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Marco Martos Eleonora Finkelstein Héctor Hernández Montecinos Santiago Lhimma Róger Santivañez Mario Montalbetti Roberto Piva Antonio Cillóniz Sergio Castillo Ana Varela Carlos L. Orihuela Josué Sánchez Elqui Burgos Gamaliel Ramos Gutiérrez Elmer Arana
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Sumario Nicanor Parra, todavía. 03 Marco Martos ¿Qué poesía reclama el siglo XXI?. 13 Héctor Hernández Montecinos Todos somos la Beat Generation. 17 Eleonora Finkelstein La propensión poética de Anne Carson. 19 Gamaliel Ramos Gutiérrez Vallejo, la vida bárbara. 23 Sergio Castillo Renuencia del olvido. La huida perpetua. 27 Elmer Arana Entrevista a Mario Montalbetti, 29 Santiago Lhimma Cuestionario a Róger Santivañez. 33 Ptyx VII Cantos xamànicos. 35 Roberto Piva - Santiago Lhimma (Traducción) Tres poemas. 43 Eleonora Finkelstein Parcelas. 49 Róger Santivañez Brevísima antología personal. 51 Antonio Cillóniz Abordar la bestia. 55 Carlos L. Orihuela Márgenes. 59 Ana Varela El Cristo de Elqui. 63 Elqui Burgos
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Nicanor Parra, todavĂa Texto de Marco Martos ptyx
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Nicanor Parra (1914-2018) es, sin duda, uno de los poetas más sorprendentes de la modernidad. Su importancia para la poesía chilena e hispanoamericana, es proverbial; la obtención de premios internacionales, como el Rulfo en 2004 o el Cervantes en 2012 o el Neruda, también en 2012, aunque tardía, no ha hecho sino llamar la atención a nuevos lectores sobre las calidades de un escritor sólidamente instalado en la tradición a pesar de representar a la ruptura.
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o en vano se habla de que las desavenencias literarias, los quebrantamientos, forman parte de aquello que combaten, al cabo de algunos años o décadas. En ese sentido, Parra es la confirmación de las teorías que sobre el punto tiene Octavio Paz. Podríamos decir, sin embargo, que hay una característica que Parra, como poeta, no abandona jamás: el descontento
con lo realizado, la búsqueda permanente de originalidad. Cada línea, cada verso suyo, incluso aquellos de ocasión, llaman la atención siempre al lector de buena voluntad. Estamos muy lejos de aquel primer libro que el poeta ha querido olvidar, el Cancionero sin nombre de 1935. Hay que hacer mucho esfuerzo bibliográfico, tener mucha paciencia, para poder llegar a sus páginas, puesto que no forma parte de sus obras completas, o incompletas porque los nuevos textos siguen apareciendo junto con versos desperdigados aquí y allá. Cuando se compara ese primer libro con el Romancero gitano de Federico García Lorca, se dice una verdad porque hay un aire de familia en ambos textos, pero se soslaya la incipiente originalidad que ya aparecía en esos versos primigenios, diseminada en un profundo conocimiento de la poesía popular y en la creación de personajes, ambas características que conservaría a lo largo de
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toda su experiencia literaria. La aparición de Poemas y antipoemas en 1954 es seguramente el hecho más importante de la poesía hispanoamericana en esa década. Probablemente se trata del libro más original de la poesía chilena en esos años y ocurrió precisamente cuando Pablo Neruda estaba en el esplendor de su carrera literaria, merced a su Canto general de 1950 y nada hacía
PARRA SE HABÍA NUTRIDO DE LECTURAS DE POESÍA INGLESA Y EN PARTICULAR, COMO LO HA DECLARADO EN VARIAS OCASIONES, TENÍA PARTICULAR PREFERENCIA POR EL LENGUAJE “RELAXED”, ES DECIR SUELTO, DE WALT WHITMAN 55
presagiar que a su lado, un poeta considerado interesante, pero que no había publicado nada deslumbrante, igualase, con un solo libro, la mentada calidad del maestro. Desde este momento, Parra es reconocido como el poeta diferente a Neruda, tanto por su técnica, como por su práctica y sus objetivos literarios. Mientras Neruda, que había sido en 1935, “amoroso notario” de las intimidades de la amada, se había convertido en hábil señalador de todas (o casi todas, o numerosas) realidades americanas, desde Macchu Picchu hasta las hazañas de Manuel Rodríguez, Parra tiene una mirada desconfiada frente a la realidad y crea, al comienzo de manera muy intuitiva y después de modo muy racional, un personaje, el modelo de lo que se empezó a llamar la antipoesía, con características peculiares que lo hacen de inmediato distinguible como algo muy diferente a todos los seres que deambulan ocasionalmente en los versos de los poetas contemporáneos. Este personaje de Parra, una máscara del propio autor, es desconfiado, cínico, ácido, esperpéntico, burlón, solitario, desamparado, un poco niño, viejo valetudinario, poeta que maneja muy bien el verso tradicional, en particular el endecasílabo, un sabio desencantado del mundo y sus misterios. Por esta época, -Pero algo lo diferenciaba del gran poeta norteamericano: el tono. Whitman, aun en los poemas más líricos es un monumento a la voluntad, un héroe designado por sí mismo, un modelo que se propone a los demás. Nada de esto tenía cabida en el estro de Parra. Tal vez la lectura de Kafka fue el ingrediente lite-
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rario indispensable para transformar al protagonista whitmaniano en un pobre diablo, agudo perspicaz, inconforme, irónico, humorista, dolido, apaleado. El poema “La víbora” es, por su confección, el punto de arranque de la actitud de Parra a lo largo de casi toda su obra poética posterior. Se ha dicho, no sin razón que la “antipoesía” de Parra tiene antecedentes que se pueden rastrear en Quevedo, en la poesía latina e incluso en la poesía griega. Como suele suceder esta prosapia se descubre cuando el poeta ya está instalado en la imaginación de los lectores y motiva el interés de críticos importantes como Federico Schopf o Niall Binnss, y no en los primeros tiempos, cuando el aficionado a la literatura solo tiene entre manos un nuevo libro de poemas, desconcertante y que le parece radicalmente diferente. Hay otro contacto todavía con la tradición, entre los poemas de Parra de 1954, y es nada menos que con Vicente Huidobro y con César Vallejo. Huidobro es el creador del término “antipoesía” y aunque no lo explotó en ninguna dirección, su “Vicente, antipoeta y mago” salta a nuestra mesa de trabajo, cuando leemos a Parra. Lo que ambos poetas tienen en común es la capacidad de juego, el manejo plástico del lenguaje, la desacralización del mensaje poético, la posibilidad de la poesía de divertir, inclusive en medio de las tragedias que anuncia el propio discurso, aunque Altazor es un príncipe que se precipita a los abismos, mientras que el personaje de Parra es un hombre que lucha penosamente por sobrevivir. En ese sentido en el poema “La víbora”, ya aludido líneas
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SE HA DICHO, NO SIN RAZÓN QUE LA “ANTIPOESÍA” DE PARRA TIENE ANTECEDENTES QUE SE PUEDEN RASTREAR EN QUEVEDO, EN LA POESÍA LATINA E INCLUSO EN LA POESÍA GRIEGA. COMO SUELE SUCEDER ESTA PROSAPIA SE DESCUBRE CUANDO EL POETA YA ESTÁ INSTALADO EN LA IMAGINACIÓN DE LOS LECTORES Y MOTIVA EL INTERÉS DE CRÍTICOS IMPORTANTES COMO FEDERICO SCHOPF O NIALL BINNSS.
arriba es emblemático. El poema es narrativo y se refiere a una relación difícil de pareja. Desde las primeras líneas la escritura califica a la protagonista como una mujer despreciable que merced a sus encantos que maneja con crueldad, humilla constantemente al que narra los acontecimientos. El texto es bastante deslavazado y, comparado con los poemas de Vallejo que aluden al hombre acorralado por la miseria, es, sin duda, de calidad inferior, pero aquí nos topamos con una cuestión teórica que tiene que ver con la tradición literaria. Víctor Hugo había dicho en su tiempo que una visión de la poesía era arrancarle belleza a lo feo y ese programa fue el que llevó a cabo Baudelaire y puede decirse que Vallejo es quien culmina esa tradición. Parra da un paso adelante y su camino puede pa-
recer equivocado a numerosos devotos de la poesía pero no se puede negar que se trata de algo muy original. La fealdad a la que alude, no es solamente en el caso de este poema, la del tema tratado, una relación tormentosa entre dos amantes, sino que contamina a la propia dicción poética y la vuelve un discurso cercano a la oralidad, con pocos nexos con aquello que se había conocido como poesía, vecina a las confesiones de los dipsómanos en los bares populares. Parra conecta su discurso directamente con el lector, independientemente de la formación literaria que este tenga. El poema parece calcado de las historias de los diarios populares, solo que está escrito con la insuperable gracia de quien ha superado el sentido del ridículo y tiene capacidad para burlarse de sí mismo:
Durante largos años estuve condenado a adorar a una mujer despreciable Sacrificarme por ella, sufrir humillaciones y burlas sin cuento, Trabajar día y noche para alimentarla y vestirla Llevar a cabo algunos delitos, cometer algunas faltas, A la luz de la luna realizar pequeños robos, Falsificaciones de documentos comprometedores, So pena de caer en descrédito ante sus ojos fascinantes. En horas de comprensión solíamos concurrir a los parques Y retratarnos juntos manejando una lancha a motor, O nos íbamos a un café danzante Donde nos entregábamos a un baile desenfrenado Que se prolongaba hasta altas horas de madrugada. (….) Esta situación se prolongó por más de cinco años. Por temporadas vivíamos juntos en una pieza redonda Que pagábamos a medias en un barrio de lujo cerca al cementerio (Algunas veces hubimos de interrumpir nuestra luna de miel Para hacer frente a las ratas que se colaban por la ventana). (….) El poema se cierra con un notable anticlímax, un baldazo de agua fría: Piensa que de un momento a otro mi verdadera mujer Puede dejarnos a todos en la miseria más espantosa. Mis hijos han crecido ya, el tiempo ha transcurrido, Me siento profundamente agotado, déjame reposar un instante, Tráeme un poco de agua, mujer, Consígueme algo de comer en alguna parte, Estoy muerto de hambre, No puedo trabajar más para ti, Todo ha terminado entre nosotros.
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Este tono, áspero, rijoso, procaz, impúdico, descarado, desvergonzado, fresco, desaliñado, se presenta también en otros poemas como “El túnel” y “La trampa” que son ejemplos, sin embargo, de un tránsito de la poesía discursiva libre,
semejante al discurso de los beodos, a otra más controlada y planificada que semeja a la anterior, pero que se va diferenciando sutilmente por un mayor dominio de la masa verbal. Así ocurre en “El túnel”:
Pase una época de mi juventud en casa de unas tías A raíz de la muerte de un señor íntimamente ligado a ellas Cuyo fantasma les molestaba sin piedad Haciéndoles imposible la vida. (…) Aquellas matronas se burlaron miserablemente de mí Con sus falsas promesas, con sus extrañas fantasías Con sus dolores sabiamente disimulados Lograron retenerme entre sus redes durante años Obligándome tácitamente a trabajar para ellas En faenas de agricultura En compraventa de animales Hasta que una noche, mirando por la cerradura Me impuse que una de ellas ¡Mi tía paralítica! Caminaba perfectamente sobre la punta de sus piernas Y volví a la realidad con un sentimiento de los demonios. Siendo los finales de los poemas mencionados, igualmente imprevisibles, la aparición de figura de la tía paralítica, es lo que se llama en narrativa, un final redondo. Parra, que ha escrito algunos cuentos memorables, desarrolla argumentos en sus poemas, es uno de los autores que en los años cincuenta del siglo XX se adelanta a la hibridez de géneros de la que tanto se habló y habla en tiempos posteriores. Hay otros poemas que, saliendo de una matriz romántica, no solo cambian de signo, se burlan de su propio origen edulcorado sino que llegan a tener una impronta expresionista, si todavía el término resulta válido, un siglo más tarde del momento histórico en que se generó; si así fuese, buscando fórmulas, Parra es una suma compleja de Trakl, Kafka, en versificación clásica española, con el áspero humor campesino chileno que contamina a la gente de las ciudades. En ese sentido, y en esta época, su poema “Autorretrato” es el más representativo de la porción más importante de la poesía parriana. El individuo retratado se parece y no al Parra real, que también fue profesor, como su doble. Solo que el personaje del poema trasciende al supuesto mode-
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PARRA ES UNA SUMA COMPLEJA DE TRAKL, KAFKA, EN VERSIFICACIÓN CLÁSICA ESPAÑOLA, CON EL ÁSPERO HUMOR CAMPESINO CHILENO QUE CONTAMINA A LA GENTE DE LAS CIUDADES. lo y representa a un ente colectivo: al profesor de liceo asfixiado por las demasiadas horas de trabajo, destrozado por los vejámenes. Sin duda, en el texto, junto con el sarcasmo y la autocompasión, hay, en la entrelínea, un acercamiento profundo al profesor que sufre explotación. El texto, repetido hasta la saciedad en las antologías, es, de otro lado, un modelo de versificación castellana, de sabia combinación de endecasílabos, octosílabos y heptasílabos. Parra se muestra como un maestro en la colocación de los acentos, como un gran conocedor de los ritmos de nuestro idioma, como un poeta músico verdaderamente encantador.
