiente de uva, el pisco, que cruza a Alonso y lo lanza contra las cortinas de Los Molinos en feroz pelea, pues ha avistado una sombra detrás de ellas. Sí, en efecto, el caballero del verde gabán está ahí. Sancho lo encara; Pierre Adán, se presenta, adulterando su nombre, cual
FICCIóN
falsario inmortal de Borges. Mientras Sancho lo distrae, Sansón aprovecha para hurtarle al falsario su libretita de apuntes hecha de cajetillas de cigarrillos y la esconde dentro de su faltriquera. Pierre ayuda solícito a desanudarse a Alonso de las cortinas de Los Molinos. Pierre decide invitarlos a unas ventas cercanas, donde bellas hetairas –como es lógico- venden sus cuerpos y para regocijo de todos les muestra una bolsa llena de duros y perras gordas, ante cuya brillantez se deslumbran los aventureros. Alonso desea, previamente, serenatear a Dulcinea, cuya residencia está camino a las ventas y pasan para ello por donde su amigo el barbero, en busca de un palo trinador. En la barbería se están enjuagando el gaznate con una sidra de pésima catadura y cargan con la botella rumbo al castillo de Dulcinea, a liberarla -según Alonso- del ogro captor. Los caminos se entreveran y surgen por allí hombres de baja calaña a quienes Alonso recibe con euforia y quiere convencerlos para marchar al monte; pepeados como están, los fumones se hacen de la guitarra y de la sidra y nuestros aventureros deben huir a espetaperros, no quedándoles sino zamparse al aledaño Club Ínsula, donde justo unos vejetes y vejanconas realizan un recital. Sansón empuja a Sancho al escenario y le da la libretita de Pierre obligándolo a leer: “Poesía no dice nada / poesía se está callada / escuchando su propia voz”. Es el texto con que Pierre quiere reescribir la afamada novela tetra
centenaria atribuida al Manco de Lepanto por equivocación. Y por equivocación colocan los laureles líricos a Sancho en Ínsula gracias a que acompañado de su
“Pseierre Adán, presenta,
adulterando su nombre, cual falsario inmortal de Borges.
”
fiel guitarra recitó aquel poema de Pierre Adán (¿alter ego del autor de este relato?). Y de allí, cómo no, rumbo a las ventas, para disfrutar con las cortesanas un buen yantar, del que bastante necesidad tiene nuestra embriagada gente. Y a danzar y a follar, a no ser que nuestro Alonso se le dé, como se le dio, por mandarse un furibundo discurso contra la burguesía y el capitalismo en pleno burdel. Mas la pragmática sapiencia de Sancho nos libra otra vez de entuertos, pues a la gorda le ha gustado el guatoncito y ella es nada menos que la mami del lugar. Y deja que Alonso entone eso de: “Para la noche buena / para la noche buena / de cada farol un cura / será colgado / será colgado. / Perdón si me he equivocado / perdón —Ptyx—
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si me he equivocado / de cada farol diez curas/ serán colgados / serán colgados”. Alguien arroja una sarta de cuetes y al alucinado le han dado una metralleta de plástico que lanza fuego mientras traquetea. Rampando por el suelo se desliza por toda la pista de baile y las putas aprovechan para cubrirlo con sus calzoncitos de colorinches. Abochornado por los frescos olores, quijotescamente se va quedando dormido mientras han sacado una frazada y los cafichos lanzan al aire el gordiflón cuerpo de Sancho. Entonces Pierre se desemboza del gabán verde que camuflaba su uniforme verde olivo policial, hace sonar su pito y los gendarmes ingresan en mancha para cargar con los latosos rojimios. El bachiller ha logrado sacar de su ensueño a Alonso, Sancho se ha liberado de los cafichos y la gorda mami los hace subir por una escalera de mano rumbo al techo, la cual levantan de inmediato y por las azoteas contiguas fugan de retorno a La Mancha. Antes de ingresar, unos pirañitas los pretenden atracar y huyendo entran por equivocación a La Catedral, bar contiguo a La Mancha. Ahí sigue sentado Zavalita, preguntándose: ¿En qué momento se jodió el Perú? No sabe que fue cuando su creador se lanzó para arreglar los entuertos nacionales, la vez que en la realidad lo derrotó el tramposo japonés: Ahí mismito se terminó de joder. Pero eso ya sucedería años después. Finalizaremos ingeniosamente con:“Tate quieto cacherito / que nadie levante el ala / porque este cuento a mi fe / no servirá para nada”.
