Los Nombres del Padre En torno a Pepe Espaliú
Jesús Alcaide Montserrat Rodríguez Garzo
Los Nombres del Padre En torno a Pepe Espaliú – Jesús Alcaide y Montserrat Rodríguez Garzo
tiempo al Tiempo 2 Publica Brumaria Brumaria AC, Calle Santa Isabel 28, 3º 2, 28012‑Madrid, España www.brumaria.net brumaria@brumaria.net 0034915280527 DIRECTOR Darío Corbeira EDITOR DE LA COLECCIÓN Hugo López‑Castrillo EQUIPO EDITORIAL Alejandro Arozamena, Darío Corbeira, Hugo López‑Castrillo, Jorge Miñano, Miguel Ángel Rego y Montserrat Rodríguez Garzo DISEÑO Hugo López‑Castrillo IMPRENTA Publidisa TÍTULO Los Nombres del Padre. En torno a Pepe Espaliú AUTORES Jesús Alcaide y Montserrat Rodríguez Garzo FOTOGRAFÍAS Tete Álvarez, Javier Codesal y Álvaro Holgado DEPÓSITO LEGAL M-17898-2015 ISBN 978-84-944005-2-0 AGRADECIMIENTOS Excmo. Ayuntamiento de Córdoba - Delegación de Cultura, Centro de arte Pepe Espaliú (Córdoba), Galería Moisés Pérez de Albéniz, Galería Soledad Lorenzo, Galería Estrany de la Mota, Galería Casa sin fin,Colección Julia Sieiro, Colección Lambe & Nieto, Txomin Badiola, Javier Codesal y Álex Francés Brumaria no se responsabiliza de los contenidos de los textos firmados por sus autores. Apoyamos explícitamente la cultura del copyleft. Los textos firmados por Brumaria y sus editores pueden ser reproducidos libremente citando el origen. Dejamos en manos de cada autor la decisión última respecto a la cesión de sus derechos respectivos.
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ÍNDICE Prefacio
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I. Fragmentos de un discurso enamorado (Jesús Alcaide)
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II. Siempre de dos en dos (Montserrat Rodríguez Garzo)
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III. Conversaciones (Jesús Alcaide con Txomin Badiola, Javier Codesal y Álex Francés)
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IV. La obra en conversación (Obras de Pepe Espaliú, Txomin Badiola, Javier Codesal y Álex Francés)
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Prefacio
Los Nombres del Padre. En torno a Pepe Espaliú resulta de una vuelta más sobre la pluralidad de un texto que se pregunta por el nudo como figura topológica y su empleo formal en los lenguajes artísticos. Nudo, asociado al nom‑ bramiento y al padre, ¿qué es lo que de esta figura interesa tanto a los artistas? ¿su dimensión metafórica? La figura procede de la topología y del uso lógico que de ella hace la teoría y la clínica lacaniana para pensar las articulaciones que determinan la estructura del sujeto, pero curiosamen‑ te es también una figura que se filtra en las preguntas y en las presentaciones de algunos artistas, al margen de toda inscripción clínica y de la relación que estos artistas pue‑ dan tener con la epistemología psicoanalítica. El nudo aparece en el texto lacaniano en el continuo de la formalización de la teoría psicoanalítica, después de la teoría de los grafos y de la lógica de la topología de superfi‑ cies, como un modelo que representa la estructura del len‑ guaje en un momento de la investigación en el que Lacan propone la articulación borromea de los significantes de manera borromea, siendo el anudamiento, en un princi‑ pio, una metáfora de la cadena significante. Más adelante, la articulación efectiva de los registros de la experiencia de la realidad humana enunciados por Lacan como Real, Simbólico e Imaginario, será reformulada como lo que del lenguaje es de lo real, siendo el nudo lo que colectiviza