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Autorretrato Considerad, muchachos, Esta lengua roída por el cáncer: Soy profesor en un liceo obscuro, He perdido la voz haciendo clases. (Después de todo o nada Hago cuarenta horas semanales). ¿Qué os parece mi cara abofeteada? ¡Verdad que inspira lástima mirarme! Y qué decís de esta nariz podrida Por la cal de la tiza degradante. En materia de ojos, a tres metros No reconozco ni a mi propia madre. ¿Qué me sucede? -¡Nada! Me los he arruinado haciendo clases: La mala luz, el sol, La venenosa luna miserable. Y todo ¡para qué! Para ganar un pan imperdonable Duro como la cara del burgués Y con olor y con sabor a sangre. ¡Para qué hemos nacido como hombres Si nos dan una muerte de animales! Por el exceso de trabajo, a veces Veo formas extrañas en el aire, Oigo carreras locas, Risas, conversaciones criminales. Observad estas manos Y estas mejillas blancas de cadáver, Estos escasos pelos que me quedan. ¡Estas negras arrugas infernales! Sin embargo yo fui tal como ustedes, Joven, lleno de bellos ideales, Soñé fundiendo el cobre Y limando las caras del diamante: Aquí me tienen hoy Detrás de este mesón inconfortable Embrutecido por el sonsonete De las quinientas horas semanales. El mentado libro de Parra de 1954, se cierra con uno de los mejores poemas salidos de su pluma. “Soliloquio del individuo” es un poema mayor de la lengua castellana. Parra abandona el desigual camino de hablar en una primera persona rotunda y romántica y escoge hablar una primera per-
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sona absoluta, es decir que el individuo que habla en el poema representa a toda la humanidad en su evolución desde la época de las cavernas hasta el habitante de las ciudades modernas que, de súbito, emprende el camino del regreso y piensa que es mejor volver a ese valle inicial, a esa roca que le
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sirvió de hogar y desea empezar a grabar de nuevo, pero se detiene, al terminar el texto, porque la vida no tiene sentido. El poema puede leerse de diferentes maneras: como una síntesis lírica terrible de la historia de la humanidad, como un vaticinio de un posible retroceso de la evolución de la especie humana, como el anuncio de una hecatombe terrible que nos devolverá a la época de las cavernas o como una burla del propio autor a todos los temores de la especie humana, frente a un porvenir que se cree sombrío. Puede decirse que todo el despliegue técnico, toda la audacia expresiva, toda la capacidad de cambio que Parra muestra en Poemas y antipoemas encuentra su cauce definitivo en el libro Versos de salón de 1962 que hay que leerlo como el complemento indispensable de Poemas y antipoemas. En el libro anterior había una sutil diferencia entre los poemas de verso suelto que bien pueden ser inacabables, y otros como “Es olvido” o el “Autorretrato” que hemos comentado, en cambio en la nueva entrega, predomina un severo control sobre la materia expresiva sobre los moldes clásicos. En los versos de su primer libro emblemático, en especial en aquellos de los poemas considera-
EN 1962, PARRA TIENE TODA SU POTENCIA EXPRESIVA, HA APRENDIDO MUCHO, POR SU VERSO TRANSITA EL PASADO LITERARIO QUE HA ELEGIDO, DESDE LOS POETAS GRIEGOS SARCÁSTICOS, HASTA TRISTÁN TZARA, BRETON, WHITMAN, KAFKA, LOPE DE VEGA CIERTAMENTE, MENCIONADO POCAS VECES EN RELACIÓN A PARRA, PERO HA LLEGADO A SER EL MISMO: UN POETA ORIGINALÍSIMO CON MATERIALES COTIDIANOS. dos sueltos, la crítica ha hablado de una presencia del surrealismo como un río interior que vivifica aquellas aguas verbales, eso nos parece verdadero, el surrealismo es algo que asimiló Parra desde sus comienzos literarios, solo que a través de esa tendencia, Parra se entronca con la vanguardia inicial, no tanto con el futurismo, sino con la actitud desfachatada de Dadá. En 1962, Parra tiene toda su potencia expresiva, ha aprendido mucho, por su
Nicanor Parra y Allen Ginsberg; ambos se tenían mutua admiración.
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verso transita el pasado literario que ha elegido, desde los poetas griegos sarcásticos, hasta Tristán Tzara, Breton, Whitman, Kafka, Lope de Vega ciertamente, mencionado pocas veces en relación a Parra, pero ha llegado a ser el mismo: un poeta originalísimo con materiales cotidianos. Parra se conecta directamente con el lector contemporáneo, y de manera especial con aquel que no está habituado a leer poesía, y ese es uno de sus méritos, ganar nuevos adeptos para el arte de la palabra. El clásico lector puede deleitar con sus endecasílabos prodigiosos, el lector ganado recientemente hace las comparaciones respectivas con el lenguaje de la calle y con el lenguaje de los diarios. Parra ha sabido, como pocos poetas hispanoamericanos, bajar del Olimpo, como sostiene en uno de sus versos más célebres y llevar el alquitarado arte de la poesía a la calle, no con una finalidad directamente política, como lo estaba haciendo Neruda en muchos de sus versos, sino para que los viandantes se reconozcan a sí mismos
DESPUÉS DE LA PUBLICACIÓN DE SUS DOS LIBROS FUNDAMENTALES QUE HEMOS GLOSADO DE ALGUNA MANERA, PARRA, INSTALADO EN LOS MEDIOS LITERARIOS Y RECONOCIDO POR EL GRAN PÚBLICO, SE VUELVE UN PERSONAJE MEDIÁTICO, RECONOCIDO POR TODOS Y POR LO TANTO SER VUELVE OBJETO DE LA CURIOSIDAD GENERAL como materia literaria. Si la poesía fue tradicionalmente arte de elegidos, aristocracia del espíritu convertida en verbo, con Parra tiene la aspiración de ser reconocida por todo aquel anónimo que nunca la consideró necesaria y que había vivido al margen de sus encantos. Una buena prueba de la capacidad de Parra de captar la modernidad la encontramos en su
Noticiero 1957 Plaga de motonetas en Santiago La Sagan se da vueltas en automóvil. Terremoto en Irán: 600 víctimas. El gobierno detiene la inflación. Los candidatos a la presidencia Tratan de congraciarse con el clero. Huelga de profesores y estudiantes. Romería a la tumba de Óscar Castro. Enrique Bello es invitado a Italia. Rossellini declara que las suecas Son más frías que témpanos de hielo. Se especula con astros y planetas. Su santidad el Papa Pío XII Da la nota simpática del año: Se le aparece Cristo varias veces. (….) La vejez y su Caja de Pandora. Pero, de todos modos, nos quedamos Con el año que está por terminar (A pesar de las notas discordantes) Porque el año que está por empezar Solo puede traernos más arrugas en el rostro.
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Este es el Parra esencial, el vinculado a la gran poesía de todos los tiempos, el que desde adentro dinamita lo conocido para crear algo radicalmente diferente, entendible en distintos niveles por públicos diversos. Después de la publicación de sus dos libros fundamentales que hemos glosado de alguna manera, Parra, instalado en los medios literarios y reconocido por el gran público, se vuelve un personaje mediático, reconocido por todos y por lo tanto ser vuelve objeto de la curiosidad general; cada uno de sus actos, una taza de té con la esposa del presidente Nixon, la firma o no de un manifiesto, se juzga con despiadado rigor y creadoramente Parra se
encuentra aparentemente sin salida. ¿Qué más decir que no haya sido imaginado antes? Es entonces que el poeta se desatiende de todo lo que había hecho hasta ese momento y descubre la poesía visual, lo que tampoco era absolutamente original, tenía prosapia antigua y otra nacida en Apollinaire. Esto ocurre precisamente en los años que se desarrollaba la poesía concretista brasileña, pero, al parecer, sin conexión con ella, pero sí con conocimiento de la poesía norteamericana de Ginsberg y sus amigos. Los llamados “Artefactos” de Parra son versos visuales que tienen vínculo, qué duda cabe, con el chiste, con la frase irónica dicha al paso:
VEN? Vencieron Pero no con Vencieron SEÑORITA DE BUENA PRESENCIA se necesita con urgencia UP ÚLTIMA HORA URGENTE Tengo una profunda fe en el futuro de la natación chilena Declara el papa Pablo VI De regreso en el Vaticano después de una gira triunfal Por los países del Tercer Mundo. Acto seguido se retira a sus habitaciones privadas
Este Parra ya había vivido en el de los años cincuenta del siglo XX, solo que en ese momento, el mecanismo del chiste, de la sorpresa, del lenguaje callejero, se asociaba a las características más celebradas históricamente de la literatura. Ahora, privilegiando las frases hechas, la carambola verbal, el poeta es un creador sin duda, pero de calibre más simple; el lector sabe apreciar la lucha del autor con las palabras, si considera que el escritor
acumula frases, dichos populares añadiendo muy poco de su estro, la admiración necesariamente disminuye. Pero nada podemos exigirle a Parra: ha culminado una obra poética valiosa. Con sus libros escritos en los años cincuenta del siglo XX se ha convertido en un clásico del idioma español y ese es el sentido de este artículo de meditada admiración por un gran autor que siempre será un poeta de cabecera. Aretfacto visual de Nicanor Parra.
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Victoria Guerrero
¿Qué poesía * reclama el siglo XXI? Texto de Héctor Hernández Montecinos ptyx
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Semanas previas a mi viaje tuve varias discusiones en Facebook con respecto a temas como el lenguaje inclusivo y el rol del feminismo. Lo curioso es que fue sólo con hombres peruanos del mundillo cultural.
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(*)Este seminario originalmente tenía una fecha que coincidía con mis días en Lima pero los Juegos Panamericanos alborotaron todo. Hasta la poesía tal como en la antigua Grecia donde gimnastas y poetas resguardaban un mismo secreto en jornadas públicas en que el cuerpo, la mente y el espíritu eran lo mismo. Ahora estoy ya en Santiago y mi participación es por videoconferencia. Estas notas que siguen son de algún modo una transcripción y punteo de algunas ideas con respecto a la pregunta con la que se nos convocó.