14 ENTREVISTA
“Yo espero que la literatura se repliegue en sí misma” Mario Bellatín nació en México en 1960, pero mayor parte de su juventud vivió en Lima (Perú), Desde Mujeres de Sal (1986), hasta Retrato de Mussolini con familia (2015), se cuentan por docenas los títulos publicados, y recogidos en dos tomos, editados por la editorial Alfaguara. Bellatin es un escritor inclasificable, dueño de una prosa magnética. En esta breve entrevista nos habla sobre la escritura, la tecnología, Huancayo, y sus futuros proyectos, entre otros temas. JAIME BRAVO
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ENTREVISTA 15 ¿Se podría ser decir que tus textos son críticos por cuanto borran las fronteras entre la realidad y la ficción? No creo que sean nada aparte de textos. Al momento de etiquetar como crítico me da la impresión de que se desea dar una lección, demostrar algo. Mis textos simplemente están. ¿En tus novelas siempre se pueden notar rasgos autobiográficos, o así lo parece ser, entonces discreparías de la idea de la muerte del autor del que hablaba Foucault? Yo he comprobado, a través de los años de trabajo, que mientras más muerto se está la presencia es mayor. Si quieres referirte a Foucault podríamos terminarle la frase. La muerte necesaria del autor para que el autor viva plenamente. Para ejemplos creo que basta con los fantoches que se creen vivos que nos rodean. ¿Con qué autores te sientes a fin? ¿Con César Aira, Ricardo Piglia, Macedonio Fernández, Salvador Elizondo...? Con todos y con ninguno. Ha hecho una muy buena lista de autores, que si menciono uno eliminó a los otros, y cada uno de ellos tiene una importancia central en la literatura.
trabajos fue cuando hizo sus libros. Sin embargo, hay una trampa romántica en el asunto. Porque si lo pongo en una balanza no sé si un poema de Moro, Adán, Westphalen, Oquendo de Amat, valen lo que el sufrimiento atroz que tuvieron que soportar al final de su vida. ¿Crees que la obra Roberto Bolaño marcó un antes y un después de la literatura latinoamericana, o está sobrevalorada? No lo sé. Tampoco me parece interesante. Lo que creo fue un error de su parte fue haber escrito la primera parte de Los Detectives Salvajes. Una lectura fácil, antropológica, que obstruye la parte realmente interesante de su obra. Un poco el error
“.la..notecnología creo que
Fue volver a un lugar del que guardaba maravillosos recuerdos. En el camino pude encontrar vestigios de esa añoranza, pero la ciudad misma la encontré transformada. La caminé toda en busca de un lugar donde poder sentarme en silencio y fue imposible. El ruido por encima de todas las cosas. Publicas de dos a tres novelas al año ¿A qué se debe ese ritmo de escritura? Siempre lo estoy haciendo. Escribir. Pero no libros en especial. Notas, apuntes, ideas. Y es entonces cuando en determinado momento trato de hacer que forme parte de una misma estructura, escrituras que en un momento no guardaban relación una con otra.
ayude realmente a un verdadero escritor.