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las propiedades de estos dominios sin que haya jerarquía entre ellos. Valga esta ligerísima mención a la figura del nudo para presentar el objeto de un ensayo que no ha sido introducirnos en la investigación topológica, sino ir rodeando con preguntas lo que hemos indicado como pre‑ sencia insistente de las figuras del nudo en el quehacer de algunos artistas. Así, la figura que nos convoca es el nudo es en tanto uso al margen de sus formalizaciones matemá‑ ticas o clínicas, y lo que nos vincula es, metafóricamente, la colectivización de un rasgo: las preguntas sobre padre, nombre y nudo. Lo plural y la conversación son el modo del ensayo; lo plural, asentado en un quehacer conjunto por el que circu‑ lan la reflexión de Barthes sobre el carácter del texto y la lectura lacaniana de la episteme de Freud, dice del plural extenso de lo escrito en un trabajo que sabe de la estructura a la que está sometido cuando la sucesión de encuentros da lugar a la escritura de cada cual. Un plural conversado, sí. Ahora lo vemos bien. Bueno, bien, no sabemos; vemos algo porque en Los Nombres del Padre. En torno a Pepe Espaliú asoma lo que viene de la letra de cada cual, de esa inscrip‑ ción que funda lo propio, lo que nombra el ser‑ahí sujeto del lenguaje de los que nos hemos acompañado escribiendo nuestras preguntas sobre el nudo como escritura y sobre las escrituras del nudo, decir de los Nombres del Padre. Nudo conversado una y otra vez, dando vueltas, en compañía también, tratando de pensar lo que trabaja en torno a lo indecible y a lo invisible, a la voz que circula entre lo dicho y el decir, que es lo que del Otro no se sig‑ nifica, y entre la mirada y lo que escapa al registro de lo visible. Pensar la voz y la mirada no es decir de lo que suena ni de lo visible, sino hablar de objetos que no perte‑ necen al registro de lo sonoro ni al de las formas, objetos
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consistentes y vacíos que anudan el significante a lo que está por significar. Pensar la voz y la mirada tratando de significar el contorno de lo indecidible, de lo real del len‑ guaje desde el lugar del sujeto en la cadena significante. ¿Qué buscaba Espaliú en la topología lacaniana? ¿qué quería saber de los usos de esta figura topológica en el texto de Lacan? ¿qué le atrajo tanto de un modo que evoca la sujeción? Se encontró con Oscar Massota y trabajó con él, pero ni el uno ni el otro nos pueden decir a qué les llevó el encuentro. De esa posibilidad, lo que podamos decir es pura ficción. Dicho así evoca de inmediato un aforismo lacaniano, “la verdad tiene estructura de ficción”, que mal leído nos puede inducir a fantasear la verdad como supo‑ sición de sentido último. Pero para el discurso con el que tratamos de ir diciendo, el psicoanalítico, la verdad es lo real, la falta de sentido, eso de lo que también está privada la obra de arte, al margen de los sentidos que desde las producciones discursivas podamos añadir, aunque vincu‑ lado a ellas. Quizá Espaliú buscaba en la verdad del decir propio su formulación precisa, el poder in‑formar del decir de su articulación a lo real. Porque eso es el nudo, la formulación del decir propio, registrada, ex‑sistente; sean cuales sean sus enunciados, el decir propio dice del encuentro con lo real: RSI: Real, Simbólico e Imaginario, estructura ex‑sistente a partir de que se anuden al menos dos para ir haciendo (en) la vida con las otras verdades. Ante lo que queda de las preguntas de Pepe Espaliú, de su obrar, Jesús Alcaide convocó a Txomin Badiola, Javier Codesal y Álex Francés para que hicieran con lo que queda de estas preguntas, para hacer con la obra de otro, con lo real del obrar del Otro. ¿Se puede hacer con lo real de la obra del Otro? De la obra se puede decir… lo que la obra dice del sujeto que se acerca. Los artistas accedieron,
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suscribiendo la pregunta de Alcaide y trabajando para exponer lo que resta de su obrar. También invitó a una psicoanalista, la que suscribe el prefacio, representante de una posición política, discursiva, afectada por la lectura que Lacan hace del texto de Freud, para tratar de situar la epistemología de los conceptos en juego alrededor del enunciado que dio lugar a un ciclo de exposiciones y deba‑ tes en el Centro de Arte Pepe Espaliú, alrededor de Los Nombres del Padre. Montserrat Rodríguez Garzo