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os ánimos están caldeados por la contingencia nacional que va desde los casos de corrupción política y empresarial hasta el suicidio de un expresidente. Sea como sea hay más preguntas que repuestas en el aire y eso hace bien. No voy a replicar las discusiones pero sí mi respuesta más menos general que es la idea de que trabajamos con lenguaje y no puede ser coartado en aras de una ultracorrección que desesperadamente busca salvavidas desde la RAE hasta la absurda idea de que esto se trata de un terrorismo sexual. El lenguaje en su fundamento es para nombrarse y comunicarse; lo contrario a eso es contrario a la civilización. Lo más paradójico es que uno de esos contendores resulta ser uno de los ponentes de esta mesa. El que sonríe al pronunciar la palabra “poetisa” para referirse a las mujeres que escriben. Una sonrisa blanca como su lugar racial, económico y sexual. ≈ La poesía no tiene sexo suelen decir los heterosexuales. No debe ser política señalan personas de derecha, tanto las que saben como las que no saben que lo son. Tiene que cuidarse de su instrumentalización agregan algunos que trabajan 60 horas semanales para el capitalismo. Desde ciertos lugares de ignorancia o hipocresía el amor a la poesía les baja por ejemplo cuando una mujer dice vagina en un poema. La mini-
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mizan como poesía del cuerpo como si los poemas de hombres sobre el cuerpo de las mujeres no fuera también poesía del cuerpo. Ciertos sujetos no pueden ejercer soberanía lingüística sobre sí mismos pareciera ser el mandato de un destino. Al capitalismo y a ciertas poéticas les importa más un poema que un ser humano tal como les importa más el trabajo que un trabajador. Una poesía clara, higiénica, de buen decir y correcta. Tal como le gustaría al neoliberalismo y al fascismo que ya no es sólo político sino económico y social. Absolutamente utilitaria para su ideología de tregua forzada. Una poesía que no genere preguntas, que no cuestione su propio lugar de enunciación, que no problematice el propio género y que sobre todo sea amable con el lector como hacen creer que son las interfaces del capital. ≈ Una noche llegamos al bar Queirolo en el centro de Lima. Victoria Guerrero me había avisado que estaría allá con más personas celebrando su nuevo libro. Formamos una gran mesa sobre todo de mujeres y diversidad sexual. Algunas de las chicas tenían aún pancartas con rostros de poetas peruanas que habían utilizado en una intervención previa en la Feria del Libro para llamar la atención a la invisibilización de las escritoras. El bar en sí mismo es un homenaje a la poesía peruana y todo el mundo ha pasado
por allí. El salón del fondo donde estábamos está dedicado a Hora Zero y una foto del grupo engalana la pared principal. Alguien reparó que en aquella fotografía no había ninguna mujer y en un improvisado gesto puso la foto de Carmen Ollé sobre la de Enrique Verástegui. En ningún momento se quiso dañar la imagen del poeta que admiramos y queremos sino que justamente era una muestra de que escritores como ellos tienen más conexiones que las que el campo cultural quiere ver. Otra persona se paró y puso otra, luego otra y otra más hasta que todos los rostros fueron de escritoras que también son el siglo XX. Me consta que nunca quiso ser una ofensa a Hora Zero, no fue planificado para que sucediera de ese modo. Surgió de manera espontánea, casi más como una respuesta a otra foto, la de la inauguración de la FIL donde nueve respetables señores posaban con masculina autoridad ante las cámaras. ≈ En Perú pasa algo muy curioso que no pasa en otros países. Me refiero a la asociación del feminismo o la diversidad sexual con el terrorismo. Lo más probable es que sea un efecto “colateral” de la guerra interna y Sendero Luminoso. Para muchos hombres del campo cultural las feministas o personas LGTBQ+ son terroristas, peligros@s, violent@s, enferm@s, etc, es decir, representan todos sus miedos de clase. Ellos ven hordas cuando hay personas organizadas, ven vandalismo cuando hay reivindicación, ven ignorancia cuando justamente lo que están llevando a cabo es hacer palpable la
de estos mismos. Nunca vi tanto odio de los hombres a las mujeres como acá. Y peor aun, de los poetas y tipos del medio literario. La masculinidad aquí tiene un gran problema consigo misma. ≈ Como digo, desde unas semanas antes de llegar a Lima los ánimos machistas estaban ya álgidos. Los ataques e insultos han sido feroces a mujeres y personas cercanas. Mis investigaciones pasan también por las vanguardias andinas y no puedo no retrotraerme un siglo atrás cuando a esos jóvenes escritores por ejemplo se les acusaba de vandalizar la lengua, instrumentalizar la poesía, defenestrarla de su palacio de cristal cuando enunciaban desde el indigenismo, escribían en aymara y quechua o cuando sus cuerpos hablaban por ellos. Quienes les acusaron de indios radicales son los mismos que hoy dicen feministas radicales. Quienes les negaron todos los espacios y los ridiculizaron son los mismos que lo hacen hoy. Indígenas, mujeres y homosexuales siguen siendo los proscritos del campo cultural. Vandálicos que politizan a la musa, resentid@s que no saben lo que es escribir un “buen” poema, exaltados ignorantes que denigran las bellas formas. Ante esos mismos enemigos de la humanidad nacen maravillas como el grupo Orkopata, las escrituras de Churata y otros, libros como los de Carmen Ollé, Victoria Guerrero, Rafael García Godos. Un poeta casi de mi edad me decía que la poesía feminista es una mierda pero no fue capaz de nombrarme ningún libro. Para esa gente la poesía que ellos imaginan feminista es mala, como la
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escrita en lenguas originaria o la de l@s maricones es de segunda clase. No defienden el arte sino su miedo a que el mundo que ellos representan se esté cayendo a pedazos. Tal como sucede, lamentablemente con ellos y arrastrándonos a todos nosotros. ≈ ¿Qué poesía reclama el siglo XXI? Reclama preguntas a lo que hacemos, desde dónde lo hacemos y por qué lo hacemos. Llevamos siglos escuchando las cuitas de hombres contándonos sus venturas y desventuras en formato de poemas. Hombres que escriben todos más menos en un mismo formato, desde un lugar cultural similar y con la certeza de que su lugar en el mundo es el natural, obvio, único. Estamos viviendo una época de crisis que tiene secuelas en ámbitos que hasta ahora no habían visto fisuras mayores. La gran crisis del patriarcado es justamente el reclamo a que ese lugar unilateral se convierta en uno más donde otros también puedan tener un lugar social. El machismo tiembla porque también tiembla el capitalismo que no hace otra cosa
¿QUÉ POESÍA RECLAMA EL SIGLO XXI? RECLAMA PREGUNTAS A LO QUE HACEMOS, DESDE DÓNDE LO HACEMOS Y POR QUÉ LO HACEMOS. LLEVAMOS SIGLOS ESCUCHANDO LAS CUITAS DE HOMBRES CONTÁNDONOS SUS VENTURAS Y DESVENTURAS EN FORMATO DE POEMAS. 15
que ofrecer un mercado de identidades donde algunas valen más y otras menos. Ni siquiera se trata del deseo sino de la necesidad. La poesía es una relación privilegiada entre el lenguaje y el pensamiento y lo que menos hemos hecho en este último tiempo ha sido pensarnos. Escribir sí, y demasiada basura anda dando vuelta. Para mí, nuestro trabajo pasa por poéticas que son la relación entre una conciencia y un campo cultural. Esos son nuestros ámbitos de trabajo, no sólo el poema sino lo que le antecede y lo que le sucederá a él y con quienes interactúe. La poesía se refiere a la sociedad, la política y la economía pero no verse ella desde ahí la hace ventrílocua de sí misma. ≈ La primera vez que salí de Chile fue el 2004. Era al festival Salida al Mar en Buenos Aires. Allí conocí a una enormidad de poetas que siguen siendo grandes amigos. La armada peruana eran Roxana Crisólogo, Miguel Ildefonso y Victoria Guerrero. Nos hicimos hermanos de inme-
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diato. Desde ahí nos hemos visto en varios países y nos intercambiamos libros como si fueran botellas de pisco y vino. A Miguel vez que puedo le insisto en que reúna todos sus libros en uno solo y de Vicky aún conservo el ejemplar de El mar, ese oscuro porvenir (2002) con el que leyó esos días. Fue parte de la organización de un encuentro inolvidable en Lima, De Sur a Sur, el año 2005 donde peruanos y chilenos celebramos el triunfo de la poesía sobre los fracasos de las guerras. Desde ahí pasando por Ya nadie incendia el mundo (2005), Berlín (2011) y Cuadernos de quimioterapia (contra la poesía) (2012) hasta En un mundo de abdicaciones (2016) o Diario de una costurera proletaria (2018) hay una obra poética que no deja de sorprender por su intensidad, su inteligencia y su lugar en el mundo. La poesía de Victoria Guerrero siempre ha sido un arma, lo que pasa es que en muchas batallas ella fue siempre la primera y el enemigo estaba al acecho esperando su momento que es el hoy. El Comando Plath es una obra colectiva tan importante como su labor no sólo de activista sino también de cronista, profesora o narradora. Un golpe de dados. Novelita sentimental pequeño-burguesa (2014) junto a Y la muerte no tendrá dominio (2019) son dos libros excepcionales que sobrepasan todos los géneros. En uno de los últimos mensajes antes que Vicky cerrara su Facebook le decía que este último libro, era una de las cosas más poderosas que he leído en el último tiempo. Impactante, duro, hermoso. Nada se le parece. Lo que ella se atrevió en su libro,
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yo no lo pude hacer con Los nombres propios. En una entrevista reciente habla de su enfermedad y del retiro voluntario del medio público. El capitalismo sobrevive en el dolor y enfrentarlo es enfrentar al capitalismo. Todo en ella es una ética, una poética en vías de extinción. ¿Qué poesía reclama el siglo XXI? Sin lugar a dudas, reclama a escritoras como Victoria Guerrero Peirano. ≈ En la videoconferencia también hablé de otros temas propios de nuestra actualidad como las editoriales cartoneras, los festivales y antologías con los cuales nos conocimos, el uso de internet como herramienta literaria, lo latinoamericano como un modo de pensarnos, pero me parece por ahora pertinente dejar estas preguntas aquí. Abiertas, libres y resonando con el amor y la intensidad con que fueron elaboradas. Pareciera que los enemigos de la poesía están en la propia poesía por eso me parece que es urgente dejar escritas estas ideas y que continúen en su vida que es mucho más que nosotros. (del libro inédito, Contra el amanecer)
LA POESÍA DE VICTORIA GUERRERO SIEMPRE HA SIDO UN ARMA, LO QUE PASA ES QUE EN MUCHAS BATALLAS ELLA FUE SIEMPRE LA PRIMERA Y EL ENEMIGO ESTABA AL ACECHO ESPERANDO SU MOMENTO QUE ES EL HOY.
Todos somos la
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“El primer pensamiento es el mejor pensamiento” escribió, en los tempranos 40, Jack Kerouac (devoto del Bebop, alucinado con los alcances de la improvisación) a su amigo Allen Ginsberg que, aún adolescente, se debatía en el encierro y los convencionalismos de la “correcta escritura” durante su paso fugaz por la academia.