”
¿Cuánto te está beneficiando la tecnología en tu actividad escritural? Salvo la utilización del iPhone como instrumento práctico -del cual, dado el caso, podría también prescindir-, no creo que la tecnología ayude realmente a un verdadero escritor. El tema va por otro camino. Las supuestas ventajas nuevas no tocan las esencias necesarias de lo que uno está verdaderamente buscando. ¿“Odias narrar”, como escribiste en tu libro Underwood portátil. Modelo 1915? Odio y amo. Esa frase, un poco escrita rápido para contestar la pregunta de una entrevista, me hizo pensar que no puedo saber qué sentimiento puede causarme una acción que no es realizada de manera consciente. Es decir, que es una acción que está más allá de una categoría lógica. ¿Te gusta no te gusta? Vargas Llosa dice que la mejor literatura nace en tiempos difíciles ¿Estás de acuerdo? Me parece que puede ser el mejor ejemplo. Cuando se quejaba de tener que hacer mil
cometido por Virginia Woolf con su famosa Habitación Propia: Pasar a la historia por textos que echan una capa de humo a lo verdaderamente interesante. ¿Cuál es el futuro de la literatura tal como la conocemos hoy? No tengo idea de cómo va acabar hoy mi día. ¿Cómo puedo saber algo semejante? Yo espero que se repliegue en sí misma. Que deje de ser la pariente pobre de otras disciplinas. Pero es sólo un deseo. ¿Consideras que lo que haces es lo que se suele califiicar como metaliteratura? No. Hasta que no se pongan de acuerdo con el verdadero significado de los conceptos no puedo dar una opinión. He oido tantas afirmaciones sobre lo que eso significa. En todo caso, quien bautiza tiene que ser el otro, y se queda con la responsabilidad. Cuéntame sobre tu experiencia en Huancayo —Ptyx—
¿Qué estás escribiendo ahora? ¿De qué trata? Acabo de terminar un libro que se llama El Laboratorio donde Terminas, y creo que guarda relación con la posibilidad de comunicarse en situaciones extremas. Estoy experimentando con la segunda persona.
Alguna vez dijiste que todo lo que haz escrito te sucedió de algún modo ¿No será acaso que hay una obsesión de los escritores por captar hechos de la realidad que la gente común no lo hace o no quiere hacerlo? Podría hacer -nunca será realizado porque no cuento con la vida necesaria para llevarlo a cabo- una suerte de obra paralela a las obras que he publicado. A la manera de libros fantasma. Donde daría una versión exacta -que igual sería, al final de cuentas, otra ficción- de los sucesos que re pre s e nt an los sucesos.
En nuestro próxima edición publicaremos en exclusiva la primera parte de un relato inédito de Mario Bellatín.
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LECTURAS
Construcción poética
“
Siento que la poesía es otra forma de pensar la vida”, responde el poeta. En Construcción civil el poema evidencia un fenómeno social, bastimento de una moralidad. Construcción civil, es la reconstrucción de la memoria a través de la puesta en escena de personajes que contraponen su identidad con la memoria. El poeta contempla desde el horror de la ruina la belleza. Los personajes, reflexionan sobre el proceso histórico, su conciencia descansa sobre el lenguaje donde se mezcla, historias políticas, cotidianas en uso de una musicalidad interna, espiritual. La actualidad social en un sentido individual. De impetuosa sintaxis, la articulación de la palabra en los poemas, “relatan la nueva vida que estuvo construyéndose en el Perú. Después de la devastación de la guerra política interna nuestro país quedó devastado, el lenguaje de la vida quedó oscuro, nuestro lenguaje estaba roto y con esos materiales y lenguaje rotos, con esos objetos, creí conveniente construir canciones”. Construcción Civil busca dar respuesta desde el simbolismo que ofrece la palabra sobre la restitución del hombre desde una sociedad aplacada por la guerra política.
Construcción Civil Willy Gómez Migliaro Paracaídas Editores Lima, 2013 90 páginas
MVLL con esquina
¿
Cuántas obras maestras se necesitan para consagrar a un artista como un verdadero genio? Creo que solo una, Mario Vargas Llosa (MVLL) nos ha regalado por lo menos tres: Conversación en la catedral, La guerra del fin del mundo, Travesuras de la niña mala. Todas estas novelas son monumentos, verdaderos clásicos de la literatura contemporánea. La guerra del fin del mundo por ejemplo, es una novela mítica; con una colección de personajes memorables como Antonio Consejero: esa especie de gurú y profeta de los últimos tiempos, el frenólogo escocés Guillermo Gall, el León de Natuba, Joao Grande, Joao Abade, Pajeú; que configuran un deslumbrante mural de la condición humana. En Travesuras de la niña mala nos preguntamos ¿cuál es el verdadero rostro del amor? a partir de la historia de Ricardo y ¿Lily, Otilia, Arlette? Esta novela de “seducción, erotismo y amor” nos presenta una lucha entre los dos protagonistas: uno por aferrarse y eternizar el momento y el otro por intentar un acercamiento final del cual no está del todo convencido. “Travesuras…” es una maravillosa obra de ficción; la novela de amor que Vargas Llosa le debía a la literatura universal. Por otro lado, Conversación en la Catedral es una novela omnívora, voluminosa, compleja, total. En esta historia hay algo que se postula de manera sostenida; desde las primeras líneas, desde el momento que Santiago Zavala mira la avenida Tacna desde la puerta de la Crónica; sin amor, que la suerte de
los personajes es compartida por el destino de la nación. Para Santiago Zavala hay una interrogante que no le da respiro: “¿En qué momento se había jodido el Perú?” y ahí, en esa pregunta, Zavalita encuentra la impronta de un destino compartido: “Él era como el Perú Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál? Así, con esa pregunta memorable rondando en nuestra memoria colectiva es que llegamos hasta Cinco esquinas (Alfaguara, 2016), la última novela de nuestro Nobel de Literatura 2010. Cinco esquinas explora el mundo del periodismo amarillo en la década del 90. Esta novela podría ser considerada un thriller, una historia policial ambientada en la dictadura de Fujimori y Montesinos una historia que nos presenta el periodismo como algo vil que puede servir para sepultar honras, o un instrumento de liberación. [Jorge Salcedo]
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LECTURAS
La violencia en cuentos
Foráneo de las letras La poesía se explica por sí sola, es esta la definición del oficio de poeta que esgrime Enrique Sánchez Hernani y que se hace certera y correcta en la lectura de su libro, ratificando su valía dentro de la literatura peruana. Sánchez Hernani, miembro de la Sagrada Familia, nos regala un breve y sustancioso libro.
El libro recoge cuentos de la violencia política que asoló nuestro país en los años ochenta y noventa. Gracias al trabajo de recopilación, crítica e investigación de Cirilo López y Nicolás Carpio, los lectores podemos ser testigos de cómo desde dentro se sintieron los momentos críticos de este conflicto que dejó al país al borde de la desesperanza. De visita. Cuentos de la violencia política de los años ochenta y noventa Cirilo D. López Salvatierra Nicolás Carpio Sánchez Ramada del búho Editores Lima, 2016 118 páginas
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Cuaderno del extranjero Enrique Sánchez Hernani Borrador Editores Lima, 2015 48 páginas
Pasco y su literatura Es una obra que estudia fundamentalmente los procesos discursivos y textuales principalmente de la poética que se ha dado en la ciudad de Cerro de Pasco en el periodo de 1900 hasta nuestros nuestros días, gracias a la labor de su autor. La obra es el primer tomo de una saga que promete tener una visión casi completa del proceso literario en este importante departamento de la sierra. central del Perú. Proceso de la literatura pasqueña (Tomo I: poesía) David Elí Salazar Editorial San Marcos Lima, 2014 494 páginas
Hallazgo poético
C
ada vez que el poeta Sergio Castillo Falconí (Jauja-1947), saca a la luz un nuevo poemario suyo, que dicho sea de paso se está haciendo más recurrente en los últimos años, ello significa un nuevo e interesante hallazgo para el lector,por la coherencia que despide cada texto,conformando una suerte de corpus poético. El integrante del movimiento poético Hora Zero, vuelve a sorprender con La encina y los años que, según su propia versión, fue escrito en la segunda mitad de la década del 60’ del siglo pasado, y donde se puede advertir un estilo en plena madurez.
En Encina…, el poeta echa mano de innovadores recursos estilísticos como el oxímoron, las aliteraciones,la enumeración caótica, e incluso en algunos poemas busca imitar el ritmo y la estructura del haiku japonés a modo de experimentación. ¿De qué habla el libro? del paso de los años, de las contradicciones de la vida, y de aquel árbol mítico que se dice es originario del medio oriente. Este breve libro altamente recomendable es una muestra de la calidad poética del también autor de Kishuar(2014) y Después de la séptima puerta(2011).