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llí mismo, en la Universidad de Columbia, se produjo aquel Big-Bang cuya expansión continuaría con su energía inagotable. Solo fue necesario que entraran en contacto los tres miembros de la Santísima Trinidad Beat: William Burroughs, Jack Kerouac y Allen Ginsberg. Aunque hay mucho de mito sobre aquella prehistoria del grupo, al parecer el término “beat” fue cristalizando en varios pasos. Desde el “beat down” (coloquial entre la comunidad negra y trasladado a los cultores del jazz) que significa cansado, derrotado; hasta el “upbeat” de Kerouac que, años después, precisó y expandió su significado hacia cierta forma de desapego feliz, beatífico (claramente relacionado con la filosofía oriental a la que, por entonces, había comenzado a acercarse). Porque no se trataba de “derrotados” sin más. No, se trataba de aquellos que no estaban dispuestos a dar batalla en las guerras que imponía el establishment occidental: guerras virtuales por tener el último modelo de lo que fuera, entre consumidores esclavizados por el crédito o guerras reales con sus civiles asesinados “cash” en nombre de la patria que fuera. El Beat, beatífico y libre; vitalista y hasta dotado de cierto optimismo, no era un derrotado: era un excluido por voluntad propia. ¿Pero excluido de qué?, nada menos que del por entonces incuestionado y todavía vigente “american dream”, única fuente de realización y felicidad del buen ciudadano. Del buen ciudadano que “pueda lograrlo”, claro está. Fue aquella tensión la que, en plena Guerra Fría, alentó a una periodista (cuyo nombre no vale la pena documentar) a acuñar el término despectivo “beatnik” en alusión al Sputnik ruso. Era una forma de acusarlos de antiamericanos, antipatrióticos, peor, filosoviéticos. Es claro que tanto ella, como la sociedad cuyas opiniones representaba estaban a años luz de entender el alcance de este movimiento del que, hasta hoy, todas las corrientes contraculturales son herederas civiles. El Beat se encarga de destruir el binomio tóxico y funcional de winner vs loser con sus ideas no alineadas y sus
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personajes excretados por el sistema: artistas, drogadictos, escritores, poetas, poetas sin un solo verso, vagabundos, místicos, excomulgados, presidiarios, locos. Básicamente inadaptados: las mejores mentes de cada generación. Lo cierto es que nadie es el mismo después de encontrarse con la Beat Generation. Este es un asunto que supera generosamente la idea de “generación” y debería sostenerse mucho más allá de la sobrevalorada “juventud”. Es que esta fuerza, física y religiosa, lleva como motor algunas verdades sencillas. Y alguien tenía que gritarlas en el momento justo y para siempre, a las mayorías subyugadas. Estos fueron los Beat y el que quiera oír que oiga: “Hey, no les sigas el juego. Nos están mintiendo”. Una potencia salvaje que supo desenmascarar las falsedades asumidas como certezas supremas desde la era industrial. Y, bueno, resulta que no: la patria no es necesaria, los nacionalismos no son necesarios, la guerra no es necesaria, las convenciones sociales no son necesarias; no necesitás un nuevo televisor, computador, teléfono. Ni siquiera necesitás ir tanto al supermercado, mucho menos a esas iglesias cómplices del sistema. Se trataba (y se trata aún) de recuperar la rebeldía auténtica y la libertad consciente frente a un mundo que condena a los hombres, varones o mujeres, (ya es hora de que hablemos genéricamente) a alinearse con intereses que los superan y los agobian, pero que jamás los trascienden. Porque ser individuo y ser colectividad al mismo tiempo es ser humano: abrir el diálogo con la época, remecerla desde un sentido profundo, que nada tiene que ver con la asimilación. La literatura, el arte en general, la poesía en particular debe asumir esa impronta dialógica para no consumirse en los límites del lenguaje y la belleza artificial. Así lo entendieron los Beat, más allá de la teoría y mucho más allá de la historia: el arte verdadero supera la expresión. Es una forma de vida o es, sin apelación, una mentira. En definitiva: se trata de preferir la poesía a los versos.
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La propensión poética de Anne Carson Texto de Gamaliel Ramos Gutiérrez ptyx
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Anne Carson (Toronto, 1950), perpetua aspirante al Premio Nobel de Literatura, ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2020 en base a su representación del ambivalente canon poético reincidente. Acorde a la calibración decodificatoria de sus postulaciones poéticas, en su conjunto, la distensión formal resulta alarmante. En dilucidaciones anteriores, previa aproximación al universo de las textualidades en cuestión, subrayamos con precisión los caracteres deficitarios del corpus discursivo carsoniano, el narrativismo insustancial y la incoherente coloquialidad lingüística.
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a propuesta escritural que persigue se caracteriza por su ingenuidad intuitiva y los riesgos formales. Por ende, en su disposición programática, prevalece el plano descriptivo de la percepción elemental de corte anecdótico, ajustado a la antipoética contemporánea, frente a la exigua accesoriedad fenoménica del lenguaje, lo que, en definitiva, amortigua el establecimiento de un posible alambique poético. En suma, los factores limitantes previstos, a que recurre
El breviario enfocatorio forma parte de la Miscelánea de aureolas poéticas al vaivén, proyecto antológico en preparación, de Gamaliel Ramos Gutiérrez.
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con frecuencia a fin de asignar un soporte objetivista a sus pretensiones efusivas de raigambre cotidiana, adjudican los protocolos de obstaculización formalística. En su persistente búsqueda de la magnitud verista del trasfondo, direcciona obsesivamente sus intencionalidades a la asimilación de cálculos aprehensivos embrionarios y distensivos de orden antipoético, forjada durante la segunda mitad de la centuria pasada. Por consiguiente, en respuesta a la contundente apli-
cabilidad de componentes escriturales impertinentes, prescinde verticalmente los patrones convencionales de la modernidad poética y, para los efectos, adopta los mecanismos de modelación rudimentaria de estigmas cardenalianos y el deficiente arrastre del canon occidental que han generado la ruptura de sistemas literarios y la modificación de cánones poéticos. En correspondencia a sus expectativas cavernícolas y bajo la prescripción de raigones antipoéticos de la praxis compositiva, fija los aspectos y tratamientos temáticos en determinadas circunstancias sociohistóricas contemporáneas, con cierta filiación mítica de resabios grecolatinos y medievales. En ese ángulo de parametración de enfoques referenciales, se funda el control del prosaísmo narrativo que distingue el perfil de su finalidad comunicativa, el cual altera la rígida manufactura de la contemporaneidad estética residual. Mediante esta fórmula exponencial y apelando al empleo de un lenguaje asequible a la cognos-
cibilidad de un estrato mental proyectada de un universo societario de naturaleza aliteraria, se aproxima a las exigencias de la intuición mecánica del marco teorético y la crítica oficial. A tal punto, la legibilidad trasfóndica contradice el dinamismo de la sugestividad lingüística, puesto que atenta contra el eficiente sistema de poetización transreal. Definitivamente, el acto codificatorio que concentra mayor determinismo objetivizante no sirve sino para referir formas argumentativas más disolutas, con mínima posibilidad de implantar pautas de aprehensión expresiva, alejadas de toda estabilidad sistemática del arte poética. La tardía concreción de su proclividad tiene un basamento especulatorio en el módulo ensayístico de Eros. Poética del deseo (1986) y otros similares bosquejos adjuntos posteriores que coadyuvan al reforzamiento de su designio creativo. A partir de la exposición de supuestos exploratorios de tendencia sáfica, encausa su sensibilidad hedonista
MEDIANTE ESTA FÓRMULA EXPONENCIAL Y APELANDO AL EMPLEO DE UN LENGUAJE ASEQUIBLE A LA COGNOSCIBILIDAD DE UN ESTRATO MENTAL PROYECTADA DE UN UNIVERSO SOCIETARIO DE NATURALEZA ALITERARIA, SE APROXIMA A LAS EXIGENCIAS DE LA INTUICIÓN MECÁNICA DEL MARCO TEORÉTICO Y LA CRÍTICA OFICIALES. por la circunstancialidad de ejes topicales cotidianizantes, rubricada por impresiones recreativas y la irracionalidad posmoderna. Los bocetos de la mixtura poemática y prosística, incrustados en Plainwater. Essays and poetry (1995) y Glass, irony and God (1995), representan signos evidentes de la instintiva praxicidad composicional de sesgos Nox (2013).
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coloquializantes. En esa misma línea antipoética y partiendo de la fragilidad narrativa de extrema frivolidad, instalada en la dimensión basamental de datos primarios de la percepción, puntualiza historias triviales y semblanzas cuasipoetizadas en Hombres en sus horas libres (2001). Correlativamente, en cuanto al dominio formal y en torno a la noción keatsiana de intuir la atracción pasional, en La belleza del marido, un ensayo narrativo en 29 tangos (2002), sondea las inquietantes manifestaciones de la crisis emocional y la ruptura nupcial. El palmario desvío del perímetro poético y la predilección por el esbozo de módulos narrativos son válvulas sensacionales que propician sus propensiones ficticias tasadamente digeridas. Autobiografía de Rojo, una novela en verso (1998) es resultante de la paradójica cuantificación aliteraria propugnada a toda costa por la codificadora, donde predomina la narratividad quebradiza con que expresa la precariedad conductual del ser humano, apelando a la intuición irónica y el esquema de argumentación distensivo. Por ostensible tracción rastreatoria, Red Doc (2013), vertida a través de una prosa dialógica, constituye la derivación topical y formal del anteproyecto novelístico precedente. A la luz de la exploración de su trayectoria y el estricto análisis hermenéutico de la discursividad expuesta, la trovadora, en constante intento por convertir sus escritos en poesía, fragua un determinado frasco de artefactos expresivos de rasgos líricos en Decreación. Poesía, ensayos, ópera (2005). El probable afianzamien-
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to de la estructuración patente en el constructo escritural le permite conquistar relativamente las fronteras verbales de un contingente lirismo destilado. Particularmente, en este flujo visional que centraliza el mayor porcentaje de sus sugestiones artísticas, pese a la inalterable filtración del coloquialismo idiomático y el anclaje elemental de negligentes absorciones de lo real, incorpora un parcial ensamblaje de facturas sugestivas. Posterior al redimensionamiento de sus planteamientos, pretende restablecer, en otros aportes fragmentarios y exiguamente significativos, sus falencias preliminares históricamente desplegadas a lo largo de la miscelánica modalidad prosística en relación a la minúscula condensividad accesoria de la dicción. En Nox (2010), superficialmente encuadernado al estilo oquendiano, aborda un tópico novelable, fundado en un precario ensamblaje de notorias extracciones versales de la poesía griega antigua. Con rotundo propósito de ensanchar los lineamientos de la narratividad perceptual, en Albertine, rutina de ejercicios (2014), caracterizada por su imprecisión genérica, tantea recrear las palpitaciones descriptivas de episodios pendulares y viñetas eruptivas del actante proustiano que transita entre la irradiación autobiográfica y la pálida fabulación de vaivenes rutinarios. Más allá de profundizar en la reformulación de la escueticidad lingüística, en Flota (2016), indaga una serie de relieves anecdotarios por medio de una diversidad de recursos limitadamente líricos y procedimientos narrativos intuitivamente contemplativos; ahí
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reside el deleznable empaque intergenérico en que las líneas divisorias oscilan entre la poesía y la prosa, sin conseguir una efectiva orientación artística soluble que el cándido tentáculo de hormas indefinidas. Finalmente, en La caída de Roma, una guía para viajeros (2018), transcribe la manifestación de supuestas travesías con peculiar énfasis en la simplificada intuitividad espontánea de la palabra. En términos conclusivos, gran parte de la factura verbal que exhibe se desvía del encaje de artificios recursivos. Angularmente, en la alineación versal del nivel sígnico, prima la ineficacia pragmática en permanente confrontación con la factorización poética en proceso de afirmación; empero, para el extravío crítico occidental y norteamericano, incluso sus deslices significan una esencia literaria de la más depurada y exquisita discursividad lograda en lengua inglesa.
A LA LUZ DE LA EXPLORACIÓN DE SU TRAYECTORIA Y EL ESTRICTO ANÁLISIS HERMENÉUTICO DE LA DISCURSIVIDAD EXPUESTA, LA TROVADORA, EN CONSTANTE INTENTO POR CONVERTIR SUS ESCRITOS EN POESÍA, FRAGUA UN DETERMINADO FRASCO DE ARTEFACTOS EXPRESIVOS DE RASGOS LÍRICOS EN DECREACIÓN. POESÍA, ENSAYOS, ÓPERA (2005).
Vallejo,
la vida bรกrbara
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Texto de Sergio Castillo ptyx
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Para interpretar idealmente de manera correcta la evolución histórica de una obra, en la génesis del tiempo, es necesario ceñirse al pensamiento y actuar de su hacedor, dentro del contexto cultural, social y económico donde se generó el libro.
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(*)Este texto fue leído en la presentación del libro “César Vallejo. La vida bárbara”, de Jorge Nájar, que se llevó a cabo en diciembre del 2109, en la ciudad de Huancayo.