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La encina y los años Sergio Castillo Falconí Edición de autor Huancayo, 2016 24 páginas
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CUENTO
Tarde de sol JUAN CARLOS SUÁREZ
—Todo está arreglado —dijo Leticia. —Entonces ya lo sabías —respondió Javier. Su rostro se había puesto pálido—. ¿Tus papás están de acuerdo? —Fue su idea. Creo que en el fondo les alegra. —Yo no me alegro. Leticia lo miró con dureza. —Deberías. Caminaban hacia la casa de Leticia. Javier cogió una de sus manos, pero ella se soltó con disimulo. —Tampoco podré ir a mi fiesta. —¿Tan pronto viajas? —dijo él. —Debo estar en la facultad el lunes.
Atravesaron el parque Don Bosco. Leticia se sentó en una banqueta y anudó los cordones de sus zapatos. Él quiso atraerla hacia sí y abrazarla. —Ahora no, Javier. Una suave brisa agitaba las ramas de los árboles y terminó de desordenar el cabello de Leticia. —¿Pensaste en lo que te dije? —preguntó ella. —En casa no les gustaría. —Creí que podías decidirlo tú. —Puedo —respondió Javier—. Pero no quiero darles más disgustos. —Tienes que quedártelo. —Mi casa es pequeña, comprende. Una gran nube terminaba de cubrir el sol y la mitad del cielo. —No me lo tienes que devolver —insistió Javier. Leticia abrió la puerta. Un perro de aguas llegó corriendo y saltó sobre sus piernas. —¡Me ensucias, pesado! Entraron a la sala y se sentaron. Javier levantó al perro y le sacudió el pelo de la cabeza. —Cómo estás, amiguito. Leticia lo miraba. —¿Entonces? —No puedo —dijo él. Puso en el suelo al perro y lo vio tumbarse a dormitar a sus pies. —También tendré que solucionarlo yo, ¿verdad? Guardaban un silencio incómodo. —¿Y tu papá? —dijo ella al fin. —Llega la otra semana — respondió Javier. Planeaba decirlo después, pero ese momento era bueno como cualquier otro—: Iré a trabajar con él.
—¿A la selva? —Al norte. Javier intentaba sonreír. —Me alegra que hagas algo con tu vida —siguió ella. —Es para pagarme el examen de la universidad. —¿No pensabas contármelo? —Lo supe ayer. —Y yo soy la última en saberlo. Javier contemplaba al perro. Recordaba cuando era un cachorro y se lo había regalado a Leticia para conquistarla. —Vamos a caminar —dijo ella de pronto. Regresaban hacia el parque Don Bosco. El perro los detenía para olisquear los postes de la luz y ladraba cuando no podía estirar más la correa que sostenía Leticia. —¿Regresarás? —Si la facultad me da tiempo —respondió ella—. Dependerá de mis papás. —Claro, siempre tus papás. —Seguiré con mi vida si a eso te refieres. Javier estaba pensativo. Comprendía que no volvería a verla ni a saber de ella. —¿Vamos al cine el viernes? —preguntó para cambiar de tema. —Estaría bien. —¿Te espero en el colegio? —En mi casa —contestó ella—, después de almorzar. El perro ladraba a un gato que caminaba sobre un muro. Leticia le quitó la correa y este corrió en su persecución entre los coches en movimiento. Ambos animales atravesaron una cerca, vadearon el río y se perdieron en un terreno baldío. —¿Por qué hiciste eso? —Quería irse —respondió Leticia—. Ya volverá. A la distancia Javier veía un punto blanco que seguía alejándose. —Si no te importa lo que le ocurra, dímelo. Javier se sentía observado por los transeúntes y prefirió calmarse. —Has cambiado —dijo luego de un breve silencio. Ella asintió con frialdad. —Será mejor que vuelva a casa. —Dame la correa —dijo Javier—. Yo me quedaré con el perro. Mientras la miraba marcharse hacia la luz rojiza del sol que empezaba a ocultarse, decidió no ir al cine el viernes. Pensaba en que los padres de Leticia sí se encargarían de todo y supo que había tenido mucha suerte.