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l ideal se da con autores realistas y creativos que desde muy atrás vencen sus sueños haciéndolos palabra escrita. Este sueño ha crecido con su autor: Jorge Nájar es su nombre y apellido, militante horazeriano, pucallpino, que ha consolidado su formación académica y su postura de poeta en París, aquella Ciudad Luz, que muchos la soñamos. En César Vallejo. La Vida Bárbara del prolífico escritor amazónico sentiremos el invierno parisino, acompañado de tres personajes cabreando goteras, cruzando puentes y avenidas, y es más, acompañados de un casi anónimo poeta peruano y serrano de Santiago de Chuco. Una parisina niña mujer y él testigo, que desde este tiempo relata, se hace cómplice de las vicisitudes de este libro vivo, sensible y profano. César Abraham Vallejo Mendoza y Harriete, van caminando rápido, la lluvia arrecia, el gabán negro y viejo pero elegante les cubre y defiende del helado frio. El abrazo da calor y consuelo; están contentos, muy contentos. Se van a reunir con su “mancha” de latinoamericanos a celebrar el Año Nuevo; estarán
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ahí, delectando sus hechos, sus ideales y pensando en Perú, y América. Ellos íntimamente. se increpan ¿qué hacemos aquí? padeciendo sus males, el jolgorio, solo vivir o hacer la vida evidente y de lucha; pasan los días y los poemas se dilucidan y se construyen: van de la palabra a la acción. “Señores: Tengo el gusto de deciros, por medio de estas líneas, que la muerte, más que un castigo, pena o limitación impuesta al hombre, es una necesidad, las más imperiosa e irrevocable de todas las necesidades humanas”. “Tengo necesidad de nacer”. En cambio, sí se suele decir: “tengo necesidad de morir”. Pero por desgracia, los hombres no están nunca seguros de morir: sienten el afán oscuro y el ansia de morir, mas dudan siempre de que morirán. La pena de los hombres, diremos nosotros, es no estar nunca ciertos de la muerte”. El libro ya va de media lectura, el júbilo la alegría al sentir como la URSS consolida la patria de los proletarios, la observación y crítica de este humano ser, padeciendo y viviendo la república de España; las traiciones y los siempre falsos dioses del capital agusanando las verdades,
alegrando el corazón de nosotros que esperamos vivir en un mundo socialista y nuevo. Nájar nos muestra a su poeta como es: Viviendo y persistente en su ideal. Hemos llegado al comienzo y diremos aliterando términos como “Vallejo creces más siempre”. Este libro te muestra cómo eres: cotidiano y corriente, humano, un bollo para yantar juntos grano a grano ponderando, su sabor de pan serrano. Nájar con este libro se corona de bengalas al tener a César Vallejo de personaje vivo y bendecido por su pluma llena de lluvia buena como dice el poema “LXXVII” de ese libro revolucionario y enigmático llamado Trilce:
¿Hasta dónde me alcanzara esta lluvia? Temo me quede con algún flanco seco; Temo que ella se vaya, sin haberme probado En las sequias de increíbles cuerdas vocales, Por las que, Para dar armonía, Hay siempre que subir ¡nunca bajar! ¿No subimos acaso para abajo? ¡Canta, lluvia, en la costa aun si mar!
Graniza tanto, como, para que yo recuerde Y acreciente las perlas Que el recogido del hocico mismo De cada tempestad.
Nájar consigue la soñada coherencia, que todo buen escritor anhela, porque de ello nace su personalidad, su poética, su estilo, su forma de novelar. Su lectura es una lenta revelación, o impronta veloz; cual nacimiento se presenta, de vez en vez, para quedarse muy dentro en la mente, en el corazón con sabor y aroma peruano. Transcurre la lectura premunida a una relectura de todo el texto. Cuando en un instante feliz
No se vaya secar esta lluvia A menos que me fuese dado Caer ahora para ella, o que me enterrasen mojado en el agua que surtiera de todos los fuegos.
NÁJAR CON ESTE LIBRO SE CORONA DE BENGALAS AL TENER A CÉSAR VALLEJO DE PERSONAJE VIVO Y BENDECIDO POR SU PLUMA LLENA DE LLUVIA
Sergio Castillo, Jorge Nájar y Jaime Enrique Chihuán, en la presentación del libro, en la ciudad de Huancayo.
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Segunda edición de “César Vallejo. La vida bárbara”
aquella luz encontrada en primera lectura queda en la revelación radiante. Ahí hace carne la obra, el texto que conversa: El escritor y lector. Ese gozo permitido a elegidos, comprender lo leído. Nájar ha pasado ya, las largas jornadas de investigación y estudio. Esta entrega, es producto de largos años de escribir bien en español; de maduración, que confirma la persistencia del antes, la experiencia, que, la sorpresa temprana, ha esperado su tiempo, que confiere sus contenidos meditados y expuestos ahora a la crítica especial del tiempo vigente. Poesía y narrativa que refleja su contexto vital, cosecha que viene de larga data que honra ahora, esta presentación por su autor Sería lacónico a presentar y llenar con adjetivo huero la valía del libro. Este es un buen libro de ensayo crítico, cuya forma de enseñar su valioso contenido es nuevo, porque lo es; escrito para leerlo y encontrar su alba lucidez de sorbo en sorbo, con calma y meditación en alta voz. Nájar escribió con entusiasmo, con convicción y templanza. Así, trasunta esta obra con seso y corazón, por un real horazeriano como es su autor; un peruano de hechos contundentes. Diciembre de 2019
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a ra Vallejo el mestizaje era una maquinaria en movimiento perpetuo y nada ni nadie lo iba a detener. A lo largo del acto también pudo constatar la presencia de las numerosas familias peruanas y de los demás países de América residentes en París y, claro, el nutrido público francés. Pablo Abril aprovechó esa circunstancia para ponerle en contacto con el escritor Ventura García Calderón que desde la llegada de Leguía al centro del poder en Lima había preferido retirarse del servicio diplomático pues consideraba que todo, absolutamente todo, en el proyecto de ese gobierno era errático y artificial; sin embargo el jovial y brillante Ventura no había roto las amarras con la comunidad de peruanos residentes en París. Esas relaciones eran el puente que le permitían mantener el contacto con los servicios
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diplomáticos de los otros países latinoamericanos y europeos, su verdadero mundo. Es una fuerte inagotable de información, le dijo Pablo a Vallejo invitándole a visitarle para facilitarle algunos contactos. Al final del evento, caminando en la oscuridad, Vallejo llegó a la conclusión de que todo en esa fiesta de la peruanidad había estado sobrecargado de exotismo y no había sido más que una noche de Europa y para europeos: un universo enclaustrado dentro de la piedra incaica; un universo sin conexión con el mundo colindante. La pureza inmaculada. “¡Bajo imperio, aquí estamos los bárbaros!”, anotó en su carnet. Fragmento del capítulo “Aquí estamos los bárbaros”, del libro “César Vallejo. La vida bárbara”
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Patricia Tauma
Renuencia al olvido: la huida perpetua ReseĂąa de Elmer Arana ptyx
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Renuencia al olvido de la poeta huancaína Patricia Tauma Romero es un poemario de la huida, del intento vacuo por abandonar los recovecos de la memoria.
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entro del martilleo incesante de los recuerdos, surge el autoexilio como vía de escape. Urge, entonces, desbarrancar a la memoria para construir otra vía aniquilada de sensatez. ¿De qué huye el yo lírico? ¿Qué fantasmas lo persiguen? Huye del viejo orden, de la angustiante banalidad de la existencia, de las fauces de la rutina que intentan devorarlo. ¿Qué queda de infalible en el mundo? ¿Qué es aquello verdaderamente real, confiable? La modernidad ha tornado todo espectral, ya nada es cierto. La duda incrustada en el hueso, los restos de la miseria sin nombre parecen definir el estado actual del hombre.
El poemario de Patricia Tauma es atravesado por el desarraigo y la soledad, por la pugna entre el sometimiento al poder y el anhelo por huir de él, por la razón y el desvarío. Hay que agradecer por la unidad en el plano de la forma y de las ideas, tan raro en las primeras entregas que, normalmente, se tratan, más bien, de antologías personales. Estos tópicos permiten entrelazar cada uno de los versos y los poemas para construir un texto orgánico que configura un universo propio. En el poemario cada palabra calza y privilegia la idea. La contundencia de los versos obedece a ese afán por que cada palabra no sobre, o no sea simple artefacto decorativo: “mi alien-
a del
Renuenci s. 2019.atr
ek Editore
olvido. Pat ricia Taum a. Kan icia
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to se deshizo en polvo / no hay tregua que el fuego consuma.” Un sonido ronco emerge en forma de aliteración a lo largo de los versos que impregnan la lectura de una sensación de fracaso. La huida en este contexto resulta absurda porque el dolor es recurrente. Forma parte de un trágico círculo al que inevitablemente se regresa a pesar de cualquier esfuerzo: “es el tiempo encerrado de forma cíclica/ es el anárquico ideal de la ausente causa.” Huir hacia otros parajes no es la vía: en cada espacio nos persigue el mismo animal, los mismos fracasos. El destierro no está afuera. La real huida es hacia dentro. Es encerrarse en uno mismo para protegerse de los coletazos del mundo exterior: “mi voz recrudece en el frío / en el invierno, el ocaso, mis días/ extraño el acorde sutil/ el destierro puro de mí”. Dentro de nosotros está la protección, ahí somos gobernantes y es imposible el fracaso.
EL POEMARIO DE PATRICIA TAUMA ES ATRAVESADO POR EL DESARRAIGO Y LA SOLEDAD, POR LA PUGNA ENTRE EL SOMETIMIENTO AL PODER Y EL ANHELO POR HUIR DE ÉL, POR LA RAZÓN Y EL DESVARÍO.
“No hay una gramática del poema” Entrevista de Santiago Lhimma a
Mario Montalbetti ptyx
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Mario Montalbetti, se consolida con cada libro que publica, como el poeta, ensayista y lingüista peruano más atendido por festivales y editores de poesía en Latinoamérica. Su autoría oscila entre libros de poesía, ensayo y un libro para niños. El siguiente diálogo diacrónico, corresponde a comunicación virtual iniciada con el poeta autor, donde se le inquiere por sus procedimientos de producción y el sentido existente del poema. Puedo intuir que los procedimientos de técnica que usa para abordar el texto devienen de la fragmentación o ruptura de la normalidad del lenguaje. ¿Asume su conocimiento del proceso lingüístico humano, como técnica o posibilidad artística de intervención? Si por “normalidad del lenguaje” entendemos el lenguaje prescrito por la autoridad del poder y la Academia, sin duda. Creo que es importante romper la idea de hablar con propiedad, sobre todo si “con propiedad” significa acumulando palabras y significaciones. Ahora bien, no cualquier hablar “sin propiedad” funciona y ese es el lado interesante del poema. Hay otra “normalidad del lenguaje” que es saludable, la del lenguaje cotidiano, la del lenguaje que empleamos cuando vamos al mercado o cuando tratamos de hacer cosas en grupo y que, en general, se realiza al margen de las prescripciones académicas. Esta última “normalidad” puede incorporarse al trabajo poético. ¿Ayuda saber lingüística en todo esto? Sí y no. Ayuda porque los mecanismos de construcción del lenguaje se vuelven un poco más transparentes. Pero no ayuda porque la lingüística tiene límites y el poema es uno de ellos. El poema desborda el conocimiento lingüístico. No hay una gramática del poema. Distingo la forclusión como procedimiento de tachado de la realidad, que no pretende el conocimiento, sino la esencialidad crítica de la realidad ¿Es el poema la única plataforma de resistencia del lenguaje frente al poder?
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No lo sé —pero es la única que conozco. Aquí es peligroso hablar en generalidades pero los lenguajes de (la mayor parte de) la novela contemporánea, del periodismo, de la publicidad, del discurso político,… son una especie de baba con la que se intenta pegar el Poder en muchas de sus manifestaciones (económicas, religiosas, militares, etc.). El poema (pero no todos), lo que Badiou llamaría “el poema que piensa”, desestabiliza al lenguaje en sus bordes y resiste contra la complacencia de considerarlo meramente un “instrumento de comunicación” o un instrumento de repartir consignas. En eso radica la importancia del poema. Si todo poema debe en su sentido íntimo pretender el contrasentido del lenguaje como una forma de resistencia del decir. ¿El poema debe pretender la disfunción real del lenguaje, intentar desarticular la realidad? No. Yo creo que el poema no trata con la realidad, al menos no lo hace directamente. Esto puede
YO CREO QUE EL POEMA NO TRATA CON LA REALIDAD, AL MENOS NO LO HACE DIRECTAMENTE. ESTO PUEDE SONAR EXTRAÑO PORQUE EN EL FONDO DESEAMOS DE QUE EL LENGUAJE DEL POEMA CAMBIE COSAS EN EL MUNDO.