—Ptyx—
POESíA
/ausénsia i koruksión/
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JOE DELGADO
F5
F1
dos extremos y un signo ausente
no es cardinal el vacío
/eksklusión dé lá raθón/
- sumamente INCORRECTO Y ENFERMIZO -
/aksolúta kreénsia én lá raθón/
porque en otros cuerpos apagados
aleae geometría
nuestras almas atrapan sueños e intenciones.
¿qué causa el fenómeno?
abarrotado de sílabas y renacuajos crecen nidos de zángano
la lujuria y el poder son la fuente de nuestras intenciones
en cada recoveco lingüístico.
que respiran en nuestras manos: intención voluntaria es la lujuria.
t=velocidad/distancia
involuntaria el poder.
y sobre el juzgamiento del espacio desconocen los moscardones
contra la propia perfección comienza a rebelarse el conjunto “H”
que rezan a dioses y santos putrefactos.
porque los pecados han de propagarse sobre los números de la carne
un dios EMOCIONAL
no RACIONAL
acutángulos
octángulos
obtusángulos
encarnación de circunstancias externas
y se desmoronará la palabra culta
falsa ventana que crea equilibrio
como castillo de sueños y espejismos
ausencia
y
porque dios cree en ti y en la depravación de los tropiezos.
corrupción
si no quieres que termine la comedia
PROBABILIDAD
cree en lo verdadero y eterno del cuerpo. esconder el origen de las cosas es un juego de palabras la probabilidad proporcionará la certeza como almas computarizadas. completamos nuestra terrible salvación: el epítome del mal DOBLE ENCARNACIÓN0
COLABORADORES:
José Kozer.- (La HaJorge Salcedo.- Director de Bisabana-Cuba, 1940) es un gra Editores. Psicólogo y catedrápoeta prolífico y traductico universitario. tor cubano radicado en los Estados Unidos desde 1960. Clasificado dentro de la Carlos Orihuela.- (Tarma-Perú) Poeta, narraestética neobarroca —fue dor, crítico literario y profesor universitario. En uno de los editores de 2009, ha publicado Abordajes y Aproximaciones. Medusario: Muestra de Ensayos sobre Literatura Peruala poesía latinoamericana del Siglo XX (1950-2001), y en na—, ha publicado me2012, Valle de entonces (relatos). dio centenar de libros, la gran mayoría de poesía, En la actualidad es Profesor Prinaunque entre ellos hay también de prosa. Durante cipal en el departamento de Lentres décadas fue profesor de literatura hispana en el guas y Literaturas Extranjeras de Queens College de Nueva York. la Universidad de Alabama. (EE. UU.)
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Julio Noriega Bernuy.- (Ancash-Perú, 1956) Publicó Caminan los Apus: Escritura andina en migración (2011), y Escritura quechua en el Perú (2011). Ejerce la docencia en el Knox College (EE.UU.)
Joé Delgado.- (Lima-Perú, 1977). Licenciado en Educación por la UNCP, especialidad de Español y Literatura. Publicó el poemario Wañuy Pacha (Tierra de muertos).
Maynor Freire.- (Lima, Perú 1941), docente universitario, periodista, escritor y poeta. Puro Cuento (1996), 36 estampas sin bendecir (2005), y Par de sátrapas (2009), son sus libros más conocidos.
Juan Carlos Suárez Revollar.(Huancayo-Perú, 1982), ha ejercido el periodismo escrito y radial y la crítica de literatura. Actualmente se dedica a la corrección de estilo. En 2011 fundó Acerva Ediciones.
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He caído y ya no podré agitar... He caído y ya no podré agitar mis alas ni mostrar mi corazón como cerezo ardiente. Lo único que me queda es machacar mis ojos con la luz y comer el fuego de la tierra. He caído y el mar ha perdido su inocencia y la ciudad se ha convertido en impúdica durmiente bendecida en el amor. He caído un ángel ha quemado el templo y un niño ha llorado ahogándose en mis sueños. He caído cuando dos cuerpos desnudos se matan en la noche.
Oswaldo Reynoso
(Arequipa, 10 de abril de 1931 - Lima, 24 de mayo de 2016)
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