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En Sentido y ceguera del poema menciona: hablar de las cosas se estrella contra la extraordinaria indiferencia de las cosas. ¿Cuál deviene a ser en el poema el sentido de uso racional del lenguaje gramatical? ¿El poema puede ensayar lo asemiótico? Estamos demasiado sometidos por lo que se llama la clausura semántica del lenguaje. Es decir, lo que tiene significado es lenguaje y lo que no tiene significado no es lenguaje. Bueno, si es así, entonces el poema no es lenguaje. El negocio del poema no es significar, el poema desborda la significación. Cuando Vallejo escribe “Vusco volvvver de golpe el golpe” ¿está significando? Tal vez, pero al mismo tiempo está haciendo algo que va más allá de esa clausura semántica que le imponemos al poema. Vallejo está pensando el lenguaje. Hay una forma de pensar el lenguaje que emerge del poema y que no es lingüística como “uso racional del lenguaje gramatical”. Indica en Cajas: Entre lo que es lo que parece decir que no es, es la obra de arte. Si el lenguaje no puede asir la realidad y escapa a la simbolización. ¿Cuál es la representación que el poema pretende? Es que no me es claro que lo que hace el poema sea representar. Insisto, si quieres representar, adelante, puedes hacerlo. Pero creo que el poema hace algo que va más allá de eso y que supone una crítica al uso del lenguaje que se contenta con re-
HAY UNA FORMA DE PENSAR EL LENGUAJE QUE EMERGE DEL POEMA Y QUE NO ES LINGÜÍSTICA COMO “USO RACIONAL DEL LENGUAJE GRAMATICAL”. ptyx
Poesía reunida de Mario Montalbetti.
sonar extraño porque en el fondo deseamos de que el lenguaje del poema cambie cosas en el mundo. Me temo que no lo hace. Más bien, el poema opera sobre el lenguaje y no sobre el mundo. Y eso no está mal. Es crucial lo que hace el poema respecto del lenguaje. Pero, si quieres cambiar el mundo no escribas poemas. Hay otras cosas que se pueden hacer, por ejemplo, salir a la calle a protestar.
presentar, simbolizar, hacer metáforas ingeniosas, etc. Blanca Varela lo vio con gran claridad cuando dijo que estaba “harta de la poesía”, harta de creer que hacer muchas metáforas es poesía. Sus dos últimos libros pueden leerse como una expresión de ese hartazgo. Cuando hablamos del proceso de composición del poema podemos referir también a la gestión del texto donde opera también elementos paratextuales. ¿Cuánto valora la capacidad visual del texto en la página: valoración tipográfica, los esquemas lógicos, el tipo de papel, el color de página, etc.? Mi valoración es relativa y tiene énfasis diferentes. Por ejemplo, la “puesta en página” me parece fundamental, la distribución de los espacios en blanco, la construcción y tamaño de la estrofas, etc. Pero es igualmente importante fijarse en los aspectos no visuales, como el ritmo, las rimas internas, la prosodia, es decir, el movimiento general del poema. Es muy importante darse cuenta de que cuando el poema piensa, no lo hace visual-
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bras; se piensa con palabras conectadas unas con otras. Y entonces, sin duda, el trabajo del poema debe realizarse en ambos frentes. Su escritura, privilegia el dispositivo narrativo en el poema, lo que permite que marche apostando a diversos efectos. ¿Cómo interviene el texto? Es una “narración falsa”, constantemente interrumpida y quebrada y que está al servicio de que el poema se mueva en la página. Esa narración falsa se parece más a un discurrir, a un encadenamiento, no sólo de ideas sino de todos esos aspectos no semánticos que uno emplea en su construcción. El poema rescata, creo, la fuerza de un silogismo, como procedimiento poético. No se trata, una vez más, de lo que el poema concluye sino de la fuerza que lo lleva a uno a una conclusión y a un movimiento inevitables.
mente. Lo del tipo y color de papel me parece más utilitario y debe estar al servicio de que el poema pueda leerse bien, sin mayores distracciones ornamentales. Indica en entrevista para El país: “el poema no miente porque arma sus propias normas, una lógica en el seno del lenguaje, no de lo real.” ¿Cómo acceder a la realidad del lenguaje? ¿Es el anacoluto el último bastión del poema? Un poema está hecho de dos cosas fundamentales: palabras y sintaxis. Solemos fijarnos atávicamente en la idea de que un poema está hecho de palabras. También creemos que “pensamos con palabras”. Olvidamos que un poema que está hecho solamente de palabras no funciona. Un gran ejemplo y un gran estudio de esto lo hace Vallejo en el poema que comienza “la paz, la abispa,…” de 1937 y también en un texto titulado “Magistral demostración de salud pública” que aparece en Contra el secreto profesional. Si las palabras no se relacionan con otras palabras (y eso es la sintaxis) el poema no se mueve y se estanca. De la misma manera, no se puede pensar solamente con pala-
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La dimensión de la escritura procedimental, como conjunto de macro-proposiciones, sobre el cual el gestor del texto anda estimando el contexto de intervención. ¿El poema que gestiona pretende un sistema de lectura o de escritura? La vida del poema está en su lectura. Solemos ser muy radicales cuando escribimos un poema, forcejeando los límites de las palabras y de sus relaciones. Pero cuando leemos un poema somos corderitos obedientes. Me gustaría que la misma radicalidad con la que escribimos (o queremos escribir) un poema se ponga en práctica cuando leemos un poema. Una vez me preguntaron si creía que escribir era un acto político. Respondí que no, o que no lo era más que ir al dentista a sacarse una muela. El verdadero acto político es leer. 16 de junio de 2019
SI LAS PALABRAS NO SE RELACIONAN CON OTRAS PALABRAS (Y ESO ES LA SINTAXIS) EL POEMA NO SE MUEVE Y SE ESTANCA. DE LA MISMA MANERA, NO SE PUEDE PENSAR SOLAMENTE CON PALABRAS; SE PIENSA CON PALABRAS CONECTADAS UNAS CON OTRAS.
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“Uno es poeta porque no se siente acomodado en este mundo” Cuestionario de Ptyx a Róger Santivañez ptyx
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El poeta piurano Róger Santivañez, es sin duda es uno de los mejores exponentes de su generación. Seducido por el discurso neobarroco, ha escrito una sólida y prolífica obra poética que le ha granjeado el recocimiento de la crítica y se ha ganado la simpatía de jóvenes poetas. Se te afilia como militante y a veces precursor de colectivos: La Sagrada Familia, Hora Zero y Kloaca. ¿Cómo entiendes la relación que tiene el poeta con la realidad? La relación del poeta con la realidad es una de desajuste y desadecuación. Uno es poeta porque no se siente acomodado en este mundo. El poeta es un ser aparte, desvinculado de la realidad. Su mundo es el del lenguaje: el de las sílabas y las asonancias, como dice Marco Martos. En entrevista expones que la expresión más auténtica y radical se dio desde la exploración de una “sintaxis callejera”, que resultó en una complejidad sonora y sintáctica autentica, que integraste a tu discurso. ¿Comprendes tu obra poética como autobiográfica? ¿Cómo percibes el ego que se recubre con la retórica? Claro, mi obra poética es básicamente autobiográfica, como -supongo- es en la mayoría de los poetas que existen; es decr, uno usualmente escribe sobre y a partir de su experiencia personal. El ego -o sea el Yo- siempre tiene que estar recubierto por una retórica -del tipo que sea- ya que sino, sería testimonio y no poesía. Desde algunas décadas atrás se ha asociado tu discurso poético al Neobarroco ¿Cómo defines tu estilo poético? ¿Crees en la vinculación generacional como condicionante del estilo? Defino mi estlilo poético por no definirlo. Sería prtensioso de mi parte hacerlo. Perefiero decir que -al principio de mi vida en la poesía- traté de hacer una poemas conversacionales, usando el habla cotidiana para buscar allí la inspiración. Luego derivé en un más elaborado trabajo de lenguaje que me acercó al Neobarroco. La vinculación generacional -claro- en un momento, cuado uno comparte experiencias colectivas, sin duda, habría un condiciionamiento de esto en el estilo personal. Pero luego, con la madurez, ya cada quien encuentra su propio modo de componer. La crítica peruana anuncia tu discurso poético como
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conversacional, coloquial, sonoro, fragmentado, convulso, etc. ¿Cómo abordas tu proceso creativo? ¿Cómo estimas la apreciación de tu discurso poético? En realidad, yo no abordo mi proceso creativo; diría más bien que él me aborda a mí. Es decr, para mí -actualmemte- la poesía no es un acto de voluntad, sino una suerte de posesión que vivo: ella viene y se apodera de mi ser. Estimo que -en general- es acertada la apreciación que se hace de mi discurso poético, calificado -entre otros- con esos términos que citas en tu pregunta. Tu bibliografía es amplia y publicas libros de poemas con cierta regularidad, ¿Es un gesto de vitalidad o presientes que la realidad del poema es el lector? La realidad del poema es el lector siempre; claro que después de que dicha realidad es primero el poeta. Quizá sea esa vitalidad que tú me dices: me gustaría que fuera, quiero decir. Porque -en realidad- se trata simplemente de estar en poesía y entonces ella viene a tu encuentro o te espera con los brazos abiertos a que tú llegues y -como a una amante- le hagas el amor; es decir: escribes el poema. Desde la amistad que tuviste con Enrique Lihn y el homenaje que le hiciste a su obra poética como tratado de tu tesis doctoral ¿Qué otros poetas peruanos o latinoamericanos consideras que deban la atención académica que no se da? Es verdad que tuve una grande amistad con Enrique Lihn, cosa por la que me siento profundamente honrado. Y por eso, en su homenaje decidí hacer mi tesis doctoral sobre su poesía.En efecto hay algunos poetas sobre los que debería haber más atención académica de la que hay. Por ejemplo -en el Perú- Guillermo Chirinos Cúneo, el genio de Idiota del Apocalípsis (1967) y en el ámbito latinoamericano: Marosa di Giorgio, la extraordinaria uruguaya de Los papeles salvajes.
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30 de agosto de 2019
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CANTOS XAMร NICOS Roberto Piva
Traducciรณn y notas de Santiago Lhimma ptyx
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Loose desire! We naked ery to you Do what you please1 William Carlos Williams
I. canoa del Amazonas en el ojo-peyote en el cielo a quema-ropa domina la vegetación & agricultura ama la astronomía & los vampiros en zigzag hosanna incandescente / flor crispada / ángel salvaje jaguar sentado en la amatista & el pájaro joven del sueño muy próximo de la muerte
I. canoa do Amazonas / no olho-peiote / no céu à queima-roupa / domina a vegetacão & agricultura /ama a astronomía / & os vampiros em ziguezague / liosana incandescente / flor crispada / arjo selvagem / jaguar sentado na ametista / & o pássaro caçula do sonho / bem próximo da morte
1. [Traducción del inglés] Deseo suelto! / Te desnudamos / Haz lo que quieras. (William Carlos Williams).
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II. monstruo de puro amor curare estilo cerámico de Nazaratequi pandemonio de Zeus Eros atravesándose el tímpano con una 38 gavilán de alambre irónico núcleo del veneno fiel
II. monstro de puro amor / curare* / estilo cerãmico de Nazaratequi** / pandemônio de Zeus*** / Eros**** atravessando / o tímpano com un 38 / gavião de arame farpado / núcleo do veneno fiel * Curare: término que se aplica genéricamente a diversos venenos, hecho de extractos de diferentes plantas originarias, aplicados al filo de las flechas de nativos de América del Sur. ** Nazaratequi: (Hist.) grupo étnico desarrollado hasta el año 650 d.c. asentado en pueblos de lengua panoana. Su estilo cerámico es derivación del Pangotsi, guarda vasta gama de formas; utilizando una gama cromática de tres colores (blanco, rojo y marrón), la decoración es incisa con motivos zigzag. *** Zeus: [Mit. Gr.] gobierno de los dioses del Olimpo, supervisor del universo. Dios del cielo y el trueno, por ende de la energía. **** Eros: [Mit. Gr.] dios responsable de la atracción sexual y el amor. Concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza).
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III. niño Crevel niño infierno bañado en el verde claro de la mañana tropical los buenos músculos poéticos niño Nerval mierda azul de ahorcado en el doblez de la noche
III. garoto Crevel / garoto inferno / banhado no verde claro / da manhã tropical / bons músculos poéticos / garoto Nerval / caralho azul de enforcado / na dobra da noite
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IV. el hongo es calmo & la naturaleza insegura niños envueltos en lágrimas & sudor Hermes en la garganta del imperio de los muertos
IV. o cogumelo é calmo / & a naturaleza insegura / meninos envoltos / em lágrimas & suor / Hermes* / na goela / do império dos mortos
* Hermes: [Mit. Gr.] dios olímpico mensajero, del ingenio, del comercio, de la astucia, de los ladrones y los mentirosos.
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V. silvestres fresas se rajan al sol de las avispas velas fuerzan el mar & desaparecen en la plano de la locura la pasiĂłn agitada los helechos de enero
V. morangos silvestres / racham se ao sol dos marimbondos / velas forçam o mar / & desaparecem / na planice da loucura / a paixão agitou / as samambaias / de janeiro
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VI. chico indio mi amor por tres noches el incendio enfermo corazón de las medusas simientes & raíces donde las islas emergen sus brasas
VI. garoto índio meu amor / por três noites o incêndio / bagunçou o coração das medusas / sementes & raízes / onde as ilhas / erguem / suas brasas
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VII. constelación de peces rápidos; amor el mar que Homero poetizó en tecnicolor el vino desata mi mano lagunar en el instinto astronauta de la especie
Ilha Comprida, 86
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VII. Constelação de peixes rápidos; amor / o mar / que Homero* / poetizou / em tecnicolor / o vinho desata / mina mão lagunar / no instinto astronauta / da espécie * Homero: [Mit. Gr.] nombre asignado al aedo griego antiguo a quien se le atribuye la autoría de los poemas épicos, la Ilíada y la Odisea. NOTA DE TRAMO. VII Cantos xamánicos, capítulo penúltimo de Ciclones (1997), compone postrera publicación de poemas en vida del poeta brasilero Roberto Piva (25 de septiembre de 1937, São Paulo - 3 de julio de 2010, São Paulo). El poeta xaman, recorrió por vía de contrasentido y misticismo, trazo de continuidades de un espíritu incitado en batalla, contra lo perverso de una sociedad configurada por el fetiche; y tutela del ideal objeto suprasensible – eco que evoca a Carl Marx –. En la sección y tramo, el poeta, incursiona en recinto metafísico para atestiguar inmersión y videncia de niños chamanes, que dialogan con el universo por cabal rosa de niebla, conjura del cuerpo y del canto; desglosando carta y constelación de magia.
TRES POEMAS de Eleonora Finkelstein ptyx
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SAME OLD SHIT O LAS BUENAS DROGAS
Qué paradoja. Y lo peor, nada nos garantiza que esto pare con la muerte y sea todo, ni que continúe el sueño como dicen los delirantes, los sacerdotes, los poetas. Esa clase de gente. Pero, vamos, ninguno sabe por qué está acá, ni para qué. ¿Es algo horrible, no? Más de lo que alguien puede soportar por varias décadas. ¿Le parece que un poco de ansiedad, de insomnio, etcétera, es la gran cosa?
Nada de aquí adentro está en disputa. Esta cabeza es mi patria. Toda mía, completa, con lo que trae adentro. Puede que tenga algunos problemitas: ciertas bestias al acecho unos fantasmas familiares que suelen susurrar obscenidades. Y lo típico: ansiedad, insomnio, ganas de no mover más ni una célula y acostarme a dormir, callar.
Y no me venga con vueltas. Nada de aquí adentro está en disputa, dije. Esta cabeza es mi patria. Toda mía. Deje de especular con soluciones, con mentiras terapéuticas. Esto no tiene nada que ver con mi padre, con mi madre. Deje de preguntar que no hay respuesta, y de una vez por todas,
Esa tristeza de baja frecuencia. Pero deténgase, por favor, a pensar un poco en todo esto: se acaba. Y se acaba de la peor manera: me refiero a la vida, al amor, a cada una de las cosas por las que podríamos morir.
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EL ÁNGEL
Se vestía de blanco (tenía cierta fijación –más bien rústica– por la metáfora). “Todo ángel es terrible”, decía y cerraba el negocio. Las mujeres entornaban los ojos para entender mejor. Pobres, feas, de las que se cambian el nombre por Rosemary o Jacqueline y coleccionan muñecas. Yo era una tipa fuerte y andaba con él, habría sido una puta perfecta pero iba a la universidad. Tampoco me pidan que sea un ángel. El cuento es que volaba, volaba porque ese verso –“Todo ángel es terrible”– era su retrato fiel. El mensajero del Oriente, de la aspirina y el bicarbonato, pensaba yo, y volaba también mientras en la vereda todo sucedía con naturalidad: “este soy yo y esto es lo que hago”. Canturreaba: “te ofrezco lo mejor de mí...” ¿Estaba suficientemente alerta? ¿Miraba cuando el ángel volteaba los espejos para la degustación? ¿Entendía tanta mirada oblicua si la cosa se ponía caliente de verdad? Asuntos de un oficio terrible, me decía, de la ira de Dios. ¿A qué temer? Después de todo, no hay nada que te mate dos veces. Debería contar esto alguna vez. Pero contarlo mejor, contarlo bien. Porque sé que es algo que nadie buscaría recordar jamás. Porque sé que todo ángel es terrible. Y yo no soy un ángel.
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NIÑOS 1. Igual que Ginsberg, Patti Smith, yo también pensé que eras un chico. Fue la primera vez que te vimos: Allen en el Chelsea Hotel, en los 70, creo. Yo, en una foto, en la década siguiente. Soñé que dormíamos juntas. Me pegaba a tu espalda y era la noche, como siempre, algo parecido a una cabalgata. Entonces, me despertaba para dibujar un retrato tuyo con un lápiz negro. Un lápiz como una rienda, que cuando quería se volvía blanco para iluminarte el cuello. Era un camino largo donde pasaban los caballos galopando hacia tu cabeza sin salida: en uno iba montada yo. En ese mismo sueño me salía del cuerpo y miraba de lejos mi nuca rubia con el pelo revuelto. Estaba dormida sobre un papel que tenía tu cara de chico. Al otro día y al otro, repetía tus gestos y tus actos. Por ejemplo, me corté el pelo frente al espejo con una tijera desafilada y un cuchillo de cocina. El efecto fue grandioso: escribí poemas.
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2. Por aquel tiempo besé a dos mujeres las únicas de toda mi vida (éramos solo niñas), Blanca e Inmaculada se llamaban. —Una de las dos afirmaciones anteriores es falsa— También, para andar a tu ritmo, tuve un novio gay tan guapo. Un artista trágico, el más guapo. Sus ojos eran igual de verdes y abiertos como lagos. Bautista se llamaba (vaya nombre) y andaba traficando agua bendita. —Una de las dos afirmaciones anteriores es verdadera— Me adoraron, pero nunca fue suficiente. Ellas lloraron por mí. Pidieron por la salvación de mi cuerpo (¿o de mi alma?). Él, como prueba de su amor, pasó una noche entera acariciándome los brazos destrozados. —Todo lo que afirmo es verdadero y falso al mismo tiempo—
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3. Estas son de las buenas historias de mi vida y digo sus nombres para que me crean a pesar de todo. Porque no era fácil seguir aquellos pasos. El arte nos fregó, dijo Bautista en su lecho de muerte. Blanca asintió: triste pero cierto. Inmaculada se volvió negra, así, frente a nuestros propios ojos. —Es verdad, lo juro, es falso—. Éramos niños, querida, claro y todavía no ha cambiado nada. Seguimos creyendo en los milagros y somos inestables como sueños. Hipersensibles: estamos hablando de caballos.
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1 A Soledad Piqueras que bailó este poema
Muerte recorre los ríos de región Señas del sueño situado en soles Azules abriles de melancolía roles Cambiados en secreta unción Enigmas enervados envueltos En papeles pintos pardos picos Presupuestos tras caer dormidos En romas camas cicatrizadas Efervescentes aguas procelosas Donde un pájaro se dispersa Discípulo de mi amor más dulce Deviene frío intenso & nieve Núbil perfumada en la conchita Una rosa se desviste inadvertida Tumba bajo la oscura lluvia Se apresura a emprender el vuelo
PARCELAS Poemas inéditos de Róger Santivañez
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Arboledas aéreas pactan su son Risa apaciguada paraje purísimo Impoluta memoria membranosa Parecen pañuelos paradojales Extranjera inquietud abraza Otra vez ataúdes refinados Ruinas eróticas se ocultan Hoy en el más tierno vacío.
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2 A la memoria de Soledad Piqueras
Cuán larga la luz solar Sucumbe ante el jardín se Creto guardado por mamá La flor del corazón se Vuelve fruta intensa Sabe hacerse lejanía O luciérnaga feliz En la postura de un Ferviente azul nocturno Aquella playa adolescente Apunta sola su ola Verde a la hora de La alta marea pre Cinde el cielo sinuoso Memoria de un deseo Volado súbitamente con Ausencia en esencia mía Ñizca pellizca su Amor Y no halla nada huella En el hollín del sol se Fulge nebulosa
[Orillas del estival río Cooper, New Jersey South, setiembre de 2019]
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BREVÍSIMA ANTOLOGÍA PERSONAL Poemas de Antonio Cillóniz ptyx
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CONTRA EL FALSO REY MIDAS De Portobelo rumbo a Cartagena de Indias el galeón San José fue hundido con oro, plata y esmeraldas, todo lo que el Perú mandaba tanto al Rey como a nobles y eclesiásticos del Reino de Castilla y ahí seiscientos hombres perecieron. En el fondo del Mar todavía descansa el pecio que en España reclaman como suyo. Saquen del fondo del Caribe cuanto les pertenece, devuélvanlo al lugar de donde nunca hubieron de venir, el esqueleto de sus naves, los maderos podridos del galeón, la cadena y el ancla que no detuvo el barco hacia la muerte, todo llévenlo hasta su antiguo hogar con la osamenta de seiscientos marineros, donde tenían que haber muerto no ése sino otro día, no en medio de este mar de envidia, de violencia, de avaricia sino en su propio lecho con dignidad, sosiego, calma y no en aquella soledad de estruendo y de bullicio atroz sino cerca de caras y de voces conocidas. Pero dejen el oro con la plata y esmeraldas donde estaba, reclamen solamente lo que es suyo y así tomen su miedo, su inconsciencia, su egoísmo y váyanse, mas no el dolor ni el sacrificio ni el sudor de aquellos que andan en su propia tierra como asesinos de sus sueños, ladrones de sus mismos bienes, mendigos de cuanto con sus manos han sembrado, de cuanto con sus brazos defendieron, de cuanto ante su sombra fueron despojados. [De Victoriosos vencidos, Lima, Hipocampo Editores, 2016.]
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XXI Buscando pan hasta debajo de las piedras; sacando pan del fondo de los basurales pero después trenzando fuerte el hilo fúnebre que me ata siempre umbilical al hueco de una fosa hasta lograr que sea ya una soga gruesa para salir del pozo seco en el que estamos todos desde que nacemos; y así esperando tejemos la esperanza mientras permanecemos desesperanzados así durante meses que después son años viviendo en este inmenso saco amniótico terrestre de estrellas por la noche y nubes blancas durante todo el día como estelas del rumbo de los aeroplanos en el punto intermedio en que de aquí se aleja al mismo tiempo que se acerca allá entre pájaros, cuyas sombras recubren brevemente las huellas de los animales y los hombres, aquí abajo en el lugar del óbito en donde queda al menos el consuelo en la ceniza o en el polvo de haber vivido entonces aun desconsoladamente.
[De Usina de dolor, Lima, Hipocampo Editores, 2018.]
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LA SANGRE DE TU HERMANO CLAMA A MÍ DESDE LA TIERRA 4 Por extirpar idolatrías quemaron nuestras momias, ardiendo envueltas en sus mantos que cubrían así sus cuerpos, así también su cabellera y así sus pieles apegadas a los huesos. Delante de nosotros las vimos desaparecer con nuestros ojos, despojadas del oro y de la plata ya labrados en pectorales y coronas, ya finamente repujados en brazaletes y orejeras. Y en su lugar pusieron tótems que respetar y amar, muñecos de madera que honrar y venerar, estatuas ya de mármol o de yeso que adorar y reverenciar, imágenes de estuco que exaltar y glorificar; todo figura falsa y verdadera idolatría, en vez de cuerpos tan veraces por uña, diente y hueso, con piel y pelo, en sangre y carne, de quienes ciertamente aquí vivieron, de los que verdaderamente aquí nacieron y murieron.
[De Tríptico de las Furias, Hipocampo Editores, 2019.]
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ABORDAR * LA BESTIA Poemas de Carlos L. Orihuela ptyx
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1 Escribir. Abrir la vía entre lo absoluto y la constante mutación de nuestras intenciones. Tender el nexo entre el cuerpo y su contradicción, lo tierno a lo concluyente. No soy quien habla, no son las palabras mi seguridad tangible; no es mi noble extremidad la dirección de confianza, ni las ganas de vivir una función real en la arremetida. No es esta sospecha fidedigna el largo mapa incumplido: la relación velada de mis víctimas. Es esta súbita contienda la azarosa certeza de mi historia.
(*)Abordar la bestia es una de las secciones del poemario del mismo nombre; publicado en Lima, en 1986, bajo el cuidado del propio autor, y con la presentación del poeta Marco Martos.
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2 La urgencia en este acto ejerce y pondera la sinrazón. La noción a la que me inclino para interpretarla. Otra vez bordeo el principio, el hito mágico al que me conduce interrumpir lo establecido. Otra vez birlo fórmulas tristes y sagradas: Provoco a los mutilados demonios del abismo. Abro la relación divina entre mis juegos. La música de la diferencia, los acentos originales funcionan pero no habitan. El pensamiento no me extiende. La soledad desata el vehículo. Hunde el estado humano de presentir el crimen. Cada apartado de mi cuerpo sugiere la acusación, el inevitable asesinato (escena sublime ante los insomnes: acto cruel en el que nadie muere ni pretexta). Si asumo me desangro, si temo acudo a lo inminente, detengo y precipito el clímax venerable de la muerte. Aceptar el reto: tener que inundar mis propias venas.
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3 ¿Escribir? ¿Abordar la bestia? Escribir. Primero imaginar luego envenenar el descubrimiento. Nadie degustará la humillación sino en la idea inconmovible: en la trascendencia de la tortura. Nadie abundará más en el castigo que el propio artífice del juego. Abordar la bestia. Primero incitar la evidencia, luego envilecerse hasta refulgir. Añadir a la claridad pero antes prescindir del hombre en sus límites.
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MĂ RGENES Poemas de Ana Varela ptyx
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MÁRGENES Mira abajo donde viven los excluidos de la urbe. Donde flotan y flotan las balsas. Márgenes. Balsas que aglomeran y devienen en pueblos. Excluidos. Casas del color del moho y sus huellas crecientes. Paredes. Clubes nocturnos llenos o vacíos. Bullicios. Gasolineras con llaves de seguridad. Incendios. Postas médicas listas para derrumbarse, sin salvavidas. Iglesias, confesionarios, escuelas y antros. Consultorios dentales sin dientes postizos. Bodeguitas-bares-música colgando de los oídos. Mira más allá donde todo está flotando. Difusos basurales asfixian las veredas. Algo se hunde en las balsas de los días emergentes. El río deja de ser.
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A VECES LOS RÍOS En tiempos de creciente se alejan los peces. Nos dejan sin despedirse. Se van hacia profundidades oscuras. Y no podemos ver sino burbujas y ríos extendidos. Mi casa está bajo el agua otra vez, sólo el techo se salva con su cara al cielo. Los ríos no son amables a veces. Pura verdad. Mi abuela dice que sueña con espíritus que vienen a la casa a despertar a los niños. Y en su realidad virtual humea la casa con tabaco “Para espantar malos augurios” - dice que quieren gobernar el mundo.
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ME ESPERAN RESTOS Cuando cruzo el río soy un reptil. En los barrancos me esperan restos de viajeros: Un cuchillo, dientes de mamíferos muertos y botellas de Coca Cola vacías. Cansada, pongo mi cuerpo a dormir. Y sueño en la intemperie. Nadie me ve. Nadie me escucha. Nadie. Ciertos insectos sobrevuelan mi cabeza. ¿Es vigilia perpetua? ¿O el aceite derramado y su viscosidad invasora? En tránsito a la pesadilla soy otra piel. Repto nada más, arrastrada y transeúnte. Cambio de color y de caudal. Me dejo llevar. Bocabajo o bocarriba nadando en contra. Me arrastran incesantes desagües o desperdicios de una periferia de pestes y ratas. Mis ojos buscan el agua sin mal. Escucho voces. Despierto.
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EL CRISTO DE ELQUI Poemas de Elqui Burgos ptyx
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( la noche bárbara ) I ¿ qué hago aquí a la deriva velando en la noche bárbara masticando una lengua que no es mi lengua y sin saber qué hacer en medio de mis turbulentos sueños ? ! yo que desde hace años escondo bajo la cama y listo a despegar un avión repleto de deseos ! años míos insolentes y tristes años que viví soñando una quimera me soñé en casa a la orilla del mar a mi mujer / abrazando / a mis hijos inmerso en las aguas claras de la bondad y la lectura adiós gritando a los que el desierto cruzan pero despierto perro rabiosísimo en extranjera tierra odiándome / odiándome
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II
¿ regresas ? ¿ a dónde ? ¿ a ese país de mierda que tenemos ? al oeste toda la costa del pacífico y al sur sólo desierto al este la infernal selva amazónica con una mísera lágrima de nieve coronando la cordillera de los andes sin norte / sin futuro ahí todo es asalto a mano armada y peste ahí todo es delirio y desesperación para huir a otros países no seas sordo al buen consejo del amigo ¿ a qué vas ? ¿ a quemar tus sueños ? ¿ a resarcir con bálsamo del perú tu tristeza ? ¿ no sabes con qué espantosa facilidad en ese país de mierda se muere hoy día ?
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III
avanzando estás madre en la pampa perdida vestida toda de negro llorando vienes con cuchillos / con hachas a tu hijo sacrificando estás y devoras / madre / y siembras el cadáver de tu hijo para darnos inútil vida cruel alimento de tu eternidad que niego te niego madre / tres veces / y no te lloro
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IV algo se pudre en mis sueños y estoy a punto de perder la paciencia conmigo mismo algo se pudre en mis sueños y hay niebla en mi corazón ¿ será tal vez que no existe el país que amé y soñé para mis hijos ? ¿ qué decir ? ¿ qué ? ¡ ... ?
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W .C .
sorprendí a dios el etéreo cagando en el w.c. ¿ qué haces / qué haces ? me pregunté _______ dador de la vida sin darse cuenta sin percatarse dios el etéreo dios el formador se construye un cuerpo donde habitar un cuerpo a su imagen y semejanza y del inodoro cuerpos insignificantes desechados por dios emergen - reptan sobre la tierra cara al cielo revolotean invaden las aguas y a voz en cuello pregonan que son el deshueve tremendamente macanudos y a polvo reducen sus carnes a sí mismo se aniquilan sufren como enanos y como condenados se aman mientras el etéreo solitario y tranquilo sigue cagando en el w.c. temblándome las manos orinándome en los pantalones cogí mis ojos / arrojé mi alma y como alma que huye del diablo alejándome de mis iguales corrí / corrí / corrí a esconderme en las cloacas sin el menor deseo de ser eso que llaman rey de la creación
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ptyx Revista de literatura N° 008 - Año 05 Agosto - 2020 Huancayo Perú CONSEJO EDITORIAL
Sergio Castillo Jaime Bravo Santiago Lhimma Patricia Tauma Joe Delgado Carlos Julcamanyan Ariel Marzal ARTE Y DISEÑO Amadeus
EMAIL: ptyxrevista@gmail.com PINTURA DE PORTADA: Arbol de la vida de Josué Sánchez Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2020-04450.
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INVITADOS DE PTYX Nº 008
Héctor Hernández Montecinos (Santiago de Chile-Chile-, 1979). Su última obra publicada es la trilogía La Divina Revelación (Aldus, 2011), anteriormente la trilogía Debajo de la Lengua (Cuarto Propio, 2009). A los 29 años recibió el Premio Pablo Neruda. Su último libro es Pequeño Dios (Pequeño Dios Editores, 2019).
Eleonora Finkelstein (Buenos Aires-Argentina-, 1960). Publicó los libros de poesía Hamlet y otros poemas (1997), Las naves (2000), Delitos menores (2004 y 2016), Todo se transforma (2017) y Grandes inventos (2017). Es directora de RIL editores, además de cofundadora y directora de AEREA. Revista hispanoamericana de Poesía. Antonio Cillóniz (Lima, 1944). Se lo considera un miembro marginal de la generación del 68. Ha publicado Verso vulgar (1967), Después de caminar cierto tiempo hacia el Este (1970), Los dominios (1975), La constancia del tiempo (1990), Un modo de mostrar el mundo (2000) entre otros. Róger Santivañez (Piura, 1956). Fundó el Movimiento Kloaka (1982-1986). En 2006 apareció su recopilación Dolores Morales de Santiváñez (Selección de poesía 1975-2005) y en 2016 Sagrado (Poesía reunida 2004-2016). Recientemente ha publicado una antología poética personal titulada Ofertorio (2018). Josué Sánchez (Huancayo, 1945). Egresado de la Escuela de Bellas Artes de la UNCP. Sus pinturas han sido descritas como de “nueva figuración indígena”. Con más de 2500 pinturas en su haber, sus obras se encuentran en galerías y museos en Perú y Europa. También es un reconocido muralista. Elmer Arana (Ayacucho, 1981). Docente de la especialidad de Español y Literatura. Ha publicado el poemario Diario de los suburbios (2010), asimismo ha sido antologado en el libro de poesía Poéticas (2011) y en la Antología Poética Universal Inmortales del Siglo XXI (de la APONE). Marco Martos (Lima, 1979). Poeta y crítico. Obtuvo en 1960 el Premio Nacional de Poesía del Perú. En la Universidad de San Marcos ocupó distintos cargos. Actualmente ocupa el cargo de presidente de la Academia Peruana de la Lengua, y uno de los poetas más prolíficos del Perú. Ana Varela (Iquitos, 1963). Fundó el Grupo Cultural Urcututu. Ha publicado Lo que no veo en visiones (Premio Copé de Oro,1992), Voces desde la orilla (2000) y Dama en el escenario (2001). Sus poemas han sido traducidos y publicados en inglés, francés y hebreo. Reside en California (EE.UU.). Carlos L. Orihuela (Tarma, 1948). Estudió literatura en la Universidad de San Marcos, y luego en Estados Unidos, donde hoy reside y enseña. Ha publicado los libros de poemas Dimensión de la palabra (1974), Abordar la bestia (1986) y Nube gris (2001). Además publicó el libro de relatos Valle de entonces (2012). Elqui Burgos (Cajamarca, 1946). Estudio literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Ha publicado Cazador de espejismos (1974), Sublimando al impostor (1985), El Cristo de Elqui (2003), Res mística (2012). Actualmente reside en París (Francia). Gamaliel Ramos Gutiérrez (Apurímac, 1972). Poeta neovanguardista, escritor, ensayista, crítico literario, antólogo y periodista. Sus últimas obras poéticas son: Témpano deleznable (2017), Geometría crepuscular (2018) y Hebredación de lo instantáneo (2019).
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